Fortea - Entrevista con un exorcista (2006) (traducido)

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Padre Jose Antonio Fortea

ENTREVISTA CON UN

EXORCISTA UNA MIRADA DESDE DENTRO AL MUNDO DEL DIABLO, LA POSESIÓN DEMONIACA, Y EL CAMINO A LA LIBERACION

PRÓLOGO POR EL REVERENDÍSIMO SAMUEL J. AQUILA, OBISPO DE FARGO

© 2006

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Oración al arcángel San Miguel -----------------------------------------------San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestra protección contra la maldad y asechanzas del demonio. Que Dios le reprenda, humildemente te lo pedimos. Y que tú, Príncipe de las Huestes celestiales, por el poder divino de Dios, arrojes al infierno a Satanás y todos los espíritus del mal, que deambulan por todo el mundo buscando la ruina de las almas. Amen.

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Prólogo Vivimos en una era escéptica, que considera la idea misma de espíritus malignos personificados una superstición remanente de la Edad Media. Las personas (y tradiciones religiosas) que creen en la existencia del diablo y los demonios son a menudo ridiculizadas por estar fuera de contacto con los tiempos modernos. La mentalidad occidental contemporánea es que el mal es simplemente el resultado de un ambiente social inadecuado, o debido a factores puramente psicológicos, causas que pueden subsanarse con un programa social o medicación. En este punto de vista, el único "exorcismo" necesario sería el que libre a nuestra sociedad de las malas condiciones sociales, la ignorancia o la psicopatología. Muchos cristianos -entre ellos no pocos católicos- han sucumbido a esta mentalidad. Se educan más por la cultura en la que vivimos que por el Evangelio de Jesucristo y el magisterio de la Iglesia. Pero incluso una lectura superficial de los Evangelios nos da muchas referencias 4


explícitas de la realidad de los demonios y la posesión demoníaca. De hecho, podemos ver que la liberación de espíritus ha desempeñado un papel central en el ministerio de Jesús, y Jesús mismo citaba estos actos de curación como prueba de que él era el Mesías (Mateo 12:28; Marcos 3:22-27). Nuestro Señor expulsaba demonios por el "dedo de Dios" (Lc 11, 20), por su propia autoridad divina. Jesús ordenaba a los demonios marcharse y ellos le obedecían (Mt 8, 16; Mc 9:24). El ministerio de Jesús fue esencialmente uno de reconciliación y sanación, la salvación de las almas. A lo largo de los Evangelios, vemos a Jesús sanando a la gente de sus enfermedades físicas y espirituales, y entre esas personas estaban los poseídos por espíritus malignos. El exorcismo de los demonios era claramente un acto de curación. Este mismo ministerio de exorcismo y curación fue transmitido por Jesús a sus apóstoles, otorgándoles autoridad para expulsar demonios en su nombre desde el comienzo de su ministerio (Mt 10:1,10:8; Marcos 6:7; Lucas 9:1,10:17). Además, cuando los apóstoles le pidieron a Jesús que les enseñase a orar, Él les dio la poderosas palabras del Padre Nuestro, incluida la última 5


línea, "líbranos del mal". Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica, estas palabras no se refieren sólo a una cierta noción abstracta del mal o pecado; se refieren al mal personificado en espíritus malévolos, particularmente en Satanás, "el Maligno" (ver CCC 2851-2854). Aunque esta petición se refiere generalmente a las tentaciones ordinarias del diablo, también abarca la noción de posesión demoníaca y opresión. Cuando se necesita, la Iglesia continúa el ejercicio de este ministerio de Jesús, discerniendo cuándo la posesión es verdadera y permitiendo a los sacerdotes que han sido formados en el rito de exorcismo, y con el permiso de su obispo, a realizarlo. En los casos de opresión por malos espíritus o maldiciones, una renuncia del espíritu maligno, o una ruptura de la maldición mediante el sacramento de la penitencia y la oración de liberación, trae consigo la curación. En este libro fascinante y fácil de leer, Entrevista con un exorcista: una mirada desde el interior al diablo, la posesión demoníaca, y el camino a la liberación, el exorcista padre José Antonio Fortea saca a la luz los aspectos cruciales de este importante ministerio. Él contesta 110 preguntas 6


prácticas sobre el diablo, la posesión demoníaca, y el camino a la liberación. En el proceso, se proporciona a obispos, sacerdotes y laicos directrices claras para determinar la influencia de los espíritus malignos y las importantes preguntas espirituales que plantea. Los católicos deben aprender a reconocer la realidad del mal, de los espíritus y del Maligno. De esta manera pueden aprender a discernir en la vida espiritual entre el bien y el mal, entre la verdad de Jesucristo y el “padre de la mentira” Satanás. No obstante, tengo una advertencia importante para usted. Aunque todos los católicos deben tener un conocimiento básico de la realidad del mal, también debemos evitar estar excesivamente preocupados por el tema del diablo. El maligno es capaz de utilizar esa fascinación como medio para atraparnos con la desesperación, el miedo o el desánimo. No debemos temer! "En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto expulsa el temor" (1 Jn 4, 18). En la llamada a la santidad (intimidad con las 3 Personas divinas de la Trinidad) somos animados a mantener nuestro enfoque siempre en el amor que Jesucristo nos tiene. Como el autor de Hebreos nos recuerda, 7


"Dejad a un lado todo lastre, y el pecado que tanto se aferra, y corramos con perseverancia la carrera que está puesta delante de nosotros, mirando a Jesús, el pionero y consumador de la fe" (Heb 12:1-2). El deseo más profundo de Jesús es que todas las personas conozcan el amor del Padre a ellos y vivir en el corazón de la Trinidad. San Ignacio de Loyola nos llama a conocer que Satanás es "el enemigo de la naturaleza humana." Ignacio nos invita a orar y a descubrir lugares en nuestros corazones, donde nos amarramos a la incredulidad o que son débiles en la fe. Es aquí cuando el padre de la mentira nos dirá que no somos los predilectos del Padre de Jesús, de nuestro Ab-bá. De hecho, si atendemos a recibir humildemente el amor del Padre, donde tenemos la sensación de la profundidad de nuestra fragilidad humana y la impotencia, podemos saborear de nuevo la experiencia de San Pablo de Dios el amor y el poder de sanación del haciéndonos fuertes (ver 2 Corintios 12:9-10; Hebreos 11:34). Además, cuando seamos tentados, no debemos desesperar ni desalentarnos, porque Jesús ha experimentado lo mismo (Hebreos 4:15). Jesucristo ha ganado la victoria sobre el pecado, el mal y la muerte a través de su 8


pasión, muerte y resurrección. Por su gracia, podemos reconocer y rechazar a Satanás y a sus promesas vacías. El Señor en su misericordia desenlazará cualquier grillete del mal y del pecado que le llevemos a Él! Pido a Dios que al leer este libro usted llegue a conocer la libertad que Jesucristo desea para usted y le ha concedido a usted. Ojalá todos nosotros "con confianza nos acerquemos al trono de la gracia, para que podamos recibir misericordia y hallar gracia para ayudar en tiempos de necesidad" (Heb 4, 16). -Reverendísimo Samuel J. Aquila, D.D. Obispo de Fargo

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Introducción He decidido escribir este libro en un estilo basado vagamente en el de un antiguo tracto escolástico -es decir, un trabajo compuesto de una serie de preguntas teológicas distintas de similar longitud y peso-, mientras que al mismo tiempo se lea como una moderna entrevista. Siempre me han fascinado esos viejos volúmenes escolásticos, escritos en letras góticas ornamentales, en el que se consideraban temas teológicos de acuerdo a los intereses de un particular monje o religioso y dictado a un secretario. ¿Por qué? Porque me parece la más libre e interesante forma en que tratar temas teológicos importantes para el lector no académico. En resumen, me pareció necesario tratar este difícil asunto de una forma que tenga en cuenta todos los aspectos cruciales y detalles, que es el aspecto más crítico para cualquier discusión sobre demonios y posesión demoníaca, dados los peligros que yacen en una comprensión errónea, pero también haciendo el asunto lo más accesible posible para el lector común. Así, Entrevista con un exorcista, a diferencia 10


de las tesis universitarias que anteriormente escribí sobre el tema del exorcismo, no está plagado de notas y citas eruditas, el tipo de cosas que los universitarios consideran importantes. Las preguntas y respuestas se organizan en una secuencia lógica y según categorías generales, pero no en una estructura muy formal. Traté de escribir un trabajo más libre, más popular, que hiciera un llamamiento a una mayor audiencia, no académica. El lector observará que, además de hacer referencia a las fuentes oficiales de la Iglesia (por ejemplo, la Biblia y el Catecismo de la Iglesia católica) y la sabiduría de los santos, me refiero en muchas respuestas a mis propias experiencias como exorcista. Varios exorcistas han revisado el manuscrito y han confirmado que estas experiencias son su propio espejo. Al final, espero que las preguntas que siguen se hayan contestado de una forma que verdaderamente ilumine sobre este tema vital frecuentemente descuidado, pero sin engendrar una curiosidad malsana en tales asuntos. Siempre debemos recordar que Jesús ya ha vencido a Satanás y al pecado en su pasión, muerte y resurrección (ver CCC 11


1708).

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1 Ángeles y Demonios ------------------------------------------------1. ¿Qué es un demonio? Un demonio es un ser espiritual de naturaleza angélica que ha sido condenado por toda la eternidad debido a su rebelión contra Dios. Como espíritus puros, los demonios no se compone de materia. Como no tienen cuerpo, los demonios no son proclives a "pecados de la carne" (es decir, es imposible para ellos a cometer pecados de la lujuria o gula). Los pecados de los demonios son exclusivamente espirituales. Pero pueden tentar a los seres humanos al pecado en asuntos de la carne. Los demonios no fueron creados malos (de hecho, es imposible para Dios, que es la Bondad misma, crear nada malo.) Recuerde: los demonios son simplemente "ángeles malos." Después de que Dios creó a los ángeles, probó su fidelidad a él antes de admitirlos en la Visión Beatífica (la visión de la Esencia de Dios). Para seres puramente espirituales, este "ver" la esencia de Dios sería una visión puramente intelectual. 13


Algunos ángeles obedecieron la prueba divina; otros no. Los que desobedecieron fueron irreversiblemente transformado en demonios y expulsados del cielo. Puede parecernos sorprendente que algunos ángeles eligiesen odiar a Dios. Pero necesitamos entender que quienes se rebelaron ya no vieron a Dios como un bien como el bien- sino como opresor de su libertad. El odio nació mientras sus voluntades se resistieron a la llamada de Dios, y se aferraron a la decisión de abandonar la casa del Padre. Ahora la guerra surgió en el cielo, Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón; y el dragón y sus ángeles lucharon pero fueron derrotados, y ya no hay lugar para ellos en el cielo. Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él" (Apocalipsis 12, 7-9).

¿Cómo pueden luchar entre sí seres puramente espirituales? ¿Qué armas usan? Los ángeles son espíritus, así que sus batallas deben ser puramente intelectuales. Las únicas armas que se pueden usar son los 14


argumentos intelectuales. Los ángeles dieron razones a los rebeldes de por qué deberían volver a la obediencia a Dios. Los ángeles rebeldes contraatacaron con sus razones en apoyo de su posición, y propagaron su rebelión entre los ángeles fieles. En esta épica batalla angelical, algunos de los que estaban inclinados a rebelarse regresaron a la obediencia, mientras que algunos ángeles fieles fueron seducidos por los argumentos de los rebeldes. En el arte, los demonios son representados como seres deformes y grotescos. Esto es adecuado, dado que los demonios han decidido definitivamente un destino lejos de Dios. El interior de la soledad en que se encuentran siempre y su envidia de los fieles que gozan de la Visión Beatífica continuamente les pone cara a cara con sus pecados. Odian a Dios, a ellos mismos, y todos los que tratan de servir a Dios. Pero no todos sufren el mismo dolor. Algunos ángeles se deformaron más que otros en la batalla. Los más deformados sufren más; los menos deformados, menos. Las inteligencias de los ángeles rebeldes quedaron deformadas y oscurecidas por las mismas razones que usaron para justificar la rebelión 15


de sus voluntades contra Dios. Su situación es similar a la decadencia moral que los seres humanos pueden sufrir por el pecado. Tenemos que recordar que somos criaturas compuestas de cuerpo y alma. Dejando ahora aparte los pecados específicos de la carne, el proceso psicológico mental interno que lleva una persona buena a acabar en la Mafia, o de guardia en un campo de concentración, o como terrorista… es esencialmente la misma que la secuencia de los actos de la inteligencia y de la voluntad que llevó a la caída de los malos ángeles. Aunque somos compuestos cuerpo-alma, nosotros, como seres humanos, sólo tenemos que mirar en nuestra propia vida interior para entender cómo se puede caer en el pecado. Bajo esta luz, el pecado de los ángeles se vuelve más fácil de entender. 2. ¿Son todos los demonios iguales? No. Cada demonio pecó de cierta manera y con una intensidad determinada. Mientras la rebelión angelical contra Dios tuvo sus raíces en el orgullo, de esa raíz otros pecados crecieron. Esto puede verse claramente en un exorcismo, cuando los demonios que poseen la persona muestran pecados de rabia, auto16


adoración, y desesperación, entre otros. Cada demonio tiene su propia psicología y su propio modo de ser. Por ejemplo, algunos son habladores, otros se burlan; algunos están orgullosos, otros son odiosos. Aunque todos están apartados de Dios, algunos demonios son más “malos” que otros. Como san Pablo y la tradición de la Iglesia indican, necesitamos recordar que hay 9 jerarquías de ángeles: (de mayor a menor) serafines, querubines, tronos, dominaciones, virtudes, potestades, principados, arcángeles, y ángeles. Las jerarquías superiores son más poderosas, bellas e inteligentes que las inferiores. Según Santo Tomás de Aquino, cada ángel es completamente diferente de los otros ángeles. En términos sociológicos, no hay “razas” angelicales; más bien, cada uno es su propia especie. Como hemos dicho, sin embargo, es posible agrupar los ángeles en jerarquías. Estas jerarquías son también llamadas coros (pues esos grupos forman como “coros” que cantan las alabanzas a Dios). Sus elogios no son (obviamente) vocales, sino un tipo espiritual de alabanza que proviene de su voluntad de conocer y amar a la Trinidad. Como algunos ángeles de cada una de las 9 jerarquías se convirtieron en demonios, hay 17


una jerarquía demoníaca. En otras palabras, hay demonios que son principados, virtudes, facultades, etc. Aunque son demonios, conservan su particular poder e inteligencia angelical. Los exorcismos han demostrado que demonios superiores puede tener poder sobre los inferiores. ¿En qué consiste ese poder? Esto es algo que para nosotros es imposible saberlo, porque no podemos ver cómo un demonio obliga a otro a hacer algo (ya que no tienen cuerpo para empujarlo o forzarlo). Sin embargo, un demonio más poderoso puede impedir a otro menos potente que abandone durante un exorcismo el cuerpo de un poseído. Aunque el demonio más débil sufra y quiera irse, el más fuerte puede impedirselo. 3. ¿Los demonios experimentan el tiempo? Sí, en cierto sentido. Como espíritus puros, ángeles y demonios existen fuera del tiempo material, terrenal. Pero experimentan un tipo de tiempo "espiritual"-"un antes y un después" para sus actos de entendimiento y voluntad. Cuando hablamos de "antes" y "después", estamos hablando de algún tipo de tiempo. Este tiempo se denomina aeveterno 18


(del latín aevum), una sucesión de actos de entendimiento y voluntad en un ser espiritual. (Tomás de Aquino en el siglo XIII habla de aevum en la Summa teologica I, 10, 5). Por lo tanto, cuando decimos que los espíritus en el cielo y el infierno están en la "eternidad", necesitamos entender esto como una interminable sucesión temporal (es decir, paso del tiempo sin fin) desde un principio diferente (es decir, el momento de su creación). Estrictamente hablando sólo Dios es eterno; sólo Él tiene "no- tiempo". Dios experimenta el pasado, presente y futuro todo como un eterno presente. 4. ¿Cuál es la diferencia entre lo natural, preternatural y sobrenatural? Lo natural trata con las leyes del mundo físico: es decir, el funcionamiento de la naturaleza. Lo preternatural se refiere a cosas o acontecimientos que aparecen “fuera o aparte de” (del latín praeter) las leyes del mundo físico. Lo sobrenatural se refiere a cosas o acontecimientos “más allá” o “por encima” (del latín super) de cualquier naturaleza creada; es propio solamente de Dios mismo. 19


Los demonios pueden involucrarse en actividades preternatural, como hacer levitar un objeto, o transformar algo al instante. Ellos pueden hacer cosas que van más allá del mundo material, pero no pueden actuar más allá de su naturaleza angélica. Sus poderes son limitados, incluso en el mundo físico. Dios puede crear algo de la nada; un demonio no puede. Podemos ver estos reinos que operan en nuestras almas. Por ejemplo, bellos paisajes pueden recordarnos la belleza de Dios, y esto es algo natural. Mientras tanto, un ángel o un demonio pueden enviar inspiraciones directamente en la mente. Dios puede ir más allá de que él puede enviar gracias espirituales (de arrepentimiento, de acción de gracias, etc.) a las profundidades del espíritu, provocando cambios radicales en un segundo. Toda la acción de la gracia sobrenatural; la gracia siempre es enviada directamente por Dios. 5. ¿Qué hacen con su tiempo los demonios? En el mundo de los demonios, al igual que el de personas, algunas de ellas hacer una cosa y otros hacen cosas diferentes. Los 20


demonios, por supuesto, no pueden construir casas, cultivar alimentos, construir máquinas, ni hacer ninguna de las cosas en que los seres humanos gastan mucho tiempo. La mayoría del tiempo los demonios se ocupan en profundizar en el mundo del conocimiento, en tener relaciones entre sí, y en tentar personas. El mundo intelectual es un mundo tan enorme que los demonios se ocupan en él completamente como nosotros. En una universidad, por ejemplo, puede haber cientos de profesores con cada uno especializado en alguna rama del conocimiento. Cientos de profesores y decanos de las horas de trabajo diarias en una universidad y todo este trabajo y actividad produce sólo una cosa: el conocimiento. Lo mismo sucede en el mundo de los espíritus angelicales. Las relaciones entre espiritus puros pueden no parecer importantes, pero los demonios tienen relaciones sociales reales y complejas. Estas relaciones no se basan sólo en el conocimiento, sino también en el placer de comunicarse el uno con el otro y ayudarse mutuamente a tentarnos.

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6. El diablo ¿es solamente un símbolo del mal, o realmente existe? Los demonios son seres espirituales personales, como lo es el jefe de los demonios: el diablo. Los cristianos que niegan la existencia de los demonios y dicen que son meramente símbolos del mal, son herejes. Contra esta falsa creencia están las enseñanzas de Cristo, las de la Biblia y las de la Iglesia (ver CCC 391-395). 7. ¿Por qué Dios puso a prueba a los demonios? La verdadera pregunta es, ¿por qué Dios no concedió a todos los ángeles la visión beatífica desde el primer instante de su creación? ¿Por qué correr el riesgo de que algunos de ellos se rebelasen contra él y se convirtiesen en demonios? Dios podría haber creado los espíritus angelicales e inmediatamente darles la gracia de la visión beatífica. Esto era perfectamente posible para su omnipotencia, y habría sido perfectamente justo hacerlo. Pero había algunas razones poderosas para probar a los ángeles antes de concederles la visión beatífica. En primer lugar, Dios tuvo que dar a cada ser racional un grado de felicidad. Todo el 22


mundo ve a Dios en el cielo, pero nadie puede disfrutar de él a un grado infinito; esto es imposible para un ser finito. Cada criatura finita disfruta al máximo grado posible sin querer más. Una analogía común usada para entender este concepto metafísico es la de un vaso: Dios llena cada copa (es decir, el alma) al maximo pero cada vaso tiene un tamaño distinto, basado en su “grado de gloria”. Dios, en su sabiduría, decidió que cada ángel determinaría su grado de gloria para toda la eternidad por su respuesta a una prueba divina. Cada ángel determinó su grado de felicidad por el grado de generosidad, amor, constancia y otras virtudes que mostró en la prueba. Un espíritu puede crecer en su fe y en su generosidad hacia Dios antes de ver a Dios. Pero una vez admitido en la visión beatífica, ningún crecimiento es posible, ya no puede haber crecimiento en la fe, pues ya tiene visión. Por encima de todo, el período de prueba ofrecida a los ángeles la oportunidad de crecer en las virtudes teologales, y algunos ángeles crecerían más en la virtud de la perseverancia, otros en humildad, otros en petición, etc. Ofrecer a un ser la posibilidad de la fe supone también el riesgo de que en este 23


mismo ser el mal pueda florecer en lugar de la fe. Dios, dando libre albedrío a los ángeles y los seres humanos, sabía que la libertad, una vez concedida, podría usarse para el bien o para el mal. Por supuesto, Dios podría haber creado el cosmos en cualquier forma que le gustase, sin restricciones ni limitaciones. Pero un santo no se crea; uno se convierte en santo, a través de la acción de la gracia. El don de la libertad permite que exista un Hitler y una Beata Teresa de Calcuta. Una vez el don de la libertad ha sido dado, las consecuencias (buenas o malas) fluyen de cada acto de la voluntad. En el cosmos material no hay ningún bien espiritual; lo bueno del cosmos es puramente físico. (espiritual o moral) bueno es cualitativamente superior pero requiere necesariamente una opción libre. Por lo tanto, la aparición del mal moral de ninguna manera alterado el plan de Dios. La posibilidad de que el mal ya era parte del plan divino antes de la creación del pensamiento de los seres. Por último, la más importante y poderosa razón para la concesión de Dios a los ángeles del don de la libertad fue el amor. Dios ama a su creación, y desea ser amado. Pero el amor requiere receptividad -debe ser recibido 24


libremente (CCC 1828). El mismo Dios que puede crear el cosmos con sólo un acto de Su voluntad, no puede crear ese amor que nace y es probado en el sufrimiento de la fe. El amor de Dios no es creado; debe ser dado libremente por un ser creado. 8. ¿En qué piensa un demonio? Cada demonio conserva la inteligencia de su naturaleza angélica. Los demonios saben y se preguntan con sus mentes acerca de los mundos material y espiritual, los mundos real y conceptual. Como seres espirituales, los demonios son eminentemente intelectuales; no hay duda de que están profundamente interesados en cuestiones conceptuales. Ellos saben muy bien que la filosofía es la más elevada de las ciencias y que la teología se basa en la filosofía. A pesar de este conocimiento, cada demonio odia a Dios. Aunque los demonios encuentran placer en saber, también sufren como resultado de sus conocimientos, especialmente si ese conocimiento les lleva a pensar en Dios. Los demonios perciben constantemente el orden y la belleza del Creador en todas las cosas creadas. Incluso en cosas aparentemente neutras ven el reflejo de los atributos divinos. 25


