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CÁDIZ GUÍA GASTRONÓMICA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ
Caballa con piriñaca
tal acompañarlo con la manzanilla de la casa. En la calle Doctor Marañón, un pequeño bar de barrio, El Nono, con unas albóndigas “metías” en tomate a las que no le faltan ni unas monumentales patatas fritas.
Caballa con piriñaca
Otro de los platos bandera de la gastronomía gaditana. La piriñaca es un picadillo de tomate, cebolla y pimiento partidos en pequeñito. Acompaña a la caballa, que se hace asada sobre brasas o a la plancha y que se sirve entera. Sólo la hay en verano y el sitio más conocido para disfrutarla es la Taberna del Pájaro Pinto, en la plaza Pinto. Mientras viene el pescado, unas papitas aliñás. Las mesas están en una pequeña plaza con encanto.
Con vistas a la catedral
El bar Terraza está situado
Empanadas de Casa Hidalgo
junto a la catedral de Cádiz. Comer con vistas a las torres es ya un placer. Además en el restaurante se come muy bien a base de platos clásicos. Tres apuntes: papas aliñás, gallo rebozado y menudo. Antes o después, en la misma plaza, Casa Hidalgo, una pastelería donde bordan las empanadas al estilo gallego o dulces como el Fernandín, un hojaldre con manzana.
La Curiosidad de Mauro. Se puede tapear o comer un menú degustación con lo más granado de la casa. En La Alameda, junto a la calle Zorrilla, El Balandro (restaurantebalandro.com). Se puede tapear en la barra o sentarse a comer. Hay cosas para todos los gustos. Especial atención a su ensaladilla de pulpo. En los tres sitios, buenos postres.
La Mojarra
Es un pescado de roca. Son animales que se alimentan muy bien y luego eso se nota en su carne. Es difícil de encontrar y la ponen en el bar del club Viento de Levante, en la avenida de la Bahía. Como complemento, en la terraza del sitio, estu-
La Curiosidad de Mauro, en la calle Veedor. Cocina canalla en pleno centro.
Nuevos valores
Además de los clásicos hay sitios que están despuntando en los últimos años en la ciudad por su cocina. Sopranis (sopranis.es) ofrece un ambiente cuidado y platos de temporada. Cocina imaginativa pero elegante. En la calle Veedor,
pendas vistas al interior de la bahía y el nuevo puente de La Pepa, impresionante en su altura y tamaño.
El Chato
Comer en un edificio de 1780 tiene ya su atractivo. Se llama el Ventorrrillo del Chato (ventorrilloelchato.