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Cataclismo

Bryana Isabella Gonzalez Bello

Bienvenid@ a este libro interactivo donde tu eres el personaje principal, a lo largo de la lectura tendras opciones que cambiarán la dirección de la historia.

Tu eliges tu propio final, descubre cual es el tuyo.

Capitulo 1

El planeta ya no es el mismo, ahora está dividido por dos mundos, el natural y el humano. El humano dejó de ser parte del natural cuando intentó modificarlo a su conveniencia, pero la naturaleza fue más fuerte y logró evolucionar para intentar destruir el humano, no todo fue tan bueno, la naturaleza corrompida por los químicos humanos se ha vuelto tóxica y mala para el ambiente, su propio ambiente, y ahora necesitan ayuda de su mayor enemigo, el ser humano, para así liberarse de el químico maligno y volver a la naturaleza saludable y serena que siempre fue.

Estás en tu casa en medio del campo, la quebrada que solía pasar por tu casa ya no existe, el pasto verdoso y mayormente mojado por el rocío fresco del campo ahora es café y con falta de vida, empiezas a tener el recuerdo melancólico de ti caminando por el agua fría de la quebrada mientras veías los atardeceres y observabas la libertad de los animales que vivían allí, esos recuerdos no duelen tanto al saber que eres actualmente uno de los pocos humanos con la fortuna de poder haber vivido esos momentos, pues ahora ya todos viven en la ciudad y a nadie le importa el campo, entre ira y tristeza imaginás que todo vuelve, esas mañanas llenas

de aire fresco, el sabor de los frutos y de encontrar flores y especies diferentes de plantas cada día, de repente sientes una brisa desde tu ventana y te intriga, eso comúnmente no era buena señal, podría ser una tormenta tóxica o la visita de las plantas corrompidas que buscan cazar humanos. Cierras los ojos deseando que solo sea una pequeña brisa cuando de repente…

— Psss, humano — una pequeña voz se escucha cerca a ti pero no ves nada

— Aquí abajo — bajas la mirada, con sorpresa y un poco de miedo ves un pequeño honguito rojo lleno de lunares blancos

— No sé asuste humano, vengo aquí en paz para solucionar la guerra de nuestros mundos

Te quedas unos segundos mirando y cierras la ventana, no sabes qué pensar ni como actuar, todas las plantas corrompidas comúnmente eran grandes y con aspecto monstruoso, pero tú acababas de ver un pequeño hongo que te habló con confianza, empiezas a decir con temor — ¿Y si es una trampa? ¿Y si piensan que soy como los otros humanos? ¿Me van a cazar? —

— Calmese por favor — honguito había entrado a la casa y estaba sobre una silla cercana — solo quiero hablar

Estás alerta, pero al mismo tiempo con curiosidad de que te quiere decir la pequeña criatura

Opciones:

Guardar la calma y escuchar a honguito (ir a Capitulo 2)

Decirle a honguito que se vaya y no escucharlo (ir a Capitulo 3)

Capitulo 2

— Está bien, puedes hablar— te acercas un poco más intentando confiar en el pequeño honguito

—Soy un pequeño viajero, y para decirte por qué estoy aquí contigo debo contarte mi historia. Me encontraba siendo un hongo común en un pequeño bosque, era calmado, yo solo crecía y como todo hongo cumplía mi función de existir como la naturaleza lo tenía planeado, pero el famoso día donde las plantas se revelaron hacia el humano, cobré conciencia, y fue como si al mismo tiempo cobrara vida de nuevo, podía moverme, a eso lo llamaría volverse humano, por el hecho de comezar a pensar y actuar por cuenta propia, seguí a una pequeña sociedad de hongos, nos unimos para buscar un nuevo bosque donde vivir, el nuestro había sido intoxicado por las plantas corruptas que buscaban detener la actividad humana en la zona, eso no salió del todo bien para nosotros, con el tiempo me volví solitario, los demás hongos buscaban enterrarse en la tierra y quedarse allí como un hongo común, pero ya no éramos eso, o al menos eso sigo pensando, cada día pasaba me iba dando cuenta que con esto que me había ocurrido debía tomar acción y ayudar, ahí es cuando entras tú, te he observado y sé que amas la naturaleza tanto como yo, por eso ahora te pido

que vivamos está aventura juntos donde encontraremos la nube que lo sana todo, para que está llueva sobre las tierras, y así tener nuestro planeta como debe ser, ¿Te unes a esta aventura conmigo?

