Cuentos de misterio 5º grado 2016

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Cuentos de misterio

Alumnos y padres de quinto grado 2016


Presentaciรณn La primera parte de este libro contiene los cuentos que en el taller de la Feria del Libro del Colegio Alemรกn 2016 escribieron los chicos de quinto grado con sus padres. La segunda parte, los cuentos escritos por los chicos en Lengua. Faltan algunos cuyos autores pueden agregarlos, para completar el volumen.


PRIMERA PARTE


Trinidad Rolotti, Donato Doebbeling, Agostina Lambrecht, Renzo Guastadini, Alejandro, Ludovico, Pablo, Silvina

La niña de la laguna Un grupo de amigos decidieron ir a pasear a Mar Chiquita (mar de Ansenuza). Llegaron un frío día de julio al pueblo y se embarcaron de noche a la búsqueda de los peces y un momento de diversión. Ya dentro de la laguna, una fuerte tormenta lo sorprende. Fuertes vientos, un oleaje infernal y monstruoso les impide dominar el bote. El viento los lleva sin rumbo hasta que a la deriva terminan encallando en una isla desolada. A lo lejos ven una mansión casi en ruinas y un resplandor que salía de una ventana. Se acercaron buscando refugio y al ingresar reciben un cordial saludo. -Buenas noches estimados amigos - dijo Don Óscar - los estaba esperando hace 23 años. Entre sorprendidos y asustados los amigos responden amablemente y se suman a la mesa del anfitrión. Don Oscar les invita un té de hierbas y empiezan una amable charla. Entran en confianza y el viejo de si demostrarle su libro. Empieza la descripción del libro que contaba sobre la inundación de la isla hace 47 años. Durante este evento su hija dormía en el sótano y no pudo escapar. Nunca más se supo de ella. La charla del libro compenetra el grupo y luego de cinco horas de historia se dan cuenta que la lluvia sigue intensa y que la isla se está inundando nuevamente. Un silencio se apodera del ambiente. De repente se siente un toc toc en la puerta. Los amigos preguntaron quién era. -Soy María Juana, los vengo a buscar … Nunca más se supo de ellos.


Eustaquio Vera Barros, Lucas Altamirano, Benjamín Carranza, Santiago Quesada

Terror en la cocina De niño siempre me sentaba escuchar los relatos de mi abuelo. Nunca me voy a olvidar del que me contó aquel día frío de tormenta oscura. Trataba de una siniestra mujer que habitaba en una fría y oscura cocina. Extrañamente nunca mostraba su rostro. En un rincón de la cocina había pequeño maniquí de madera, nadie sabía cómo había llegado ahí. Una noche en la que el viento azotaba las ventanas de la cocina un relámpago la iluminó mostrando una sonrisa en el rostro del maniquí. ¡Qué miedo! Le pregunté a mi abuelo que había pasado en esa fría cocina y me dijo que un fuerte viento abrió la puerta y cuando quiso cerrarla, el maniquí la empujó y le cayó un rayo en la cara. Desde ese día la leyenda habla de la mujer rostro de calavera que tristemente llora todas las noches de tormenta.


Nicolás Jofré, Mora Camargo, Francesca Conde Scagliotti, María Montané

La escalera secreta Benilda y Bort eran dos niños huérfanos. Viajaban en el barco “El Perla Negra” a Transilvania, pero una fuerte tormenta con viento huracanado hizo que el barco se estrellara en plena noche. Habían quedado varados en las costas de Rumanía. A pocos metros de ahí sólo había un castillo abandonado con los vidrios rotos, las puertas que chirriaban el ser azotadas por el viento. El lugar era un pantano. Parecía que en el castillo sólo había telarañas pero desde atrás de una cortina Merlok observaba … Tenía un farol en la mano. Los niños vieron una luz diminuta y fueron hacia ella. Brunilda se adelantó, corrió hacia el castillo y Merlok la atrapó. Ambos desaparecieron. Bort se quedó solo en el medio de la noche. Estaba frío, oscuro, el viento soplaba helado. Bort pensaba en su hermana y temblaba. Se le caían las lágrimas. Lo asustó escuchar un galope. Se acerca un caballo con dos jóvenes gemelos, parecían vestidos de negro. Cuando el animal se acercó se desprendieron de sus cuerpos cientos de murciélagos. -No temas Bort, sabemos dónde está tu hermana Brunilda, te llevaremos con ella, sube. Bort obedeció, estaba desesperado por hallar a su hermanita. Después de muchas horas de cabalgar por un camino solitario, los gemelos lo dejaron frente a una escalera. -Te llevará a dónde creas.


