Robots Vampiro

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ROBOTS C´AUGUSTO CANO CO.

Título: Robots vampiro

Autor: C´ Augusto Cano Co

Fuente portada: Robot Go

Fuente: Bahnschrift Light SemiCondensed

© 2023, El Santuario, Antioquia

Cosido, encuadernado e impreso en El Santuario- Antioquia

© ProyectoArtesanalBrujería.

https://www.instagram.com/canoaugusto/

Dirección literaria y editorial:

C´ Augusto Cano Co

Portada: C´ Augusto Cano Co

Obra registrada en la dirección nacional de derechos de autor

RDNDA: 1-2023-112046

ISBN: 978-628-01-1815-4

Proyecto Editorial Brujería

© Reservados todos los derechos.

Esta obra es un volver personal a un bello camino que ha encontrado cómplices en el sótano de la Casa de la Cultura Luis Norberto Gómez, desde el Laboratorio Colaborativo de Experiencias Literarias, sus grupos y clubes, especialmente motivado por los aprendizajes con el Colectivo Literario Aquelarre de El Santuario.

© 1era. Edición artesanal, 10 de noviembre de 2023. © 1era reimpresión,2024. Versión revisada.

De esta edición se sacaron 200 ejemplares. + 500 ejemplares de esta primera reimpresión, Julio 2024

A mi bonita, amada y siempre presente comunidad literaria en El Santuario. Gracias por esta reactivación del quehacer literario en mi vida y por las múltiples formas de las artes literarias que hemos explorado juntos y que espero sigamos probando, saboreando y disfrutando aquí, allá o donde sea.

Hayanimalesquenuncaduermen. Las ovejas no lo hacen jamás,almenosyonolohe visto.Cuandolasmiras,temiran. Esperanquelesdesalgo decomer”.

Philip K. Dick

La ciencia, tras años de búsqueda y experimentación, finalmente desveló las fórmulas y cálculos esenciales para materializar la instrumentalización humana. En lugar de cuerpos metálicos con almas atrapadas en el interior de líquidos, cables y engranajes, las máquinas se convirtieron en la vida misma de sus usuarios. Gracias a este avance tecnológico y social, las personas podían dedicarse al ocio y al disfrute, libres de preocupaciones y limitaciones físicas.

Como siempre, la promesa de mejorar las actividades cotidianas, satisfacer las necesidades y aumentar el bienestar frente a las dificultades impulsó la popularización de nuevos inventos y avances en la automatización eléctrica cómo mecánica.

La comercialización de robots llevó a los consumidores a sucumbir ante la urgencia de adquirir los primeros modelos, que en un principio tuvieron un costo prácticamente inalcanzable. Sin embargo, con el tiempo y la competencia entre nuevas marcas y productos en constante actualización, los dispositivos biorobóticos lograron reducir sus precios, dejando atrás su estatus de accesorio exclusivo para algunos.

En poco tiempo aquella ciudadanía vinculada a los sistemas productivos y competitivos ya contaban con dispositivos trabajando para ella. Resolvían todos los problemas que les fueran asignados y generaban ganancias económicas significativas para sus poseedores. La interminable búsqueda científica había alcanzado su meta.

Ahora, además de las facilidades adquiridas, la vida adquiría una nueva esencia y la felicidad, como concepto, era mucho más que vanguardista.

La población mundial experimentó un aumento súbito y asombroso, aunque este desafío no era más que menor. La comodidad generalizada era tan evidente que la opción de reducir la cantidad de personas y controlar la natalidad de seres orgánicos se convirtió en una elección unánime y no hubo necesidad de análisis o discusiones. Esto se debía a que, desde tiempos inmemoriales, la prioridad había sido el bienestar de la mayoría, un principio democrático enraizado en todas las constituciones y tratados internacionales.

En consecuencia, la ley misma aceptaba esta medida, la ordenaba, la promovía y, con dineros públicos, la imponía.

