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LAS AM Y YO (Cap.9 PROFESOR Carlos Damasco
Las Artes Marciales y Yo (Cap. 9)
Profesor Carlos Damasco
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Hoy voy a escribir una nota distinta. Va a ser de los instructores y maestros que me han acompañado a través del tiempo y que me han enseñado cosas de las artes marciales que he practicado y aun practico y me aportan cosas buenas para mi. Siempre rescato las cosas más buenas. En realidad es el hombre y sus circunstancias. Todos tenemos luces y sombras como seres humanos que somos. Ya en notas anteriores he dicho que allá a principio de 1973 empecé con el Karate Goju Ryu, estilo japonés del gato Gogen Yamaguchi. Mi primer instructor fue el señor Ricardo Sosa Ferreira, ya fallecido. Estuvimos con él practicando un año y por razones que no vienen al caso, pero mejor dicho vamos a dar la explicación, fue a Brasil a perfeccionarse un poco más con su maestro y el mismo le comento que se iba a radicar en México, cosa que se le hacía muy difícil en esa época el ir a verlo frecuentemente. Lo invitó para que se relacionara con el estilo Kyokushinkaikan, un estilo que tiene sus principios en el Goju Ryu. Ahí fue presentado. Se le hicieron pruebas y etc, etc, otras épocas, otras cosas y se le reconoció el primer dan que era, el que tenía. Vino acá a Montevideo, nos explicó toda la situación. Los alumnos aceptamos, nos gustó mucho el estilo. Un estilo mucho más fuerte. Ya se conoce más o menos lo que es Kyokushinkaikan. Con él he aprendido muchísimas cosas, cosas muy importantes, tuve una admiración muy grande por él. Siendo yo muy joven, cambiamos ese estilo, dimos todo un montón de cosas. Fui de los primeros graduados, es decir, con el cinturón azul o celeste, que es el primer grado después del blanco que tiene que Kyokushin. Yo era cinturón barra verde de Goju Ryu y estuve transitando años con Ricardo Sosa. Él tuvo la oportunidad de ir a Japón más de una vez, practicó con el maestro Masutatsu Oyama, con grandes maestros como alguien que todavía vive Seiji Isobe que está en San Paulo y grandes maestros, unos desaparecidos otros que están por ahí como el maestro Shigeru Oyama, que después creo su estilo Oyama Estados Unidos. Lo he visto acá, traer japoneses, llenar el Palacio Peñarol, estar de de juez de línea de esa participación que se hizo, de haber aprovechado muchas cosas, inclusive estoy diciendo que en mi casamiento fue testigo el señor Sosa, ya le digo una cuestión bárbara. Llegando a los medios en ese momento a la prensa. Algo muy importante. Un destacado en las artes marciales. Con sus luces, con sus sombras. Años después lamentablemente perdió la representación de Kyokushinkaikan

por cosas no debidamente muy claras, pero siempre se trata en estos casos de el dinero, el dinero, el famoso dinero. El siguió igual enseñando, pero ya en un nivel mucho menor, perdió esa popularidad que tenía. Muchos alumnos de él (yo ya había dejado de practicar en ese momento) que habían sido compañeros míos se fueron repartiendo territorialmente grupos y perteneciendo a una misma asociación, después ya hubo divisiones, cómo hay ahora y cómo va pasando en los estilos piramidales que cuando fallece el creador del estilo se divide en varios asuntos. Yo digo seguí manteniendo ese cariño por Ricardo Sosa más allá de las cosas, porque digo, hablo del hombre, del instructor, del que me enseñó y de lo que siento. Años después pude tener contacto con él, vivía en España y hace unos años falleció, pero tengo un gran recuerdo de él. Hay gente que lo recuerda, fue un innovador. Hay un antes y un después en el Karate del Uruguay con Ricardo Sosa. Bueno, posterior a eso, yo siempre jugué mucho fútbol, tuve una gran fractura de tibia y peroné, estuve alejado de muchas cosas. Unos años tuve muy enyesado prácticamente siete meses con una renguera permanente. Prácticamente un año me fui recuperando y volví a hacer cosas. Había aumentado de peso, una serie de cosas y cerca de mi casa vi que había un lugar que enseñaban Taekwondo y ahí me acerqué sin mucho afán, simplemente para practicar. Andaba por los veintipocos años, pero empecé con esa historia y conocí al profesor Andrés Ríos, que era segundo dan de WTF, como se decía en ese momento hoy WT, representando a la Federación Uruguaya de Taekwondo, dirigida por el Director Técnico en ese momento Byung Sup Lee sublime introductor del Taekwondo acá en el Uruguay. Y eso es para hacer un capítulo especial, pero él fue el que introdujo el Taekwondo, que no era realmente la palabra taekwondo lo que hacía él. El viene en realidad del Tang Soo Do de Moo Duk Kwan. Después hay una historia que no quiero contar, que los coreanos que vivían en los países, todos se pasaron al taekwondo y lo que hicieron básicamente fue un poco emplear las formas, los poomsaes, como