EN EL MUNICIPIO DE EL SANTUARIO - 24 DE MAYO DE 2024
¡Hoy no vamos a callar! No sólo los señores tienen derecho a la palabra. La literatura es expresión, es comunión, es tejido social, es felicidad, es ocio, es rebeldía, es arte, es diversidad, es parche y muchísimas cosas más, como eso tan bello llamado libertad. ¡Y todo eso somos! Incluso piedras en el camino, piedras en los zapatos y piedras desprendidas de la montaña. Somos jóvenes, somos letras reunidas, somos piedras en movimiento y esta noche vamos a sonar. Somos escritores de esas vidas posibles que no tenemos y de esta que nos toca llevar; pero sobre todo, de esa a la que aspiramos al abstraer realidades con tinta para ver reflejadas sobre el papel formas del ser, del creer, del pensar, del amar... Hoy, al integrarnos en mitad de la noche, en medio de las artes literarias, manifestamos nunca ser objeto del silencio impuesto. Hace rato comprendimos que calladitos no nos vemos más bonitos.
¡Esta es nuestra voz, esta es nuestra literatura, esta es nuestra noche: la noche de las rocas que suenan, el encuentro de las piedras en movimiento!
C´Augusto Cano Co.
ESCRITORES REUNIDOS EN ESTE SONAR
Thiago Fioralisso
Jullián Alfonso Orrego Giraldo
Joel Olarte Zafra
Angello Palacios García,
Cristian Camilo Cardona
Dafne Manuela Giraldo
Anne Ocampo
Santiago Agudelo
Sara Sofia Ramírez
Gabriela Mena Acosta
Sara Aristizábal
Angie Pulgarín
Luisa Diksonia
MaPu
Valentina Álvarez D
Ana Paula Molina Velásquez
Angie Vanessa López
Dahiana Hoyos Arcila
Angie Sofia Zuluaga
Yuliana Gómez Ramírez
Valeria Ramírez Duque
Sophita de Ramita
Natalia Duque
Deiner Andrés Cruz Broja
Antonia Estrada Ortiz
Daniel Doria.
Durlys Rios
Susana Jurado
Chon Quintero
David León
LA MUERTE LLAMA DOS VECES
Autor: Thiago Fioralisso
He venido por ti, ¿vamos?
¿Quién eres?
La muerte.
Falso, no puede ser la muerte. La muerte es un estado más no una entidad.
Puede que tengas razón; pero en ese estado se puede manifestar una entidad mil veces más compleja de lo que te puedes imaginar o experimentar.
No me convences, demuestra que lo eres.
No tengo que hacerlo, ya estás aquí, decir tu fecha de nacimiento, tus gustos o tus secretos, sólo es rebajarme al nivel de un simple mortal.
¿Por qué has venido? Soy una persona sana, me cuido, hago ejercicio y tengo una dieta perfecta para mi cuerpo, además, soy una persona querida por mi comunidad y familia... ¡tengo familia!
¿Y? ¿Eso en que impide la muerte? ¿Eso en que frena mi presencia? Además... yo no he ido a ningún lado, eres tú quien vino a mí, ahora silencio, tengo más mortales que saludar.
Eres cruel, vives del sufrimiento de la raza humana.
¿Vivir? Ni yo sé que es eso, sólo sé que soy justa con todos los seres vivos, con todos los humanos, simplemente aparezco cuando un débil corazón exclama por auxilio y mi hermana, la que todos adoran y respiran, les da la espalda. ¡Vamos!
¡No, espera!
Instantes después, entre la saturación del mundo mortal otro encuentro se da.
He venido por ti ¿vamos?
¿Quién eres?
La Muerte.
Ya veo, gracias por venir.
Hace mucho tiempo que no veo a alguien tan joven feliz por verme.
Simplemente veo que eres justa, cada segundo de vida que tenía dolía más que el segundo en el que llegaste.
En mis millones de años de existencia nunca entenderé lo que es estar vivo, ni a la raza humana, vámonos joven ser.
Creí que nunca lo dirías.
He tenido mucho trabajo últimamente ¿en qué era estamos?
No sé de eras, pero ayer en la noche era el año 2040, puede que muerto pase diferente el tiempo.
Ya veo, creo que tendré trabajo, el manto de mi hermana se debilito en esta zona andina, lo presiento.
Puede que sea verdad, solo quiero descansar.
Pronto lo harás, ya llegaste a mí.
