como esencialmente eróticas, pero sin duda tienen sus connotaciones. En los años 30 y 40 imperaba aún el desnudo académico. Estas imágenes se hicieron, más que con ese fin , con la justificación de lo académico. Márquez, a mi modo de ver, quería, por un lado, encuerar a esos muchachitos, y por otro, justificar algo. JAR: ¿Una cierta estética? AC: Exactamente. Cincuenta años después, pese a todos los movimientos de liberación homosexual, pese a lo que se ha avanzado, todavía hay qui enes quieren justificar. Cualquiera que los hubiera visto habría dicho: son ensayos para unos estudios académicos, o algo por el estilo .. . Las poses y los fondos, las fuentes, las balaustradas se utilizaban también en los modelos anatomistas. Estas imágenes son las fotos de mayor regodeo formal, las más eficaces. Si bien es cierto que tienen como punto de partida el estudio dancístico, también tienen una deuda con el cine. Yo creo que están pensadas, que son premeditadas, que están, pues, hechas con la conciencia de la cámara fo tográfica. JAR: ¿Hay, entonces, algo de mirada voyeur con esa justificación de puesta en escena academicista? AC: En un momento dado, sí justificaría estas puestas en escena como estudios para danza. Pero también está el hecho de que se haya escogido para las tomas muchachos que se podrían clasificar como efebos. El efebo pertenece a la simbología homosexual de todas las épocas. El gran ejemplo es Von Gloeden. Bien se podría decir: se trata de un Von Gloeden, pero a la mexicana ... Es claro que Von Gloeden prexistía en la memoria. A mí me parece un tanto obvio insistir en estos asuntos. ¡Ah!, es como Von Gloeden, pero nuestra mirada y nuestro conocimiento es muy otro. JAR: ¿Por qué crees que estas imágenes no hayan sido conocidas en su tiempo?
AC: En la actualidad, en pleno 1996, hay una vuelta a un moralismo. Yo no estoy en contra de esa vuelta, pero sí de una cierta "moralina". Hoy por hoy no es políticamente correcto desacreditar a alguien por su identidad homosexual o por sus imágenes homosexuales. Te autodescartas, por decirlo de alguna manera, íntimamente, y a veces ni tan íntimamente: hay todavía una satanización de lo homosexual , y esa satanización incluye, en principio, desacreditar a la persona, y más tarde, a su propio trabajo. Incluso personas más o menos avanzadas lo piensan, aunque no lo digan abiertamente. Si ésta es la realidad en los ochenta y noventa, pues máxime en los años en que Márquez estaba produciendo estas imágenes. Independientemente de la apertura liberalizante de los años treinta y cuarenta, me refiero al resurgimiento del arte mexicano y a la adecuación de un arte moderno : realizar este tipo de fotografías podía significar un descrédito. N O T A S: 1 El México de Luis Márquez. Mobil Oil de México, 1978. 2 "La exposición de Márquez". Nuestra Ciudad. Julio de 1930. pp. 33-34. 3 Próspero Mirador. "Luz de Eisenstein en el ojo de México". Revista de Revistas. 17 de enero de 1932. pp. 47-48. José Gorostiza. "Estampas mexicanas". Nuestro México. Marzo de 1932. pp. 6-7 . 4
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Nuestro México , op. cit., p.7.
"Estudios fotográficos de Luis Márquez". Nuestro México. Agosto 1932, p. 15, Y "Estudios fotográficos de Márquez", ibid. Octubre de ese mismo año, p. 19. 7 Véase también Danzas de México. Colección Anáhuac de Arte Mexicano, vol. 22, 1948. 8 Sylviane de Decker Heftler, "Le nu Photographique. Art impur / Art realiste". Photographies. Diciembre de 1984. p. 60. 9 Robert Demachy, Photographe, Sociéte Francaise de Photographie. Contrejour, 1990. 6
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