se dice en WT. Fui alumno de él durante unos años, me graduaba con el Maestro Lee, o sea que vamos a decir colateralmente fui un poco alumno del Maestro Lee y conocí a mucha gente. Conocí al profesor Rubén González, que tengo un capítulo aparte para él, tambien el que se conoce vulgarmente como Petaca que es Leonardo Priore, Daniel Sena, Milton Garrido, Álvaro Rodríguez y unos cuantos más que se me van quedando por el camino, unos cuantos cinturones negros que los frecuentaba cuando iba a dar exámenes en lo del Maestro Lee, allá en 25 de mayo y Colón, en la Academia que aún hoy existe y está dirigida por uno de sus hijos. La historia viene a que practiqué con el Maestro Rivas llegando a la graduación de cinturón Azul Punta Roja y hubo un problema político acá, como todas las cosas que suceden, plata, política, política, plata y hubo unas expulsiones de la Federación de muchos maestros, entre ellos Andrés Rivas. Yo seguí untiempo, se pasaron a la Internacional, o sea a ITF. Vino acá Kwang Duk Chung, cambió una serie de cosas, de dio grados, etc, se cambió un país por grados en definitiva, por ahí anda la cosa. Yo estuve un tiempo, no me gustaron determinadas actuaciones en temas personales y me relaciono con Rubén González, que no estaba en la Federación Uruguaya pero seguía el estilo WT. Dependía de Argentina, de la Asociación Chung Do Kwan del Maestro (hoy Gran Maestro) Oscar Tajes. Me vinculé con él en el Club de Bochas Belvedere, allá por Carlos María Ramírez casi Agraciada frente a la comisaría que anda por ahí. Yo ya lo conocía, pero no tenía confianza con él, finalmente me fui haciendo varias cosas, practicando y aprendiendo mucho el estilo deportivo. Rubén González es alguien muy especial en el sentido que fue un competidor brillante, fue campeón sudamericano en la categoría ganándole al mejor competidor argentino de la época, Juan Carlos Mangoni y eso se puede corroborar allá, si no estoy equivocado, por el año 1985 en la categoría 58 a 64 kg en una pelea brillante. Tenían una gran adelanto técnico de sí respecto



a la competencia. Yo me gradué con él de cinturón rojo. Al tiempo viajé con él a la Argentina. Yo tenía posibilidades de dar clase en un lugar. Me vinculé con el Maestro Oscar Tajes y fui autorizado para dar clases como cinturón negro, como Dan Bo, que le llamaban ellos ahí en su momento y posteriormente para dar examen para primer dan. Eso fue a fines del 86. Yo terminé dando examen para Primera Dan en el 87. Conocí mucho al Maestro Tajes con una gran didáctica, un señor muy técnico que ya había viajado varias veces a Corea en ese momento y después siguió viajando muchas veces más. Aún hoy viaja, es 9no Dan y nos da una impronta grandísima el Maestro de conocimiento, es Advisor para Sudamérica, también con sus luces y sus sombras. Un hombre que está muy distante de la gente, es un hombre que no tutea, tiene un estilo coreano antiguo, vamos a decir y un hombre más marcial. En su momento se cambia, es decir, yo aún tengo contacto con el maestro Oscar Tajes, para la asociación Seng Do, que era la más grande en la Argentina hasta hace poco del maestro Carlos Filipa. Yo sigo a Rubén González nos cambiamos, no estaba convencido del tema, pero bueno, siguiendo a mi profesor. También las luces y las sombra de Rubén González, que al poco tiempo dejó de dar clases también y me dejó con el legado de Seng Do pero muy solo yo quedé ahí. Los alumnos de él se desperdigaron, el se dedico al trabajo. No quiso saber más nada. También temas, en este caso de dinero. Un elegido. Yo siempre digo con todo respeto, que tengo una gran amistad con Rubén Gonzalez "Rubén, A vos lo que te sobra de los pies s veces te ha faltado un poco en la cabeza" y con todo el respeto porque él en Argentina hubiese sido un grande siempre. Y yo le decía radicate un poco allá, pero nunca hizo esas cosas. Por eso digo el hombre y sus circunstancias. El hombre con sus luces y sus sombras. Yo seguí con el maestro Filipa aprendí muchísimas cosas. El fue entrenador de la Selección argentina en la parte deportiva. Un montón de cosas. Lamentablemente, el maestro Carlos Filipa, que vino acá al Uruguay, se lo trajo hubieron un montón de cosas muy interesantes, pero lamentablemente ha tenido un problema judicial que conozco poco. Ha sido acusado de abusos de menores en viajes que él hacía y bueno, y la dejo por ahí porque no tengo una notificación ni soy jurista como para andar jugando esas cosas. Pero pasó eso, lamentablemente. Yo hace años que estoy desvinculado del maestro. He seguido con mis historias, en su momento, dejando de dar taekwondo, nunca de practicarlo, de dar clases de taekwondo, pero siempre practicando, siempre al firme. Incursioné mucho por el boxeo, nueve años de boxeo. Fui a aprender como un practicante más, porque yo, la verdad sinceramente, para bien o para mal, acá no he querido