Cecilia Paredes

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Cecilia Paredes Tabacalera, Espacio de Promoción del Arte

Oyendo con los ojos 15.10.15 – 17.01.16

WEB TABACALERA: http://www.promociondelarte.com/tabacalera/noticia-95-cecilia-paredes-oyendo-con-los-ojos WEB GALERÍA: http://www.blancaberlingaleria.com/cecilia-paredes-me-gusta-mas-ciento-volando-y-ni-uno-en-la-mano/


Oyendo con los ojos Las obras de la artista peruana Cecilia Paredes viajan desde lo natural a lo cultural, atravesando la historia como un laberinto que debe ser releído, reescrito y repensado para redimir errores, para adquirir conocimiento sobre nosotros mismos, pero también para purgar los siglos de infamia que la especie humana acumula en la organización de su estructura social y en su relación con la naturaleza. Una naturaleza que ella convierte en icono sagrado, en cosmovisión atemporal, en escenario simbólico del equilibrio entre animales, plantas y minerales que afirman, a menudo desde la fragilidad, su condición igualitaria e imprescindible en la trama que constituye la vida. La intrínseca humildad de los materiales que incluye en sus obras le sirven para reclamar una toma de conciencia sobre nuestra posición en el mundo. Dibuja la morfología de la violencia con el trazo humilde y minucioso de piedras, conchas, plumas, corales, huesos… recolectados con paciencia y engarzados con la maestría del orfebre, dotándolos de un carácter alegórico que contiene simultáneamente reflexiones sobre la mujer, la religión, el arte, la política y el poder. Asimismo, en sus esculturas, fotoperformances e instalaciones Cecilia Paredes aborda la omnipresencia de la religión y los ritos identitarios en las conductas que han educado a las sociedades a lo largo de los siglos. Su trabajo se apoya constantemente en metáforas y símbolos del pasado visitados desde el presente, haciendo visible su interés por el origen y la elaboración de los mitos ancestrales y subrayando su persistente influencia en la cultura contemporánea. El manto estético que recubre sus posiciones críticas sobre los seres humanos es una invitación, impregnada de belleza artificial, que anima a penetrar y a opinar sobre la imperiosa necesidad de recuperar la cordura, la ética y la justicia en todos nuestros actos. Son aspiraciones de apariencia utópica, pero la realidad se ocupa diariamente de recordarnos la urgencia de incorporarlas a las relaciones sociales. Alejandro Castellote y Blanca Berlín


Memories, 2011 (CEP00060) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 120 x 120 cm.

Lago de las alturas , 2007 (CEP00017) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. Edici贸n 5 + 1PA 100 x 100 cm.


Paisaje azul, 2007 (CEP00061) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. Edici贸n 5 + 1PA 110 x 100 cm.

Nocturne, 2009 (CEP00062) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. Edici贸n 7 + 1PA 100 x 100 cm.


Entrevista a Cecilia Paredes Por Alejandro Castellote y Blanca Berlín

Durante los años que viviste en Lima colaboraste con iniciativas periodísticas de marcado carácter político, ¿podrías hablarnos de esas actividades y de la situación del país en esos años? En 1975, en la cocina de mi casa se fundó la revista Marka, que luego se convirtió en el diario de más circulación después de El Comercio. Años más tarde nos fue robado por (el grupo terrorista) Sendero Luminoso a punta de infiltración y metralla y convertido por ellos en un pasquín subversivo. En esa mesa estábamos sentados: mi esposo, en ese entonces Jorge Flores Lamas –ideólogo, director y fundador– , Eduardo Ferrand, Ernesto Hermoza, Antonio Cisneros y yo. Nuestro adviser era el admirado Humberto Damonte. Yo iba aprendiendo sobre el caballo... Se fundó desde una perspectiva de querer justicia para los pobres y de alcanzar una equidad política a través de la denuncia. Ninguno de nosotros éramos políticos ni aspirantes a serlo, ninguno militaba en ningún partido ni tampoco lo hizo después; más bien creo –por los hechos posteriores– que los partidos tradicionales de izquierda estaban incómodos con nuestra presencia independiente, gauche de luxe nos decían por nuestra proveniencia de clase media y nuestros intereses culturales.

Toño Cisneros era el director del anexo cultural dominical, una publicación de un nivel intelectual alto. Le pedí a mi maestra Cristina Gálvez que nos dibujara el logo y así nació El Caballo Rojo. Nos decían: “para qué rayos hablan de Borges o de Strindberg si el pueblo no los conoce…” y nosotros ahí, dále con hablar de cine, arte y poesía. Marka salió a la calle el 3 de mayo. El 2, había nacido Simón mi primer hijo... las casualidades no existen. Enfrentamos enemigos duros: primero las fuerzas armadas, porque denunciábamos una y otra vez el convenio militar suscrito entre los países sudamericanos durante la guerra sucia argentina para penetrar en las zonas territoriales infranqueables y poder capturar a una persona en otro suelo. Operación Cóndor se llamó. Aquel titular fue la primera bomba en mi casa, solo que el tipo que la puso, se habrá arrepentido, pues gritó: ¡bomba!, yo le oí y pudimos salir. Matías tenía un mes de nacido. La segunda bomba lo agarró a mi pobre vecino el artista José Tola solo, mientras nosotros –Jorge y yo– nos reuníamos con Gustavo Molfino en Madrid, tras denunciar el crimen de su madre, la Sra. Molfino, que había sido asesinada en Lima y trasladada a Madrid por los militares argentinos para escenificar un supuesto suicidio…


Alturas, 2014 (CEP00033) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 100 x 100 cm

Sillk, 2015 (CEP00052) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 120 x 120 cm.


