La Ibérica: De cómo una pieza de chocolate guarda un siglo de historia | Cámara AQP
de cada producto destinando para los clientes, la formación del chocolate guarda un trato delicado y de mucho cuidado para obtener la mejor calidad. Según Javier Vidaurrázaga Zimmermann, una forma de comprobar si un chocolate es de buena calidad consiste en llevarse una pieza de chocolate a la boca y esperar a que se derrita fácil y delicadamente bajo el paladar, sin dejar la sensación grasosa ya que se utiliza el 100% de la manteca de cacao, a pesar de las nuevas normas alimentarias que permiten el uso de grasas vegetales o reemplazantes sintéticos. “Hemos creado un sabor que ha sido aceptado por nuestros clientes y perdura a través del tiempo. Nuestro mercado es selecto y no lo es a la vez; ofrecemos un buen producto que el cliente compra aunque cueste un poco más”, indica Javier Vidaurrázaga Zimmermann. * Hace aproximadamente 7 años, la empresa familiar creó una subsidiaria, una nueva línea gourmet denominada “La Ibérica Chocolatier” con el objetivo de desarrollar nuevos productos ante las demandas que tiene el mercado actual en bombonería y chocolatería. La comercialización se está implementando junto con la línea tradicional de chocolates La Ibérica. Asimismo, los hermanos Vidaurrázaga Zimmermann mencionaron que están incursionando en el mercado de exportación y uno de los primeros mercados sería Chile.
Fotografía en estudio. Sentado: Don Vicente Vidaurrázaga. De pie: Juan Vidaurrázaga Menchaca
Fábrica de La Ibérica, ubicada en la esquina de las calles San José y Jerusalén
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