Pilar Brocanelli, Sofía Bustamante, Camila Schuff, Martina Retta, Laura, Martín, Mabel, Brigitte, Gonzalo, María

Noche de tormenta En una noche oscura el viento soplaba con fuerza y nosotros volvíamos a casa con mamá. Ya era tarde y ella tenía que irse rápido a su taller a coser mi vestido de comunión. Cuando nos acercamos a la casa se escucharon las ventanas golpear porque nos olvidamos de cerrarlas. Sabía que algo raro estaba sucediendo. Mientras mamá miraba la televisión nosotros desde nuestra habitación escuchábamos ruidos extraños en el taller: sillas que se corrían, risas extrañas, golpes en el techo … Todo era extraño. Cuando fui a cerrar la puerta del taller noté que uno de los maniquíes de madera parecía moverse. Llamé gritando a mi mamá, cuando entramos corriendo a la habitación nos dimos cuenta que los maniquíes ya no estaban. Encontramos el costurero tirado en el piso, agujas clavadas en las cortinas y me vestido todo roto. En el espejo del fondo se reflejaba la silueta de una mujer. Ahora la risa venía de afuera. Nos asomamos por la ventana y vimos a la misma mujer del espejo que desaparecía en la tormenta. Mi mamá quedó tiesa y paralizada, será que la conocía. -Es igual a mi vecina que desapareció hace 3 meses – dijo. De pronto tocaron la puerta. Nos quedamos mudos, nadie quería abrir. Seguían tocando más fuerte. Cuando abrimos, sólo estaba el viento.


Consuelo Gorrochaegui, Josefina Rodriguez, Karenina Theiler D’Agliano, catalina Wacolbiger, Marcela, Corina, German, Fernanda

Vacaciones Eran las vacaciones y Matilde con su familia habían decidido hacer un viaje en barco por costas africanas. En su primera noche en alta mar se despertó y no encontró a nadie, el barco estaba vacío. Sólo se escuchaban ruidos extraños, fantasmales, la madera crujía. Se levantó y salió de su camarote intentando llegar a cubierta donde se encontró con una bruma intensa, sin poder distinguir nada y los ruidos cada vez se sentían más fuerte. Matilde llamó a su mamá a los gritos y de repente escuchó una voz que decía. -Si hija. Miró y no alcanzó a distinguir la figura que se acercaba. En frente tiene a un ser fantasmal de dientes muy filosos, ojos muy grandes que se le acercaba cada vez más. Matilde gritó y salió corriendo por los pasillos hasta encontrar una escalera que no la condujo a ninguna parte. El fantasma se acercaba cada vez más y más. Intentó abrir nuevamente la puerta y sientió que alguien le tocaba el hombro. Se despertó y era su perro Fufi que lamía su cara. Entonces supo que todo había sido un sueño.


Mateo Sabagh, Santino Gatti, Renzo Cavallero Mansilla, Marco Litrenta, Mariana, Lucrecia, Betiana, Vanesa

El libro En una noche tranquila y serena Peter jugaba con su perro hasta que un sonido extraño inquietó al perro. Este salió a ladrar siguiendo su olfato y la energía diferente. Comenzó a cavar desesperadamente hasta desenterrar un extraño libro. Peter lo descubrió y abrió. En el acto se desató una fuerte tormenta de viento, lluvia y rayos. Extrañamente y al mismo tiempo la casa comenzó a resquebrajarse a transformarse, volviéndose una casa muy antigua y derruída. Comenzaron a percibir distintas sensaciones. Una gran ventana se abrió y de una gran nube negra resurgió la madrastra de Peter que había desaparecido años atrás en circunstancias dudosas. Este yorbellino de humo negro lo atrapó a Peter y lo elevó. El nene luchó pero no pudo evitar ser elevado sintiendo que sus piernas comenzaban a convertirse en arena. Esta sensación lo llevó a desesperarse y le pidió ayuda a su perro. El perro buscó el libro desesperadamente pero ya era tarde. La Nube Negra se había llevado todo.