En cierto modo, tu salida del Perú hacia México DF tiene un fuerte componente de exilio, ¿por qué motivos se produce ese cambio de residencia? Luego del intento de deportación de Jorge y habiendo evadido su captura cuando lo saqué escondido en el maletero de mi volkswagen, comenzamos a planear nuestra ida a México. En la dirección del diario se quedó otra persona y luego sobrevino la infiltración y la expropiación. En ese entonces yo combatía mis miedos con dos escudos: uno, el psicoanálisis y el otro, el trabajo en el taller, a veces toda la noche. Tenía un taller compartido con Juan Javier Salazar y Armando Williams en (el distrito limeño de) Barranco. Ese año me gané el Premio Municipalidad de Lima y partimos a México, era 1983. Sí, México fue un exilio y así lo viví. ¿Qué supone para ti la estancia en México? México fue el «clean slate» (borrón y cuenta nueva) y con esa suerte que siempre me ha acompañado en la vida, empecé a trabajar el grabado en el taller del maestro uruguayo Anhelo Hernández. El México de los ochenta fue mágico, iluminador y fascinante para mi y mis hijos. Me quedaba con la boca abierta ante su historia, sus librerías, su relación antropológica y mítica. Aprendí a ver la vida de otra manera y se curaron mis heridas. Jamás he podido dejar de sentir a México como parte de mi vida.

La dorsal, 2014 (CEP00031) Fotoperformance. Impresión de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. Ed. 7 120 x 120 cm.


Sueles hablar de Costa Rica como tu segundo país. Allí te das a conocer como artista, ¿qué te impulsa a dar ese paso? Si México fue intenso durante cinco años, Costa Rica fueron veinticuatro años… Costa Rica ofrecía a principios de los noventa una plataforma rica culturalmente. Había varias confluencias y todas funcionaban o las hacíamos funcionar. Cuando el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) cerró por falta de presupuesto, Virginia Pérez Ratton, su directora, nos convocó y nos dio tareas: llega fulano a dar una charla y no hay plata, tú lo recoges del aeropuerto, tú préstame el mantel de tu madre, tú trae el vino… y así lo hacíamos. Y así llegaban al museo, Catherine David, Paulo Herkenhoff, Rachel Weiss, Rosina Cazali, Santiago Olmo, Tomas Ybarra-Frausto, Cuauhtémoc Medina, Lily Porter y muchos más a dar charlas y hacer visitas de taller, aquello era una ebullición. Desarrollar y cuestionar mi carrera artística en esa atmósfera fue saludable; luego de haber experimentado en pintura y grabado, empecé en 1996 mi obra de instalación y más adelante la performativa. Mi primera performance registrada en fotografía fue en el 2000. Me pegué en la espalda alas de libélula. La etiqueta de artista latinoamericano está profundamente connotada por la mirada europea y norteamericana, ¿cómo te ubicas desde el punto de vista identitario en el mundo del arte? Soy una artista contemporánea, nacida en Lima y actualmente vivo y trabajo en Filadelfia. Antes he vivido en cinco países. Si bien la etiqueta «artista latinoamericano» ya es detestable por unir (por pura ociosidad) identidades riquísimas de cada

nación bajo un mismo denominador, le tengo aun más aversión a la palabra «hispanic», la cual menciono porque es parte de lo mismo. Tratar de encerrar tantas etnias, lenguas, culturas, gastronomías y facultades existentes en América del Sur y América Central bajo un solo rubro, nos resulta apretado. Lo que hay en común entre nuestros países, y por tanto nos delinea, es el poder del recurso, la inventiva, la espina dorsal infatigable y la capacidad de soportar lo inimaginable. Lamentablemente, también tenemos en común la injusticia, la pobreza, la corrupción, el machismo… pero no la solvencia económica. No paras de desplazarte de un lugar a otro del mundo. ¿Es por ello que en tus trabajos se percibe una mirada cómplice, hacia las migraciones y los migrantes? ¿Te consideras, tal vez, uno de ellos? La migración es uno de los actos más dolorosos que una persona puede sufrir. ¿Quién quiere abandonar su barrio, su gente, su familia, su entorno? Sólo migran quienes están obligados por las circunstancias. No se tiene que ser pobre para ser migrante, basta con disentir políticamente del que tiene el poder y ¡zas! de un día para otro, eres migrante. Con esa condición en tu alma vas siempre en desventaja, aún cuando las circunstancias sean ultra favorables, mira al pianista Vladimir Horowitz por ejemplo, ¿quién puede creer que no sufría fuera de su amada Rusia? En mi caso personal considero que salí exiliada y hoy por hoy sufro las cicatrices, como de alguna manera las deben sufrir mis hijos. Por eso mi mirada no es cómplice, sino que yo soy parte. Ahora bien, quiero agregar que he sido muy afortunada en haber sido acogida primero en México, luego en Costa Rica y ahora en Filadelfia, donde he sido feliz…, no solo estoy agradecida, sino identificada.