LA TORMENTA DE UN AMOR EN EL SILENCIO DE LA ESPERA
Autor: Jullián Alfonso Orrego Giraldo
Transcurre una tarde del invierno en la tranquilidad de mi hogar, y mientras llueve, el tráfico se calma y el silencio llega. Las personas huyen del agua y temen ser empapadas para no enfermar ante el ímpetu de los vientos, dando paso a la suavidad del silencio que en ocasiones puede ser abrumador.
Mi ventana se empaña. Y el panorama de gotas resbalando una a una parecía entender mi sufrir. Resulta imposible pensar que solos podemos con todo. Y aún así el egoísmo hace suponer que así será. Dirían por ahí: la mente es la loca de la casa. Y hoy más que nunca enloquezco recordando aquella tarde del 2 de noviembre en que me encontraba contigo y mi corazón latía sin parar porque había acabado de entender que mi mundo tenía sentido, y que eso que sentía era muy real.
Y así, en medio de tus brazos, te confesaba con temor cuánto amor llevaba dentro. Y la dulzura se apoderaba de nosotros e instantáneamente sin palabra alguna nos comunicamos armónicamente todo el sentimiento que guardábamos en secreto; pero que con sólo una mirada se lograba develar.
Pasan meses. Pasan años. Pasan días. Y en mi recuerdo permanece intacto el momento. Detuviste mi reloj y desde entonces mi corazón entero arde de amor por ti. Te anhelo. Te pienso. Y mi corazón ansioso recuerda eternamente tu sonrisa que cambió mi vida en su totalidad. Entonces supe que eras el amor de mi vida y desde entonces te he amado a cada instante como a nadie. Tus expresiones lo decían todo. Y en la delicadeza de tu alma descubrí que quizá te amaré por siempre, pase lo que pase. Incluso cuando no pueda amarte. Incluso cuando la vida nos aleje. Incluso cuando no te vea. En las buenas. En las malas. Todos los días, segundos, pulsos y respiraciones de mi vida. Porque el amor verdadero sacude el alma, todo lo vence. Nadie puede contra él. Nada lo derrumba.
Quisiera contemplarte para siempre, pues bastaron segundos para
conectar contigo. Para deleitarme con tu amor, para desnudar tu alma y descubrir en ella lo más precioso y valioso de este mundo. Para desnudar mi alma entera y amarte con todo lo que soy, abriéndote por completo las herméticas puertas de mi corazón.
Pasaron días. Pasaron meses. Y tan excelsos amores pasaron por la calamidad del huracán. Por el frío del invierno, por la tempestad de la lluvia. Una fogata encendí para resguardarlo. Un cálido hogar construí para protegerle. Y parecía que la tormenta nada podría hacer contra los dos.
Pero para mí infortunio, la tormenta era de amor, y no quisiste resguardarte de ella a la luz de la fogata. La ventana se empañaba y gota a gota las lágrimas se derramaban. Y huiste de la lluvia temiendo empaparte de mí, temiendo enfermar ante el ímpetu de nuestro corazón, dando paso a la suavidad del silencio, que sin ti resulta abrumador para mi alma que por siempre te esperará.
Autor: Joel Olarte Zafra
Nunca fui ni tampoco seré, he recibido agüeros que ni siquiera eran míos que conforme el paso del tiempo se volvieron propios y adornaron de oscuridad el camino que caminaba, no hay ninguna pisada guía más que las que me puedo imaginar, no hay ningún final más el que ella me pueda mostrar, los caminos sólo son caminos, vale más el cómo los caminas que el camino en sí, llegarás a un lugar que a pesar de ser peor tal vez te alegrará más, y por tu incompetencia y falta de libertad no disfrutarás al ver a las cascadas salpicar, ni esas aves revolotear, ¿por qué te volviste tan amigo de esa tristeza? acaso tú sólo no puedes imaginar? Acaso necesitas estar acompañado de algo fuera de tu soledad, pequeño niño ineficaz, llora antes de que te llenes, y te rebose eso a lo que no quieres llegar
Comprendo que la vida sea difícil; pero todo el tiempo, encuentro algo que me llena y se va... desaparece, no sé si mañana estará, prefiero morir antes que esa incertidumbre, se supone que no debería llorar, o eso me digo; pero tal vez no pueda aguantar. Odio cuando saltan mis lágrimas; pero normalmente amo a quien las provoca. Si de alguna manera esto te puede llegar, recuerda que te amo, que siempre estaré para ti. Estaré aunque tu no estés, hasta que mi alma aguante tu ausencia y ahí buscaré la muerte, cuando la encuentre pelearé con ella para tomar su puesto y ser capaz de cuidarte como nunca pude, escuchar lo que deseas y poder cumplirlo, porque antes prefiero que tú seas feliz que el resto del planeta unido. Me despido esperando despertar contigo en mi vida, o no despertar y cumplir lo prometido.
