perfiles doble T porque los barcos no los traían ya que ocupaban mucho espacio en las bodegas. Se construyó con lo que había disponible en el momento. Frente a esa situación, la solución era tirar todo abajo, pero eso constituía un terrible problema político. Por entonces el diario "El Dfa " emprendió una campana periodística que atacaba sin compasión el proyecto. Claro que a mr no me interesaban los problemas políticos, yo era un técnico. Pero siguieron las sorpresas: cuando inspeccioné la cimentación me di cuenta que los pilares estaban apoyados sobre placas de 1 mt.20 por 1 mt.20 colocadas directamente sobre la tierra. Yo no podía ir a mayor profundidad y tampoco podfa cargar más esa estructura. Ante esta situación, estudiamos junto al ingeniero Saizar una estructura en base a perfiles de hierro doble T que iba desde las fundaciones hasta la parte superior del edificio. A las bases se les hicieron unos collares de hierro que circundaban las placas para poder sobrecargarlas previendo todo lo que significaba el pesado equipamiento de las oficinas y la afluencia de público. De aiH arrancaba el resto de la estructura a partir de los pilares existentes de 30 cms. por 30 cms. que, aladosarles lateralmente los perfiles, dieron lugar a esas columnas monumentales. También se reforzaron las carreras en base a perfiles ubicados por debajo de ellas. Para las planchas la solución fue llevarlas de una luz de casi 7 mts. a la mitad, mediante planchones formando un sistema oculto en el piso. Todo ese sistema había que disimularlo y para ello utilizamos los artefactos de iluminación. Sangre, sudor y lágrimas para el arquitecto que tuvo que hacer todo aquello contemplando una multitud de cosas. Recuerdo que el doctor Mendívil, con su maravillosa visión de estadista, dijo que quedaba conforme si el edificio del Banco duraba diez anos. Bueno, el edificio resistió más de diez anos, lleva treintaisiete de inaugurado y costó unos veinte millones de pesos, con el dólar a $1,41 . P. Usted, tanto en el edificio del Banco como en el de la Tribuna Popular trabajó mucho con la iluminación, ¿no es asf? R. Sr, incluso en el de la Tribuna planteé la posibilidad de que el ascensor dejara, al subir, una estela de luz visible desde el exterior. Pero esa idea, como la de la "vela " que mencionaba antes, no fue jamás considerada. P. ¿Por qué planteó ese tipo de cosas ?¿ Conocfa algún antecedente? R. Ya les dije que aiH hay algo de Dudok y sobre todo de Mendelsohn. Hoy quizás se haría algo diferente, porque aquello es ya arcaico y la arquitectura moderna se ha perfeccionado. Eso mientras no se llegue a un período de regresión o de decadencia, como siempre ocurre. Espero que no. P. ¿Usted conocfa, a través de publicaciones, vanguardias europeas como el futurismo italiano o el constructivismo ruso? R. No, de ninguna manera. Mis proyectos surgían por un lado como una lucha personal y por otro como una manifestación de una comunidad de estudiantes y arquitectos que, sin ningún tipo de imposición, teníamos conciencia que se estaba dando un cambio grande en la arquitectura y que los planteas académicos no funcionaban más. Estábamos todos "chiflados" por Le Corbusier aunque , como ya dije, su arquitectura no pudiera entrar en nuestro medio.
P. Pensar que un edificio pudiera tener una estructura para avisos publicitarios o un elemento iluminado que se moviera, era algo excepcional para aquel momento, ¿no? R. Miren que la generación a la que yo estaba ligado era muy valiosa. Si a cualquiera de ellos le hubieran dado una oportunidad, hubieran logrado obras maravillosas, porque eran muy buenos arquitectos. P. ¿En el edificio para el Banco Hipotecario, ¿trabajó también con Valabrega? R. No, es exclusivamente m ro. Aunque tuve un importante colaborador en el arquitecto Héctor Barere, a quien conocí en el Taller Cravotto y lo llevé al Banco. Con él dialogábamos mucho.
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P. Respecto a los proyectos del Banco y de la Tribuna Popular, ¿recuerda si antes de ejecutarlos los discutió con otra gente vinculada a la profesión? R. No. Y les voy a decir por qué: no habra tiempo. En el caso de la Tribuna se hacra presión para que otro colega hiciera el proyecto y la dirección de la obra. Valabrega me decía: "¡si no te apurás, estamos liquidados!". Fijense que cuando se me dio la posibilidad de hacer ese proyec-