28
R
LadeRural Teruel
Nuestras FIESTAS Nuestras FIESTAS
omería del Llovedor
el camino del agua en Castellote
ji
El Maestrazgo es una comarca con una fuerte personalidad histórica, que se refleja también en la singularidad de su calendario festivo. Tierra de romerías y peregrinaciones, es durante la primavera cuando se busca un reencuentro con la naturaleza, propiciar una buena cosecha y sacralizar el entorno cercano a las ermitas y santuarios mediante procesiones. Los hombres de Castellote peregrinan desde antiguo a la ermita del Llovedor para venerar a la Virgen del Agua, a la que se le atribuyen favores en forma de lluvias desde 1715. La romería del Llovedor es singular, única y representativa de las gentes de esta tierra. Quizá porque fueron ellos los primeros peregrinos, esta romería está reservada únicamente para los hombres; sólo ellos caminan hacia su templo todos los 1 de mayo, como dice el poeta, para ser en la vida romero. Varones de todas las edades salen en procesión hasta la ermita de El Llovedor en una tradición que data de 1893, fecha en la que se levantó la ermita. Aunque ya desde el siglo XV varios mozos de Castellote peregrinaban al Santuario de la Virgen de la Balma en Zorita del Maestrazgo (Castellón). Un campanico resuena en Castellote. Son las seis de la mañana. Un hombre recorre temprano las calles para avisar que comienza la romería. El agudo sonido acompañará a la comitiva durante toda la jornada. Poco más tarde, se celebra una misa en la capilla de la Virgen del Agua y se cantan y rezan oraciones en latín. Es aquí donde las
mujeres despiden a los hombres que parten solos en procesión, camino de la ermita del Llovedor. Al abrigo de un enorme conjunto de rocas descansa, casi colgada, la ermita del Llovedor. Los hombres almuerzan por cuadrillas las tradicionales judías blancas y caracoles con conejo. Desde niños hasta ancianos comparten este agradable momento de hermandad. Se trata de un día de reunión de familiares y reencuentro con los amigos en
Los hombres de Castellote peregrinan desde antiguo a la ermita del Llovedor para venerar a la Virgen del Agua un espacio emblemático donde conviven sentimientos compartidos. Sensaciones religiosas y festivas emergen de las canciones y los gozos en honor al Llovedor. Suena el campanico y se retoma la procesión. Los romeros llegan al Pocico de San Juan. Allí se merienda mientras atardece. La oscuridad de la noche deja paso al tramo final de la procesión. Los romeros portan antorchas que iluminan el sinuoso camino de subida al calvario. Las mujeres, reunidas en la iglesia, salen en procesión con teas encendidas y el estandarte rojo que