Sobre estas lineas: Ramon Reina escalando la vía Esperó del místic en la animada zona del camping, muy próxima al monasterio. Arriba a la derecha: Robert Fernández llegando a la cima de la enorme laja de la Mòmia donde confluyen las vías Santacana y la Haus-Estrems, dos fisuras imprescindibles de Sant Benet. Parte inferior izquierda: Els Flautats y l’Elefant (W). Parte inferior izquierda: La Punxa y la Porra dels Flautats.
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(Agrupación excursionista del colegio de Caspe), los Piratas se apuntaron al carro de la escalada sin apenas ningún vinculo aparente, y de una forma totalmente autodidacta que les otorgó un marcado carácter. Su esplendor fue tan breve como intenso, ya que en el 78 los más acreditados se marcharon al servicio militar, y al retorno el grupo se disgregó tomando diversos rumbos con el objetivo primordial de huir del bullicio urbano. Vestidos con un jersey negro con una franja blanca en el pecho, los Piratas basaron su filosofía a partir de las míticas vías TIM y demás itinerarios que por diferentes razones no se repetían. Una vez resueltos todos los misterios, no les quedó otra alternativa que abrir vía, y precisamente la primera fue la Valentín Casanovas en la pared del Aéreo (76), una sonada gesta que puso a prueba
Con ellos arraigaron figuras de la talla de Pere Camins del CADE, Joan Carles Griso del GEDE, Josep Carbonell Buril del EAM de Sardanyola, el célebre Fredi Parera de Terrassa, José Maria Peralta, Jean Charles Peña, y un trío formado por Albert García Julianillo, Jesús Martínez Primo y Alfonso Villa Espele, sin omitir escaladoras como Elisa Minero, Pilar Martínez, Trini López, Meri Puig, Anna Masip o Maribel Lizarán, por sus meritorias escaladas y adhesión al grupo.
a los mejores de la época, siendo durante muchos años el estandarte del grupo y tarjeta de visita hacia una nueva era de la dificultad. La vía Cósmica remató la faena resultando el trazado más duro y acrobático abierto hasta la fecha en la vertiente norte (78), difícilmente comparable con cualquier otra cosa abierta a nivel nacional. Si los Piratas hubieran tenido coche... pero su marco de acción fue principalmente Montserrat, y con ello tuvieron la enorme suerte de abrir gran parte de los trazados más bellos y transcendentales que hoy en día consideramos como grandes clásicas de dificultad. La Aresta Arcarons, la Griviola Bella, la Desirée, el Espolón Puiggròs, la Vagabundos del Dharma, la Electric Ladyland, la Easy Rider, la Magic Stones, la Hurtado Carbonell, la Antonio Machín o la Arco Iris entre otras, son frutos de la desmesurada pasión de estos jóvenes con apenas recursos y experiencia, forzados durante años a experimentar sobre el conglomerado montserratino. Ellos fueron testigos entre otras cosas del precipitado cambio de la bota rígida al pie de gato o de la aparición del ocho para rapelar, dos elementos claves en la evolución técnica de la escalada sin lugar a dudas. Los Piratas más representativos fueron: Antonio García Picazo, José Rodríguez Rodri, Miguel Arcarons, Manel Pedro Gastón, German Folch, Sergi Martínez, Lluís Hortalà, Ramón Artigas, Juan Carlos Aldeguer Pato, Robert Fernández, Claudi Mena, Joan Altimira Araña, Joan Mulero Oruga, Toni Gonzàlez Abuelo, Manolo Martínez, Ignasi Ruiz Nacho, Lluís Agustí Panadero, Jordi Solé Caraguapa, Lluís Solé Casiguapo, José Manuel Pedra, Jordi Borrut, Marc Homs, César Pérez Hurtado y Armand Ballart.
Paralelos a los Piratas, despuntaron muchos grupos de aperturistas asentados en los principales clubs de escalada barceloneses. Del CADE (CEC) destacaron Ricard Vila, Joan Cassola, Josep V.Ponce, Xavi Cid, Joan Jover, Alfons Valls, Joan Quintana, Emilio Albir, Josep Lalueza, Joan Badia, Josep E.Paül, Eduard Ruiz y Ramón Masats. En el SAME (UEC) estaban Jordi y Josep Maria Salvany, J.Lluís Moreno, J.Lluís Sasot, Jaume Real, Xavier Giné, Jordi Pallas, Santi Llop, Xavier Ortega, Pep Masip Nifo, Jordi Verdaguer y Emilio Ortega. Del Club Excursionista Pirenaic citar a Josep Maria Alsina. Del STAE sobresalieron Manel Rosell, Eric Promio, Juan Tomás, Jordi Lluch, Armando Cobo y Carles Bausa. Del GEDE, Joan Carles Griso, Vicenç Badia y Ricard Gil. Del CAMM, Juan Carlos Serrano y Xavi Vidal, y de la UES de Sabadell, Pep Torner Lennon, Santi Marzo, Lluís Baciero, Joan Wenceslao, Enric Renom, Xavi Nicolau y Ramón Sànchez entre otros.
Otro entrañable trió del barrio de la Trinidad que siguió fielmente a los Piratas fue el formado por Peque, Ricardo y Mantecas, cuyo triste final fue la caída mortal de los tres desde la cima de la pared del Aéreo cuando terminaban la vía Valentín Casanovas una tarde de noviembre del 80.
En esta época aparecieron los Barrufets, un conjunto formado por acreditados escaladores de varias entidades, cuyo vínculo estuvo a la altura de las circunstancias gracias a la diestra labor de Jordi Camprubí, Remi Brescó, Albert Gómez, Xavi Pérez Gil, Toni Ramírez, Anton Fontdevila, Miquel Lusilla y Pere Roca entre los más entregados a la causa. La vía Barrufets de Diables (78) representó un claro ejemplo de sus facultades. Fueron tiempos de rutas significativas como la clásica vía dels Sostres (79) y la Veni Vidi Vinci (80) abiertas por los de Sabadell; la Flipp Matinal (79), la Rolling Stones (80), la