Los demonios no están constantemente ocupados en tentar a los seres humanos. Pasan gran parte de su tiempo pensando. Ellos sufren durante esos momentos cuando recuerdan a Dios y son conscientes de su miserable estado, es decir, su separación de Dios. Como hemos señalado anteriormente, la cantidad de este sufrimiento varía en intensidad, según el grado de deformación moral de cada demonio. 9. ¿Qué idioma hablan los demonios? Los demonios, como espíritus puros, no necesita un lenguaje para comunicarse con los demás; ellos simplemente se comunican a voluntad a través del poder del pensamiento. Los seres humanos nos comunicamos a través de las palabras, que son representaciones simbólicas de nuestros pensamientos. Los seres espirituales transmiten el pensamientos en estado puro, sin necesidad de palabras o signos. 10. ¿Dónde están los demonios? Los demonios (como las almas de los difuntos) no ocupan espacio. No obstante, esto no significa que estén en otra dimensión física. ¿Qué significa para un espíritu estar o 26


no en una dimensión? No están en ninguna parte. Existen, pero no están "aquí" o "allí" en un sentido físico. Un demonio se dice que está en un lugar cuando actúa en ese lugar. Si un demonio tienta a alguien "aquí", se dice que es "aquí." Si un demonio posee el cuerpo de una persona, nos dicen que está presente en la persona. Si un demonio provoca una silla para mover, nos dicen que está en ese lugar concreto. En todos estos casos, sin embargo, el demonio actúa simplemente allí. El cielo, el infierno y el purgatorio existen ahora sólo como estados del ser. En la resurrección, en el Juicio Final, las almas de los muertos se reunirán con sus cuerpos y existirán en un lugar concreto (ver CCC 650,1005). En ese momento, los santos ocuparán un "cielo" físico (es decir, un lugar físico de felicidad eterna), y los condenados ocuparán un "infierno físico." Apocalipsis 21:1 dice, "Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva". Tras el juicio general, los santos (sus almas reunidas con sus cuerpos resucitados) morará en "Un nuevo cielo y una nueva tierra" para la eternidad. ¿Donde habitarán los seres humanos condenados? No lo sabemos con 27


certeza. Algunos han especulado con que el "infierno físico” de los condenados existirá en el centro de este mismo mundo. 11. ¿Los demonios saben el futuro? No. Los demonios no tienen conocimiento de los acontecimientos futuros. Además, lo que afecta a la libertad humana es indeterminado; no pueden saber de antemano nuestras libres elecciones. Sin embargo, dado que su inteligencia es muy superior a la nuestra, a menudo pueden predecir el futuro simplemente por la observación y la deducción. Con su inteligencia superior, pueden ver los efectos de ciertas causas mientras nosotros no notamos nada. Así, hay momentos en que se puede predecir lo que va a suceder, aunque el más inteligente de los seres humanos ni siquiera sospecharía ese resultado, no importa cuantos factores se analicen en el presente. En otras ocasiones, debido a la complejidad y variabilidad de las acciones humanas, hasta el más poderoso intelecto angélico puede equivocarse en sus predicciones. 12. Un demonio ¿puede realizar una buena obra? 28


Los demonios no se dedican a hacer el mal el 100% del tiempo. A veces, piensan. Esto no está mal en absoluto; es simplemente un acto de su naturaleza. Sin embargo, los demonios no pueden realizar un acto moral sobrenatural (por ejemplo, un acto de caridad sobrenatural, o el arrepentimiento sincero de glorificación de Dios) porque ese acto requiere la gracia sobrenatural. Un demonio glorificará a Dios sólo si es obligado. Puede lamentar haberse alejado de Dios, pero sin un verdadero arrepentimiento sincero o peticiones de perdón. Como tal, un demonio puede hacer muchos otros actos naturales con su inteligencia y su voluntad. Pero un demonio nunca tendrá la menor cantidad de compasión o amor hacia nadie. Esto es imposible como resultado de su rebelión contra Dios, que es amor. El corazón de un demonio odia; goza en el sufrimiento de los demás. Los demonios sentirán una aguda falta de la presencia vivificante del amor de Dios por toda la eternidad, por su propia y libre elección. 13. ¿Los demonios experimentan placer? Sí, pero sólo en un sentido espiritual. Como un puro espíritu, un demonio puede obtener 29


placer sólo con su inteligencia y su voluntad. Los placeres intelectuales podría parecernos menos intensos o reales que los de los sentidos, pero este no es el caso. Los placeres del intelecto pueden ser tan sublimes y variados como los de los 5 sentidos. Pensar en el goce que la lectura de un buen libro, un juego de ajedrez, o escuchar una sinfonía trae consigo; tales placeres son básicamente "espirituales", o sea, intelectuales (aunque los sentidos pueden estar involucrados). A pesar del alejamiento de los demonios de Dios, sus poderes espirituales (intelecto y voluntad) permanecen intactos. Por lo que su capacidad de experimentar placer permanece intacta. Lo que no pueden hacer es amar a alguien con un amor sobrenatural. La capacidad de amar ha sido aniquilada en la psicología de un demonio. Un demonio sabe, pero no ama. El placer logrado en hacer algo malvado es el mismo que un ser humano siente cuando logra venganza contra un enemigo. Es un placer lleno de odio. 14. ¿Quiénes son los más malvados de todos los demonios? Uno lógicamente puede asumir que la mayoría de los demonios perversos serían los 30


de coros angelicales mas altos, pero este no es el caso. No hay ninguna relación entre la naturaleza y el pecado. Un demonio del coro más bajo puede ser mucho más perverso que uno superior. El mal que puede cometer un ser libre no depende de su inteligencia o su fuerza. Un ángel de menor jerarquía podría ejercer sus virtudes más que uno de la jerarquía más exaltada. De la misma manera que una humilde e inculta mujer que dedica su vida entera a hacer la voluntad de Dios puede ser más santa que un arzobispo o un papa. De aquí surge una interesante pregunta: ¿es la jerarquía de los ángeles que la Biblia nos da (ángeles, arcángeles, principados, etc.) una jerarquía de la gracia, o de la naturaleza? En otras palabras: son los serafines los más santos de los ángeles o sencillamente los más poderosos? ¿simplemente resplandecen con mas halo de inteligencia angelical? Parecería que la jerarquía angélica es uno de naturaleza en vez de santidad, pues la descripción visual de los 4 seres vivientes alrededor del Cordero (que serían los ángeles de la más alta jerarquía) dan una sensación de mayor poder y conocimiento, así como los nombres de las 31


9 jerarquías. Los principados y poderes son nombres que parecen indicar fuerza más que santidad. 15. ¿Dios odia a los demonios? No. Dios, siendo perfecto, es el amor mismo. La creación del universo es un acto del amor de Dios, y como parte de su creación, los demonios siguen siendo “esencialmente” buenos y amados por Dios. Es cierto, sin embargo, que Dios “odia” el pecado (aunque no al pecador) porque perjudica a la perfección de su creación. El pecado conduce en última instancia a la condena de quienes permanecen impenitentes, pero esto no significa que Dios odia a los pecadores. Esto es lo terrible: el condenado no puede pedir la misericordia de Dios, porque ellos han hecho una elección definitiva. El Amor infinito reconoce esta elección hecha en libertad. En la Divina Comedia, Dante coloca esta inscripción sobre la entrada al infierno: A través de mí es el camino hacia la lamentable ciudad; a través de mí es el camino hacia el eterna lamento; a través de mí es el camino entre la gente perdida.

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La justicia movió a mi noble hacedor: el poder divino, la Sabiduría Suprema y el amor primigenio me hicieron. Antes de mí no fue ninguna cosa creada, excepto las eternas, y eterno seré. ¡Abandona toda esperanza, tú que entras!

Esta inscripción, aunque una obra de literatura, capta la verdad que es el amor, no el odio, que permite la existencia del infierno. Por lo tanto, no se puede alegar con amor para destruir el infierno. Dios ama a los demonios, pero condena sin embargo. ¿Por qué? Porque han elegido el infierno por su rebelión contra él-Dios es simplemente la ratificación de su elección. Por otro lado, si Dios no odia a los demonios, un exorcista no les odio, tampoco. Durante un exorcismo, un demonio puede decir cosas para tratar de incitar al odio en el exorcista u otros que están presentes. Recuerdo un exorcismo en el que una madre perdió el control, convirtiéndose en furioso y enfurecido con el demonio que poseía a su hija. El demonio, con toda la calma del mundo, evilly sonrió y dijo, "Usted no puede deshacerse de mí con odio." Al final, sólo el poder del amor vence el mal. 33


2 La realidad del mal

-------------------------------------------------16. ¿Qué es el mal? El mal es la carencia (o privación) de un bien que debería estar presente en una cosa. Por ejemplo: la ceguera es un mal físico, porque es la ausencia de la capacidad de ver, que es propia de un ser humano. En términos morales, el pecado es la ausencia de un mérito particular en una persona. Como tal, el mal no es algo que existe en sí mismo; es simplemente la ausencia del bien (ver CCC 309, 314). Esta definición clásica, formulado por Tomás de Aquino en el s. XIII, fue el resultado de siglos de pensamiento y el refinamiento de fórmulas complejas en esta explicación sencilla y objetiva. 17. ¿Existe realmente el Mal? Sí, existe. La primera cosa que necesitamos saber es que el mal (como el bien) es una realidad objetiva. Aunque muchos en la cultura de hoy insisten en que la moralidad es 34


simplemente una opinión personal y subjetiva ("lo que es lo más adecuado para ti, puede ser malo para mí, y viceversa”), éste es un error muy grave. ¿Quién puede argumentar que cosas como la enfermedad, el asesinato, el aborto, la tortura, el odio, la pobreza, la guerra… no son males verdaderos, objetivos? Incluso los más fervientes defensores de la subjetividad del bien y del mal, encuentran su posición incierta cuando se enfrenta a un mal monstruoso como el Holocausto. Cuando vemos fragmentos de películas de los campos de concentración nazis, podemos entender que el mal existe más allá de cualesquiera normas o valores culturales o condicionamientos, independiente de nuestra opinión sobre ello. Podemos ver que las razones por las cuales alguien puede cometer estos crímenes no importan, ni importan qué porcentaje de la población apoya esas acciones. Ciertas acciones son SIEMPRE, OBJETIVAMENTE malas, independientemente de nuestra opinión sobre ellas. 18. ¿El Mal va a existir para siempre? Sí, en cierto sentido. Las claras enseñanzas de la Sagrada Escritura y la Iglesia afirman que los demonios y los seres humanos

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condenados van a existir por toda la eternidad en el infierno. En este sentido, el mal seguirá existiendo indefinidamente. El mal existirá para siempre dentro de esos ángeles y seres humanos caídos. Al final de los tiempos, el orden divino será establecido de manera perfecta: la verdad de Dios triunfará. Pero los seres que han elegido deliberadamente rechazar a Dios y servir el mal serán separados de Él y “arderán eternamente en las llamas del infierno”. 19. ¿Cuáles son los tipos de mal? Si bien la variedad de los males es infinita, los teólogos suelen distinguir entre físicos y morales. Recuerde la anterior definición de mal: “carencia (o privación) de un bien que debe existir en una cosa”. He aquí un buen ejemplo de un mal físico: la pintura de la Mona Lisa es buena, pero la marca de un cuchillo dejada por un vándalo sería un mal porque provoca una falta de algo que debería estar presente, es decir, la integridad de la pintura. El agua es buena, pero la falta de agua y la sequía produce deshidratación, inanición, incendios forestales, etc. Todo lo que existe es “en su esencia” bueno (aunque pueda tener defectos) porque fue creado 36


por Dios, que es todo bueno. Cuando una persona decide actuar conscientemente contra la ley de Dios, comete un mal moral, un pecado. Mientras los males físicos causan mucho sufrimiento, el mal moral es más atroz porque deriva de la libre elección de los hombres (véase CCC 310314 para un tratamiento detallado de la naturaleza y el tipo de mal). 20. ¿Existe el "mal infinito "? No, el mal es limitado. El mal existe siempre en un ser finito; no existe en sí mismo. Mientras que un ser infinito (es decir, Dios) puede existir, un mal infinito, no porque el mal es simplemente una falta (o privación) de un bien que debería estar presente en un ser. Pero podríamos preguntarnos: no podría un ser infinito “deformarse” infinitamente? Aquí está el problema: para degradarse a sí mismo, este ser infinito tendría que desear algo desordenado. Teniendo en sí mismo toda la plenitud del ser, no puede desear nada fuera de sí mismo. Por tanto, la posibilidad de una carencia o falta (es decir, un mal) infinita en un ser infinito es lógica y metafísicamente imposible. Así, la tentación es imposible para Dios. 37


Él no puede pecar, ya que nada puede atraer a Dios a la maldad. Dios no puede desear nada fuera de sí mismo (pues Dios contiene en sí todo el Universo). 21. ¿Cuál es el mayor mal? Según el Catecismo de la Iglesia católica, “el mayor de los males es el pecado" (CCC 1488). Dado que Dios es amor, y el pecado conduce a la negación de Su amor, el pecado conduce inevitablemente a odiar (a Dios, a la humanidad, a los que nos rodean y incluso a nosotros mismos). Quienes se dejan llevar por la senda del odio pueden llegar al punto en que odian a esas 4 cosas con TODA su fuerza. Ese odio tan intenso, (que desgasta y consume al que lo tiene) es la etapa final de la degradación moral total.

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3 Actividad demoníaca

-------------------------------------------------22. ¿Debemos tener miedo del diablo? El diablo se esfuerza en hacer todo el mal que puede, especialmente tentándonos a alejarnos de Dios (a través del pecado). Si él pudiese hacer más mal, lo haría. Si una persona reza el rosario todos los días y pide a Dios que le proteja de todas las insidias del maligno, no tiene nada que temer. El poder de Dios es infinito; el del diablo NO lo es. Dios, a través de Su don de la Gracia santificante, nos ha dado una poderosa arma contra Satanás. San Pablo nos dice: "Vestíos con toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo" (Efesios 6:11). Las palabras de San Juan son igualmente alentadoras: "Sabemos que cualquier otro nacido de Dios no peca, sino que el niño que ha nacido de Dios le guarda, y el maligno no le toca" (1 Jn 5, 18). Y Jesús nos asegura: "Os he dado autoridad para pisar sobre serpientes y escorpiones, y 39


sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará" (Lc 10, 19). Las palabras de Jesús son categóricas: nada puede hacernos daño si estamos en él. Para un cristiano, el temor del diablo es totalmente injustificado, pues la fe en Dios expulsa todo temor. De niña, Santa Teresa de Lisieux tenía un sueño maravilloso, que ella relata en su autobiografía: Una noche soñé que salía a pasear sola por el jardín. Al llegar a las escaleras que había que subir para llegar al jardín, yo quedé petrificada de miedo: Delante de mí, cerca de la enramada, había un barril de cal, y en el barril 2 horribles y pequeños demonios estaban bailando (con agilidad sorprendente, teniendo en cuenta que tenían grilletes atados a sus pies). De repente, sus ojos inflamados miraron hacia mí y entonces instantáneamente, mostrándose mucho más asustados que yo, saltaron del barril y fueron a esconderse en la habitación de la ropa que había delante. Viendo que no eran muy valientes, quise ver qué iban a hacer, y así me acerqué a la ventana. Los pequeños diablillos estaban allí, corriendo sobre las tablas sin saber cómo ocultarse de mi vista. A veces se acercaban a la ventana, mirando con recelo a ver si yo todavía seguía allí; y cuando me veían comenzaban otra vez a correr desesperadamente alrededor del 40


lugar. Ciertamente este sueño no tiene nada de extraordinario. Pero creo que Dios permitió que este sueño sea recordado siempre, para mostrarme que un alma en estado de gracia no tiene nada que temer de los demonios, que son unos cobardes capaces de huir de la mirada de un niño. (Historia de un alma, capítulo 1)

Asimismo, Santa Teresa de Ávila, en su autobiografía, escribe: Viendo, entonces, que este Señor (Dios) es tan poderoso como veo y sé que es, y que los demonios son sus esclavos (de lo que no cabe duda, porque es de fe) y yo soy una sierva de este Señor y Rey, ¿qué mal pueden hacerme a mí? ¿Por qué no tengo la fuerza suficiente para luchar contra todo el infierno? Tomé la cruz en mi mano, y cambié de un momento a otra persona en un tiempo corto y parecía como si Dios me había dado realmente el coraje suficiente para no tener miedo de encontrarse con todos ellos. Me pareció que con la cruz les derrotaría fácilmente a todos ellos. Así que grité: “venid todos; yo soy la sierva de nuestro Señor. Me gustaría ver qué podéis hacer contra mí”. Y por cierto que parecían tener miedo de mí porque me dejaron en paz: les temía tan poco, que los terrores que hasta entonces me oprimían, me dejaran totalmente; y aunque los he visto ocasionalmente, voy a hablar de esto una y otra 41


vez: nunca volví a tener miedo de ellos; por el contrario, parecían tener miedo de mí. Me encontré dotada con una autoridad sobre ellos, dada por el Señor de todo, de modo que no me preocupé de ellos más que de las moscas. Parecen ser muy cobardes; porque su fuerza les falla, cuando ven a alguien que los desprecia. Estos enemigos no tienen el coraje para afrontar a cualquiera que vean dispuesto a afrontarlos, o cuando Dios les permite hacerlo, para el mayor bien de sus siervos, a los cuales pueden tentar y atormentar. Dígnese Su Majestad que le temamos a Él, que es a quien debemos temer, y entender que un pecado venial nos puede hacer más daño que todos los diablos juntos; puesto que es así. Los espíritus del mal nos aterrorizan sólo porque lo queremos. ... Es una gran lástima. Pero si, por el amor de Dios, odiamos todo esto y abrazamos la cruz y Su servicio en serio, [el diablo] huye, ante esas realidades, como de la peste. Él es el amigo de mentiras, y la mentira en sí mismo. Él no tendrá ningún pacto con aquellos que caminan en la verdad. ... No entiendo a aquellos terrores que nos hacen gritar: ¡demonio, demonio! Cuando deberíamos decir: ¡Dios, Dios! y hacer temblar a Satanás. ¿Es que no sabemos que nada puede agitarse sin permiso de Dios? ¿Qué quiero decir? Que tengo realmente mucho 42


más miedo de aquellas personas que tienen tan gran temor del diablo, que del mismo diablo. Él no puede hacerme daño. (Autobiografía , capítulo 25, no. 19-22)

El Cardenal Ratzinger (mas tarde Papa Benedicto XVI) escribió lo siguiente sobre este tema: El misterio de la iniquidad está muy insertado en la perspectiva cristiana fundamental (es decir, en la perspectiva de la resurrección de Jesucristo y su victoria sobre las fuerzas del mal). Desde este punto de vista, la libertad de los cristianos y la segura confianza que rechaza el miedo (1 Juan 4:18) toma todas su verdadera dimensión: la verdad excluye el miedo, y, como tal, permite que el poder del maligno sea visto. (Citado en Renovación y el poder de las tinieblas) Como puede ver usted, nuestra fe nos enseña que el diablo existe, pero existe en la construcción teológica de la fe en Dios nuestro Señor. La fe en Dios es incompatible con el miedo; al contrario: la fe destruye todo temor. En 1 Juan 4:18 se nos dice, "en el amor no hay temor, sino que el perfecto amor expulsa el temor". 43


23. ¿Una persona puede hacer un pacto con el diablo? Muchos piensan que los pactos con el demonio sólo existen en la literatura, pero están equivocados. Hay quienes conscientemente, con plena conciencia, intencionalidad, hacer un pacto con el diablo y dedicar sus almas a él para conseguir algo en esta vida. La idea de un pacto formal con el demonio aparece por primera vez en el siglo V en los escritos de San Jerónimo. Este padre de la Iglesia nos habla de una joven que acudió a un mago para obtener los favores de una bella mujer. Como pago por sus servicios, el mago obligó al joven a renunciar por escrito a su fe en Cristo. En el siglo VI, también vemos este tipo de pacto en la leyenda de Teofilo, que se compromete a ser un siervo del Diablo y firma un pacto formal. Esta leyenda estaba muy difundida en Europa en la Edad Media. Por supuesto, uno puede escribir un pacto con el diablo, pero él no va a aparecer. Esto es a menudo desalentador para la persona que hace el pacto, porque él o ella espera que esto suceda. Aún así, si uno invoca al diablo para un propósito en particular, puede 44


llegar a pasar (como en el espiritismo, por ejemplo). Sobre este tema, también necesitamos hacer los siguientes apuntes: 1. Hacer un pacto con el diablo no significa que se va a obtener una vida de riqueza, lujo, o fama. Conozco personalmente a 2 personas que hicieron ese pacto y, para ser sincero, su estilo de vida material es peor que el mío. Tampoco parece que el diablo fue especialmente generoso con ellos en temas carnales. Tenemos que recordar que el diablo es un mentiroso; él no es Dios, él no puede dar todo lo que quisiera (ver CCC 395). 2. Una persona SIEMPRE puede arrepentirse del pacto cuando él quiera, con un simple acto de su voluntad. Al arrepentirse, el pacto que hicieron se convierte en tinta sobre papel, no importa cuales fuesen los términos del contrato. Incluso si en el Pacto la posibilidad del arrepentirse estuviese excluida, esa cláusula es inútil. Dios nos ha dado la libertad de hacer lo que queramos; no podemos renunciar a este don. Esto también es válido en la eternidad: en el cielo ya no querremos pecar, y en el infierno ya no querremos ser perdonados, pero nuestra libertad 45


permanece intacta. Muchos parecen pensar que el diablo puede conceder un éxito en los negocios o en una profesión, que él puede dar uno la riqueza o la fama. Pero, como hemos dicho, el poder del diablo es limitado. El éxito mundano depende de una compleja interacción de causas y efectos. El demonio sólo puede tentar a los seres humanos a ser parte de su plan: por ejemplo, puede tentar a un manager para elegir a un trabajador en vez de otro. Pero esta tentación se puede superar, por lo que ni siquiera algo tan sencillo como esto es cierto por hacer un pacto con el diablo. El gran poder destructivo de un Pacto demoníaco es que la persona puede pensar que ya está condenada, haga lo que haga. Es difícil para él para ver que sigue siendo tan libre como antes para arrepentirse y revocar el pacto que ha hecho, volviendo a Dios de todo corazón. 24. ¿Un demonio puede causar una enfermedad mental en una persona? Los demonios pueden tentarnos, y a veces lo hacen de manera continua con gran intensidad. Como tal, un demonio podría provocar una obsesión, fobia, depresión u

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otro tipo de enfermedad mental en una persona. Esto puede perturbar gravemente la vida ordinaria de una persona hasta el punto de hacerla desequilibrada. Por lo tanto, un demonio puede causar una enfermedad mental -pero sólo si Dios lo permite. (Por supuesto, todo lo que se produce debe ser querido o al menos permitido por Dios).

