Apuntes para una sesión formativa sobre la circulación dirigida a conductores de 4R y de 2R Texto para capítulo “Convivencia” Autos y Motos La cantidad de motos en el tránsito actual va creciendo y sorprende a muchos. Como motos y autos se manejan de manera diferente, a veces surgen problemas de incomprensión entre los conductores. Dado que hay que compartir los espacios de circulación, es importante explicar algunas de las diferencias. Esperamos que esto ayude a una mejor convivencia. Primero hay que quitarse los prejuicios, nuestro prójimo, nuestro vecino, amigo o pariente, puede manejar cualquier vehículo. Es una persona y no deja de serlo al subirse a un auto o a una moto. No pasa a ser “una moto” o “un auto”. Sin importar en qué nos movamos, tenemos los mismos derechos y responsabilidades. Merecemos el mismo respeto. El motociclista está mucho más expuesto a lo que hay a su alrededor y al clima. Su vestimenta está determinada por esta exposición: casco, protección para los ojos, botas, guantes, campera, pantalones largos, todo necesario para protegerse. El conductor de autos, por el contrario, está separado del ambiente por una protección de acero y vidrio. Las cuatro ruedas y el peso del auto le brindan estabilidad. El motociclista, en cambio, a las habilidades necesarias para conducir debe agregarles la capacidad de equilibrar la moto y una mayor atención hacia lo que lo rodea. Deberá estar más alerta que el automovilista ya que es poco visible en el tráfico y porque cualquier distracción puede ser fatal. Debe conducir asumiendo que los automovilistas no lo ven y prever que su derecho de paso será generalmente ignorado. El motociclista suele tener gran precisión en la evaluación del espacio que ocupa, al llevar las manos en los extremos del manubrio su moto es generalmente tan ancha como lo es él en ese momento. Debe recordar que no pasa lo mismo con el conductor de autos. Muchas veces los asustará si les pasa muy cerca, sobre todo a los automovilistas novatos. La costumbre de pasar muy cerca también lleva a pequeños errores de apreciación, por ejemplo a rozar o golpear los espejos de los autos. Es mejor mantener mayor distancia para no asustar ni generar reacciones agresivas. También es más seguro.