Buenos días marzo 2016

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CONESA Compilado y adaptado por Jessica Villacrés Baldeón . Gestión Pastoral.

CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN SALESIANA


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CARDENAS MONICA BECERRA SEBASTIAN TOAPANTA SILVIA ZURITA WILFRIDO TORRES GONZALO ORTIZ WALTER MERECI WILFRIDO LOZANO MARCELO MINANGO MARISOL CHAVEZ MARCELO ESTRADA JUAN

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UNIDAD EDUCATIVA SALESIANA “CARDENAL SPELLMAN” Adaptado por Departamento de Pastoral Colección - Buenos Días 2015-2016

Marzo 2016 NH


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SENTIDO DE LOS BUENOS DÍAS Los “Buenos días” salesianos son un recurso educativo y pastoral que inventó Don Bosco en su Oratorio de Turín, el cual inició originalmente -como “Buenas noches- un elemento nacido en el contexto de los internados salesianos Cuando San Juan Bosco empieza a acoger en su casa a muchachos sin familia y sin hogar, su madre Margarita, tenía unos minutos con ellos antes de acostarse. Les hacía alguna recomendación, algún consejo que les pudiera hacer bien y rezaban un Ave María. Don Bosco se dío cuenta que esa práctica no solo les gustaba a los muchachos, sino que les ayudaba, por eso cuando empieza a haber más colegios salesianos Don Bosco les recuerda a sus directores: “Cada noche, antes de que los alumnos marchen a descansar, el Director o alguien por él, dirija algunas palabras afectuosas en público, dando algún aviso o consejo respecto a cosas que se deban hacer o evitar e ingénieselas para sacar las lecciones de hechos sucedidos durante el día en el colegio o fuera. Ésta es la llave de la moralidad, de la buena marcha y del éxito de la educación”. A ese momento se le llamó Buenas Noches. Más de ciento cincuenta años más tarde de las primeras Buenas Noches de Don Bosco, esta práctica continúa viva en los colegios salesianos y es admirada e imitada por otras instituciones educativas y religiosas. Con la total desaparición de los internados, la práctica de la Buenas Noches se ha trasladado al comienzo de la jornada escolar, con la lógica denominación de Buenos días.

PROPUESTA La Gestión pastoral del CONESA, pone en sus manos un material base, con una reflexión diaria, para continuar con la buena práctica de los Buenos Días en cada uno de nuestros CES. Cada mañana, antes del inicio de las clases, el docente encargado de la primera hora de clase, destinará 5 minutos para los Buenos Días.


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Proponemos un tema para trabajar cada mes, seg煤n el sistema de valores que propone el C贸digo de Convivencia para los Centros Escolares Salesianos para las 4 Dimensiones: Evangelizadora, Educativo Cultural, Vocacional y Asociativa. A continuaci贸n se se帽ala el mes y el valor propuesto: Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio

Bondad Verdad Justicia Solidaridad Trabajo Honradez

Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

Responsabilidad Respeto Libertad Creatividad Amistad Generosidad


[5] Martes, 01 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo Una Palabrita al oído El pintor, el dragón y el gigante (Sacristan, 2015) Hubo una vez un pintor que en uno de sus viajes por el mundo, llegó a la guarida de un dragón, este se enfureció, rugió feroz por haberle molestado en su cueva y en lo único que pensó fue en matarle. El pintor se disculpó y a cambio de que no lo matara se ofreció a ayudarle, a lo que el dragón replicó: - ¡Qué tonterías dices enano! ¿Cómo podrías ayudarme tú, que eres tan débil y pequeño? - Soy un gran pintor. Veo que tus escamas están descoloridas, con una buena mano de pintura podría ayudarte a dar mucho más miedo... El dragón se quedó pensativo, y decidió perdonar la vida al pintor si se dedicaba como esclavo suyo a pintarle a su gusto. El pintor hacía un gran trabajo pero añoraba su libertad, pero aunque le rogaba al dragón que lo dejara libre, este no lo aceptaba. Cierto día el pintor y el dragón se fueron de viaje, llegaron a una gran montaña; de repente la montaña se empezó a mover a rugir con un ruido tal que dejó al dragón muerto de miedo. Aquella montaña era en realidad un gigante, que se sintió tan enfadado por la presencia del dragón, que aseguró que no pararía hasta aplastarlo. El dragón se disculpó y a cambio de que no lo matara se ofreció a ayudarle, a lo que el gigante replicó: - ¿Tú, dragón enano? ¿Ayudarme a mí? ¿Pero sabes hacer algo útil? - Echo fuego por mi boca. Podría asar tu comida y calentar tu cama antes de dormir... El gigante, igual que había hecho antes el dragón, aceptó la propuesta, quedándose al dragón como su esclavo. Una noche, cuando el gigante dormía, el dragón miró avergonzado al pintor y le pidió disculpas por abusar de su tamaño. El pintor se sintió feliz al saber que el dragón reconoció la injusticia que cometió. Entonces pensó en un plan para liberarse del gigante. A la mañana siguiente. Cuando el gigante despertó, descubrió al dragón tumbado a su lado, muerto, con la cabeza cortada. Rugió furioso, y se fue a buscar al culpable. Cuando se hubo marchado el titán, el pintor despertó al dragón, que aún dormía tranquilamente en el mismo sitio. Al despertar, el dragón encontró al otro dragón de


