GAME 20 - Montserrat

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ANUARIO DEL GRUPO DE ALTA MONTAÑA ESPAÑOL

Nº20

una montaña para escalar



20 años de Game Magazine Con este especial de Montserrat el Game Magazine cumple 20 años. Llevamos mucho tiempo hablando de nuestra actividad favorita: la escalada y el alpinismo. Y también, mucho tiempo desde que convencimos a la FEM, ahora FEDME, de la necesidad de disponer de un medio de información especializado para llegar a todos los miembros del Grupo y a las Federaciones territoriales una vez por año realizando trabajos rigurosos sobre zonas importantes de España y los Alpes para la práctica de la escalada.

c/. Floridablanca, 84 - 08015 Barcelona Tel. 93 426 42 67 - Fax. 93 426 33 87 fedme@fedme.es - www.fedme.es

Durante estos años el GAME MAGAZINE nos ha ofrecido monográficos sobre zonas imprescindibles para cualquier alpinista: Grandes Jorasses, Norte del Cervino, Sur del Mont Blanc, Mont Blanc de Tacul, Gavarnie, Galayos, Montrebei, escaladas de dificultad en Suiza, Droites, Pilar del Angle, Peña Telera, etc. Recuerdo el número 0 de la revista, con poca o ninguna experiencia, un grupo de amigos nos convertimos en investigadores y apareció la revista. Hoy disponemos de unos medios para conseguir la información que veinte años atrás no existían; Internet, Wikipedia, móviles, etc. Y por ese motivo nuestra revista era esperada con ansia y quizás también con cariño. Pero con el paso del tiempo muchos de vosotros os habéis convertido en coleccionistas; todavía hoy recibimos demandas para completar la colección. Desde aquí me gustaría dar las gracias a los muchos colaboradores que hemos tenido durante estos años: Carlos Suarez, Miguel Angel Gallego, Carles Valles, Rafa Domenech, Carlos Soría, Toni Tora, Jaume Altadill, Jose I Gordito, Alfonso Vizán, Chiro Sanchez, Jose Luis Hurtado, Juanjo Zorrila, Armand Ballart, Joan Cabau, entre otros. También a la FEDME y especialmente a Jordi Pons, Lluis Lopez, a Manel de la Matta, Miquel Lusilla, Jose Luis Rubayo, Lluis Giner, y Paco Aguado, que siempre han creído en este proyecto.

GRUPO DE ALTA MONTAÑA ESPAÑOL Presidente

Joan Quintana i Paredes Admisiones GAME

Remigio Brescó Reunión de escaladores y veteranos

José Luís Rubayo Reunión invernal

José Isidro Gordito Asesor legal

Rafael Domènech

Joan Garrigos, el “Presi”, que lleva trabajando durante los últimos 25 años a favor del montañismo y el alpinismo en nuestro país. También a nuestros más asiduos patrocinadores, Boreal, Julbo, Petzl, Beal, Marmot, Roca, Grivel, Black Diamond, Solo Climb, Millet, Berghaus, Ferrino. Sin vosotros el trabajo habría sido más difícil. Por último recordar a Xavi Cullell, quizás el editor más exigente que hemos tenido, artífice de la transformación de la revista y también a David Perelló, nuestro actual editor, que vela para que todo marche bien. A todos vosotros os agradezco vuestra ilusión y ayuda durante todos estos años. Nunca, en todo este tiempo he tenido un “no” de vuestra parte. Muchas gracias amigos.

GAME Magazine Coordinación

Joan Quintana i Paredes

Joan Quintana

Presidente del GAME

Textos, fotos, entrevistas y reseñas

Armand Ballart Edición

David Perelló Han hecho posible este ejemplar

Albert Iglésias, Josep Enric Castellnou, David Hita, Joan Cerdà, Jordi Lluch, Joan Miquel Dalmau, Josep Fatjó, Toño Carasol Portada: Cordada superando el perfil del Lloro por la vía Realitat Virtual. Foto: Armand Ballart Editorial: El Gegant Encantat desde la cumbre de

Sant Jeroni. Foto: Armand Ballart Diseño y maquetación: David Perelló Impresión: Grafiques Arco-Cardedeu Depósito Legal: B-5.400-92

G meMa Gam eMagaz eMa ggazzine

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MIEMBROS DE HONOR Aguado, Paco Aguilar Alvear, Eduardo Alonso Aldama, Javier (+) Alonso Díez, Alfonso Altadill i Clua, Jaume Arrazola Silió, Mariano (+) Athanassov, Georgi (Bulgaria) Audoubert, Louis (Francia) Besga Gallego, Alberto Blázquez, Macario Boixadors, Pep Borovikof, Aleixandre (CEI) (+) Botella de Roghia, Javier Carbó Noguer, Julián (+) Capeta Bruges, Ignacio (+) Casal Solar, Julio Cassin, Ricardo (Italia) (+) Cemoreno, Pep (+) Cervera Batariu, Joan Colomer Gallego, Jordi Contaminé, André (Francia) (+) Costa Miquelàngel Dalmases Cunill, Francisco (+) Damilano, François (Francia) de Bellefon, Patrice, (Francia) de la Matta, Manel (+) Desmaison, René (Francia) (+) Devies, Lucien (Francia) (+) Díaz Ibáñez, Juan José Diemberger, Kurt (Austria) Etter, Paul (Suiza) (+) Fermín Martín, Ignacio Lucas (+) Fernández Mariñas, Amalio (+)

Montes, Marisa (+) Munch, Rainier (Francia) (+) Navarro Brotons, José Navarro Castán, Ernesto (+) Nubiola Borri, Toni Oiarzabal, Juan Ojanguren Txapartegi, Elías Oronoz, Miguel (+) Pérez, Gregorio “el Cainejo” (+) Perroux, Godefroy (Francia) (+) Pidal, Pedro (+) Rabadá Sender, Alberto (+) Ravier, Jean (Francia) Ravier, Pierre (Francia) Roca Arderiu, Antoni Sarthou, Sylvain (Francia) Schulze, Gustavo (México) (+) Serna Garilleti, Máximo Serón, Ángel (+) Serrano Vicens, José María (+) Silva Terradas, José María Sol Felip, Baldomero (+) Thivel, Rémi (Francia) Thinieres, Jèrôme (Francia) (+) Tonella, Guido (Italia) (+) Tresaco Ayerra, Ángel (+) Twight, Marc Francis (EE UU) Vallepiana, Ugo di (Italia) (+) Vecino Fernández, Salvador Veiga González, Constancio Ventura, Agustí Weissner, Fritz (EE UU) (+) Wyss Dunant, Edward (Suiza) (+)

Fraga, Luis Franco, Jean (Francia) (+) Fuentes Gomara, Florencio (+) Gabarrou, Patrick (Francia) García Amorrortu, Rodolfo García Gallego, Javier García Gallego, José Luis García Gallego, Juan Carlos García Gallego, Miguel Ángel García Picazo, Antonio Garrigós Toro, Joan Gentenbien, Ueli (Suiza) Ghiglione, Piero (Italia) (+) Gippenreiter, Eugene (URSS) Gómez Laguna, Luis (+) Gómez Sánchez, Miguel Hauser, Gunter (Alemania) (+) Henkel, Josef (Suiza) Henry, Pierre (Francia) (+) Herrero Álvarez, Miguel Ángel Hunt, Sir John (Inglaterra) Julien, Dominique Koujucharov, Marin (Bulgaria) Lamarca, Ernest (+) López, Ángel López de Ceballos, Venancio Lueje Sánchez, José Ramón (+) Maeso Rueda, Hipólito (+) Maillard, Claude (Francia) Martínez, Manolo (+) Martínez de Pisón, Eduardo Méndez, Félix Montaner Aznar, Rafael (+)

CATEGORIA NACIONAL Delgado Úbeda, Julián (+) 18-05-1949 Victory de Rojas, Antonio (+) 18-05-1949 Sopeña y Orueta, Ángel (+) 18-05-1949 Díaz Duque, Juan (+) 18-05-1949 Hernández-Pacheco de la Cuesta, Francisco (+) 18-05-1949 García-Herreros Codesido, Enrique (+) 18-05-1949 Galilea Solé, José María (+) 18-05-1949 Fernández Ruau, Santiago (+) 18-05-1949 Rodríguez Matía, Eduardo 18-05-1949 González Folliot, José (+) 18-05-1949 Moreno Salcedo, Antonio (+) 18-04-1949 Cuñat Cosonis, Roberto (+) 03-03-1950 Simó de Jolis, Maria Antònia (+) 03-03-1950 Faus Costa, Agustín 16-01-1951 Fermín Martín, Ignacio Lucas (+) 16-01-1951 Romeu de Piqué, Carmen 31-03-1952 Ponte Blanes, José 12-02-1953 López Valls, Joaquín (+) 12-02-1953 Díaz Gabín, Teógenes (+) 20-04-1954 Somoza Soler, Ramón 01-02-1956 Pellús de Basaldúa, Rafael 01-02-1956 Flores Palacio, Antonio 01-02-1956 Ré Salapusterla, Carlos (+) 01-03-1956

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Méndez Torres, Félix Macedo Jiménez, Artemio R. (+) Macedo Jiménez, Ángel Acuña Carnicero, Pedro (+) Rivas Martínez, Salvador Brasas Madrigal, Francisco (+) Anglada Nieto, Josep Manuel Heredero Sánchez, Santiago (+) Arrazola Silió, Mariano (+) Díaz Ibáñez, Juan José Montaner Aznar, Rafael (+) Bescós Sanmartín, José Antonio Pérez Ayuso, Antonio Guillamón Nieto, Francisco Pons Sanjinés, Jordi Vicente Villanueva, Julián Régil Cantero, José María Udaondo Echevarría, Pedro (+) Landa Vidarte, Ángel Santacana Malla, Josep (+) Cerdà Mendiola, Joan Pokorski Lanius, Heinz (+) Espías Pérez, Antonio Lusarreta Gurumeta, Francisco (+)

22-01-1957 22-01-1957 22-01-1957 22-01-1957 22-01-1957 18-11-1957 14-01-1958 14-01-1958 19-02-1959 19-02-1959 19-02-1959 19-02-1959 19-02-1959 19-02-1959 07-02-1960 07-03-1960 07-03-1960 07-03-1960 07-03-1960 07-03-1960 07-03-1960 07-03-1960 14-07-1960 10-03-1961

Durán Mayor, Faustino Durán Mayor, Antonio (+) Soria Fontán, Carlos Valle Pérez, Benjamín (+) García Orts, Jaime Martí Mateo, Antonio Riera Mijats, Jordi Olivella Viguer, Carles Pérez de Tudela y Pérez, César A. Ylla Raich, Xavier Riaño Tamames, Antonio Urones López, Alfredo Frechín Mustienes, Melchor Villar Gurruchaga, Julio Vallejo Rosen, Ángel A. Jiménez Fernández, Adolfo Aranda Llatas, José Vila París, Xavier Royo Alarcón, Carmelo Cots Trullas, Ricardo Majó Lluch, Ramon Mompart Sans, Albert Torres Ochoa, Enrique Abajo Martínez, Ursicino

01-03-1962 01-03-1962 01-03-1962 01-03-1962 01-03-1962 01-03-1962 01-03-1962 01-03-1962 01-03-1962 15-06-1963 29-01-1964 29-01-1964 29-01-1964 03-06-1964 03-06-1964 06-04-1965 06-04-1965 06-04-1965 08-02-1966 14-03-1967 14-03-1967 14-03-1967 14-03-1967 14-03-1967


Castaño Gómez, Moisés Montfort Fábregas, Josep Maria (+) Caro Serrano, Francisco Tabernero Iriarte, José María Muñoz-Repiso Izaguirre, Carlos Botella Sanjaime, Amadeo (+) Bidaurreta Olza, Daniel Ariz Martínez, Gregorio Bayón Pampols, José Luis Tellería Mtnez de Manso, J.Ramón Ibarzo Pablo, Jesús Villa Jáuregui, Juan López Martínez, Jerónimo de Miguel Cornejo, Rafael (+) Rubio García, Estanislao Rodrigo Burillo, Joaquín Abella Jiménez, Fernando Colomer Gallego, Jorge Lusilla Vila, Miguel de los Santos Civís Abad, Emili Lorente Zugaza, Juan Ignacio Santos Gil García, José (+) Tébar Peñaranda, Ángel Conde Boal, Ezequiel Martín Casado, Manuel Bahí Alburquerque, Antonio Coll Morell, Joan Xaus Rafi, Pedro Frontera Torres, Juan Lluís Ros, Eduard Megia de la Mata, José Pérez Gil, Javier Camprubí Casas, Jorge Martínez Feliu, Alfredo Martínez Troya, Francisco Ariz Martínez, José Ignacio López Fernández, Luis López Fernández, Miguel López Leiro, Lluís Ortas Pons, Lorenzo Quintana Paredes, Joan Murciano Sancha, José J. Martín Sonseca, Ángel Ramos, Antonio Miguel Martín, Marco Aurelio González Maestro, Jesús García Cantín, Víctor Trabado de la Fuente, Antonio Adrados Polo, Miguel Ángel Vicente Sanz, Jesús Rodríguez Cubillas, Isidoro Palacios Ramírez de Arellano, F. José Martínez Novas, José Antonio Carril Comesaña, Joaquín Sasot Soriano, José Luis Posada Alonso, Alberto Hernando Arranz, Emilio Torá Borreda, Antoni Sánchez Moreno, Claudio López-Cuadra López, Santiago González Vidal, Miguel E. Cámara Torre, José María Corominas García, Jordi Cassola Coenders, Joan Senosiain, Patxi Zuazua González, José María (+) Cobo Guerrero, Fernando Tamayo Gegúndez, José Carlos Bejarano Sen, Joaquín Murcia Aguilera, Francisco

