Gabriel Figueroa. Emilio el Indio Fernández y amparo arozamena en un still de la película María Elena (raphael J. Sevilla, 1934). archivo Gabriel Figueroa.
cabo en María Elena, no le restan méritos al resultado final por lo que toca a la excelente calidad estética de sus stills y, sobre todo, de su fotografía, que desde un principio fue destacada por el crítico Luis Cardoza y Aragón en su comentario publicado el 25 de febrero de 1936, en la revista Todo. A pesar del prestigio ya ganado hasta entonces, Gabriel Figueroa todavía continuó ejerciendo como stillman. Un contrato, fechado el 11 de abril de 1935, lo comprometía a desempeñarse en calidad de tal para la producción intitulada Sor Juana Inés de la Cruz, codirigida por ramón Peón y Armando Vargas de la Maza, con fotografía de Alex Phillips y protagonizada por Andrea Palma. El rodaje de esa película seudo biográfica dio pie para que Figueroa continuara experimentando con el tratamiento de la imagen, tal como lo demuestran dos stills de sobria e impecable factura. Uno de ellos remite claramente a diversos cuadros que representaron a “la Décima Musa” rodeada de sus libros y en actitud desafiante; el otro corresponde a la secuencia final y muestra a la célebre poetisa al momento de su muerte, representada en una atmósfera de halos lumínicos que proceden de los temas y técnicas de nuestra gran pintura de la etapa colonial; del hecho fúnebre son testigos otra monja y un sacerdote en trance de oración. Por la época de la realización de Sor Juana Inés de la Cruz debieron dar principio formal las actividades de Clasa (Compañía Latinoamericana s. A.), empresa de producción cinematográfica de la que fueron principales socios Alberto j. Pani, Hipólito signoret, Aarón sáenz, Agustín Legorreta y salvador Elizondo. En sus memorias, Figueroa destaca la manera en que rico Pani, hijo de Alberto j. Pani, le ofreció un jugoso contrato para incorporarse a 51