[6] la cabeza cortada, que no eran más que unas rocas que el pequeño artista había pintado para que parecieran un dragón muerto. Ambos huyeron tan rápido como pudieron, y el dragón, agradecido por haberle salvado, prometió al pintor no volver a utilizar su fuerza y su tamaño para abusar de nadie, y que los utilizaría siempre para ayudar a quienes más lo necesitaran. Tiempo para la reflexión ¿Crees que es injusto abusar de la propia condición en beneficio propio, sin pensar en los demás? ¿Por qué? Oración final: Señor, Jesús. Ayúdame a entender el verdadero significado de la justicia, a sentirme hermano entre mis amigos y compañeros, solidarizarme con los que sufren injusticias, y ayudar siempre a quienes más lo necesitan. Amén Miércoles, 02 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo Una Palabrita al oído Las dos justicias (Sacristan, 2015) Caminaba un filósofo, cuando vio a lo lejos dos mujeres altísimas, corrió a esconderse tras unos matorrales, con la intención de mirar lo que ocurría. Entonces apareció el más joven de los hijos del rey. Sangraba por una oreja y gritaba suplicante hacia las mujeres: - ¡Justicia! ¡Quiero justicia! Y señaló a otro joven, su hermano menor, que llegó empuñando una espada ensangrentada. - Somos las diosas de la justicia y te vamos a ayudar. Sólo tienes que elegir a una de nosotras. - ¿Y qué diferencia hay? - Yo, -dijo una de las diosas- preguntaré a tu hermano cuál fue la causa de su acción, y escucharé sus explicaciones. Luego le obligaré a guardar con su vida tu otra oreja, a fabricarte el más bello de los cascos para cubrir tu cicatriz y a ser tus oídos cuando los necesites. - Yo, por mi parte- dijo la otra diosa- lo castigaré con cien latigazos y un año de encierro, y deberá compensar tu dolor con mil monedas de oro. Y a ti te daré una espada para que cortes la oreja de tu hermano, ¿Cuál es tu decisión?


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El príncipe miró a ambas diosas. Y con voz firme respondió, dirigiéndose a la segunda de las diosas. - Prefiero que seas tú quien me ayude. Lo quiero mucho, pero sería injusto que mi hermano no recibiera su castigo. Y así, desde su escondite entre los matorrales, el filósofo pudo ver cómo el culpable cumplía toda su pena. Luego de que los príncipes se marcharon, la segunda de las diosas cambió sus vestidos para tomar su verdadera forma. No se trataba de ninguna diosa, sino del poderoso Ares, el dios de la guerra. Este se despidió de su compañera con una sonrisa burlona: - He vuelto a hacerlo, querida Temis. Tus amigos los hombres apenas saben diferenciar tu justicia de mi venganza. Cuando Ares se marchó de allí y el filósofo trataba de desaparecer sigilosamente, la diosa habló en voz alta: -Dime, buen filósofo ¿hubieras sabido elegir correctamente? Con aquel extraño saludo, comenzaron muchas largas y amistosas charlas. Y así fue cómo, de la mano de la misma diosa de la justicia, el filósofo aprendió que la verdadera justicia trata de mejorar el futuro alejándose del mal pasado, mientras que la falsa justicia y la venganza no pueden perdonar y olvidar el mal pasado, pues se fijan en él para decidir sobre el futuro, que acaba resultando siempre igual de malo. Tiempo para la reflexión La verdadera justicia necesita mirar al futuro y utilizar la compasión para no convertirse en una forma más de venganza Oración final: María Auxiliadora Que tu maternal auxilio nos haga valientes, pacientes y eficaces para comprometernos a trabajar por la justicia, fundamento de la paz que todos necesitamos Amén Jueves, 03 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído


[8] La justicia exacta (Sacristan, 2015) Cierto día un joven llamado Pancho estaba paseando por un extraño país, cuando de repente tropezó contra una esfera que había junto al camino. Con el golpe, la esfera se abrió, y de ella surgió un pequeño hombrecillo. Tenía un enorme chichón el cabeza, y un enfado aún más grande. Y antes de que Pancho pudiera pedir disculpas, aparecieron dos policías, quienes entregaron una tarjeta metálica al hombrecillo accidentado. Y sin decir nada más, agarraron a Pancho y al hombrecillo y se los llevaron de allí a toda velocidad. Encerraron a Pancho en una gran esfera con el hombrecillo y otra persona vestida de azul. Antes de saber lo que pasaba, escuchó decir: “adelante”. Y sin más, el hombre le dio un buen golpe en la cabeza. Tras el golpe, la persona de azul, revisó la cabeza de Pancho, y terminó entregándole otra tarjetita metálica. - Demasiado fuerte. Es su turno. Puede golpear. Recuerde, no más de lo que marca la tarjeta-Este es un proceso de justicia exacta. No debe preocuparse de nada. Ambos recibirán exactamente el mismo daño. Si uno se excede, se le entregará una tarjeta con el valor exacto para que todo quede nivelado. ¿Justicia exacta? Aquello sonaba muy bien. Pancho estaba sorprendido de lo “avanzados” que estaban en aquel país. Tenía tantas ganas de comentarlo con Carlos, que corrió hacia la puerta. - No puede irse- dijo el hombre de azul. - Debe completar el proceso, debe acabar los puntos de su tarjeta. Pancho quedó pensativo. No le apetecía golpear otra vez a aquel pobre hombre. - Está bien. Le perdono- dijo finalmente. - No—replicó el hombre vestido de azul, debe terminar los puntos de la tarjeta. Esto es un proceso de justicia exacta. Entonces Pancho tomó su tarjeta, la partió por la mitad, y dijo. - ¡Mira! Ya no quedan puntos. El hombre de azul se extrañó pues nunca había ocurrido eso y como no halló nada en su manual de justicia exacta para ese caso, dejó salir a Pancho de su encierro. Al salir de la esfera, Pancho empezó a comprender que el problema de la denominada justicia exacta era que resultaba casi imposible devolver el daño exacto. Pancho se fue a los pocos días, pero su nombre no se olvidó nunca en aquel país. Nadie antes había perdonado nada, y gracias a él habían descubierto que el perdón es una parte necesaria de la justicia.


