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Hola al PRIMOR? Quién gana y quién pierde con el probable adiós de la alianza opositora

En esta edición de Campaigns & Elections ofrecemos un análisis de los efectos de la ruptura de la alianza, al menos la legislativa, entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN). Para tal propósito cuatro destacados profesionales de la investigación demoscópica en México nos hablan de los pros, los contras y los números que todo esto acarreará con miras a las elecciones de 2023 y 2024: Luis Arias, Dirk Zavala, Mario Garza y Carlo Varela.

Para Mario Garza, CEO de Demoscopía Digital, en los cuatro años del actual gobierno, Morena se ha mantenido con fortaleza propia principalmente por el presidente y su gobierno: “la Cuarta Transformación es fuerte en sí misma y los escándalos que le ha vertido la oposición no han provocado descalabros de importancia en la percepción. Difícilmente el acercamiento del PRI a apoyar a Morena en el poder legislativo puede afectar su verdadera fuerza, que radica en el presidente y el poder ejecutivo”. En todo caso el afectado es el PRI, porque en casos como Coahuila, donde es un partido aún competitivo, puede provocar descalabros y desbandada de militantes y simpatizantes”.

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Para Morena no hay afectación pues ya probó que puede sentarse a la mesa con Dios y con el diablo y no sufrir estragos en su imagen, ello porque su imagen se desprende de la popularidad presidencial y no de la fuerza misma del partido, apuntó.

En ese mismo sentido opina Luis Arias, director general de Arias Consultores, quien ve mucho más probable la alianza PRI-Morena por las “tremendas” similitudes en las políticas públicas: son altamente asistencialistas, están hablándole a un sector popular, a los sectores más vulnerables. Es exactamente la misma política, sólo que Morena tiene un poco de matices de izquierda”.

De consumarse esta alianza, prosiguió el analista, la narrativa del presidente sería suficiente para que el PRI lograra incorporarse a Morena, sin un grave costo político. “Estamos hablando de la capacidad del presidente de darles el perdón. Tenemos un presidente que está firme en su política de seguridad, completamente opuesta a lo que había dicho en décadas, que es “abrazos y no balazos”, que es otorgarles el perdón a los delincuentes. Bajo ese mismo ángulo, pacifista, si él emprende una narrativa de celebrar que el PRI está del lado correcto de la historia, está empezando a configurar y cimentar esa alianza, inclusive oficial, entre el PRI y Morena. Para detener al PRIMOR, considera Arias, los numero tendría que ser muy adversos para que el presidente se niegue.

A su vez, el CEO de Varela y Asociados, Carlo Varela, recordó que el próximo año se elegirán cuatro conejeros electorales que, con una alianza PRI-Morena, podría llevar a cuatro perfiles totalmente Morenistas. Es decir, coincide en que el partido oficial no tiene mucho que perder, pues este binomio resulta lógico, pues ambos partidos tienen una postura ideológica de centro, estatista y nacionalista. Lo que pasó en 30 años es que pasaron de ser un PRI hegemónico a un Morena hegemónico con un pluralismo que el PRD intentó hacer, básicamente con mucho de los mismos personajes”.

Con la llegada del PRI, además de facilitarle a Morena las reformas constitucionales que necesita, considera Varela, podrían ganar en otros dos estados (el Estado de México y Coahuila, donde habrá elecciones el próximo año), Morena no sacrifica mucho, sino más bien el PRI y Alito Moreno.

¿Adiós a la gran alianza opositora?

La posible consolidación de la alianza que se ha popularizado como PRIMOR pone aún más en tela de juicio la gran coalición opositora integrada por el PRI, PAN y PRD, que en la opinión de Mario Garza siempre ha estado lejos: es muy difícil de concretar, porque en cada uno de los partidos, fundamentalmente en el PRI y PAN, hay actores que no están dispuestos a ceder su beneficio personal por el bien de la coalición. “Veo que en los hechos sea casi imposible de concretarse porque, aun y cuando en el papel se firmara la coalición, el liderazgo de los presidentes de los partidos no alcanza para aglutinar a sus militantes”.

