Letras 2 de noviembre

[ Letras ] DE CAMBIO

SUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN | NUEVA ÉPOCA | COORDINADOR: VÍCTOR RODRÍGUEZ MÉNDEZ | 2DENOVIEMBREDE2013|

De El Libro de Milena Poemario de Enrique López Aguilar GASPAR AGUILERA | PAG. 2

Arte y género: no más feminicidios ESPERANZAROMÁNVALADEZ|PAG.3

Los que se fueron: Johnny Laboriel RICARDOJACOB|PAG.4

Ana Bertha Lepe NIZARIVERA|PAG.4

Héctor Quintanar NIZARIVERA|PAG.5

Lou Reed

ARIELLEÓNLUNA|PAG.7

FORMAS BREVES

Zaid y Papasquiaro JAIMEMARTÍNEZOCHOA|PAG.6

MIR(Í)ADA

Fotografía de Elsa Escamilla JUANCARLOSJIMÉNEZABARCA|PAG.8

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SÁBADO2DENOVIEMBREDE2013

De El libro de Milena Atractivo poemario de Enrique López Aguilar PORGASPARAGUILERA Un Cronopio tiene un hijo y enseguida lo invade la maravilla y está seguro de que su hijo es el pararrayos de la hermosura y que por sus venas corre la química completa con aquí y allá islas llenas de bellas artes y poesía y urbanismo.

Julio Cortázar (Educación de Príncipe)

D

e inicio el lector sabe que se encontrará con un sentido lúdico y poético que viene entre otros autores del propio Julio Cortázar y los poetas en los que abreva con frecuencia Enrique López Aguilar.

En las cuatro secciones del libro: Paleohistorias, Prehistorias, Génesis y Milena, se van descubriendo las obsesiones y el significado que la poesía tiene para este autor nacido en 1955 y merecedor por su trabajo poético y narrativo de varios premios importantes.

La obsesión permanente por fijar en un instante luminoso la imagen de la mujer, la mirada y ese instante fugaz que sólo la poesía y la fotografía pueden fijar van conformando este atractivo poemario: Crece el hambre al enfrentar tus labios, la forma de luz que tu mirada escoge: ahora es el momento que tu piel eriza, ufanada del amor que en sí provoca; dame esos labios, luz, saliva y dientes para tener en este claro instante a la carne escondida tras la imagen. (“Al mirar una fotografía”)

O bien, en el poema “Miradas”: Lo que va de mis ojos a tus ojos, agua de luz devuelta por los tuyos, urde un espejo para que te mires robando tu alma a cambio de la mía: abro tu imagen, tu apariencia muda, miro de lejos lo que me es cercano, iletrada mi voz ante tus labios.

Así como la recuperación de ese acercamiento de la piel y el cuerpo, que gracias al poema queda fijo en la memoria y el corazón del lector: De ojos a dedos tus senos van viajando, territorio de sed que no termina, aduana de mi boca codiciosa.

Les aparto la lluvia de tu pelo y les voy despojando casi todo, salvo ese rigor de pezón en fiesta que en doble ostentación hiere mi pecho.

Satélite soy de tus lácteas lunas y acerco a ti mi crepitar de labios: dame en incendio tu encarnada leche para ungir con tu nombre mis sentidos. (“Solitud”)

La imagen casi se repite en otros poemas similares como “Imagen virtual” o “Frutal”: I De la palabra a la voz,

El silencio; De la imagen al cuerpo, la textura; Entre el aquí y el allá, la presencia; Entre letras u juegos, el deseo. (…)

Frutal Abstraída en su piel, la mandarina no siente la caricia de unos dedos que despojan su cuerpo del vestido donde guarda el aliento perfumado.

La sección Prehistorias abre con “Un auto de fe” en el que el autor da cuenta de

su edad haciendo un recuento nostálgico y vital de los seres que ya no lo acompañan y también, desde luego, de los que se han agregado a su existencia como Jelena, Mílitza y Milena, que al final, como decía Álvaro Mutis, nuestras vidas son proyectos condenadas al fracaso y en las que sólo se salvan el amor y la congruencia existencial.

Fanuel, Rosa y Lourdes son algunos de los personajes que el poeta reconstruye sabiendo que nada se puede contra la muerte.

