En un garaje nacieron estas primeras alforjas y petates, fabricadas artesanalmente con una máquina de coser a base de lona de camión, y utilizadas por el propio Hartmut Ortlieb en sus viajes. La necesidad llevó a la creación de los primeros productos Ortlieb, ya que en aquellos tiempos no existían alforjas impermeables.
Lo que empezó de manera muy sencilla hace treinta años se ha convertido en una empresa de alta tecnología con 100 empleados. La gama de productos Ortlieb ahora incluye más de 300 artículos. No obstante, toda la empresa sigue estando bajo un mismo techo: desarrollo, ingeniería, producción, ventas, marketing y logística.