La presencia de la naturaleza es uno de los elementos esenciales en tu obra; en cierto sentido te adelantas a los diversos movimientos que en muchas partes del mundo están vinculado arte y ecología. ¿Por qué le otorgas ese carácter protagónico? Mi historia con la naturaleza parte de la admiración y el amor y es fundamental en mi vida y mi obra. Es muy cierto que cuanto más conoces a los animales y a las plantas, más los respetas, pero además yo quiero hacerme íntima de ellos: los estudio y los imito. Mi acercamiento es personal y privado; pensándolo bien es un solaz, un mundo paralelo y es además nuestro origen inamovible, de ahí venimos. En ese contexto abrazo la frase genial del poeta César Calvo que dice: «a veces me dan ganas de nacionalizarme culebra». La historia desde una perspectiva política, religiosa o artística es otro de los núcleos temáticos en tu trabajo. ¿De donde proviene ese interés?

Corinthian Blue, 2014 (CEP00049) Performance fotográfico. Impresión de tintas de pigmentos 140 x 140 cm.

Decía un amigo que, para algunos, la política duerme en la mesita de noche. A mi me pasa eso, no puedo desligar mi pensamiento cotidiano del acontecer político que forma parte de mi visión de la historia. Para mi la religión se manifiesta sobre todo en forma de Iglesia, de institución, y su razón de ser viene dada por su comportamiento. La Iglesia puede ser bálsamo, refugio, noción, detente, enseñanza de nobleza de corazón. Y sin embargo, si escoge encubrir, mentir, aliarse con la fuerza bruta, se vuelve una instancia perversa; imagínate en un pueblito de la sierra del Perú…, ¿quién va a contradecir al señor cura si éste es el poder absoluto? Un ser huma no ético cuando detenta el poder escoge ser justo y respetuoso, no al revés.

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El uso que haces de la fotografía está ligado a una suerte de puesta en escena en la que te sitúas como una protagonista que simultáneamente se oculta y se hace visible. ¿Por qué actúas siempre como tu propia modelo? En alguna ocasión, en concreto en la serie Sueños fugitivos, has afirmado que con tus fotos pretendes generar dialécticas en torno a la identidad, la intimidad, la alienación, la libertad femenina… ¿Son, en cierta forma, autobiográficas? También, en Animal de mi tiempo, te transformas en distintos animales… La razón inicial por la que soy yo la modelo es porque no quería someter a otra persona a las interminables sesiones de la interpretación. Luego me di cuenta de que estaba haciendo performances. Ciertamente, mi obra es autobiográfica; lo interesante es que no empecé con esa idea, es decir, no fui consciente de este hecho hasta que actué como espectadora de una exposición de estas obras, entonces es cuando unes las imágenes y dices, ¡ah! he estado contando mi historia… y claro, ella tiene que ver con temas como intimidad y libertad. Y en referencia a las interpretaciones de animales, hay una relación de identificación con cada uno de los animales que interpreto, que son siempre animales marginales. Ese es el espacio donde me siento más cómoda.

Coral, plumas, conchas, huesos, troncos, capullos, hojas, espinas, dientes de animales, crisálidas... en tus instalaciones utilizas desechos descartados por la naturaleza y los dotas de una nueva vida. También reutilizas materiales industriales. ¿Este afán reciclador tiene algo que ver con la recuperación de la memoria para que no olvidemos quiénes somos y de dónde procedemos? Bueno, creo que me queda grande decir que tengo afán de recuperación de la memoria, ya quisiera yo llegar a ese puerto. Creo que lo que me impulsa a recoger el capullo, la espina o el palito es el enamoramiento que tengo con lo mínimo, con lo que está en el suelo descartado y puede volver a ser. Y en eso la naturaleza es un tesoro. Para tu producción artística empleas una gran variedad de formatos y técnicas: fotografía, performance, escultura, video, instalación… ¿Con cuál de estas disciplinas te sientes más identificada? Creo que la respuesta varía con el paso del tiempo, como cuando uno se fascina con una obra en el museo o con una película determinada. Luego pasa el tiempo y uno dice «pero qué pobre me parece ahora esta peli, ¿cómo es que me había gustado tanto?». Quizás pueda contestar que ahora estoy encantada con la performance, veamos cómo será más adelante...