[9] Tiempo para la reflexión ¿Qué opinas de la frase: El perdón es una parte fundamental de la justicia? Oración final: Señor, Jesús Queremos vivir en un ambiente de justicia, ayúdanos a ser personas que contribuyen con nuestra comunidad educativa, capaces de perdonar, reconocer nuestros errores y cambiarlos. Amén

Viernes, 04 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído El príncipe Lapio (Sacristan, 2015) Había una vez un príncipe muy injusto. Si dos personas llegaban discutiendo por algo para que él lo solucionara, le daba la razón a quien le pareciera más simpático. Cansado de todo aquello, su padre el rey decidió llamar a un sabio para que le enseñara a ser justo. El sabio entonces llevó al príncipe en un barco, pero sufrieron un naufragio y acabaron solos en una isla desierta, sin agua ni comida. Los primeros días, el príncipe Lapio, consiguió pescar algunos peces. Cuando el anciano sabio le pidió compartirlos, el joven se negó. Pero algunos días después, la pesca del príncipe empezó a escasear, mientras que el sabio conseguía cazar aves casi todos los días. Y al igual que había hecho el príncipe, no los compartió, e incluso empezó a acumularlos, mientras Lapio estaba cada vez más hambriento, hasta que finalmente, suplicó y lloró al sabio para que compartiera con él la comida y le salvara de morir de hambre. - Sólo los compartiré contigo-dijo el sabio- si me muestras qué lección has aprendido Y el príncipe Lapio, que había aprendido lo que el sabio le quería enseñar, dijo: - La justicia consiste en compartir lo que tenemos entre todos por igual. Entonces el sabio le felicitó y compartió su comida, y esa misma tarde, un barco les recogió de la isla. En su viaje de vuelta, pararon junto a una montaña, donde un hombre le reconoció como un príncipe, y le dijo. - Por favor, ayúdanos, tenemos un problema con nuestro pueblo vecino, Ambos


[10] compartimos la carne y las verduras, y siempre discutimos cómo repartirlas, porque nosotros somos muy numerosos y ellos son pocos. El príncipe respondió: - No hagan partes iguales; repartan la comida en función de lo que coma cada uno. Que todos den el mismo número de bocados, así comerán en función de su tamaño. El consejo ayudó mucho a aquellos habitantes quienes se despidieron del príncipe muy agradecidos. El sabio y el príncipe continuaron su camino, y mientras andaban, el príncipe comentó: - He aprendido algo nuevo: no es justo dar lo mismo a todos; lo justo es repartir, pero teniendo en cuenta las diferentes necesidades de cada uno. Continuaron el viaje y al llegar a la puerta principal, el sabio preguntó: - Dime, joven príncipe ¿qué es entonces para ti la justicia? - Para mí, ser justo es repartir las cosas, teniendo en cuenta las necesidades, pero también los méritos de cada uno. Desde aquel momento el príncipe se hizo famoso en todo el reino por su justicia y sabiduría. Y así fue como el rey Lapio llegó a ser recordado como el mejor gobernante de aquel reino. Tiempo para la reflexión ¿Qué mensaje te deja el cuento? Oración final: María Auxiliadora, Te pedimos que nos guíes en la búsqueda de la justicia, queremos ser personas que ayuden a promover la paz en nuestra comunidad educativa, con nuestras palabras y nuestras acciones. Amén Lunes, 07 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído Iguales Martín y Elanor jugaban en el patio. Mientras, en la cocina mamá preparaba unos deliciosos dulces. Cuando los hubo acabado llamó a los niños.


[11] Presurosos los pequeños se acercaron. Martín pidió que le sirvieran primero. – ¡Dame a mí el primero, pues soy varón. – No es justo- exclamó Elanor- somos hermanos y tenemos los mismos derechos. – ¡A ver, a ver, a ver…! hagan el favor de bajar el volumen y callarse de una vez – exigió mamá. Los niños callaron y observaron a su mamá – Dime, Martín ¿Por qué crees que tienes más derechos que tu hermana? – Porque soy hombre, por qué más. A los hombres se nos sirve en la mesa. – ¿De dónde sacas esas ideas Martín? – preguntó la mamá. – He escuchado a varias personas que a los hombres deben servirnos siempre. La Mamá dejó los dulces sobre la mesa y se sentó en el piso junto a sus hijos. – Les voy a contar una pequeña historia – dijo mamá – presten mucha atención. “Ocurrió una vez en el lejano país de las letras, que las A, comenzaron a mirar con desprecio a las demás. Ellas se sentían superiores pues eran las primeras en el abecedario. Un día apareció por la zona una O, que se encontraba extraviada. Al ver a las A reunidas se acercó alegremente buscando compañía. Pero las A con desdén la ignoraron y de ella se apartaron. Cierto día cuando les pidieron hacer palabras, se dieron cuenta que necesitaban de las otras letras. Las A avergonzadas por su comportamiento comprendieron la importancia de todas las letras y sin perder el tiempo reunieron a las demás.” Un breve silencio inundó la cocina. – ¿Han comprendido la enseñanza? – Preguntó mamá – mientras ellos meneaban la cabeza en señal de afirmación. – Todos somos iguales y tenemos los mismos derechos – dijo Martín. – Y aunque tú seas varón y tu hermana mujer, ambos comparten los mismos privilegios. Además yo los quiero por igual – dijo finalmente mamá. Martín y Elanor agradecieron la enseñanza y juntos comieron los deliciosos dulces para nuevamente salir a jugar. Tiempo para la reflexión ¿Por qué es importante promover la justicia e igualdad entre hombres y mujeres? Oración final: Padre de todos, te damos gracias porque todos los hombres, mujeres y niños nacemos libres e iguales en dignidad y derechos. Ayúdanos a vivir en tu presencia como hermanos y hermanas; y a tener un trato justo sin establecer ningún tipo de diferencia Amén


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Martes, 08 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído No es justo (García S. , 2015) Ana siempre decía lo mismo cuando sus padres no le compraban algo que quería. - ¡No es justo, no es justo, no es justo! – gritaba. Era una niña tan caprichosa que sus abuelos nunca sabían qué regalarle por su cumpleaños. Y además, se cansaba muy pronto de sus juguetes nuevos. Un día en el cole su amiga Leire llegó muy triste. - ¿Qué te pasa?, le preguntó Ana. - Que mañana es el cumpleaños de mi hermano y mis papás dicen que no tienen dinero para comprarle un regalo. No es justo… Ana pensó entonces en todas las veces que había llorado diciendo eso mismo. Así que llegó a su casa y después de merendar le preguntó a su madre si podía invitar a Leire y a su hermano a jugar ese fin de semana Ese sábado los tres niños jugaron juntos con los juguetes de Ana. Ana estaba tan contenta jugando con sus amigos que ya no necesitaba que sus padres le compraran tantas cosas. Un fin de semana, los padres de Ana se tuvieron que ir de viaje así que Ana fue a casa de Leire y su hermano a jugar. Ana vio que allí tenían pocas cosas y que las pocas que tenían estaban muy gastadas, como la ropa que llevaba Leire al cole. Ana pensó en todas las veces que había pedido juguetes nuevos y en lo mucho que se había enfadado cuando sus padres no se los compraban y se sintió muy mal. Esa misma noche al contarle a su madre lo que habían estado haciendo, Ana empezó a entender lo que era la justicia. - Sabes mami, lo que no es justo es que Leire y su hermano tengan los juguetes viejos y la ropa estropeada. Ojalá todos tuviéramos lo mismo y todos los niños pudieran ser felices.