Carl Seifhert, Franco Mión, Federico González, Santiago Chen, Hernán

Peligro en altamar Un marinero al salir a la cubierta ve que todos sus compañeros se murieron y el capital desapareció. El marinero estaba abajo porque era el cocinero del barco. Estaba en un barco a la deriva cerca de la costa. Hay una tormenta con olas de 15 metros. Una ola tan grande los lleva al pantano. El barco queda encallado. El sol se había escondido y la oscuridad de la noche avanza como un manto negro. Una extraña mujer en el medio del pantano ve el marinero y lo hace bajar del barco y lo cuchilla hasta que se desangra. Lo arrastra hasta un camino solitario donde hay un cementerio y lo esconde dentro de una tumba. La tumba era de la casa de la chica.


Santiago Lira, Mariano Trucco, Santiago Monferrán, Tiago Malpassi, Lucio Peralta, Martina, Carlos, Paula

Ojos rojos Una noche de verano en una casa misteriosa, Amadeo leía historias del pasado ocurridas en esa mansión abandonada a la que había llegado paseando esta tarde. Amadeo fue atraído por el sonido de maullidos que provenían de una habitación con grandes ventanales y el cuadro de una mujer con dos niños. Cuando el primer relámpago apareció por la ventana, Amadeo se dio cuenta de que había anochecido. Afuera había mucho viento y la lluvia soplaba con tal fuerza que las ramas de los árboles golpeaban las ventanas. Los rayos partían la oscuridad. Amadeo descubrió que un gran gato negro lo miraba desde la esquina más lejana de la habitación con brillantes ojos rojos. Ya no maullaba, sólo lo seguía con la mirada. Amadeo estaba paralizado del susto. Luego cayó otro rayo más fuerte y la habitación quedó completamente iluminada. La luz dejaba ver que la sombra del gato era una misteriosa mujer, alta pelo negro, ojos rojos y una expresión muy triste mirando hacia el cuadro, en el que ya no había una familia, sino dos niños colgados.


Valentina Vanni, Josefina Giordano, Federica Guerrero, Pilar Hunziker, Emile, Marina, Valeria, José, Martín, Paula

Tarde de sábado Todo empezó una tarde de sábado en el campamento de un grupo de amigos exploradores que hacían un paseo en la montaña. Abruptamente el clima comenzó a cambiar y se convirtió en una tarde fría y lluviosa en la que no se veía más allá del fogón por lo que decidieron ir a buscar más leña. Encontraron un sendero que los guío hasta un cementerio abandonado, al avanzar encontraron tumbas abiertas, escucharon ruidos extraños, telas de arañas, animales muertos. En una de las tumbas había un maniquí de madera que tenía grabado la dirección de un reconocido laboratorio “Doctor Franklin - el loco”. Al ver esto les dio mucha curiosidad y decidieron ir a investigar siguiendo la pista. Camino el pueblo y cerca del laboratorio había una densa niebla que dificultaba la visión. Sólo se alcanzaba a ver la silueta de una figura que se acercaba. Al entrar en el laboratorio encontraron cadáveres, cráneos, cabezas en frascos, animales muertos, cadenas, motosierras y un pestilente olor nauseabundo a sangre. De pronto un destello de luz permitió ver a un espantoso rostro de la figura de un zombi en un lujoso sillón sentado viendo Showmatch hasta que de pronto se apagó la luz y se prendió y cuando vieron el sillón donde estaba el zombi ya no estaba.