Sin duda alguna aceptas, después de todo la naturaleza lo es todo para ti y harías lo que fuera por ayudarla, con honguito en hombro emprendes camino hacia el bosque.

Continúa en Capitulo 4

Capitulo 3

— ¿Hablar? Las plantas corrompidas cazan humanos, no quiero problemas, vete de aquí

— No hay ninguna caza, yo solo…

— por favor sal de aquí.

Sin más comentarios, honguito se va, te quedas sin movimiento por un rato intentando procesar lo que acababa de pasar, observas por la ventana buscando que no hayan plantas intentando destruir tu hogar, cierras todo y vas a tu cuarto a a intentar dormir un poco

-Una pesadilla-

Estás en una nube, es suave y tranquila, transmite paz y se mueve suavemente, escuchas melodías que nunca habías escuchado antes, sientes como poco a poco la nube empieza a moverse de manera fuerte, cambia de un color blanco a un tono gris, las melodías ya no existen solo está el ruido de los truenos que chocan con las demás nubes que aparecen, estás en medio de una tormenta y no tienes a donde ir, se escucha una voz al fondo que dice, escúchame, sálvame y

salvate, solo debes escuchar…

-Despiertas-

Miras por la ventana de tu cuarto y ves como cada noche hay una tormenta nocturna, los colores del cielo son terroríficos, las árboles, o al menos las ramas que solían ser grandes y majestuoso árboles, se mueven fuertemente ocasionando ruidos, te acuestas y recuerdas que tú encuentro con honguito no fue un sueño — Tal vez quería mi ayuda— dices mientras intentas tapar tus oídos con las almohadas para no escuchar el ruido de la naturaleza agonizando.

Al día siguiente sirviendo tu desayuno escuchas unos ruidos en la puerta principal — honguito — dices, cómo si con seguridad supieras que es él, abres la puerta rápidamente y te das cuenta que hay una ardilla

—¿Cómo es posible?— observas tu alrededor pensando que es otro de tus sueños, pues, era imposible ver una criatura cerca a tu hogar, este ya estaba sin nada de vida silvestre

—Por eso tengo fe— volteas hacia un lado y ves a honguito mirando la ardilla, —está es la señal, es lo que me hace querer ayudar la naturaleza para que vuelva a ser lo que era,

está ardilla salió del bosque por comida—

El honguito le da una nuez a la ardilla y mientras la come te dice, —esta ardilla está corrompida pero fue la nube que lo cura todo, está ardilla fue tocada por una pequeña ventisca que la nube soltó, sí con una ventisca la curó, una tormenta inmensa nos salvaría — honguito se va y te volteo a ver un momento, no seas como los otros humanos, se tú.

Te quedas con esas palabras en la mente todo el día, ya anocheciendo te acuestas y piensas que una sola decisión tuya puede cambiar no solo tú destino si no el de todo ser vivo.

Opciones:

No haces nada y sigues en casa (Capitulo 5)

Sales a buscar la nube mágica por tu cuenta (Capitulo 6)