La tercera sección Génesis, incluye tex-

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tos diversos en los que se describen calles y ciudades como telones de fondo en los que se mueven mujeres entrañables o encuentros “para siempre” en calles de Oaxaca, Veracruz, Belgrado, Xalapa, o Mixcoac, entre otras; en los que la anécdota amorosa se entremezcla con la descripción de los espacios: Al Norte la vi y en el Sur se pudo caminar tantas veces, tantas calles, olvidados del Este y del Oeste en un aquí que apenas florecía: fue una dicha de inolvidables meses. (“Avistamiento”) Calles de Mixcoac Una vez caminamos el amor, es cierto, y tomados de la mano susurrábamos indecibles cosas de Contreras a Mixcoac; ciertas calles nos vieron, y medio días y los soles aleluyaron nuestros lentos pasos durante siete estaciones en dos años: fue un tiempo para el beso y los inventos, el impulso de amor donde Milena era su nombre urgido de mañanas.

Alguna vez, todo tangible y cierto, fue a acariciar lo incierto con las manos: fue hace tiempo a la sombra de esas calles.

No podían faltar las alusiones y el recuento directo de quienes constituyen otra de las pasiones de Enrique López Aguilar: Theodorakis, Mozart, Bach, Beethoven, Brahms, Haydn, Sostakovich, Ravel, Arvo Pärt, Cesária Évora.

La IV sección está dedicada a Milena, quien por cierto enriqueció este libro con los dibujos de la portada e interiores y en el que ella se convierte: En el Adriático, eras niña de agua, Sorpresa azul en casa de los peces.

Buscaba en la mañana la luz del cielo.

Acabo de encontrarla al hallar tus ojos.

16 de Septiembre y sereno : en Stara Pázova estamos con siete meses corriendo en la cuenta de tu vida, todavía todos aún alrededor de tu sueño. duerme Migajita, Márbitsa, en este lado del Mundo, en este lado tan lejos.

Aquí aparece un poema que dibuja a la pequeña Milena y su interés en las artes plásticas: “Cuaderno para iluminar”: Haces magia si tomas los colores. van surgiendo los mares y los peces, el alga elemental que tiene aire y la vida que sale a tierra firme.

El verde asciende entre árboles y helechos, la luz es roja y amarilla a veces en agua que destila transparencias con esa línea un ave roba el cielo.

Con otra, surgen casas y castillos. con una más, convive el dinosaurio con dragones, serpientes y alebrijes. (…)

Coedición entre la UAM Atzcapozalco y Ediciones EÓN, en su colección Escribir en el Aire, y con portada de la propia Milena López Rastovic.

Morelia, Mich./ Otoño 2013

Arte y género: no más feminicidios EXPOSICIÓN::PORESPERANZAROMÁNVALADEZ

Q

ué es el feminicidio? ¿Dónde sucede? ¿A quiénes les sucede? ¿Por qué? ¿Y la justicia? ¿Y los derechos humanos?

Reflexionar en torno a estas preguntas es el objetivo de la instalación que con pretexto de la celebración del Día de Muertos realizará el colectivo artístico Las Desobedientes, en memoria de las mujeres que han sido violentadas y asesinadas en México en los últimos años y que se denomina Ni una más! Alto a los feminicidios.

La exposición plástica consiste en catrinas elaboradas por artesanas de la comunidad de Capula, y pintadas a mano por mujeres y hombres de distintas edades y profesiones inconformes con la impunidad. Se realizará desde el 29 de octubre en la UNAM Centro Cultural Morelia, y hasta el 8 de noviembre.

Cabe señalar que esta iniciativa surge como parte de la materia Trayectos de Género de la ENES, coordinada por Anna Popovitch, y el Taller de Feminismo de la UMSNH, coordina-

do por quien esto escribe, intentando de esta manera vincular la teoría de género con la práctica y el arte, para generar reflexión en torno al tema, y para mostrar a quienes la vean el problema tan grave de los feminicidios en nuestro país.

A través de cada una de las figuras expuestas se narrarán historias de vida truncadas por el crimen. Queremos mostrarlas, traerlas a nuestro presente, no sólo para recordarlas, sino para que sus historias no queden olvidadas, para hablar de un asunto que es problema de todas y todos quienes vivimos en este país, tan falto de justicia.

Participan en Ni una más! Alto a los feminicidios: Tania Alcántara, Patricia Colín, Anna Popovitch, Susana Rodríguez, MaryAnne Slezacek, Lucía Rodríguez Montes, Adela Rascón, Leslie Valle Villalobos, Sarahi Nayeli, Beatriz Villicaña, Esperanza Román, Luz Andre Tinoco, Adela Rascón y Jorge Arce.