Tadeo Jibsi, Sofía Moreno, Ignacio Bertlotti, Flavia, Florencia, Vanesa

El libro de la mujer misteriosa Una noche cualquiera de invierno, Sol y Walter jugaban, cuando vieron una luz que provenía de la chimenea y es ahí cuando vieron un libro que caía. Walter le preguntó a Sol que era eso y Sol le dijo que un libro del que aparecía una forma misteriosa en forma de mujer. Sol y Walter apagaron el fuego y rápidamente leyeron varias páginas. Pudieron leer que se trataba de una mujer a la que creían bruja. Entonces la asesinaron de una manera terrible. Cuando vieron su imagen se dieron cuenta que era parecida a Sol, entonces decidieron buscarla. Como el libro decía dónde la habían enterrado y eso era cerca de la casa, decidieron buscarla. Esa noche una densa niebla cubría todo. No podían verse ni distinguirse las personas, ni las cosas. Cuando iban caminando sintieron una presencia extraña que los observaba, los acechaba. Se trataba de un gato. Decidieron seguirlo y el gato los orientó hacia el cementerio y les mostró una tumba. La de aquella mujer misteriosa. Al leer su lápida se dieron cuenta de que era su tataratatara abuela. En este preciso momento aparece un destello de luz con la imagen de una hermosa mujer. Walter y Sol quedaron sorprendidos y corrieron a su casa a contarle a su papá.


SEGUNDA PARTE


Nicolás Jofré

Mi gran pérdida Todavía lo recuerdo, he venido a contarte mi peor historia y mi mayor pérdida. Todo se remonta a 1982. Yo me encontraba en mi casa con mi mamá y mi hermana, Melisa y Marta. Mi madre preparaba el almuerzo y mi padre, como siempre, en el sótano. Cuando mi mami terminó el almuerzo, mi padre vino a comer. Más tarde fuimos al colegio y mis padres, al trabajo. Al día siguiente, mi hermana y yo fuimos a lo de un amigo sin avisar a mi padre y él, en un ataque de ira quemó nuestra casa matando a mi madre. Él se sintió muy mal y terminó suicidándose. Luego de todo esto mi hermana se enfermó y murió. Yo quedé solo y sin hogar. En pocos días morí de hambre. Ahora soy un fantasma y vago por las calles con la esperanza de encontrar a mi familia vagando y matando a la gente que encuentro. Y, en este momento, te toca a ti.


Pilar Brocanelli y Renzo Guastadini

Noche de brujas El viernes 30 de octubre, Gaspar se quedó a dormir en lo de Ema. Después de haber pedido dulces, estaban por ir a dormir. En ese momento, ella presintió que algo raro sucedería. Le dijo a Gaspar: -Hoy es el día de los muertos, vayamos al parque a ver cómo se levantan. -Bueno, pero antes del amanecer-respondió él. Prepararon sus mochilas con linternas, una botella de agua, una campera, una lapicera y una libreta para anotar lo que vieran. Antes de partir se lavaron la cara para sacarse el sueño. Cuando Gaspar se miró al espejo, vio que se reflejaba sólo la sombra de una mujer extraña y llamó desesperado a Ema. -¡Ema, Ema! ¡Ven ya! Ella corrió y le preguntó qué pasaba. -¿Soy yo o el espejo no me refleja? -¡Qué raro! Bueno, no importa – respondió ella un poco asustada. Los chicos partieron al parque. En el camino se apoyaron en un árbol para tomar agua. Y escucharon un ruido metálico. Tocaron el árbol de vuelta y se dieron cuenta que era de metal. Una de sus ramas parecía una palanca, la jalaron y se abrió una puertita en el tronco. Dentro había un libro con una extraña tapa escrito con letras raras. Leyeron en voz alta y, repentinamente, sopló un viento envolvente. Se sentaron en el árbol y se taparon los ojos. Cuando el viento cesó escucharon un ruido. Asustados se preguntaron de dónde provenía, pero se animaron a investigar. Encontraron una reja que se movía en vaivén. Arriba tenía un cartel que decía “No entre”. De repente apareció una mujer con cara cadavérica, los chicos se asustaron. Ema se dio cuenta que ya había visto a esa mujer en un retrato que colgado en el cuarto de su madre. ¿Será una familiar de Ema? Los chicos se desmayaron. Nunca más se supo nada de ellos. Sí de la mujer, que siguió apareciendo en otros espejos.