Capitulo 4

Entrando en el bosque vas hablando con honguito que te explica el camino a la nube que lo sana todo, te dice —eres tú quien debe hablar con ella ya que es casi humana, cuentan los árboles y las golondrinas chismosas que hace tiempo había una joven por el bosque de lo alto de la montaña, ella era conocida estar siempre con su amigo el búho, todos los días ella iba para visitarlo, siempre vestida de blanco para destacar dentro del bosque y así ser vista por todos los seres que habitaban ahí, ella estaba orgullosa de ser amiga del búho, lo presumía con gran orgullo, los cazadores estaban empezando a entrar a la zona y solo esas malas personas podian entrar a ese bosque, si la veían se iba meter en problemas, un día un cazador la vió y ella salió corriendo, corrió tan rapido como pudo pero chocó con una piedra y cayó a un arbusto, estaba ahí paralizada de miedo esperando que los cazadores se fueran, pero cuando salió pasó algo inesperado, buho no estaba, lo llamo a gritos desesperada por volver a ver a su amigo, no tenía a quién preguntarle, no tenía como pedir ayuda, desconsolada subió a lo alto de un arbol y le pidió a la brisa que la liberara de esa melancolía profunda que no la dejaba vivir en paz, lentamente una niebla llegó a la montaña y mientras con ella la joven iba desapareciendo, deseando sanarse y sanarlos a todos, y si

búho estaba mal, sanar a su amigo.

Dices —entonces este es el origen de la nube— —así es— dice honguito, y por esa razón debes hablarle tú para que sane la naturaleza, nos libera de este mal y se libera a sí misma al cumplir su sueño

Preguntas —¿y dónde está exactamente?—

Honguito responde —en el árbol más alto de la montaña más alta, está alrededor de este como niebla que nunca se va, encerrada en sí misma esperando por su amigo.

Mientras tanto sigues pensando en su historia, pero te animas más al seguir caminando, cada paso está más cerca de ayudarlos a todos.

Más s adelante escuchas un sonido familiar, agua, te percatas de que hay un río cerca y le dices con emoción a honguito que quieres ir a verlo, honguito dice que eso los desviará un poco del camino pero podrían ir un momento.

opciones:

Ir a ver el río ( Capitulo 7)

Seguir caminando ( Capitulo 8)

Capitulo 5

—Hace frío— dices, ya es medianoche y no puedes dormir, cada noche es más fría, pues, el planeta moría y se congelaba, vas a la cocina y notas que cada vez tus plantas en casa están más secas y frágiles, te preparas un poco de té con las pocas cosas que encontraste en casa, todo se acababa, —dedique mi vida a amar lo que el planeta nos regaló, y lo agradezco— dices con un nudo en la garganta.

Vas a tú cuarto, ves el techo, las paredes y las cosas, el balón con el que jugabas con tus amigos, el bolso que usabas para salir a recoger cosas que encontrabas al ir al bosque y la carta que te habia dejado tu abuelo antes de irse a la ciudad para ganar dinero siendo un enemigo de la naturaleza, —el no tuvo opción, y me negué a ir con él pero no me arrepiento— lees la carta mientras una ventisca hace sonar tu casa como si se rompiera.

Lees, “Debo irme para que tu te quedes, debo estar con los malos, actuando como uno aunque en el fondo quiera lo mejor, esto es para que tu seas el ser humano que quieras ser libremente, te enviaré lo que necesites para vivir, se feliz y recuerda que yo siempre…” se interrumpe la lectura ya que

escuchas que algo cayó afuera y ocasionó un sonido muy fuerte, te asomas rápidamente a la ventana y ves que hay una tormenta, los árboles se caen y de lejos se ven plantas corrompidas que se acercan cada vez más a tu casa, no sabes que hacer, no puedes hacer nada, al menos ahora ya no.

El piso de tu casa tiembla, todo es inestable, no te puedes quedar de pie, el viento está por toda tu casa, el techo se rompe y tu cosas se están mojando, de lejos se escucha una explosion y dices —el cataclismo ha llegado…—

Al dia siguiente no hay casi nada, hay suelo seco, frío y oscuro, algunos pedazos de cosas que le pertenecieron a alguien, el pedazo de un balón, tela que parece ser de un bolso y un pedazo de carta que dice- “siempre seré bueno y no dejaré de ayudar por miedo, espero que tu seas igual

El abuelo.”

Fin.