Dado el mecanismo interno que se utiliza para provocar la tentación -es decir, la infusión de un pensamiento o imagen en nuestro intelecto, memoria o imaginación este modus operandi puede ser usado de una manera tan perniciosa que puede desequilibrar a una persona. Esto cae dentro del poder de los demonios. Lo único que puede evitar esta actividad es la voluntad de Dios. Entonces, ¿Dios siempre impide a los demonios causar una enfermedad mental a una persona? Indudablemente NO. Pero ésta es la excepción, no es la regla. En la mayoría de los casos, las enfermedades mentales tienen causas puramente naturales. 25. Un demonio ¿puede causar una enfermedad física? Primero, necesitamos entender claramente que las enfermedades físicas casi siempre

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tienen causas naturales. La creencia de que la enfermedad tiene su causa en el mundo demoníaco está arraigada en una cosmovisión pre-científica y supersticiosa, en la que el mito sustituye a la razón. Dicho esto, si los demonios existen, entonces existe la posibilidad de que a veces pueden actuar para causar la enfermedad, pero esta es una aparición EXTRA-ORDINARIA (es decir, fuera de las leyes normales de la naturaleza). Normalmente sólo cae del cielo lluvia, nieve o granizo; pero también caen meteoritos en raras ocasiones. Pues esto es lo mismo: a veces suceden acontecimientos extraños. Santa Teresa de Lisieux incluye un capítulo muy interesante en su autobiografía: La enfermedad que me invadió vino, sin duda, del demonio; furioso por tu entrada en el Carmelo [se refiere a su hermana], estaba decidido a vengarse en mí por todo el daño que nuestra familia le causaría a él en el futuro, pero él casi no me hizo sufrir; yo seguí con mis tareas escolares, y nadie se preocupó por mí. Fue hacia el final de ese año fui atacada por un continuo dolor de cabeza... Esto duró hasta la Pascua de 1883... era mientras yo estaba desnudando que tenia un extraño modo de temblar ... Me gustaría poder describir esta extraña enfermedad. 48


Estoy totalmente convencida ahora, que fue obra del diablo... Yo estaba delirante, casi todo el tiempo y hablando disparates ... a veces me parecía estar en un punto muerto de desmayo, sin hacer el más mínimo movimiento ... me parece que al demonio le había sido dado poder sobre la parte corporal de mí, pero no pudo alcanzar ni mi alma ni mi espíritu, excepto por inspirarme muy grandes temores de ciertas cosas. (Historia de un alma, capítulo 3)

De forma extraordinaria y excepcional, Dios puede permitir que un demonio cause una enfermedad física a un ser humano. De hecho, San Lucas menciona expresamente un caso de este tipo: "y había una mujer que tenía un espíritu de enfermedad durante 18 años; estaba encorvada y no podía enderezarse completamente ella sola (Lc 13, 11). El texto evangélico no dice explícitamente dicen que esta mujer estuviese poseída, pero que un "espíritu de enfermedad" (o sea, un demonio) era la causa de su enfermedad. A esto podemos añadir la enfermedad de Job y las muertes de los cónyuges de Sara, causadas por el demonio Asmodeo en el libro de Tobías, así como los tormentos de santos modernos, como San 49


Juan María Vianney, (el Santo Cura de Ars). 26 ¿Cómo se puede saber si una visión es demoníaca en origen o es un problema psiquiátrico? La mejor manera de discernir si algo es de origen demoníaco o simplemente un problema psiquiátrico es a través del paso del tiempo. Si hay algo que parece extraordinario (por ejemplo una visión o una locución) es una enfermedad mental, empeorará progresivamente y una evidente psicosis se desarrollará. Cuando una persona se reúne con su director espiritual o un teólogo para discutir un fenómeno extraordinario que ha experimentado, inicialmente es muy difícil, si no imposible, discernir lo que realmente está ocurriendo. Después de algunos meses, sin embargo, los casos más oscuros son clarificados, y es posible separar una influencia demoníaca de una enfermedad mental. Por ejemplo, un penitente desconocido se arrodilla en el confesionario y le dice al confesor que la Virgen le ha dicho de forma audible que ella le ama y que él debe ser bueno. El sacerdote no tiene forma de saber si la persona ha recibido una verdadera 50


locución o está sufriendo una alucinación. Ni siquiera el mejor teólogo del mundo podría saberlo. Pero si la persona confiesa este fenómeno a lo largo del tiempo (por ejemplo, un año o incluso menos), el asunto será más claro. Si el penitente está enfermo, su enfermedad se agravará gradualmente y dirá que la Virgen le revela más y más cosas. En de 5 años, su inestabilidad mental será obvia, no sólo al confesor, sino también a su familia y amigos, debido al absurda e ilógico carácter de sus alucinaciones. Conforme las patologías mentales se van agravando, se mueven más y más lejos de las leyes de la lógica. 27. ¿Los demonios pueden causar pesadillas? Sí, aunque no hay forma de saber cuándo una pesadilla tiene una causa natural o demoníaca. Sólo podemos sospechar que tienen causa demoníaca cuando hay otros indicios que apunten a ello. Hay casos donde el psiquiatra no ha podido encontrar una explicación razonable, (sea consciente o inconsciente), para una persona normal sufrir cada noche durante un mes o más terribles pesadillas que causan que se despierta gritando y cubierta en sudor. Estos 51


períodos de intensas pesadillas a veces se conectan a cosas tales como haber tomado parte en un rito oculto, o haber comenzado una vida espiritual más intensa. El mejor consejo que uno puede dar a alguien en esta situación es usar agua bendita y pedir a Dios, antes de que se vaya a dormir, su protección y la liberación de cualquier influencia demoníaca durante la noche. Si tales acciones hacen que las pesadillas se detengan, eso confirmaría que eran de origen demoníaco. 28. Los demonios ¿pueden leer nuestros pensamientos? No. Aunque los demonios pueden tentarnos, no pueden leer nuestros pensamientos. Con su gran inteligencia, pueden adivinar lo que estamos pensando, pero nunca pueden tener la certeza de saberlo. Como seres espirituales, son mucho más inteligentes que nosotros, y así, pueden deducir las cosas con mayor precisión (y necesitando menos signos externos) de lo que podemos nosotros. Pero siempre tenemos que recordar que los demonios están fuera de nuestras almas; sólo Dios puede realmente leer el alma. Dicho esto, si uno dirige su mente y voluntad a un santo, un ángel o un demonio, pueden 52


escucharnos. Así que no importa si nuestra oración es verbal o simplemente mental. En ciertos casos de posesión he observado que el demonio obedece órdenes que han sido dadas mentalmente. 29. Los demonios ¿pueden causar desastres y accidentes? Si los demonios tuviesen libertad para causar desastres naturales, todo el mundo caería en el caos. Así que la respuesta corta es NO: los demonios no pueden causar desastres y accidentes. ¿Por qué? Simplemente, porque Dios les impide hacerlo. Las tormentas, huracanes, terremotos y otros desastres normalmente ocurren como resultado de causas naturales. No obstante, el Apocalipsis nos enseña que Dios, al final de los tiempos, permitirá una libre manifestación del poder de los demonios (véase Ap 13, 1314), hasta el punto de afectar al mundo físico. Pero mientras tanto, no debemos pensar que los desastres o accidentes tienen su causa en la acción demoníaca sin tener fuertes evidencias objetivas. Los casos de poltergeist (presencia de un demonio en un lugar, evidenciado por ruidos y movimiento de objetos) son la prueba de que un demonio 53


puede suspender cosas en el aire o mover objetos. Ya que los demonios odian a los seres humanos y quieren que suframos, parece probable que si no estuviesen limitados por Dios para causar accidentes, lo harían continuamente!! Una vez, estaba orando por una señora que sufrió una influencia demoníaca. Pronto comenzó a llover, granizar, y el granizo se volvió gradualmente más intenso. A continuación, una fuerte tormenta de viento comenzó a azotar la iglesia. El viento era tan fuerte que tuve que dejar de rezar: nadie podía oír las oraciones por el ruido. Teníamos que gritar para ser escuchados. La iglesia entera crujía como un barco de madera en el océano. De repente, el techo de la iglesia cedió y se levantó en una de las esquinas. Rezamos para que todo el techo no saliese despedido. Era una escena inolvidable: el viento agitando furiosamente los paños del altar (que no salieron volando), los ladrillos cayendo en el presbiterio de la parte más alta del techo y los truenos rugiendo sin interrupción. Aquí tenemos un episodio en el cual es razonable pensar que existe una relación entre la oración por esa persona, y lo que 54


sucedió después. Un aspecto curioso de este caso es que la estación meteorológica más cercana no detectó ninguna anomalía de vientos, de modo que la compañía de seguros en un primer momento se negó a pagar para reparar los daños! 30. ¿Cuál es la diferencia entre la magia y la religión? Cuando hablamos aquí de la magia no nos estamos refiriendo al arte popular del "mago" que saca un conejo de un sombrero o hace que las cosas (aparentemente) desaparecen. Tales "magos" son sólo animadores ilusionistas- que usan diversas técnicas para engañar a nuestros ojos. En esta discusión, la palabra magia se refiere a las prácticas ocultistas realizadas por brujos o hechiceros. A lo largo de la historia, en muchas culturas, la magia y la religión llegaron a mezclarse en un grado u otro. Pero podemos ver que hay una diferencia clara y precisa entre estas 2 realidades. * La religión es obediencia (a Dios); la magia busca el poder (por encima de las fuerzas o seres). • La religión exige la fe y culto; la magia busca control (por encima de las 55


fuerzas o seres). • La religión nos obliga a cambiar nuestras vidas; la magia quiere cambiar a los demás a través de la manipulación. Mientras que la religión está definida por la adoración, la magia está definida por el dominio o control sobre las fuerzas sobrenaturales o entidades. No importa si estas fuerzas son buenas o malas; una bruja o hechicero busca aprovechar su poder. En la magia, uno no está tratando con el ser trascendente, ya que por su propia naturaleza, Dios es omnipotente y, por lo tanto, incapaz de ser dominado. Como tal, se trata de poderes que, no importa cuán poderoso que sea, puede ser dominado por la técnica. Por el contrario, en la religión, el creyente trata directamente con Dios, el santo, y existe una relación entre Dios y nosotros, muy similar a un padre con sus hijos en que nos sometemos a su voluntad y obedecer sus mandamientos. Esta relación nos santifica y mantiene nuestras mentes y corazones se centró en el cielo. La magia, por otro lado, en las palabras del Catecismo de la Iglesia católica , es "gravemente contrarias a la virtud de la religión" porque "intenta 56


domar poderes ocultistas, con el fin de colocarlos en el servicio y tener un poder sobrenatural sobre los demás" (CCC 2117). Brujas y hechiceros buscan el poder en lugar de la santidad. Además, la magia no requiere conversión o cambio en quien la practica. 31. Los demonios ¿pueden unir y concentrar sus esfuerzos para influir en la sociedad? El mayor poder de los demonios se encuentra en tentarnos a pecar. Como se comunican entre ellos, los demonios trabajan juntos y concentran sus esfuerzos en influir en la sociedad humana. Esto lo hacen elaborando estrategias de forma colectiva y poniéndolas en acción en un lugar específico. Aunque desean tentar al pecado a todos, saben muy bien que ciertas personas tienen la capacidad de influir en la sociedad como un todo, debido a su riqueza, fama o poder. Los medios de comunicación son una influencia particularmente poderosa en la sociedad actual. Por eso, los demonios orientan su objetivo especialmente a estas élites. En la política, los demonios no son nunca neutrales porque siempre analizan la situación y centran sus energías en los responsables 57


políticos y de los candidatos que (voluntaria o involuntariamente) favorecerán sus objetivos. Sin duda, en la campaña electoral alemana de 1932 los demonios entendieron perfectamente que sus objetivos estarían mejor servidos si tentaban al pueblo alemán a votar por un candidato marginal y bastante desconocido, llamado Adolfo Hitler. ¿Significa esto que el ascenso de Hitler al poder puede atribuirse exclusivamente a fuerzas demoníacas? No. La elección humana estaba implicada; pero indudablemente los demonios estaban implicados, también. Del mismo modo, los Padres de la Iglesia, en sus escritos acerca de la persecución cristiana por el Estado, a menudo señalan que esa persecución está arraigada en la instigación de los demonios a los gobernantes y a toda la población. Debemos recordar siempre que el diablo es el padre de la mentira, y él pretende hacer el mal parece bueno y aparecen mal. En el corazón de muchos males es el rechazo de la dignidad humana; los demonios quieren hacernos olvidar que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Existe la famosa visión del Papa León XIII, en la que vio los espíritus infernales concentrados en Roma. Esta visión fue el 58


origen de la oración a San Miguel que León XIII envió a los obispos del mundo en 1886 y pidió rezarla a toda la Iglesia. La labor de los ángeles y la oración de los cristianos pueden obstaculizar los planes de la oscuridad. Esta es la razón por la que la oración y el sacrificio son tan importantes: son un baluarte contra los poderes del infierno en este mundo y una fuente de abundantes bendiciones. Aunque debemos hacer la batalla en este combate invisible con poderes espirituales, debemos recordar siempre que en el ejercicio de nuestro libre albedrío, nosotros somos los autores de nuestro propio destino. Los demonios sólo pueden influir en nosotros en la medida en que se lo permitamos. Al final, hacemos lo que elegimos y somos en última instancia responsables de nuestras elecciones. Ni siquiera el esfuerzo de millones de demonios pueden obligarnos a hacer algo que realmente no queremos hacer. Cuando somos tentados, la oración es nuestra mejor arma, tan poderosa como el mayor ejército o riqueza. Los demonios saben el poder de la oración, y la temen.

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32. ¿El diablo puede tener un niño humano? No. Esto es absolutamente imposible, porque los demonios son seres espirituales. Un espíritu, por definición, no tiene cuerpo y, por tanto, no pueden procrear con un humano. Así la noción popular que se convierte a menudo en las novelas y películas que el diablo, al final de los tiempos, embarazará a una mujer que dará a luz a su hijo, y que este niño crecerá hasta ser el Anticristo, no sólo es contraria a las claras enseñanzas de la Biblia y de la Iglesia, sino imposible metafísicamente. Aunque un demonio puede aparecer en el corpóreo (es decir, de la misma manera física, sigue siendo un espíritu; sólo parece tener un cuerpo. Este aspecto sigue siendo algo exterior a su ser. 33. ¿El diablo es la "bestia", en el libro del Apocalipsis? No. El libro del Apocalipsis distingue claramente entre las 3 figuras clave que van a surgir en oposición a Cristo y a la Iglesia al final de los tiempos: el Anticristo, la bestia y el dragón (o serpiente). Mientras que el Anticristo es un 60


hombre, la bestia es un poder político que trae la guerra a la tierra. Es el dragón que se identifica con el diablo. No hay ambigüedad o confusión en el Apocalipsis entre estas 3 realidades distintas (véase Ap 12, 13). 34. ¿Por qué la Biblia llamada el diablo "el príncipe de este mundo"? En algunas ocasiones, la Biblia utiliza expresiones en referencia al diablo que parecen excesivas. Sin embargo, todo en la Biblia está perfectamente medido. Oficiales de la Iglesia en la traducción latina de la Biblia, Dios se llama Dominus (Señor) y Rex (rey). Sólo hay un Rey y Señor; estos dos términos se reserva siempre para Dios en la Biblia, es decir, existe un único titular del poder y un titular de los derechos. Dios es el Rey; el diablo es el "príncipe de este mundo." La palabra latina "príncipe"princeps -que significa "él quien ocupa el primer lugar; los más importantes, y la principal de ellas." Por darle este título, la Biblia quiere transmitir sin ninguna duda que el diablo es el demonio más importante en este mundo. Por lo tanto, los escritos de los santos Padres de la Iglesia, después de 61


estas palabras de la Escritura, considere que el diablo ha sido el más poderoso y hermoso de todos los ángeles antes de su rebelión contra Dios. 35. ¿Dios y el diablo realmente hablan entre sí como en el libro de Job? En las Escrituras, Satanás habla con Dios para lanzar en su rostro los pecados que los hombres cometen. Pero esta no es una conversación real y auténtica. Así lo verdadero de las conversaciones tienen lugar entre Dios y el diablo? La respuesta es no. Aunque ambos, Dios y el diablo son seres espirituales (y los seres espirituales, debido a su naturaleza, generalmente les gusta comunicarse entre sí), verdaderas conversaciones entre ellos no tengan lugar. Esto es debido a que el diablo no tiene ningún interés en conversar con Dios, a quien odia con todas sus fuerzas. Por el contrario, Dios no tiene interés en tener una conversación con un ser que continuamente respira odio contra él. Dios tiene su dignidad perfecta, y esta es la razón por la cual él no quiere conversar con uno que sólo insulta y blasfema contra él todo el tiempo. En resumen, Dios no quiere hablar con el diablo, porque, en 62


realidad, no hay nada de qué hablar. 36. ¿Por qué es el demonio es llamado "el acusador"? Porque el acusador de nuestros hermanos ha sido expulsado, el cual los acusaba ante nuestro Dios día y noche. (Ap 12:10) Cada vez que pecamos, Satanás se regocija, y él nunca deja pasar la oportunidad para señalar nuestras faltas a Dios. En este sentido, él nos "acusa" a nosotros ante el Creador. Recuerde: cuando el diablo quiere hablar con Dios, él sólo tiene que dirigirse personalmente a él. Dios escucha todo lo que el diablo le dice a Él; Él sabe cada pensamiento que proviene de un demonio. Este tipo de comunicación entre Dios y Satanás se refleja tanto en el libro de Job cuando ambos hablan como en el libro de Zacarías (ver Zacarías 3:1). La única finalidad de Satanás aquí es recordar a Dios las muchas veces que triunfa sobre nosotros, es decir, las muchas veces que tiene éxito en tentarnos al pecado. Después del Juicio Final, el pecado ya no será posible y, por tanto, el diablo no podrá acusarnos de nada. 63


37. ¿Por qué se dice que Leviatán tenía varias cabezas? En el Salmo 74:14, leemos: "has aplastado las cabezas de Leviatán." Si el Leviatán es un solo ser, ¿por qué usa el plural "cabezas"? Así como el Papa es la cabeza visible de la Iglesia, y cada papa es una persona individual, cada uno a su vez es Cabeza de la Iglesia. Asimismo, a lo largo de la historia, hay personas que son la cara visible y manifiesta de las cabezas de la iniquidad y el poder de Satanás, infames figuras como Antíoco Epífanes, Nerón, Diocleciano, Napoleón, Hitler, Stalin y Pol Pot. Aunque la iglesia tiene una sola cabeza en cualquier momento dado, Leviatán (es decir, el mal) puede tener varios "jefes" simultáneamente. Mientras la Iglesia forma un cuerpo místico (el cuerpo místico de Cristo), el mal no. El bien es orden y unidad; el mal es desorden y dispersión. 38. La mayor creación de Dios ¿es Lucifer, o lo es la Virgen María? Antes de contestar esta pregunta, tenemos que entender que Lucifer (que significa "Estrella de la mañana") fue el nombre angelical de ese ángel antes que se rebelase contra Dios y 64


se convirtiese en un demonio. Digo "angel" porque, mientras la mayoría de los teólogos consideran Lucifer sinónimo de Satanás, algunos piensan que es un demonio distinto de Satanás. También tomamos como hecho que Lucifer fue la más alta naturaleza angelical creada por Dios. Hechas estas aclaraciones, volvemos a la pregunta en cuestión. Estrictamente hablando, la más alta naturaleza que Dios ha creado fue el más grande de los ángeles: Lucifer. La Santísima Virgen María, sin embargo, se convirtió en la criatura más elevada a través de su sacrificio, su trabajo, y la gracia de Dios (ver CCC 490493). Su exaltación no fue un acto de creación, sino de santificación. Dios hizo a Lucifer magnífico en su naturaleza y se corrompió él mismo; Dios hizo a María, humilde en su naturaleza (un ser humano y, como tal, inferior a los ángeles) y ella misma se santificó. Podemos ver que una especie de "paralelo inverso” existe entre estas 2 figuras: * Lucifer es la criatura más perfecta de la naturaleza; de María, la criatura más perfecta por la gracia. * Lucifer se corrompió por desobediencia ; María se santificó por la obediencia. 65


Lucifer quería ser rey, negarse a servir, y al final se convirtió en nada; María quiso ser nada, deseosa de servir, y al final fue coronada como Reina de los cielos. Hay incluso un paralelismo en sus títulos en la "angelical estrella de la mañana" (Lucifer) y la "Estrella de la mañana de la Redención (María) ": * La primera estrella, Lucifer, cayó desde el firmamento angélico; la segunda estrella, María, fue elevada al cielo. * La primera estrella, que es espíritu, descendió a la tierra; la segunda estrella, que era humana, ascendió al cielo. * Lucifer no quiso aceptar al hijo de Dios hecho hombre; la Virgen María lo acogió en su seno. * Lucifer es un ser espiritual que acabó haciéndose peor que una bestia (sin dejar de ser espiritual); María es un ser humano que terminó siendo mejor que un ángel (sin dejar de ser humano). Ahora solo hay una "estrella de la mañana": María. No sólo la primera estrella de la mañana cayó; la segunda estrella de la mañana brilla aún más brillante que la primera. El brillo de María es mucho más hermoso e intenso que el que tuvo nunca *

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Lucifer, porque ella brilla con la luz de la gracia, no de la naturaleza.

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4 La tentación y el pecado

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39. ¿Por qué pecamos? Pecamos porque, debido a los efectos del pecado original, nuestras voluntades se han debilitado, y cedemos a la tentación. Cuando somos tentados, debemos elegir entre 2 opciones: haciendo el bien o el mal, cometer un pecado o vivir en la virtud. En tentación, la voluntad tiene que elegir entre 2 opciones; sabe que una opción es buena y la otra mala, pero se siente atraída a elegir el mal. La tentación no es un defecto de la inteligencia. Si no sabíamos que una determinada acción es pecaminosa, seríamos ignorantes y no culpables, -subjetivamente hablando- de cometer el pecado. Para pecar, debemos saber que estamos eligiendo el mal1. No hay pecado sin mala conciencia. 1 Nota: Ya que el mal a menudo se presenta como algo bueno, necesitamos tener una conciencia bien formada, es decir, formada de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y la recta razón (ver CCC 1783-1785).