Germán Wicher y Santiago Quesada

La mujer sin ojos Un día un hombre soltero de veintidós años llamado Jhonny con su objeto de peluche llamado Teddy que tenía de la infancia. Los dos vivían en el décimo piso de un edificio. Un día fueron al parque y se sentaron. Vieron en la puerta de una casa abandonada la silueta de una mujer. Temían mucho pero entraron. Se cayeron en un pozo y se escuchaba llorar a una mujer. Teddy gritó ayuda y Jhonny se asustó. De repente miró para atrás y vio a la mujer sin ojos gritando, con la piel petrificada… A la noche decían que en el décimo de un edificio se escuchaban gritos y se veía gente sin ojos. Un año después un hombre entró en el mismo piso y le ocurrió lo mismo que a Jhonny y a Teddy, pero logró escapar. Traumatizado preguntó por la ciudad si a alguien le había ocurrido lo mismo y encontró a Ted y a Jhon. Nunca más se supo de ellos.


Trinidad Rolotti y Sofía Bustamante

La gárgola maldita Una noche de Hallowen Paula, Fabián y Martina salieron de sus casas para ir a la fiesta de Federico. En la fiesta había mucha gente divirtiéndose. Por las ventanas se veía que una densa niebla había cubierto todo. -¿Qué les parece ir a dar una vuelta al cementerio? – preguntó Fabián. -¡Qué buena idea! – respondieron. -No me parece que sea una buena idea – dijo Martina con cara asustada. Los chicos le dijeron que no pasaba nada, entonces, aceptó ir. Cuando estaban por llegar, vieron un gato negro con los ojos rojizos. Paula gritó por el susto. Entraron al cementerio y les llamó la atención cuatro tumbas puestas en forma de círculo. Se fijaron en las fechas y les pareció muy raro, los cuatro chicos habían muerto el treinta y uno de octubre de 1983. -Que raro que hayan muerto justo un día de Hallowen- comentó Paula. Los chicos estaban realmente asustados, pero querían encontrar la razón de las muertes. En el centro del círculo vieron un libro, Fabián lo levantó y leyó: “La muerte de esos chicos se debió a una gárgola hechizada que había embrujado a un cavador de tumbas. La noche de Hallowen esos chicos fueron al cementerio, a divertirse, hicieron ruido y el cavador los mató”. Cuando Fabián terminó de leer, el cavador ya estaba detrás de ellos …


Pilar Hunziker y Karenina Theiler DAgliano

La noche misteriosa El año pasado fuimos a acampar a un bosque llamado Jan Machata. Era mi primer campamento. La primera noche hizo mucho calor y no podíamos dormir por tantos insectos. A la mañana fuimos al lago a hacer canotaje. Fue difícil. El segundo día caminamos por el bosque, a la noche hicimos un fogón y contamos historias de terror y luego, chistes graciosos. El último día hizo frío y sólo podíamos jugar a las cartas, lo más aburrido del mundo. Éramos los único acampantes, todos se fueron porque con tanto frío no era agradable. Llegó la noche y nevó. Una niebla espesa cubrió todo. No podíamos ver a un metro. Sentimos unos ruidos raros, pero logramos dormir. En mitad de la noche me desperté y me di cuenta que … ¡mi hermana no estaba! No supe qué hacer, si despertar a mis padres o no. Salí solo a buscarla. Anduve tanto que no sentía mis pies, hasta que me quedé dormido en un árbol. No sé cuánto tiempo. Unos pasos me despertaron, salí corriendo lo más rápido que pude, tropecé con una raíz de un árbol, no podía levantarme. Una sombra extraña se acercaba, los pasos se hacían más fuertes y crujían en la nieve, traté de gritar y no pude. Mi hermana sonámbula, caminaba hacia mí.


