V o l um e n 1, n º 1
-¿Sabes algo de tus padres? ¿Quiénes son o qué pasó con ellos? -Sí, mi padre se llamaba Tomé González. Él falleció, y mi madre se llamaba Antonia Pérez. Ella al quedarse viuda, se casó con otro hombre y me dejó a cargo del ciego. -¿Pensabas que terminarías de pregonero y casado de pequeño cuándo no tenías ni casa? -No, pensaba que moriría en unos años de hambre o por alguna paliza de algún amo. -Si tuvieses a tu madre y a tu padre delante tuya ahora mismo, ¿qué les dirías? -Los abrazaría y les diría que lo he conseguido, que he conseguido una pareja y un trabajo decente. También, les daría las gracias por todo. -Y la última pregunta… ¿Realmente pensaste que tu
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libro triunfaría tanto y sería tan conocido? -No, pensé que yo sería la única persona que leería el libro, y, la verdad, me alegra de que le guste tanto a la gente, creía que a la gente le daría igual mi vida. La aceptación que ha tenido es increíble. Pues aquí finaliza esta entrevista. Muchas gracias por tu recibimiento. ¿Te gustaría decir unas últimas palabras? -Me gustaría, si me lo permites, transmitir un consejo a los lectores. Y es: que a pesar de que la vida te trate mal, nunca hay que rendirse, hay que seguir hacia adelante, porque la vida es tan maravillosa que no se sabe dónde estarás el día de mañana. Muchas gracias a vosotros.
Gabriela Esteban
Tenorio