EM
Emprender
¿Cómo pueden los emprendedores convertirse en ejecutores y aprender a recaudar dinero, cerrar ventas, contratar y despedir a aquellos trabajadores que no aportan valor? La mayoría de las personas cree que ser emprendedor consiste sólo en tener una gran idea. Y en gran medida lo es. Para empezar algo nuevo, uno necesita una idea que funcione: algo que la gente necesite, que quiera y, más importante –al menos para la gente que invierta en la idea–, que sea escalable. Pero lo que he aprendido, tras entrevistar a múltiples emprendedores centrados en consultoría, internet y desarrollo de software, es que, sin la capacidad de ejecutar una idea, de convertirla en una organización viva y viable, se está condenado al fracaso. Y para muchos emprendedores que son más pensadores que hacedores, ésta es una idea terrorífica. Por ejemplo, el propietario de una empresa de software me confió lo nervioso que se ponía cuando se dedicaba a las labores de venta con los clientes. Le encantaba desarrollar el producto y también disfrutaba hablar de ello a los potenciales compradores, porque realmente creía en él. Pero,
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mayo . junio 2017
cuando se trataba de venderlo, se quedaba en blanco, se trababa y, en muchos casos, simplemente no intentaba siquiera cerrar la venta. El ceo de una pequeña empresa de consultoría con el que hablé se lamentó de cuán difícil le resultaba dar a conocer su empresa en conferencias y eventos de networking, dado su carácter tímido e introvertido. Y el ceo de una start-up basada en la web creía firmemente en la misión de su empresa, pero luchaba internamente cuando hablaba con posibles empleados sobre su “sueño”, sin contar que quizá no podría ingresar suficiente dinero para llegar a fin de mes. ¿Cómo pueden los emprendedores centrados en ideas convertirse en ejecutores y aprender a recaudar dinero, cerrar ventas, contratar y despedir a aquellos trabajadores que no aportan valor? ¿Cómo pueden lograrlo cuando esto los obliga a salir de sus zonas de confort, tanto en lo personal como en lo profesional? El primer paso consiste en realmente identificar –y admitir– los retos. A ninguno nos gusta reconocer nuestras vulnerabilidades y errores, pero lo tenemos que hacer para mejorar. Cada uno de los emprendedores de éxito con los que he hablado ha reconocido la importancia de estas tareas, difíciles pero necesarias. También han admitido, en muchos casos, que las habían evitado o pospuesto en detrimento de sus negocios. El próximo paso crucial consiste en interiorizar el propósito y la misión del proyecto; esto dará la motivación y el valor necesarios para el gran salto. Por ejemplo, la ceo de Clara Labs, Maran Nelson, dijo lo siguiente sobre el poder de la convicción a la hora de actuar fuera de su zona de confort como ceo (en especial mientras recauda fondos): “Lo más importante que he aprendido sobre la recaudación de fondos es simplemente creer, de manera muy fundamental, en lo