Josefina Giordano y Valentina Vanni

La casa maldita Los chicos de sexto grado fueron de viaje de estudio. El primer día fueron a escalar un cerro de la cordillera de los Andes. Agustina se distrajo siguiendo una mariposa, su amigo Felipe la apuró porque se quedaban atrás. Cuando el grupo iba por la mitad del camino, Agustina y Felipe ya se habían perdido. Lloviznaba, como a Agustina no le gustaba mojarse, empezó a correr sin parar, Feli la siguió. Llegaron a una casa, la puerta se abrió. Entraron y apareció un muñeco de madera en el momento que la puerta se cerraba. Un relámpago iluminó todo, el muñeco ya no estaba. En las paredes había frases escritas, una les llamó la atención: “Hasta las diez tienen tiempo, duérmanse rápido par que no se desesperen”. Sintieron miedo. Los otros chicos, en el campamento se quedaron hasta tarde. Cuando apagaron las luces apareció una sombra con ojos rojos que se llevó a uno de ellos. Todos lo buscaron. Encontraron una muñeca de madera que cantaba “Soy Satanás, estoy frente a ti”. Llegó la noche y cerca del hogar encontraron la frase: “Esta noche no la prendan sino la muñeca aparecerá.” Los niños tuvieron miedo pero igual prendieron la estufa. A la mitad de la noche se sentían pasos, era la muñeca que habían encontrado, cada vez se acercaba más y más. Felipe se despertó y vio unas gotas de sangre, era su compañera muerta.


Tiago Malpassi y Mateo Sabagh

El Espejo El 16 de octubre de 2016, un chico llamado Theo fue a una pijamada en la casa de su mejor amigo Bautista. Roberto y Rodrigo, también estaban. Luego de la cena, los cuatro decidieron hacer un juego tenebroso conocido como “The Mirror’s game” (El juego del espejo), que consiste en prender el agua caliente de la ducha, lavamanos y bidé para que salga mucho vapor y el espejo del baño se empañe. Luego se escribe el nombre de una persona que esté en la casa y se repite tres veces seguidas. Eligieron poner el nombre del anfitrión. Su hermano Heriberto se quedó en su cuarto porque tenía mucho miedo. Repitieron “atsituaB” tres veces con la luz apagada. Prendieron las luces y acabó el ritual. Apenás terminó la invocación el hermano de Bautista gritó y todos se alarmaron. Corrieron al cuarto y no lo hallaron, lo encontraron en las escaleras llorando desconsoladamente y repitiendo “Era gris, era gris”. Buscaron a los padres de Bautista para contarles, pero no estaban en ningún lugar de la casa. Cuando salieron al patio, encontraron una figura gris con los ojos sangrientos y a los padres colgados. Los niños trataron de ayudarlos, pero era tarde. Terminaron desangrados por obra del monstruo que habían invocado.


Renzo Cavallero Mansilla y Carl Sheifert

La aventura de Jhonny Una noche de luna llena Jhonny Castillo caminaba por una calle oscura, rota y tenebrosa, pero él no tenía miedo. Iba al cementerio, a buscar la tumba de su abuelo. De repente, detrás de unas amas, apareció un lobo gigante, rabiosos, albino y con ojos rojos. Jhonny quedó paralizado unos instantes. Luego reaccionó y huyó lo más rápido que pudo hasta llegar a su casa superagitado. Contó a sus hermanos lo que le había pasado, pero ninguno le creyó. Al día siguiente se propuso, nuevamente, encontrar al lobo. Fue llevando una cámara al cementerio. Volvió al mismo lugar y esperó que se hiciera la noche. Apareció el lobo más enojado y rabioso. Lo atacó y con su mordida lo transformó en lobo. A la mañana, los hermanos buscaban a Jhonny por toda la casa. Decidieron salir a buscarlo. Uno de ellos encontró y reconoció su cámara. Se fijó en las imágenes, al ver la última lanzó un alarido de espanto ¡Vio como el lobo mordía a su hermano! El grito llamó la atención de los otros, que corrieron al cuarto a ver que pasaba. -¡Uff! ¡Qué sueño más feo tuve!