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Esto es lo que hace el pecado tan interesante desde el punto de vista intelectual: ¿Por qué elegimos un mal sabiendo que está mal? Este es un verdadero misterio. La respuesta simple (pero que no explican completamente el asunto) es que hemos pecado debido a la debilidad. Si bien esto es cierto, también es cierto que no somos tan débiles que somos incapaces de resistir a la tentación. Dios nos da la gracia para hacer lo que es correcto y a crecer en la virtud, si elegimos vivir en Su gracia y permitir que aumente en nosotros a través de la obediencia a su voluntad, y a través de la oración y los sacramentos. Si no fuéramos capaces de resistir la tentación, no tendríamos la responsabilidad moral, 40. ¿Cuantas de nuestras tentaciones vienen del demonio? Nadie puede decir qué porcentaje de nuestras tentaciones proviene de los demonios y qué porcentaje viene de nuestra propia debilidad. Es cierto que el demonio puede tentarnos a nuestro punto más débil, es decir, con los pecados que él sabe que somos más particularmente vulnerables a 69


cometer. Pero si no fuésemos capaces de resistir la tentación, no tendríamos responsabilidad moral, o sea, no habría pecado, porque no tendríamos ninguna opción. El pecado nos obliga a elegir conscientemente a hacer lo malo. Por lo tanto, aunque somos débiles, siempre podemos resistir. No podemos excusarnos alegando ignorancia del intelecto o debilidad de la voluntad. Hacemos el mal porque queremos. Se podría decir que hacemos mal por el bien que recibimos de él. Pero el intelecto, de algún modo, sabe que cualquier bien que obtenemos de pecar es un "manzana envenenada": da buen sabor de boca, pero será amarga en nuestros estómagos. Por ejemplo, podemos elegir beber alcohol excesivamente en una ocasión especial porque queremos "no sentir el dolor" y querer "ahogar nuestros dolores". Pero esta "bien" tiene un montón de malas dentro de ella. No importa cuán atractivo parezca ser el "bien" de hacer un determinado pecado, nuestra conciencia nos dice: "No lo hagas". Decir que hacemos mal porque parece ser bueno es una explicación de por qué hemos pecado, pero el pecado y el mal siguen siendo un misterio. 70


Quizás las "manzanas envenenadas" que a menudo comemos (a pesar de conocer su veneno) nunca puedan explicarse completamente en esta vida. Parece razonable pensar que la mayor parte de las tentaciones vienen de nosotros mismos. No necesitamos ninguna fuerza externa a tentarnos. La libertad es lo suficiente como para usarlo mal. Es suficiente con tener que tomar una decisión y conscientemente para tomar una decisión equivocada, deliberada, sin excusas, sin poder echar la culpa a nadie. Es cierto que el diablo tentó a la primera mujer, pero podríamos haber pecado también sin la tentación del diablo. El pecado no necesita la tentación externa de un demonio; nuestra propia libertad es suficiente para producirlo. 41. ¿Podemos distinguir las tentaciones que provienen de nosotros mismos de las que vienen del diablo? No hay manera de distinguir las tentaciones de origen demoníaco de aquellas que provienen de dentro de nosotros. Los demonios nos tientan induciendo pensamientos en nuestras mentes. En 71


otras palabras, un demonio introduce en nuestra razón, memoria e imaginación objetos intelectuales adecuados a nuestro entendimiento, que no se distinguen de nuestros propios pensamientos, como la imagen de un árbol, un recuerdo, o una palabra. Pero un ángel también puede producir tales ideas y comunicarlas a nuestras mentes. Esta es la razón por la que no hay manera de distinguir lo que viene de nosotros, de un ángel, de un demonio, o directamente de Dios. Las personas que se dedican a su vida espiritual y llevar a cabo una intensa vida de oración puede reconocer las tentaciones que aparecen con una intensidad y persistencia bastante sorprendente sin ninguna razón discernible. Por ejemplo, si uno está leyendo un libro contrario a la fe, podemos esperar que experimente tentaciones contra la fe. Pero si esa tentación aparece de repente sin motivo, dura semanas, y es particularmente intensa, eso puede ser una señal de que se esa tentación puede provenir de un demonio. Sin embargo, incluso entonces no podemos estar seguros. Como norma general, podemos decir que las tentaciones persistentes y muy intensas pueden ser sospechosas de 72


provenir de un demonio. Los sacerdotes a veces aconsejan a personas espirituales que tienen pensamientos de blasfemar contra Dios o de pisar un crucifijo. Si estas tentaciones son crónicas, es razonable pensar que son el resultado de una enfermedad mental. Pero si su apariencia es repentina, y la persona parece ser de mente sana, entonces no hay razón para sospechar que esas tentaciones proceden de un origen demoníaco. A los psiquiatras, debemos decirles que mientras que comprendemos los mecanismos del subconsciente, también debemos recordarles que los demonios existen. Una tentación obsesiva puede verse claramente como demoníaca si desaparece de repente un día y no vuelve nunca. Las tentaciones del demonio nunca son crónicas y (no importa cuán vehementes sean) no dejan ningún efecto duradero sobre la psique de la persona. 42. ¿Podemos ser tentados más allá de nuestra fuerza para resistir? No. Aunque somos criaturas débiles, Dios cuida de nosotros como hijos suyos. Como la Biblia dice, "Dios es justo, y no permitirá que seas tentado más allá de tu fuerza, sino

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que con la tentación también proporcionará la manera de escapar, de que seas capaz de soportarlo" (1 Cor 10, 13). Dios permite que seamos tentados para probar nuestra obediencia y elegir libremente su voluntad. En la Biblia, justo antes de su Pasión, Jesús dijo a san Pedro: "Simón, Simón, he aquí que Satanás te ha demandado, para que él te pueda tamizar como al trigo" (Lc 22, 31). "Demandado" implica que la tentación debe ser permitida por Dios. No afirmar esta doctrina significaría que estamos en manos del destino ciego, y nadie podría ser tentado con una fuerza y una intensidad más allá de su fuerza para resistir. Por lo tanto, el mensaje es claro y reconfortante: Dios, nuestro Padre, vigila de manera que ninguno de sus hijos sean presionados más allá de lo que son capaces. Podemos ver en ello la sabiduría del viejo proverbio: "Dios reclama, pero sostiene." Él da a cada uno la gracia de ser fuerte en el rostro de la tentación y elegir el bien en lugar del mal. 43. ¿Qué se puede hacer contra la tentación? Debemos resistir inmediatamente con la

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ayuda de la gracia de Dios. Una tentación es inofensiva si la resistimos y no nos entretenemos con ella. Pero desde el momento en que comenzamos a dialogar con una determinada tentación, considerando los pros y los contras de lo que ofrece, nuestra oposición empieza a debilitarse, y es mucho más difícil resistirse a sucumbir. Los confesores a menudo ven algunos penitentes muy devotos, que en ocasiones están abrumados por las tentaciones de cometer pecados graves. Esas personas religiosas no pueden entender por qué esos horribles pensamientos vienen a ellos; se sienten culpables e impotentes para detenerlos. Dada la naturaleza de la tentación demoníaca, el mejor remedio es orar e ignorar la tentación tanto como sea posible y hacer exactamente lo contrario de lo que propone. Caer en la desesperación no ayuda, y resistir bien la tentación lleva a los demonios a la desesperación. Debemos recordar que mientras que un demonio puede introducir pensamientos, imágenes o recuerdos en nuestras mentes, él no puede controlar nuestras voluntades. Podemos ser tentados, pero al final hacemos lo que queremos. Ni todos los poderes del 75


infierno puede forzar a alguien a cometer el más pequeño pecado. 44. ¿Los demonios tienen un plan cuando nos tientan? Un demonio es un ser espiritual, que posee una inteligencia mayor que la nuestra. Por lo tanto, en la tentación, un demonio intenta entablar una “discusión” con la persona tentada. Si la persona se resiste a la tentación y nunca considera la tentación ni por un momento, entonces es una “conversación de uno solo”: el demonio habla, pero no obtiene respuesta; sus palabras son ignoradas. Pero un demonio puede estar a nuestro lado durante un tiempo muy largo, analizando y conociendo nuestras debilidades particulares. Él tratará de tentarnos en nuestro punto débil. Un demonio es extraordinariamente pragmático, y sabe la probabilidad de éxito de cada tipo de tentaciones. Si una persona en particular es virtuosa y es, por tanto, improbable que cometa un pecado mortal, un demonio tentarán a la persona con un pecado venial. Si él sabe que incluso esta tentación puede ser infructuosa, invitará a la persona a una imperfección. Por ejemplo, tentar a un asceta con la gula sería una pérdida de 76


tiempo, pero lograr que ayune excesivamente tendría muchas más probabilidades de tener éxito. Y si el demonio tiene éxito en esta área, entonces tratará de tentar a la persona a ayunar de una manera que aumente su orgullo, o que sea perjudicial para su salud. Otro caso: un demonio sabe que tentar una monja a descuidar la oración probablemente no sea provechoso, pero tentarla a rezar demasiado (y, por tanto, descuidar su trabajo) tiene una mayor probabilidad de éxito. O convencerla de que ella no necesita realmente obedecer a su confesor, ya que él es un hombre y es menos espiritual que ella. Nunca un demonio tienta a ciegas, sino que analiza siempre los ataques y donde considera que existe cierta posibilidad de éxito. Los ejemplos anteriores son de tentaciones dirigidas hacia personas de oración y virtud. El hombre entregado al vicio (es decir, una persona que habitualmente comete pecados mortales), por contra, tiene poca protección. Sin la armadura de la gracia de Dios, su espíritu presenta numerosos flancos desprotegidos y expuestos a la tentación. Sus diversas pasiones son fácilmente incitadas por la acción de los demonios. Esta es la razón por la que pedimos en el Padrenuestro a 77


Dios "líbranos del mal." A pesar de que somos libres para resistir la tentación, necesitamos constantemente pedir la protección y liberación del Padre. Es por eso que el Señor ha dado a cada uno de nosotros un ángel guardián: para contrarrestar las inspiraciones malas del diablo con inspiraciones a la bondad y la virtud. La tentación es incompatible con la oración. Si uno es tentado y reza, la tentación desaparece. La oración crea una barrera contra la tentación, pues en la oración nuestras inteligencias y voluntades están centradas en Dios. Finalmente, el demonio no puede resistir esto y nos deja solos. 45. ¿Por qué Dios permite la tentación? Si Dios no quiere que nosotros pequemos, ¿por qué permite la tentación? Tenemos la respuesta en el versículo que dice, "Llenaos de gozo, hermanos míos, cuando os encontréis en diversas pruebas, porque sabed que la prueba de vuestra fe produce constancia" (Santiago 1:2). Sin tentación, no habría oportunidad para crecer en virtud cada vez hemos logrado resistir el encanto del pecado y permanecer 78


fiel a la voluntad de Dios. Es cierto que Dios podría frenar a los demonios para que no fuesen capaces de interferir en la historia de la humanidad, pero él permite su plan diabólico para que pueda ser una ocasión de virtud para nosotros. En otras palabras, podríamos decir que Dios permite una cierta cantidad de las tinieblas de este mundo (la tentación y el pecado), de modo que una luz más brillante y más pura (la virtud y la salvación) puede ser conseguida. Por lo tanto Dios permite la tentación porque sabe que mucho bueno puede venir de él si nos resistimos. Nos hace mejores. 46. ¿Qué es la muerte eterna? El alma humana, como realidad espiritual, es inmortal (ver CCC 366). Como cualquier espíritu, no está sujeto a descomposición o enfermedad; no puede envejecer o desgastarse. Por mucho que la gente peque, sus almas no mueren en sentido metafísico. Existirán para siempre. Dónde existirán para siempre (en el cielo o el infierno) es ya otro asunto. Cuando utilizamos las expresiones "pecado mortal", "muerte del alma", o "muerte 79


eterna", estamos hablando de la muerte de la vida sobrenatural del alma, es decir, la vida de la gracia santificante de Dios (ver CCC 1861). Como cristianos, somos admitidos a esta vida de gracia en el bautismo y fortalecidos en la gracia mediante los sacramentos (especialmente la Eucaristía y la confesión). El pecado mortal destruye esta vida sobrenatural, pero el alma continúa existiendo en su estado natural. El intelecto y la voluntad, con todas sus facultades naturales, siguen trabajando, pero no queda vida de gracia dentro del alma. Así, muchas personas están "vivas" sólo en un nivel puramente natural, sin la vida sobrenatural de la gracia que Dios les ofrece de buen grado. Sin la gracia de Dios, uno no puede ser admitido a la vida eterna del cielo; esa alma "muere" eternamente en el infierno. 47. ¿Cuál es el proceso que conduce a la muerte eterna? Como enseña Santiago, "Cada uno es tentado cuando es atraído y seducido por su propio deseo. A continuación, el deseo cuando ha concebido da a luz al pecado; y el pecado cuando es adulto trae la muerte" (Santiago 80


1:14-15). Con gran intuición, estos 2 versos describen el proceso que conduce a la muerte de la gracia en el alma. El pecado no es producido por sí mismo, ni tampoco aparece de repente ante nosotros de manera que no tenemos la culpa de él. Es más bien un proceso, como Santiago describe: 1. Las pasiones tientan. 2. El pecado es concebido. 3. El pecado nace. 4. El pecado alcanza su madurez. 5. El pecado da nacimiento a la muerte. Notad la comparación del crecimiento del pecado con la de una madre encinta. El apóstol Santiago usa la frase "dar a luz" porque el pecado tiene una concepción y un periodo de gestación. Aunque un determinado pecado se comete en un momento específico, está pensado de antemano en nuestras pasiones. Ningún acto inmoral aparece sin un proceso, un proceso de desarrollo oculto en el corazón de la persona. Esta es la razón por la que necesitamos cultivar una vida de virtud que nos ayude a mantener nuestras tendencias pecaminosas. Así como el primer pecado que uno comete es resultado de un proceso, así también 81


cada pecado que le sigue. Este proceso conduce a la muerte del alma, que, si persiste hasta la muerte física, conduce a la muerte eterna en el infierno. Saber esto nos debe llevar a valorar la acción sobrenatural de la gracia divina que vivifica el alma. Si nos comprometemos a crecer en la vida de la gracia (mediante el amor a Dios, obedeciendo sus mandamientos, y tratando de ser fuertes a la tentación), no debemos temer a la muerte eterna. 48. ¿ Puede alguien ser condenado por "pequeños" pecados? No. La condenación eterna es tan horrenda, tan terrible, que está reservada solo para pecados graves. Sólo uno que muere en estado de pecado mortal es condenado al infierno. Pero todo pecado, por pequeño que sea, es un paso hacia un pecado mayor; todo pecado, no importa cuán leve, es un paso en la dirección de la condena. Nadie puede decir: sólo voy a cometer este pequeño pecado una vez y nunca voy a hacerlo de nuevo. Cada pecado debilita la voluntad, y cada fallo oscurece nuestra comprensión un poco más. Los grandes pecados no existirían sin los pequeños. En su esencia, cada pecado 82


deliberado es un paso más hacia el precipicio, un paso más a la condenación eterna. Algunas personas tienen la impresión de que evitar los "pequeña pecados" es algo de lo que sólo obispos, sacerdotes y religiosos consagrados deben estar preocupados. Estas mismas personas afirman que los seglares no necesita cuidarse de los pecados veniales, porque, después de todo, ellos viven en el mundo "real". Esto es un grave error. A pesar de que los pecados veniales no pueden hacernos perder nuestra salvación en Cristo, debemos evitar caer en ellos. Los pecados pequeños debilitan nuestra voluntad y pueden llevarnos a cometer otros mayores. Jesús llama a todos los cristianos a ser santos, a "ser perfectos, como es perfecto vuestro Padre celestial" (Mt 5, 48). No puede haber espacio en nuestras vidas de manera deliberada para los pecados veniales. 49. Son sólo aquellos que quieren ser condenados quienes se condenan? Nadie quiere realmente ser condenado. Pero algunos eligen ser condenados porque sus acciones pecaminosas los excluyen de la vida de bienaventuranza. De la misma manera, 83


nadie quiere realmente pasar sus vidas en la tierra llenos de odio y deseando el mal a su prójimo, pero algunos eligen vivir de esa manera, a costa de su propio sufrimiento. Elegir conscientemente el mal a través de una vida de pecado mortal y tercamente perseverantes en pecado hasta la muerte, resultará en una condena. Dios no quiere que nadie sea condenado; él nos ama y envió a Jesús para que "quienquiera que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16). Pero el creer en Jesús nos obliga a ser fieles a su voluntad. Como nuestro Señor dijo a sus discípulos: "Si me amáis, guardaréis mis mandamientos" (Jn 14, 15). 50. ¿Dios está presente incluso en el infierno? Sí. No hay ningún lugar (o ser), en el que Dios no está presente. Dios, Creador de todas las cosas, mantiene todo en la existencia y sabe todo, desde toda la eternidad. Así, los demonios no son liberados de la presencia de Dios en el infierno. No importa cuán lejos un demonio quiere estar alejado de Dios, él siempre estará condenado a ser visto por Dios. 84


Aun cuando Dios está en el infierno, los demonios no perciben directamente su presencia. Por el contrario, se sienten totalmente alejados de él. Dios les permite tener esta sensación de alejamiento para no atormentarlos. Sin embargo, no hay ningún lugar fuera del alcance de la vista o poder (es decir, la “presencia”) de Dios. 51. ¿Por qué es necesario que el infierno sea eterno? El arrepentimiento sólo puede nacer de la gracia. Si Dios no envía la gracia a un espíritu, haciendo comprender el mal perpetrado, entonces no puede haber arrepentimiento sobrenatural. Sin gracia, un demonio puede entender que fue una decisión de necios el rebelarse, una decisión que le ha causado sufrimiento. Pero el verdadero arrepentimiento es cualitativamente diferente de un mero conocimiento. No es simplemente un acto del entendimiento, sino que es un don de Dios a fin de que podamos doblar nuestras rodillas ante él y humildemente pedir su perdón. Sin esta gracia, uno puede sentir dolor de tomar una decisión equivocada, pero el arrepentimiento verdadero está más allá de 85


él. Los demonios pueden admitir que su elección les ha conducido al sufrimiento, pero esto no les impide odiar a Dios. La eternidad del infierno, entonces, no es debido a la arbitraria decisión divina. Más bien, su duración eterna es una consecuencia necesaria de la rebelión contra Dios. Son ellos quienes se han desviado lejos de él, y no quieren regresar. Muchos cristianos creen que Dios es excesivamente severo en la imposición de una condena eterna a los pecadores, pero él es justo al dar a aquellos que le odian lo que quieren: la separación eterna de Él (ver CCC 1033-1037). Algunas personas piensan: Bueno, no importa cuánto peque yo, no quiero ir al infierno y estar separado de Dios. Yo siempre querré pedir perdón. Con este tipo de razonamiento, tranquilamente siguen pecando. A estas personas debemos decir que muchos de los que están condenados al infierno, nunca pensaron que iba a estarlo. Si uno sigue al pecado, esto conducirá a la vez más graves pecados y eventualmente uno acaba siendo confirmado en el pecado, haciendo aún más difícil el arrepentimiento. Podemos ver esto en la vida de quienes abusan de drogas. Al principio eran gente 86


normal que empezó a usar drogas socialmente y con moderación. Cuando veían el patético estado de los adictos a las drogas, se preguntaban cómo esas personas podían ser tan débiles de dejar que las drogas se apoderasen de su vida tan completamente. Pronto, sin embargo, los consumidores sociales comenzaron a tomar más y más, y finalmente su estado pasó a ser tan malo como los de quienes criticaban. Es lo mismo con el pecado: los condenados al infierno creyeron que no pasarían de ciertos límites, que mantendría su pecado "bajo control". Pero, como hemos dicho, el pecado engendra más y mayor pecado, por lo que lo conducen cada vez más pasos por el camino de la destrucción. Pero ¿y qué pasa con el diablo? Si se arrepintiese ahora, ¿ no podría hacer una intensa penitencia durante millones de años para ser purificado de sus pecados? Esta parece una pregunta razonable pues sabemos que no hay pecado que no puede ser perdonado. Pero la condena del diablo (y de los otros demonios también) no es principalmente un problema de pecado per se; es un problema de la voluntad. La condena del diablo es eterna porque su 87


elección es, en palabras del Catecismo de la Iglesia Católica, "irrevocable" y no debida a "un defecto de la infinita misericordia divina" (CCC 393). Por tanto, es imposible que el diablo vaya a hacer penitencia y volver a Dios. Él (y los otros demonios) posee el poder de un intelecto angélico. A diferencia de nosotros, él no sufre el debilitamiento de la voluntad o de un intelecto oscurecido. Él sabía muy bien las consecuencias de su rebelión contra la voluntad divina. Es la propia voluntad del diablo la que impide su arrepentimiento, y es cierto que ningún demonio o alma condenada se ha arrepentido nunca. Sin la gracia, el arrepentimiento es imposible. Y el condenado no podrá recibir esta gracia puesto que ya ha hecho su decisión definitiva: non serviam ("no voy a servir"). Así, se ha cerrado el círculo alrededor del infierno por toda la eternidad. 52. ¿Por qué Dios no aniquila simplemente a los demonios? Dios, en su gran amor, se ha comprometido a no destruir a ningún ser inteligente que ha creado. Los demonios, por su misma 88


existencia, son una manifestación de la justicia de Dios, un anuncio de que la ley de Dios no se viola sin consecuencias. Quien viole esta ley se deforma a sí mismo y, si opta por no arrepentirse de esta transgresión, su deformación se vuelve eterna. Tal es el caso con los demonios. Son una terrible prueba del orden divino. En cierto sentido, incluso los demonios enriquecen el orden perfecto de la creación de Dios. La belleza no puede ser destruida por la fealdad, sino la fealdad (es decir, el mal), nos hace ver la belleza aún más, por contraste. Una catedral no sería más bonita si nos quitaran las horribles gárgolas que la adornan. Como se ha dicho, los demonios nos muestran la justicia de Dios, su santidad y sabiduría en la creación de ese orden. Aunque hubiera sido mejor que el pecado y el mal nunca entrasen en la creación, su presencia puede señalar el camino a lo que es bueno, verdadero, bello y santo. Incluso una majestuosa catedral, con sus altas torres y bellas esculturas, tiene sus sombrías criptas. Para los demonios, pasan los siglos sin esperanza. Sin duda, al estar desesperados y llenos de tristeza, si pudieran cometer suicidio lo harían para poner fin a su sufrimiento. 89


Pero, como son puro espíritu, la vida de un demonio es indestructible. Un espíritu no tiene órganos, no puede ser envenenado, y no se mueren de hambre. Ni siquiera puede morir de tristeza. No importa lo que hagan, seguirán existiendo siempre. (Por supuesto, lo mismo puede decirse de los seres humanos. Nosotros existiremos para siempre, ya sea en el cielo o en el infierno, por nuestra libre elección de obedecer a Dios o rechazarlo). De todos modos, como se ha dicho, a pesar de que los demonios sufren toda la eternidad, no sufren en cada momento. A pesar de que no lo reconozcan, su existencia es un don de Dios. Y aunque caen una y otra vez en actos de odio, de reproche, y remordimiento, el resto del tiempo conocen y experimentan una existencia natural, que es propia de su naturaleza. 53. ¿Por qué la Sagrada Escritura dice que los demonios están en las "regiones del aire"? “Vestíos de la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no estamos luchando contra sangre y carne, sino contra los 90


principados, contra las Potestades, contra los gobernantes de este mundo tenebroso, contra los anfitriones espirituales de maldad en las regiones [del aire] (Efesios 6:11-12). La Sagrada Escritura, cuando habla de demonios, siempre se localiza en uno de 2 lugares: en el infierno (es decir, "lo que está debajo") o en el aire. Para decir que están en el aire es una forma de decir que están por todas partes, que puedan moverse con total libertad. San Pablo repite este nuevo cuando él llama al diablo "el príncipe de la potestad del aire" (Efesios 2:2). Cuando la Biblia dice que los demonios están en el infierno, ¿significa esto que no están en la tierra, tentándonos a nosotros? Este es probablemente el caso. Lo que también parece ser el caso es que no hay ninguna diferencia en el sufrimiento entre aquellos que están en el infierno y aquellos que tientan a la humanidad. 54. Cuando Jesús estaba en la tierra, ¿los demonios saben que él era el Mesías? Los demonios no lo saben todo. No saben ni 91


siquiera todo lo que sucede en este mundo; ellos están entre nosotros, pero ellos van y vienen. Los demonios vigilan a los santos de forma muy especial, y sabían que Jesús era un hombre especialmente santo. Se podía ver que nunca había cometido un pecado ni una imperfección. El diablo, aunque inmerso en el pecado, es un consumado tasador de virtud. Aunque los demonios pudieron observar que Jesús vivía una vida perfecta, su divinidad era un atributo invisible. Cuando Jesús comenzó a realizar milagros, los demonios habrían discutido entre ellos si él era simplemente otro profeta, o el Mesías. Cada vez más habrían empezado a sospechar que Jesús era el Mesías, no sólo por lo que él hizo, sino también por sus enseñanzas. Mientras los Apóstoles, en sus momentos de debilidad, pudieron haber sido desatentos a Jesús, los demonios le oyeron hablar y recordaron cada palabra que él dijo. Estaba claro que Jesús no era un hombre ordinario, porque hizo milagros que fueron más allá de la naturaleza angélica (por ejemplo, resucitar muertos). En primer lugar, sin embargo, los demonios podrían argumentar que no era Jesús quien realizaba estos milagros, sino Dios. No podía 92


distinguir si lo hizo por su propio poder; ellos sólo vieron su efecto. Pero pronto quedó claro de todos los signos bíblicos y teológicos, todos los milagros y bondad de Jesús que este hombre era el Dios encarnado. Este conocimiento puede ser visto en los relatos bíblicos de posesiones cuando los demonios se preguntan, "¿Qué quieres de nosotros, oh hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?" (Mt 8, 29). Estas palabras indican que sabían que Jesús era Dios, el mismo Dios que les condenan a la última sentencia. 55. ¿Qué orden siguen las 3 tentaciones de Jesús en el desierto? ¿Hay alguna significación en este orden? En los evangelios sinópticos vemos cómo el diablo tentó a Jesús en el desierto inmediatamente antes de la fecha de inicio de su ministerio público (ver Mt 4:1-11; Mc 1, 915; Lc 4, 1-13). Estas tentaciones fueron las de pan, poder y reconocimiento mundano. Ahora pues, ¿por qué el diablo tentar a adorar a Jesús cuando él ni siquiera llegó a romper su ayuno? Al final, ¿por qué tentar a Jesús con saltar desde el pináculo del templo? Si 93