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Poco a poco, Ana fue entendiendo que se había equivocado diciendo tantas veces eso de "no es justo" porque había cosas mucho más importantes en la vida que tener juguetes nuevos por todas partes. Tiempo para la reflexión ¿En qué circunstancias has actuado de forma similar a Ana? Oración final: María Auxiliadora, Te pedimos que seas nuestra maestra en este camino de justicia que queremos transitar en este mes, Virgen amada permite que podamos trabajar para que la solidaridad sea el eje entorno al cual gire toda la vida de nuestra comunidad educativa Amén Miércoles, 09 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído La madrastra (Sacristan, 2015) La señorita Elisa entró aquel día en clase acompañada de una mujer joven y dos niñas. "Hoy he traído conmigo a Cenicienta y Blancanieves, que han venido acompañadas por Cruela, su madrastra". Aquella presentación, como siempre, anticipaba que aquel día descubrirían algo interesante, y que su profesora lo había preparado con cuidado. Cuando todos se sentaron, y la señora Cruela se disponía a hablar, se apagaron todas las luces de la clase. En medio de la oscuridad, se oyeron dos golpes tramendos, y al momento se escuchó el llanto de Cenicienta y Blancanieves. En ese momento, volvieron las luces, y todos pudieron ver a ambas niñas llorando. "Quién ha sido", preguntó la señorita Elisa. Sin dudarlo, todos señalaron a la madrastra. La madrastra negó con la cabeza, pero en ese momento volvió a irse la luz, dos golpes fuertes se volvieron a escuchar, y los


[14] llantos de Clara y Felipe continuaron la historia. Al volver la luz, ambos estaban llorosos, mirando con enfado a la madrastra, a la que todos apuntaban con el dedo. Cuando la madrastra comenzaba a hablar haciéndose la inocente, una vez más se fue la luz. Pero esta vez tardó sólo un par de segundos en volver, y entonces todos pudieron ver la escena: Cenicienta y Blancanieves corrían hacia Carla y Roberto con el brazo en alto, dispuestas a soltar otro golpe. Al momento, todos los niños de la clase pedían perdón a la señora Cruela, quien resultó ser una mujer muy amable y simpática, que no sabía qué hacer con sus revoltosas hijastras. "Y eso es lo que quería enseñarles hoy, chicos" terminó la señorita Elisa. "Dejarnos llevar por prejuicios basados en cosas como la raza, la belleza, o incluso el nombre, es lo más injusto que podemos hacer. ¿No les parece? Tiempo para la reflexión Dejarnos llevar por prejuicios basados en apariencias es de lo más injusto y equivocado Oración final: Señor Jesús, Tú dijiste que cuantos trabajan por la paz serían llamados hijos e hijas de Dios; concédenos entregarnos sin descanso a instaurar en el mundo la Oración por la Justicia y la paz. Señor, ayúdanos a entregarnos sin descanso a instaurar en el mundo la única justicia que puede garantizar a los hombres y mujeres la verdadera paz, sin importar su aspecto físico, ni su condición social Amén

Jueves, 10 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído La sabiduría de don Timoteo Había una vez una casita de adobe perdida en las montañas. Allí vive don Timoteo, un anciano a quien todos consideran el hombre más sabio del lugar. Una mañana llegaron hasta su vivienda dos muchachos. Lo encontraron afuera de su casa.


[15] Conversaba con un matrimonio que había ido a pedirle consejo, así que los recién llegados tuvieron que esperar su turno. Una vez que la pareja se retiró, don Timoteo hizo un ademán para que los muchachos se aproximaran. Cuando estuvieron cerca, les dio la bienvenida y luego preguntó a qué se debía su visita. Artemio tomó la palabra para explicar que su padre les había heredado una fortuna, la cual no era muy grande pero tampoco pequeña. El ganadero había dividido sus bienes en dos partes para que, al morir, cada uno de sus hijos recibiera lo mismo que el otro. “Qué bien”, les dijo don Timoteo. “Pero no veo cuál es el problema.” Entonces hablo Eduardo: “Lo que sucede es que papá dispuso que ambos recibiéramos la misma cantidad, pero mi hermano se quedó con la mayor parte de la herencia. ¡Eso no es justo!” Estas palabras alteraron a Artemio, quien lo interrumpió: “¡Es mentira! Fuiste tú quien se quedó con más”. Ambos comenzaron a gritarse. Don Timoteo los observó sin decir nada. El anciano reflexionó durante unos segundos. Se dio cuenta de que los hermanos estaban dominados por la codicia, y eso les impedía pensar con claridad. “Vamos a ver si entendí —dijo—. Tú, Artemio, afirmas que tu hermano se quedó con la mayor parte de la herencia. ¿Estás seguro de que fue así?” Artemio asintió con la cabeza. “Y tú, Eduardo, dices que eso no es cierto, que es tu hermano quien recibió más que tú. ¿También estás seguro?” Eduardo dijo que sí. Entonces el anciano se puso de pie para dar su veredicto. Dijo que si los dos estaban convencidos de que el otro se había quedado con una parte mayor, él les ordenaba intercambiar sus respectivas herencias: “Artemio, entrégale tu parte a Eduardo. Eduardo, haz lo mismo con la tuya. Así los dos estarán satisfechos, pues ambos aseguran que el otro tiene más”. Luego de decir esto, don Timoteo les ordenó que se fueran. Durante el camino de regreso, los hermanos se dieron cuenta de la sabiduría del anciano y reconocieron que ambos se habían dejado cegar por la ambición. Tiempo para la reflexión • ¿Te parece justa la manera en la que el anciano resolvió el conflicto de los hermanos? • ¿Crees que está bien que dos hermanos se peleen por una herencia? Oración final: María Auxiliadora, Que con tu amor maternal intercedes por nosotros ante tu hijo, te rogamos que todos los hombres a quienes diste un idéntico origen, constituyan una sola familia en la paz y vivan siempre unidos por el amor fraterno. Enséñanos Madre a resolver nuestras diferencias con armonía y justicia, tal y cómo lo haría tu Hijo amado. Amén