25-08-1967 17-05-1968 17-05-1968 14-03-1969 14-03-1969 25-03-1969 24-04-1969 29-04-1969 02-06-1969 02-06-1969 02-06-1969 10-02-1970 10-02-1970 10-02-1970 10-02-1970 10-02-1970 04-11-1971 04-11-1971 04-11-1971 14-11-1971 14-11-1971 14-11-1971 06-02-1972 06-02-1972 02-12-1972 02-12-1972 02-12-1972 17-11-1973 08-03-1975 08-03-1975 01-11-1975 01-11-1975 01-11-1975 01-11-1975 01-11-1975 20-11-1976 20-11-1976 20-11-1976 01-02-1985 01-02-1985 01-02-1985 01-04-1985 01-04-1985 01-04-1985 01-04-1985 30-05-1985 30-05-1985 30-05-1985 18-11-1985 16-01-1986 03-04-1986 24-04-1986 24-04-1986 24-04-1986 25-09-1986 24-10-1986 24-10-1986 24-10-1986 24-10-1986 03-10-1987 03-10-1987 03-10-1987 03-10-1987 03-10-1987 03-10-1987 03-10-1987 01-05-1988 01-05-1988 12-11-1988 12-11-1988

Cubillas García, Jesús Orbegozo Etxebarría, Luis Ruiz Requejo, José Luis Gómez González, Jesús Murcia Aguilera, Máximo González González, Javier García Picazo, Antonio San Sebastián Arroyo, Juan José Dávila García, Patxo López Gros, Conrad Castellet Llerena, Josep Maria Roset Morera, Ramón Pié Catalá, Xavier Pié Catalá, Oriol Parera Avellaneda, Fredi Ballart Codó, Armand Ibáñez Ruiz, Albert (+) Monistrol Pons, Josep (+) Armesto Arranz, Julio Amils Casellas, Joan Garcés Galindo, José Antonio (+) Hernández Garcés, Juan Cirera Martínez, Juan Carlos Ansón Martínez, Manuel Lasala Mainar, José Javier Casas Pinto, Antonio Gálvez Valero, Jesús Villar Murillo, Andrés Brescó Boni, Remigio Fontdevila Martí, Antoni Vizán Rodríguez, Alfonso (+) Suárez Mosquera, Carlos Doménech Gironi, Rafael Castellet Llerena, Albert Bladé i Castellet, Ernest Latorre Torres, Ferran Santamaría Morales, Ángel Luis Gómez López, Jesús Díez Briones, Francisco Segarra Roca, Araceli Vidal González, Miguel Ángel Sánchez Fernández, Isidoro Seiquer Carasá, José Vallès Ocaña, Carles Portilla Blanco, Ramón Ortiz Monzón, Lorenzo (+) Hurtado Alemán, José Luis Chaverri Alamán, José (+) Álvarez Díaz, Manuel Bohigas Martorell, Néstor Bohigas Martorell, Nil Gordito Girón, José Isidro Clarella i Biarge, Bernat Alom Poveda, Alexandre Lucas Llop, Enric Martí del Castillo, Joan Rigol, Josep Blázquez García, Gerardo Casas Roig, Miquel Agustí, José Luis Tudela Coret, Carlos Pelayo González, Franco Alonso Fernández, Luis Marina Barragán, Julio Rodríguez Delgado, Alfredo Tosas, Jordi Cadiach i Puig, Òscar Requena Amadas, Eduard Rubayo García, José Luis Lozano Rodríguez, Luis

12-11-1988 12-11-1988 12-11-1988 12-11-1988 12-11-1988 12-11-1988 12-11-1988 11-11-1989 11-11-1989 11-11-1989 11-11-1989 11-11-1989 11-11-1989 11-11-1989 11-11-1989 11-11-1989 03-11-1990 03-11-1990 03-11-1990 23-11-1991 23-11-1991 23-11-1991 23-11-1991 23-11-1991 23-11-1991 23-11-1991 23-11-1991 23-11-1991 07-11-1992 07-11-1992 07-11-1992 07-11-1992 07-11-1992 25-09-1993 25-09-1993 25-09-1993 25-09-1993 25-09-1993 25-09-1993 25-09-1993 26-02-1994 26-02-1994 26-02-1994 26-02-1994 26-02-1994 26-02-1994 26-02-1994 26-02-1994 26-02-1994 26-02-1994 26-02-1994 15-10-1994 15-10-1994 15-10-1994 07-10-1995 07-10-1995 07-10-1995 07-10-1995 07-10-1995 07-10-1995 07-10-1995 07-10-1995 07-10-1995 07-10-1995 07-10-1995 07-10-1995 08-11-1995 08-11-1995 08-11-1995 08-11-1995

Escandón Fernández, Rafael Elías, Simón Pañella, Francesc Vadillo Lozano, Rafa Santamaría Mourelle, Fernando Barrio, Eloy Rubio Serraller, Luis Ángel Magrinyà Güell, Jordi Grisú Bellver, Joan Carles Cullell i Bonamàs, Xavi Soldevila, Pep Teixidó, Xavier (+) Palacio Sanz, Jorge Pérez, Julio Sanz, Aurelio Solé Rovirosa, Joan Ollé Sanchez, Josep Leal Soriano, Rosa María Aldeguer García, Joan Carles Ponce, Pepe Marmolejo Angrill, Jordi Gómez Trujillo, Manuel Dalmau Nebot, Joan Miquel Antoñanzas Sanfrutos, Antonio Orviz Menéndez, Nacho Martínez Gil, Miguel Consuegra Fernández, José Luis Fernández Castillo, Xavier Millán Talero, Santiago Giner i Arbanat, Lluís Ayuso López, Javier Lazkano, Jon Gusi i Gracia, Carles Sobrino Campuzano, Fernando Vilarasau, Pere Ràfols Pujol, Lluís de Valera Paseka, Roy Alarcón Cava, Francisco Altimira Noguero, Joan Berenguer Miras, José Antonio Iñigez López, Alfredo Muñoz González, Salvador Orviz Menéndez, Nacho Rodríguez de Deus, Eduardo Acín, Óscar Alonso, Eduardo Bonatti, Xavier Baró i Roman, Oriol Estela Carreras, Àlex Salvadó Aragonés, Albert Zabalza Azcona, Mikel Blanco Rodríguez, Israel Samsó Rosell, Joan Urpí Albiol, Sergi Esquirol de Arteaga, Josep Ma. Cabau, Joan González, Carles Cabo, Iñaki (+) Pauner, Carlos Ochoa de Olza, Iñaki (+) Trango, Jonathan Martín Fernández, Javier Llop, Santiago Garranzo Ibáñez, Luis Carlos Hernández, Santiago Martín, Gabriel López Claramunt, Francesc Sallent Vilanova, Eduard Hortalà Ferrús, Lluís

08-11-1995 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 28-09-1996 15-03-1997 15-03-1997 18-10-1997 18-10-1997 18-10-1997 18-10-1997 18-10-1997 11-10-1998 11-10-1998 11-10-1998 11-10-1998 11-10-1998 02-10-1999 02-10-1999 02-10-1999 02-10-1999 02-10-1999 02-10-1999 07-10-2000 07-10-2000 26-09-2001 26-09-2001 26-09-2001 26-09-2001 26-09-2001 26-09-2001 26-09-2001 06-06-2003 06-06-2003 06-06-2003 25-03-2005 25-03-2005 25-03-2005 25-03-2005 25-03-2005 27-06-2005 27-06-2005 27-06-2005 02-11-2006 02-11-2006 02-11-2006 02-11-2006 02-11-2006 05-10-2007 19-12-2007 01-03-2008 26-09-2008 01-XII-2008 10-09-2010 10-10-2010 21-03-2011 21-03-2011

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i en el mundo existen montañas con entidad propia, Montserrat es una de ellas. Quizás la palabra fantasía es la que más concuerda con su inconfundible silueta, un skyline de sinuosas formas listo para despertar la imaginación desde todos sus ángulos y perfiles. Un considerable trabajo de la naturaleza, que nos regala la mayor colección de esculturas de conglomerado curiosamente agrupadas en perpetua exposición, para atraer al más incauto a tocarlas y admirarlas. Una obra visualmente notable, cuyas perspectivas difieren en cada una de sus salas, desde figuras claramente identificables con nombre propio, hasta ejemplares surrealistas clasificados con un simple número por defecto. Más de 800 piezas acorraladas por la civilización, aparecen como hitos señalando un dominio patente, casi inexpugnable, que atrae de forma vital a un colectivo atrevido y diverso que domina el equilibrio y el vértigo a la perfección: los escaladores. Una tribu difícil de clasificar, cuyas inquietudes van más allá de lo que la gente concibe como normal, hasta tal punto de arriesgarse sin ningún motivo aparente para superar cada uno de los trofeos que ofrece esta santa montaña. Un escenario sin parangón, donde hace casi un siglo llevan desfilando las mejores generaciones trepadoras, desde el célebre Lluís Estasen hasta los mutantes del noveno grado, víctimas de los encantos montserratinos relacionados con el arte de la escalada.

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Pero no todo consiste en arañar la verticalidad del conglomerado, Montserrat posee un microcosmos especial que atrapa a cualquier profano hacia sus entrañas. Valles, torrentes y canales caprichosamente labrados por el líquido elemento, donde solo los jabalís y las cabras reconocen sus arterias camufladas entre la densa vegetación. Un paraíso atrapado en el tiempo, tímidamente surcado por unas sen-

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das vitales para moverse, que llevan a los puntos más representativos para admirar su belleza y evadirnos de la realidad cotidiana. Una sensación de bienestar que pronto nos invade al comenzar la marcha, como prueba de la enorme carga positiva que desprenden sus dominios colmados de misticismo y leyendas. Un Montserrat eclesiástico versus un Montserrat salvaje, donde cada uno elige su peregrinaje interior, sea orando, paseando, o escalando entre otras cosas. Un grato ejercicio de contemplación, será el denominador común de cualquier actividad relacionada con esta mágica montaña, cuyo talante nos hará jugar con nuestra imaginación y aflorar todo el romanticismo que llevamos dentro. Un coctel de sensaciones que solo encontraremos en un lugar tan señalado y visitado como éste, pero con un anverso muy especial para todos aquellos que tarde o temprano quedamos atrapados en el mundo de la escalada.