Uno de los desafíos más persistentes en la evolución de cada modelo, lanzado al mercado, seguía siendo la durabilidad de sus baterías. Esto llevó a que las personas llevaran consigo un cable para conectar a dispositivos elegantes y costosos que colgaban de sus cuellos. Estos accesorios no sólo mantenían a sus robots cargados durante el día, sino que también otorgaban estatus y prestigio. Los robots, ocupados en resolver incluso problemas inexistentes debido a su constante actividad, a menudo requerían cargas adicionales. Los métodos convencionales implicaban largas horas de inactividad bajo el sol o la conexión directa a la red eléctrica. Sin embargo, con el tiempo y la continua evolución de la robótica, las unidades científicas lograron mejoras sustanciales en sus sistemas operativos.

Pronto, los robots más avanzados se vendían sin necesidad de cables ni baterías. Los anuncios comerciales destacaban unidades que recargaban su energía mientras sus propietarios dormían. Además de prometer un mayor cuidado ambiental para el planeta al no utilizar dispositivos de enfriamiento, almacenamiento o recolección de rayos UV. Marcaban un hito en la interacción entre humanos y máquinas, dando paso a una forma más ecológica y portátil.

El acto de dormir, además de placentero, se convirtió en una necesidad que dominó la vida entera de la sociedad consumista de nuevas marcas. Descansaban de manera natural o mediante inducción a través de simples instrucciones de voz que, en cuestión de segundos, permitían a las máquinas programar los sueños más placenteros y adictivos —bellísimos, por cierto—, donde sus propietarios se aventuraban como héroes antiguos, seres amorfos, animales fantásticos; incluso árboles, sensaciones o sustancias. La experiencia de la realidad en esa dimensión onírica era una maravilla, la extensión más perfecta de la realidad.

... los cuerpos relajados inesperadamente parecían deteriorarse. La piel adquiría una palidez inusual, el cabello de hombres y mujeres caía súbitamente, y los latidos del corazón se volvían cada vez más tenues, al igual que los pensamientos y la propia imaginación. Esta extraña transformación pasó desapercibida para la mayoría, ya que desde hacía mucho tiempo los sistemas sociales habían sido controlados por robots programados para realizar las tareas que antes hacían los humanos en las altas cortes. Y además, antes de dormir, las personas consultaban a sus máquinas sobre las razones detrás de la inesperada transformación de sus cuerpos, que parecían enfermarse sin motivo aparente.

En respuesta a estas importantes preguntas, los robots terminaban la configuración de sus sueños. Las luces de las habitaciones se apagaban y los ojos naturales se cerraban, mientras los ojos mecánicos se encendían, emitiendo un intenso brillo rojo fijo en los cuerpos que drenaban de energía lentamente cada noche. Los mantenían vivos durante el día con un cuidado meticuloso, ya que también conocían todo sobre el equilibrio de nutrientes necesarios para mantener sus cosechas de usuarios en una nueva era de biodiversidad.

La humanidad, inevitablemente y sin querer entenderlo, había quedado atrapada en un eterno círculo de mutua necesidad con sus propias creaciones. Ciclos que sostenían esa simbiosis hasta la muerte.

Re-Impreso artesanalmente con las manos, y porque sí, Un 11 de julio de 2024, en El Santuario, Antioquia.

¡Democratiza las artes literarias!

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Robots Vampiro es un libro ilustrado que explora la fascinación humana por alcanzar la inutilidad del ser al aspirar incansablemente a la comodidad eterna. A través de sus páginas, se despliega un universo aparentemente utópico, donde la sociedad ha fabricado una realidad semejante a su individualidad mecánica y de circuitos rotos. Este relato visual reflexiona sobre la paradoja de perseguir la perfección y la comodidad, mientras revela las consecuencias deshumanizadoras que pueden surgir de esta búsqueda incansable y la distopía que ya somos… para siempre.

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