estar en la Federación Uruguaya de Taekwondo. Discrepo con un montón de cosas y son personales, las cuento como al pasar, creo que a nadie en definitiva le aporta algo mejor. Conocí gente maravillosa dentro del Boxeo. Un gran entrenador que tuve que justamente sin saber, vive muy cerca de mi casa, Juan Carlos Rodríguez, conocido como El Cabeza. Un gran entrenador. Aprendí mucho con él. Estuve años con él y después que se retiró de enseñar estuve en la academia "Segundos Afuera" un caso excepcional, el dueño, el Chiquito Pereira, que fue boxeador Profesional, hoy muy mayor, arriba de 80 años, está su hijo William Pereyra con su señora Mayra Moneo, una grande del boxeo actualmente, tiene dos títulos, ha peleado hace poco nuevamente y ganó en la Argentina. Están ahí un Rosseau y Gobernador Viana. Un capítulo especial para ellos, para el chiquito, para la gran admiración. Se han portado muy bien conmigo. Pude hacer el curso de entrenador de boxeo llevado de la mano por ellos. Un curso que vino acá un cubano, el metodólogo Michel Álvarez, un grande que dio un curso excepcional avalado por "Knockout a las Drogas" el Ministerio de Deporte y la Federación Uruguaya de Boxeo. Tuve la posibilidad de hacer dos cursos y terminé haciendo el curso avanzado, que me ha aportado mucho también, porque yo considero que el boxeo

es un arte marcial o considero es parecido a eso. Es de la línea de esa historia, porque realmente digo el boxeo que a veces ha sido despreciado hay que practicarlo y hay que hacer el entrenamiento que es grande y muy sacrificado, porque el boxeo se puede pelear o se puede hacer recreativo. Esto también es como las artes marciales, uno no tiene necesidad de competir, digo, eso va de acuerdo al gusto de cada uno, pero se puede practicar muy bien y es un gran deporte, formador de muchas cosas. Así que bueno, recuerdo a esta gente muy importante. Hace unos cuantos años, ya va para seis, que hago Hapkido, un arte marcial coreano, básicamente de defensa personal con el maestro 4.º Dan, Mario Da Silva, un gran maestro, un gran amigo. Y también vamos a decir ya un poco en el otoño de mi vida encarando esta historia que me gusta mucho. Esos movimientos circulares de defensa personal que tiene el Hapkido con cierta similitud, aunque son movimientos más cortos al Aikido, todo en el estilo coreano, grandes patadas. Algo que realmente cuesta tanto. Y a mí que me cuesta un poco siendo ya un poco mayor en esta historia. Y hace unos años volví a insistencia del maestro Mario da Silva a dar clase de Taekwondo y volví a esa historia. Ya conocía al maestro Alexandre Gomes de Porto Alegre, que él es 8vo dan de taekwondo WT y a su vez es maestro de hapkido también 8vo dan y me dio la representación de la escuela Chang Moo Kwan, que es uno de los Kwanes originales de Corea, a pesar de que hoy están los kwanes, vamos a decir, como si fueran clubes o entidades privadas todo se rige por el Kukkiwon, pero cada cual tiene su orgullo de pertenecer a un Kwan. En este caso yo pertenecí a un Chung Do Kwan, que fue la primera escuela, el primer Kwan que dio clases de algo similar al taekwondo sin el nombre de taekwondo, que en realidad era Karate Shotokan, porque eso también es lindo para hablar. El taekwondo surge de la mayoría de practicantes de Karate Shotokan durante la ocupación japonesa, que mucha gente estudiaba en Japón, hijos de coreanos y que bueno, aprendieron ahí. Entonces un gran valor para el Maestro Alexandre Gomes, que es un gran maestro este año seguramente esté acá en el Uruguay.
Yo a la brevedad voy a viajar a Porto Alegre a tomar clases con él. Ya estuvo en el acá en el Uruguay y yo lo he conocido de viajes a la Argentina, una gran persona y un gran maestro. Más o menos he hecho un derrotero de personas, de cosas, de luces y sombras. Como yo tengo mis luces y mis sombras y uno da lo mejor, pero muchas veces se equivoca. Entonces creo que esto era una nota para sentirnos humanos, para saber que los maestros son seres humanos, con esa historia, con esa impronta, lo bueno y lo malo. No todos somos moneda de oro para que todos nos quieran, pero muchos perduran en la memoria. Andrés Rivas también, que no he querido decir, ya está desaparecido físicamente, también me aportó sus cosas, ya digo a veces estás de acuerdo en algo, en otras veces no estás de acuerdo, pero básicamente siempre se deja algo, se deja lo bueno y lo malo y siempre de eso realmente se aprende. Último caso yo estoy graduado por el maestro de 4to dan, por eso quiero igual ir con él para desarrollar y perfeccionar alguna técnica y que me vea en este momento en vivo y en directo, porque nos hemos visto a través de cámaras de Zoom, que no es lo mismo, así que bueno, esta es una nota distinta. Tenía ganas, me inspiré en hacer esto, espero que les guste y que sea disfrutable. En toda la medida. Hasta la próxima.