Te amo mucho, reina. (Sólo una persona merece ese adjetivo)
MORFINA PARA MI DOLOR
Autor: Angello Palacios García, -Vaya volando, papi, al hospital de Marinilla por la medicina que necesita la abuela
Me dice mi tía entregándome una cedula y una fórmula médica. Definitivamente no había tiempo que perder. Me dirijo a mi moto y literalmente como un volador sin palo voy derecho al hospital de Marinilla, no sabía donde quedaba, pero con Google Maps y las indicaciones de los extraños lograba llegar. Llego.
Y allí me hacen entrar a hospitalizaciones y llenar muchos formularios y declaraciones… no es nada sencillo que te entreguen morfina acá en Colombia; pero al fin me la entregan y siento mucha felicidad: 3 frascos de morfina de 10 ml.
Salgo del hospital y antes de volver volando a El Santuario, le escribo a mi madre que ya la tengo y arranco, no abro ningún otro chat en WhatsApp ni me entretengo en el camino, el tiempo es vital en estas situaciones, sólo pienso en que tal vez podré ver una sonrisa más en la cara de mi abuela y que podré acariciar una vez más sus manitos arrugadas. Pienso en que podré darle un beso más en sus cachetes descolgados y que veré una vez más su mirada llena de amor.
Llego con la adrenalina al 100% pero con un cierto toque de felicidad al pensar en todo esto, entro al hospital donde estaba mi abuela por emergencias y comienzo a mirar a ver donde se metió mi tía; pero no la veo por ningún lado. Busco a mi madre y tampoco la veo, le pregunto a una doctora; pero no me sabe dar respuesta, hay poca gente de todas maneras en un día festivo así que procedo a mirar mi celular y hay un mensaje de mi mamá… se me acelera el corazón donde me decía.
-Venga a la funeraria, papi, que acá están arreglando el cuerpo de la abuela.
PARA ANTONIA
Autor: Cristian Camilo Cardona
Hoy se conmemora el día que llegaste a mi vida, un alma oculta en una piel tímida que ocasiona ternura , felicidad, alegría para esta persona que te mira; eres esa personita de ojos cafés, gafas negras y pelo corto con una mirada que refleja paz y tranquilidad en su mirada y que tiene un talento especial , que logra todo lo que se propone, aunque se queja, todo lo hace con amor, pasión y dedicación.
Su sonrisa, su carita y esa expresión que refleja todo, todo lo importante y bella que es ,todo lo que representa el amor… otorgas mayor luz que el sol y eres más hermosa que la luna en lo alto y junto a las estrellas. Su mirar va mas allá que el universo y yo quiero que mi mirada se asemeje a su mirar.
Puedes arrojar un girasol al río buscando en tu camino o un poema que pueda ser leído y releído y nunca podrás defraudarme pequeña, si en tus palabras prevalece la alegría sobre el miedo.
¿cómo podrías defraudarme si eliges el lugar y el tiempo para nosotros?
Ayer frente a ti, tuve radiantes pensamientos y el anhelo de un beso.
Volví al pasado recordando nuestro primer abrazo en un manto de luz eterno...
Un pensamiento es comprender tus ojos y en un instante mirar el infinito
Persiguiendo la luz de tu mirada que salta allá en ese hermoso árbol donde queda el corazón que ambos añoramos.
Solos tu y yo en este frío y cruel camino lleno de espinas solo motivados por la luz que uno le ofrece al otro.
Si te escribo, no te asombres, no te asustes, no te alarmes, no te sorprendas porque lo hago por el amor que tengo, por tu belleza, por tu alegría, por tu sonrisa de niña linda, Antonia querida.
LA NIÑA QUE SOÑÓ CON SER PÁJARO
Autora: : Dafne Manuela Giraldo
Los sueños que sueño son sólo relatos desordenados del anhelo de vidas que no tuve. Desaparecen cuando despierto empapada en sol y lágrimas. Confieso que una vez, hace mucho tiempo, conocí a una niña que soñó con ser pájaro y lo fue.
Cumplió seis años en una tarde de diciembre en la que la lluvia no cesaba. En la casa, antigua, inmensa y repleta de interminables pasillos y altas ventanas que daban al borde de un abismo, se reunió con su padre y su madre. Alrededor del fuego de la chimenea, se juntaron para ahuyentar el frío.
Deseo ser un pájaro , dijo la niña, interrumpiendo a sus padres que conversaban tranquilamente.
El padre, quien siempre supo alimentar la curiosidad de su hija, respondió: Para ser pájaro, hija, habrá que soñar, y para soñar, habrá que dormir .