Capitulo 6

Temprano en la mañana amaneces con el canto de ninguna ave, en tu zona ya no habían, vas camino al bosque

—¿y a donde debo ir?— dices

Al pensar te das cuenta que con la ayuda de honguito hubiera sido más fácil, él parecía conocer mucho sobre aquel bosque, sientes una brisa, pequeña pero diferente a las otras, está tenía un color blanco y se movía entre las plantas hasta que paró enfrente de ti, sientes frío, pero es un frío que te llena de calma, la brisa pasa y atraviesa una planta seca, está se recupera inmediatamente y ves como crece y sale una pequeña flor que inmediatamente se abre, —esa brisa vino del sur— dices, y ahora ya sabes a dónde dirigirte, decides seguir la dirección de la brisa y te adentras en el bosque.

A medida que avanzas, puedes ver cómo la naturaleza ha sido afectada por la corrupción de los químicos humanos, los árboles están marchitos y las plantas están cubiertas del tóxico. Te sientes triste al ver el estado en el que se encuentra tu hogar, pero también sientes el valor para ayudar a restaurar la armonía perdida.

Después de caminar por un rato, llegas a un claro en el bosque justo en el centro, hay un árbol antiguo y majestuoso que parece resistir los efectos de la corrupción. Te acercas al árbol y puedes sentir su energía vibrante y serena. Cierras los ojos y te conectas con la esencia de la naturaleza que aún permanece en él.

De repente, una voz suave y melodiosa resuena en tu mente, es la voz del árbol, que te habla con sabiduría ancestral. Te cuenta la historia de cómo la corrupción de los químicos humanos ha afectado a todos los seres vivos del bosque y cómo la naturaleza ha luchado por sobrevivir.

El árbol te recuerda que hay una manera de purificar el bosque y restaurar la armonía perdida. Debes encontrar la nube que lo sana todo

-Señor árbol, pero ¿donde se encuentra esa nube específicamente?

-Está en la montaña más alta al rededor de un árbol, recuerda que en el camino tendrás grandes desafíos, sé valiente.

Con inspiración por las palabras del árbol antiguo, te

embarcas en una búsqueda para encontrar la nube que puede curarlo todo, siguiendo las indicaciones del árbol, te diriges hacia la montaña más alta.

El camino hacia allí es tedioso y lleno de obstáculos. A medida que avanzas, te encuentras con criaturas y plantas corrompidas que intentan detenerte. Sin embargo, tu determinación y conexión con la naturaleza te guían a través de estos desafíos.

Empezando la noche finalmente llegas a la cima de la montaña. Allí, te encuentras con una niebla que envuelve todo a tu alrededor y la niebla es espesa y misteriosa

Opciones:

Ir por el camino de niebla (Capitulo 9)

Buscar otro camino (Capitulo 10)

Capitulo 7

Decides hacer una pequeña parada para disfrutar del río que se encuentra cerca. Te acercas al borde del agua y sientes la frescura y la tranquilidad que trasmite, observas cómo las aguas fluyen con suavidad, llevando consigo pequeñas hojas y ramitas aunque la mayoría secas y casi quemadas. Sientes conexión con la naturaleza y agradeces por poder presenciar ese momento.

Honguito se une a ti y se coloca en una roca cercana. dice —el río es un símbolo de vida y renovación, su movimiento representa la fuerza que aún tiene la naturaleza—

—Ven y cierra los ojos y escuchar el sonido del agua—, dice honguito, lo haces permitiendo que te envuelva y te lleve a un estado de calma y paz interior.

Mientras disfrutas de la serenidad del río, comienzas a reflexionar sobre la importancia tu misión, te das cuenta de que el ser humano ha causado un gran daño al medio ambiente con su afán de modificarlo a su conveniencia. Sin embargo, también comprendes que la naturaleza tiene la capacidad de adaptarse y evolucionar, incluso en situaciones

adversas.

Honguito interrumpe tus pensamientos, —recuerda la misión de encontrar la nube que lo sana todo— te anima a continuar tu camino hacia la montaña más alta, donde se encuentra el árbol que alberga la nube. Te despides del río con gratitud y determinación, sabiendo que estás con disposición de hacer todo lo posible para restaurar la armonía entre el mundo natural y el humano.