Para Luis Arias, en definitiva, la alianza opositora no va a fraguarse de la manera con la que tenían pensado. Aunque recalcó que no existe prueba de ello, hay elementos para creer que el presidente del PRI cedió a la presión del gobierno, sobre todo por su cambio de actuar, que pasó de ser un férreo opositor a un diligente que aceptó la iniciativa presidencial en cuestión, tras los audios que la gobernadora de Campeche Layda Sansore exhibió.

“Después de los audios hay un punto de acuerdo del PRI con respecto a la Guardia Nacional, dejan de haber estos audios, deja de haber esta pelea, esta lucha de percepción entre Layda Sansores y Alejandro Moreno, y luego vienen los puntos de acuerdo en una iniciativa presentada por el propio PRI, iniciativa que se presentó por la diputada Yolanda, que después de ser señalada como improcedente en el senado, pidió licencia de manera indefinida para ser ahora ministra en Durango”, recordó.

Y es que como es bien sabido, “en política no hay casualidades”. Para Arias todo se trata de plan perfectamente bien elaborado.

La población se empieza a cuestionar si PRI es más Morena que partidos de oposición. La realidad es que Morena es más priista que cualquier otro partido político. Tan siquiera todos los huestes de Morena, todas las facciones son mayormente conformadas por ex priistas. Una gran cantidad de gobernadores, desde las 15 gubernaturas de 2021 y estas últimas 6 eran priistas; personas de verdadera izquierda que hayan brincado a Morena eran muy pocas”.

Carlo Varela considera que para Morena aliarse con el PRI significa un ganar-ganar. Si en 2024 sucede la alianza, el PRI terminaría siendo como el PVEM y el PT, que prácticamente no han tenido ningún impacto en Morena. El dilema no es para Morena, es para el PRI.

Si la iniciativa sobre extensión del tiempo de los militares en las tareas de seguridad pública pasa con los votos de los priistas a favor, continuó Varela, se rompe la alianza con el PAN y el PRD. Si votan en contra, estos partidos podrían salvar la idea de la alianza para evitar el avance de Morena. “Creo que se va a romper y que a Alito le interesa salvar más su pellejo y esto va a desencadenar una desaparición a largo plazo”, comentó.

Mario Garza difiere un poco, al considerar que con el actual dirigente priista y su pasado controvertido la alianza PRI-Morena no se ve tan factible. Lo que se puede concretar es una alianza de facto en donde los grupos que controlan a ese partido se sumen a Morena en la operación político-electoral. “Morena no necesita cargar con el desprestigio del PRI, en su caso necesita que sus legisladores y grupos de influencia, decidan apoyar a Morena sin abandonar abiertamente a su partido. Le beneficia más a Morena que se simule el apoyo de un partido abiertamente opositor como el PRI que sumarlo como uno de sus aliados”.

Para Dirk Zavala, director del area de investigacion de Consultores y Marketing Político, es prematuro estimar las futuras alianzas. “No tenemos una bolita de cristal, pero sin duda no veremos las alianzas que construyan un mejor país. Se logrará aquella que maximice la rentabilidad para las fuerzas políticas. Aunque vemos mal que se junten grupos de espectros ideológicos distintos, las negociaciones se dan con la gente que no estás de acuerdo”, fincó el especialista.

El futuro del PRI en sus dos últimos bastiones: EDOMEX y Coahuila

En el actual contexto nacional todo puede suceder, afirmó Mario Garza, “podríamos ver alianzas entre todos los opositores, incluyendo a MC o ver cómo se pelea la oposición por alcanzar victorias pírricas donde todos pierden y allanan el camino del triunfo para Morena. Pero igual podemos ver al PRI e incluso el PRD de algunas entidades acercarse a Morena. Entendiendo que más que las siglas serían sus representantes quienes se sumen al proyecto de la 4T.

Según las encuestas, continuó Gara, en este momento no se puede asegurar nada para nadie. “Ambos bastiones son lo que queda al PRI de orgullo e identidad partidista. Si quiere sobrevivir como partido, el futuro pasa por esas dos entidades.

EDOMEX es la joya de la corona del priismo nacional y Coahuila el emblema electoral, sus derrotas impactarían más en la moral del priismo que en los números electorales”.