La acompañó a su habitación y con un beso en la mejilla se despidió. La pequeña cayó profundamente dormida. Entonces, soñó. Pero no con pájaros. Despertó y lloró desconsolada. Su padre acudió en su auxilio: Para cumplir el sueño, hija, habrá que perseverar en él .
Y así la niña lo intentó una y otra vez. Se dio a la tarea de soñar todas las noches hasta encontrar, en uno de sus sueños, un pájaro. Nueve noches seguidas soñó con flores. Siete con tortugas marinas y algas. Por fin, en la noche veintiuno, en sus sueños, apareció un pájaro. Una oropéndola.
Sé de ti y de tus sueños , dijo el ave.
¿Cómo puedes saber de mis sueños?
Los conozco, porque añoro lo mismo.
Pero, si ya eres pájaro, ¿qué es lo que añoras?
Ser una que no soy. Como tú. Deseo ser niña.
Un golpe interrumpió la conversación. Contra la ventana chocó un pequeño pájaro, un pechiamarillo, que murió por el impacto. La niña lo tomó en sus manos y quiso hablarle por si acaso despertaba. Pensó entonces en la oropéndola, en su sueño de ser niña, e intuyó el significado de todo aquello. Era este pájaro la oropéndola sumida en aquel sueño profundo que la llevaría a ser niña. Entonces recostó al ave en su cama y la cobijó. Le escribió una carta con instrucciones sobre cómo ser niña y la colocó al borde de la almohada.
Quiso entonces hacer lo mismo que el pájaro, se acercó al borde de la ventana que daba al abismo y entonces, voló.
ESTA DECEPCIÓN ME ESTÁ MATANDO.
Autora: Anne Ocampo
Esta decepción me está matando.
Simplemente ya no puedo más con esto.
¿Cómo puede ser que a él no le importe?
¿Cómo puede ser tan cruel?
No lo sé.
Sólo sé que al parecer no le importa ya lo que me pueda pasar.
No le importa lo mal que me siento.
No le importa ver mi sufrimiento
y simplemente no hace nada por cambiarlo.
Es un egoísta, ya me di cuenta.
Un ser sin sentimiento alguno.
Sólo le importa su propio bienestar.
Ver lo destruida que estoy y no hacer nada.
Siento crecer este maléfico sentimiento dentro de mí.
No lo puedo evitar.
Voy a desbordarme completamente.
Todo está por cambiar...
Muy prontamente…
Para siempre…
AMANTES DEL SILENCIO.
Autor: Santiago Agudelo
No se querían ni querían quererse, Únicamente amaban su tiempo entrelazado, Encarnado a sus pieles, tallando sus corazones, Incomodando la conformidad del hábito, Dejando volar sus suspiros en nubes que pronto fueron tormenta,
Una voraz que engulló sin pena sus horas, Sus sonrisas, sus sentimientos tan raros pero finalmente puros.
No eran amantes pintados junto al ocaso,
Fueron más bien aves visitando el cielo sin miedo,
Huyendo del vértigo y del ¿Qué somos?
Somos simple átomos soltando carga,
Seres indefensos y tanto oscuros como brillantes,
Dioses destructores de Dios y su enseñanza, Generadores de diluvios y caos sin remedio,
Somos la peor creación y la mejor,
Una contradicción tan irónica
Como esas tardes donde el silencio decía
Más que las palabras,
Más que sentir latían en conjunto con algo más,
Algo externo a lo de aquí y allá,
Latían al compás de lo finito e inflamable de lo compartido.
No querían unirse pero se extrañaban,
Odiaban las serenidades sin emoción,
Aquellas tardes sin sol donde nada germinaba,
Donde todo decidía pararse y esperarlos,
El tiempo cargaba desdicha,
La rutina era una burda repetición,
Todo parecía tan escaso, tan sin valor,
Tan sin su contraparte.
Pasó el tiempo y la dicha se volvió tristeza,
Ya no fueron amantes ni amigos,
Fueron pájaros surcando las escasas nubes,
Con un destino opuesto.
A veces creen que en el parque o en la plaza se ven,
Pero su destino será siempre ser amantes,
Amantes del silencio.
ESCRIBIR
Autora: Sara Sofia Ramírez
Escribir es complicado.
Escribir es plasmar pensamientos y sen mientos en unas simples letras que se simplifican en un abecedario de 29.
A veces pienso que son muy pocas letras para tantas palabras.
Y muy pocas palabras para tantos significados.
Y muy pocos significados para expresarme. Expresarse es complicado.
