CANAL SUR - RTVA: Al programa “El Público” de Canal Sur Radio. Estimado Sr. Vigorra. He oído con atención su programa del día 13 del presente mes, sobre el caso de Maaluma y pienso que muchos oyentes han debido sentir al igual que usted, el desconcierto, estupor e indignación sobre la historia de este “secuestro” y sobre todo por el desgarrador testimonio de su familia y amigos sevillanos. Sobre todo porque sus padres adoptivos, a los que conocemos desde hace muchos años, son unas excelentes y buenísimas personas, que le han dado a Maaluma mucho cariño y han hecho todo lo humanamente posible para que ella sea todo lo feliz que se pueda esperar para una hija. Y También, como ellos dicen, no es la primera vez que esto sucede, si no que hay otras chicas y chicos saharauis que, una vez en los campamentos, sus familias biológicas deciden de que no regresen a España.
Pero como todas las cosas, Sr. Vigorra, no siempre es todo Blanco o Negro, y como dice el viejo refrán: Nada es verdad, ni mentira, todo es según del color del cristal con que se mira. Verá usted, los niños y niñas saharauis están viniendo a pasar sus vacaciones de verano en Andalucía, desde el año 1993 y desde esa fecha a la actualidad han venido 42.646. Y solo a la Provincia de Sevilla han sido 14.210, ello gracias a las asociaciones de ayuda al pueblo saharaui, a la solidaridad andaluzas y por supuesto a la generosidad de las familias de acogida. También se cuenta con al apoyo de los medios de comunicación, y programas como el suyo, que animan al acogimiento desde sus ondas o en televisión, para dar a conocer este programa de acogida temporal, en familias sevillanas y andaluzas. Pero como usted sabe, los niños saharauis, no vienen para quedarse más tiempo que los dos meses del verano, ni buscando otra familia. Ellos tienen sus padres biológicos, aunque en casos excepcionales (no siempre suficientemente justificados), se quedan con las familias por enfermedad, accidentes u otras circunstancias, pero nunca para ser arrebatados o separados definitivamente de sus padres y hermanos saharauis. De hecho pueden ser algo más de un centenar, los niños o niñas que se han ido quedando y aun hoy siguen es Sevilla. Pero han mantenido una comunicación fluida con sus familias biológicas y en su mayoría van a los campamentos a visitarles y regresan sin ningún tipo, de problemas (casos de primas, amigas y vecinas de Maaluma) y solo se han producido un par de casos en Sevilla, de que sus padres saharauis les hayan retenido. En su programa de radio de Canal Sur, un padre de acogida que se dijo llamar “Pedro” para no descubrirse, contó que su “niña”, “…sigue desaparecida después de 4 años”. Este es un caso que sería vergonzoso poder desvelar públicamente, de cómo dicho señor se quedó con la niña, sin consentimiento absolutamente de nadie y contra la voluntad de la Asociación del municipio sevillano de la Vega, donde reside y le conocen de sobra, saben que no tiene ningún apoyo ni simpatía por su “causa”. Lograr que 4.000 o 5.000 niños, de los casi 60.000 que están en edades de poder viajar y vivir durante dos meses de verano fuera de los campamentos de refugiados, evitando las duras condiciones del Sahara, que se endurecen hasta niveles difíciles de soportar en los