Luis Arias considera que, según los números, para EDOMEX y Coahuila no se ven escenarios estilo Hidalgo, Quintana Roo u Oaxaca, donde Morena ganó en automático. En estos dos casos es complicado, porque estos dos estados tienen dos particularidades: son estados de donde emanan los operadores políticos. En Coahuila Humberto Moreira, Rubén Moreira y Miguel Riquelme llevan la escuela del priismo en estructuras de movilización, al punto de exportar operadores políticos; y en el EDOMEX, que es sumamente grande y tiene el 18 por ciento de la población votante, con un 80 por ciento de homogeneidad en su población, también requiere de estructuras de movilización y operación política por la relación densidad de población y extensión territorial.

Carlo Varela considera que, si no fuera aliado, sólo mantendría Coahuila.

Con alianza, hay muchas posibilidades de ganar el Estado de México. El escenario del PRI era mantener la alianza y con ello su presencia en las cámaras. Con esto, se cae en la indefinición. Lo raro es que muchos gobernadores hayan seguido a Alito y veo que la única forma que el PRI se mantenga dentro de la alianza sería corriéndolo”.

Consideró que por tal motivo a nivel local pareciera que quieren salvar la alianza PANPRI-PRD porque hay elecciones en dos estados y sin ésta no ganan, en Coahuila tal vez el PRI sí, pero con dificultades. Hay posibilidades de que a nivel estatal traten de salvar esa alianza.

De manera coincidente Dirk Zavala expresó: “el PRI perderá fuerza sin duda. Yo creo que el PRI solo no tiene manera de ganar sus elecciones. Al menos no las gubernaturas. Notoriamente Acción Nacional es una fuerza política muy relevante en EDOMEX y llevar una elección de tercios a quien convendría es a Morena. El PRI debería tener incentivos altos en crear coaliciones porque no le alcanza. La aritmética electoral no le alcanzaría.

Sin embargo, recordó que los partidos políticos no son homogéneos y la disciplina partidista no es la que podrías exigirle a un miembro del parlamento en Reino Unido y esto se ve en cómo votó el PRI en Cámara de Diputados y en el Senado. “Al interior de los partidos hay diferentes grupos. Al PRD se le quiso satanizar por estar sectorizado, pero en realidad eso pasa en todos. Al menos en EDOMEX, a nivel local han logrado mantener la idea de la alianza. Hay acuerdo entre los actores locales para ello. De Coahuila no he leído mayor cosa. La agenda local es diferente de la agenda nacional. Al gobernador le interesa tener a sus aliados en el poder y eso puede o no coincidir con las necesidades de la dirección nacional del partido”.

¿Qué pasaría con la oposición fracturada?

Para Mario Garza es claro: pierden el PRI, PAN, PRD, MC, pierden todos quienes difieran del modo de gobernar de la 4T. “El país está claramente dividido entre los afines a la 4T y quienes discrepan. La división es notoria y equitativa, las encuestas reflejan que actualmente toda la oposición suma preferencias suficientes para dar confrontación electoral al proyecto presidencial; con uno o dos de los grupos antagónicos a la 4T que se separe y será difícil que la oposición sea competitiva y electoralmente rentable”.

En este momento, consideró Garza, sin el PRI, ni toda la oposición unida sería rival para el proyecto de la 4T, así que pierden no sólo el PAN, sino el proyecto opositor al presidente y su partido.

De ir solo, coincidió al respecto Luis Arias, el PAN tendría un escenario muy complicado: el presidente tiene una fuerza política, de liderazgo y de percepción sumamente altos. No estamos hablando de calidad, sino de fuerza. Su narrativa, impulso, conversación, cuestionamientos y juicios siempre tienen mucho ruido. Si en el 2024 se confrontan el PAN, MC y el PRI, todos por separado, contra el candidato que fuera hacer Morena pierde en automático.

Recordó que han realizado una encuesta presidencial cada mes y la fuerza de cualquier candidato de Morena oscila entre 40 y 45 por ciento. Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard son quienes están liderando las encuestas. Adán Augusto López no, pero ponerlo a él como candidato oficial es igual de competitivo.