Escribir en rima para ser tulado poema me cuesta.
Y a veces no comprendo de qué talento hablan.
Cuando escribes tu sen r a través del nombre de algo que no eres tú es muy admirado; pero es di cil ser tomada en cuenta.
Si me expreso como yo misma, usando mi persona, la persona que escribe eso no hay aprobación.
¿Y quién necesita aprobación?
¡Pues yo!¡
Es di cil ser yo.
Soy demasiado sensible, siento cada cosa ir hasta su extremo más lejano.
Y me han llamado de todo: exagerada, mimada, depresiva, rara...
Pero nunca me han llamado a mí.
Es di cil.
Lo es.
Autora: Gabriela Mena Acosta
Está marchita, acabada, refundida en su propia agonía... Llena de miseria. Agonizando dentro de su propio refugio. No hay sangre. Aparentemente se encuentra en perfectas condiciones; pero dentro de ella habita... Se la está tragando, le desgarra las entrañas, está consumiendo sus tripas, su corazón, sus pulmones; rompe sus huesos: tac, tac, tac.
Uy, ya se la comió todita.
El gran monstruo a concluido con su pequeña tarea.
Ha acabado con el último suspiro de un alma esperanzada.
FLORESENCIA
Autora: Sara Aristizábal
El frio que se volvió mi propia luz
acoge mi cuerpo como una extensión de sí mismo y hace que mi alma se sienta en paz.
La oscuridad me hace brillar con más fuerza
Causa en mí esas ansias locas de hacerme notar.
Mi boca no calla más palabras,
Mi cuerpo se escucha de nuevo
Y yo
Florezco con el deseo que dejó de estar reprimido.
Autora: Angie Pulgarín
Es frustrante ver personas que amas sólo son una fachada de mentiras y engaños construidas por dolor, agresiones y promesas vacías que jamás van a cumplirse y tú eres esa razón por la que se ha mantenido así: años de hipocresía de ver que todo está genial delante del mundo; pero que, cuando queda únicamente el sonido de la madrugada, eres capaz de escuchar esos sollozos y reclamos que quedan grabados en el alma.
TRAS LA BARRA
Autora: Luisa Diksonia
Hoy tengo las tetas grandes y el humor encogido.
Al cliente no le gustó mi sopa caliente por lo que intenté hacer un sudado de letras. Quedó sabiendo a recalentado de días que dejan pedos indigestos, de esos que hacen fruncir el seño más que aseñora del gana. Hoy atendí con la misma gracia de las doñas de franquicia.
Me escudo con que estoy cercana a la semana de sangre, digo que eso me pone débil e irritable, y por eso no sonrío con tanta frecuencia. Pido perdón por no tratarlos como los maravillosos comensales que son. Me amarro la boca para no escupirles en la cara y decirles fijamente lo poco que me importan sus dramas. Terciopelo la voz y digo:
con todo el gusto.
Respiro hondo y dejo de lado el cansancio de ver gente y tener que tratarles bien siempre. Maquillo mi hastío con un: que estén bien.
Y les dese realmente que lo estén para que en su próxima visita me recarguen con una mirada serena, en vez de drenarme con chillidos porque esta no me quiere o porque lleva una semana sin ejercitarse.
Yo llevo un par de meses con un relojito incrustado, un tic tac que me impacienta.
Hay una represa en mis ojos que mis puños quieren romper.
¡Ay del borracho al que le toque el estallido! No lo recibirá el llanto, sino el golpe de los escombros y los olores del sedimento.
Me estoy ahogando y nadie a mi al rededor parece percatarse. Me hundo en el emergente rio de mis pensamientos y parece no haber escapatoria.
Añoro salir a la superficie y tomar una bocanada de aire fresco.
Pero no puedo, no pude.
Autora: MaPu
NUNCA SERÁ IGUAL
Me aferro a mi más pura esencia
Autora: Valentina Álvarez D
Gritos de impotencia entre la boca del estómago y la garganta
Enraizados hasta mis dientes.
Todos los días afilo el arma
La cama
El escritorio
Los muros
Las ventanas
Absortos de nostalgia
Encierran estos gritos de libertad.
Naufragó entre mi memoria y los ecos de otros lugares
Los deseos tan profundos y yo tan quieta
Las respuestas a preguntas que nunca hice atraviesan mis entrañas
Me aterra el paso del tiempo
El ayer es mi farol en la oscuridad
Nunca seré tan feliz
Nunca será igual.
SIN ESCAPATORIA
Autora: Ana Paula Molina Velásquez
Envenenas mi cabeza, tus palabras revuelven mi estómago, oigo tus pasos, aquellos pasos que me hacen retroceder entre desesperación, Espera...No....¡a basta!