En esta exposición, utilizas plumas de pavo real en obras como Serpiente emplumada, en la que realizas un homenaje a los 43 estudiantes mexicanos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa asesinados hace un año en el estado de Guerrero. ¿Por qué utilizas el plumaje como herramienta subversiva, de contestación ante un hecho tan cruelmente impune? Utilizo plumas negras para la Serpiente, porque esta es una serpiente castigada, manipulada, pisoteada. Curioso también que, en la mitología de México, la serpiente emplumada cambia de significado según el pueblo y el tiempo en la historia. Puede significar agua, nacimiento del hombre, simboliza origen, dualidad, luz, fertilidad y conocimiento, entre otros. Sin embargo, yo uso la imagen de la serpiente emplumada en el sentido literal del castigo medieval, el de untar brea y emplumar como castigo de humillación. A mí no me pasa que, en pleno 2014, 43 estudiantes se desaparezcan en el aire y el régimen político siga tal cual, cuando todos sabemos que las razones ulteriores son la angurria del poder y el dinero y el pacto con los narcos. No se puede comprender que esos padres se tengan que quedar callados y hasta reciban amenazas por indagar por sus hijos. Por eso, mi Serpiente está de duelo… A menudo extraes el sentido de tus obras de la relectura de la mitología andina, de los ritos religiosos y profanos de la Antigüedad. ¿Te interesan las simetrías entre el pasado y el presente o sus potencialidades metafóricas? En la historia, la mitología y la poesía encuentro muchas respuestas; pero es en la mitología –quizás por mi alma de tendencia épica– donde hallo historias que luego anexo con mi trabajo. Como, por ejemplo, Príamo y su inconmensurable dolor al ver morir a cada uno de sus hijos y su conmovedora súplica ante Aquiles para que por favor le devuelvan el cadáver de su hijo Héctor. Así comienza La Ilíada y me eriza la piel su simetría con el reclamo de los padres de los 43 estudiantes muertos en Ayotzinapa.

En tus alas, 2014 (CEP00050) Fotoperformance. Impresión de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 130 x 125 cm.


Juno, 2007 (CEP00056) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 100 x 100 cm.

Lo sutil de lo ordinario, 2007 (CEP00057) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 80 x 70 cm.


Dawn, 2005 (CEP00058) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 110 x 110 cm.

Calabria, 2015 (CEP00051) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 100 x 100 cm.


El Cuerpo como Cosmos Nuestro cuerpo es nuestro altar. Con él convivimos a diario y a través de él establecemos nuestra comunicación con los otros. Contenedor por excelencia del alma, el cuerpo ha sido objeto de disímiles interpretaciones a lo largo de la historia. Así, para el mundo griego -cuna de la cultura occidental- cuerpo y alma conforman una entidad inseparable en la que la carne deviene recinto propicio para el espíritu. Entendido como cosmos personal que centra nuestras relaciones con los otros, el cuerpo se erige símbolo de todas nuestras acciones: espejo inseparable de nuestro yo interior. La producción artística de Cecilia Paredes (artista peruana que vive entre San José, Costa Rica, Filadelfia, Estados Unidos y Lima, Peru) está guiada por este precepto, donde el cuerpo -ese tabernáculo magnífico- se desdobla y transforma en alegoría bellísima. Pareciera que Cecilia diera un vuelco rotundo a su cuerpo trocando interior con exterior y poniendo -en ese trance- el alma al descubierto. Cecilia deja de metamorfosearse con el reino animal para fundirse con el elemento vegetal, hasta desaparecer en esa suerte de ofrenda que es siempre su pintura. El cuerpo ahora se integra al paisaje. Un paisaje de evocación natural pero creado por el hombre y en el que el elemento ornamental es esencial. La artista se basa en tejidos naturales -generalmente lino- con impresiones florales de delicado diseño al que más tarde se fusiona ella misma en actitud camaleónica. Uno de los elementos esenciales que anima la figura poética de Cecilia Paredes es el elemento lúdico de carácter sutil que anima su obra. Asistimos en primera instancia a un rejuego entre cita y apropiación donde el único elemento de originalidad posible es la naturaleza sólo presente en el cuadro a partir de la copia. Tal vez, justo por ello, la artista se ofrece en reverencia última dejándose devorar por la creciente vegetación que termina en sus cuadros por inundarlo todo. Este ofrecimiento es tal vez la clave para comprender por qué la artista renuncia al pincel, convirtiéndose más bien en sujeto receptor al acoger la pintura como tatuaje sobre la piel. Su obra no es de fácil clasificación, cohabitando pintura, performance, fotografía y diseño como manifestaciones omnipresentes entretejen el delicado entramado que constituye la propuesta de esta artista, cargada siempre de alta sensibilidad. En su deseo por fusionarse con la naturaleza, la artista apoya sus estados anímicos en las estaciones y otras veces, el gusto por el arabesco traza retruécanos coquetos y, como si fuera corta la travesía, a ratos la artista nos toma de la mano y nos lleva por parajes lejanos como ocurre con su serie Los cuatro rincones del mundo donde residen Calabria y El Reino Del Bambú. Sin embargo, un sólido elemento unificador distingue toda su propuesta. Asistimos a un mundo de interdependencias, donde todo está relacionado en armonía feliz. Cada elemento en la obra de Cecilia Paredes nos recuerda que no somos sino un elemento de ese cosmos general que es la naturaleza y del cual el cuerpo es expresión prístina. De ahí que la disolución de su propia imagen en la naturaleza devenga signo identitario que la reintegra a ese cauce infinito que es la vida.