Jesús ya había rechazado la gloria del mundo entero, ¿por qué es la última tentación del diablo aparentemente tan insignificante? A primera vista, parece lógico que las tentaciones del diablo a Jesús hubieran comenzado con el mayor pecado, y al no lograr esto, el diablo se hubiera movido a menor pecados. Así que primero habría de tentar a Jesús con la idolatría y seguir con algo que no es ni pecado venial, como romper un ayuno voluntario. Pero la primera impresión es que la sucesión de las tentaciones del diablo no siguen un orden lógico. En realidad, la sucesión del ataque del diablo sigue una lógica más sutil. Se sigue el orden de las tentaciones que un alma sufre cuando decide avanzar en la vida espiritual. Por eso hay un profundo simbolismo en estas 3 tentaciones. En primer lugar el diablo tienta a Jesús con las cosas de la carne, simbolizada por el pan. Esta tentación simboliza lo que el asceta llama la "Noche de los sentidos". Si el alma se resiste a la tentación de este tipo (es decir, todos los apetitos corporales), no hay ninguna razón para que el diablo tentador siga de esta manera pues el alma se ha fortificado contra ella. Después de haber atravesado la noche 94


de los sentidos, el demonio tienta con el mundo. El alma siente la belleza y las atracciones del mundo que lo ha dejado. Este es un símbolo de la "noche del espíritu." Aquí, el alma es tentada por el mundo en que vive, pero ya no se disfruta. Si esta tentación es resistido, un último peligro sigue existiendo: el orgullo. Este es el orgullo de los dones que uno ha recibido de Dios. Estas 3 tentaciones simbolizan las fases de tentaciones recorremos en la vida espiritual. Concretamente, en los que el diablo usó con Jesús fueron especialmente sutiles. • Primero, el diablo tentó a Jesús no con un pecado, sino con imperfecciones. Se le pidió que deje de hacer una bien, es decir, su ayuno y convertir las piedras en pan. • Después, fue tentado con el bien espiritual del mundo. Como si el diablo dijese: "Haz un signo de reconocimiento hacia mí, orgulloso como yo, y, como recompensa, voy a ponerme a tu lado. Lo único que pido es que me reconozcas, y yo te ayudará en tu obra de salvar almas. ¿No eres humilde? No eres capaz de humillarte un poco más por el bien de las almas eternas?" Esta segunda tentación está repleta de gran significado espiritual. Jesús no fue invitado a dejar de ser Dios; 95


sólo a que se humille un poco más. No puede alguien que ha hecho muchos sacrificios por las almas, hacer uno más? Es la tentación de hacer un poco de mal para lograr un bien grande. • La última tentación es el orgullo de ser reconocido públicamente. Era prescindir del hecho de que es Dios, en su tiempo, quien exalta sus siervos. Aquí el diablo estaba diciendo, "aunque Dios decide el tiempo y el momento, ¿por qué no adelantarlo? ¿Por qué permanecer escondido cuando puede hacerse mucho bien saliendo a la luz de forma gloriosa y espectacular?" Podemos ver que esta tercera tentación es la más compleja y sutil de todas. 56. ¿Por qué Satanás aparecen con más frecuencia en el Nuevo Testamento que en el antiguo? El término Satanás aparece 18 veces en el Antiguo Testamento y 35 en el nuevo. El diablo puede encontrarse 36 veces. El término demonio aparece 21 veces en el Nuevo Testamento, mientras que la del Antiguo Testamento en términos equivalentes para el demonio (Lilith, etc.) parecen mucho menos. 96


El Nuevo Testamento es más corto que el antiguo, pero los demonios aparecen con más frecuencia. ¿Por qué? Creo que esto es porque el Señor no quiere infundir temor hacia su pueblo elegido. Además, quería evitar falsas creencias dualista, sobre el bien y el mal se arraigue entre ellos, es decir, la creencia en un dios "bueno" y de un "dios del mal." Es por eso que Dios da a los demonios un perfil más bajo en el Antiguo Testamento como en el nuevo. Dios mismo es la figura central del Antiguo Testamento, y el mundo angélico sólo aparece en un cierto número de ocasiones para no estimular la idolatría. No obstante, en el Nuevo Testamento, la revelación divina se ha completado y la existencia de este mundo espiritual es mostrado en una forma más profunda. Con la venida de Jesús, el reino de Dios estaba al alcance de la mano; fue reclamar al mundo de la esclavitud del pecado y las tentaciones del diablo.

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5. Opresión y posesión demoníacas -----------------------------------------------------------57. ¿Por qué no se aparece Satanás a la humanidad y muestra todo su poder? Si Satanás se mostrase abiertamente bajo apariencia de un ángel de luz, habría muchas personas que le seguirían. Podría hacer signos y portentos, curar enfermedades y predecir el futuro. San Pablo nos dice la razón por la cual Satanás no desplegar sus facultades abiertamente: Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien hoy lo detiene, hasta que se aparte de retenerlo. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

Satanás es orgulloso. Quiere ser adorado, y dado que las personas son débiles, muchos serán engañados. La única cosa que no puede hacer es mostrar su poder, porque Dios se lo impide. Aunque odia a Dios y trata de 98


hacer todo el mal que pueda, Satanás está atado a los designios de la voluntad de Dios. Y la voluntad de Dios es que él no pueda mostrarse abiertamente hasta el fin de los tiempos. Hasta entonces, sus manifestaciones se limitan a los grupos satánicos, a quienes se revela cuando es invocado. Es estos actos extraordinarios y en las acciones ordinarias (tentaciones), y con la concentración de fuerzas demoníacas en determinados lugares y momentos concretos, que podemos ver que el "misterio de la iniquidad" ya está en marcha, aunque aún no se ha revelado. En la vida espiritual, el caos y el desorden siempre llevan el sello del Maligno. 58. ¿Por qué el agua bendita molesta a los demonios? La verdadera pregunta es: ¿Cómo puede algo material influyen en algo espiritual? Parecería que estos 2 reinos son tan distintos, independientes, que algo material no debería tener efecto sobre el demonio, y mucho menos expulsarlo. Sin embargo, en la realidad un objeto material (agua bendita, santo crisma, etc.) puede atormentar o expulsar a los demonios porque la Iglesia ha dado un 99


poder espiritual a este objeto, por su bendición. En otras palabras, la Iglesia, con el poder que ha recibido de Cristo, puede unirse a un efecto a un objeto espiritual. Por supuesto, el objeto en sí no tiene ningún poder; más bien, el poder radica en que es el mismo Cristo que ha sido colocado sobre el objeto concreto. En cualquier caso, en mi experiencia, hay materiales que tienen un efecto concreto, por lo que simbolizan. Aquí hay una anécdota que toca en este hecho: un día de invierno, con clima extremadamente frío se habían congelado las tuberías en mi parroquia, y no teníamos agua. Una niña poseída que debía exorcizar no podían recibir agua de las pilas de agua bendita (porque ya tenía varios días y muchas personas sumergen sus dedos en ella). Cuando me estaba preparando para ir a buscar agua, me acordé de que había una botella de gaseosa que había quedado al margen de un encuentro de catequistas. Se me ocurrió bendecir el contenido de la botella, pensando que el tipo de líquido era de poca importancia ya que su poder está enraizado en la oración que se le aplica. Sin embargo descubrí que su efecto sobre el demonio fue mucho menos de lo normal. Después de 100


unos minutos, ordené al demonio en el nombre de Jesús decirme por qué era así. Él se resistió, pero al final me dijo que, si bien cualquier líquido bendecido podría tener algún efecto sobre los demonios, el agua bendita es más eficaz porque simboliza la pureza y la limpieza. (De hecho, todo el material que la Iglesia bendice o consagra -agua, vino, pan, sal, incienso, aceite, etc.-, tiene un potente y profundo simbolismo). 59. ¿Qué otros objetos perturban a los demonios? Un crucifijo, incluso si no ha sido bendecido, es particularmente poderoso. Atormenta a los demonios porque les recuerda su derrota, por la muerte de Jesús en la cruz, la victoria definitiva de Cristo sobre el mal y la muerte, y su eventual condena en el Juicio Final. Análogamente, las reliquias de santos atormentan a los demonios porque están llenas de la unción espiritual de estos santos, y recuerdan a la mente la vida de heroica santidad que han vivido. Lo mismo es cierto para todas las imágenes religiosas, sean bendecidas o no. 101


60. ¿Cómo podemos protegernos del ataque de un demonio? El mejor escudo y armadura contra los ataques del maligno es la oración, los sacramentos, las buenas obras, y vivir una vida espiritual. Algunas personas creen que son necesarias oraciones específicas y repetidas para la protección contra el demonio, pero esto es pensar en la oración en términos “mágicos”. Como si recitar un texto tuviera poder por sí mismo. Estrictamente hablando, no es una oración especial la que nos protege, sino la acción de Dios mismo. Cuando damos limosna o hacemos obras de misericordia, es la gracia de Dios la que nos llena de luz espiritual; es la gracia santificante que mueve a Dios que derrame sus bendiciones sobre nosotros, haciendo de nosotros una desagradable vivienda para un demonio. Por supuesto, antes de realizar cualquier trabajo o enfrentan un peligro específico relativo al campo demoníaco, la invocación de San Miguel Arcángel es altamente eficaz. Él siempre viene en nuestra ayuda y nos protege si le pedimos a él con fe. Aunque San Miguel ha recibido un cargo especial de Dios con respecto a los demonios, también puede 102


llamar para su protección a su propio ángel guardián, a otro santo, o a Dios directamente. Afortunadamente, hay madres y abuelas que oran a Dios cada día para la protección espiritual de sus hijos y nietos. Como la misión de la Madre de Dios es rezar por toda la Iglesia, de modo que la misión de estas mujeres fieles rezar por sus familias. Aquellos que desean protegerse contra ataques demoníacos de recordar las palabras que proclamamos en cada Misa, antes de recibir la Sagrada Comunión: "Señor, no soy digno de recibirte, pero sólo di una palabra y mi alma quedará sanada." En la Eucaristía, Jesús entra en nuestra morada corporal con su cuerpo, sangre, alma y divinidad. Nuestro cuerpo es como una casa o tienda de campaña en la cual él viene a habitar. Nada destruye la influencia demoníaca con más fuerza que merece recibir el Cuerpo de Cristo. Recuerde: El diablo es sólo una criatura; su poder es limitado. Al final, él no puede impedir que el plan final de Dios y el propósito de ser cumplida (ver CCC 395). Bajo las alas de nuestro ángel custodio, bajo el manto de nuestra Madre Santísima, y con Jesús entrando cada día en nuestros corazones, no debemos temer el ataque del demonio. 103


61. ¿Por qué los demonios usan los sentidos corporales cuando poseen a alguien? No tengo una respuesta a esta pregunta, así que me limitaré a hacer las siguientes observaciones. He observado innumerables veces que un demonio es torturado por las cosas sagradas a través de los sentidos corporales de los poseídos. Un demonio dentro una persona puede sentir cuando uno se acerca a él con un crucifijo, y lo tortura cuando se pone sobre el cuerpo de los posesos. ¿Por qué el agua bendita tortura a un demonio cuando se rocía sobre el cuerpo de la persona, y no cuando esta cerca de él? ¿Por qué el demonio siente horror cuando uno le ordena a mirar una imagen de la Virgen, pero no siente ese horror cuando los ojos del poseído están cerrados? El dolor severo del cuerpo puede causar al poseído despertar de su estado de trance. Además, si la nariz está tapada o alguna parte del cuerpo le pica durante el exorcismo, he observado que la persona va a sonarse su nariz o rascarse a sí mismo. Es como si el demonio, al poseer el cuerpo, sintiese lo que 104


los sentidos sienten en un momento dado. Lo que trastorna al cuerpo también altera al demonio. Por otro lado, muchos espíritus salen del cuerpo con una expiración a través de la boca o la nariz. Los demonios usan el cuerpo de la persona para sentir las cosas, pero también para expresar sus sentimientos. Durante un exorcismo, el demonio involuntariamente muestra signos de dolor, ira o alegría con gritos, llantos o sonrisas malévolas. Por ejemplo, un demonio puede mostrar tristeza causando al poseído que llore. Puede que no desee mostrarse a sí mismo, pero al final del exorcismo el demonio finalmente grita con horror frases tales como "No puedo más" o "estoy fuera". 62. ¿Que es más importante: la confesión o el exorcismo? Como seres humanos, quedamos deslumbrados por lo que es más espectacular a nuestros ojos. La confesión no es muy espectacular; su trabajo es muy silencioso y discreto. No obstante, la confesión es un don divino, mucho mayor que el exorcismo. Un Exorcismo únicamente saca un demonio del 105


cuerpo; la confesión saca el mal desde el alma. La confesión destruye nuestros apegos a la iniquidad y nos da la gracia santificante. La confesión no sólo perdona sino que sana nuestra alma y la llena de luz. La confesión frecuente nos fortalece con la gracia santificante y es una fuerza poderosa para ayudarnos a resistir la tentación (ver CCC 1458). 63. ¿Es correcto insultar a los demonios? Y el Señor dijo a Satanás, " El Señor te reprende, oh Satán! El Señor que ha escogido a Jerusalén te reprenda!. ¿No es esto un tizón sacado del fuego?" (Zacarías 3:2). Pero de igual manera, estos hombres en sus sueños profanan la carne, rechazan la autoridad, y desprecia a los gloriosos. Pero cuando el arcángel Miguel, compitiendo con el diablo en disputa por el cuerpo de Moisés, no pretendió dictar una sentencia injuriosa sobre él, sino que le dijo: El Señor te reprenda" (Judas 1:8-9). Atrevidos y voluntariosos, no tienen miedo de injuriar a los gloriosos, mientras que los ángeles, aunque mayores en fuerza y poder, no pronuncian un juicio injurioso sobre ellos ante el Señor (2 P 2:10-11). 106


Los textos citados de las Escrituras, de San Judas y San Pedro, hacen referencia a ciertos cultos paganos en los primeros días del cristianismo que, entre otras cosas, insultaban a los seres espirituales durante sus ritos. Quizás estos insultos fueron dirigidos hacia daemones (genios) o, más probablemente, eones, figuras espirituales que aparecen en enseñanzas heréticas gnósticas. Es importante notar que ambos Apóstoles censuran esta actividad, señalando que ni siquiera los ángeles insultan a los demonios. Aunque ellos se rebelaron contra Dios, los demonios continúan poseyendo una naturaleza gloriosa, muy superior a la del universo material. Por eso los ángeles no se insultan entre sí; no quieren insultar a seres que, como ellos, están en la cúspide de la creación de Dios. Esos versículos tan interesantes muestran que el que los ángeles pidan a Dios que restrinjan o reprendan a los demonios es suficiente para atormentarlos. Ni los demonios puede resistir el poder divino cuando Dios restringe los poderes de su naturaleza. Es incluso peor cuando él les reprende; el regaño de Dios debe ser algo terrible ya que los ángeles amenazan los demonios con ello. 107


Los ángeles están en la presencia del Altísimo, y su santidad es tan grande que no quieren mancillar su discurso con palabras ofensivas hacia cualquier persona o cosa. Por esta razón, en estos 2 pasajes se limitan a decir que van a pedir a Dios que restrinja o reprenda a los demonios. Los ángeles no insultan; sólo aman y bendicen. La enseñanza de la Escritura es clara: nadie debe insultar a los demonios. En realidad, como cristianos, no debemos insultar a nadie -ni siquiera a los demonios. En los exorcismos, los demonios son referidos como "serpiente", "dragón", la "bestia inmunda", etc., pero estos términos no son insultos; simplemente indican qué son los demonios, aunque les pueda atormentar. La verdad les es proclamada a ellos de modo que no pueden resistir el sufrimiento que oirlo les produce y les lleva a marcharse. Aunque estos términos se dice con autoridad, siempre se dicen sin odio. El odio no viene de Dios. 64. ¿Qué es la posesión demoníaca? La posesión demoníaca es el fenómeno en el que un demonio reside en el cuerpo de un ser humano. En determinados momentos, el 108


demonio puede hablar y moverse a través del cuerpo sin que la persona sea capaz de impedirlo. Sólo el cuerpo es susceptible a la posesión demoníaca. Un demonio no residen en o de alguna manera "posee"- el alma de la persona. En todas las circunstancias, el alma sigue siendo libre e incapaz de ser poseída. 65. ¿Cuáles son las características esenciales de una posesión? Una persona debe presentar las siguientes características para la sospecha de posesión demoníaca: 1. Los objetos religiosos o sagrados les produce un abanico de sensaciones desde la repugnancia al horror, desde una expresión pequeña de molestia hasta la manifestación de ira o la furia. 2. En los casos más extremos, este horror a lo sagrado conduce a estallidos de furia, normalmente acompañados por blasfemia o insultos dirigidos hacia el objeto religioso que ha sido colocado cerca de la persona. 3. En la mayoría de los episodios agudos de furia, el poseído pierde el conocimiento. Cuando la persona recobra la conciencia, no 109


recuerda nada; tiene una amnesia total. (aunque algunos pueden ser conscientes y observar el episodio, sintiendo como si una presencia extranjera está operando en sus cuerpos.) Sin embargo, aunque la persona no recuerda nada, demuestra un cambio de personalidad durante esta "crisis de ira". Una segunda personalidad emerge. 4. Esa segunda personalidad siempre es malvada. A menudo sucede en esos momentos un giro de los ojos, con las pupilas giradas hacia arriba o hacia abajo. A menudo hay espasmos de los músculos faciales y manos, o rigidez en el cuerpo. En estos momentos de furia, la persona articula palabras llenas de odio y rabia. 5. Después de la crisis, la persona pasa lentamente retorna a la normalidad. Esta transición a la normalidad es similar a la transición que se observa en el retorno a un estado de hipnosis a un estado normal de la conciencia. 6. Fuera de los períodos de furia en los que la segunda personalidad aparece, la persona vive una vida completamente normal. Esta patología no influye de forma notable en él en su trabajo o las relaciones sociales. El individuo aparece como perfectamente 110


sano, una persona normal. Él puede perfectamente distinguir entre el mundo real y el "intra-psíquico" y no es consciente de ningún comportamiento delirante. 7. En algunos casos, los poseídos pueden experimentar alucinaciones sensoriales, como esporádicamente ver sombras, sentir sensaciones difusas en alguna parte de su cuerpo, escuchar sonidos de crujidos, o voces. 66. ¿El demonio también poseen el alma de los posesos? No. La posesión es un fenómeno que afecta al cuerpo, no al alma. El alma de una persona poseída puede hallarse en estado de gracia, y pueden seguir pensando y decidir libremente. Si una persona poseída muere y está en estado de gracia, va a ir al cielo. Por eso es perfectamente lícito para los poseídos recibir la Sagrada Comunión. En algunos casos esto será posible, pero en otros puede ser imposible incluso entrar en una iglesia, debido a su estado. La persona poseída no es responsable, moralmente hablando, de lo que dice y hace durante los periodos de furia cuando pierde la 111


consciencia y surge la "segunda personalidad" (el demonio). Pero la persona poseída, al tener libre albedrío, es responsable de lo que haga fuera de esos periodos inconscientes. 67. ¿Cuál es la forma más práctica de saber si alguien está poseído? Entrevista a la persona sospechosa de posesión, para que pueda explicar lo que está sucediendo, es un importante primer paso. Pero un enfermo mental puede leer libros sobre la posesión y tratar de imitar los signos que ha leído. Es por ello que el mejor y más práctico curso de acción para determinar la posesión es rezar sobre él inmediatamente después de que él ha sido entrevistado. La oración es la que nos dará la seguridad de que se trata de una posesión o no. Si la persona está poseída comenzará a torcer sus manos y su rostro se tensará progresivamente hacia arriba. Él cerrará sus ojos, y si el sacerdote levanta sus párpados, verá que los ojos de la persona se revierten. Si la oración continúa, los poseídos pueden comenzar a gritar o hablar con un mal sonido. En otros casos, suelta una risa malvada o comienza a resoplar. 112