Esto no es lo que pedí ni lo que quiero ser, pero ante ti, solo puedo obedecer, no entiendo, ¿por qué? ¿Ante ti bajé mi cabeza?,
Ya este miserable cuerpo no le hace caso a su mente, porque sé que teme de ti, las reacciones de aquel cuerpo me dan impotencia, mi respiración se va debilitando poco a poco, mi cabeza se va deteriorando, voy retrocediendo mis pasos temblando tras inundar mi pobre ser de miedo, porque sé que no tengo escapatoria, porque sé que me condené desde un inicio, porque en el momento en el que decidí quererte todo se perdió, mi independencia se pudrió y con el tiempo, lo único que pude desarrollar fue asco y desprecio; pero, ¿qué más puedo hacer? Si así lo decidí, marchita y putrefacta de ti he de vivir, delirando por mi libertad he de seguir y sé que manchada voy a morir.
Autora: Angie Vanessa López
Con tu desplome de albor me has privado de tus manos cálidas y tú mirar misericordiosa. Inocente me has sentado en la mayor tristeza que puede embriagar el alma. Ante el mundo intento describir tus pasos que ya no recorren el camino. ¿Cuánto rayo de vida a esta tierra le entregaste el fervor de tu existencia? No dejan de preguntarme que me duele, y no me entienden cuando señalo la loción, la ventana o la cama. No es que me duela, si no quien. A quien amaba oler a frutas, quien esperaba sentada a la ventana el asomar de una chiquilla uniformada para que al llegar a casa no tuviera que llamar mucho a la puerta y que en cama me aguardaba al costado izquierdo de sus pies con tres cobertores porque dos no eran suficientes. Quema, se remueve el pecho, pesa el alma y se desbordan los ojos recordando las noches inundadas de historias donde salían de sus labios agridulces anécdotas con el amor de su vida, entre lágrimas sus parpados caídos marcaban el dolor y la soledad que ahora le pertenecían, sin embargo, sus palabras resaltaban la gracia de haber existido compartiéndole el tiempo que se le fue ofrecido respirar.
Hoy me toca agradecer a mí y mucho años después acepto que no estás, y no volverás; sin embargo, trazo un mapa de regreso con cada rincón que habitaste por si acaso y ahora soy yo quien se va. Volveré en busca de tus manos bienhechoras, de tu calor, de ti, al anhelo de que me esperes, me encuentres y me guardes al costado de la cama donde tu mirar misericordioso por última vez vi.
¿CONOCES AQUELLA SENSACIÓN?
Autora: Dahiana Hoyos Arcila
Ese desierto interno en el que sólo avanzas y avanzas; pero ni siquiera llegas a ver más que el horizonte forjado de arena.
La vida sigue su ritmo sin detenerse y tu vas más rápido que ella. De pronto te das cuenta de que estás atrapado y observas a los demás disfrutar de sus etapas una a una ¿pero tu?
Tu nunca supiste lo que era cortejar estrellas, ni lo que la libertad desligaba para tu juventud; y así sin darte cuenta... ya eras un adulto que saltó muy lejos que terminó en el abismo de la confusión.
Tal cual le sucedió a Sísifo, quien cargaba una gran roca día a día hasta la cima de una montaña, para al final verla rodar abajo de nuevo, una y otra vez sin fin.
Un ciclo interminable de decepción e incertidumbre, donde cada que creía tenerlo todo, se volvía una nada. Su resistencia a lo inevitable terminó convirtiéndose en su condena, y ya no le quedaba más que preguntarse constantemente:
¿Qué hago aquí?
¿Dónde quedó quien soy?
LA ÚLTIMA LAGRIMA
Autora: Angie Sofia Zuluaga
La última lágrima que derrama mi ser
Era en busca del consuelo
Que no pude hallar,
La última lágrima que buscaba ayuda de algún pedazo de alma
Que simplemente se ausentaba,
La última amarga lágrima que apagó
La luz de mi vida y ahora
Me obliga a sentir…
Ya los sentimientos no residen en mí.
NOCHE ÚLTIMA
Autora: Yuliana Gómez Ramírez
Aquella noche oscura en la que tenía claro que la última sería,
La sangre dio por hecho que por allí una última vez correría,
Aquella tormenta que mi alma reflejaba
Y los truenos que a mi corazón acechaban,
Una noche que yo tanto anhelaba,
Que mi ser tanto esperaba.
Esperaba morir,
Esperaba serlo todo cuanto siempre he sido:
Nada.
Una noche que tanto de mi sabía,
Que tanto de mi se llevaría.