Primeras escaladas Seria casi imposible concretar cuál fue la primera escalada en Montserrat, cuando muchas de sus rocas son claramente accesibles con un mínimo de preparación y prudencia. Suponemos que muchos de los ermitaños ya trepaban en sus días de una u otra forma, para levantar sus ermitas en lugares elevados o simplemente para practicar la contemplación desde las atalayas próximas a éstos. Parajes como el Serrat de les Onze, l’Albarda Castellana, l’Elefant, o alguna que otra cima de la zona de los Gorros, de seguro fueron pisadas en siglos precedentes por anacoretas ansiosos de solitud y silencio. Pero no fue hasta el 1851, que los intrépidos José Pujol y Francisco López, dieran la campanada con lo que se supone fue la primera escalada al Montcau de Sant Jeroni, apareciendo publicada en el Diario de Barcelona de aquella


época. Posteriormente, la ascensión al Montgròs a cargo de un grupo liderado por Cèsar August Torras en 1880, significó un primer paso hacia la exploración de las zonas más remotas y aisladas de la montaña, donde la ausencia de senderos representó toda una hazaña digna de una expedición. Gracias a la constante labor de leñadores y carboneros, se trazaron muchos caminos sin ningún destino aparente, que posteriormente se aprovecharon para acceder a los principales objetivos montserratinos. Uno de éstos fue sin lugar a dudas la Gorra Frigia, una cima relevante pisada por vez primera en 1920, por un personaje clave en los orígenes de la escalada en este país: Lluís Estasen. El 14 de mayo de 1922, Estasen y Pau Giménez alcanzan la altiva cumbre del Eco Superior, i días después consiguen la primera travesía als Flautats. Posteriormente, Estasen escala el Frare Gros, la Boteruda del Gra, la Torta y una de las agujas cimeras de la pared

norte de Ecos que con el tiempo llevará su nombre. Con todo ello, podemos considerar la figura de Estasen y compañeros, los verdaderos introductores de la escalada en Catalunya y los que asentaron la escuela montserratina como tal. Fue una época en la que se fundaron los primeros centros excursionistas, dinamizado las salidas hacia la montaña. Existían pocos escaladores y sus principales objetivos estaban en el Pirineo, Montserrat solo representaba un lugar de aprendizaje, junto con el vecino macizo de Sant Llorenç del Munt, el Figaró y la cresta del Montseny ocasionalmente. Mientras Estasen aún logra alguna que otra interesante ascensión como el Bisbe (1932), en la década de los 30 se instala la primera generación de escaladores como tal, venidos de Barcelona, Manresa y Terrassa principalmente. La batalla se centra en conquistar las agujas más notorias a toda costa, y para ello surge una singular técnica que consiste en sujetar un tronco apoyado en la pared, para salvar el desplome inicial en muchas de ellas. Una acrobática estrategia que sirvió para subir al Lloro, l’Ou de Colom, la Nina, la Portella Superior, o la Cadireta d’Agulles entre otras, cuya complejidad las apartó del repertorio habitual. No fue hasta mediano de los años 40, con la aparición de las pitonisas de buril, que estas escaladas se repitieran con más frecuencia dado su elocuente interés. Entre tanto, y a las puertas de la guerra civil, la máxima atención se centró en la figura del Cavall Bernat, un asunto pendiente para todos los escaladores punteros, pese a sus limitados conocimientos verticales y un material técnico bastante primitivo en general. Después de numerosas tentativas desde el año 24, por todo tipo de cordadas más cargadas de ilusión que de otra cosa, le llega la hora al célebre monolito y el trío formado por Josep Costa, Josep Boix y Carles Balaguer se lleva el triunfo más sonado pisando su cumbre el 27-X35. Miembros del grupo afectivamente llamado Amics del Sol, adherido al Ateneu Enciclopèdic Popular de Barcelona con Pere Bosquets de alma mater, fue el colectivo promotor de la continua tarea de conservar las fuentes y caminos montserratinos, promoviendo una cultura naturista en la que figuró la escalada. Otros éxitos remarcables dels Amics del Sol fueron las primeras ascensiones a la Talaia Gran (34), el Lloro (36) y años después un itinerario en la cara norte del Cavall Bernat (45), que abrirá las puertas hacia la exploración de las paredes orientadas hacia Monistrol. La primera incursión a la pared NW de Sant Jeroni la llevaron a cargo Jaume Caselles y Celdoni Espunyes de Manresa. Caselles fue el más destacado de los escaladores manresanos de aquella época, al cual le debemos además, la primera ascensión a la Mòmia (35), la Momieta (43) y l’Agulla Gran del Pas del Príncep (44), valiosas gestas que evidencian la gran calidad de los escaladores del Bages.

En la página anterior: Panorámica de Sant Benet En la parte inferior de izquierda a derecha: Foto conmemorativa de la 1ª ascensión integral a la paret de l’Aeri realizada por Morera, Santacana y Ferrera en el año 53. Foto Archivo GEDE. Jaume Mas y Manel Guasch en la cima de la Mòmia tras abrir su variante directa a la vía Haus-Estrems en el año 59. Foto Archivo GEDE. La célebre cordada AngladaGuillamón nos dejó unas primeras muy significativas por todo el perímetro montserratino durante la década de los 60. Foto colección Anglada. Albert Iglesias en el 1961 realizando la Filigrada de Agulles con solo 16 años. Foto colección A.Iglesias.

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Arriba: J.E.Castellnou en pleno offwidth antes de alcanzar la característica cueva de la vía Puigmal del Cavall Bernat. Debajo: Monestir de Montserrat.

Escuela de maestros Con la década de los 40 aparece una intrépida generación, con nombres como Jordi Panyella Pany, Maria Antònia Simó, Carme Romeu, Ernest Mallafré, Vicenç Barbé, Jordi Farrera, Jaume Vendrell, Raimon Estrems, Jordi Casasayas Haus, Josep Alaix, Andreu Sorolla, Mingo Arenas, Ignasi Capeta, y los hermanos Francesc y Josep Estorach entre los más representativos, que serán los máximos responsables de la actividad aperturista conquistando la mayor parte de las rocas más destacables que aún resten vírgenes a la huella humana. Todos ellos no tuvieron más remedio que abrir vía en sana competencia para seguir adelante. La rivalidad entre los clubs pronto desató una fructífera etapa en la que prácticamente todas las rocas y agujas principales fueron escaladas por vez primera por sus vías normales u originales. Sería injusto omitir el gran mérito de estas increíbles gestas en tiempo de la postguerra, con la consecuente miseria y represión franquista que dominaba el ambiente. No por ello se dejó de escalar, más bien todo lo contrario, los más destacados siguieron firmes a su trayectoria pese a la escasez de recursos, y los que menos encontraron en la montaña un lugar idóneo para reunirse sin ser perseguidos. Uno de los más inquietos fue sin lugar a dudas Jordi Panyella Pany, un fuera de serie que en sus pocos años de actividad dejó una profunda huella en el panorama vertical, con unas primeras que siguen siendo una buena muestra de valor e ingenio. El Dit, el Sentinella, el Gegant Encantat o la Porra entre otras, podemos considerarlas unas ascensiones selectas de los 40, apreciadas aún por su estética y compromiso. Con la Agulla Fina dels Naps de Baix abierta por Pany, Ayats, Sala, Agramont y Feiner en el 52, concluye la etapa de conquista, se había escalado todo lo inaccesible andando. A la par, la escalada toma un giro inesperado aumentando los adeptos de una forma notable, siendo inevitable incrementar los cursillos para evitar posibles accidentes. El material continua muy vetusto y rudimentario, y con los recursos del momento los itinerarios resultan muy arriesgados en general. Las alpargatas y la cuerda de cáñamo, son la máxima expresión de una actividad en auge, donde siempre hay que acertar la jugada y no caerse. Por norma general, la fiabilidad de la cuerda solo se garantiza en la maniobra del descenso o rápel, siendo del todo dudosa en caso de una caída importante. No será hasta medianos de los años 40 que un artilugio usado por los albañiles llamado buril, entre puntualmente a formar parte de esta historia, facilitando el perforar la pared para introducir una pequeña pitonisa en la roca que el de segundo recuperará. Los primeros en usar esta nueva estrategia fueron Josep Ferrer Pitu y Josep Barberà en el 45, exclusivamente para repetir las vías abiertas con troncos anteriormente. Nueve años más tarde, Jordi Alvarez diseñará las primeras pitonisas de expansión conocidas, homologándolas en el pronunciado desplome del singular Cap de Mort, antes de ser utilizadas definitivamente para terminar la parte superior de la vía Puigmal del Cavall Bernat en el año 54.

Asalto a las paredes norte Mientras, miembros del grupo Terra i Mar (TIM) de Sabadell toman la iniciativa para reunir el re póquer de paredes norte, empezando por la más evidente, la pared del Aéreo. Una empresa aparcada por Pany y Farrera en el 41 hasta la Plaça Catalunya a 120 m de la base, que los TIM reemprenden mediante un considerable trabajo en equipo que les llevará después de largas y penosas jornadas, a culminar en la estación superior del aéreo en el 48. Un año des-

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A derecha: Miembros del grupo Terra i Mar (TIM) apoyados en la barandilla de la estación superior del aéreo de Sant Jeroni, después de conquistar la paret de l’Aeri en el año 48. Foto Archivo UES.

Cabe destacar las figuras de Andreu Sorolla y Josep Alaix como los principales artífices de estas grandes hazañas, junto a infatigables compañeros como Florentino Izquierdo Tino, Jaume Camarasa, Francesc Gual, Lluís Corominas, Josep Lladó, Joan Camp, Rufí Nogués, J.Galícia, M.López y A.Minguell. Hay que reconocer el gran mérito de estos escaladores de Sabadell para encararse con estos descomunales objetivos, reunir todo el material necesario y acertar la logística adecuada para el éxito del equipo. Aún en el 56, J.Lladó, J.Vilana, J.Montserrat, Domingo Jo, X.Odena, J.Salomó y S.Balaguer consiguen con la vía Pere Carner, coronar una de las seis rectilíneas fisuras de la muralla norte de Ecos, tras una auténtica expedición al escenario más remoto y aislado de la vertiente. Cabe resaltar que todas estas vías, denominadas TIM popularmente, tardaron más de 20 años en ser repetidas, y continúan siendo un mítico trofeo para todo buen montserratino que se precie dadas sus exigencias, carácter y sobrio equipamiento. Otras ascensiones relevantes fueron las protagonizadas por Josep Santacana en el 53, como la primera integral a la pared del Aéreo junto con Josep Gómez, R.Ferrera y M.Estaper, o la dura vía GEDE a la Mòmia con Ramón Ferrera y J.Balbastro, más conocida por la Santacana de la Mòmia.

Debajo: Josep Maria Alsina en la Cadireta de Agulles en el 78. Foto Josep Ma. Salvany.

A la derecha: Cavall Bernat (N-W). Parte inferior de la página: Panorámica desde la cumbre del Gorro Frigi.

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pués consiguen la TIM de Sant Jeroni, la chimenea reina de todo Montserrat, con llegada directa al punto dominante del macizo (1236 m). Por diferentes discrepancias, algunos miembros del TIM cambiaron de entidad y las siguientes realizaciones se las dedicaron al CES (Centre Excursionista de Sabadell) y a sus presidentes. En la muralla de Patriarcas abrieron la vía Sabadell (52), y en la pared dels Diables la extraordinaria vía Lluís Creus (55), todo un recital de dificultad técnica de casi 300 m, que supuso la gesta más notoria y extrema realizada hasta aquel momento en Montserrat, y posiblemente dentro de nuestras fronteras.

Pero a principios de los años 50 no todo estuvo unido al alarde técnico y a jornadas de laborioso esfuerzo, la esencia de la escalada en libre europea cuya resonancia llegaría desde los países alpinos, enderezó la trayectoria a los mejor conectados puliendo el estilo con unos conocimientos mucho más modernos. El dúo formado por Joan Nubiola y Josep Maria Torras cuajó rápidamente en el ambiente, realizando un gran número de primeras con un ideal propio inspirado en la Arrampicata divertendosi, resultando una de las cordadas más unidas i fructuosas que nos ha dado la montaña. La vía Puigmal terminada por Jordi Àlvarez, Jordi Ayats y


Miquel Navarro en el 54, supondrá un punto de inflexión que marcará un antes y un después en la historia de la escalada montserratina. La vía en sí representó todo un avance resolviendo un evidente problema técnico que había frenado a muchos de los mejores escaladores de la época, y anulando a la vez el término imposible del vocabulario trepador. La pitonisa de expansión, o un simple remache en tal caso, será la clave en adelante para superar cualquier obstáculo a toda costa, pese a ser un método no aceptado por todos. Llegó el momento de abrir por abrir descubriendo las líneas más arrogantes que ofrecía el macizo, y sin lugar a dudas las Arestas Brucs significaron las joyas de la corona. Muchas de éstas, se las debemos a los hermanos Jaume y Joan Cerdà, una compenetrada cordada capaz de destrepar todo lo que escalaba, por si acaso no podían continuar. En su filosofía no entraba el buril, por lo que la mayor parte de sus rutas se abrieron aprovechando al máximo las limitadas posibilidades del terreno. Así nació el VIº grado montserratino, obligado y expuesto, en cuya zona de las Agulles quedó radicado por muchos años, distanciándose claramente de la dificultad conseguida en otros sectores de la montaña.

Artificial tal cual Una escalada artificial mucho más avanzada se asentó definitivamente en el conglomerado, gracias a las influyentes tendencias importadas del extranjero. La profusión de hierro en pared fue una nueva forma de evolucionar muy criticada en ciertos lugares, donde prosperaron las Directas y Directísimas como en las Dolomitas. Una licencia para estribar inventada a finales de la década de los 50, que arrastró buena parte de los jóvenes escaladores hacia unos objetivos cada vez más atrevidos y vertiginosos. Mientras tanto, la diana montserratina se centra en los Frares Encantats donde se abren la vía de l’Asiàtica (57) por Manel Guasch, J.Pérez, A. dal Maschio y Jaume Cerdà, y algo más a la derecha la

famosa arista GAM del Bisbe (59), realizada por un nombroso grupo del Club Muntanyenc Barcelonès, que pronto dará que hablar. Precisamente del GAM destacaron una serie de cordadas dispuestas a dar un paso de gigante, y un socio en cuestión llamado Josep Manuel Anglada, preparado para organizar las aventuras más trascendentales del panorama nacional. J.M.Anglada, Francesc Guillamón, Jordi Pons, Joan Cerdà, Heinz Pokorski, Miquel Muñoz y Jordi Riera, entre los más distinguidos, configuraron la punta de lanza de los años 60. Una joven remesa que se trajo como entrante lo más puntuable de las Dolomitas, para conseguir siguiendo la pauta italiana, unas sorprendentes líneas en la vertiente norte montserratina que han quedado como las más emblemáticas para la historia. La cordada Anglada-Guillamón se adjudicó una docena larga de consistentes primeras, entre el Tozal del Mallo, Riglos, Terradets, Navarra y Montserrat, que supuso todo un record de actividad en poco más de dos años. La cordada rival, Cerdà-Pokorski, se tuvo que conformar con lo que se les descuidó a los primeros, pero de todas formas ambas fueron los principales referentes de la escalada catalana de finales de los 50 hasta mitad de la década siguiente. La escalada montserratina más sonada del 60 fue sin lugar a dudas la vía Anglada-Cerdà de la pared del Aéreo. Un proyecto original de Anglada, que ayudado primero por su futuro cuñado Daniel Vergés y definitivamente por Joan Cerdà, supuso una auténtica obra maestra del artificial, encadenando de la forma más elegante y directa las contadas fisuras del frontón principal de la muralla. Una ascensión famosa donde las haya, que ahuyentó en sus días a más de un célebre alpinista foráneo al descubrir el refinado estilo de progresión empleado en tal hazaña. Desde minúsculas pitonisas hasta todo tipo de pequeños remaches, fueron colocados astutamente para culminar un trazado regularmente frecuentado durante la década de los 60, pero que a partir de los 70 fue decayendo entre otras cosas, por el deterioro de los alambres utilizados para colgarse de los anclajes.

