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La escritura de los latinismos En Caja Alta Edición & Comunicación dedicamos nuestro primer artículo del 2016 a los latinismos, también conocidos como «locuciones latinas», con el objetivo de recordar su correcta escritura. Refrescaremos la diferencia entre latinismos adaptados y latinismos crudos, así como lo que esto implica ortográficamente para abordar, a continuación, algunos aspectos más concretos. En primer lugar, recordemos que los latinismos son las voces tomadas del latín en un momento posterior a la formación del castellano. Tradicionalmente, se les otorgaba un tratamiento especial, distinto al de las palabras tomadas de otras lenguas; sin embargo, la Ortografía básica de la lengua española (RAE, 2010) establece que los latinismos son plenamente equiparables a los extranjerismos (palabras procedentes de otras lenguas) y que, por tanto, su tratamiento ortográfico se regirá, en todos los casos, por las mismas reglas. La distinción entre latinismos adaptados y latinismos no adaptados es crucial. Los latinismos adaptados son aquellos vocablos que han acabado adaptando su grafía y su fonética a la lengua española y que, por ende, se someten a las reglas de acentuación generales del castellano. De hecho, hay ocasiones en las que su adaptación solo requiere la aplicación de las normas de acentuación. Pueden servirnos como ejemplo los vocablos déficit, hábitat, referéndum, superávit, etc. Al adaptarse, algunos latinismos crearon variantes: auditorio (del latín auditorium), currículo (del latín curriculum), eucalipto (del latín eucaliptus), etc. Otros latinismos adaptados provienen originariamente de locuciones latinas formadas por varias palabras que acabaron soldándose gráficamente, como, por ejemplo, etcétera, exabrupto, exlibris y suigéneris. En todos los casos, los latinismos adaptados se escriben sin ningún tipo de resalte tipográfico (esto es, ni entre comillas, ni en cursiva ni en ningún otro). Además, como señala el Diccionario panhispánico de dudas, por norma general los latinismos hacen el plural en -s, en -es o permanecen invariables, en función de sus características formales (ratio, plural: ratios; plus, plural: pluses; lapsus, plural: lapsus; déficit, plural: déficits; vademécum, plural: vademécums, etc.). Por otro lado, los latinismos crudos —latinismos que no se han español— se escriben con su grafía originaria y siempre sin tilde este signo ortográfico no existe en latín). En este caso sí tipográficamente, esto es, su carácter foráneo deberá marcarse cursiva o las comillas:
adaptado al (puesto que se resaltan mediante la
Se designó líder pro tempore de la asociación a Juan Manuel Sánchez. De igual modo, las locuciones latinas (expresiones fijas en latín utilizadas con frecuencia en textos cultos con un significado similar al original latino, como, por
__________________________________________________________________ Boletín ASPM, enero del 2016 Caja Alta Edición & Comunicación