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La entrevista que no fue LOSQUESEFUERON::JohnnyLaboriel:seapagaelRockdelangelito.PORRICARDOJACOB

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principios de agosto, a propósito del concierto en el Lunario del Auditorio Nacional con motivo de sus 55 años de carrera en el rocanrol, había planeado entrevistar a Johnny Laboriel (1942-2013).

El día en que levantaría el teléfono solicitando la charla con el cantante se anunció la postergación del concierto para enero de 2014, pues había sido hospitalizado. Fue así que dejé para otra ocasión la llamada para platicar con él.

La lista de preguntas para Johnny rondaba ya en mi cabeza, quería preguntarle sobre sus comienzos con los Reyes del Rock, quienes después fueron rebautizados por el comediante Jesús Martínez Palillo como Los Rebeldes del Rock, y que me contara de ese disco en el que cada uno de los diez temas fueron éxitos radiofónicos, cosa que ni Elvis o Los Beatles lograron.

Le preguntaría sobre su salida del grupo cuando alguien le dijo que tenía que hacerse solista y volverse verdaderamente famoso; no lo hizo a tiempo y, pese a tener mejor voz, no logró llegar a los niveles de fama de sus contemporáneos, en especial Enrique Guzmán.

Hablaríamos de sus adicciones a la cocaína, la mariguana y el alcohol, de cómo en los sesenta tiró el dinero que ganó con el grupo y como solista en drogas y excesos sin ser realmente una estrella de rock.

Quería que me contara alguna anécdota sobre sus hermanos Ella y Abraham, a quienes siempre admiró y respetó, y me diera su opinión sobre su sobrino Abraham Jr., quien ha sido el baterista de Paul McCartney por más de diez años. Y sobre Juan José Laboriel López creciendo en la colonia Roma en los años cincuenta, la adolescencia problemática que vivió por ser un inadaptado peleonero y queriendo siempre ser “el más fregón” superando a todos, acomplejado un poco por su color de piel, aunque con el tiempo el sentido del humor fue la herramienta para superarlo.

Decía constantemente: “Qué bueno que nací en México, acá no hay racismo y sólo me gritan cotorreando ‘pinche negro’.”

Su incursión en la OTI cuando éste era el escaparate más importante para los cantantes y compositores latinoamericanos y de cómo aun participando en nueve ocasiones no logró lanzar un nuevo disco.

Que me contara sobre su última gira titulada con humor Lo que salga… en la que hizo presentaciones en eventos privados, en teatros del pueblo y explanadas de las delegaciones en el Distrito Federal.

Y finalmente que me dijera cómo se sentía después de 55 años cantando, 40 libre de drogas y de ser uno de los personajes más reconocidos y queridos por el público en este país.

Esa charla no sucederá, pues Johnny Laboriel, el poseedor de la mejor voz en la historia del rock en México, murió la madrugada del 18 de septiembre a causa de un cáncer de próstata a los 71 años de edad.

Johnny Laboriel.

La diva bellísima LOSQUESEFUERON ::AnaBerthaLepe,unaactrizdeépoca.PORNIZARIVERA

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La actriz de la época de oro del cine mexicano, Ana Bertha Lepe, falleció el jueves 24 de octubre en un hospital de la Ciudad de México a la edad de 79 años, informó la Asociación Nacional de Actores (Anda).

La asociación explicó que el deceso se debió a complicaciones por problemas hepáticos y lesiones en la columna vertebral.

Lepe nació el 12 de septiembre de 1933, en Tecolotlán, Jalisco, y se dio a conocer en 1954 al representar a México en el concurso Miss Universo, obteniendo el cuarto lugar (que ahora equivale a un tercer puesto). Ese certamen lo ganó Christiane Martel, quien después se casó con el político priista Miguel Alemán Velasco.

A raíz de su participación en el concurso Lepe inició una carrera en el cine y televisión realizando poco más de 80 producciones. Entre los filmes más recordados en los que participó están Misericordia (1953) con Sara García, Carmen Montejo y Anita Blanch; Dos tipos de cuidado (1953) al lado de Jorge Negrete y Pedro Infante; Miradas que matan (1954) al lado de Adalberto Martínez Resortes, con Mario Moreno Cantinflas hizo El Patrullero 777 (1977).