Hay casos en los que no se advierte un trance, sino que la persona poseída abre sus ojos y habla. Su voz es mala y angustiada, y habla para pedir a los presentes que dejen de rezar. Aunque el trance no es visible, cuando él vuelva a la normalidad no recordará nada. En algunos casos, durante el estado de trance no se aprecia la aparición de una segunda personalidad. Lo único que se percibe externamente es que la persona gira los ojos y permanece inmóvil. A veces, sus manos o cuerpo puede moverse sólo ligeramente. Estos son los llamados demonios "silenciosos" porque no hablan. Aunque no hablan durante un período prolongado, la persona entra en trance cuando el rito de exorcismo comienza. 68. ¿Cómo un demonio puede ocultar su presencia en el poseído? Este es un tema importante en los casos de posesión, y la respuesta siguiente debería ser leída atentamente por los sacerdotes que van a estar dedicadas al ministerio de exorcismo. Es de vital importancia, debido a que muchos demonios tratan de engañar a los exorcistas, llevándoles a creer que alguien no está 113


poseído. Existen diferentes trucos que un demonio puede usar para pasar inadvertido, en función de si está clausus (en latín "cerrado") o apertus ("abierto"). Si el demonio está clausus, primero intentará ocultarse, no manifiestarse. Algunos pueden resistir presentándose durante 5 minutos o más. Por eso es importante hablar con la persona supuestamente poseida antes de su bendición, para determinar si es un caso verosímil de posesión. Si la posesión parece creíble, el exorcista tiene que insistir en la oración de bendición por más tiempo. El demonio clausus, cuando ya no puede resistir el poder de la oración, hará que la persona poseída entre en un trance en el que entonces cerrará los ojos y los girará hasta ponerlos debajo de los párpados. Pero él no se moverá ni buscará atención. Si el sacerdote detiene la bendición y no levanta los párpados, la persona poseída regresará inmediatamente a la normalidad, sin recordar nada, y el sacerdote es engañado para creer que la persona no está poseída. Si el demonio está apertus, hará exactamente lo opuesto de lo que se ha explicado sobre el clausus. El apertus 114


abrirá los ojos de la persona y dirá que lo que la persona está sufrimiento es meramente psicológico. Se reirá cuando el exorcista rece y le preguntará qué tipo de cosas tontas está recitando. El demonio le cuestionará al exorcista si está tratando de convencerse de que la persona está poseída. Curiosamente, cuando el poseído recobra la consciencia y el exorcista le pregunta por qué dijo tal y tal cosa, él dirá que no recuerda nada. Cuando un sacerdote reza sobre una persona para discernir si está poseida, y comienzan burlas y conducta despreciable, el sacerdote debe preguntarle por qué dice esas cosas. Durante esta oración, la persona poseída es completamente inconsciente de lo que está sucediendo. Es normal que una persona poseída por este tipo de demonios se ría de lo que el sacerdote está haciendo. Después, él puede incluso pedir perdón, diciendo: "Lo siento, pero lo que estás haciendo me parece tan gracioso. Es una necedad". Aunque el poseído ya está en trance, él habla con voz completamente normal con gestos y reacciones que llevan a creer que es la propia persona (en vez de un demonio) hablando. Pero el sacerdote debe ser sospechoso; después de todo, si él ha

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venido para verificar si la persona es poseída, ¿por qué de repente todo le parece tan gracioso que la persona no puede controlar su risa? ¿Por qué la persona, ahora que el sacerdote está rezando por él, dice que sus problemas son sólo psicológicos cuando insistió antes en que sufría un demonio? Y si no recuerda nada de lo que dijo, entonces es claramente una posesión. Esto se irá aclarando conforme avanza el exorcismo. A veces el demonio utiliza esta estrategia incluso durante el exorcismo. Es interesante que el demonio, tras haber entendido las oraciones en latín y haber mostraron una profunda repulsión a todas las cosas sagradas, hace un intento desesperado para convencer a los presentes con voz normal que en realidad lo que la persona sufre es una enfermedad mental y que deberían dejarle ir. Pero si el exorcista insiste, él se muestra una vez más. 69. ¿Qué son los "demonios ocultos" ? Los demonios abditi (en latín "oculto" o "secreto") son aquellos que se esconden en el interior de la persona poseída sin mostrarse de ninguna forma. La persona nota un cambio 116


en su vida y siente cosas extrañas que le hacen sospechar hay una fuerza externa que ha entrado en él. Puede incluso experimentar fenómenos preternaturales. Pero cuando el sacerdote reza, el demonio se resiste y no da señales de estar presente. En estos casos, una persona poseída por un demonio debe rezar mucho por semanas o meses. Aquí, nos referimos a la oración en general, es decir, no hay necesidad de ninguna oración específica contra el demonio. Asistiendo a misa, rezando el rosario, y hablando con Dios sobre una base diaria son suficientes para causar gradualmente la salida de estos demonios ocultos. Al inicio, es como si se encuentran en lo profundo del interior de la persona y se ven obligados poco a poco hacia el exterior por medio de la oración. Esta es la razón por la que alguien que ha sido informado por un exorcista de que no está poseído tiene el derecho a ser examinado nuevamente transcurrido un mes. Es una buena idea que la persona vuelva a ser rezada, aunque sea brevemente, 3 o 4 veces al mes entre cada oración. Ha habido casos de personas poseídas cuyos demonios se han escondido tan absolutamente que ningún exorcista,

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independientemente de su nivel de conocimientos y experiencia, podría haber detectado su presencia. En estos casos, algo preternatural había sucedido ante varios testigos que hizo sospechar que se había producido una posesión. Después de mucha insistencia, el demonio no puede resistir más y se revela en toda su furia y con todos los signos que aparecen a menudo en la posesión. En algunos casos, los demonios abditi han podido resistir más de 2 horas de exorcismo sin dar el menor signo de su presencia. He conocido casos en los que la persona ni siquiera se sentía ni un poco mal durante el exorcismo. Pero el exorcista y la familia estaban seguros de que la persona estaba poseída por las cosas que habían presenciado en ocasiones anteriores. No obstante, cuando un demonio abditus no puede resistir más y revela su presencia, actúa como el resto de los demonios. Dicho esto, un exorcista no debería seguir tratando de exorcizar a una persona durante un período prolongado sin algún signo de posesión. Aunque un exorcista puede afirmar en este sentido que alguien está poseido, sin duda, afirmar que alguien no está poseído no es tan fácil. Sólo pueden 118


afirmar que la persona no muestra ningún signo de posesión. No obstante, como norma general, un sacerdote debe esforzarse por intentar que la persona se sienta tranquila asegurándole que no hay ningún demonio presente. De otra manera se dejaría a la persona en un estado de continua inquietud psicológica. Diciendo claramente que alguien no parece poseído, uno siempre deja abierta la posibilidad de verle en el futuro si lo pide. Recuerdo el caso de un hombre que estaba convencido de que había visto entrar luces a su casa por la ventana. Yo lo examiné, pero no vi ningún signo de posesión. El problema es que toda la familia había visto el fenómeno y confirmó su historia. Así que yo le ofrecí las siguientes conclusiones: 1. Si no hubo testigos para confirmar su relato, la cuestión sería probablemente de naturaleza psicológica. Pero ya que su familia también informó de que había visto el fenómeno, tuve mis dudas de que fuese causa psicológica. 2. No mostraba indicios de posesión. 3. Yo le recomendé: a. Tomar la medicación prescrita por su psiquiatra y seguir todas sus recomendaciones.

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Ir a misa y rezar el rosario. 4. Si era un problema psiquiátrico, estaba haciendo bien en buscar tratamiento médico y debería ver alguna mejoría; si el problema era de naturaleza demoníaca, Dios escucharía sus oraciones. Por supuesto, él podría volver a verme de nuevo después de 1 mes o 2. Estas recomendaciones funcionan para todos los casos en los que el diagnóstico no es claro. Después de algún tiempo, el hombre volvió a verme. Quedó claro que se trataba de un caso de posesión. Desgraciadamente, casos como este ocurren. Y digo "desgraciadamente" porque me gustaría que todo sobre el tema de las posesiones fuese más claro y sencillo, pero este tema tiene el nivel de complejidad que Dios ha querido. Ni más, ni menos. b.

70. ¿Qué oración un sacerdote debe orar para determinar si alguien está poseído? Un sacerdote puede bendecir a la persona con las oraciones del ritual de bendiciones o con la oración hecha en el momento. Se pueden utilizar las siguientes frases simples fácilmente aprendidas por corazón: In nomine 120


Iesu, exorcizo te. In nomine lesu, die nomen tuum. In nomine Iesu, si es hie, manifesta te. (En el nombre de Jesús, yo te exorcizo. En el nombre de Jesús, di tu nombre. En el nombre de Jesús, si estás presente, muéstrate).

El exorcista siempre habla al demonio con la autoridad de Cristo. En vez de pedirle al demonio, el sacerdote le da órdenes o mandatos en el nombre de Jesús. Hablar en latín es útil porque la persona no sabe cuándo el exorcista está hablándole al demonio. Si la persona no muestra signos de un trance o que está surgiendo una segunda personalidad, entonces él no está poseído. En el 95 % de los casos de posesión, el demonio se manifiesta después de unos segundos de oración. Pero hay demonios que puede permanecer ocultos durante largo tiempo y resistir la oración con todas sus fuerzas. En tales casos, el sacerdote debe rezar con un poco más de insistencia. Normalmente, sólo unos pocos minutos de oración adicionales son necesarios para conseguir que el demonio se revele a sí mismo. Ya que hay muchos tipos diferentes de demonios, el sacerdote debe pedir a Dios que le ilumine. También necesita seguir su intuición. Si hay algo que le hace 121


sospechar que un demonio está presente, puede ser más insistente en sus mandamientos (aunque, como hemos dicho, sólo unos pocos minutos son normalmente necesarios). Cuando está bendiciendo a la persona, es muy importante que el sacerdote esté muy concentrado en su oración. Cuanto mayor es la concentración del exorcista, mayor es la fuerza de la oración y más rápido el demonio se manifestará. Es útil para el sacerdote mantener sus ojos cerrados durante la oración, para que no se desconcentre al mirar a la persona. Pero, durante este tiempo, alguien más debe estar mirando al poseído en caso de que intente arrojarse sobre el sacerdote y perturbar el exorcismo. Mientras el sacerdote se concentra en la oración, puede mirar a los ojos de la persona por un momento. En algunos casos, los ojos de la persona se cierran a medida que entra en un trance. En otros casos, el demonio mira a través de ellos con una mirada maligna. Si el sacerdote observa esa mirada, debe entonces ordenar al demonio que se manifieste. 71. ¿Cuáles son las causas de posesión? 122


Las principales causas de la posesión son: 1. Hacer un pacto con el diablo (o demonios). 2. Tomar parte en sesiones espiritistas, cultos satánicos, o ritos esotéricos. 3. Ofrecer tu hijo a Satanás. 4. Ser víctima de brujería (es decir, un hechizo). La posesión no es contagiosa. Vivir con una persona poseída o estar en su presencia no conlleva ningún peligro de ser poseído. Solamente quien abre la puerta al diablo (o, en el caso de un hechizo, es la víctima de aquel que abre esa puerta) es poseído. Muchas personas creen que el pecado es la causa de la posesión, pero no es cierto. Uno tiene que abrir expresamente una puerta para que un demonio entre. El pecado, incluso el pecado grave, es una cosa, la posesión es otra. Uno no debe conducir necesariamente a la otra. Uno puede ser poseído sin estar en pecado mortal, y otro en pecado mortal no estar poseído. Puede parecer justo que uno que voluntariamente abre la puerta a un demonio sea poseído, pero ¿qué pasa con las posesión resultantes de un hechizo? En tales casos, uno es poseído porque alguien realiza un

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ritual y dirige el poder demoníaco a su manera. La posesión sólo afecta al cuerpo; no al alma. Como tal, no hay ningún problema respecto a la justicia divina. De la misma manera que uno puede contratar a la Mafia para matar a alguien, así también Dios a veces permite esta mal respecto al cuerpo. La posesión sólo se produce si Dios lo permite. Los ritos concretos que se realizan son irrelevantes; si Dios no permite el mal, no tendrá lugar. Por supuesto, cuanto mayor es la vida espiritual de una persona, más protegido estará contra todas estas influencias del Maligno. El hecho de que incluso aquellos en estado de gracia sin culpa propia pueden ser poseídos se ha demostrado una y otra vez a lo largo de los siglos. Dios permite el mal, porque muchas veces los males que ocurren en el cuerpo de una persona en posesión son una fuente de bendiciones para el alma. Después de ser poseído, una persona sigue siendo mucho más agradecida a Dios y tiene una mayor vida espiritual para toda la vida. Por otro lado, puede decirse que quienes lanzar hechizos contra la salud de otras personas o para conseguir posesiones no suelen hacer esto por mucho tiempo. Ellos

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suelen experimentar el castigo divino a corto plazo. Pocas cosas atraen la justicia de Dios tanto como practicar hechizos contra otros. Este tipo de persona sólo puede practicar sus malas artes durante un corto periodo de tiempo antes de que Dios tome su vida y le llama a su juicio terrible. 72. ¿Por qué los demonios poseen a la gente? Los demonios saben que la posesión de una persona conlleva el riesgo de que esta posesión puede lograr un mayor bien en su alma. Entonces, ¿por qué lo hacen? Aunque sin duda, sería más conveniente para un demonio no poseer a nadie, él hace esto por una sencilla razón: para causar sufrimiento. Recuerde: los demonios tratan de hacer sufrir a los pueblos, y con la posesión pueden lograr esto de una manera muy directa. A largo plazo, una posesión particular puede, en definitiva, frustrar los planes del diablo por lograr una mayor devoción a Dios en los poseídos. Pero en el aquí y ahora, hace que la persona sufra un demonio y no puede resistir causando ciertos sufrimientos en el presente. Lo que se dice en una respuesta 125


anterior sobre por qué el diablo no pudo resistir la tentación de Jesús es igualmente válido aquí. Para resistir la tentación, uno necesita virtud, y no podemos esperar que un demonio sea virtuoso. Él siempre busca las ventajas en el aquí y el ahora; es un esclavo de sus propias pasiones e impulsos. 73. ¿Por qué Dios permite las posesiones demoníacas? Si bien esto es en última instancia un misterio, podemos ver que Dios permite la posesión por los siguientes motivos: • La posesión demuestra la verdad de la fe católica. • La posesión castiga a los pecadores que buscan una relación con el mal. • La posesión puede ser un beneficio espiritual. • La posesión puede producir enseñanzas saludables para la humanidad. Como Dios permite el mal físico, que a menudo provoca un aumento en la fe, aún tiene más razones para permitir una realidad -la posesión- que a menudo trae consigo una fe más profunda. La posesión es un fenómeno en el cual el poder de Dios, Cristo, y la iglesia 126


queda claramente demostrado. Es como una ventana abierta, a través de la cual podemos ver el mundo de odio y sufrimiento demoníacos. Es una ventana abierta a través de la cual podemos vislumbrar algo del poder invisible de las naturalezas angélicas. Y lo bueno que viene de todo esto afecta normalmente a los que lo ven por el resto de sus vidas. Digo "normalmente", ya que estar presente en un exorcismo no garantiza lograr una fe más profunda. Hay quienes, después de presenciar un exorcismo, atribuyen todo lo que han presenciado a causas naturales (o desconocidas). No deberíamos sorprendernos de esto. Después de todo, había gente en el tiempo de Jesús que no creía en él incluso presenciando sus milagros. Tenemos que entender que, independientemente de lo que vemos, es necesaria la gracia de la fe. Si una persona decide libremente resistir la gracia interior, esa invitación invisible, él podría ver los cielos abiertos y escuchar a Dios hablarle desde lo alto a través de las nubes, y seguir creyendo que estaba teniendo una alucinación. No es lo que experimentamos lo que enciende el interior de nuestra alma inmortal con la llama de la fe; es la gracia

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de Dios. 74. ¿Cuál es la diferencia entre la esquizofrenia y la posesión? Dicho de forma simple, se pueden hacer estas distinciones entre la enfermedad mental de la esquizofrenia y la posesión: • La esquizofrenia tiene una causa natural; la posesión tiene una causa demoníaca. • La esquizofrenia se produce como resultado de razones orgánicas, psiquiátricas; la posesión ocurre normalmente después de participación en ocultismo, ritos esotéricos. • La esquizofrenia es tratada por la ciencia psiquiátrica, incluyendo medicación; la posesión se resuelve mediante el exorcismo. • En la esquizofrenia no se observan fenómenos extraordinarios; en la posesión, fenómenos extraordinarios se ven a menudo. 75. ¿Qué fenómenos extraordinarios ocurren en una posesión? Cuando un estado de trance está presente o aparece una personalidad demoníaca, 128


podemos estar seguros de que estamos tratando con un verdadero caso de posesión demoníaca. Hay casos de posesión, sin embargo, en los que otros fenómenos extraordinarios se manifiestan. Los más frecuentes son: • La persona de repente entiende lenguas extranjeras (o incluso "muertas") que nunca ha estudiado. Independientemente de la edad de la persona o su inteligencia, obedecerá órdenes dadas en latín, griego, hebreo y otros idiomas, incluso cuando se utilizan simultáneamente. (A veces los posesos hablará a los presentes en estas lenguas desconocidas, aunque esto es menos común). • El poseído posee fuerza física anormal, a veces durante varias horas. A veces la persona es incluso capaz de realizar actos normalmente imposibles, como levantar varias personas a la vez. • La persona demuestra un conocimiento de cosas ocultas. • Quizá el fenómeno más extraordinario de todos -y el más infrecuente- es la levitación. Algunos casos de posesión, sin embargo, no manifiestan fenómenos extraordinarios

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en absoluto. 76. ¿Por qué hay menos casos de posesión ahora que en los días de Jesús? En realidad, el supuesto que subyace en esta pregunta es muy difícil de probar, ya que no tenemos estadísticas históricas sobre este asunto. Muchas personas suponen que después de que Cristo derramó su sangre en la cruz del Calvario, el poder del diablo sobre el mundo estaba roto, y esa es la razón por la que hay menos casos de posesión demoníaca hoy. Hubo muchos ritos en tiempos antiguos, en la que se invocaban espíritus que contribuyeron a la posesión. Como resultado, parece lógico suponer que la posesión fue mucho más frecuente en la pagana Babilonia que en la Europa medieval. No fue la redención de Cristo por sí misma la que causó la disminución de posesiones demoníacas, sino el abandono de ritos que invocaban a espíritus, una vez que la Iglesia se convirtió en dominante en la sociedad. Cristo nos ha redimido, pero si los demonios son invocados las posesiones todavía pueden ocurrir.

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77. ¿Qué tipos de demonios aparecen en las posesiones? Como hemos dicho anteriormente, existen 2 tipos principales de demonios que causan 2 tipos distintos de posesión: los clausi y los aperti. Un demonio clausus causa al poseído que cierre sus ojos (y quedan revertidos) al entrar en un trance. Un demonio apertus causas a los poseídos mantener los ojos abiertos mientras están en trance, dando miradas de ira y rabia, y hablando mucho. Los aperti son locuaces y violentos, y la persona poseída a menudo debe ser sujetada durante el exorcismo; algunos clausi hablarán después de algún tiempo de oración, siempre sin abrir los ojos, pero otros son completamente mudos. Podemos diagramar los 2 tipos así: Habladores cerrados) silenciosos demonios Aperti (ojos abiertos): todos son habladores y violentos Clausi (ojos

Aunque se trata de diferentes tipos de demonios, un exorcismo comienza de la 131


misma manera. Posteriormente, el exorcista notará qué atormenta a cada uno de manera particular y se centrará en eso. Los demonios abditi de que hablado anteriormente no son, en realidad, un tipo distinto de demonio; simplemente son demonios que se esconden dentro de la persona. Una vez se han visto obligados a manifestarse, ya actuarán como clausi o aperti. 78. ¿Qué sucede si la persona poseída muere antes de ser liberada del demonio? Muchas personas piensan que si una persona poseída muere mientras está poseído, irá al infierno. Esto es incorrecto. Si la persona está en estado de gracia, va a ir al cielo. Recuerde: la posesión sólo afecta al cuerpo de la persona. Una vez que la persona está muerta, por supuesto, el demonio sale y no entra en otro. 79. ¿Puede el alma de una persona condenada poseer a alguien? En mi opinión, las almas de los condenados pueden poseer a alguien de la misma manera 132


que hace un demonio. Algunas personas poseídas, cuando están en trance, insisten durante el exorcismo que no son demonios, sino seres humanos fallecidos. El exorcista debe determinar si están mintiendo, y por eso esta una cuestión que se debate entre los exorcistas. Sin embargo, no importa cuánto el exorcista insista (invocando a Jesús) en que el poseído diga la verdad, ellos no ceden en esa afirmación. Ellos se rendirán a todo lo que les ordenes: besar la cruz, alabar a Dios, etc… pero insisten en que son humanos condenados en el infierno, y no demonios. Si obedecen al exorcista en todo, pero permanecen firmes sólo en esta afirmación, es razonable creer que están diciendo la verdad. 80. ¿Las personas poseídas puede matar? Desde un demonio toma posesión del cuerpo de una persona y pueden moverse y hablar por medio de él, muchos se preguntan si un demonio puede causar que la persona poseída mate. La experiencia nos enseña que un poseído puede hacer muchas cosas mientras está en estado de trance, por ejemplo, permanecen con sus ojos revierte, 133


tiene convulsiones, y gritar. Pero un demonio normalmente no mueve al poseído a lesionar físicamente a si mismo o a otros, por una simple razón: Dios ordinariamente no lo permiten. El demonio que posea la persona quiere hacer todo el mal que pueda, pero Dios pone límites a la cantidad de mal que pueden hacer. Pero si una persona poseída tiene tendencias suicidas naturales, entonces hay un peligro real de que, mientras esté en trance, el demonio intente instarle a arrojarse desde una ventana o hacer algún otro acto suicida. Esas personas deben ser vigiladas cuidadosamente, y el permiso del obispo para realizar un exorcismo debe estar asegurado tan pronto como sea posible. Aunque algunas personas poseídas, en el estado de trance, puede actuar agresivamente hacia un individuo en particular, es muy raro que se realice cualquier daño real. Su agresión está generalmente limitada a gritos, mirar a la persona con odio, o hacer que sus manos parezcan garras. Es extremadamente inusual que el poseído realmente intentar dañar a otra persona físicamente; en esas raras ocasiones que intentan hacerlo, fracasan 134


en sus intentos. Es como si una fuerza externa les impidiese cumplir este deseo. 81. Los asesinos en serie ¿están poseídos? Comúnmente se pregunta si los asesinos en serie están poseídos. La respuesta es simple: algunos sí, otros no. Algunos están poseídos, muchos sufren diversos trastornos psiquiátricos, y tan increíble como puede sonar, el resto no son ni enfermos mentales ni poseídos; simplemente han elegido un camino malvado. En ocasiones escuchamos noticias de horrendos asesinatos cometidos por asesinos en serie o miembros de cultos satánicos que parece exhibir características de posesión demoníaca. En estos casos, no siempre es fácil distinguir lo que se ha hecho conscientemente y lo que se ha hecho de manera inconsciente. Normalmente, el asesino parece ser consciente al inicio del crimen, pero poco a poco entra en un frenesí inconsciente en el que no parece tener control de sus acciones. Estos son los crímenes cometidos por personas que son verdaderamente malos en su estado 135


consciente, al mismo tiempo que están poseídos. Por tanto, es difícil determinar si estaban o no en un estado de posesión cuando cometieron el delito. Por supuesto, incluso si un criminal está poseído, esto no altera su responsabilidad ante la ley. Dado que no hay ningún reconocimiento legal de posesión demoníaca, un asesino en serie a menudo es considerado por la ley enfermo mental (o legalmente demente ). No obstante, la sociedad no puede dejar impunes sus actos aduciendo que "una fuerza invisible" le hizo matar. El tribunal no podía aceptar esa absolución pues volvería todo el proceso legalmente inseguro.

