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Las pescaderías de lujo

J. U.

ELcronista,essabido,gustadedeambular por las calles de la Villa sin objetivo demasiado fijo. Nuestrageografíaurbanaescondetantos detallesagradablesquehayqueandarconmilojosparadescubrirlos.

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Otros hitos se presentan ante tu vistademaneradeliberada,atractiva,proclamandodesdelavitrinala tentacióndelosobjetospara“regalo”,oregalarse.Fueantañoelcaso de la esquina de la plaza Elíptica con la Gran Vía, donde el señorial Loewe provocaba envidia, pecado queahorahaheredadolamarcadel lujo “popular” Michael Kors. Otro ejemplo mítico son los escaparates dealgunasjoyerías.

Pero las “joyerías” por antonomasia de Bilbao están en la calle Astarloa.

En su número uno, Pescaderías Vascas logra que la mayoría de transeúntes detengan su paso para ojearlasmaravillasqueseexponen sobresumármolimpolutotapizado de hielo en escamas. Rapes gigantes de cabezas amenazadoras, merluzas de verdad (no la pescadilla grande, habitual de los supers), gambas en cajita de madera, hermosas quisquillas brillantes, ostras y todo el catalogo editado por el farmacéutico y biólogo bilbaino

RobertoLotinaBenguria(Plentzia 1912 – Bilbao 1997), adornan su mostrador.

Allí se encuentra “la bolsa”, el NYSE, del precio de las angulas entemporada.Enelcentrodelescaparatereluceunacajitaqueacuna a los gusanitos millonarios. Su precio evoluciona desde lo imposibledelasprimerasmuestrasalo improbable, pese a abaratarse, en fechas posteriores. Me gusta observar este sitio, muy Wall Streat. Unlugarrodeadodegenteacomodada, sentada (valga la redundancia) en la terraza del Bar Basque. Para aumentar la tentación de morderel“fruto(delmar)prohibido” un despacho de lotería nos tienta con su solución para facilitarnoslatarea.

Con la boca echa agua, doblamoslaesquinadeColóndeLarreategui.TraslasgolosinasdeGoya y los cerditos de Thate, otro escaparate enorme nos ofrece otro cofre de productos del mar. Nagore, uno de los grandes pescateros de Bilbao.

Colon 25 es un escaparate para presentarlasmejorespiezasllegadas directamente desde la embarcación que el propietario tiene en el estrecho de Gibraltar y su zona atlántica cercana. Souha'l, armador del pesquero y titular de las pescaderías, tiene más comercios en la Villa. En Deusto, abrió hace tiempo y ahora tiene también en San Ignacio y Trauko.Además, de tiendasenSondikayGernika. Zoologia marina de dar envidia.

Avecesnosenseñansuslomoscubiertos de relucientes escamas animales imposibles que parecen salidosde 20.000 leguas de viajes submarinos de Julio Verne. Piezas ornamentales que acabarán en una compartenaventuraenAmaTaberna. Un local que, en breve, será ampliado y renovado. Iremos a aprender. parrilla, una plancha o tal vez en una cazuela con su salsa. Alegría delacomidasanaydelomega3. Hayquecompararopciones,pero los precios aquí –dentro de la gravedad–son más populares. Lo cual pasa también entre la clientela, mucho más abundante, compuestaporvecinosyviajerosdela Villa. Lo del “souvenir” alimentario bilbaino se está haciendo habitual.Caracterizaestecomercioque unaparteimportantedelmismose dedica a diversificar la oferta con vinos y productos asociados a la pescadería: sopas, latas, conservas ycentollodesmigadoimprescindibleparauntxangurroencondiciones.

Esta cita siempre se ha considerado desde “trampolín” de cocineros, hasta “mapa orientador de lo agroalimentario”.Unsector,elprimario, desnortado y temeroso de ser el pagano de los “platos rotos” por tanta catástrofe natural pero que siempre se mantiene “a fuego lento”.

Mientras el cronista queda embobado ante esta lección de sabrosa zoología marina, una pareja de elegantes japonesas atildadas, detienen sus leves pasos para observar,sinasomodeemoción,elescaparate. Siguen su camino con un comentario cubriéndose los labios con las manos enguantadas al hablar. Definitivamente, se detienen ante el escaparate de la pescadería Garate también reluciente de pescados, para una conversación indescifrable.

La trinidad pescatera se concentra en la esquina Astarloa-Colon, enBilbao.

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