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CONCEPTOS CLAVES DEL TSD: HUMILDAD SBN Mary Cayte Reiland
idea podemos llegar a ser un rebelde para muchos, pero ¿acaso esa no ha sido la historia de los grandes artistas marciales?, ser disonantes del núcleo social, ser figuras discordantes que mueven a la reflexión. No nos toca ser un movimiento de renovación o aplausos, la formación cuesta, viene de la rebeldía y la reflexión, por eso es catártico tener artistas verdaderos, esos que con romanticismo y rebeldía construyen dentro y fuera de los dojos, o bien convertirnos en el artista de nuestra obra, con la ayuda de maestros que evolucionen, que caminen a tu lado y no cubriéndote con su manto, dejemos de lado un poco eso de “maestros ejemplares” y pasemos a grandes maestros. La palabra ejemplo me da escalofríos, yo no soy ejemplo de nada ni quiero serlo, una de las cosas que me impulsaron a ser artista marcial de por vida fue el autoconocimiento para la libertad, pero al convertirte en ejemplo te vuelves esclavo de la exigencia de los demás, por eso mismo me da escozor la palabra ejemplo, nuestro papel es enseñar la técnica, pulir su ejecución y del lado filosófico llamar al pensamiento y reflexión, romper el estatus quo, liberarlos de sí mismos; la gente tiene derecho a equivocarse y reconocer, además así a punta de puños y reflexiones, patadas e ideas, te formarás a ti mismo. La formación es dolorosa y un proceso interno, la formación es perene, todos estamos en formación constante, al saber que si te mueves en la obscuridad, ¿cómo y con qué sentido dirías que estas ya formado y has llegado a la luz?, ¿en serio los demás valen menos que yo? Fuera del mundo de las artes marciales podemos encontrar personas impresionantes y también aprendamos de ellos, las artes marciales no son la gran transformadora de la humanidad, aunque antes lo fueron, esa generación tan vital, fuerte y transformadora de sí misma y su entorno tuvo su momento histórico, ahora nos toca vivir este momento a nosotros, somos artistas marciales de otro tiempo, ahora ya no hay reyes o shogunes, no te tienes que esconder porque te asesinan ni tampoco empujas un proyecto mundial de una nueva visión, ahora vale la pena luchar desde microcosmos unificados por líderes unidos bajo fines bondadosos, luchar contra tus propios dogmas para así tener armas cargadas de virtudes, no podrás luchar sin ellas sin descubrir tu lado obscuro, esas armas están en el pasado, en la práctica constante, en el buen maestro que explica más allá de movimientos físicos a trayectorias espirituales, ahí vives y revives el símbolo, es el lado terapéutico de las artes marciales, es el ritual pero no como un catecismo. Necesitamos retomar la disciplina de crecer, por medio de procesos sin constantes interrupciones, dejar de lado luchas estériles y batallas vacías, la verdadera arma del maestro es la transmutación, no la negación presuntuosa, la vida se come a sí misma y no te espera, es una ilusión y un proceso de construcción, destrucción y renovación, la vida que muere da vida a una nueva. Tú sabes en que gastas lo más preciado que tienes. Es cuanto.
Sabomnin Javier Acosta Serrano Director CTAM World
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