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6 El exorcismo y el camino a la liberación

-------------------------------------------------82. ¿Qué es un exorcismo? El rito de exorcismo es el ritual oficial de la Iglesia en el que a un demonio se le ordena, en el nombre de Cristo, abandonar el cuerpo de una persona poseída (ver CCC 1673). Aunque el rito eclesiástico de exorcismo contiene muchos componentes secundarios (p. ej., la letanía de los santos, la liturgia de la Palabra, la Oración del Señor, etc.), su esencia es la expulsión del demonio. Las oraciones dirigidas a Dios son implorantes -es decir, se ruega o suplica a Dios su asistencia en la expulsión el demonio. Nunca se pide nada al demonio; se le ordena salir en el nombre del Redentor. Si un exorcismo no tiene una "orden de expulsión", no es un verdadero exorcismo.

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83. En los evangelios, el exorcismo ¿podría ser sólo un símbolo de la liberación del mal? No. Negar la realidad de los exorcismos y sostener que es simplemente un símbolo de liberación del mal es una herejía. La tradición constante de la Iglesia ha afirmado la posibilidad de posesión demoníaca. Los santos Padres y Doctores de la Iglesia, y la práctica de la Iglesia de Oriente y Occidente a lo largo de la historia son unánimes en afirmar que la posesión es la dominación del demonio en un cuerpo humano. El Nuevo Testamento distingue claramente entre la enfermedad y la posesión, y esto es especialmente cierto en los evangelios. Por ejemplo, Mateo 8:16 dice, "con la palabra expulsó a los demonios, y sanó a todos los que estaban enfermos"; y en Marcos 1:32, 34 hace una distinción similar: "trajeron a él todos los que estaban enfermos o poseídos por los demonios... y curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios". Está claro que la posesión es causada por un mal espiritual. Es un fenómeno tan distinto que un verbo griego se utiliza cuando Jesús va a expulsar a un 138


demonio -exorkizo ("conjurar"). Esas personas no son llamados "enfermos" sino daimonizomai ("poseídos por el demonio"). La posesión no es curada ; en cambio, la persona poseída es liberada. Este grupo de personas que aparecen en los 4 evangelios gritan y tienen crisis de agitación. Jesús se dirigirá a los daimonia de forma imperativa, dandoles órdenes y sin mostrar ninguna compasión en absoluto. 84. ¿Cuál es la diferencia entre un exorcismo y una oración de liberación de una opresión demoníaca? Un exorcismo es un rito litúrgico que se lleva a cabo en personas poseídas. La liberación es una serie de oraciones privadas hechas sobre de las personas que sufren algún tipo de influencia demoníaca. El rito litúrgico de exorcismo está predeterminado; se requiere autorización por el obispo y debe llevarse a cabo únicamente cuando uno tiene la certeza de que una persona está poseída por un espíritu demoníaco. La oración de la liberación puede ser larga o puede durar menos de 15 minutos. Puede ser 139


realizada por un grupo de oración o por un sacerdote; de cualquier manera, es una oración privada. En otras palabras, no se trata de una oración litúrgica y también puede ser improvisada. Esta oración privada de la liberación se puede hacer incluso si sólo hay una sospecha de una influencia demoníaca nociva, en cualquier grado y por débil que sea. En un exorcismo, el sacerdote reza para que la persona poseída sea liberada del diablo. En una oración de liberación, pedimos a Dios que establezca una persona libre de algún grado de influencia demoníaca, incluyendo lo que algunos han denominado "espíritus aferrantes." A menudo, cuando experimentamos una “herida” (autoimpuestas a causa de pecado o de alguna fuerza externa o de persona) los espíritus demoníacos puede "agarrarse" a la herida y prevenir su cicatrización. También podemos experimentar insalubres "ataduras del alma" a gente, a través de contacto sexual y de relaciones emocionalmente abusivas. Espíritus demoníacos pueden "aferrarse" a estos y por tanto impedir la cicatrización, que es el principal objetivo de esos espíritus. Aunque 140


nuestro pecado es perdonado, los demonios quieren evitar una profunda curación emocional y espiritual. Las oraciones de liberación pueden romper los vínculos de esos espíritus y lograr una mayor libertad para nosotros que si no hubiéramos dicho tales oraciones. En un exorcismo, el sacerdote tiene la certeza de que la persona esté poseída. En cambio, en una oración de liberación el sacerdote no está seguro de la magnitud de la opresión demoníaca. 85. ¿Cuál es la mejor manera de organizar el ministerio de exorcista? La forma ideal de organizar el ministerio de exorcista es garantizar que haya un número suficiente de sacerdotes bien formados. Como no es una obligación que cada diócesis tenga su propio exorcista, puede ser mejor concentrar el ministerio en una archidiócesis (o la sede principal de una región o país) en lugar de en cada diócesis menor. Es preciso aclarar que un exorcismo sólo puede realizarse en una diócesis determinada con el permiso de su Obispo (ver CCC 1673). 141


La parte más delicada de este ministerio no es el exorcismo en si mismo, sino el discernimiento de la posesión. Si concluimos erróneamente que una persona no está poseída cuando verdaderamente lo está, podemos infligirle un sufrimiento terrible sobre él con toda una vida de consecuencias. En cambio, si llegamos a la conclusión de que una persona esté poseída cuando realmente no lo está, la Iglesia quedará desacreditada. Como los medios de comunicación gustan de publicar publicidad negativa sobre la Iglesia, un solo error de este tipo puede tener consecuencias trágicas. Por esta razón, es mejor concentrar especialistas en discernimiento en las archidiócesis. Una vez que un caso de sospecha de posesión ha demostrado ser creíble, el especialista archidiocesano puede consultar con la diócesis en la que reside la persona poseída para que un sacerdote autorizado pueda proceder con un exorcismo. Aunque basta un especialista para cada caso particular, es preferible que 3 exorcistas participen en el equipo de discernimiento. Los 3 sacerdotes deben ser de diferentes edades para asegurar que, si uno muere, no todo conocimiento muere con él. 142


Independientemente de cuánto del conocimiento del discernimiento esté sobre papel, nada puede sustituir a la experiencia. Por esta razón, es bueno que un exorcista más viejo y experimentado enseñe a un exorcista joven. Después de que se ha demostrado que es una verdadera posesión y se ha concedido la debida autorización episcopal, lo ideal es tener un equipo de 5 a 10 laicos para ayudar en el exorcismo rezando y ayudando a mantener sujeto al poseído. La oración de este equipo de laicos que colaboran en el exorcismo es mayor que la del sacerdote solo. No es necesario que el mismo equipo de sacerdotes que perfila el caso también realice el exorcismo. El exorcismo real es más fácil que la acción de discernimiento. Durante el exorcismo, el manual oficial es suficiente. Pero no hay ningún manual que puede discernir los verdaderos casos de los falsos; la experiencia acumulada de los especialistas es necesaria. En conclusión, la mejor manera de organizar el ministerio de exorcista en la diócesis es con 3 grupos principales: 1) los especialistas encargados de discernir los verdaderos casos de posesión; 143


2) exorcistas que realice los exorcismos reales; y 3) un equipo de laicos que colaboren con oraciones y ayuden a sujetar a la persona (si es necesario) durante el exorcismo. Como el poseído normalmente necesita una verdadera catequesis para ayudarle a crecer más cerca de Cristo, dentro de este tercer grupo de ayudantes laicos puede haber un grupo más establecido que ayude espiritualmente a la persona poseída y su familia. Algunos de estos asistentes puede reunir experiencia suficiente a fin de que puedan convertirse en consultores. Si un ayudante laico católico es también un psiquiatra que entiende bien la vida espiritual, su opinión puede ser la más precisa, a fin de discernir los casos. Dicho esto, sin embargo, en mi experiencia, no hay nada mejor que el sentido común y una devota vida espiritual. 86. ¿Es necesaria una evaluación psiquiátrica antes de proceder con un exorcismo? No. La Iglesia no suele requerir una evaluación psiquiátrica de un individuo antes de proceder con un exorcismo. Tal requisito no aparece en ningún texto normativo

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sobre el tema. ¿Por qué? Una evaluación psiquiátrica sólo puede hablar de posibilidades. Si el exorcista está seguro de la posesión, entonces ¿por qué necesita una evaluación psiquiátrica? En no pocos casos, se ha demostrado que la enfermedad psiquiátrica coexiste con la posesión demoníaca, pero las 2 realidades son distintas. La enfermedad mental no excluye la posibilidad de la posesión. 87. ¿Por qué un sacerdote necesita el permiso del obispo para proceder a un exorcismo? En la Iglesia primitiva, un sacerdote no necesitaba permiso de su obispo para exorcizar. El ministerio era ejercido cuando parecía oportuno. En el siglo V, sin embargo, una norma eclesiástica fue establecida para que nadie pudiera realizar un exorcismo sin autorización del obispo. En el año 416, el Papa Inocencio I escribió una carta al obispo de Gubbio diciendo: Usted debe tener una actitud caritativa con los bautizados que después del bautismo son poseídos por el diablo a causa de algún vicio o pecado. Para esto, puede ser designado un sacerdote o

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diácono. Realizar [el exorcismo] no es lícito sin la orden del obispo. (PL XX, 557558). ¿Por qué la Iglesia imponer este requisito? Porque este campo requiere una especial prudencia. También, porque la cuestión es bastante delicada de modo que un acto imprudente de un clérigo podría perjudicar al supuesto poseso y causar daño al prestigio de la Iglesia en general. Por esta razón, la Iglesia ha optado por establecer una vigilancia especial en este ministerio. Es interesante observar que en Oriente, este ministerio se ejerce como una actividad carismática, que no necesita autorización expresa del obispo. 88. ¿Qué es la infestación demoníaca? Infestación demoníaca es el fenómeno en el que un demonio posee un lugar, como una casa o un edificio, o un objeto. Un demonio, por poseer un lugar, puede mover cosas a voluntad y causar diferentes ruidos y olores. La infestación nunca provoca la posesión de ninguna de las personas que viven allí. La infestación puede ocurrir en un determinado lugar debido a que algunos ritos esotéricos satánicos se realizan con frecuencia. Tal puede ser el resultado de maleficio,

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hechizo, o vudú o brujería. Para poner fin a la infestación de un lugar, el rito de exorcismo enumera varias oraciones específicas que necesitan ser recitadas. Un sacerdote no debe ser demasiado rápido en creer el testimonio de fenómenos extraños en una casa a menos que hay por lo menos 2 testigos presenciales que lo corroboren. En el caso de supuesta posesión de una persona, un sacerdote puede rezar y confirmar así la presencia de un demonio. Pero en el caso de la infestación no ocurre nada cuando se reza en el lugar sospechoso. Por lo tanto, todo depende de la información que se obtenga sobre ese sitio. Esta es la razón por la que no hay manera de establecer una verdadera infestación con certeza sin corroborar varios testimonios sobre los acontecimientos extraordinarios que han presenciado. En estos casos, el sacerdote puede bendecir la casa y animar a la familia a rezar juntos cada día. Pueden rezar el rosario, leer la Biblia juntos, rociar agua bendita en las diferentes habitaciones, reunirse ante una imagen sagrada y rogar protección, etc. La persistencia de la oración de la familia, en el curso de varias semanas o meses puede destruir completamente la infestación 147


demoníaca en su casa. 89. ¿Pueden estar infestados los animales? Sí, pero es extremadamente raro. La posesión de animales es también una forma de infestación demoníaca. En caso de que se produjera, sacrificar el animal podría causar el demonio a salir y nada más sucedería. Una vez que el demonio sale del animal (porque está muerto), no tendría a nadie. Muy pocos casos de infestación de animales me han contado. Sé de un caso en el que una casa estaba infestada. Un sacerdote fue a hacer un exorcismo al lugar, y se liberó de la infestación demoníaca. Después de esto, sin embargo, el perro de la familia comenzó a comportarse de forma extraña. Cada vez que la puerta se abría, el perro salia corriendo y se paraba en medio de la calle. La familia salía y cogía al perro, pero finalmente fue golpeado por un automóvil. La infestación de un objeto sólo puede producirse si el objeto ha sido utilizado en un hechizo o sortilegio. Sabemos que un determinado objeto está infestado cuando provoca ciertas actividades demoníacas, por ejemplo, las cosas se mueven, 148


inexplicablemente o hay ruidos inexplicables o malos olores, dondequiera que se coloca. En tales casos, el objeto debe ser quemado tras ser rociado con agua bendita. Las cenizas deben ser enterradas. 90. ¿Quién puede ser exorcista? Comúnmente se cree que un sacerdote debe ser santo y virtuoso para ser un exorcista, y ese es sin duda el ideal: el más virtuoso es el mejor. Aunque, estrictamente hablando, cualquier sacerdote puede realizar el rito de exorcismo. Incluso los sacerdotes que no son los más edificante puede expulsar demonios sin dificultad, aunque el exorcismo puede tardar un poco más. Aunque pueda parecer escandaloso a algunos, incluso un sacerdote en pecado mortal puede realizar un exorcismo y lograr expulsar demonios. ¿Por qué? Porque el rito de exorcismo es la oración litúrgica de la Iglesia, en la que se usan el poder de la oración, el poder del sacerdocio y el poder del nombre de Jesús. Como con el ministerio de los sacramentos, actúa ex opere operato, es decir, independientemente de la nobleza del ministro. La santidad del sacerdote es sin duda útil, pero no es necesaria. Aunque la santidad no es absolutamente 149


necesaria para el exorcismo, el sentido común sí lo es. El sentido común es la única cosa que la Iglesia no puede añadir: un sacerdote lo tiene o no lo tiene. Además de tener sentido común, el exorcista debe estar dispuesto a dedicar el tiempo, interés y sensibilidad necesarios para cumplir este ministerio. Aunque pueda tener sabiduría y virtud, si realiza exorcismos con prisa y sin atender a las necesidades de los posesos será un pobre exorcista. En este caso, un sacerdote de menor virtud pero con gran atención es preferible. 91. ¿Hay un peligro de orgullo para un exorcista? Sí, y este peligro es muy grande. El exorcismo es un ministerio que, si se practica regularmente, atrae una general admiración y el más profundo agradecimiento de quienes han sido liberados de la posesión. Por otro lado, el continuo ejercicio de este ministerio proporciona al exorcista muy especializados y profundos conocimiento de los demonios que no se aprenden en los libros o en la escuela. Para compensar esta posible fuente de orgullo, Dios normalmente permite el exorcista sufrir la incomprensión y burlas

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de muchos de sus hermanos sacerdotes. Como tal, el exorcista trabaja toda su vida entre ser admirado y agradecido por algunos y amargamente despreciado y perseguido por los demás. Esto le ayuda a crecer en la virtud de la humildad. Cualquier exorcista conoce compañeros sacerdotes que piensan que eso es una locura y que su trabajo es un peligro para la reputación e imagen de la Iglesia. Desgraciadamente, no conozco ningún exorcista que no ha tenido que sufrir a manos de sacerdotes decididos a hablar y poner fin al "escándalo" de la "superstición medieval" (es decir, el exorcismo), para el "bien de la Iglesia". Quien es llamado al ministerio de exorcista no debe pensar que la persecución que sufre es simplemente el resultado de la incomprensión, es decir, que durará sólo hasta que otros vean los frutos de exorcismo y el buen sentido con la que trabaja. Instado por Satanás, que desea desincentivar al exorcista a toda costa, la persecución vendrá, independientemente de cuán dedicado o santo sea o cuanto sentido común tenga. Lamentablemente, esta persecución a exorcistas no es algo que sucede en 151


ocasiones, o sólo a algunos. Todos los que sirve como exorcista lo experimentan en un grado u otro. Dios quiere que este ministerio siempre se haga desde el sufrimiento. Si un sacerdote no está dispuesto a soportar esta carga, no debería aceptar este ministerio. 92. ¿Hay exorcismos fuera de la Iglesia Católica? Sí. Verdaderos y eficaces exorcismos son realizados en las diferentes confesiones cristianas. Las iglesias ortodoxas orientales mantienen la sucesión apostólica, en la cual sus obispos y sacerdotes están válidamente ordenados y, como tal, poseen un verdadero poder sacramental. Las diversas iglesias protestantes, aunque no poseen un válido sacerdocio ministerial, profesar la fe en Cristo y en el poder de su nombre. Con solamente esas armas el demonio puede ser expulsado. Dios, en su sabiduría, no ha querido poner demasiadas condiciones en la mayoría de las prácticas cristianas esenciales para su validez. Por ejemplo, el bautismo, por el cual uno entra en la fe cristiana, normalmente se considera válido en todas las tradiciones cristianas

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(siempre que se siga la fórmula trinitaria dada por Jesús: "Yo os bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo"). Asimismo, Jesús conocía el gran sufrimiento que la posesión demoníaca causaría a los afectados por ella, y no quiso establecer condiciones estrictas para realizar exorcismos eficaces. En el cristianismo ortodoxo, los exorcismos son realizados de una manera muy similar a las del rito Católico Romano. En las iglesias pentecostales del Protestantismo, los exorcismos normalmente constan de un grupo de fieles que se reúnen para alabar a Dios, y, en medio de estas alabanzas, ordenan al demonio una y otra vez que deje a la persona en el nombre de Jesús. La fe de los presentes y el poder del nombre de Jesús son suficientes para provocar la salida de los demonios. Aparte de la tradición Pentecostal, la "corriente principal" de las principales iglesias protestantes (p. ej., luteranos, anglicanos, presbiterianos) ya no hacen hincapié en la realidad de la posesión demoníaca y no practicar el exorcismo. Parece extraño que estos seguidores de Cristo no sepan cómo lidiar con los casos de opresión del 153


Maligno. Una vez que una tradición de siglos de creencia y práctica cristianas se corta, no puede ser creados de cero nuevos métodos para tratar con el diablo. 93. ¿Por qué algunos exorcismos duran tanto tiempo? Dado que no todos los demonios son de la misma jerarquía, no todos tienen la misma potencia. Como resultado, algunos demonios son más difíciles de expulsar a otros. Los demonios que tienen naturalezas angélicas pertenecientes a los coros más altos son los más difíciles de sacar del cuerpo. Satanás y Lucifer son los más difíciles de exorcizar. No importa cuán santo el exorcista, un exorcismo de tan poderoso demonio toma tiempo. Podemos ver aquí un paralelo en el mundo de la medicina, donde el corazón o la cirugía cerebral es más compleja y tarda más que la cirugía estética. Incluso en la Biblia algunos exorcismos eran más difíciles y largos que otros. En Marcos 9:17-18, por ejemplo, leemos cómo los apóstoles no podía expulsar a un demonio de un muchacho joven. Cuando más tarde le preguntaron a Jesús por qué no podían

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expulsarlo, Jesús responde: "Este tipo no puede ser expulsado por nada mas que por oración y ayuno" (Mc 9, 28, 29). En el exorcismo, como con cualquier otro ministerio, hay una distinción entre poder y autoridad. "Y [Jesús] llamó a los Doce y les dio poder y autoridad sobre todos los demonios" (Lc 9, 1). Esta distinción se observa en la respuesta de Jesús a ellos en Marcos 9:29 - los apóstoles tenía plena autoridad para expulsar, pero necesitaban aumentar su poder sobre los demonios creciendo en su santidad (es decir, a través de " oración y ayuno"). Por el contrario, en Marcos 9:38, leemos de un hombre que tenía poder sobre los demonios, pero no autoridad apostólica: "Maestro, hemos visto un hombre expulsando demonios en tu nombre, y se lo prohibimos, porque él no era uno de los nuestros". 94. ¿Cómo se sabe que el último demonio ha salido de la persona? Dado que la poseía puede tener varios demonios, la cuestión de cómo se determina cuando el último demonio ha dejado surge. Cuando un demonio sale, la persona permanece en paz, recupera la conciencia,

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y abre sus ojos. Él puede incluso sentir una felicidad espiritual. El exorcista debe rezar por la persona durante 2 o 3 minutos más. Si un demonio todavía está dentro, la persona va a caer en un trance o el demonio se convertirá en furioso. Si la persona sigue consciente, él debe preguntarse si él no siente nada. Si la respuesta es no, entonces todos los presentes deben arrodillarse y dar gracias al Señor por la liberación de la persona del demonio. Deberían también dar las gracias a los ángeles y a los santos por su ayuda y su intercesión. Si un sacerdote cree que cada demonio ha dejado pero, en realidad, no es el caso, no se haría un gran daño. Los poseídos, simplemente llame a él de nuevo, diciendo que algunos de los síntomas que le hizo pedir un exorcismo en primer lugar aún están presentes. El exorcista entonces sería necesario repetir las oraciones para sacar el último demonio (o demonios). 95. ¿Puede alguien que ha sido poseído ser "reposeído" después de ser exorcizado? La persona poseída y su familia hacen esta pregunta con mucha desesperación

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durante el proceso de exorcismo. Puedo contestar categóricamente que no van a ser poseído de nuevo. Si la persona vive en la gracia de Dios, reza, y va a misa y confesión regular (es decir, una vez al mes o incluso más a menudo), él no tiene nada que temer porque él está protegido; el mal no puede entrar de nuevo. Por otro lado, si la persona liberada vuelve a su vieja vida de pecado, podría ser poseído de nuevo. Si es reposeído, lo será por más y peores demonios. Necesitamos dejar a los recién liberados en un estado muy tranquilo, diciéndole que si viven una vida cristiana, un demonio no pueden entrar en él de nuevo, incluso aunque quiera. También se les debe asegurar que un demonio no volverá aunque cometa uno o más pecados mortales. Estará en peligro sólo si vuelve a vivir en un estado de pecado (es decir, a una situación de alejamiento de Dios). Por ejemplo, sé de una señora que había sido liberada de todos sus demonios. Unos días más tarde me llamó diciendo que se sentía mal -la sensación de opresión en el pecho que sentía antes (y otros síntomas) había regresado. Yo estaba muy sorprendido, porque estaba seguro de que los demonios habían sido expulsados. Ella me aseguró 157


que desde que fue liberada estaba rezando mucho, leyendo la Biblia, y haciendo otras cosas espirituales. Puse mis manos sobre ella y recé por ella. Ella no cayó en un trance, pero sintió el peso sobre su pecho crecer más y más fuerte, hasta que poco a poco comenzó a ceder. Durante la oración (que no duró más de 5 minutos) la opresión que ella sentía se hizo cada vez más débil hasta que desapareció por completo. Ella no ha tenido problemas desde entonces. ¿Qué ocurrió en este caso? Fue claramente influencia demoníaca. El demonio la había dejado pero luego intentó entrar en ella de nuevo. No pudo volver a entrar porque estaba protegida por la armadura de su vida espiritual. El demonio no pudo poseerla; no importa cuánto rezaba yo, que ella no entraba en trance. Las oraciones rompieron esa influencia que el diablo tenía sobre su cuerpo y el demonio se alejó para siempre, para no regresar. Este es el ejemplo más claro que he visto de un demonio tratando de volver a una persona recién liberada y ser incapaz. La vida espiritual, aunque no lo vemos, es una verdadera y auténtica coraza protectora contra el Maligno. 158