SOMBRA
Autora: Valeria Ramírez Duque
Hace frio aquí
¿Dónde estás?
Esta herida no cicatriza, no sana, no cesa, no para de brotar.
Tu corazón manchado de tinta roja me impregna.
Te abrazo; pero cada vez me consume más tu tinta venenosa y lacerante.
Se rompió tu copa ¿debo repararla mamá?
O tal vez ¿la mía primero?
Esas cadenas parecen calurosas
Por que no evitaste que esa tinta se impregnara en mi?
Después de todo
Permanecer vendada es una manera razonable de no perder la cordura No permitas que yo pueda ver.
REFLEJADOS
Autora: Sophita de Ramita
Siguen ahí, días y noches pasados, estrellas fugaces que se han alejado, intentos del ayer, nunca olvidados, personalidades que no han cambiado.
En el lado equivocado del espejo me veo, un reflejo del lugar donde ya no deseo. Aunque extraño pertenecer a ese ser, una nueva luz comienza a florecer.
Ilumina mi mundo, sin más pertenencias, donde esperas, lleno de nuevas creencias.
Anhelando un destino que puedas alcanzar, tras tantas colisiones, te quieres liberar.
Con cada nuevo amanecer, sin detener, buscas un rumbo, un nuevo renacer.
Un brillo que guíe tu andar, con esperanza, listo para iluminar.
Pero un suspiro me vuelve a detener, ¿qué es lo que me sucede? A pesar de que quiero mirar hacía el otro lado todo se ve difuminado. No encuentro aquella pieza faltante que me genera ganas de estar encarcelada, ¿por qué será que lentamente me convierto en esto? Estoy arrepentida y no me siento a mi misma, temo a invadir este mundo el cual es muy astuto y me hace creer que solo soy una sombra. Entonces miro mi reflejo y una traidora se asoma en el espejo.
LA CINTA NEGRA
Autora: Natalia Duque
Stoile de cuarenta y dos años espera el sueño eterno en su cuarto. En la cama está mirando a lo lejos, un libro de Rosario Tijeras en su mini biblioteca.
Se levanta para ir por él, escucha un sonido en la puerta, hace un gesto de confusión, va hacia la cama y observa como deslumbra los rayos de los pájaros y la aurora.
Brisa que toca su seno a los arboles cortados de la vida, gestos de sentimiento de troncos.
Mira el reloj son las dos.
El cuerpo empieza a temblar del miedo hasta que una flor y una cinta negra llega con el ocaso de la brisa. Mira otra vez el reloj que hay en la pared. Hace un gesto de reflexión. Escucha la puerta y disparan. Ella dice sus ultimas palabras:
¿por qué a mí?
SOLO UN TONTO ENAMORADO
Autor: Deiner Andrés Cruz Borja
Vi cómo poco a poco me convertí en un extraño para ti.
Siempre estuve ahí cuando más lo necesitabas, siempre te ayudé cuando no entendías nada.
Siempre fui quien te acogió cuando te quedabas sola.
Siempre fui yo el que, cuando estabas triste, me quedaba abrazándote; cuando no podías parar de llorar, era el que estaba ahí para tratar de calmarte.
Pero ahora sólo soy alguien más del montón. Soy irrelevante en tu vida,
nunca fui prioridad para ti.
Sólo era el que te alimentaba el ego y el que mantenía la atención en ti.
Solo era ese tonto chico que, a pesar de lo que dijeran,
estaba ahí, para ti, y es hoy cuando me doy cuenta de que, cuando yo lloraba, tú me negabas; cuando yo sufría por ti, tú probablemente estabas hablando con otro, otro que no te alimentaba ese ego asqueroso que rebosas. Pero, a pesar de todo, a pesar del odio que siento, a pesar de mis pensamientos hacia ti, a pesar de eso, aún te amo.
ORFANDAD
Autora: Antonia Estrada Ortiz
La noche, Lúgubre, triste, melancólica. Adornada de estrellas que se desvanecen en polvo dorado lleno de falsas esperanzas.
Caen las cabezas de dos huérfanos gatos que maúllan a la luna, Sus ojos verdes Resaltan en la fría oscuridad.
Y ven desaparecer esa noche triste mostrando el alegre amanecer asomándose por el interior de la montaña, mostrando el fin esas negras manos que luego se esconden entre los árboles.
Y ven por fin el sol.
TRISTE RECUERDO
Autor: Daniel Doria
Es increíble ver como algo tan mágico simplemente se acaba
Como si de una fuerte llama sólo quedarán las brazas
Ya no hay calor en el aire
Ya no hay amor en mi alma
Sólo un triste recuerdo que apaga la luz de esperanza.
