TERCER PREMIO
Llaman a la puerta -
Hijo, llaman a la puerta. Mira a ver quién es. Ya voy, padre.
El hijo abre la puerta y ve a un hombre grande y corpulento con una gran barba blanca y con un traje muy peculiar de color rojo. -
¿Quién es usted? Hola joven. Quien sea yo, da igual. Lo que importa es que necesito tu ayuda. ¿Qué es lo que quiere? Necesito que me des algo de comida, por favor. Estoy hambriento y no tengo qué comer. Con un vaso de leche y unas galletas me conformo.
El niño fue a la cocina a escondidas y llevó a aquel extraño hombre las galletas y la leche, pero cuando abrió la puerta no vio a nadie. Lo único que vio fue un pequeño árbol con luces y adornos enfrente de su casa y el niño decidió dejar debajo la comida. A la mañana siguiente, cuando salió por la puerta vio que la comida ya no estaba y que junto al árbol había una caja envuelta en papel de regalo y un lazo. El niño la abrió y vio que en su interior estaba aquel juguete que tanto había anhelado. Desde ese momento todos los años en la misma fecha el niño decidió poner un árbol como el que vio aquella noche y junto a él dejar galletas y leche.
PABLO BLANCO – 4º ESO A