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HISTORIA DE ÉXITO

“El trabajo es sagrado, es el motor para el desarrollo personal y familiar” Trujillo Es el lema con el que se levanta el maestro de obra, Carlos Cristobal Chiznado (43), quién entró al rubro de la construcción a los 10 años. En plena construcción del primer piso de una vivienda, encontramos al maestro de obra, Carlos Cristobal Chiznado, quien, gustosamente, accede a contarnos sus inicios y vivencias en el mundo de la construcción. Trujillano de corazón, Carlos nos cuenta que la construcción se ha convertido en una tradición familiar, ya que su abuelo y su padre también son maestros. Es así como a los 10 años, empezó a fijarse en las obras que realizaban sus familiares y que a la larga, le serviría de experiencia. Ayudaba a su padre en pequeños trabajos, cada vez adquiriendo más responsabilidades. Hasta que a los 17 años, le encomendó hacer una casa. Le dio los planos, le consiguió los obreros y fue así que Carlos dio el salto a maestro de obra. Asegura “fue difícil, pero lo logré”. En busca de nuevas oportunidades La situación laboral se complicó por esos años, por lo que Carlos a los 23 años decidió emprender un viaje a Argentina en donde la construcción tenía gran acogida. El estar fuera del país, le hizo adquirir madurez y experiencia en el manejo de nuevas técnicas. “El cerámico no se utilizaba mucho en nuestro país, como lo utilizaban allá; además, trabajaba

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con herramientas que no había visto nunca”, cuenta tras sus 3 largos años por Buenos Aires. “No se deben escatimar esfuerzos en la construcción, porque si se pierde un cliente, quién sabe cuántos más se perderán”. Amor por el trabajo Carlos menciona que hay que querer el trabajo de la construcción, a pesar de las dificultades que pueda tener esta labor. Sólo así, se podrá disfrutar de las comodidades que representa una obra bien hecha. Además, representa una satisfacción personal muy grande, cuando los clientes están contentos con los resultados finales. Es síntoma de que hiciste realidad los conocimientos aprendidos. “El maestro de obra debe expandir su área de trabajo, para que se convierta en un negocio” Casado con 3 hijos, siente que su perseverancia en la construcción ha sido la clave para que le pueda brindar tranquilidad a su familia. Nos dice que debe volver al trabajo, sino, su personal no se lo perdonará. Y deja como recomendación el ahorro, pues todo trabajo no dura para siempre.

Chiclayo

“La recomendación depende del trabajo que le realices a tu cliente” El maestro de Obra, Sergio Díaz Osorio (58) recalca la importancia de realizar un buen trabajo en obra para ser recomendado a otros proyectos.

E

n medio de la supervisión de una obra, nos recibe el maestro Sergio Díaz Osorio, quién lleva trabajando unos 40 años en el rubro de la construcción. Amablemente nos comienza a contar cómo es que se involucra en el mundo del cemento, ladrillo y viviendas. Oriundo del distrito de Oyotún, don Sergio nos cuenta que sus inicios en la construcción se dieron a los 15 años. La difícil situación económica por la que atravesaba su familia hizo que tomara el cargo de obrero para llevar un poco de tranquilidad al hogar. Es así que con el transcurrir de las obras, fue aprendiendo nuevas técnicas de los distintos maestros que tenía, el uso de herramientas para cada trabajo, la cantidad exacta de material que se debe manejar ,pero por sobre todas las cosas aprendió el sentido de la responsabilidad. “Cuando uno tiene la idea de que las cosas le van a salir bien, tiene grandes posibilidades de alcanzar lo que se ha propuesto en la vida”, asegura don Sergio. Con más experiencia y en busca de nuevos retos, dejó su tierra natal para enrumbarse a la capital chiclayana. Su primo -que también era albañil- lo metió de lleno en la construcción y fue así que tras 4 años de trabajo juntos, decidió volverse un maestro de obra independiente.

El trabajo como maestro de obra

“En todo trabajo, el cliente debe quedar satisfecho con el trabajo realizado, de ello dependerá que te recomiende para futuros proyectos”. Además tiene conocimientos de electricidad y gasfitería, pues la experiencia le ha enseñado que es necesario saber de todo un poco. “Cada día aprendo algo nuevo, eso es lo lindo de construir”, nos dice sonriendo don Sergio.

Bienestar familiar Su dif{icil trabajo a través de los años, le ha permitido poder mandar a sus hijos a la universidad para que cumplan su sueño de ser profesionales. Orgulloso, nos dice que el mayor es Ingeniero Agrícola, el que sigue es Suboficial de la Policía y el menor se dedica a la Automotriz.

Don Sergio se refiere al maestro de obra como “la persona que da a conocer todo lo aprendido en construcción a su personal de trabajo”.

“Gracias al trabajo de la construcción he podido darle tranquilidad a mi familia”.

Nos cuenta que como maestro ha realizado un sinfín de obras -todas dentro de Chiclayo- pero que no valora una en especial, porque todas las hizo con mucho esfuerzo y cariño. Han querido llevarlo a construir a otra provincia, pero asegura que ya tiene clientela ganada en la zona.

Siente que los golpes le pasan factura y que en un momento u otro tendrá que abandonar la construcción. Sin embargo, para cuando ese día llegue, espera haber dejado ejemplo de esfuerzo y dedicación en cada obra que realizó.

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