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JUDO PARA LA VIDA PROF. Marcelo Ehrlich
JUDO PARA LA VIDA
Prof. Marcelo Ehrlich
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Hola amigos lectores de la revista de Artes Marciales “El Camino”. En esta nueva entrega, continuamos un poco más con el tema de la “Técnica favorita o técnica especial”, o la que me sale mejor, la que me da más resultado, la que es más difícil de anular a mis rivales, aún sabiendo que es la que casi siempre hago. Y ya hablamos de lo que cuesta el entrenamiento para “esa” técnica, como para cualquier otra, para que salga perfecta, contundente y que no la puedan bloquear, esquivar o contragolpear. Nunca nos pusimos a pensar, en los miles de repeticiones que hemos hecho a través de los años de entrenamiento, buscando la mejora contínua, aplicando la teoría del movimiento, el estudio de la física aplicada, el manejo de la energía. Hoy con métodos de entrenamiento científicos y específicos para lo que buscamos, con Profesores y Entrenadores especializados, que potencian nuestro Judo competitivo, a niveles cada vez más altos. Siempre digo que seguramente, ningún gran campeón de hace treinta/cuarenta años, podría ganar a uno de los actuales, todo va cambiando y no se puede estar haciendo lo mismo que en esa época. Hoy se corre más rápido, se salta más lejos, más alto, se nada más rápido, se levanta más peso, se lanza la jabalina, el disco, la bala, más lejos que antes. El estudio científico aplicado a cada actividad permite batir los records, y también el aporte invalorable de la medicina deportiva, la nutrición, la psicología, la sociología, hace gente más cuidada y mejor preparada. Los materiales deportivos cada vez más amigables y específicos, los lugares de entrenamiento bien organizados, higiénicos, y adaptados a cada actividad, contribuyen también a ese cambio notable en todo. Cuando hablamos de las repeticiones técnicas de cualquier lanzamiento completo (Kuzushitsukuri-kake/ Desequilibrio-entrada-caída), que realizo para fijar toda la técnica completa y que salga ya como un reflejo, como un hábito motor, cuento con un compañero que sufre la acción (Uke), un sparring necesario para tal situación. Y si el Uke debe caer muchísimas veces, para que Yo, realice cada vez mejor mi movimiento, debe caer en una superficie que no atente a su integridad física. Hoy contamos con Tatamis (Colchonetas sintéticas) diseñadas específicamente para tal fin, con medidas estandarizadas para armarlas en cualquier lugar (1m x 2m), higiénicas, fácil de limpiar y mantener, con diferentes densidades para la actividad (para entrenamiento o para competición), con el rozamiento que debe tener, ni áspera ni que uno se resbale en ella), y en la parte que va apoyada en el suelo, con goma antideslizante, para que no se muevan. En 1999 llegó la primera área de competición sintética para la Federación Uruguaya de Judo, para Academia Bushido y para mí. Imagínense que antes competíamos en tatamis de paja de arroz cubierto con lona áspera (0.80m x 1.90m), que traíamos de Brasil. No eran higiénicas, se desplazaban continuamente, con lo que teníamos que estar apretándolas unas contra otra continuamente y cuidado de no meter un pie justo en esa separación, o caer con una rodilla, un codo o la cabeza, justo cuando se abría el tatami! En los Dojos, si teníamos de ese material, siempre tenían un marco de madera sujetándolas.


Después de tantas caídas o trabajo específico, empezaban a desgranarse y quedar flaquitas y ya era como caer en el piso. De niño, cuando comencé Judo en la Asociación Cristiana de Jóvenes, hacíamos sobre una colchoneta gigante para gimnasia, que se enrollaba cuando finalizaba la clase. Cuando de joven pase a entrenar Judo en el Club L’avenir, el tatami era de aserrín (madera picada), cubierto por una lona áspera y sujeta a un marco de madera, fijado al suelo, ni quieran saber, lo que era caer ahí! A los años se cambió por los tatamis de paja de arroz. Y ya de Profesor en el Club Neptuno, teníamos los tatamis de paja, que luego cambiamos por un Tatami fijo de viruta de goma (neumáticos picados de autos) con lona sintética encima, atada a un marco de madera, fijado al suelo. Esta pequeña reseña histórica, es para que Uds. piensen en las condiciones en que se entrenaba en esa época y sientan lo que debía pensar el Uke, cuando le tocaba caer, caer y caer, para que a mí me saliera la técnica bien! No se podía tirar tantas veces como se necesitaba, ya que nos quedábamos sin Ukes! Por mejor amigo que fuera, llegaba un momento que había que cambiar de ejercicio. Aparte como es como un juego de roles, luego él sería el que tirara y Yo debía caer sin quejarme. Ni que hablar de la intensidad aportada al lanzamiento, o caer sobre él! Hoy también tenemos colchonetas especiales de alto impacto, que se ponen sobre el tatami y permiten realizar los lanzamientos con toda la potencia, sin lesionar al que cae. Cuando ya identifiqué una o varias de mis técnicas favoritas, que me acompañarán mucho tiempo, debo ser capáz de realizarla contra muchos rivales diferentes en