Continúas tu aventura junto a honguito, con la esperanza de encontrar la nube y cumplir tu propósito de sanar la naturaleza y devolverle su esencia saludable y serena.

(Continúa Capitulo 8)

Capitulo 8

Continúas caminando junto a honguito, siguiendo el camino hacia la montaña más alta. Mientras avanzas, el paisaje se vuelve cada vez más desolado y oscuro. Los árboles están marchitos y las plantas están cubiertas de una sustancia tóxica. El aire se vuelve pesado y difícil de respirar.

De repente, escuchas un ruido proveniente de los arbustos cercanos. Te detienes y te preparas para lo peor, pero para tu sorpresa, aparece un pequeño animalito. Es un conejito de color gris, con los ojos tristes y el pelaje sucio.

El conejito se acerca tímidamente y te mira con esperanza. Parece necesitar ayuda. Te agachas y le hablas suavemente, ofreciéndole tu mano. El conejito se acerca y se deja acariciar, puedes sentir su fragilidad y su miedo.

Decides llevar al conejito contigo, pues, sabes que no puedes dejarlo solo en este ambiente tóxico y sin protección. Lo sostienes con cuidado en tus brazos y continúas tu camino hacia la montaña.

Te acercas a la cima, la niebla se vuelve más densa y la

temperatura desciende. Puedes sentir la presencia de algo poderoso y mágico en el aire. Sabes que estás cerca de encontrar a la nube que lo sana todo.

Finalmente, llegas al árbol más alto de la montaña. Es imponente y majestuoso, con sus ramas extendiéndose hacia el cielo. La niebla rodea el árbol, creando un aura misteriosa y mágica.

Te acercas al árbol con el conejito en brazos. Te sientes nervioso pero con valentía. Sabes que debes hablarle a la nube y pedirle que sane la naturaleza y libere al mundo de la toxicidad.

Con voz firme y llena de esperanza, comienzas a hablarle a la nube. Le cuentas sobre la corrupción de la naturaleza, sobre cómo el ser humano ha dañado el planeta y cómo ahora necesita su ayuda para sanarlo.

Mientras hablas, la niebla comienza a moverse y a girar a tu alrededor. Puedes sentir una energía poderosa y sanadora en el aire. El conejito que tienes en brazos parece calmarse y mira con curiosidad la nube que se forma frente a ti.

De repente, la nube se abre y una luz brillante y cálida te

envuelve. Puedes sentir su amor y su poder sanador. La nube comienza a liberar gotas de agua hasta que hay un tormenta, es fuertemente poderosa pero se siente suave al tacto cuando cae sobre la tierra, limpiando la toxicidad y devolviendo la vida a las plantas y los animales.

El conejito salta de tus brazos y corre hacia la vegetación recién revivida. Puedes ver cómo su pelaje se vuelve más brillante y su mirada se llena de alegría. Sabes que has logrado tu misión.

Te sientes feliz y con esperanza. Sabes que la naturaleza ahora es más fuerte que nunca y podrá volver a reclamar su territorio.

Te diriges con honguito hacia tu casa, al llegar ves con amor el río que volvió a nacer, vas hacia donde sembraste verduras y frutas en las épocas donde la tierra aún era fértil y notas que todo volvió a crecer, feliz de poder haber logrado tu misión vas a dormir, mientras duermes alguien dejo una carta bajo la puerta

-Carta-

“Desde la ciudad se puede ver que la naturaleza vuelve a

tener poder, dicen que fue gracias a la lluvia, no se qué lluvia habrá sido pero estoy agradecido y espero que tú estés muy bien donde deseas estar, te extraño

El abuelo.”

Fin.

Capitulo 9

Con cuidado y confianza, te adentras en la niebla. A medida que avanzas, sientes una energía revitalizante que te envuelve, la niebla comienza a disiparse lentamente, revelando un paisaje deslumbrante y lleno de vida.

