Buk09

Page 52

ME DIJISTE CÁNTAME

LETRAS QUE ESPERAN Buk 52

Por Saúl Ibáñez

En 24 Hour Party People (Michael Winterbottom, 2002) hay una escena que describe muy bien cómo veo el papel que la voz (y con ella las letras) tiene en la música popular, cómo son estas percibidas. En la secuencia vemos al protagonista, Tony Wilson, en el despacho de Factory Records con sus otros socios. Todos están reunidos para escuchar el máster del nuevo disco de los Happy Mondays, pulsan play y pronto descubren que falta la voz: el desastre está servido. Esto me hace fantasear a veces con que la oficina de Tony Wilson hubiera recibido Disintegration (1989), de The Cure, en lugar del disco inacabado de Happy Mondays. Si, al poco de empezar “Plainsong” (donde Robert Smith no canta la breve letra hasta bien pasados tres minutos del comienzo) también habrían pensado que el disco estaba por terminar, que se trataba de una broma pesada, si lo habrían parado antes de tiempo. Ignoro si la anécdota es verídica, ficticia o pura leyenda, pero ilustra muy bien lo que vengo a decir: la voz es el hilo conductor de la mayoría de las canciones pop de la historia. Esto no lo digo como algo malo o bueno, solo hay que prestar atención. La melodía principal de una canción la lleva siempre el cantante en sus cuerdas vocales, la estructura se construye alrededor de la letra, aunque el punto álgido, el clímax, suele llegar de la mano de un momento instrumental (esos punteos de guitarra insufribles que suelen gustarles a los padres). He sido muy reduccionista aquí, pero me lo perdonaréis.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.