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Cabe destacar que a razón de esto aparecieron las plaquetas recuperables, un diseño exclusivo de la escalada catalana inventado por Jaume Cerdà, que más tarde condujo a fabricar las chapas fijas que todos conocemos actualmente, pero mucho más delgadas. Con Anglada ocupado organizando expediciones al extranjero, Montserrat tomó un breve respiro salvo una elocuente excepción protagonizada a finales del 60 por Jaume Mas y Josep Brullet, descubriendo una de las líneas más solicitadas del Serrat del Moro: la vía Mas-Brullet. En el 65, Anglada y Cerdà vuelven al ataque sobre el imponente perfil norte del Frare Gros, y unos meses después en la Boleta Foradada, realizando dos de las vías más bellas y cautivadoras de Frares Encantats. Otro personaje muy vinculado al conglomerado montserratino durante estos años fue Albert Iglesias. Sus primeras denotan un particular interés por lo aéreo y espectacular, tirando de artificial en la mayoría de los casos, como en sus vías más representativas abiertas habitualmente junto con su mujer Carmen Torres y su cuñado Jaume Casanovas, en el Cap del Gat, l’Asiàtica, el Lloro y en la Boleta del Portell Estret, entre otras. Para finalizar la década, el Espolón NE del Serrat del Moro escalado en el 69 por J.Gracia y Josep Sànchez, servirá de preludio para la carrera de éste último, que conseguirá más tarde varias primeras muy destacables en Montserrat, Pedraforca y Roca Narieda.

La bota rígida de los 70 Con los años 70 aparece una nueva generación de aperturistas claramente influenciados por los anteriores, que continuaran achuchando con fuerza las paredes norte donde queda muchísimo por hacer. Miquel Lusilla, Jordi Mur y Joan Martí exploran a sus anchas la pared norte de Agulles, enfilándose por la línea más seductora de la Miranda dels Ossos (70) mientras que en la pared de Diables tres proyectos en marcha evidencian el creciente interés del personal por adjudicarse un itinerario en el escenario más peliagudo del perímetro norte. La CADE a cargo de Xavi Pérez Gil, Emili Gil y Ramon Galí, la famosa vía GAM un proyecto de Daniel Vergés, Manel Cervera y Raül Martínez terminado por Salvador Ubach, Remi Brescó, Lluís Costa y R.Galí, y la popular vía abierta por Josep Sànchez y César Martínez, será la trilogía que romperá el hielo a 15 años vista de la vía Lluís Creus (TIM) abierta en el 1955 y aún sin repetición. Destaca también el gran entusiasmo de los activos miembros del GESAM de Terrassa: Francesc Martínez Troya y Alfred Martínez (apodados los Manyos), que motivados por Àngel Casanovas consiguen nada más y nada menos que el Espolón Central de Patriarcas y la GESAM de la pared del Aéreo este mismo año (70). Al uso corriente del buril, se le añade la nueva costumbre de calzar botas rígidas, habitualmente utilizadas en las ascensiones de alta montaña. Una clara tendencia importada de los Alpes a partir de los años 50, dada la aparición de las llamadas suelas Vibram qué revolucionaron el panorama vertical, al mismo tiempo qué sirvieron para pasar horas y horas cómodamente colgados de estribos. No obstante, cabe destacar que el arnés tal como lo concebimos hoy en día no existía, y las cuerdas se ataban directamente a un arnés de pecho, que los más afortunados combinaban con una cinta en forma de ocho pasada entre las piernas. Con ello, el artificial se trabajaba exclusivamente con los brazos y los estribos, y su buen manejo era primordial a la hora de abrir o repetir cualquier ruta larga de pared. Otro calzado

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popularmente utilizado fueron las cletas, unas botas con la misma suela Vibram, pero mucho más flexibles y apropiadas para la escalada libre, que se popularizaron en la zona de Agulles principalmente. Tres zonas montserratinas marcaron claramente las debilidades del usuario durante la década de los años 70: el Monasterio, Agulles y Santa Cecília. La primera, la más frecuentada por su accesibilidad gracias a la combinación del tren con el aéreo, fue el portal de entrada hacia lugares como los Gorros o Sant Benet, donde predominaban las rutas de todo tipo para iniciarse y perfeccionarse en la materia. La escalada en Agulles en cambio, requería de cierta experiencia y un dominio de la exposición, por lo que sus asiduos se les consideraban como los más finos (de finura y equilibrio). Santa Cecília y sus paredes, representaban la meta donde demostrar las habilidades, licenciarse y obtener el pasaporte para objetivos mayores, la secuencia acostumbrada por los clubs de escalada para prosperar técnicamente y afrontar con más garantías las salidas al extranjero. Pero en realidad, estaban apareciendo vías técnicamente más exigentes en nuestro querido conglomerado, que en los acostumbrados objetivos alpinísticos, más unidos al fondo físico, al frío y la nieve en la mayoría de los casos. La vertiente norte de Montserrat estaba adqui-

A la izquierda: Espolón N del Serrat del Moro desde Santa Cecília.

riendo un prestigio infravalorado, donde cada nueva ascensión suponía levantar un poco más el listón de la dificultad, hasta tal punto que se llegó a popularizar la frase: “Allà on Montserrat deixa de ser escola”. Hubo muchos itinerarios aparte de los famosos TIM de Sabadell, que tardaron varios años en repetirse, y otros tantos considerados clásicos que habitualmente se efectuaban con vivac (Sànchez y GAM de Diables, Anglada de la pared, Mas-Brullet, etc), entrando por la tarde y acabando a las tantas del día siguiente. En primavera del 71 aparece la famosa vía Punsola-Reniu en el Cavall Bernat, llegando a ser la más repetida de la vertiente norte y un itinerario imprescindible en toda selección, gracias al empeño de Manel Punsola y Jesús Reniu de Mataró. Al año siguiente otra gran clásica como la Cobo-Pamplona acompañará a la menos visitada GESAM en Patriarcas, y la vía Reina-Bellmut descubrirá el flanco derecho de la paret dels Diables acompañando a la vía CADE. Más afortunados fueron F.Casas y J.Alvarez Chani con su vía en el corazón del Serrat del Moro, que ha estado siempre la rival más directa de la Mas-Brullet en popularidad. Justo al lado, Ferrán Roca, Albert Gómez, Pere Roca, J.M.Horrillo y Ferrán Labraña del GEDE consiguen el itinerario más exigente técnicamente del Serrat, dedicado a Jordi Matas desaparecido tristemente en el Hindukush el 71. Un numeroso grupo de Vilanova y la Geltrú encabezado por Àngel Vedo, se encapricha del erecto perfil del Plátano de Diablos, y en el verano del 73 consiguen además de terminar la vía GEAM, el saque más largo sin consecuencias conocido hasta el momento en Montserrat. Una caída libre de 120 m protagonizada por Vicenç Barberà, cuando intentaba rapelar desde la cima hasta la última reunión alcanzada por sus compañeros, con tal de facilitarles la retirada de la pared. Durante la maniobra de colocarse el mosquetón de hierro y la cinta en ocho pasada entre las piernas para bajar, incomprensiblemente el nudo de anclaje se salió del mosquetón de la reunión, trabándose en el suyo sin tiempo a reaccionar y con 60 m de cuerda libre por debajo. Vicenç prácticamente no tocó la pared, y la fortuna le acompañó gracias a que sus compañeros habían fijado previamente el otro extremo de la cuerda a la reunión.

Sobre estas lineas: Panorámica de la Vall Mala con los Flautats (izq) y los Gorros (dech).

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A la derecha: Panorámica de la Paret dels Diables. Debajo: Cavall Bernat (S-E). Debajo a la derecha: Fina Ferret en el offwidth antes de alcanzar la característica cueva de la vía Puigmal del Cavall Bernat.

Con unos trazados fieles a la lógica y a la estética como la vía Carrizosa-Coll del Bisbe (73) y el potente Diedro CADE de la Agulla del Centenar (74), que en su día representaron un gran paso en las crónicas del momento, llegamos al término de una etapa marcada por el final de la dictadura y la entrada a la transición. A partir de esto, un colapso de nuevos conceptos influirá en la vida cotidiana abriendo camino hacia una libertad ansiada por todos, repercutiendo en el mundo de la escalada que no quedará al margen de los acontecimientos. Una nueva generación irrumpirá con fuerza en el panorama vertical a partir del 75, destacando un descarado grupo juvenil denominados los Piratas. Después de este tremendo record Guinness, cabe destacar otro no menos curioso efectuado por Josep Barberà escalando todas las rocas y agujas montserratinas por sus vías normales. Entre el 69 y el 72, Josep Barberà y su habitual compañero Vicenç Soto de Sant Cugat del Vallès, concluyen la llamada Operació Montserrat resiguiendo el mapa de Ramón de Semir y tachando todo aquello que consideraron escalable. Un total de 833 objetivos alcanzados y reseñados, ocupan el grueso del libro Pam a Pam, una gesta destacable con solo una repetición hasta el momento a cargo de Josep Rigol del Penedès.

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Los Piratas y los que no lo fueron Varias bandas han desfilado a lo largo de esta historia, pero sin duda alguna la de los Piratas ha sido la más original, sonada y nombrosa con diferencia, que nos ha dado la escalada montserratina. Una veintena larga de diestros escaladores, fundidos en un compacto grupo que arrasó con todos los mitos y leyendas, sobrevivió al margen del sistema amparados en sus propias reglas. Procedentes de diferentes barrios de la capital, con la Catedral como punto de encuentro y afiliados a un centro llamado AGRUECC


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Sobre estas lineas: Ramon Reina escalando la vía Esperó del místic en la animada zona del camping, muy próxima al monasterio. Arriba a la derecha: Robert Fernández llegando a la cima de la enorme laja de la Mòmia donde confluyen las vías Santacana y la Haus-Estrems, dos fisuras imprescindibles de Sant Benet. Parte inferior izquierda: Els Flautats y l’Elefant (W). Parte inferior izquierda: La Punxa y la Porra dels Flautats.

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(Agrupación excursionista del colegio de Caspe), los Piratas se apuntaron al carro de la escalada sin apenas ningún vinculo aparente, y de una forma totalmente autodidacta que les otorgó un marcado carácter. Su esplendor fue tan breve como intenso, ya que en el 78 los más acreditados se marcharon al servicio militar, y al retorno el grupo se disgregó tomando diversos rumbos con el objetivo primordial de huir del bullicio urbano. Vestidos con un jersey negro con una franja blanca en el pecho, los Piratas basaron su filosofía a partir de las míticas vías TIM y demás itinerarios que por diferentes razones no se repetían. Una vez resueltos todos los misterios, no les quedó otra alternativa que abrir vía, y precisamente la primera fue la Valentín Casanovas en la pared del Aéreo (76), una sonada gesta que puso a prueba

Con ellos arraigaron figuras de la talla de Pere Camins del CADE, Joan Carles Griso del GEDE, Josep Carbonell Buril del EAM de Sardanyola, el célebre Fredi Parera de Terrassa, José Maria Peralta, Jean Charles Peña, y un trío formado por Albert García Julianillo, Jesús Martínez Primo y Alfonso Villa Espele, sin omitir escaladoras como Elisa Minero, Pilar Martínez, Trini López, Meri Puig, Anna Masip o Maribel Lizarán, por sus meritorias escaladas y adhesión al grupo.

a los mejores de la época, siendo durante muchos años el estandarte del grupo y tarjeta de visita hacia una nueva era de la dificultad. La vía Cósmica remató la faena resultando el trazado más duro y acrobático abierto hasta la fecha en la vertiente norte (78), difícilmente comparable con cualquier otra cosa abierta a nivel nacional. Si los Piratas hubieran tenido coche... pero su marco de acción fue principalmente Montserrat, y con ello tuvieron la enorme suerte de abrir gran parte de los trazados más bellos y transcendentales que hoy en día consideramos como grandes clásicas de dificultad. La Aresta Arcarons, la Griviola Bella, la Desirée, el Espolón Puiggròs, la Vagabundos del Dharma, la Electric Ladyland, la Easy Rider, la Magic Stones, la Hurtado Carbonell, la Antonio Machín o la Arco Iris entre otras, son frutos de la desmesurada pasión de estos jóvenes con apenas recursos y experiencia, forzados durante años a experimentar sobre el conglomerado montserratino. Ellos fueron testigos entre otras cosas del precipitado cambio de la bota rígida al pie de gato o de la aparición del ocho para rapelar, dos elementos claves en la evolución técnica de la escalada sin lugar a dudas. Los Piratas más representativos fueron: Antonio García Picazo, José Rodríguez Rodri, Miguel Arcarons, Manel Pedro Gastón, German Folch, Sergi Martínez, Lluís Hortalà, Ramón Artigas, Juan Carlos Aldeguer Pato, Robert Fernández, Claudi Mena, Joan Altimira Araña, Joan Mulero Oruga, Toni Gonzàlez Abuelo, Manolo Martínez, Ignasi Ruiz Nacho, Lluís Agustí Panadero, Jordi Solé Caraguapa, Lluís Solé Casiguapo, José Manuel Pedra, Jordi Borrut, Marc Homs, César Pérez Hurtado y Armand Ballart.