Te encuentras en un valle vibrante donde la naturaleza ha recuperado su esplendor, los árboles están llenos de hojas verdes y saludables, las flores florecen en una variedad de colores y los animales juegan y se alimentan en armonía.

En el centro del valle, ves una pequeña nube que está al rededor de un árbol, es tan blanca que brilla con una luz suave y cálida. Sabes que esta es la nube sanadora que has estado buscando. Te acercas a ella y sientes cómo su energía curativa te envuelve.

—Señora nube, ¿me escucha?—

Te contesta —¿búho eres tú—

—¿Quien?— Dices con confusión

Escuchas su lamento al darse cuenta que no eres quien espera

—Lo siento pero necesito su ayuda—

—¿Mi ayuda?— dice con emoción de saber que podrá ayudar a alguien

Le explicas la situación, le dices que ella debe causar una tormenta que sane la naturaleza para que el químico humano deje de matar el planeta

La nube escucha atentamente tu deseo y comprende la importancia de restaurar la armonía con su poder, la nube se prepara para crear una tormenta que purificará el ambiente y eliminará todo mal que han corrompido la naturaleza.

La nube comienza a acumular energía y las nubes a su alrededor se oscurecen, poco a poco, los truenos retumban y los relámpagos iluminan el cielo. La lluvia cae con fuerza, limpiando el suelo y lavando las toxinas que han dañado las plantas y los animales.

A medida que la tormenta se intensifica, puedes sentir la energía sanadora que sale de la nube. La naturaleza siente la

purificación y se renueva, las plantas recuperan su vitalidad y los animales encuentran refugio y alimento en un ambiente limpio y saludable.

La tormenta continúa durante horas, pero finalmente se calma. El cielo se aclara y el sol comienza a brillar nuevamente. El valle se transforma en un paraíso natural, donde la vida florece en su máximo esplendor.

Agradeces por la ayuda de la nube, te despides de ella con gratitud y prometes cuidar y proteger el mundo natural. Regresas a tu hogar con una nueva perspectiva y un compromiso renovado de vivir en paz con la naturaleza.

Con el tiempo, el mundo comienza a sanar y la relación entre el ser humano y la naturaleza se fortalece. La historia de cómo un pequeño hongo y una nube sanadora cambiaron el destino del planeta se convierte en una leyenda que se cuenta de generación en generación, recordando la importancia de cuidar y respetar nuestro entorno.

Capitulo 10

Al tomar otro camino por el miedo a la niebla y caer a un vacío, ves a lo lejos movimiento, piensas que puede ser un animal. Sigues caminando pero ya el día se pone más oscuro con cada paso que das, no sabes dónde estás, escuchas otra vez algo entre las plantas

—¿Honguito eres tú? Ayúdame—

—Los humanos no son bienvenidos…—

Escuchas esto mientras sientes un miedo intenso en tu pecho, tu vista es poca pero alcanzas a ver qué entre los árboles se ve como una liana llena de espinas se va moviendo y enrollando en los árboles que te rodean, como si estuvieras apunto de ser una caza, su caza

—Vengo a ayudar…— dices con angustia

No tienes respuesta, cada vez ves menos y menos, hasta dejar de ver por completo.

No fue la niebla. Las toxinas que estaban por esa zona eran

más peligrosas, las plantas de allí eran las más corrompidas y monstruosas, tu cuerpo no resistió.

Luego de media noche hubo una tormenta, el cielo era apocalíptico, los árboles no resistían tanto viento, los animales corrían como si pudieran huir de su propia tierra, honguito estaban cerca de ti, siempre lo estuvo, el luchaba por agarrase del suelo para no salir volando absorbido por la tormenta pero lo único que alcanzó a agarrar fue un pedazo de tela de tu ropa, —el cataclismo ha llegado—, fueron sus palabras

A la mañana siguiente, no había vida, solo tristeza y rastro de lo que hubo y no volverá a estar. El miedo nos destruyó.

Fin.