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Viernes, 11 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído Pelea de gallos Doña Enedina y Don Roque, dueños de la tienda de abarrotes, tenían un lugar de apuestas ilegales. El juego principal eran peleas de gallos. Cierto día organizaron lo que según ellos era la “pelea del siglo”. En ella se enfrentarían, por primera vez, dos gallos temibles por su violencia: el Colorado y el Picante. Nadie sabía que eran hijos de una misma gallina ¡es más, habían llegado al mundo dentro del mismo huevo! La noche del enfrentamiento había más de cincuenta personas. Había mucho alcohol ylas apuestas sumaba diez mil dólares. Pero cuando soltaron a los gallos todo fue desilusión. El Colorado le dio un tremendo picotazo al Picante, pero cuando éste lo iba a atacar reconoció a su hermano y ya no pudieron pelearse por más que la gente les gritaba. Al ver que el enojo del público aumentaba los dueños empezaron a gritar “¡lárguense!”, pero antes tenía que resolver el asunto del dinero. Los que habían apostado por el Colorado lo declararon vencedor por el picotazo del inicio. Los que habían apostado por el Picante aseguraban un picotazo no bastaba para definir la victoria. Unos y otros comenzaron a empujar a don Roque, árbitro de la pelea. Asustada, doña Enedina salió y llamó a la policía. “¡Auxilio!” gritó. Don policías entraron al lugar, los apostadores les explicaron lo ocurrido, pidiéndoles que hicieran justicia con respecto al dinero. Benjamín vio todo aquel desastre y les dijo: “¿Quieren justicia?” “¡Sí!” gritaron los apostadores. “Pues vamos a empezar” aseveró. “Quedan detenidos los dueños del lugar por celebrar peleas de gallos y servir alcohol sin licencia. También quedan detenidos los apostadores porque la ley del pueblo prohíbe los juegos; y los demás, por complicidad.” “¿Y el dinero? Te lo vas a robar…” dijo el dueño del Colorado. “No —respondió uno de los policías—, se lo daré al juez responsable de decidir qué castigo les corresponde. Lo que sí me quedo son los gallos para protegerlos de ustedes.” Esas madrugadas todos durmieron tras las rejas hasta que el canto del Colorado y el Picante, que andaban sueltos, los despertó.


[17] Tiempo para la reflexión ¿Te parece justa la actuación de los policías? ¿Por qué? Oración final: Señor Jesús, creador del mundo, bajo cuyo gobierno se desarrolla la marcha de la historia; atiende nuestras súplicas y concédenos la paz en los tiempos difíciles. Señor de la Paz, tú eres la misma justicia: por eso el hombre violento no te comprende ni el corazón cruel te acepta; haz que los buenos perseveren en el bien y los que están enfrentados recuperen la paz con el olvido del odio. Amén

Lunes, 14 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído La mulata Soledad En época colonial, existió una bella mulata llamada Soledad, que vivía aislada del trato de los demás, pues los descendientes de la mezcla entre blancos y negros no eran bien vistos. Su presencia provocaba escándalo y siempre daba lugar a rumores maliciosos. Aparte de su hermosura se hizo famosa por curar enfermedades. Contaban que era capaz de predecir las tormentas, los terremotos y los eclipses. Podía hacerlo por su profundo conocimiento de la naturaleza, pero las habladurías del pueblo comenzaron a decir que practicaba la brujería. Sus problemas aumentaron cuando el alcalde se enamoró de ella. Le escribía poemas, le enviaba regalos y arreglos florales, pero la misteriosa Soledad simplemente no le hacía caso alguno. Despechado por esos desaires, la acusó de brujería. Una multitud de curiosos y la policía fueron a detenerla. Muy tranquila ella abrió la puerta, se entregó a las autoridades y la condujeron a cárcel.


[18] Una vez recluida allí la sometieron a un juicio, con testigos pagados, pruebas falsas y mentiras de todo tipo. La sentencia fue muy cruel: la condenaron a morir quemada en un acto público. Faltaban varios días para que se efectuara la ejecución y Soledad permanecía silenciosa en la oscuridad de su celda. De vez en cuando platicaba con Alfredo, su guardián, un joven bueno, quien no estaba de acuerdo con el daño que le iban a hacer. En una ocasión, Soledad le pidió tres piezas de tiza de la mejor calidad. El celador se los llevó la noche anterior a la ejecución y Soledad empezó a dibujar sobre las paredes un barco con sus detalles representados a la perfección. Alfredo no cabía en sí del asombro y le comentó: “¡Soledad, parece de verdad!” -“¿Y qué es lo único que le falta?” preguntó Soledad. “Pues navegar…” le dijo Alfredo. En un momento mágico que Alfredo recordó el resto de su vida, Soledad se subió a la embarcación pintada en el muro. Ante los asombrados ojos del guardia la mulata lo tomó de la mano y se alejaron del lugar como si la pared fuera el horizonte mismo, hasta convertirse en un punto invisible. Al día siguiente, cuando los oficiales fueron a buscar a Soledad para su ejecución, no la encontraron ni a ella ni a Alfredo. Tiempo para la reflexión ¿Qué debió hacer el juez en el caso de Soledad para que hubiera verdadera justicia? Oración final: María Auxiliadora, Estamos llamados a velar por la justicia, para que no se establezcan diferencias entre los seres humanos, ayúdanos a entender que no existen personas superiores e inferiores. Te pedimos que seas nuestra maestra, enséñanos a actuar con sabiduría y respetar la dignidad de todas las personas. Amén