Paralelos a los Piratas, despuntaron muchos grupos de aperturistas asentados en los principales clubs de escalada barceloneses. Del CADE (CEC) destacaron Ricard Vila, Joan Cassola, Josep V.Ponce, Xavi Cid, Joan Jover, Alfons Valls, Joan Quintana, Emilio Albir, Josep Lalueza, Joan Badia, Josep E.Paül, Eduard Ruiz y Ramón Masats. En el SAME (UEC) estaban Jordi y Josep Maria Salvany, J.Lluís Moreno, J.Lluís Sasot, Jaume Real, Xavier Giné, Jordi Pallas, Santi Llop, Xavier Ortega, Pep Masip Nifo, Jordi Verdaguer y Emilio Ortega. Del Club Excursionista Pirenaic citar a Josep Maria Alsina. Del STAE sobresalieron Manel Rosell, Eric Promio, Juan Tomás, Jordi Lluch, Armando Cobo y Carles Bausa. Del GEDE, Joan Carles Griso, Vicenç Badia y Ricard Gil. Del CAMM, Juan Carlos Serrano y Xavi Vidal, y de la UES de Sabadell, Pep Torner Lennon, Santi Marzo, Lluís Baciero, Joan Wenceslao, Enric Renom, Xavi Nicolau y Ramón Sànchez entre otros.

Otro entrañable trió del barrio de la Trinidad que siguió fielmente a los Piratas fue el formado por Peque, Ricardo y Mantecas, cuyo triste final fue la caída mortal de los tres desde la cima de la pared del Aéreo cuando terminaban la vía Valentín Casanovas una tarde de noviembre del 80.

En esta época aparecieron los Barrufets, un conjunto formado por acreditados escaladores de varias entidades, cuyo vínculo estuvo a la altura de las circunstancias gracias a la diestra labor de Jordi Camprubí, Remi Brescó, Albert Gómez, Xavi Pérez Gil, Toni Ramírez, Anton Fontdevila, Miquel Lusilla y Pere Roca entre los más entregados a la causa. La vía Barrufets de Diables (78) representó un claro ejemplo de sus facultades. Fueron tiempos de rutas significativas como la clásica vía dels Sostres (79) y la Veni Vidi Vinci (80) abiertas por los de Sabadell; la Flipp Matinal (79), la Rolling Stones (80), la


Directa Sagitario (81) de J.C.Griso y los Piratas; la Cainejos (79), la Diagonal del Vertigen (80), la SAME (80), Integral Borinot (80) y Anubis (80) por los más activos del SAME, y la vía del Rat Penat (79) por miembros del CADE. Todos ellos continuaron fieles al estilo propuesto por los Piratas, apurando al máximo la escalada en libre, y utilizando el buril lo mínimo posible. En contra, los Piratas tuvieron el gran defecto de graduar el V+ como lo máximo, contagiando la manía al resto, mientras se estaba escalando claramente por encima de ese grado. Quedaba claro que algunos V+ de aquella época llegaban en ocasiones hasta 6b, y muchas veces con una buena dosis de exposición. Pronto aparece la llamada New Wave (81), con una concepción mucho más moderna gracias a las influencias del Free Climb y tras unas puntuales visitas al escenario del Verdón. Entre los hermanos Néstor y Nil Bohigas, Albert Cucó, Toni García Vikingo, Josep Rigol, Enric Lucas y Miguel Picallo, están algunos de los responsables de vías representativas como El Districte de les Bruixes (82) en Diables o la Nasti de Plasti (81) en el Serrat del Moro. Su trayectoria por Montserrat fue más bien breve, desviando su atención hacia objetivos alpinísticos mucho más complejos y lejanos.

Escalada a dos bandas Los 80 traen el mayor cambio acontecido en la escalada montserratina abriendo las puertas a un nuevo concepto basado en la escalada libre extrema, previamente asegurada, para conseguir a toda costa un grado cada vez superior. Si Santa Cecília había estado el centro neurálgico de los años 70, Sant Benet toma claramente el relevo a todo un personal disfrazado con mallas y bolsas de magnesio que será el punto de mira durante gran parte de esta nueva década. Posiblemente la vía Titu en la Panxa del Bisbe realizada por Carles Campos y Josep Reche en el 81 sea el primer itinerario equipado por arriba de todo el macizo, al que le siguieron

rápidamente The Wall (81) en el Elefant y la Brown Sugar en la Mòmia (82), abriendo la veda a todo un colectivo que no tuvo reparo alguno en descolgarse desde lo alto para burilar. Una vergonzosa maniobra utilizada ocasionalmente para culminar alguna vía larga por comodidad, será desde ahora una técnica perfectamente válida para inaugurar trazados, no siempre aprobada por todos. Era evidente que las vías se abrían por abajo empleando los recursos existentes, la destreza y la sangre fría de cada uno, cosa que no todo el mundo era capaz de hacerlo. Con la nueva fórmula, cualquiera podía triunfar en poco tiempo, atiborrándose de nuevos itinerarios en los lugares más insospechados. El argumento principal para esto fue la positiva realidad de ampliar un grado estancado abriendo por abajo, al penoso precio de enterrar toda una filosofía de un estilo tradicional madurado durante décadas. Algunos fueron conscientes de ello, pero otros cambiaron hipócritamente de chaqueta para destacar, cuando anteriormente no lo consiguieron de la forma habitual. El hecho de que unos indignados Piratas rompieran los anclajes de un nuevo proyecto equipado desde arriba por un tránsfuga


en la pared del Aéreo, encendió la mecha del bando contrario llegando a un enfrentamiento que dio lugar a un crispado debate sobre el tema. Un encuentro organizado con los principales adversarios, dio como fruto la libertad total de acción, con la única premisa de respetar a los demás. En consecuencia surgió un coctel de tendencias que no hizo más que rizar el rizo y marear al personal recién llegado, que no supo muy bien a quién creerse. La escalada clásica versus la escalada deportiva, fue y sigue siendo la típica discusión de bar, cuando realmente son dos cosas totalmente diferentes con un denominador común: la roca.

redes norte y del refugio de Santa Cecília habían terminado. La transformación daba paso al grado prefabricado rompiendo la frontera de un sexto grado especialmente comprimido por generaciones anteriores. Aparecieron nuevos sectores como el de los Vagos en el camping, para no ir más lejos y ahorrar la energía suficiente para ir en libre de chapa en chapa, hasta que paulatinamente se llegó al Rotpunkt y al parabolt, dos principios básicos de la nueva era. Con el parabolt apareció el tema de los reequipamientos, un capitulo difícil de digerir por muchos depredadores armados con taladro y con poco sentido común, que transformaron rutas a su antojo aún sabiendo que crearían cizaña entre el personal. Cartas y más cartas al director fueron publicadas en las revistas especializadas (Desnivel y Extrem), defendiendo las respectivas posturas y llenando un espacio en blanco hambriento de polémica fresca. En definitiva, la década de los 80 sirvió, sino más, para apaciguar, reflexionar y ordenar, una serie de conceptos que marcaron los diferentes caminos a seguir.

Tribus montserratinas Tras los citados Piratas, otra sonada tribu de escaladores irrumpió en el decorado montserratino asistiendo a la época de transición de la bota al pie de gato, los Loküs de Terrassa. Como su nombre indica, esta peña trepadora vestida con jerseys azules con franja blanca no solo subía al monte a escalar, sus extravagantes perversiones y saqueos llegaban desde los dominios del Monasterio hasta las puertas de Sant Benet, su morada acostumbrada y punto de encuentro. Entre roca y mucho descontrol solo abrieron una vía llamada Hawái en el Contrafort de la Prenyada, y acudieron a las paredes norte con solo 15 años para dar la talla en vías como la Valentín Casanovas. Entre los más Loküs destacaron Toni Torrens Horse, Bru Coll Puter, Jordi Guitart Pingüino, Pere Guitart Lokü, Manel Pereira Monguis, Xavier García Lokillo, Joan Ribera Genio, Miquel Riera Nano, Pere Casals Pallises, J.C.Cabeza Buitre, Gilbert Guia Joven, Jordi Rius Joker y Robert Rios.

Sobre estas lineas: Pau Tomé escalando en el Gorro Frigi con el decorado de Sant Benet al fondo. Parte inferior izquierda: La Punxa y la Porra dels Flautats.

Hasta que no se selló esta profunda grieta pasaron varios años marcados por una clara división ideológica, donde unos pocos ostentaron el martillo y el resto se encadenaron a la evolución. En la piel de Montserrat es donde más se notó este malestar, desviando gran parte del personal hacia florecientes escuelas sin ningún vínculo anterior como Vilanova de Meià, donde todo el mundo hizo lo que le dio la real gana desde arriba, por abajo, y en ocasiones hasta de lado. Mientras que en Sant Benet se asentaba todo el orgullo free y en Agulles se refugiaban los cuatro gatos ligados a la escalada tradicional, los años de esplendor de las grandes pa-

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Otro grupo de Terrassa mucho más equilibrado fueron los Yayüs, paralelos a los anteriores pero con una especial debilidad por la agujas más remotas perdidas en la jungla montserratina. La Biblia del Pam a Pam y las tijeras de podar constituyeron la llave para realizar unas aventuras fuera de lo normal, que aún siguen repitiendo de tanto en tanto amparados por una profunda amistad y un eterno romanticismo. Algunas primeras en zonas como la Plantació o Ecos, dan fe de su autoridad sobre el terreno allá donde se borran los caminos y aparece la naturaleza más salvaje. Son Josep Puig, Amadeu Pagès, Ferrán Hernández, Manel Cajide, Paco Jurado, Jaume Rosaura, J.Jover Padró, Jordi Badiella y Joan Rovira. En el año 82 aparecen los Exploited, una peña más explosiva que nombrosa, tal como la banda de rock-punk que honra su nombre y frenético compás. Unos jóvenes escaladores de Barcelona que rápidamente se pusieron las pilas para estar a la altura de las circunstancias, alternando los modernos itinerarios equipados en Sant Benet con las paredes de Santa Cecília, una provechosa combinación de la cual surgió la famosa vía Libertad Provisional en Diables (83). Su filosofía no se encasillo en favor denadie, sencillamente les gustaba