No hay un solo número que diga la oposición separada puede ganarle a Morena, continuó. Toda la atención está sobre quién será el candidato de Morena. Hoy por hoy es el trámite para ser el siguiente presidente de México. Quien sea el candidato de Morena en automático va a ganar, porque toda la oposición está sumamente dividida, son demasiadas voces con demasiadas y muy diversas ideologías.

El PAN, el PRD y MC en el corto plazo pierden, afirmó Carlo Valera. Sin embargo, con una visión de largo aliento estos partidos consolidarían una identidad de oposición, mientras que el PRI quedaría engullido dentro de Morena en unos años.

“Creía que era muy estratégico que el PRI estuviera en la alianza opositora con el PAN y el PRD. En 2021 y 2022 logró mantener el mismo porcentaje de votación, aunque ya no le dio el triunfo de gobernador. Mantiene, según las encuestas, un porcentaje de 18 puntos, lo cual, con un buen candidato, tendrían un buen grupo parlamentario, aunque hayan perdido a sus gobernadores”, agregó.

Dirk Zavala fue más allá al sugerir que el gran perdedor es Acción Nacional: es el partido que más se ha desdibujado, a pesar de sus resultados electorales. El PRD notoriamente entró a un gran problema cuando una base muy importante de su estructura cambió de partido y se fue a Morena, cosa que no le pasó al PAN, el cual se desdibujó. Me parece que no hay liderazgos suficientemente arraigados al partido, hay conflictos con la diligencia nacional”. A pesar de haber obtenido un buen resultado electoral en las intermedias, es un partido que hoy parece que no pinta. De repente veía que el rompimiento de la alianza podría ser, aunque no fue, este momento de relanzamiento del partido, porque PAN ha sido el gran opositor en el sistema electoral mexicano”.

El PRI, el partido de las dos tortas

No se puede advertir el futuro, enfatizó Mario Garza, ya que desde el año 2000 se pensó era el fin del PRI, luego en 2006 vuelve a tener descalabros, pero en 2012 recupera la presidencia y muchas posiciones en los estados y el poder legislativo. “En el presente el PRI se percibe en declive, salvo entidades como Nuevo León, Coahuila y alguna otra, en el resto del país no se le ve futuro, por un lado, la decepción de la ciudadanía y por otro las traiciones de los priistas encumbrados”.

Si el PRI decide ir solo, para Luis Arias tendría el mismo destino del PRD: mantener el registro a toda costa. Con él coincide Varela: “sin la alianza con el PAN y el PRD, está condenado a la perredización, es decir, que en el 2024 si va de manera independiente obtenga un 12 por ciento, en 2027 un 8 por ciento y en 2030 obtenga un 4 o 5 por ciento. El PRI no tiene capacidad de ganar, sólo Coahuila, entonces necesita del PAN y el PRD para representar una verdadera competencia”.

Adán Augusto ¿el gran interlocutor?

Adán Augusto es la persona confiable del presidente, afirmó Luis Arias, “porque es candidato presidencial, fue gobernador de Tabasco y el presidente le dio esta encomienda a su mejor amigo, a su persona de confianza, a su candidato, ahora secretario de Gobernación”.

Consideró que con su actuación al cabildear la Ley sobre la Guardia Nacional la acaba de dar una gran cantidad de puntos que vienen dejando a un lado a Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, dos aspirantes que estaban anunciados desde 2019 y se empezaron a fortalecer.

“Adán Augusto, en un año o menos, fue secretario de Gobernación y candidato presidencial con posibilidades reales de ganar la presidencia de la República; -AMLO- puso a Adán Augusto por leal y porque si los otros dos no se alinean, voy a poner a quien yo quiero y va a ganar. Esto le pavimenta el terreno a Adán Augusto porque con una oposición fracturada será mucho más sencillo.

Mario Garza ocnsidera que al secretario se le ha visto conciliador, como un hombre que sabe tejer fino los acuerdos, sale fortalecido y crece en el espectro nacional. No hay duda que se ha convertido en el factor de negociación que debe ser un titular de Segob y que su figura ha crecido en los meses recientes.

