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SANCHIN SHIME SENSEI Cecilia Salbuchi

SANCHIN SHIME

Sensei Cecilia Salbuchi

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Sanchin Shime “Todo está en Sanchin”, se escucha en cada dojo de Uechi Ryu del mundo. Son las palabras que dijera Kanei Uechi sobre la forma que da basamento a nuestro estilo. Sanchin (lit. tres conflictos) está destinada a unir la mente, el cuerpo y el espíritu del practicante. Cuando esta unión se da, el practicante se torna inamovible, infalible, inquebrantable. La forma, si se dedican a observarla, es muy simple. Carece de movimientos complejos, patadas o elementos vistosos. Consiste en una única posición (sanchin dachi), pasos cortos y tres tipos de golpes: estocada simple con los dedos (sanchin nukite), estocada doble (Morote sanchin nukite) y golpes con los nudillos del pulgar (Morote boshiken, luego de wauke). ¡Para ser la primera forma del estilo no tiene nada de simple! No se estila practicar Bunkai (análisis) de esta forma. Que lo tiene, lo tiene… pero no es lo que nos mueve a practicarla. Si estudiamos Sanchin como corresponde, comprendiendo sus principios, tenemos elementos de sobra para practicar el bunkai de Sanchin mientras analizamos todas las demás formas del estilo. Es decir, Sanchin está en todo Uechi Ryu. Lo que practicamos es Sanchin Shime o Sanchin Kitae. Vamos a referirnos al término Shime que explica con mas precisión lo que buscamos. Shime viene de Shimeru 閉める, que significa “Cerrar”. Según nos llega por Sensei Ramón Fernandez Cid, Shime Hōhō 閉め 方法 significa “Método de Cierre”, y es la denominación que se utiliza para comprobar la correcta ejecución de Sanchin en Uechi Ryu y Goju Ryu, así como de su “primo” Naihanchi (de Shorin Ryu). Mucho se debate sobre el modo correcto de corregir o apoyar al crecimiento del alumno mediante Sanchin Shime. El ejercicio no consiste en meramente aporrear al practicante mientras ejecuta la kata, eso es algo que, llegado al caso, sólo se hace en exhibiciones para impresionar a los espectadores. La base del ejercicio consiste en golpes, toques, presión y empujones a quién ejecuta en diferentes momentos. Hay diferentes metodologías. He visto maestros que tienen un patrón fijo establecido con gran cantidad de golpes, por un lado. Y por el otro, maestros que golpean o tocan muy poco, pero de forma totalmente aleatoria. Ambos métodos apuntan a lo mismo desde ángulos diferentes. Lo principal es comprender lo que se busca mediante Sanchin. La unión del practicante. Su intención, tensión física, respiración y técnica deben ir tras un único objetivo: el enraizamiento. Desde allí, todos sus golpes serán letales y sus bloqueos alcanzarán el máximo potencial. Todo el ser unido en una dirección, y contando la fuerza de la tierra. En el Shime comprobamos la correcta posición de la cabeza, hombros y cadera (alineación de la columna); correcta tensión de cuello, trapecio y dorsal; seguido por rápidos empujones y toques en cintura, cadera y muslos; para terminar con golpes o presiones a la parte inferior de las piernas. La cadera debe pendular hacia adelante, y los hombros deben compensar esto para que la columna quede derecha. En una segunda revisión, quizás dejando que el practicante ejecute un golpe y se vuelva a asentar, comprobamos el kamae (se golpean o empujan los brazos en diferentes direcciones), golpeamos el pecho y abdomen. Volvemos a constatar que mantenga un correcto equilibrio en su columna vertebral. En esta comprobación normalmente chequeamos que el nukite (mano de lanza) esté bien formulado, golpeando y/o presionando sobre los dedos para ver si se vencen o soportan la posición. Después de todo, vamos a golpear de ese modo… Y en una tercera constatamos la integridad de la base, golpeando desde afuera y desde adentro las piernas, chequeando que las rodillas estén lo suficientemente juntas como para que los muslos impidan un

golpe a la zona genital, que la tensión en las mismas sea la justa para ofrecer estabilidad y flexibilidad también. De ahí en mas todo se repite de forma similar, aunque rara vez igual. Si bien “cada maestro tiene su libro”, la mayoría coincidirá en que quién marca cómo haremos el Sanchin Shime es el alumno, ya que nos detendremos en lo que él necesita para mejorar, y no en lo que nosotros como maestros queremos hacer. Si el problema del alumno está en la cadera y en que aún no encontró como “cerrar” la posición, nuestros golpes y empujones irán dirigidos a que logre dicha tarea. Siempre empujándolo a su límite, para que lo identifique y lo supere. Si, por el contrario, su problema está relacionado con la parte superior, dirigiremos nuestra atención a dicha zona y mantendremos una atención extra en brazos, pecho, abdomen, espalda, cuello. El toque en diferentes puntos del cuerpo se realiza normalmente clavando los dedos y es un mensaje para ajustar dicha zona, por ejemplo, al tocar los oblicuos. El empujón comprueba el equilibrio, la rigidez, pero también la flexibilidad para absorber y volver a la posición original. Un ejemplo de ello es cuando comprobamos con un empujón con el filo de nuestro pie la parte posterior de las rodillas. Y el golpe percutante también tiene un efecto de empuje, pero con la complicación extra de que ahora hay una combinación mas fuerte y tangible con la respiración, un trabajo de absorción y de kitae propiamente dichos. Los tres métodos dan información al instructor, pero deben dar aún mas información al practicante, pues es él quien debe reajustar constantemente su cuerpo para lograr el cometido. Recordemos siempre la intención final del ejercicio: lograr un buen Sanchin. Aprender a cerrar, enraizar, unir. Y el practicante que lo logra, puede recibir golpes de diferente intensidad sin desarmarse, ni sorprenderse o desestabilizarse. Un punto interesante que se debate es sobre si ejecutar siempre el mismo orden de golpes o no. El punto en cuestión está relacionado con buscar que el practicante no anticipe los movimientos. Por ejemplo, si lo vamos a golpear al abdomen, que no incline su cuerpo hacia adelante en busca de no caer luego por el impacto. La clave es centrarse en el objetivo final y aplicarlo a toda la práctica, ya que aun haciendo siempre lo mismo lo importante es que el practicante incorpore en toda su práctica la idea de no anticiparse (incluso en tai kitae o yakusoku kumite) para trabajar un timing apropiado. Estas sutilezas van acompañadas de la respiración de la búsqueda constante del “mitad duro, mitad blando” que Uechi Ryu trae en su ADN (el antecesor de Uechi Ryu es Pangainoon, que significa eso, igual que el significado de Goju Ryu, otro estilo practicante de Sanchin). Y como cierre, una recomendación personal: La práctica de estos ejercicios puede doler, pero jamás lastimar. El acondicionamiento del cuerpo debe ser progresivo, constante, disciplinado. No se obtiene ningún beneficio al golpear fuertemente a un novicio, es un trabajo de años que no culmina nunca.

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