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todo siendo los primeros todo-terreno del panorama vertical, al menos en Montserrat, su principal escenario. Pronto arrasaron con segundas ascensiones a rutas como la Alternativa 3 en Diablos, o la Púrpura Profundo en la pared norte de Ecos, cuyo prestigio aumentaba día a día por ser las vías más trabajosas abiertas hasta aquel momento. Un grupo ansioso de fiesta y aventura, que confraternizó con todos mediante un espitoso ritmo que duró varios años, hasta que el agobio urbano los disgregó geográficamente. Aunque el

tad más extrema sin vínculos anteriores que contaminaran su pasión. La mayoría avanzaron en su línea, mientras que unos pocos probarían otras facetas de la escalada siempre al límite, como la soberbia ascensión al Monte Thor (Baffin) por la vía Aromes de Montserrat abierta en verano del 97 por Juan Espuny y Cristóbal Díaz, que les valió un piolet de oro como recompensa. Entre los más destacados de la Trinidad tenemos a Rafael Espuny Boris, Juan Espuny Juani, Francisco Espuny Francis, David Atance Espa, Miguel Olmo, J.M.García Knijo, Salvador Llorenç Muna, Cristóbal Díaz, Manolo Vílchez, F.Alonso Indeseable, Manolo Artes, Richi, y A.Gálvez. Otra banda menos conocida fue la denominada Peor Imposible, compuesta por Eduardo Español, Víctor Esteve Ajipi, Joan Garriga Makey, Luis Alfonso Luichy, Eduard Viana, Xavi Vilalta, Javier Herrera Cabra, José Soler Niño y José Maria Punzano. Apuntados a la doctrina del Free, dejaron su huella principalmente en Agulles entre los años 86/87 con vías como la Agradable sobremesa con una japonesa en el Dumbo, o Hay algo aquí que va mal en la Bessona Superior, para emigrar rápidamente hacia otras escuelas de moda. Una tribu más modesta y discreta fueron los Mundiellos, anarquistas, defensores de lo auténtico y alérgicos a la frecuentación, cuya trayectoria refleja su equilibrado estilo en todos los campos desde las grandes paredes hasta los rincones más románticos de la montaña. Prueba de ello tenemos ejemplos como la Púrpura Profundo en la pared N de Ecos (83) o la mítica Oriol Batallé (85) en el corazón de Agulles, que continúan siendo exigentes rutas raramente repetidas. Casi todos ellos siguen al pie del cañón y fieles a sus ideas anti-sistema, para debatir y radicar al máximo las falsedades de la escalada actual. Ellos son Juan Vergara Juanillo, Antonio Tapias, Ángel Linares Arañilla, Sergio Farré Exploitin, David Subirana y Cristóbal Trujillo. Hay constancia de grupos más antiguos como los Bèlits del CADE, con Hermenegildo Carreté Kildo, Toni Nieman, Josep Fornieles, Albert Font, Ferran Abella, Andreu Rafa o Enric Nosàs entre otros, que anduvieron a finales de los años 50, así como otros grupos de menor entidad como los Ikaros (78), liderado por Fernando Carceles Epi.

número de colegas fue muy amplio, los Exploited más representativos fueron: Ricardo Estrada Patata, Juan Carlos Ramayo Litos, Francisco Javier Ramayo Checo, Josep Maria Codina Husa, Antonio Bou Beicon, Santi Juaranz Witti, Toni Saelices y Bartolo Pérez. Si rebuscamos dentro de los orígenes del Free Climb montserratino encontraremos una sola banda, compacta, activa e incondicional, que ha vivido de primera mano la evolución del grado deportivo desde principios de los 80 hasta nuestros días: los Trini Climb. Una peña asentada principalmente en Sant Benet, que derrochó su juventud a favor de la dificul-

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Después de estas tribus curiosamente no ha habido otras. Primero fue el tren y más tarde el utilitario compartido, los lazos de unión más usuales donde cada fin de semana era una fiesta y Montserrat el mejor lugar para celebrarlas. En un paraíso sin normas ni control, solo faltaba desarrollar nuevas ideas y seguir adelante sin rodeos sorprendiendo al personal de un día para otro. Las aventuras yosemíticas y las falaises francesas serán las pautas principales donde agarrarse, pero como montserratinos habrá que “currarse” un estilo propio tal como su exótico y particular conglomerado multicolor. Una serie de ingeniosos personajes saldrán a la luz adelantándose al tiempo con unos itinerarios poco corrientes, que abrirán los horizontes de la dificultad.

A la izquierda: Cordada realizando el último largo de la vía Barra Lliure en la paret de l’Aeri.


Sin lugar a dudas la década de los 80 fue muy prodigiosa en muchos aspectos culturales, reflejando una gran capacidad creativa en todos los ámbitos incluso en el mundo de la escalada. Fruto de todo esto aparecen vías como la Alternativa 3 en Diables (83), abierta por Marcel Millet, Paco García y Francesc Salvador, la Vanitat Oculta (84) en la Mòmia por Josep Maria Alsina y Jordi Verdaguer, o el famoso Mirall Im-

de tochos servirá para cultivar una disciplina made in USA llamada boulder, pero adaptada y equipada por arriba made in Spain. En poco tiempo vías como la Sesión continua (85) y Lucky Lluch (86) diseñadas por Josep Batlle rozan el 8º grado, mientras que el suizo Martín Scheel remata el primer 8b con su Vuelo a ciegas (86). Dado el éxito del fenómeno deportivo, en mayo del 86 el Centro Excursionista de Catalunya organiza la 1ª Convención internacional de escalada deportiva, asistiendo figuras de la talla de Eric Escoffier, Didier

penetrable (84) de Santi Llop en la pared del Aéreo, que sin duda darán la vuelta a la tortilla en lo referente a la escalada artificial de A4 para arriba. Ya no solo se trata de progresar sin expansiones, sino de hacerlo de la manera más limpia posible, un tema siempre peliagudo. El plomo entra a formar parte de la historia, y por suerte sus seguidores no han sido multitudes sino más bien usuarios aislados que se han ceñido a sus maleables particularidades. Si la dificultad en artificial da un paso de gigante, en Sant Benet poco a poco va arraigando el 7º grado desde que Josep Batlle Rubio y David Tarragó equipan entre otras, la vía Kumbaya (83) en la Mòmia. Se trata de superar límites y para ello un buen surtido

Raboutou, Jacky Godoffe, Fabrice Guillot, Phillipe Steulet o Bruno Fasa entre los más conocidos. El joven Rafa Comino da un paso más encadenando El Prisionero (8b+) en el 88, bajo el explosivo desplome del hombro de la Mòmia donde se dan cita los asiduos más fanáticos de Sant Benet. Como no, el malogrado guarda del refugio de Sant Benet, Josep Maria Alsina, será un montserratino eternamente recordado por su selecta actividad dentro de unos marcados y estrictos planteamientos éticos, que demostró tanto en libre como en artificial en las principales rocas y paredes del macizo. Hombre modesto que esperó el momento preciso para ofrecernos unos itinerarios épicos, fruto de su madurada experiencia como es-

Los genios del conglomerado

Sobre estas lineas: Escalando en la vía Anglada-Cerdà de la paret de l’Aeri, una atrevida ruta que en su día revolucionó el panorama dentro y fuera de nuestras fronteras por su gran alarde técnico. Parte superior derecha: J.E.Castellnou en la Barra Lliure de la pared de l’Aeri. Parte inferior derecha: Panorámica de sant Benet

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Sobre estas lineas: Cordada superando el gran techo de Diables por la vía Libertad provisional. Parte superior derecha: Con el paso del tiempo, el 6º largo de la Anglada-Cerdà se ha merecido la fama de ser uno de los más temidos de la paret de l’Aeri por su precariedad.

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calador desde medianos de los 70. De su larga estancia en Sant Benet (84/97) resultan más de 60 vías abiertas o equipadas hasta un grado máximo de 8b+, y una línea de culto como la Kung-fu (90) en la Mòmia abierta por abajo con el taladro y en libre riguroso. Paralela a Sant Benet, la zona de los Vagos tuvo como principal promotor un polifacético escalador llamado Marcel Millet, afincado como gerente del camping del Monasterio, donde pronto llegó la onda expansiva del grado prefabricado. Su influencia fue clave en el desarrollo de una zona básicamente deportiva, pero con un toque muy personal con muestras de sus particulares tendencias en las que no faltaban las vías Non Expansion, una denominación de origen exportada posteriormente al resto de escuelas del país. El trió formado por Tati Vilar y los hermanos Esteve y Kim Santacatalina, más conocido como Basca Manresana Autèntica, representan los precursores en liberar itinerarios largos al margen de su estado o equipamiento. A medianos de los años 80 apuran infinidad de trazados desequipados como la vía Armand-Fredi en Diables o las vías existentes en la pared norte de Ecos, con un dominio total sobre el tema que les lleva a escalar gran parte de los itinerarios de la cara norte, y finalizados los deberes se retiran a equipar vías deportivas en la desatendida vertiente sur de la montaña. Un perímetro prácticamente virgen en el que Santi Llop

inaugura sus mejores fisuras en el 80, abriendo la veda a un glosario de futuros sectores deportivos que terminarán con las exclusivas de Sant Benet y el camping. Quién consigue abrir y repetir muchas vías es Joaquín Olmo, un todo-terreno con una actividad muy dilatada, que en ocasiones llega a sumar junto con Albert Merino hasta cuatro itinerarios de paredes en un día, cuando todo el mundo se conformaba con uno a duras penas. En su intensa trayectoria aparecen infinidad de primeras repartidas por todo el macizo, entre las cuales destacan la vía Ciencia Ficción (82) en Diables, la Odisea Espacial (82) en Ecos, o la Fragancia Tropical (90) en la pared del Aéreo. Sus máximas debilidades fueron las segundas ascensiones como la del mítico Mirall Impenetrable, y su afán por atarse para ello con los escaladores más guerreros entre los cuales están: Jesús Martínez Primo, Juan Urquiza, J.M.Codina Husa, Albert Merino y el incombustible Kim Santacatalina. Otro prolífico montserratino fue Jordi Verdaguer Pastelero, abriendo siempre desde abajo en los lugares más representativos con un criterio y estilo intachables. A partir del 90 un perseverante escalador de Terrassa llamado Jaume Clotet, más conocido como Paca, pondrá todo su empeño casi siempre solo, por reivindicar la escalada artificial totalmente marginada por el movimiento deportivo y la escalada libre convencional. Pronto sus vías encajaran en los espacios disponibles de las grandes paredes, como respuesta de su desmesurada pasión por este


tema. Rutas como la Barra Lliure (90), el Viatge Sentimental (92), Michele Reber (93), Prisma (93), Reventasomnis (95) o Área Reservada (97), serán el preludio para volver luego con más fuerza y repartir sus Festas del Paca por las tapias más emblemáticas con su particular estilo siempre criticado. A la par, la cordada formada por Jan Casas y Xavi Cullell nos deja varias líneas de artificial extremo, que no podemos eludir por su carácter y buena factura, destacando la Jan-Cullell (90) de la pared del Aéreo y la Jan-Cullell (93) del Serrat del Moro.

conocida, cinco espits en 200 m de placa y una dificultad media de 6c. Entre tanto, Josep Lluís Moreno y Ferrán Latorre equipan la Directa de l’Amistat (94) aprovechando la burilada de la vía Antonio Machín y enderezando hasta la cima con un largo excepcional de 8a, liberando por completo el frontón central de la pared del Aéreo. Otra ruta que merece un trato especial es la vía del Xavi (99) situada más a la derecha de la anterior, abierta por el mismo J.Ll.Moreno, Ernest Bladé y demás compañeros del CADE esta vez por abajo, cuya dificultad media ronda por encima del 7b.

Solo faltaba la aparición de los ochogradistas paseándose por las paredes para ver hasta dónde llega el listón de la dificultad tras los eventos. Los primeros en acudir a la cita serán los guardas de Sant Benet, J.M.Alsina y Enric Camacho Endika, realizando la vía más vanguardista de Diables: la Santbeneddictes (91), un explosivo coctel de escalada extrema cuya concepción difiere notablemente de todo lo anterior. El segundo en dar la talla será Salvador Gonzàlez Salva, guarda del refugio Bartomeu Puiggròs desde primeros de los 90, que junto con Jordi Pou abren un itinerario capital llamado vía Feli (93) en Patriarcas, de tales características que en la actualidad solo cuenta con dos intentos frustrados por ilustres cordadas qué solo llegaron a acariciar el primer largo. Una vía que corrobora la anterior es la Miserables Tatxaires (94), obra de Carles Brascó y Víctor Esteve Ajipi sobre el Plec de Llibre Superior, con solo una repetición

La vía Vudú (94) abierta por Josep Mª Alsina en solitario (A4), vuelve a dignificar la pasión por los estribos cuando todo el mundo excepto el Paca los detesta por naturaleza. Lo natural es hacer friki con cintas exprés y magnesio, la típica imagen qué refleja la escalada hacia el exterior gracias a los virtuosos del mono dedo qué acaparan todas las portadas de las publicaciones de escalada. Si antaño los cursillos eran un abanico de rigurosas nociones transmitidas de generación en generación para salvar un cúmulo de obstáculos, ahora tan solo precisan de un guía turístico que nos indique las líneas de chapas a seguir. Un deporte que consigue estar de moda para el nuevo milenio, donde muchos se integran por esnobismo, mientras que unos pocos llegan a destacar por méritos propios. Para mérito el de David Hita, que normalmente solo, o a veces acompañado por Eduard García Palma, arrasa con todo lo lógico situado en la vertien-

Parte superior izquierda La escalada de la Escletxa dels Teixos ofrece el vacío más aterrador que podemos experimentar en Montserrat y parte del perímetro peninsular. Último largo de la vía Tito Puente. Parte inferior izquierda Saliendo del Puro de la vía SánchezMartínez aparece el panorama más caótico que podemos encontrar en Montserrat, defendido por unos enormes desplomes que mantienen la lluvia alejada de la pared. Sobre estas lineas: La vía Casas-Chani ofrece una escalada más alpina gracias a sus diedros y fisuras de todas las proporciones. Toño realizando el L5.

