GOLPES DE ÉXITO / ZANFER 2009
PRÓLOGO
LOS IMPRESCINDIBLES
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, ésos son los imprescindibles” Bertolt Brecht (1898-1956) Escritor alemán
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Por Carlos Alberto Aguilar
ecuerdo haberlo visto por última vez un 17 de marzo de 1990: Era Julio César Chávez, el gran héroe de México, aquél que en los últimos segundos del combate sacó una derecha crispando los dientes para acabar por nocaut con la creación más espectacular del boxeo estadounidense de esa época: Meldrick Taylor. Los hogares de México estallaron bautizando como leyenda, al gran campeón mexicano. La voz de José Martin Bufalo retumba en mi cabeza, por las dosis de motivación y de drama; Julio perdía el combate minutos antes y ese ánimo encauzado, fue la muestra más grande del manejo de una esquina. “Julio que ésta se nos ha puesto dura, hazlo ya, por tus hijos, por tu madre, hazlo ya”. Esa voz se escuchó en la esquina, el drama del boxeo, los rostros cargados de sentimientos, los labios resecos de sus protagonistas, la sangre arremolinándose en los labios de Taylor, Julio mordiendo el protector lleno de coraje; Aún no llegaba con el golpe definitivo. Así como fue mi alegría de ver a Julio César Chávez ganar esa noche, así se llenó mi corazón de dolor, al ver que el boxeo viviría días después el secuestro tras la llegada del pago por evento a la televisión mexicana. Por lo menos 15 años México dejó de ver a sus glorias en la pantalla abierta. Toda una generación se perdió de la pureza del guerrero azteca, de aquél que sube a alimentarse de puños y de sangre, aquél que sigue leal al compromiso de ser mexicano y de enjugarse las lágrimas y el dolor con el orgullo de ser campeón. Pero vaya lección que nos tenía preparada el boxeo mexicano. Lo cierto es que hoy ni 15, ni 100 años podrán
terminar con las funciones de boxeo, tu sabia naturaleza dejó claro que la pasión por ti estará toda la vida, pues fueron ellos los mismos guerreros aztecas los que obligaron a tu regreso a la pantalla. Sí, tú guerrero azteca, que seguiste emergiendo del colapso, de las crisis, de las historias contrarias de nuestro México, reflejadas todas en tu sufrir, en tus impulsos por salir del mundo que te corroe; sin importar cuántas veces has caído, pues en esta vida, se trata de ver cuantas veces te levantas y más tú, pues estás dispuesto a derramar el alma en pos de un título como campeón. Una fusión comprometida de aquéllos que durante años ejercieron el dominio de darle un protagonista a los cuadriláteros, aquéllos; que saben lo que es el sabor a lona, que saben lo que es esperar sentados solos en una sala de hospital en pos del hijo pródigo tras un fiero combate, de sus primeras funciones, de sus enardecidas victorias debajo del ring, de hacer empresa arriesgándolo todo. También de aquéllos que saben que México no podía estar ajeno a los ejemplos de lucha, de agónicas jornadas, una pantalla comprometida con México y su deporte, el más mexicano de todos. De involucrar toda la tecnología posible, no sólo para transmitir a los nuestros que cruzan las fronteras enalteciendo el nombre de nuestro país, sino también para llevar a los hogares nacionales sus vidas y ejemplos de entrega ante lo único que tienen como esperanza de vida que es el boxeo. Dispónganse ya a vivir el regreso del boxeo a México y al mundo en este gran testimonio; de la creación de la firma más reconocida como Box Az-
teca, de la responsabilidad de hacer nuevas caras del boxeo, afianzando las ya consagradas, de los duelos estelares, de la renovación del concepto en el boxeo mundial. Del surgimiento del promotor más importante de México y Latinoamérica: Fernando Beltrán, motor del boxeo mexicano y mano generadora de talentos como Érik Morales, Jorge Arce, Ulises “Archie” Solís, José Luis Castillo, Julio César Chávez Carrasco, Humberto Soto, Fernando Montiel, Giovanni Segura, Humberto Gutiérrez, Omar Chávez y más. Lo recuerdo luchando siempre con su fiel equipo, en los años exánimes jamás dejó de pensar en ganar la batalla. Del atrevimiento de un grupo de estrategas en comunicación, de ideas emprendedoras y sólidas. Gracias siempre a todos ellos, hoy sin duda los padres de la firma más importante; Box Azteca la casa del boxeo. Sí, dispónganse en estas hojas legendarias e históricas a leer los orígenes y el gran regreso del boxeo a la televisión, de la gran sociedad de TV Azteca, Zanfer promociones y Top Rank. Del surgimiento de tres de las propiedades más importantes del deporte en México, Box Azteca, Leyendas de Box Azteca y Campeón Azteca. Hoy por hoy el boxeo se mide en Box Azteca, Zanfer y Top Rank, con las galas competidas de aquellos que quieren surgir para dejar el anonimato, con los que se consolida cada vez más para ser campeones del mundo y claro con el orgullo de ser el medio que sigue la vida del actual ícono del boxeo.
Disfruten de este histórico documento a tráves de espectaculares fotografias y textos que nos presenta Zanfer y resume todo lo logrado en el 2009.