Janet Batet


Both worlds, 2011 (CEP00063) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. Edici贸n 7 + 1PA 100 x 100 cm.

Papagayo, 2004 (CEP00064) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. Edici贸n 5 + 1PA 130 x 130 cm.


P谩jaro tomando un respiro, 2008 (CEP00019) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 130 x 130 cm.

Ruta del bamb煤, 2012 (CEP00053) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 110 x 110 cm.


Cecilia Paredes. O la fascinación inagotable de las flores. Carlos Jiménez A mí me seduce la manera como Cecilia Paredes ha logrado individualizarse claramente como artista mediante la decisión tan soberana como paradójica de mimetizarse. Y digo «soberana» porque es propio de la soberanía el gesto de desafiar el pudor que impide habitualmente a los artistas mostrarse directamente en sus obras. Ellos pueden autorretratarse, como efectivamente lo hacen, o dar curso alegórico en sus obras a sus deseos más secretos o sus obsesiones más perturbadoras, pueden incluso ser unos descarados exhibicionistas pero, con las excepciones puestas por cierto accionismo, no hacen de su propio cuerpo el tema recurrente de sus obras. Cecilia Paredes sí lo ha hecho, aunque con la salvedad de recurrir siempre a la mimesis. En las numerosas composiciones visuales de distintos formatos y soportes, en las que a lo largo de los años ha incluido su cuerpo entero o su rostro, estos últimos difícilmente puede distinguirse de los exuberantes fondos florales en los que se camufla. Ella se exhibe y al mismo tiempo se oculta, como si con el recurso sistemático al trampantojo quisiera no solo engañar al ojo sino eludir estratégicamente la tendencia del artista a evitar la aparición en su obra. Tendencia que podrá obedecer a muchas razones pero que sin duda obedece también a un cierto pudor. O a una resistencia síquica si se quiere. Sigmund Freud lo dejó claro: el pudor es - junto con el asco y la vergüenza - uno de las barreras que la neurosis opone a las demandas pulsionales. Esas que erotizan el cuerpo y que son las que, en una maniobra de resistencia a sus impetuosas exigencias, obligan normalmente a los artistas –y no solo a ellos– a hurtar su cuerpo a la satisfacción de las mismas. Al fin y al cabo el cuerpo desnudo es un objeto de deseo para el ojo dado que el ojo es también un órgano sexual, como lo demuestra palmariamente el voyerismo. O como lo demuestra su complacencia (reprimida) en la obscenidad: en ese poner en escena lo que debe ocultar la escena. El psicoanalista Sergio Staude, en un seminario dedicado precisamente a Lo obsceno conectó la obscenidad con el pudor en estos términos: «el pudor se configura como un borde posible» entre el neurótico «que quiere poder amar lo que desea» y «el perverso que busca el goce» que trasgrede los límites que el amor y la moral imponen al deseo y que por tanto se solaza en la obscenidad. Primera conclusión: cuando Cecilia Paredes se exhibe mimetizándose, está poniendo simultáneamente en juego la oposición entre el pudor y la impudicia, coqueteando con ella si se quiere, y por lo tanto exponiéndose en un juego que como todo juego no está exento de riesgos. Y no sólo porque ese coqueteo involucra a la perversidad de la impudicia, sino porque el hecho mismo de mimetizarse es peligroso. O al menos así lo es para Roger Caillois quien, en su clásica reinterpretación de la función del mimetismo entre los animales, expuesta en su ensayo Mimetismo y psicastenia legendaria rechazó la teoría de que el mimetismo de los insectos era una estrategia de supervivencia, destinada a confundir a sus depredadores. El mimetismo, afirma Caillois, es por lo contrario un «lujo» (anticipando de paso la lectura estética de la formación de la Tierra de Deleuze & Guattari) pero un lujo peligroso porque quien se mimetiza se expone a ser devorado por quienes se mimetizan como él. En sus palabras: «el caso de las filias es aún más desgraciado, ya que se devoran entre ellas al tomarse por verdaderas hojas, de modo que podríamos pensar en una especie de masoquismo colectivo que conduce a la homofagia mutua, por ser la simulación de la hoja una provocación al canibalismo bajo esta forma de festín totémico».


