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Gracias a su perfil exterior en forma de diamante y un espacio interno organizado alrededor de tres pasillos de libros que forman un espacio triangular central, los visitantes pueden acceder al edificio desde su centro mismo.
El proyecto debe su inicio al planeamiento de Su Alteza Sheikha Mozah y la Fundación de Qatar de construir una economía basada en el conocimiento
“Diseñamos el espacio para que el que entre pueda ver todo de un solo vistazo. Tomamos un piso y doblamos sus esquinas para crear terrazas, pero también para permitir el acceso desde el centro de la sala. Uno emerge inmediatamente rodeado de cada libro, todos físicamente presentes, visibles y accesibles, sin ningún esfuerzo particular”, explica el arquitecto momentos después.
La Biblioteca de Qatar fue concebida como un gran espacio individual cuyos bordes se elevan del suelo, creando tres pasillos que albergan una colección de más de un millón de libros, 300 computadoras de uso público, y que encierran un área triangular central desde la cual se puede observar la vastedad del interior. “Es tan grande que se encuentra en una escala casi urbana: podría contener una población completa. El espacio crea expectativa”, refiere Koolhaas. El proyecto debe su inicio al planeamiento de Su Alteza Sheikha Mozah y la Fundación de Qatar de construir una economía basada en el conocimiento. Por tal motivo, la BNQ se ubica a las afueras de Doha, en la reconocida Ciudad de la Educación, sede de institutos de todos los niveles, donde hoy cobra un papel importante como espacio de confluencia y, sobre todo, estandarte de las políticas de Estado.
A la fecha, más de 45 mil nuevos miembros se han registrado. La han visitado más de 134 mil personas y se han revisado más de 252 mil libros. Una biblioteca nunca es solo una biblioteca. Y esta se está convirtiendo en un hito del urbanismo y la educación.
U
n espacio que rinde homenaje
La Biblioteca Nacional de Qatar es el noveno proyecto de este tipo que la Office for Metropolitan Architecture, realiza a lo largo de su historia. En 2004, está firma inauguró la Biblioteca Central de Seattle y, en 2016, hizo lo mismo con la Biblioteca Alexis de Tocqueville en Normandía. Sin embargo, esta edificación supera a ambas en ambiciones.