M. Álvarez Bravo, La de las Bellas A rres, 1933 -1 934.
alimento de esa realidad a la que la técnica, pero por encima de ell a, alimentándola, la sensibilidad y la intuición del artista, transforman para mostrarnos su verdadero carácter. Por eso en las fotog rafías de Álvarez Bravo los temas parecen en muchas ocasiones contrapuestos de tal manera que su tratamiento nos produce el efecto contrario de la apariencia inmediata que nos entrega la imagen, y aun algunas veces el mi smo título de la obra parece completar este propós ito. En todos los casos, lo primero que nos encontramos en las fotografías es una ausencia total de sentimentali smo e incluso podría decirse que de sentimiento, de toda "poes ía" exterior, de todo énfas is dramático desde afuera, aun cuando el tema de la obra es tan
exteriormente dramático como en el caso de Obrero en huelga asesinado. Álvarez Bravo parece renunciar a todo comentari o personal en busca de la objetividad de la imagen. Y si n embargo, ésta nunca es objetiva. Los sentimientos del artista no están ex plícitos en la obra, no aparecen en ell a, pero tampoco están ausentes. Lo que pasa es que, del mi smo modo que la ausencia se convierte en presencia en la fo tografía titulada prec isamente Retrato ausente, el arti sta se los confía a la propi a imagen, hace que sean uno solo con ella, que aparezcan no como un adjeti vo que se suma a la obra sino como el sustantivo que le da razón de ser. Por eso las fo tografías Retrato ausente y Obrero en huelga asesinado pueden considerarse como los dos símbolos en
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