Y si es más que evidente que los retratos de Giuseppe Arcimboldo, cargados de verduras, frutas y animales, son una invitación apenas encubierta al canibalismo, no lo es menos que las veces en las que Cecilia Paredes ha expuesto su cuerpo como un adorno floral también ha invitado al canibalismo. Aunque quizás no al canibalismo improbable de los lotófagos, esos comedores de flores de loto, que vivían en una Edad de Oro, cuando fueron descubiertos por Ulises en su largo y muy accidentado regreso a Ítaca. Como en definitiva quería vivir la Flower Generation, la generación hippie que floreció –nunca mejor dicho– al calor de los ardientes fuegos desencadenados por la Guerra de Vietnam. No: en realidad el canibalismo al que incita la mimesis floral de esta artista peruana es el implícito en el ramo de flores de la novia que siendo, como el traje blanco, alegoría de la virginidad se ha transformado en la de unos genitales femeninos que esperan ser comidos antes que fecundados. Como lo reconoce en castellano el lenguaje más crudo de la sexualidad. El más perverso si se quiere. En su exposición en las salas ingentes de Tabacalera hay una obra que conecta con la etapa mimética del trabajo de Cecilia Paredes. Se titula All Together Now y está compuesta por una gran enredadera en la que el lugar de las hojas está ocupado por las imágenes de flores de los cuatro esquinas del planeta. ¿Su propósito? Convertir la flora del mundo en un seductor llamado a la unidad de un mundo que hoy está tan cruelmente dividido por la guerra y los conflictos de intereses, que está dando la razón a estos versos de Raquel Jodorowski: «Un niño duerme / Su almohada es el mundo / que espera para devorarlo». Flores que, como las de la Flower Generation, como las consumidas por los lotófagos, ella espera que tengan el poder devolvernos sino al Paraíso por lo menos a un mundo en paz consigo mismo. La pieza titulada Quetzalcóatl entronca con otra de las querencias de Cecilia Paredes: las plumas, otro «lujo» de la naturaleza. Quetzalcóatl, serpiente emplumada, ocupa un lugar crucial en el panteón y las cosmogonías de los distintos pueblos originarios mexicanos. Y que siendo entre ellos símbolo de tantos estados y mutaciones, también lo es de la capacidad de renacer de las cenizas. Como lo hizo Quetzalcóatl, que se inmoló en una pira de cuyas llamas brotó el pájaro quetzal y cuyas pavesas se elevaron al cielo, transformándose en el planeta que conocemos como Venus. Es este renacer de las cenizas el que esperan quienes ahora marchan en México protestando por la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa, al grito de «Con vida los llevaron, con vida los queremos». Con vida también los quiere Cecilia Paredes.


Gargola, 2003 (CEP00065) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. Edici贸n 3 + 1PA 110 x 100 cm.

Armadillo, 2001 (CEP00002) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. Ed. 3 106 x 148 cm.


Octopus, 2002 (CEP00066) Fotoperformance. Impresión de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. Edición 3 + 1PA 100 x 100 cm.

Paraíso esquivo , 2010 (CEP00069) Caja de luz/Light box. 100 x 105 cm. Edición 1/3 + PA Paraíso esquivo , 2010 (CEP00005) Fotoperformance. Impresión de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 70 x 63 cm. Ed. 3/7


Manos de para铆so, 2011 (CEP00067) Caja de luz/Light box Edici贸n 1/3 + 1PA 100 x 100 cm.

Para铆so azul, 2011 (CEP00068) Caja de luz/Light box Edici贸n 1/3 + PA 100 x 100 cm.


Dafne, 2011 (CEP00071) Fotoperformance. Impresi贸n de tintas de pigmentos /Photoperformance. Pygments inkjet. 100 x 100 cm.


Instalaciones:

La Culpa, 2010/2015 Escultura de resina Un hombre en posición arqueada pende de una cuerda. Tan sólo el éxtasis y el dolor son capaces de producir esta postura. La obra está basada en la íntima relación existente entre el sujeto y la culpa. Pero el tipo de culpa a la que se refiere la artista es la que no tiene fundamento, aquélla inventada por la perversidad de otro y asumida por la situacion de desventaja del sujeto. Consultar precio en Galería Blanca Berlín


Ucayali, 2010/2015 Instalación Palos de lluvia, motores de rotación

Quetzalcoatl, 2015. Plumas teñidas, tela

El 'Palo de Lluvia' consiste en un tronco seco y delgado cuyo contenido natural ha sido extraído y sustituído por piedrecitas de rio. En la parte externa del tronco se insertan clavos largos y finos, los cuales, con cada vuelco del tronco, chocan con las piedras creando un efecto musical.

Este mural constituye un homenaje a los cuarenta y tres estudiantes desaparecidos en México el 26 de septiembre de 2014. La artista utiliza la serpiente emplumada como imagen representativa de la deidad Quetzalcoatl, símbolo del México ancestral. En ella, desea ver reflejados el dolor, la sorpresa y la indignación de todos aquellos que no se se explican cómo, a día de hoy, el actual gobierno no ha puesto todos los medios para aclarar este crimen.

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La secuencia sonora de los diecisiete palos de lluvia nos transporta al rumor del rio Ucayali (Amazonia peruana).


Plegaria, 2013 Terciopelo impreso y bordado, hilo de plata, resina, imágenes proyectadas La obra representa a una madre que cubre con horror su rostro inexistente. Es una doble víctima, pues sufre por la violencia y los pecados de sus hijos y comparte el dolor que estos provocan a las madres de otras víctimas. Consultar precio en Galería Blanca Berlín

Paraíso Esquivo, 2015 Cajas de luz conteniendo fotografías Estas cuatro cajas lumínicas contienen fotografías de manos en actitud de tratar de alcanzar una flor. Pero no lo logran, y si así fuera, la flor no existe: es tan solo una representación. Se trata de una metáfora para señalar lo inalcanzable, es decir, el concepto de paraíso. Consultar precio en Galería Blanca Berlín


Migración, 2009/2015 Instalación Alambre, cristales antiguos recuperados, vendas, yeso, escultura de resina

Manto, 2012/2015 Instalación Fragmentos de coral recogidos y anudados con hilo de cera

Flotilla de siete barcos de alambre adornados con cristales antiguos recuperados que cuelgan como si fueran gotas de agua. Con esta obra, la artista nos plantea una metáfora en torno al partir y el arribar y sobre las historias y las ciscunstancias que conforman estos acontecimientos de la vida. En la base de las naves aparecen textos recortados que hablan sobre estas experiencias.

