Jul-Ago 2010 No. 186 Año 32
Dhas sufridocrecer
onBosco, amigo mío, te ruego: ayúdame a
integralmente en mi cuerpo, mi mente y mi corazón.
Tú mucho viendo la miseria de los jóvenes. Ayúdame a estar atento a los que sufren, a los que están abandonados o marginados. Tú has tenido confianza en Dios, en Jesús y en María, su madre. Ellos te dieron la fuerza y el aliento para realizar tantas maravillas. Dame esta misma confianza para que yo haga de mi vida
una gran aventura.
Has llamado a mujeres y a hombres para que te ayuden, y has formado una gran familia para conducir a los jóvenes a la vida. Yo también quiero ser tu amigo, y caminar contigo por los caminos del Evangelio. Cyan
Magenta
Amarillo
Negro