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te norte desde el Cavall Bernat hasta la Cadireta, con más de 30 itinerarios de todos los colores y dificultades reservados para montserratinos con solera. Unas líneas siempre identificables, donde hay que dominar todo tipo de roca siguiendo una trayectoria fiel al estilo tradicional, pero con algunos parabolts de consolación indispensables para vencer unos sextos siempre muy exigentes. De esta copiosa colecta destacan vías como la Sàxia (97) en Sant Jeroni, la Degeneració Expansiva (98) al Bisbe, la Belladona (04) al Centenar y varias primeras en Patriarcas que aún esperan su repetición, de las cuales dos son obra de Edu en solitario: la Tota tú (97) y la vía Cagat (00). Otro fanático de la misma quinta es Miquel Blanco, atrevido aperturista solitario donde los haya con un buen número de primeras en conglomerado, hasta que el destino lo hizo


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Parte superior izquierda: La arquitectura de la paret dels Diables representa una de las más sorprendentes de todo Montserrat y en todas sus rutas encontraremos un ambiente especial fuera de lo corriente. Parte superior derecha: Cordada escalando en la vía del Rat Penat de la paret N-W de Sant Jeroni

Modalidad Click Up: Para asegurar al primero de cuerda en itinerarios deportivos de uno o varios largos (protegidos con parabolt y anclajes químicos)

Izquierda: Cima de Sant Jeroni

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Si a la sombra de las paredes norte cada vez quedó menos por explorar, la cara sur proporcionó el aliciente de poder escalar gran parte del año descubriendo una roca superior, y unos sectores cómodos y bien definidos que a partir de los 90 darán que hablar. A unas escasas líneas abiertas en los 80 por Joan Ribas, Joan Rovira, Amadeu Pagès, Joan Armengol, Santi Llop, Armand Ballart, Jordi Verdaguer, Miquel Durán Mika, Manuel Pérez Lete y Antonio García Picazo en los lugares más representativos, se le suman todo un catálogo de primeras que en pocos años transformaran los túneles de jabalís en autopistas de trekking. Asiduos como Ricard Darder, Josep Escofet, Isabel Notivoli, Jean Charles Peña, Joan Altimira, Xavier Martín, Juanjo Medina o Manuel López, tomarán el relevo explorando las fisuras y placas más sugestivas de toda la falda sur cercanas a los núcleos del Bruc o Collbató. En escalada puramente deportiva, destaca la enorme labor llevada a cabo por Pere Forts en la mayor parte de los sectores próximos a Can Jorba y al Faraó, así como el sano fanatismo de Kim Santacatalina equipando muchas veces solo, o acompañado de Tati y Esteve, la casi totalidad de las vías

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La vertiente sur, la tierra prometida

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emigrar al Alt Urgell continuando su trayectoria sobre calcáreo con su refinado estilo siempre lejos de la expansión. Vías como la Led Zeppelin (95) en el Montgròs o la Fiesta del Miguelón (03) en Frares Encantats reflejan su pericia y coraje frente a todos los terrenos.

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Sobre estas lineas: La típica instantánea sujetandose a la famosa bavaresa de la vía Valentin Casanovas de la paret de l’Aeri, una de las mejores rutas de la vertiente norte montserratina. Foto Toño Carasol. Parte superior derecha: Jaume Prat realizando el penúltimo largo de la vía Rat Penat, uno de los pocos itinerarios que alcanzan directamente la cima de Sant Jeroni. Debajo: Escalando en la vía Anglada-Cerdà del Frare Gros, donde destaca el gran techo que domina la plomada pared.

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de la Agulla del Senglar y la Agulla Fina dels Naps de Baix dónde destaca su famosa vía Lourdes (93). Un tremendo 8b desplomado de 60 m, que atrajo incluso a ilustres de la talla de Alex Huber a este insólito rincón de la montaña, donde paradójicamente en su día se juntaron los mejores para conquistar la cima de la Agulla Fina considerada el último problema montserratino. Donde no hubo problema alguno fue en el sector de las cuevas del Salnitre en Collbató, pese a su reputación de roca mediocre según las malas lenguas. Con las aperturas de la vía Picnic (91) y la vía de l’Aranya (97) se comprobó que el terreno era ideal para levantar la palestra clásica más cercana al asfalto, y con el clima más suave para escalar durante todo el invierno. La zona de las Agulles tampoco quedó al margen de las novedades, con itinerarios de 7º grado abiertos por abajo como la Sarajevo (93) de Edu Torrens y Edu Requena en la Miranda de les Boigues, o l’Antibeibi (99) de Ajipi, Xavi y Nando Bustamante en la Bessona

Inferior. Destaca también el acierto de infinidad de líneas auténticas abiertas por Juan Vergara Juanillo y compañía, en algunos de los muros más arrogantes de la zona, como el Hobbit (85) o la vía dedicada a J.Mª Alsina (99), las dos en el Setrill. El perímetro sur fue consolidando un sector tras otro, desde el popular Vermell del Xincarró hasta el Serrat dels Monjos, amortizando todo aquello escalable casi siempre bien equipado con parabolts, razón principal de su rápida frecuencia y difusión. Una incursión que alarmará a los gestores del parque, deliberando durante largos años un plan de regulación en defensa de la flora y la fauna, que no entrará en vigor oficialmente hasta el 2008. Ello trae consigo las primeras prohibiciones temporales, resultando la cara sur la más afectada por su ámbito más salvaje y remoto que la norte, donde prácticamente no existen objeciones salvo por debajo de la Santa Cova donde anida una de las pocas águilas perdigueras qué quedan en toda la vertiente.


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A la escalada se le suman los barranquistas y los fanáticos de las vías ferratas, como usuarios directos de unas zonas donde anteriormente solo existían carboneros y ermitaños. Un Montserrat que poco a poco va perdiendo su virginidad, configura a finales de los 90 una monstruosa escuela con más de 4500 itinerarios de todo tipo, que atraen diariamente a una amplia clientela dispuesta a jugar con los límites o dejar su huella para la posteridad. Un pasatiempo para algunos y una pasión para otros, que convergen en el ritual de la aventura semanal más próxima a la gran urbe, una válvula de escape vestida de conglomerado.

Última década Podríamos considerar la última década como una etapa de asentamiento de conceptos después de varios años de experimentos. El 7º grado por abajo ya es una realidad al abasto de una minoría, que se lo ha trabajado con creces gracias a unas virtudes mentales y una disciplina deportiva empleada como entrenamiento en la mayoría de los casos. Si bien este fenómeno ya es habitual a estas alturas en la mayor parte de las escuelas de calcáreo, en Montserrat se puede considerar un punto y aparte por sus características y exposición, que exigen un gran dominio sobre un terreno no siempre favorable para pararse a perforar cuando se precisa. En escalada artificial, el reto continua en la doctrina del Non Expansion, cuyos fieles seguidores conciben al pie de la letra itinerarios cada vez más explosivos y peligrosos como la vía Harakiri (02) en el Montgròs, con un segundo largo de A5+ donde no se puede fallar según su autor Ricardo Asensio, y Joanfra Farreras como testigo de cargo. Otra ruta que corta la respiración es la conseguida

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por David Palmada Pelut y Xavi Sànchez en el corazón de la Paret dels Diables: la Kagatini Wall (04), la columpiada más precaria abierta hasta el momento en Montserrat, que vincula el nombre de Pelut a todas las proezas realizadas con estribos dentro y fuera de nuestras fronteras. Otro diabólico trazado encajonado entre las vías Arco Iris y Cósmica se lo debemos a David Tarragó en invierno del 02, una ruta más de artificial, sino fuera porque el autor la concibe para realizarla en libre con un supuesto grado de 9a, todo con chapas inoxidables por si acaso tarda en repetirse. Este asiduo al conglomerado montserratino nos regala además, la vía Grau-Tarragó (08) en la pared del Aéreo, y el reequipamiento de grandes clásicas como la Desirée, la Puigmal, la Punsola-Reniu o la Easy Rider, una labor altruista siempre criticada, por los que nunca hacen nada y solo de limitan a devaluar el esfuerzo de los demás. Pero la solitaria conducta de un manresano llamado Joan Llasera equipando vías deportivas a destajo en el corazón de Frares Encantats, dio en la fibra de muchos escaladores consiguiendo irritar a todo el colectivo que no tuvo más remedio que revelarse en contra. El 5 de junio del 2003 tuvo lugar una nombrosa manifestación en el refugio Vicenç Barbé, donde los más indignados exponieron los argumentos para detener la conducta desenfrenada de este escalador, que en poco tiempo había sembrado de químicos gran parte de las rocas cercanas al Portell Estret. La gran mayoría allí reunida logró además, concienciar al personal sobre el futuro que le espera a la montaña si no aceptamos la codicia como una grave enfermedad a tener en cuenta. Es del todo ridículo martirizar el conglomerado montserratino cuando disponemos de roca suficiente a los cuatro vientos, y unas buenas carreteras para desplazarnos


en poco tiempo. Algunos lo entienden, pero otros siguen insistiendo hasta el punto de abrir o equipar itinerarios sin pies ni cabeza, que incluso llegan a estorbar lamentablemente a las rutas ya existentes. La obsesión por amortizar el taladro resta oportunidades a próximas generaciones, que de seguro prescindirán de éste a favor de una escalada más limpia como ya nos muestran Gerber Cucurell y Jordi Esteve en Sant Benet, repitiendo en libre (6c) la vía Vanitat Oculta (A4) de la Mòmia, o abriendo por abajo la Pecata Minuta (7b) en la Panxa del Bisbe en el 2008. Otras rutas significativas abiertas estos últimos años son la Ratafïat (04) de Arnau Garreta y Llorenç Barba Llullu en el Serrat del Moro, la vía Jordi Vidal (04) de Kim Santacatalina y Salvadó Figueres al Plec de Llibre Superior, la Cor Agre (04) de Ajipi y Juani al Centenar, y la Bisbeporuc (05) al Bisbe por Francis, Juani, Xavi, Endika y Goiko. Con la aparición de la guía Montserrat Sur en el 2004 podemos constatar el gran auge y los principales protagonistas de esta soleada vertiente, muchos de los cuales solo les queda como último recurso explorar rincones bien camuflados como el de la Plantació, para satisfacer sus necesidades. Aperturistas como Joan Vidal o los hermanos Albert y Òscar Masó, serán los máximos recolectores de todo lo disponible llegando en ocasiones al extremo de lo imaginable. Pero para increíble las vías del veterano Guillem Arias situadas al sur de Gorros, que abren las puertas al concepto más ambiguo de cualquier escuela: el sobre equipamiento. Unas rutas de dificultad media-baja dispuestas para gozar sin más, son la nueva alternativa para los que no tienen gran idea de escalar pero disfrutan contándolo en el bar delante de una cerveza.

Es triste acabar este resumen histórico teniendo que mencionar un fenómeno como éste, que penosamente va a más en todas las escuelas del país y de poco sirve para aprender a escalar. Esperemos que el tiempo juzgue los acontecimientos y la magia de la escalada montserratina no se pierda. Son muchos los personajes que han hecho posible esta bonita historia y muy largo enumerarlos a todos, pero con el máximo rigor se han incluido los más representativos y los que más han aportado en el desarrollo de esta gran escuela. A todos ellos la más sincera admiración.

Bajo estas líneas i de izquierda a derecha: La Aresta Brucs de la Bessona Inferior representa un objetivo de categoría, reservado al público acostumbrado a no caerse, por los escasos y viejos seguros que encontraremos. Toño en lo alto del diedro CADE del Centenar, sin lugar a dudas uno de los itinerarios más directos y elegantes de Frares Encantats, exigente pero del todo imprescindible. A.Ballart en la típica instantánea de la vía Anglada-Cerdà del Frare Gros superando el gran techo en ligero descenso. Edu Garcia Palma escalando en la vía Odisea Espacial en la paret N de Ecos, uno de los primeros itinerarios equipados por arriba de la vertiente norte (82). Foto colección David Hita. Fondo: Cordada “colgada” en la vía AngladaCerdà del Frare Gros, un itinerario imprescindible de Frares Encantats por su concepción y buen ambiente.

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Josep Enric Castellnou, un apasionado de la roca y de Montserrat en especial. Tras la sabiduría de un gran amante de los animales se esconde la modesta trayectoria de un veterinario rural seducido por la escalada, capaz de contagiar de itinerarios todo el calcáreo que sobresale de la comarca de la Ribera d’Ebre. Su debilidad pero, se centra en Montserrat, el escenario donde ha evolucionado desde muy joven y conoce a la perfección. Después de muchos viajes de escalada por el oeste americano, sigue convencido que tras Yosemite está Montserrat, al menos en lo que respecta a su transcendental filosofía de escuela, con unas dimensiones mucho más ajustadas pero intensas.

