verdad habían popularizado la imagen. Un ejemplo paradigmático es Rotofoto (1937) , que sólo empleaba palabras en los pies de foto, y que en las 64 páginas de su primer número hizo entrar 143 fotografías. Predominio de la ilustración que no desacredita ni a las publicaciones ni a sus consumidores, pues bien visto tanto mérito hay en leer palabras como en navegar con prestancia en un mar de imágenes. Descifrar representaciones analógicas es un arte tan sutil y precioso como decodificar textos , y los iconófagos del medio siglo no necesitaron leer a los del Hiperión para reconocerse mexicanos , les bastaron las imágenes noticiosas, de nota roja , deportivas, de espectáculos y galantes. En la tarea de darnos identidad tanto hicieron Samuel Ramos, José Gaos , Jorge Portilla, Octavio Paz y Santiago Ramírez, como Nacho López, Enrique Metinides, Arturo Ortega, Armando Herrera y Niuglo. El cuerpo y la calle Todos ellos agregaron algo a nuestro look identitario, pero la apor tación de Nacho López es de las mayores. En menos de una década de labor fotoperiodística el tamaulipeco innovó en las es trategias del reportaje gráfico y produjo piezas canónicas. Obras de circunstancias que, por serlo radicalmente, no han perdido elocuencia a más de medio siglo de su primera publicación, y que se renuevan todos los días al renovarse las miradas de sus usuarios. Paradigmáticos de la permanencia de trabajos por definición efímeros y de las diversas interpretaciones que con el tiempo suscitan, son los fotoensayos "Cuando una mujer guapa parte plaza por Madero" y "La Venus se fue de juerga por los barrios bajos". En su excelente libro, ya citado, sobre Nacho López y su contexto, John Mraz hace una Imagen perteneciente al fotoen sayo " La Venus se fue de juerga por los barrios bajos ", que no fue incluida en la edición de la revista Siempre! , núm . 2, 4 de julio de '953. Col. Alfonso Morales.
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