Entrevistada por Proceso en mayo de

1987, Lepe reveló que de volver a nacer no hubiera competido de nuevo en el certamen de belleza: “Si volviera a vivir me casaría muy joven, formaría una familia, tendría muchos hijos...

“—¿Cómo? ¿No volvería a concursar?

“Probablemente no.

“No es que esté en contra de los concursos ni que me arrepienta de nada, lo que pasa es que ya probé este camino.

“Toda mi trayectoria se basó en el concurso. Tuve una suerte espléndida. Por el concurso llegué al cine, me divertí, tuve oportunidad de viajar por primera vez. Y es que los concursos no eran como los de ahora (1987). Había más convivencia, menos ensayos, comidas, bailes con los cadetes, con los de la Marina, con hombres hermosísimos.

Ahora parece más un trabajo que un concurso.

“Prefiero el amor libre. El compromiso del matrimonio es demasiado absorbente, y a mí me gusta hacer lo que quiero, las obligaciones como planchar y cocinar no son para mí.

Me gusta levantarme a la hora que quiero, viajar. Es mejor valerte por ti misma y no depender de un hombre. Desgraciadamente conozco hombres de todo el mundo y a todos les gusta que la mujer les sirva”.

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Un gran clásico e innovador LOSQUESEFUERON ::LamúsicamexicanapierdeaHéctorQuintanarPrieto.PORNIZARIVERA

E

l músico y compositor Héctor Quintanar, quien fuera director huésped de la Orquesta Sinfónica Nacional, falleció el jueves 24 a los 77 años de edad, según anunció el Instituto Nacional de Bellas Artes.

Según informes del personal de la Escuela Superior de Música, donde se desempeñaba como catedrático, su cuerpo fue velado en la Funeraria Gayoso de Félix Cuevas, en la Colonia del Valle.

Quintanar Prieto nació el 15 de abril de 1936 en esta ciudad. Desempeñó una prolífica carrera como profesor, compositor y director de orquesta a nivel nacional e internacional.

Inició sus estudios en 1960 en el Conservatorio Nacional de Música, a lo que le siguieron estudios de música electrónica en Nueva York y París. A él se le debe la creación en 1970 del laboratorio de música electrónica del conservatorio, el primero en su género en Iberoamérica.

Ocupó cargos administrativos tanto del INBA como la UNAM, el Instituto Michoacano de Cultura y la Sociedad de Autores y Compositores de Música. Fue director titular de la Orquesta Filarmónica de la UNAM (19761980), la Orquesta Sinfónica de Michoacán (1986-1987) y la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (1992-1996) En el 2000 recibió la Medalla al Mérito Artístico del gobierno del Estado de México, a través de su Conservatorio de Música, y una de sus aulas lleva su nombre. Desde 2001 era miembro del Sistema Nacional de Creadores del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Ana Bertha Lepe.

Héctor Quintanar.

Como director invitado, condujo importantes agrupaciones como la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, y del Instituto Politécnico Nacional, la Orquesta Sinfónica Nacional de México, del Estado de México, de Xalapa, de Guadalajara, del Bajío, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, la Orquesta Juvenil Carlos Chávez, la Orquesta de la Ópera de Bellas Artes, la Camerata de Coahuila, a nivel nacional. Y en el extranjero: la Orquesta Sinfónica de Nueva Jersey, de Radio y Televisión Española, de Tenerife, de

Bacau, Rumania; de la República Dominicana; de Guatemala; de la República de El Salvador; de Maracaibo; de Quebec, Cánada; la Sinfónica Nacional de Cuba; la Orquesta de Cámara de San Francisco, y la Orquesta Sinfónica la Tulare County Sinphony California.

Dentro de sus composiciones destacan piezas como Galaxias, Fiestas, y Marcha Celaya En 2005 la Sociedad de Autores y Compositores de Música le rindió homenaje por cumplir, en ese momento, 25 años como compositor.

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Zaid y Papasquiaro FORMASBREVES::UnartículodeGabrielZaidsobreMarioSantiagoPapasquiarohadesatadounrevueloenlasredessociales.JAIMEMARTÍNEZOCHOA

U

n artículo escrito por Gabriel Zaid sobre el poeta infrarrealista Mario Santiago Papasquiaro ha desatado una polémica sinfín en Facebook.

El texto del poeta y articulista, a quien no le gusta que le tomen fotos, es en realidad una suma de descalificaciones en las que el fundador del infrarrealismo (junto con su compa, Roberto Bolaño) sale bastante mal parado.