Antes sentía alegría al cruzar nuestras miradas
Al ver tus ojos canela y apreciar tu belleza y gracia.
Ahora te siento distinta
Ahora te siento alejada
Ahora te busco y te busco
pero al final no encuentro nada.
LA NOCHE BRILLA
Autor: David León
La noche brilla con el reflejó de tus ojos, esos que me dan un caos emocional.
Me siento adicto a tus labios, me llena el deseo imparable de tenerlos; pero el tiempo y las circunstancias me apartan de ellos, que cada vez se alejan y se vuelve un simple sueño.
Pero entiendo que somos imperfectos y que el destino no aprueba lo nuestro, pero aún así que si no llegamos a ser algo, seamos un bonito recuerdo...
PIEDRAS
Autora: Durlys Rios
En los verdes campos de la tierra mía, baila la juventud con ansias de eternidad, un amor florece entre risas y alegrías, cual fuego en el corazón, sin piedad.
Son jóvenes, fuerza viva, brisa del mañana, con sus sueños y rebeldías, son esa piedra en el zapato, incomodan a aquellos que prefieren la calma, desafiando al mundo con cada nuevo paso.
En Colombia, tierra de montañas y dolor, donde la esperanza lucha contra la angustia, los jóvenes levantan su voz, clamor y ardor, en medio de crisis, su espíritu no se cansa.
Susurros de amor entre balas y llanto, flores que nacen en medio del caos y la guerra, cada beso y abrazo, un grito en el encanto, de un país que se niega a perder su tierra.
Son ellos, los que encienden el cambio, la llama que ilumina caminos de la justicia en un mundo que a veces los ve con recelo, su fuerza y su amor, semillas de libertad.
MARINERO Y CAPITÁN
Autora: Susana Jurado
Irte fue lo más fácil que podías hacer
Irte en un barco, tu barco, sería un placer
Pero ya estás muy lejos como para yo subir
Estás muy lejos como para ir por ti
Soy un marinero y tú eres el capitán
Experto en huir, descubrir y mentir
Yo soy un aprendiz, sigo tus pasos
Me alejo, reprimo todo y sigo mi camino
Intento no herir en el proceso de irme, pero eso es lo que hago, para eso lo hago
Soy bueno aprendiendo de ti
Gracias por irte y por mentir
Soy un gran aprendiz, deberías estar orgulloso de mi
El aire azota mi cabello, mientras yo vuelo hasta tu pecho
Eres mi consuelo y mi anhelo y tan cerca he estado de tu cuello
La lluvia cae cerca de nuestro lugar donde me he dejado descansar
Contigo todo se siente pleno, como si hubiese llegado al paraíso eterno
He tomado mil caminos, he tropezado con tus amigos
He hecho otros nuevos, pero siempre recuerdo tu olor y tu cabello
Tu mano tocando la mía mientras las risas llegan y chocan como la brisa en tu puerta
He deseado conocerte para verte un poco más
Ver tu sonrisa me ha dado más vidas de las que puedes imaginar
Algún día besaré tus labios y me acostaré a tu lado
Ese día podremos reír mientras nos acostamos a dormir.
AVENTURERO
Autor: Camilo Chon QZ
Que interesante encontrar personas que son tan bonitas en el camino y que inspire tanta curiosidad
Sentir que necesito convencerte de pasar tanto tiempo conmigo
Que podría sacrificar cualquier día de descanso por verte
Tal vez solo en la distancia
Solo con sentir tu fragancia
Con una mirada intermitente
Pero será más que suficiente
Verte, que siempre será un placer
Como un café en una noche de frío
Un abrazo en un momento de debilidad
Un beso en momento de soledad
Que pare de llover
Aunque sea por detenerse el tiempo
En ese segundo que te miro
Que me miras
Que me quedo en blanco
Que se sincroniza mi latido con tu parpadeo
Para luego que no me ves
Quiera salirse mi corazon del pecho
Dicen que la vida es una aventura
Y cada encuentro una oportunidad
Y me declararé el aventurero de la oportunidad tan bonita de conocerte
Me atraes
Me interesas
Me mueves
Me desases
me traes
Me llevas
Me cielas
Hay tantas palabras para definir este tipo de cosas
No estoy seguro sin siquiera conocerte lo suficiente
Sabiendo que es tan pronto
Pero hablando de primeras impresiones
Me parece que me gustas
¡Democra za las artes literarias!
SOMOS JUVENTUD, SOMOS PALABRAS, SOMOS PIEDRAS EN MOVIMIENTO.