Esta obra está compuesta por una sucesión de fragmentos de coral anudados con hilo de cera en forma de manto, el cual, al estar suspendido del techo, adquiere la forma de una criatura marina. Los pedacitos de coral fueron recogidos en 1995 en las orillas de Playa Panamá (Panamá) tras una tormenta tropical. La playa amaneció de color negro, inundada de trocitos de coral, algas e hilos de pescar enredados.

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Habitación, 2010 Instalación Cobre tejido La obra Habitación está compuesta por paneles de cobre tejido conformando un espacio similar al de una habitación. La historia en la que se basa esta obra es el simbolismo del cuarto de rescate de Atahualpa, el último Inca del Perú. La elección de este metal por parte de Cecilia Paredes remite a la condición de Perú como mayor exportador de cobre del mundo, un estatus que convive con la precariedad de su proceso de extracción, dadas las ciscunstancias laborales de los mineros, sumamente difíciles e injustas. Consultar precio en Galería Blanca Berlín

Enredadera: All Together Now, 2015 Flores impresas sobre papel Transparente Esta obra emula las formas de una enredadera: ha sido elaborada con imágenes de hojas y flores procedentes de todos los rincones del mundo que fueron extraídas de libros de naturaleza y copiadas después sobre papel transparente. Una metáfora que persigue mostrar la unión de todas las naciones. Consultar precio en Galería Blanca Berlín


El Vuelo, 2015 Terciopelo, lino, plumas El Vuelo está conformado por una colección de vestidos realizados con plumas, representando los doce meses del año. Cada uno de los doce trajecitos pende colgado de la rama de un árbol. Esta obra habla metafóricamente sobre el género femenino y el emprender vuelo, ser libre y extender las alas. Todas las plumas proceden de aves de alimentación, codornices, gallinitas de guinea, pavo, faisán, etc. que han sido saneadas y algunas teñidas para su comercialización. Consultar precio en Galería Blanca Berlín

El Río que Fluye Dentro, 2010/2015 Cristales recuperados, hilos de monofilamento Esta obra habla del devenir de la existencia, como si la vida fuera un río lineal. Cada cristal representa un gota que, a su vez, es un evento, un momento, una vivencia o una experiencia vital. Consultar precio en Galería Blanca Berlín


El Deseo, 2015 Papel impreso. Transcripción de deseos originalmente escritos sobre distintos tipos de soporte: boletos, programas, páginas arrancadas de algún cuaderno donde la gente escribe una petición a Dios... todo ellos fueron rescatados por la artista y trasladados a la fragilidad del papel como una cinta continua. Consultar precio en Galería Blanca Berlín

Dafne, 2013/2015 Instalación y fotografía Fotografía (Título: El Bosque), escultura de resina, hilos de monofilamento Obra basada en el mito de Dafne. Al atardecer, la ninfa caminaba por el bosque cuando presintió que un peligro le acechaba. Ante su desamparo, pidió a los dioses que la protegieran y ellos la convirtieron en árbol para que pudiera pasar desapercibida. Dafne pasó la noche en su refugio de árboles. La obra es una alegoría de como la naturaleza es un bien universal y proveedor de fuentes de energía, alimento, protección y bienestar. Consultar precio en Galería Blanca Berlín


Cecilia Paredes en BLANCA BERLÍN

Me gusta más ciento volando y ni uno en la mano 16.10.15 – 11.12.15


Cecilia Paredes Coincidiendo con la exposición antológica "Oyendo con los Ojos" de Cecilia Paredes en Madrid (Tabacalera, Espacio de Promoción del Arte, 16 de octubre a 17 de enero), Blanca Berlín presenta en su galería una selección de sus dibujos, pequeñas instalaciones y objetos. Cecilia Paredes es una artista multimedia para cuyos proyectos la performance constituye un componente básico. Aún cuando sus instalaciones escultóricas se presenten como conceptos abstractos, se basan en gran medida en su propia realidad y en cómo percibe el mundo que le rodea, el entorno y los numerosos materiales que en él se encuentran. Su obra es personal y sin embargo trasciende hacia temas universales, especialmente aquéllos que se relacionan con el poder de la naturaleza y lo femenino. En referencia a sus interpretaciones de animales, hay una relación de identificación con cada uno de los que representa e interpreta, que son siempre animales marginales, espacio donde Cecilia se siente más cómoda.


Todo pasó tan rápidamente, 2015 (CEP00034) Tinta, dibujo y espinas de puercoespín/Ink, drawing, porcupine needles Edición/Edition: 1/1 Imagen /Image: 34 x 26 cm. Medidas con marco/Size with frame: 47 x 40 cm.