Martes, 15 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído


[19] La fiesta del rey El rey de un país lejano era admirado por todos los súbditos que reconocían su generosidad y voluntad de ayudar. Cierto día decidió organizar una fiesta de cumpleaños. Estaban todos invitados. Cuando la fiesta terminara cada uno recibiría un regalo. Sin embargo, les pedía un favor. Como sería necesario lavar más platos de los acostumbrados, y el agua que subía a la montaña no era suficiente, tenían que llevar un recipiente lleno de ese líquido para depositar su contenido en el estanque del palacio. Todos se entusiasmaron. Al día siguiente se les veía subir con sus recipientes llenos de agua. Algunos eran de buen tamaño. Otros, sólo para salir del compromiso, llevaban apenas un vasito. Varios ni siquiera se molestaron en cargar algo. “El rey es tan bueno”, pensaron “que no va pedirnos nada”. Cuando llegaron, vaciaron sus recipientes en el estanque y los dejaron a un lado. La comida y bebida fue esplendida y abundante. Después colocaron música y todos bailaron. De pronto el rey se puso de pie para retirarse. Los invitados, que esperaban el regalo, se inquietaron. Si el rey se iba ya no habría regalos. Cuando desapareció por la escalera murmuraron. “Ya ves que tonto eres – decía un hombre a otro – de nada te sirvió cargar ese recipiente gigante. Yo no cargué nada y comí bastante bien.” Cuando la gente comenzó a dispersarse hombres y mujeres caminaron hasta el lugar donde habían dejado sus recipientes y los hallaron repletos de monedas de oro. Entre más grandes eran, más monedas contenían. Agua tengo suficiente – les dijo el rey desde el balcón. Quise ponerlos a prueba y mostrarles que la justicia consiste en darles lo que les toca según su esfuerzo. Tiempo para la reflexión ¿Crees que la actitud del rey fue justa? ¿Por qué? Oración final: Señor Jesús, Acógeme en tu divina presencia, queremos sentir tu amparo en nuestras vidas, pues con tu verdadero amor, con tu verdad y justicia nos sentimos protegidos y


[20] acompañados. Queremos ser imagen tuya con nuestros compañeros, amigos y profesores. Permite que seamos como una luz que irradia justicia a quienes está a nuestro alrededor Amén Miércoles, 16 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído La verdadera justicia Hubo una vez un líder que deseaba sobre todas las cosas ser justo, consultó entre sus seguidores y todos aseguraron que no existía un líder más justo que él. -¿Se expresarán así por temor?- se preguntó el líder. Entonces se dedicó a recorrer el lugar disfrazado de pastor y jamás escuchó la menor murmuración contra él. Entonces decidió indagar más lejos. En el camino se encontró con otro líder que estaba haciendo lo mismo. Entonces entablaron una conversación. El primero dijo que al recorrer su país descubrió que la gente decía que era bueno pues era justo con los que aman la justicia e inflexible con los duros de corazón. El segundo por su parte dijo que la gente creía que era bueno porque era suave con los inflexibles, bondadoso con los malos, con los injustos era justo, y con los buenos aún más bondadoso.

Tiempo para la reflexión ¿Cuál piensas que es el líder más justo? Oración final: María Auxiliadora, Te pedimos que nos ayudes a encontrar en Jesucristo la fortaleza para seguir adelante, especialmente los que ya casi se han decidido darse por vencidos.


[21] Acompáñanos en nuestra oración por los líderes que nos rodean, para que tomen decisiones justas en beneficio de todas las personas. Amén. Jueves, 17 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído Gesto de justicia Un campesino vivía humildemente en su pequeña parcela de tierra sin meterse jamás con nadie. Un día, tuvo un altercado con un hacendado rico. El hacendado tenía muy mal genio, golpeó al campesino, y el campesino decidió demandarlo ante la justicia. Unas semanas después, los dos hombres se encontraron frente al tribunal. El hombre rico fue el primero en entrar en el despacho del juez, le hizo un regalo y le contó su propia versión de los hechos. —Muy bien —dijo el juez. Luego fue el turno del hombre pobre. — ¿Es usted quien ha demandado a este honorable hombre? —preguntó el juez. —Sí, respondió el campesino —Dígame qué es lo que le reprocha. —Este hombre vino a discutir conmigo por un asunto de agua y me dio una bofetada. El juez reflexionó unos instantes. —Pues bien —le dijo al campesino—, la ley no prohíbe golpear a los demás, y usted le ha hecho perder el tiempo a este hombre que tiene mucho dinero y muchas cosas por hacer, en reparación por hacer que pierda el tiempo usted deberá darle un kilo de trigo. Esta sentencia satisfizo plenamente al rico, pero no así al pobre, quien se marchó triste por la injusticia del juez. Tiempo para la reflexión Situaciones injustas como esta se repiten día a día. ¿Ha ocurrido algo parecido contigo? ¿Cómo te sentiste?


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Oración final: Señor Jesús, Te pedimos por todas aquellas personas que están atravesando por situaciones de injusticia, dales la paz que necesitan, así como la capacidad de perdonar a sus agresores, para que no busquen pagar mal con mal, sino que deseen la salvación de quienes les han ofendido, por que solo así puede triunfar . Amén Viernes, 18 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído Finales felices (Sacristan, 2015) Patricio era un niño rico que llevaba una vida muy tranquila y cómoda, aislado de muchas de las desgracias del mundo. Un día, fue al cine a ver una película, pero llegó tarde, justo cuando se estaba vendiendo la última entrada a un niño con un aspecto muy pobre, que llevaba ahorrando semanas para ver la película. Al verse sin su entrada, Patricio se enojó muchísimo, y comenzó a gritar y protestar, exigiéndole al niño que le diera su entrada. -¿Por qué voy a darte mi entrada? - Pues... ¡porque yo soy más importante que tú! ¡mírame!, yo soy rico y tú eres pobre, ¿lo ves? - respondió Patricio Entonces apareció un señor muy distinguido, que se acercó a Patricio y le ofreció una entrada diciendo - Por supuesto, niño. Tú tienes más derecho que él de ver esta película. Entonces Patricio, apartó al otro niño y entró al cine. Echó un vistazo alrededor y se sintió muy cómodo cuando vio que la sala estaba llena de niños ricos como él, y se sentó a disfrutar de la película. Pero en cuanto se sentó, se sintió trasportado a la pantalla, y se convirtió en un personaje más, protagonista de muchas historias. Y en todas aquellas historias, Patricio empezaba con muchísima mala suerte, y en todas aquellas historias, se esforzaba terriblemente por salir adelante, aunque todo eran dificultades y casi nadie le daba ninguna oportunidad. Pero igualmente, todas las historias acabaron


