organigrama. El electorado debe ser tratado como gente y no como estadística, necesita oír de otros ciudadanos la historia de vida del candidato, conocerlo, enamorarse de él y volver a confiar. El “boca a boca” de la publicidad aplicado a la política. Para lograrlo los mercadólogos políticos contamos con varias herramientas medibles, una de ellas el Microtargeting. Mismo que permite ubicar a los ciudadanos de manera individual y no de forma masiva, hablar su idioma; sí, el de cada colonia o distrito en donde las necesidades son tan variadas se tiene que tener la sensibilidad política, para escuchar, y elaborar mensajes en lo particular, para que sean efectivos. Entonces, ¿Cómo ganar una elección sin que nadie se entere? Necesitamos un ejército de personas capacitadas y convencidas que actúen como portavoces de la campaña y penetren hasta el más pequeño rincón de nuestro territorio electoral, de manera que el candidato se convierta en una persona conocida y reconocida por los ciudadanos, pero además, que genere confianza y credibilidad. Por lo tanto una campaña es una estrategia muy inteligente, muy planeada, organizada y administrada, para que desde el cuarto de guerra hasta el campo de batalla o el territorio se pueda responder todo lo que implican los tiempos de campaña y de elección del DIA D. SIN QUE NUESTRO ADVERSARIO SIQUIERA LO PERCIBA. Es por esto que la metodología de arrastre territorial, ha probado y comprobado su efectividad en varias campañas. A manera de anécdota, les comento a nuestro equipo de promotores que somos como la humedad, de las casas , una vez que entramos ya nadie puede sacar a nuestro candidato. Aun cuando para ganar una elección, no existe una receta como tal, la mezcla de: Humanismo, metodología, habilidades, capacidades, estrategas, experiencia política dan como resultado un abanderamiento ciudadano, a favor del candidato, con el efecto multiplicador, que se espera en las urnas . Todo esto sin que nadie se entere hasta EL DIA D.
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Febrero 2015
Necesitamos un ejército de personas capacitadas y convencidas que actúen como portavoces de la campaña y penetren hasta el más pequeño rincón de nuestro territorio electoral, de manera que el candidato se convierta en una persona conocida y reconocida por los ciudadanos