Zaid no sólo se burla de Papasquiaro sino que prácticamente lo envía al infierno de los malos poetas. Sólo le concede algo de mérito como personaje literario al haber encarnado a Ulises Lima, uno de los detectives salvajes de la novela de Bolaño del mismo título.

En respuesta, varios ensayistas, algunos del calibre de Heriberto Yépez, han respondido con la misma mala leche al autor de Los demasiados libros, a quien han acusado de soberbio y ciego. A la diatriba se ha sumado

un resonante coro de voces, algunas en favor, otras en contra.

En el fondo, lo que subyace es dos maneras de ver la literatura, por un lado los críticos centralistas agrupados en la revista Letras Libres, por el otro los críticos ubicados en publicaciones periféricas.

En literatura, se sabe, no hay últimas palabras. Por más que ciertos críticos, sobre todo los de la revista de Enrique Krauze, se crean poseedores de la luz, lo cierto es que en materia de arte los argumentos en pro y en contra siempre serán subjetivos.

Como no es una ciencia exacta, siempre prevalecerá un ánimo personal en toda observación que se quiera objetiva.

Es verdad que hay herramientas que pueden hacer que se marque la diferencia: las lecturas, la disciplina, la práctica y, claro, el talento para llegar a donde no todos pueden llegar. Pero ni esto es garantía de nada, pues

se sabe de críticos excepcionales que no saben ver la calidad de una obra hasta que otros se la hacen ver.

En el caso de la polémica de Zaid, no se entiende por qué un poeta del olimpo, que colabora en Reforma y Letras libres (refugios de la derecha ilustrada) se toma el tiempo de analizar la obra de un poeta lumpen al que desprecia. ¿Un afán de ensuciar la memoria nada limpia de Papasquiaro?, ¿de arrojar basura sobre la fama de Roberto Bolaño?

No es que haya poetas de primera o poetas de segunda, pero lo cierto es que si hay una antípoda de Zaid es justamente Mario Santiago Papasquiaro. Uno, Zaid, es apolíneo y docto, conservador, intelectual, lúcido, razonable, inteligente, soberbio; el otro, por el contrario, es sucio, rebelde, drogadicto, ignorante. Es como si habláramos de Octavio Paz y Efraín Huerta, para extender las comparaciones, aunque en este último caso las diferen-

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cias eran más bien de matices y, que se sepa, ambos se prodigaban mutua admiración.

A Zaid y al infrarrealista sólo los une la poesía y es aquí quizá donde se encuentra la razón del texto polémico. Recordando un pasaje de Ómnibus de la poesía mexicana, la antología preparada por el autor neoleonés, uno se encuentra que a Zaid, desde niño, lo recorrió el afán de leer toda la poesía que se había publicado en México. Es por ello, quizá, que quiso leer a Papasquiaro y su obra no le gustó. Sin embargo, el tono de Zaid lo pinta como un crítico atrabiliario, subjetivo, de mal talante, como si quisiera descargar en su reseña el mal tiempo que le hizo pasar Papasquiaro. Su afán desmitificador es excesivo y no se entiende el porqué de su finalidad.

En verdad, la polémica no es nueva y tampoco lo es la reacción de quienes se han sentido involucrados. Los infrarrealistas, desde su nacimiento, se caracterizaron por estar más al extremo del extremo que los beatniks y despertaban el repudio incluso entre sus mismos participantes.

Comandados por Roberto Bolaño y Mario Santiago Papasquiaro, los poetas se dedicaban a boicotear todo aquello que oliera a oficialismo, en especial lo referente a Octavio Paz, a quien aplicaban un seguimiento exhaustivo, hecho de envidia, admiración y desprecio. En la cima estaba el olimpo, con todos sus poetas reconocidos y encomiados y en la base de la base los infrarrealistas, marginales hasta el extremo de no aparecer en ninguna antología mexicana, pese a la calidad de alguno de ellos.

La polémica seguirá, sin duda, porque Facebook es un campo de batalla interminable y todos aquellos que quieren sus cinco minutos de fama y se saben impunes pueden escribir lo que les dé la gana, aún sin saber nada.