[23] con un final feliz, cuando un misterioso personaje, rico, sabio y afortunado, le ayudaba a salir adelante y cumplir sus sueños. Cuando terminó la película y Patricio volvió a encontrarse en su asiento, estaba asustado. Pensó que en la vida real, él siempre había sido de aquellos que teniendo suerte, nunca ayudaban a crear finales felices. Se sintió tan mal, que estuvo llorando largo rato en su silla... Finalmente, una enorme sonrisa se dibujó en su rostro, y salió del cine casi bailando. Estaba contento porque ya sabía a qué se iba a dedicar: sería esa ayuda que necesitan quienes tienen menos suerte, ¡sería creador de finales felices! Tiempo para la reflexión Nadie es mejor por tener más o menos suerte, y es responsabilidad de todos ayudar a los menos afortunados Oración final: María Auxiliadora, Guíanos hacia el corazón de tu hijo, necesitamos vivir en el bien y la justicia. Ayúdanos a descubrir el verdadero significado de la justicia para abrirnos a los horizontes ilimitados de su misericordia. Amén Lunes, 21 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído Anónimo Había una vez un niño muy bueno llamado Carlitos, este niño vivía con sus padres los señores Alfredo y Violeta, ellos eran una familia modesta que vivía en un pobre barrio, aparte de Carlitos, tenían otra hija de seis años llamada Miriam, ellos sufrían mucho no solo por ser pobres, sino también porque su hijo Carlitos de diez años no podía caminar, había nacido con un mal en sus piernas y en ninguna escuela del barrio lo aceptaban y las escuelas para niños especiales quedaba muy lejos. Entonces su papá decidió hablar con la directora de la escuela a la que iba su hermana menor, esa era su última alternativa. La Directora aceptó recibir a Carlitos. Don Alfredo fue a contarle la buena noticia a Carlitos, quién estaba muy feliz y decidió ir al día siguiente a la escuela, al llegar al salón de clases lo recibió su maestra


[24] y lo llevo hasta el frente y lo presento ante el grupo, pero sus compañeros se portaron muy mal solo porque no podía caminar. Carlitos muy triste, decidió ya no ir nunca a la escuela. Entonces, un día la maestra Cecilia, fue a visitarlo y le preguntó las razones que tenía para no asistir a la escuela. -Es que mis compañeros no me quieren porque no puedo caminar, dicen que soy un estorbo y hasta mi hermana se avergüenza de mí.-le respondía Carlitos, -Pero yo no me avergüenzo de ti, tú no necesitas piernas porque tienes alas para volar, debes volver a la escuela. A la mañana siguiente su mamá lo llevo a la escuela y la maestra Cecilia lo estaba esperando en la puerta. Al entrar al salón los demás alumnos se sorprendieron al ver a Carlitos, -Niños miren Carlitos volvió a la escuela para enseñarnos el gran valor de la Igualdad y la Justicia, no importa como seamos físicamente, todos somos seres humanos. Los niños se avergonzaron de su actitud, le ofrecieron una disculpa y junto con la maestra le brindaron un aplauso. Carlitos se llevó muy bien con sus compañeros, y lo más importante es que siguió estudiando. Tiempo para la reflexión ¿Te parece justa la actitud de los niños con Carlitos? ¿Por qué? Oración final: Señor Jesús, Queremos ser bondadosos con nuestro prójimo. Esta mañana venimos a ti para pedirte que abras nuestros corazones y nuestras mentes, que podamos ser verdaderos portadores de tu amor a quienes más nos necesitan. Amen Martes, 22 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído Doña jirafa y don elefante (Rodríguez E. , 2015) Doña Jirafa vivía en un lugar muy grande, donde crecían árboles muy altos. Pero a Doña Jirafa le parecía que su espacio era pequeño. Ella quería tener una casa más grande. A su lado estaba la casa de Don Elefante, que era mucho más grande. Pero


[25] estaba triste, porque su espacio no tenía árboles tan altos como los que tenía Doña Jirafa. Doña Jirafa y Don Elefante no se llevaban demasiado bien y se pasaban el día protestando porque ninguno estaba a gusto con lo que tenía. Un día, Doña Jirafa le dijo a Don Elefante: - ¡No es justo que tú tengas una casa más grande que yo! Don Elefante respondió: - Pero es que yo soy más grande que tú. Lo que no es justo es que tu casa tengas árboles tan altos. Don Elefante dijo: - ¿qué te parece si nos cambiamos de casa? A Doña Jirafa le pareció bien. Al principio era muy feliz, porque tenía mucho espacio para poder correr. Pero pronto se cansó de agacharse a comer las hojas de los arbustos. Eran muy bajitos, y Doña Jirafa tenía la cabeza muy alta. Don Elefante también parecía feliz al principio con aquellos árboles tan altos, pero pronto se cansó de no tener espacio suficiente para poder moverse como a él le gustaba. Doña Jirafa y Don Elefante volvieron a hablar. Doña Jirafa dijo: - Me gusta tu casa Don Elefante, pero necesito árboles más altos para poder comer. ¿Me podrías devolver mi casa? A lo que Don Elefante respondió: - Creo que es buena idea. A mí tus árboles altos me gustan, pero necesito más espacio para moverme. Y Doña Jirafa añadió: - Es justo que cada uno tenga lo que necesita. Yo soy una jirafa y necesito árboles altos para comer. Tú eres un elefante y necesitas mucho sitio para moverte. - Tal vez podríamos hacernos una visita de vez en cuando. Yo podría disfrutar de tus árboles y tú de todo este espacio - propuso el elefante. - Perfecto. Eso sí que me parece justo. Desde aquel momento Doña Jirafa y Don Elefante dejaron de discutir y se convirtieron en grandes amigos. Tiempo para la reflexión ¿Cuál es el mensaje que te deja la historia? Oración final: María Auxiliadora, Enséñanos a no mirar la justicia como un regalo, sino como un derecho. Queremos aprender a entregar a cada persona lo que necesita, a ser caritativos y justos con nuestros hermanos. Virgen María, Madre de Dios, quédate con nosotros en este camino que no es fácil, pero que es necesario para bien nuestro y de los demás. Amén