tamaño, peso y experiencia. Adaptar ligeras variaciones de acuerdo a la altura, peso, movilidad del contrincante, su personalidad y actitud. No es lo mismo cuando sé que mi adversario, es tranquilo, nervioso, agresivo, cerebral, contragolpeador, etc. Y por eso es tan importante, tener también el estudio de las diferentes formas de agarre (Como llegar a él, como anular y romper el agarre del otro), las técnicas de combinaciones lógicas, para hacer antes que mi favorita, o después de la misma. También los encadenamientos lógicos, las esquivas, los afrontamientos, los desplazamientos, los contragolpes. Y si seguimos en la parte deportiva, debemos conocer absolutamente el Reglamento de competición vigente, para saber lo que puedo hacer y lo que no debo hacer, inclusive tratar de inducir a cometer faltas penalizables, que me puedan llevar a la victoria deportiva. Si mi especialidad es el contragolpe (Kaeshi waza), debo visualizar claramente, sentir o intuir, el ataque del contrario y responder antes que su movimiento lo haga inevitable. Si me adelanto en mi contraataque, él puede cambiar su técnica, si me retraso, ya será tarde y dará mi cuerpo contra el suelo. Debe ser en el momento Justo, ni antes, ni después. La direccionalidad del contragolpe, está dada, no por la teoría (que ya la tengo estudiada), sino por la situación del momento. Cuando entra su técnica hacia adelante, hacia atrás, hacia los laterales, hacia las esquinas, empujando, trayendo, engañando, con mucho o poco desequilibrio. Y es toda una ciencia, ser efectivo en esta forma de combatir. Cuando estoy en la parte de Judo suelo, tengo también mis técnicas favoritas, pero no debo desperdiciar oportunidades para realizar cualquier tipo de ataque. Estamos combatiendo en suelo y si veo la oportunidad de luxar (Kansetsu waza) o estrangular (Shime waza), aunque no sean mis mejores técnicas y yo me especializo en inmovilizaciones (Osaekomi waza), no debo desaprovechar esa ocasión, a la espera de otra mejor! 9



En combate de pie como de suelo: A) Puedo aprovechar la oportunidad (por ejemplo cuando viene hacia mi, o me empuja, o me jala hacia él, o me golpea y contestar con técnicas hacia adelante o hacia atrás de él), en la lucha por el agarre, cuando intenta agarrarme, lo tomo yo primero. En suelo mover todo mi cuerpo, viendo sus movimientos y aprovechando todos los objetivos. B) Puedo generar la oportunidad (Por ejemplo, empujándolo para que como respuesta él trate de empujarme a mí, o agarrarlo y jalarlo hacia mí, para que él se oponga a esa intención y trate de llevarme hacia él, y entrar mis técnicas de ataque), en la lucha por el agarre, dejar desprotegida una zona de mi cuerpo o judogi, para que el agarre y yo pueda agarrarle, ya que el impedía mi toma. En suelo, dejar mi cuello desprotegido para que trate de buscar una estrangulación, y cuando estira su brazo, regalarle una luxación, etc, etc. Otras veces, para realizar mi técnica favorita (Como nombramos en la primera parte de la nota del mes pasado, O SOTO GARI –solo por nombrar una-), no consigo el agarre fundamental o lógico sobre mi adversario, entonces debo haber estudiado y practicado mi técnica, no solo agarrando solapa y manga, debo ser capáz de realizarla con agarre a las dos mangas, a las dos solapas, con un brazo rodeando su cabeza, con un brazo rodeando su cintura, mis dos manos agarrando un brazo de él, o su cuello o empujando, etc, etc. Amplio, muy amplio el trabajo a realizar. Porque también es cuando avanza, retrocede, gira, se desplaza lateralmente… Y cuando ya dominamos bastante la técnica, nos sacamos la casaca del Judogi (el uniforme para Judo), para que no tengamos posibilidad de agarrar ropa (a lo que nos hemos habituado). O nos vendamos los ojos para no ver y confiar en nuestros movimientos y sensaciones. O metemos uno de nuestros brazos dentro del cinturón, para hacer todo con un solo brazo. O tratamos de golpearnos para tener la oportunidad de bloquear y/o redirigir el golpe, aprovechando ese momento para realizar la técnica. O golpeamos como distracción para llegar al cuerpo a cuerpo y realizar la técnica. O tiramos con la técnica y seguimos con golpes (Atemis) cuando cae. O tiramos y cuando cae, luxamos y/o estrangulamos. Por supuesto, cada uno va eligiendo su Camino, no es igual el entrenamiento de un Deportista de alto rendimiento (en Judo o cualquier otro deporte), que el entrenamiento para Judo Tradicional, defensa personal, cuerpos de seguridad, fuerzas militares, etc. La base técnica fundamental y la teoría son similares, pero los objetivos son diferentes. Los competidores de Judo de alto nivel, pasan sus mejores años (de máximo rendimiento), entrenando para competir en óptimas condiciones técnicas, físicas y mentales, tratando de conseguir los trofeos más importantes en su carrera, antes que esta finalice. Los que practicamos “Judo para la vida”, defensa personal y cuerpos de seguridad, tenemos otros objetivos, adaptando el Judo perfectamente, a esas necesidades. Temas estos, a desarrollar en la próxima nota. Nos vemos en el Dojo, y en el Camino! Prof. Marcelo Ehrlich.