Pero lo cierto es que, más allá de prejuicios ideológicos, se puede leer lo mismo a Zaid que Mario Santiago con el mismo placer y si no te gusta uno pues qué malo y si te gusta pues qué bueno. Los críticos, los positivos y los negativos, los palafreneros de Octavio Paz y los odiadores pueden pelearse lo que quieran. La literatura no es de juicios imbatibles sino cambiantes. Ni Zaid tiene toda la verdad ni Papasquiaro era tan malo como él dice.

Lou Reed.

Calla Lou Reed LOSQUESEFUERON ::Elrockeromurióalos71años.Enabrilpasadosehabíasometidoauntrasplantede hígado.PORARIELLEÓNLUNA

P

ocos músicos pueden jactarse de haber sido descubiertos por Andy Warhol, de pertenecer a un grupo considerado de culto y lograr una exitosa carrera solista por más de cuatro dé-cadas, así como darse tiempo para ser un artista de la pintura. Uno de ellos fue el músico Lou Reed, quien el domingo 27 de octubre falleció a los 71 años de edad encumbrado como un artista multidisciplinario que cimentó las bases del rock alternativo.

Aunque acapara titulares, su muerte no fue una sorpresa ya que en los pasados meses Lewis Allen Reed, mejor conocido por sus fans como “Lou” y por sus amigos más cercanos como “Lulú” presentó una serie de problemas de salud que lo orillaron a someterse a un trasplante de hígado en abril de este año del que resultó bien librado.

Antes de someterse a la intervención quirúrgica, el músico estuvo al borde de la muerte como lo reveló en aquel momento a The Times su esposa Laurie Anderson: “Está muy grave, muriéndose. No creo que se recupere totalmente”. No obstante, a los diez días de dicha intervención, el cantante que llegó a colaborar con artistas como David Bowie tuvo que ser hospitalizado en Nueva York a causa de una severa deshidratación.

A partir de ahí, la salud del ex integrante y fundador de Velvet Underground se vio mermada y nunca pudo recuperarse derivando en su fallecimiento la mañana del domingo anterior, aunque el parte médico aún no ha sido revelado.

Y es que tras años de luchar contra su adicción al alcohol y las drogas, el creador de “Perfect day” reconoció a inicios de este año que se encontraba ante una nueva oportunidad la cual había conseguido gracias a la donación de hígado.

Del underground a la cima Lou Reed nació en Freeport, Long Island, Nueva York, el 2 de marzo de 1942, lugar que lo vio crecer y convertirse en la década de los 60 en un prolífico músico que lo mismo fue precursor del rock alternativo que un destacado músico solista.

Luego de separase de la banda The Velvet Undergound en 1970, Reed comenzó su carrera solista que lo posicionó como uno de los pilares del rock. Entre sus principales discos publicados se encuentran Berlin, Transformer, rock’n roll animal, Take no prisoners y New York.

Aunque navegó en el cambiante mundo musical por más de medio siglo, el cantante pudo reinventarse en con cada nueva época, hecho que hace que diversos críticos lo cataloguen como un artista inclasificable.

En su extenso repertorio existe un cúmulo de himnos dedicados a la adolescencia, a la incomprensión y otras más que se pronunciaban en contra de la represión, entre ellas se puede mencionar “Walk on the wild side”, “Transformer” y “Sweet Jane”. Con Velvet creó temas que han pasado a la historia como “Heroin” y “I’m waiting for the man”.

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MIR(Í)ADA

Los vientos del norte soplan fuerte.

Fotografía de Elsa Escamilla JUAN CARLOS JIMÉNEZ ABARCA

juancjimeneza@gmail.com

L

os ambientes cotidianos están llenos de sorpresas y elementos que no responden a una lógica concreta. De hecho, la espontaneidad es su marca. La recompensa para la mirada atenta consiste en el hallazgo de claves que hacen ción de series fotográficas que Escamilla presenta en la sala 7 del Centro Cultural Clavijero nos muestra la diaria convivencia de elementos diferentes de culturas diversas, asentando todo en la vida de los pueblos en Michoacán.

La mirada de Escamilla registra la influencia que en estas comunidades (a veces urbanas, otras más rurales) ejerce la cultura norteamericana y sus íconos, sus ídolos, sus personajes para el entretenimiento y el espectáculo. Claudia Negrete lo dice mejor en su texto de sala: “El viento –como la vidanunca permanece inmóvil; el movimiento y la transformación son continuos, perpetuos. Así parecen confirmarlo las comunidades purépechas: al tiempo que mantienen la fuera de las tradiciones centenarias, incorporan elementos culturales de la sociedad contemporánea con la que conviven de manera ineludible.”