El bosque dentro de mí, 2015 ( CEP00035) Tinta, pintura, dibujo y collage/Ink, painting, drawing, collage Edición/Edition: 1/1 Imagen /Image: 34 x 26 cm. Medidas con marco/Size with frame: 47 x 40 cm.


La soledad, 2015 (CEP00036) Tinta, collage, grabado (circa 1.780) y tejido veneciano (final siglo XIX)/ Ink, collage, engraving (circa 1.780 ), Venetian fabric (end XIX century.) Edici贸n/Edition: 1/1 Imagen/Image: 28 x 34 cm. Medidas con marco/Size with frame: 40 x 47cm.

Le garden mueble, 2015 (CEP00037) L谩mina antigua, rosas de t茅 chino preservadas/Antique print, preserved Chinese tea roses . Edici贸n/Edition: 1/1 Imagen/Image: 26 x 34 cm. Medidas con marco/Size with frame: 40 x 47cm.


Así somos I, 2015 (CEP00039) Impresión sobre lino y bordado/Print on linen, embroidery Edición/Edition: 1/1 Medidas/Size: 79 x 102 cm.

Así somos II, 2015 (CEP00076) Instalación. Fotografías de época anónimas/Installation. Anonymous vintages. Edición/Edition: 1/1


Philadelphia, 2015 (CEP00072) Cut out Edici贸n/Edition: 1/1 Medidas con marco/Size with frame: 47 x 38,5 cm.

Punto de vista, 2015 (CEP00038) Impresi贸n sobre lino y bordado/ Print on linen, embroidery Edici贸n/Edition: 1/1 Medidas/Size: 82 x 66 cm.


Los hijos de Neptuno, 2013 (CEP00040) Algod贸n, coral blanco/Cotton, white coral Edici贸n/Edition: 1/1 Medidas variables/Variable measures.

Los hijos de Neptuno II, 2013 (CEP00041) Lana, coral negro/Wool, black coral Edici贸n/Edition: 1/1 Medidas variables/Variable measures


Blusa, 2015 (CEP00044) Chalequito de hojas de árbol, hilo de seda/ Waistcoat with tree leaves, silk thread Edición/Edition: 1/1 Medidas variables/Variable measures

Mímesis, 2015 (CEP00043) Camisita, organdí y espinas de puercoespín/ Organdie shirt, porcupine needles Edición/Edition: 1/1 Medidas variables/Variable measures


El sue帽o, 2015 (CEP00042) Tela industrial, bordados/Industrial fabric, embroideries Edici贸n/Edition: 1/1 Medidas/Size: 219 x 224 cm.

Deseos, 2015 (CEP00045) Collage, impresi贸n/Collage, print. Edici贸n/Edition: 1/1 Medidas variables/Variable measures.


Inmenso mar, 2015 (CEP00046) Cut out Edici贸n/Edition: 1/1 Medidas con marco/Size with frame: 40,5 x 33 cm.

All together now II, 2015 (CEP00047) Collage de l谩minas antiguas/Antique prints collage Edici贸n/Edition: 1/1 Imagen /Image: 31 x 40 cm. Medidas con marco/Size with frame: 45,5 x 53,3 cm.


Coraz贸n espino, 2015 (CEP00073) Espinas de 谩rbol Pochote/ Pochote tree needles Edici贸n/Edition: 1/1 Medidas/Size: 10 x 10 x 14 cm.

Aprendiz de mercurio, 2015 (CEP00074) Zapatitos antiguos venecianos, seda bordada y alas de mariposa disecadas/Antique Venetian shoes, embroidered silk, mounted butterfly wings. Edici贸n/Edition: 1/1


Aracne, 2013 (CEP00030) Instalaci贸n. Hilo de plata antiguo procedente de Austria/Installation. Old silver thread from Austria. Edici贸n/Edition: 1/1 Medidas/size: 120 x 120 cm.

Amor en el aire, 2015 (CEP00075) Collage, caja de luz/Collage, light box Edici贸n/Edition: 1/1 Medidas/size: 33,5 x 30,6 cm.


SOBRE BLANCA BERLÍN GALERÍA

Especializada en fotografía y artes visuales, la apuesta de Blanca Berlín se centra en las tendencias más innovadoras de la fotografía española e internacional contemporánea, representadas tanto por artistas consagrados como por prometedores talentos. Abierta también a otros formatos, ocasionalmente su propuesta expositiva se amplía para acoger obra de una disciplina artística diferente a la fotográfica. Además del ciclo de exposiciones, la galería, que abrió sus puertas en Madrid en enero de 2007, dedica especial atención a la creación de un escogido fondo a la vista del público, que se puede consultar también en la página web. La galería está presente en las principales ferias de arte contemporáneo del mundo.

Galería Blanca Berlín c/ Limón, 28 28015 Madrid España Telf. +34 91 5429313 +34 607794076 Fax: +34 915429313 E-Mail: galeria@blancaberlingaleria.com Website: www.blancaberlingaleria.com Horario de invierno: Miércoles a Viernes: 17 a 21 h Sábado: 11 a 14,30 y 17 a 20,30h (Otras horas y días: previa cita)


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