CONGRESO
cador en su tarea profesional contemplen un adecuad o manejo d e las escalas d esde lo barrial a lo urbano y a lo regional en una interacción permanente. Surgieron en la comisión los diversos aspectos que hoy hacen a las diversificadas modalidades de trabajo de la profesión y que ratifican la necesidad de una apertura de opciones variada s en la enseñanza y en un proceso de seguimiento de actualización de los mismos profesionales. Se analiza ron las dificultades que están pasando en el ejercicio de su profesión los arquitectos que actúan en la fu nción pública y en reparticiones estatales advirtiéndose sobre la pérdida de recu rsos humanos capacitados con las generalizadas políticas de reducción del estado que vienen aplicando diversos gobiernos en el continente. Se señaló que es posible obtener mayor eficacia en la acción profesional en la función pública mediante una adecuada capacitación y que la degradación de organismos estatales de obras públicas de larga y fecunda trayectoria va en desmedro de las propias capacidades de los países para dar solución a urgentes requerimientos sociales y culturales. N uevas formas del ejercicio profesional vienen surgiendo con la noción de defensa del patrimonio construído que ha significado en nuestros países el comienzo de políticas de recuperación de viviendas no obsoletas, rehabilitación urbanas y refuncionalización de grandes contenedores arquitectónicos. Es importante pues el desarrollo de líneas crediticias que estimulen la producción de arquitectura de sectores excluídos del mercado. El encuadre de la práctica profesional desde la empresa privada, la consultoría y desde la misma Universidad, requieren hoy una reflexión sobre sus modos de actuación y campo de incumbencias que hacen aconsejable que la federación panamericana convoque a un foro para analizar estas modalidades y las que sin d uda surgirán del proceso d e in-
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El nuevo Presidente de la Federación, a su vez Presidente del Colegio de Arquitectos de Chile, Arq. Mario Paredes, recibe el saludo del Presidente saliente Arq. José Reygadas. quien durante cuatro años ejerció el cargo.
tegración regional que viven nuestros países. Una especial atención se puso en la práctica profesional vinculada a los sectores informales donde la presencia del arquitecto ha sido discontinuo y no cabalmente perfilada. Se planteó la necesidad de reflexionar sobre las experiencias sistema tizadas en diversos países de América que permitieron verificar las modalidades de trabajo d e equipos interdisciplinarios. Se apoyó la apertura a un diseño participativo aun cuando el mismo debería realizarse con grupos organizados y no como expresión de una tarea individual. Se enfatizó la necesidad de capacitar al arquitecto para integrarse a nuevas formas de gestión que el proceso de producción de arquitectura viene exigiendo. Se apuntó que el antiguo derecho a la vivienda hoy se ha ampliado a la exigencia de un derecho a la ciudad, lo que implica políticas de rehabilitación y de regeneración de áreas ya consolidadas además de la construcción d e la periferia urbana. A la vez se ha señalado el creciente deterioro de las condiciones de vi-
da de los sectores más carenciados de nuestra sociedad, lo que obliga a estrategias que aseguren su permanencia de localización brindando servicios y equipamientos básicos. Los distintos perfiles de la composición familiar de los sectores que viven bajo el umbral de la pobreza, a los cuales se suman hoy jubilados, pensionados y otras capas empobrecidas, indican la necesidad de estrategias de acción social diversificadas en las cuales los profesionales de arquitectura no deben estar ausentes. La participación d e la comunidad no puede ser limitada a espacios de decisión secundarios sino a aquellos que tengan incidencia central en la solución de sus problemas. La participación será así protagónica e incidirá como forma de democratización de la vida pública, permitiendo una acción de los usuarios en la definición de prioridades y asignación de recursos. La eficiencia de los procesos participativos no pueden evaluarse exclusivamente por criterios economicistas, sino que se debe tener en cuenta la relación costo-efectividad. Los crecientes índices de pobreza ARQUITECTURA 262
1 NOVIEMBRE 1992