Consuelo Gorrochategui y Catalina Wacolbiger

Vacaciones malditas Hola, me llamo Jimmy Rodriguez, tengo doce años. La historia que les contaré sucedió hace dos cuando fuimos con mi familia a Rusia, un lugar hermoso. Llegamos a Moscú y nos instalamos en el hotel Stone. Lo primero que hicimos fue salir de excursión, Juan era el nombre de nuestro guía. Primero recorrimos un muso de arte y luego nos llevó a lo profundo del bosque donde encontramos una mansión abandonada. Le pregunté a Juan si podíamos explorarla, el respondió que era muy peligroso porque allí habitaban un juguete y un fantasma asesinos. No le creí pero debí haberlo hecho desde el principio. Me separé del grupo y decidí entrar. Era un lugar muy extraño, en la sala había un piano tocando solo, cuando fui a la cocina una heladera comenzó a hablarme. En el piso de arriba encontré un armario que abría y cerraba sus puertas; la verdad eso no me dio miedo, me hizo reír. Entré a un cuarto lleno de peluches, en un rincón había una muñeca de cabellos rubios diciendo: -Seamos amigos, acércate a mí y pronto la luz no podrás descubrir. Salí corriendo, cuando paré a descansar escuché unos ruidos fantasmales. Bajé rápido la escalera y cuando llegué a la salida, la puerta estaba cerrada. Escuché pasos en la escalera. Estaba tan asustado que corrí buscando otra puerta, pero tropecé y me desmayé. Cuando desperté estaba en el hotel, mi mamá me preguntaba si estaba mejor. Le respondí que no entendía lo que estaba sucediendo, le conté la historia y ella me dijo que tal vez fue una pesadilla, que durmiera porque era muy tarde.


Marco Litrenta

La flauta En Escocia, cerca de un lago sin nombre, vivían con su tía dos hermanos de apellido Ness, Juan el menor y Carlos el mayor. Un día, camino al lago, Juan encontró una flauta de madera tallada a mano. Cuando llegaron al lago empezó a tocarla. Carlos vio que el agua comenzaba a moverse, le avisó a su hermano, pero éste no le hizo caso y siguió tocando la flauta. Juan oyó gritos y ruidos raros, su hermano había desaparecido. Llamó a su tía y juntos buscaron a Carlos. Juan comenzó a tocar la misma canción, entonces un monstruo salió del agua y tragó a la tía. Trató de escapar y le sucedió lo mismo. Desde ese día a ese lago lo llamaron Ness y la flauta espera su próxima víctima.


Santino Gatti y Santiago Lira

El regreso de la gata negra Era una noche de verano. Algunas familias del pueblo escucharon ruidos extraños. Un hombre les dijo que desde hacía años había rumores que por el verano salía la gata negra. Esos rumores decían que era una viuda que quería vengarse porque habían matado a su marido. Al despertar esas familias no encontraron a sus hijos y salieron a la calle gritando. Cuando cada uno regresó a su casa, encontró en la puerta una frase escrita con garras filosas: “Esta es mi venganza, si quieren a sus hijos vengan a buscarlos pero no podrán encontrarlos”. Llamaron a la policía y le contaron todo. La policía dijo que rastrearían a la gata negra porque sabían que se escondía en su rancho. Recorrieron toda la zona pero no encontraron nada. Prepararon una trampa debajo de un árbol y la gata negra cayó.


Federico Gonzáles, Santiago Chen

El lago de los cadáveres Había un niño, Heriberto Papata que estaba con su padre adoptivo, sr. Albóndiga. Ellos se estaban yendo a su casa por un bosque oscuro que quedaba cerca de un lago. El niño estaba loco y no tenía amigos, era muy miedoso. El padre era gordo y tímido. Escucharon gritos de personas y fueron corriendo hacia allí. Había unas jóvenes y una persona escalofriante. En el lugar había una fogata cerca de un árbol. El extraño ser colgó a uno de los chicos de una rama del árbol y al otro lo tiró al fuego. Ellos lograron escapar del maniático. Al señor Albóndiga le dio un paro cardíaco y murió. El niño trató de escapar por el lago. Se dio cuenta que nadaba entre cadáveres.