[26] Miércoles, 23 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído Julio y el circo ambulante (Pisa, 2015) Julito, un niño de 6 años fue a visitar un circo por primera vez. Pero se sorprendió mucho porque todos los animales eran diferentes. Le preguntó al dueño del circo – Pero- ¿Qué han hecho con esos animales? La pobre jirafa no tiene piernas, el león tiene una trompa y es gigante. – Hay pequeño, llevo una vida en esto y no había encontrado un jovencito que no le gustara el circo con sus animales-¿Has visto cómo vuela KATY?-¿Y quién es KATY?-preguntó Julito -¿No conoces a KATY? Te la presentaré. El miedo crecía en el interior del niño y cada vez se le apoderaba más y más, no le gustaba lo que estaba viendo, animales extraños, diferentes, deformados… De repente apareció una majestuosa águila, que en vez de patas, tenía una majestuosa cola como las sirenas que Julito tanto había oído en los cuentos… Julito se quedó petrificado, mientras el águila se acercaba hasta él y el anciano dijo -Parece ser que nuestro pequeño amigo no quiere conocer nuestro circo, le da miedo, dice que somos extraños. KATY abrió sus alas y saludó cortésmente. – ¡Hola pequeño! Desde que has venido he visto como los animales se avergonzaban y no mostraban sus virtudes, nuestro circo no es un circo cualquiera como habrás podido ver, pero eso no quiere decir que seamos extraños, quizá diferentes… pero al igual que tú también tenemos nuestros defectos y nuestras virtudes. Como podrás ver yo soy un águila que no puedo cazar con mis garras afiladas, pero no las necesito, obtengo alimento en el río con mis aletas de pez… -Entonces, si ustedes son animales como los demás ¿por qué no se juntan con los otros? Entonces el anciano dijo: -pequeño mío… ¡Todos somos iguales y todos diferentes! Pero quizá, hayamos llegado demasiado pronto, porque las personas no aceptan nuestras diferencias. Juanito se sintió avergonzado por haber sido injusto y juzgar a los animales solo por su apariencia.


[27] Tiempo para la reflexión Juzgar solo mirando las apariencias, no nos permite ver la riqueza de la diferencia. Oración final: Señor Jesús, Queremos vivir el valor de la justicia para no dañar a los demás. Enséñanos a mantenernos fieles a tus preceptos. Muéstranos el verdadero sendero de la justicia, para que no nos dejemos llevar por la diferencia y las apariencias. Ayúdanos a hacer el bien en nuestra comunidad educativa. Amén Lunes, 31 marzo del 2016 Saludo de Bienvenida: La persona responsable de los buenos días dará un breve saludo. Una Palabrita al oído El juez Cuentan que una vez un hombre fue a cazar con su hijo y atrapó un venado. Sin darse cuenta se les hizo de noche y como no les daba tiempo a regresar a su hogar, el padre le dijo al chico: -Pasaremos la noche a la luz de la Luna y como estamos hambrientos, asaremos el venado. El padre comenzó a buscar dos palitos con los que hacer fuego, pero no encontró ninguno que le pudiera servir. De repente, a lo lejos, vio que brillaba una intensa luz y le dijo a su hijo: -Allá al fondo veo una luz. Debe de ser fuego, así que hijo, ve por él. El chico se dirigió al lugar que su padre le indicaba pero al acercarse a la luz, vio horrorizado que no era fuego lo que lucía, sino los ojos de un león. -¿Qué es lo que buscas? – dijo enfadado el felino. -Mi padre – ha atrapado un venano y si usted quiere, puede comer con nosotros. -Está bien, te acompañaré – respondió. El león siguió al muchacho hasta su padre y al ver la venado dijo: -¡Tengo mucha hambre y un venado no es suficiente para mí!- rugió – Vamos a hacer lo siguiente: que el niño se coma la gacela, que el padre se coma al niño y yo al final, devoraré al padre. El padre, al darse cuenta de la situación que vivía, suplicó al león por la vida de su hijo y la suya.


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El león por su parte puso como condición que liberaran al venado. Padre e hijo así lo hicieron. Entonces el león perdonó su vida. Fue así como aprendieron del león una lección de justicia y respeto a la vida de todos los seres vivos. Tiempo para la reflexión El respeto a la vida de los otros es una forma de ser justos. Oración final: Señor Jesús, Gracias por el proceso de reflexión que hemos vivido, te pedimos que todo lo analizado en este mes quede guardado en nuestros corazones y se refleje en nuestras acciones. Amén


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Bibliografía Flores, J. (1 de septiembre de 2015). El Popular. Diario imparcial de Puebla. Obtenido de El Popular. Diario imparcial de Puebla: http://elpopular.mx/cultura-yfarandula/cuentura-de-la-legalidad-cuento/ García, S. (13 de julio de 2015). Cuentos cortos.com. Obtenido de http://www.cuentoscortos.com/cuentos-originales/comidimux-3000 Pisa, L. (1 de septiembre de 2015). Cuentos infantiles. Obtenido de http://www.encuentos.com/ Rodríguez, E. (22 de junio de 2015). Cuentos cortos.com. Obtenido de http://www.cuentoscortos.com/cuentos-de-honradez Sacristan, P. P. (16 de 06 de 2015). Cuentos para dormir. Obtenido de http://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/el-malvado-milisforo


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