versiones cantadas del merecumbé de Pacho Galán “Ay cosita linda”. Los que amamos entrañablemente el bambuco, no podemos dejar de recordar, uno de los más bellos de todos los tiempos, Primavera en Medellín: “Villa luz de Medellín, / ciudad blanca y florecida / por milagro convertida / en un inmenso jardín”. Esta canción fue hecha por encargo del Director Artístico de Sonolux, quien por aquellos años era el sinigual Hernán Restrepo Duque, para celebrar la primera Feria de Flores de Medellín, que tuvo lugar entre el 26 de abril y el 5 de mayo de 1957; él pidió a León Zafir, Carlos Vieco, y Obdulio y Julián, escribir la letra, hacer la música y grabar la pieza, respectivamente; “Fue lindo escucharlo en todas partes –escribió Restrepo Duque-, porque aún, un poquitico, gustaban todavía los bambucos (…) Primavera en Medellín es casi casi una especie de himno sentimental de Medellín por la belleza de sus versos y lo pegajoso de su melodía 8 ” Entre Cali y Medellín lo grabó el trío argentino-cubano de Nadio – Naffia – Spinosa, con acompañamiento de guitarras y piano en Cuba, el 17 de abril de 1940, es el mismo disco “Entre San Juan y Mendoza”; diez años después, Arturo Ruiz del Castillo hizo un porro con este mismo nombre, llevado con éxito al disco por Dídimo Ospina, uno de los primeros cantores de música parrandera paisa. Pregones de Medellín es quizá un auténtico himno, con letra del periodista Gilberto Gallego Rojas y música de Camilo García, cuya primera grabación se hizo en Medellín hacia 1940 por el dueto Rival, a la sazón compuesto por C. García y el cantor Alfredo Pérez, y la cual lamentablemente se extravió durante la segunda Guerra Mundial, cuando las copias regresaban a Colombia en un barco que fue bombardeado por un
submarino alemán. Fuera de aquella, se conoce una versión del mismo Alfredo con su hermano Fabio, cuya letra empieza así: “Despiértese compañero / ya amaneció en Guayaquil / no se puede aquí dormir / con tanta pajarería, / despierte que ya es de día / en la plaza de Cisneros”. También en ritmo de pasodoble, tenemos “Claveles de Medellín”, dedicado a la feria taurina de La Macarena, grabado por Mario Rossi y su orquesta española; La feria de La Macarena, del compositor paisa Héctor Ochoa y “Medellín de mis amores”, de Tomás de San Julián. Igualmente, vale finalizar con tres piezas, “Medellín trescientos”, que compuso Arturo Zuluaga con motivo del tricentenario de fundación de la ciudad; “Allá en Medellín”, un sonado merengue de Peñaranda y sus muchachos y “Adiós a Medellín”, que el poeta Roberto Muñoz Londoño escribió para la ciudad, y que el músico Eusebio Ochoa musicalizó con el nombre de La canción del regreso, con impecables grabaciones fonográficas, como las de Briceño y Áñez, y Obdulio y Julián: “He vuelto a mi ciudad como extranjero / hace apenas diez años mi partida… 9 ”.
8 Hernán Restrepo Duque, “A propósito de la Feria de las Flores y de un himno de la misma”, columna Radiolente, El Colombiano, Medellín, julio 29 de 1987.
9 El autor ofrece sus agradecimientos al investigador Gustavo Escobar Vélez y a los coleccionistas Guillermo Tamayo B. de Envigado, y Marino Carreño de Cali.
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