ARQU ITECTURA
V ERSAILLES Patio Real -
A la
PETIT TRIANON
nu~va
P ab~llón de ju~go y convHsación
pues el público se componía únicamente de nobles y altos funcionarios ( I ) . Llaman la at ención las maravillosas {JOisrrits) c111e en los buenos tiempos de Versailles estaklll pintadas imitando el múrmol verde antiguo. "El ho-
rrib!e color rojizo que o tenta hoy esta sala, no impide apreciar su bellas proporciones y la riqueza inaudita de su ornamentación: es la má · hermosa sala que se pueda imaginar: es el Bayrenth tantas veces r eclamado. un Bay reuth situado en las puertas de ParísJ donde resuena aún el eco de los aires de Lulli, Glück y Rameau. El foyer con sus cariátides, sus grupo y delicio os bajorelieve . . no es 111e!1ü. completo y art ístico : para conocer el art e de (2). de VersaiPajo11 . . . . es necesario haber vi sto b Opera !les" (3) . Terminadas estas obras, GabrÍel clió comienzo en 177 r, a la reconst rucción del pabe llón situado a la izquierda del patio llamado dr la Capilla , e. decir. frente a esta última . Enamorado de los medios _imples y gra ndi os0~ . aclcpt ó p3ra la fachada de este pabellón el mis:no partido que con tanto éxito había aplicado en la Escuela ~\ 1 ilitar y edificios de la Plaza de la Concordia: es decir, un ~c vero basamento almohadillado v sobre éste una col um.n ata de orden colosal, de admi rabl es proporciones y a b::u. cando dos -uisos: el e fecto que -produce e. te .pabellón, (. le mismo q11e el con truído -por Dulfour en 1828, copi~ndo . e l de Gabriel), es inmejorable y contribuye no poco a i buen aspecto del Castillo. ( _..¡.) vi:;.to desde la plaza de.-\ rmas ; con todo no ha escapado a algunas c ríti cas se veras . pues no falta quien diga que ia arquitecw ra (\e Gabriel se aparta demasiado de la de sus predecesores ( Lt\'au. ottc). . ~ osotros creC1110:' .T. H. ~ bnsa rt \" R oberto de que esas críticas son injustas: el arquitecto en su caITera tiene más probabilidades ele term inar edificios ·,'a comenzados, que de iniciar nuevos y si en esos ca. os debe limitarse ~ repetir a sus predeceso res, deja ele ser arquitecto para convertirse en arqueólogo : opinamos que siempre se debe ser sincero: es decir, aplicar la a rquit ect ura que imponen la época. ambiente, n·ater iales di sponibles y programas.
Fsta sa la est u,·o comp leta m e nt e en de s uso desde el abandono de Ve r s ailles por la fam ilia real en 1792, hasta e l ~egundo Imperio, épo ca e n qu e se la vo h·ió a utilizar con c ie rta frecuencia: las última s representaciones se celebraron e l 185.=; (en h o n o r de la r ei na Yi c toria de Inglaterra ) y e n 1R64 (en ocas ió n de la Yisita de I sabe l TI de España). l•:n los prin;cros ail ns de la Tercera R epública se la destinó a ··~a la del Senado ''. ( 1)
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(2) Agustí n Paj o u. célebre c, cu lt or franc és. discípu lo de L cmoytH! ( I730-1e09) . (3) André Peraté.- \"e r sailles . (4 ) Cuan Jo Luis XVI subió a l trono ( 1774), e l Castillo ya había perdido su hermosa unidad . pues un ala enorme con una pesada co lumnata y un frontón de templo g ri ego. domi naban y cmpcqueilecían a lc~s po bres palwlloliL'S ck lad ri llo ro;-;ad11 · ·.- - ( .\. JPerat(·. \ 'e rsaillcs.) .
PETIT TRIANON Vista
pcrsp~r.tiva
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sob re el Jardín Francés
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