Y así, minando silenciosamente las celebraciones del Fuego Nuevo P’urhépecha, los toritos de petate durante la temporada de carnaval, las procesiones religiosas, las danzas tradicionales, los teléfonos inteligentes son objeto de continua consulta. Sus cámaras fotográficas de modestas prestaciones son suficientes para registrar la fiesta desde la participación enfundada con el traje de la maringuía. Y también, una niña virgen guadalupana apunta hacia algún lugar para quedarse con un recuerdo.

miriadacolumna.blogspot.com

evidente la complejidad de las cosas y sus paradojas.

La exposición Tarhiata Karakua ix anapu (Vientos del norte) de la fotógrafa Elsa Escamilla es un catálogo de eso: paradojas. La rápida

Naturalmente estos aspectos son ya conocidos: la telefonía móvil, que no hace mucho era un sueño o un servicio accesible a pocos, ahora es omnipresente. Mucho se ha hablado acerca de la multitudinaria producción de imágenes fotográficas en la época actual y la presencia continua de las cámaras de fotos, y no tocaremos el tema por ahora. Pero valga mencionar esto puesto que la penetración de la telefonía celular y los aparatos inteligentes en todos los estratos de la sociedad no significa que las paradojas desaparezcan. Lo extraordinario no es ver a un hombre respondiendo un mensaje en su móvil, sino su semblante vestido de celebración indígena, encorvándose para mirar la pantalla de un aparato que maneja con los dedos.

La observación que hace Escamilla en Vientos del norte tiene cariz documental, interesada como es en los registros de corte antropológico que ya ha realizado con exposiciones como Metamorfosis (2010) y que hemos referido en esta columna. La que presenta aho-

sucesión de eventos simples, el trajín en la calle, el pasar de la gente, la multiplicación de los instantes desdibuja la apreciación fina del orden de las cosas y las imágenes. Echando mano de la perpetuidad de un parpadeo, la conjun-

ra se compone de series con títulos como La Reina de América, San Juan Bautista, Toritos de Petate, El niño de Tingambato y Semana Santa. Confundiéndose con los usuales fotógrafos que asisten a las celebraciones y días de fiesta -que miran con ojos de turista o sencillo visitante- Elsa voltea a ver a las personas, advierte sus rostros, su manera de estar en la calle y presentarse ante la lente.

En este sentido, el documento fotográfico no es impersonal: hay una necesaria vinculación entre quien capta y quien es captado. En ocasiones esta relación es directa, la mirada es a la cámara, la pose es deliberada: como cuando los muchachos de La New se juntan abrazándose con sus torsos desnudos, la cara y el pecho pintados para los toritos de petate. Todos sonríen, menos el bebé que está en brazos.

Se involucra el deseo de la gente por ser fotografiados a su manera, en sus términos. De nuevo, Claudia Negrete lo escribió mejor: en Vientos del Norte encontramos “retratos donde Escamilla aplica la pre-

La integración de imágenes y efigies de la industria para el entretenimiento en las manifestaciones populares se hace sin discriminación ni selección estricta. Todo es posible

misa de Mariana Yampolsky: Fotografío a las personas como ellas quieren ser recordadas.” Aunque también hay un rango importante para el azar y la sorpresa.

Superman hace su aparición en las playeras de los diablos en las fiestas del Señor del Rescate; Hello Kitty de manifiesta en la blusa de una niña flanqueada por dos Kurpites ricamente decorados en sus capas y delantales. Los brillantes en ella y en ellos son los mismos: técnica semejante para propósitos diversos.

La integración de imágenes y efigies de la industria para el entretenimiento en las manifestaciones populares se hace sin discriminación ni selección estricta. Todo es posible: los toritos de petate se decoran con Iron Man o algún miembro de la banda Kiss. Los deseos visuales se desbordan, las tradiciones siguen su flujo pero acompañadas de un aire que no les pertenece de origen, y que sin embargo han hecho suyo.

Los vientos del norte soplan fuerte. Y con esta exposición se vuelve claro que la cultura regional ha sido “despeinada” por ello: las telas de los trajes y vestidos se agitan con un ritmo cada vez más diferente, la limosna ofrendada en las fiestas se paga en dólares y las máscaras dejaron de ser tradicionales para ser suplantadas por el hule y los rostros de Halloween. ¿Qué se puede hacer para resistir el ventarrón?