Por su parte, Varela opinó que a Adán Augusto le tocó quedar bien con el presidente y trató de convencer a cualquier costo a los priistas, panistas y perredistas para que voten esta reforma. “No le importa su carrera y prestigio, sino sacar la iniciativa para quedar bien con López Obrador. Si lo logra, obviamente subirán bonos, el presidente quedaría muy contento y le permitirá seguir haciendo campaña y ser corcholata. Creo que es el primer lugar o quien le está haciendo el contrapeso a Ebrard, dejando a Sheinbaum libre. Si no la consigue, le irá mal, porque se desgastó, amedrentó y al final no cumplió la tarea. Tiene la zanahoria y el garrote para lograrlo”.

Dirk Zavala invitó a poner esta actuación en perspectiva:

En términos insitucionales a él no le toca la negociación electoral. Le toca la negociación institucional entre actores de partidos políticos, incluyendo el propio Morena, con el gobierno federal. Las intervenciones o no que esté haciendo en los procesos pues es un poco más allá del cargo o del perfil descrito en el sistema legal. Si te fijas vivimos en un mundo muy curioso donde todos los análisis están en la coyuntura”.

Continuó: “Si un día le va bien, entonces palmas, si un día le va mal, es el peor secretario. Nos hace falta pensar despacio, es decir, no tanto en nuestras intuiciones y reacciones inmediatas, sino pensar, por ejemplo, en cual es el encargo que le hizo el presidente. En el fondo no lo sabemos. Cuál va a ser su papel o cómo lo evaluaremos, pues dependerá de quién la haga. El presidente tendrá su evaluación, el partido, los otros candidatos del mismo partido, la oposición y la ciudadanía”.

“Llamo a tener un análisis más concienzudo, más profundo, sobre él y su desempeño. Veo análisis muy coyunturales y superficiales sin acabar de entender que estamos en un sistema y solemos olvidar las interrelaciones que hay en el sistema y eso produce visiones muy alarmistas o de gran evaluación, para el caso de la gente que simpatiza con el gobierno.

¿Cómo va la cosa rumbo a 2024?

Sobre las corcholatas y la selección del candidato presidencial de Morena, Mario Garza creer que es la fuerza del presidente lo que que mueve a la 4T y la candidata o candidato que mejor se apropie de la popularidad e imagen del presidente, esa o ese será quien enarbole la candidatura presidencial.

“En este momento la gobernadora Claudia Sheinbaum es quien se perfila con la mayor popularidad, se nota que cambió su estrategia comunicativa y se ha fortalecido con dos acciones: por un lado, sumarse a la línea presidencial acercándose al discurso de Palacio Nacional y por el otro, estableciendo acciones que le acercan al voto simpatizante de Morena. El mensaje de los conciertos en el zócalo y que fueron elogiados por el presidente no son casualidad, hablan de mensajes cifrados que dirían los políticos, mensajes sólo para iniciados”.

Dirk Zavala recordó como históricamente hemos visto que la alternancia ha sido un mecanismo de castigo por malas gestiones. “Los municipios que Morena ha gobernado, después del primer trienio, los ha perdido. La gente vota por alguien distinto al que está gobernando. En principio, hay una tendencia muy fuerte del voto por el cambio. Tenemos que ver qué tan bien llegará el PRI y sus estructuras históricos a estas elecciones y qué tanto puedan convencer al electorado sobre la idea de continuidad, así como qué tan bien articulado será el discurso de cambio de otros partidos. La verdad es que son escenarios muy prematuros. Todavía no hay candidatos definidos. Al día de hoy yo veo a un PRI muy golpeado y habrá que ver qué tanto logra estructurar a sus bases en estas entidades.

Definitivamente el PRI se irá al lado de quien le garantice las condiciones correctas para perdurar en lo poco que le queda a su partido, fincó Luis Arias. Cosa que no le puede garantizar ni el PAN, ni MC, menos el PRD, porque no tiene posiciones.

Lo que el PRI hace al defender a Alito es defender la impunidad y eso les causa un descrédito en su imagen, agregó a su vez Varela. “Hubiera sido mejor que defendieran a la oposición. Creo que la estrategia de aprobarla militarización del país es mala y tendrá un costo alto que la gente va a castigar”. C&E