Cuando Cae la Tarde es sin dudar un altar sagrado donde el intertexto pasa a ser alegoría
homenaje del internalismo de la autora, donde cada uno
de los poemas es un grito desaforado y sinecdóquico
por entrever las figuras retóricas que bien armadas, nos
deleitan y hacen levantar de la tumba a mujeres activistas,
a su dolor más profundo y a poetas de otros tiempos.