96. ¿Qué sucede si, en un exorcismo, los demonios no se van? Si pasan semanas o meses sin ningún demonio expulsado, esto podría significar que la persona poseída no está siguiendo las indicaciones del exorcista. Antes de la primera sesión del exorcismo, el exorcista debe asesorar al poseído para que rece, vaya a misa, se confiese, y se esfuerce por vivir de acuerdo con los Diez Mandamientos. Algunas personas se acercan a un exorcista como lo harían a un médico. Piensan que un exorcismo es similar a tomar medicamentos recetados: la medicina curará su enfermedad y pueden seguir viviendo como antes. Pero si alguien quiere ser exorcizado, debe hacer un cambio de vida y esforzarse por cumplir todas las enseñanzas de Jesús. Si no, el demonio puede no salir porque tiene algo a lo que agarrarse; y si es expulsado, puede volver. Si el poseído se muestra renuente a abandonar el pecado, el sacerdote debe suspender las sesiones de exorcismo hasta que la persona se comprometa a obedecer sus instrucciones. Por ejemplo, si la persona está viviendo en una unión ilícita, debe primero entender por qué él debe poner su vida en orden delante 159


de Dios. Las buenas intenciones no sirven de nada; la ley de Dios es objetiva y debe ser respetada. Si el exorcismo es iniciado antes de que la persona haga los cambios de vida que necesita, no tendrá ningún efecto. Como hemos dicho, si un demonio tiene algo a qué aferrarse, no lo va a soltar. Normalmente, un exorcismo más largo de lo habitual es resultado de alguna desobediencia oculta a las instrucciones del exorcista. Si la persona parece sincera y está siguiendo las instrucciones del exorcista, entonces el mejor remedio es traer a otro sacerdote para ver si tiene más éxito. Un exorcista menos experimentado podría estar haciendo cosas que son ineficaces con un demonio particular. Puede ser útil probar con un sacerdote con más experiencia. 97. ¿Qué hace que un demonio se marche durante un exorcismo? Hay 3 cosas que pueden hacer que un demonio deje el cuerpo de una persona: 1. El demonio mismo decide irse. 2. El poder sacerdotal le obliga a irse. 3. Un ángel enviado por Dios le obliga a irse. Los demonios más débiles suelen irse por su propia voluntad. Las cosas sagradas y la 160


oración lo torturan, y llega el momento en que deciden dejar de sufrir. A veces cuando salen dicen cosas como, "Me voy. No me expulsas; me voy por mi propia voluntad". Los demonios más fuertes, en un primer momento se niegan a salir, no importa cuánto sean torturados. Exorcizar estos demonios lleva más tiempo, pero la orden del exorcista les obliga. Durante el exorcismo, lentamente se van volviendo más débiles y terminan siendo expulsados por la fuerza de la oración. Los demonios de más alto rango, aunque también sufren terriblemente en un exorcismo, se niegan a salir a menos que un ángel venga a expulsarlos. En un momento determinado durante la oración de invocación, Dios envía un ángel para liberar a la persona. Hacia el final del exorcismo, una lucha invisible entre el ángel y el demonio se produce. La persona poseída mira a un lugar específico e intenta arañar y golpear a los presentes. Es entonces cuando suceden los peores gritos y convulsiones. Aunque el exorcista esté callado, el ángel está presente y el poseído es liberado por medio de su intervención. 161


98. ¿Qué es una maldición? Una maldición es una acción que se hace para perjudicar a otro con la ayuda de los demonios. Hay maldiciones específicas para matar, causar que uno sea poseído, hacer que las cosas vayan mal en los negocios, hacer que alguien enferme, etc. Como ya hemos dicho, las maldiciones son eficaces sólo si Dios les permite que tengan efecto. Cuanto más se reza, más se estará protegido contra estas cosas. El antiguo rito de exorcismo dice en su introducción: "Ordena al demonio que te indique si permanece en ese cuerpo debido a algunos trabajos de magia, signos o instrumentos de maldición; si esas cosas el poseído las ha comido, tienen que ser vomitadas. Si están en algún lugar fuera del cuerpo, tienen que ser reveladas. Cuando se encuentren, tienen que ser completamente quemadas". Si una poseído vomita un objeto maldito, debe ser quemado. Es mejor que el exorcista no lo toque, pero si lo toca debe continuar orando mientras lo toque, y deberá lavarse las manos con agua bendita. Si no, estos objetos pueden ocasionarle problemas de salud durante algún tiempo. 162


99. Las maldiciones ¿son realmente eficaces? Muchas personas preguntan si las maldiciones son verdaderamente eficaces. Lo primero que hay que decir es que quien hace la maldición, (así como la persona que haya pedido que se haga la maldición) serán los primeros afectados por el demonio. Sin duda alguna sufrirán algún tipo de influencia demoníaca, posesión o enfermedad. El mal que deseen en otro, volverá a ellos. Un demonio nunca se invoca en vano. Pero ¿es una maldición eficaz contra la persona a quién va dirigida? Pues eso depende de la voluntad de Dios. Es decir, es lo misma que pasa con los accidentes, enfermedades o desgracias. Durante nuestro tiempo en esta vida Dios nos permite experimentar el bien y el mal, porque esta vida es un período de prueba, de purificación. Por supuesto, la persona que reza y vive en gracia de Dios está protegida. Cuanto más se reza y se vive una vida espiritual, más se está protegido. ¿Cómo podemos saber si alguien es víctima de una maldición? En la mayoría de los casos no hay manera de saberlo, pues la acción

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demoníaca es invisible. Sólo es seguro en el caso de posesión o influencia demoníaca en la que los signos visibles son evidentes para el exorcista. También es posible deducir que un mal es fruto de un maleficio cuando ese mal viene acompañado de hechos malignos preternaturales. Pero, aparte de la evidencia externa de la acción de los demonios, uno nunca puede saber si algo viene de causas naturales o no. 100. ¿Qué se puede hacer para contrarrestar los efectos de una maldición? Aunque a menudo sea imposible saber con certeza si hay una maldición, ¿qué puede hacer una persona si sospecha firmemente que una maldición se ha hecho contra él? Si él está realmente bajo una maldición, la única manera de quitarla es hacer justo lo contrario. En otras palabras, si una persona ha invocado un demonio para hacer el mal, entonces uno tiene que invocar a Dios para protegerle, ayudarle, y bendecirle. Dios siempre es más fuerte que el mal. Cuando la gente viene a mi parroquia diciendo que están sufriendo una maldición, yo les digo que es imposible demostrar la 164


causalidad demoníaca salvo en raros casos. Pero si realmente ellos sufren una maldición, el único remedio es hacer lo siguiente: • Rezar el Rosario • Leer la Biblia • Hablar con Dios cada día • Asistir a Misa con frecuencia, incluso a diario • Coloque un crucifijo bendecido y una imagen de la Virgen María en su casa. • Hacer la señal de la cruz con agua bendita cada día. Si el mal que sufre una persona es por un demonio, se irá como resultado de estas devociones. Si nada cambia, entonces el mal que la persona sufre no es causado por una maldición. Además, si un sacerdote es exorcista y sospecha de una maldición, él puede rezar una oración de liberación y esto pondrá remedio a la situación. En algunas ocasiones, un demonio provoca el mal - enfermedades, por ejemplo- y se marcha. En estos casos, los problemas médicos son resultado de una maldición, pero el exorcista ve que no hay influencias demoníacas que permanezcan. La enfermedad de la persona, entonces, es como cualquier otra, y se cura por tratamiento médico. No 165


hay necesidad de remedios sobrenaturales. 101. ¿Qué es un encantamiento? Mientras que una maldición es usada para perjudicar a alguien mediante el poder de los demonios, un encantamiento se utiliza para obtener algo positivo con ayuda de los demonios, por ejemplo, para conseguir que alguien se enamore, hacer que las cosas vayan bien en los negocios, o ser ascendido en el trabajo. Por supuesto, los demonios no puede realmente dar a la gente estas cosas; sólo pueden tentar e influir en otras personas, para ayudar a conseguirlo. Por eso, los encantamientos no suelen funcionar. Sin embargo, pueden dar lugar a algún tipo de influencias demoníacas, (incluso la posesión). Este pasa a la persona que lo hace (o pida el encantamiento), y a veces también a la persona a quien se dirige el encantamiento. En un exorcismo, el objeto de una maldición o encantamiento puede ser descubierto. Debe ser destruido. Incluso si no se encuentra nada, la oración a Dios destruirá la influencia demoníaca de cualquier objeto que pueda estar presente. 166


102. ¿Cuál es la diferencia entre la magia blanca y la negra? En el lenguaje popular, la magia blanca se dice que es la que se usa para el bien, mientras que la magia negra se usa para el mal. Pero ambos tipos de "magia" son inútiles. Estrictamente hablando, cualquier efecto paranormal conseguido a través de magia se logra a través de la intervención de los demonios, no como resultado de los poderes "mágicos" de una persona en particular. Incluso aunque quienes practican la magia (brujas, hechiceros, videntes, etc.) lo nieguen (o no sean conscientes de ello), lo cierto es que el diablo está detrás de todas sus obras. Y la misma magia que practican, al final les expone a influencias demoníacas, incluso a la posesión. 103. Los videntes y médiums ¿pueden ver el futuro con la intervención de los demonios? No, por 2 razones importantes: - 1º, los demonios no sabe el futuro: sólo puede deducir posibilidades; - 2º, los demonios tratan de hacernos daño, así que aunque tuviesen conocimiento del futuro, no nos lo dirían (para no

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ayudarnos). Dicho esto, como excepción pueden revelar algunas posibilidad futura concreta, para que una persona pueda hacerse adicta a consultar a un vidente o médium. Un cristiano nunca debe, por ninguna motivo, consultar a un vidente. Consultar tal persona es un pecado objetivamente grave porque, en palabras del Catecismo, "el recurso a médiums... oculta un deseo de poder sobre el tiempo, la historia, y, en última instancia, otros seres humanos... están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de amoroso temor, que debemos únicamente a Dios" (CCC 2116). Además, nunca se debe aconsejar a un poseído consultar a mediums o psíquicos. Lo que un sacerdote no puede ver con conocimiento teológico, no debe intentar reemplazarlo con la falsa ciencia de estos videntes. 104. ¿Los demonios actúan a través de horóscopos, tarot, y otras formas de ver el futuro? En principio, los demonios intervienen únicamente cuando se invocan. Las formas de adivinar el futuro como horóscopos o tarot no llaman a los "poderes ocultos" o a seres

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espirituales desconocidos; como tales, no son demoníacos. Son meramente prácticas supersticiosas. Pero quienes practican esas supersticiones se abren a la tentación de invocar a esos poderes y seres desconocidos. Si, como hemos dicho, es imposible conocer el futuro invocando a demonios, entonces es aún menos posible hacerlo con la astrología, Tarot, etc. Las personas que consultan a tales supersticiones son la prueba viviente de que ningún beneficio puede ser obtenido a través de ellos. Las únicas personas que obtienen beneficio de estos engaños son los profesionales tramposos y charlatanes que lo practican por dinero. Son expertos en medir y generalizar sus predicciones para que no traicionen su falsedad. 105. ¿Qué forma toman los demonios cuando se aparecen a la gente? Como seres puramente espirituales, los demonios no tienen una determinada forma visible. Por eso, si se ponen de manifiesto de manera visible pueden adoptar cualquier forma que deseen. Cualquier forma humana, incluso hermoso, está en su poder. Podrían aparecer como un sacerdote, conocido como confesor, o incluso como el Santo Padre.

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Por supuesto, la apariencia de un demonio es un evento extraordinario-Dios no suele permitir que se hagan visibles o aparecer en cualquier forma que elijan. Él sólo les permite aparecer en un determinado modo de hacer claro para nosotros que en realidad es un demonio que estamos viendo. Se permite a los demonios aparecen como sombras en movimiento, como seres monstruosos, o como hombres pequeños muy negros. La aparición de demonios como hombres oscuros pequeños aparece repetidamente en la literatura cristiana, comenzando con los Padres del desierto y continuando hasta los escritos de santa Teresa de Ávila y Santa Teresa de Lisieux (en uno de sus sueños). Cuando la Biblia habla de Satanás como una serpiente (Génesis 3) o un dragón (Apocalipsis 12), quiere decir que él tiene el carácter feroz, monstruoso, venenoso y astuto de estos seres. De ninguna manera el diablo se parece a un dragón o serpiente; él sigue siendo un ángel bello por naturaleza, aunque moralmente es totalmente repugnante. Él ha sufrido una deformación sólo en su persona, no en su naturaleza. Dado que estas 2 cosas son inseparables, él es 170


realmente un monstruo, un “ser deformado”, que provoca repugnancia y aversión. 106. ¿Un demonio puede provocar una falsa visión en un místico? Aunque ángeles y demonios tienen el poder de infundir visiones y locuciones en la mente humana, Dios raramente les permite hacerlo. Podemos ver que esas visiones y locuciones producirían gran confusión en las almas. Así que Dios les permite sólo en muy raras ocasiones y, cuando la persona tiene los medios para descubrir la verdad. Por supuesto, si no fuera por el Altísimo para restringir el poder de los demonios, aparecerían regularmente como ángeles o santos. Incluso ha habido casos en que un demonio ha tomado la apariencia de Nuestro Señor mismo. En el caso (excepcional) de una revelación mística a un alma, si su director espiritual duda sobre si es el demonio, hay 2 criterios que se pueden seguir: 1. Siga todas las inspiraciones que le lleven a un bien como si ellos vieniesen de Dios. 2. Obedecer a su director espiritual por encima de cualquier revelación privada. Si una visión, aparición o locución nos

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induce a hacer el bien, es decir, nos incita a obras de caridad, oración y el sacrificio, debemos seguirla como si proviene directamente de Dios. Con esta regla de conducta, todos los escrúpulos serán borrado y se evita perder el tiempo tratando de buscar el origen de las inspiraciones del alma. Ahora bien, la dirección de un confesor o director espiritual debe llevarse a cabo antes que el mensaje de una supuesta revelación privada. No importa cuán buena o noble la revelación pueda ser; toda debe estar subordinado a la obediencia a su confesor. Si la revelación viene de un demonio, una de 2 cosas ocurrirán: estará en conflicto con la dirección de su confesor, o pronto dejará de conducirle al bien y comenzará a incitarle hacia el mal. Pero si es la revelación de Dios, no habrá conflicto entre la revelación y la dirección de su director espiritual, pues la obediencia al director espiritual es obediencia a Dios. Debemos recordar siempre la máxima "obedecer siempre que no sea un pecado." Incluso los místicos no son libres de obediencia a la dirección espiritual; nunca deben confiar en su propio juicio en cuanto a la autenticidad de una visión o una 172


locución. De hecho, un místico está más sujeto a la obediencia, porque corre el riesgo de caer en el orgullo. Si no es cuidadoso, lo que sucedió al diablo puede sucederle a él: el orgullo puede corromper el don que ha recibido. Tengo un conocimiento especial de esta cuestión porque, hace muchos años, fui elegido para ser director espiritual de un alma que le fue concedida unos dones extraordinarios. No había ninguna duda de la veracidad de estos dones, pues los puse a prueba en varias ocasiones. Pero poco a poco, esta persona no comenzó a escuchar mis consejos. Él pensó que era tan avanzado en perfección que podía ser guiado directamente por el Espíritu Santo. Al ver que un terrible orgullo estaba apareciendo en el horizonte, mis consejos los convertí en órdenes. Pero esta persona optó por seguir sus propias inspiraciones más que lo que le decía. Gradualmente en los próximos años, pude ver que era cada vez más y más orgulloso. Por último, le dio un ultimátum: obedecer a mi dirección, o no sería su director espiritual. Al final, escogió su propia manera, que, según él, era la del Espíritu Santo. Un año más tarde, me enteré por amigos que había 173


caído en una vida de pecado grave y había perdido todos los dones espirituales que yo había presenciado. Esta terrible historia sirve como recordatorio de que, en el camino a la santidad, muchos optan por permanecer en la cuneta, y cuyos nombres nunca sabremos. 107. ¿Un demonio puede causar estigmas? Sí, un demonio puede causar los stigmata, que son las heridas de Cristo sufrió en su pasión y muerte. En el pasado yo no creía que fuese posible, porque he considerado los estigmas un fenómeno que indica la aprobación divina de la persona que los tiene. Otros fenómenos místicos están ocultos y son dados por el bien de la persona que los posee, mientras que los estigmas son esencialmente dados para el beneficio de los demás. Por eso son marcas externas y que son, como yo creía, un tipo de confirmación divina de la santidad de la persona. Como enseña San Pablo, "nadie me sea molesto; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús" (Gal 6:17). Si San Pablo se está refiriendo aquí a estigmas, entonces parecería corroborar la idea de que un estigmatizado tiene el favor de Dios (que 174


es la típica sensación entre la gente que conoce el fenómeno). No obstante, más tarde en mi vida me enteré de un "pseudo-mesías" que parecían tener heridas sangrantes en ciertas partes de su cuerpo. Aunque estas heridas no eran los estigmas per se, su piel todavía sangraba. Entonces, ¿qué conclusiones podemos extraer de todo esto? Quizá la gran lección que podemos aprender de esa historia anecdótica es que el mismo Dios que nos da las señales para conocer la verdad también nos ha dado la inteligencia para discernir estos signos. El Dios del intelecto se ha deleitado en darnos estos tipos de enigmas para nosotros para que los resolvamos. En cualquier caso, el origen de un caso de estigmas, como cualquier otro fenómeno místico, será deducido de los frutos que se producen en la vida de esta persona. "Por sus frutos los conoceréis" (Mt 7, 16). Los frutos del Maligno son orgullo y desobediencia, en conclusión, el pecado. Los frutos de un alma de Dios son la humildad, obediencia, y una vida de sacrificio y de virtud. Vuelvo a repetir que el hecho de que los estigmas pueden ser causados por un demonio es algo anecdótico y accidental, pero la lección que se puede

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aprender de ella es muy importante para cualquier campo eclesiástico: TODO puede ser simulado… excepto la virtud. Los signos, la razón teológica, intenciones, etc., son todos susceptibles de ser retorcidos y manipulados. La única cosa que no puede ser simulada es la virtud. 108. ¿Es el anticristo el diablo? No. Muchas personas, incluso algunos clérigos, identificar erróneamente la figura bíblica del Anticristo con el diablo. En la Biblia el Anticristo siempre es presentado como un ser humano. Apocalipsis 13:18 dice expresamente que "666" (el número del Anticristo), es el "número del hombre." Por tanto, el Anticristo no es un demonio, sino un hombre que propaga el odio, la guerra y el mal. Infames personajes históricos como Nerón, Napoleón y Hitler son especialmente tipos del Anticristo. El propio nombre de anti-Cristo también nos dice mucho acerca de esta nefasta figura. Estamos tratando con una persona que trabaja en contra de Cristo. Él está enfrentado a Cristo. Jesús Cristo difunde amor, paz y misericordia; el Anticristo difundirá odio, guerra y venganza. Uno es humilde: sirvió 176


y terminó siendo crucificado; el otro es una figura orgullosa y triunfalista. Uno tiene un padre que es Dios; el otro tiene a Satanás como padre espiritual. Ambos son "wonderworkers"; ambos tienen seguidores. Por otro lado, cientos de personas me han preguntado cuál es el significado del número 666 y a quien corresponde. Yo siempre les digo que cuando llegue el tiempo final su significado será entendido. Es un mensaje codificado para ayudarnos a reconocer al Anticristo, y hasta que llegue el momento no tiene sentido hacer especulaciones. Esta profecía es similar a las del Antiguo Testamento sobre la venida del Mesías: no eran totalmente comprensibles antes de su cumplimiento, pero su significado es perfectamente claro después de ocurridos los hechos. El número 666 es un signo de que podemos reconocer al Anticristo para que, cuando llegue, el significado de la profecía será claro. 109. ¿Qué significa cuando san Pablo dice que Cristo traerá a los demonios en su triunfal corte? [Jesús] desarmó a los principados y potestades e hizo un ejemplo público,

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de ello, triunfando sobre ellos en él. (Col 2:15). Cuando san Pablo aquí habla de "principados y poderes," se está refiriendo a los ángeles pertenecientes a esas 2 jerarquías que se rebelaron. Algunos principados y poderes angelicales se mantuvieron fieles, pero otros se convirtieron en demoniacos por su rebelión. ¿De qué serán desarmados los rebeldes? De su poder sobre la humanidad. Los demonios ejercen un poder real sobre la humanidad debido al pecado. Esta influencia se ejerce a través de la tentación, y finalmente es destruida por la cruz de Cristo. Este desarme de los principados y poderes es una liberación, al igual que del pueblo elegido por Dios desde Egipto que escapó al yugo de la esclavitud. Cuando san Pablo dice que Cristo les ha guiado en Su triunfo, se refiere a la imagen de los victoriosos generales romanos entrando en la ciudad seguido a pie por los líderes enemigos capturados. La imagen literaria transmite que hay una verdadera lucha entre el Mesías y Satanás-una lucha espiritual, sino una verdadera y auténtica lucha de todos modos. La corte triunfal de Jesús no es como las 178


de tribunales mundanos. Los espíritus no ocupan espacio ni pueden alinearse. Más bien la exhibición pública de la que habla san Pablo es la exposición ante todos los ángeles y bienaventurados de cada una de las victorias que Jesús logró en sus batallas contra los espíritus del mal. 110. ¿Cómo puedo saber si un pensamiento particular o deseo viene del diablo? Como San Juan en su primera carta nos dice: "No creáis á todo espíritu, sino ponedlos a prueba para ver si son de Dios; porque muchos falsos profetas hay en el mundo" (1 Jn 4, 1). San Ignacio de Loyola, en sus profundos “Ejercicios espirituales”, ofrece varias reglas para el discernimiento de espíritus. Estas reglas sirven para iluminar la manera en que un demonio tentador actúa cuando un alma, y la comprensión de esas normas nos puede ayudar a discernir si un particular deseo es del Maligno. - En su primera regla, San Ignacio señala que en las personas que van de pecado mortal en pecado mortal, el diablo 179


comúnmente les propone placeres aparentes, buscando mantener atados en delicias y placeres sensuales, de modo que puedan crecer en sus pecados y vicios. - La 2ª regla se refiere a personas que están pasando sobre una intensa purificación de sus pecados y vicios a fin de que puedan servir a Dios más fielmente. He aquí, el diablo, -a diferencia de la primera regla- trata de entristecer y frustrar sus progresos poniendo obstáculos e inquietarlo con falsos temores, a fin de que puedan renunciar a la práctica de la virtud. - En su 12º Regla, San Ignacio compara el diablo con un comandante de un ejército empeñado en conquistar, examinando las fortalezas y debilidades del enemigo, y atacándolas en el punto débil. Como enemigo de la naturaleza humana, el diablo mira nuestras virtudes y nos ataca en la zona donde estamos más débiles y más criticas para nuestra salvación eterna. Por lo tanto, si comprendemos y aplicamos estas reglas a un pensamiento o deseo particular, podemos discernir más fácilmente si una determinada inspiración es del Maligno. 180


Acerca del autor

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El padre José Antonio Fortea es sacerdote de la diócesis de Alcalá de Henares (Madrid) y experto en el campo de la demonología. Aprobado exorcista de su diócesis, ha realizado numerosos exorcismos y conferencias sobre este tema en todo el mundo. En 1998 defendió con éxito su tesis de licenciatura en teología, titulada "El exorcismo en la época actual", bajo la dirección del secretario de la Comisión para la Doctrina de la fe de la Conferencia Episcopal Española.

Traducido de la edición en inglés por cao

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