Mariano Trucco Rivero

El bosque maldito Hace mucho tiempo, Joaquín vivía en el bosque. Un día, miraba por la ventana y vio pasar un monstruo o algo parecido que hacía ruidos extraños. A la tarde siguiente fue a investigar. Pero, cuando escuchó los ruidos extraños salió corriendo sin parar hasta llegar a su casa. Les contó a todos lo que había sucedido y los papás se reían. Les pidió que lo acompañaran, pero no vieron nada extraño. Joaquín se enojó y se fue corriendo a su casa. En el camino, los monstruos atacaron al papá, la mamá logró escapar. Regresó a la casa. El niño le dijo -¿Viste? No eran inventos, ¿me creés o no ahora? Y salieron con Joaquín a buscar al padre. Encontraron su brazo. Luego los monstruos aparecieron. Por mala suerte no pudieron escapar.


Santiago Monferrán

El canal 322 En mi último cumpleaños mamá me regaló un televisor, de esos con gran definición, e los que las películas de acción valen la pena de verdad. Lo puse en un mueble sobre la pared y cada vez que pasaba cerca, parecía que se caería. Los primeros días disfruté de ver películas hasta que una madrugada el televisor se encendió automáticamente. Me sorprendió, lo apagué y volví a dormir. Minutos más tarde nuevamente se encendió y ya no pude pegar un ojo. Anduve cansado y necesitaba una siesta, no había dormido nada. Me tiré y el televisor se encendió y como siempre en la pantalla podía leerse 322, un canal sin programación. Esta vez la intensa y larga estática se fue aclarando hasta que un rostro humanoide con voz ronca a través de la pantalla me pidió: -¿Podemos hablar? -¿A mí?-respondí. Asintió con la cabeza y dijo: -Mi nombre es R2D2 y te solicito vuelvas a sintonizar el 322 por la madrugada. Luego desapareció. El tiempo transcurrió y a las 2 52 am el aparato una vez más se encendió, como de costumbre en la pantalla se leía 322 y la cara de ese extraño ser en el televisor. -Esto es mucha información para ti, pero en tres días el planeta será invadido, no puedes evitarlo, pero te advierto, colocá este logo en la puerta de tu casa o de donde te escondas y te garantizo … nos veremos pronto. Tres días después fue tanta la espera que caí rendido. Y otra vez me desperté por el televisor, pero esta vez por el canal de noticias alertando que el planeta era invadido por extraterrestres que abordaban a las personas y las hacían desaparecer. Tomé conciencia de la información que tenían y quise contarles a mis padres, pero ya era tarde, no estaban en casa. Se escuchaban gritos que provenían de la calle y pasos acelerados que repentinamente se detenían ante mi casa. Mi enojo superó mi miedo, abrí la puerta y lo ataqué con un cuchillo, hundiendo repetidas veces en o que creí era su corazón. Se desplomó a mis pies malherido y le pregunté: -¿Por qué? -Queríamos ayudarlos … No le creí y le conté mi conversación con R2D2. Mientras agonizaba habló: -R2D2 es quien invadirá y dominará a los humanos. Pensé en los que estarían a salvo y recordé a mis padres: -Por favor, llévame- pedí, pero era tarde. Recordé las últimas palabras de R2D2 “Nos veremos pronto...” y me estremecí.


Lucio Peralta

La casa embrujada Era vacaciones y había una familia muy famosa con mucho dinero. Como se cansaron de estar en su casa fueron a pasar las vacaciones allí. No sabían que era una broma y la casa un robot controlador de personas. Una noche el papa se levantó a las 4 a comer queso. La casa controló al papá y mató a un leñador de juguete. El resto de la familia vio lo que hizo y no sabían que era un juguete. La mamá dijo: “Qué pasa aquí”. Y se fueron a su casa a pasar las vacaciones.


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