GM: Tras tu profesión de veterinario itinerante que sin duda ocupa gran parte de la jornada, ¿cómo te lo montas para confeccionar unas guías de escalada tan bien elaboradas especialmente de Montserrat? J.E.C.: Cuando escalo siempre llevo lápiz y papel y, además, tengo mucha memoria para los detalles de las vías que escalo. Luego, en casa, tras el trabajo, dibujar y escribir sobre lo que hice el último fin de semana me ayuda a evadirme y a no tener pereza de irme a dormir a diario a la 1 o las 2 de la mañana. GM: En tus croquis de Montserrat se aprecia un exaltado rigor y labor de campo. ¿No estás dando demasiados detalles restando aventura al consumidor? J.E.C.: Puede que sí. Quizás contamos un poco demasiado. Por otra parte, creo que estas reseñas pueden animar a los que, como yo, no son unos “echaos p’alante” a meterse en vías donde a lo mejor nunca irían, y a poder disfrutar de una bonita aventura. Y cuanta más gente aprecie este tipo de ascensiones, menos presión habrá para llevar a cabo sobre equipamientos con la excusa de que todo el mundo debe disfrutar de una clásica. Además, estos croquis son un reflejo fiel del equipamiento de una vía cuando yo la escalé: si se reequipa y aparecen más seguros de los que salen en el croquis, el reequipador queda en evidencia…

GAME Magazine: ¿Como surgió tu afición por la escalada? J.E.Castellnou: Recuerdo laderas cubiertas de pinos y encinas coronadas por grandes paredes de calcáreo recortadas en el cielo azul donde se perdía mi imaginación tras salir por la ventana del aula de mi escuela. ¿Qué habría más allá? ¿Cuán pequeño se vería el patio de mi escuela desde lo alto de aquellas rocas? Tendría 6 o 7 años y mi abuelo me llevaba de excursión y me contaba historias de valles secretos encerrados por grandes paredes donde moraba el águila que, un día no muy lejano, iríamos a encontrar. Vi el águila por primera vez a los 9 años y decidí que un día subiría a la repisa donde se posó, lejos del mundanal ruido… GM: Viviendo en un lugar rodeado de roca como Tivissa es normal inclinarse hacia la escalada. Pero desplazarse puntualmente una o dos veces por semana desde el río Ebro hasta el Llobregat para escalar en Montserrat ya resulta un hecho menos habitual. ¿Que encuentras en Montserrat que no tengan otras escuelas más cercanas? J.E.C.: Allí fue donde vi por primera vez a unos escaladores. Fuimos a Montserrat de excursión familiar y justo salir del funicular en la estación de Sant Joan, divisé unos puntitos de colores en una gran roca que más tarde aprendería que se llamaba La Mòmia, y otros en su vecina la Momieta. Nunca había visto paredes lisas y verticales como aquellas, sin repisas ni vegetación, sólo el escalador y la roca, sin posibilidad de esconderse ni de hacer trampas. ¿Cómo podían subir por allí? Ese carácter aéreo y acrobático de la escalada Montserratina, su historia, sus legendarias vías me han cautivado siempre; allí empezó todo y allí quise aprender a escalar.

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GM: No cabe duda que leyendo cualquiera de tus obras se denota una verdadera pasión por tus zonas predilectas. ¿Piensas editar muchos libros cuando es evidente que la mayor parte del personal se despacha bajándose las reseñas por Internet? J.E.C.: Montserrat es, a mi parecer, la mejor zona de escalada en roca del mundo por cantidad, calidad, variedad e historia de sus vías, tan sólo por detrás del Valle de Yosemite. Pero la información que hay está dispersa y mal ordenada, e incluso, de algunas zonas es inexistente. Si se consigue presentar una información veraz, eficaz y sistemática del lugar, Montserrat se convertirá en la meca mundial de la escalada que debería ser. Mi intención es editar 5 guías de vías seleccionadas que cubran todas las regiones de Montserrat. Y como un gran porcentaje del público al que va dirigido es extranjero (anglosajón), esos no piratean ni la mitad… GM: Después de 25 años trajinando por Montserrat, ¿aún te queda algún misterio por desvelar? J.E.C.: ¿Cuál será la última vía que escalaré en Montserrat? GM: ¿Que itinerario/s te gustaría repetir y sabes perfectamente que nunca lo conseguirás? J.E.C.: Me gustaría repetirlos todos pero no viviré lo suficiente, a la vez que nací demasiado tarde. Cómo habría disfrutado si hubiese podido formar parte de los Alaix, Camps, Camarasa, Gual e Izquierdo en aquella legendaria 1ª ascensión de la Paret de l’Aeri! GM: Con la élite de escaladores foráneos abriendo rutas de 7º grado en paredes de todo el país, y que ninguno se atreva con Montserrat. ¿No será imprescindible ser montserratino para triunfar en tales menesteres?


J.E.C.: El libre por abajo en las placas de Montserrat es escalada pura y la protección adecuada es imposible. Hay que conocer la roca y poder renunciar a cierto nivel de seguridad, a la vez que ir muy sobrado. Cuanto menos montserratino seas, más sobrado habrás de ir. GM: Últimamente han aparecido muchos itinerarios sobre-equipados de dificultad media-baja, reivindicados por un colectivo cuyo argumento se limita a defender su escaso nivel. ¿No te suena a invento o estrategia para colocar chapas indiscriminadamente sin remordimientos de conciencia? J.E.C.: Hay dos tipos de personas que suben rocas: los que escalan y los escaladores. Los que escalan hacen turismo vertical, mientras que para los escaladores la montaña es un estilo de vida y su objetivo es conseguir la excelencia en su medio adaptándose y moldeándose física y mentalmente a tal efecto. Y no hablo de que unos escalen más grado que otros, si no de la aproximación filosófica al tema. Los escaladores sí tendrían remordimiento de conciencia ante el desacato que supone el “sobrechapeo”. GM: Debido al boom de la escalada deportiva y no tan deportiva -de consumo- dispersa por la periferia montserratina, se han regulado muchos sectores y hasta prohibido zonas enteras para preservar la fauna y el medio ambiente. ¿No crees que la montaña se defiende por si sola de los escaladores y el verdadero impacto se debe al tráfico humano cada vez más acusado en toda su extensión? J.E.C.: Creo que lo fácil es prohibir indiscriminadamente la actividad de un colectivo políticamente insignificante, pero me remito a mi respuesta a la pregunta anterior para justificar la necesidad de algún tipo de regulación. GM: La zona de Santa Cecilia siempre ha sido un punto neurálgico de la aventura montserratina cuya intensidad ha ido oscilando según las tendencias del momento. A estas alturas, ¿crees que se mantiene el fanatismo por coleccionar los míticos itinerarios de toda la vida, o solo acuden para repetir las vías mejor equipadas? J.E.C.: Las vías que más se repiten son las clásicas reequipadas, claro. Pero cíclicamente aparece un periodo de tiempo durante el cual la actividad se multiplica y se ascienden vías que parecían caídas en el olvido. Santa Cecília volverá a ser lo que fue y espero modestamente contribuir a ello.

GM: En los 70 las chaquetas desgarradas identificaban la fauna trepadora. En los 80 las mallas multicolores y el magnesio. Ahora, un arsenal de friends de todo tipo y medida es el estandarte habitual de la mayoría de escaladores. ¿No será que la gente va exageradamente equipada para repetir unos itinerarios que antes se hacían sin tantas facilidades y con más coraje? J.E.C.: Muchas veces parece que la escalada sea una excusa para justificar la compra y posterior uso de diversidad de cacharros. Me mosquea particularmente el exagerado uso de los friends en detrimento de los fisureros de cable: un friend mal colocado se mantiene en la fisura, mientras que un fisurero mal puesto se cae y evita que el escalador inexperto se meta en un marrón. A su vez el principiante coloca muchas más piezas por qué no se fía ni de su sombra. Creo que se trata más de no saber usar bien el material, que de falta de coraje. GM: De tus tantas primeras abiertas por Montserrat, ¿cual te trae mejor recuerdo? J.E.C.: La de la primera: la vía Directa a la Paret dels Diables. Siempre recordaré cuando mi maestro Armand (el Sr. entrevistador) cargó mi arnés con plomos, pitones cortos, maderitas y un par de ganchos y me soltó por la compacta placa naranja que conduce al techo de la Sánchez-Martínez tras poner él el primer seguro del largo, para evitar un factor 2 potencial. Tenía 16 años y muchas ganas de hacerlo bien. GM: ¿De qué generación montserratina sientes más admiración? J.E.C.: Sin duda de los TIM, pioneros de las grandes paredes. Tenacidad, creer en lo imposible, imaginación, en plena postguerra: ¡Cuánto les debía gustar la montaña! GM: Si fuera posible y te dieran a escoger, ¿que roca, pared o aguja te llevarías a Tivissa? J.E.C.: Montserrat es mi segundo hogar y me gusta tal como es. No soy nadie para robarle nada y me conformo con que la vida me respete lo suficiente como para poder despedirme de ella antes de que todo acabe.

Perfil paredes norte desde Santa Cecília.

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David Hita, entre hielo continental y conglomerado, siempre optimismo. Después de cada estancia temporal en la Antártida para ganarse el sustento, David vuelve año tras año a su segundo hogar: Montserrat. Un auténtico Homo Montserratinus capaz de avanzar como un jabalí por la selva o un lagarto por la grieta, deja bien patente su predilección por la aventura más intensa, mediante un largo recital de primeras abiertas allá donde el sol le cuesta más iluminar: la vertiente norte montserratina. Un severo districto reservado a escaladores todo-terreno, donde no solo es suficiente con escalar, hay que entender el lenguaje de la pared y fundirse con un ambiente embriagador muy diferente del resto de escuelas.

de la escalada nos vamos a perder grandes cosas. Montserrat tiene mucho a enseñar para aquellos que están dispuestos a abrirse y escuchar. GM: Antaño se consideraba Montserrat como un lugar de entrenamiento para luego afrontar objetivos alpinísticos de mayor factura. Con las exigentes rutas que existen actualmente y en la vertiente norte en particular, ¿no crees que lo de escuela ya no corresponda con la realidad?

GAME Magazine: ¿Como nació tu interés por la escalada? David Hita: A través del alpinismo. A los 18 años realicé un curso de escalada en la ECAM con la idea de adquirir conocimientos para afrontar montañas cuya dificultad requería material técnico. Al instante quedé fascinado por la roca y la verticalidad, y desde entonces no he parado de escalar. De todas maneras me considero tan alpinista como escalador. GM: Viviendo en Barcelona, lo normal es acudir a Montserrat para satisfacer las necesidades verticales. Para algunos es un excelente lugar de entretenimiento y para otros un segundo hogar. ¿Has necesitado mucho tiempo para conocer la montaña y sentirte como en casa? D.H.: Llevo 22 años escalando por Montserrat y desde el principio he sentido una conexión muy intensa con todo lo que es y representa. Es de los pocos lugares que por muchas visitas que le haga nunca deja de depararme nuevas sorpresas. Quien haya vagado por sus caminos y canales, escalado sus agujas y paredes, y vivaqueado en sus cuevas y baumas, sabe bien de lo que hablo. GM: Después de tantos años ¿aún te quedan caminos por descubrir y rincones sin pisar de Montserrat? D.H.: Aunque parezca mentira aún me quedan lugares por descubrir, incluso en los caminos que he recorrido cientos de veces suelo ver cosas nuevas. Lo importante es abrir la mente y ser receptivos, la vista se encarga del resto. GM: Cada escuela tiene sus particularidades, pero ¿no crees que Montserrat sea un mundo aparte que requiere de una mayor constancia para entender su verdadero lenguaje? D.H.: Montserrat posee un carácter único, mezcla singular entre mística y espiritualidad, que la hacen diferente a todo, debido a ello encierra una gran cantidad de secretos que solo los más asiduos son capaces de ir descubriendo poco a poco. Lo que sí es verdad es que si enfocamos todo lo que nos rodea únicamente desde la perspectiva

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D.H.: Montserrat ya hace muchos años que dejó de ser escuela. Yo diría que es todo un paraíso para los escaladores; un sitio increíble donde practicar la escalada en todas sus versiones. Por su parte, la vertiente norte es un lugar muy especial, dotada de exigentes paredes, excelente terreno de aventura para medir nuestras fuerzas, poseedoras de una gran variedad de rutas donde desarrollar intensas emociones. En definitiva un lugar donde las vías no se escalan, ¡se viven! GM: Tú que has repetido gran parte de los itinerarios de las paredes norte, ¿consideras que es posible coleccionarlos todos con dedicación exclusiva y sin ir de invitado? D.H.: Es perfectamente posible aunque sería una empresa tremendamente exigente, requiriendo una gran preparación física, un alto nivel técnico (tanto en escalada libre como artificial) y, sobretodo, una fuerte mentalización. GM: Desde hace ya muchos años, el grueso del colectivo trepador se dedica a la escalada deportiva, ¿lo hacen por seguridad, comodidad o porqué no conocen otra cosa? D.H.: Supongo que las motivaciones son muy diversas. Personalmente creo que la escalada deportiva y la escalada tradicional son actividades que se complementan pero en el fondo son muy diferentes. El componente mental las separa enormemente y provoca que la mayoría de la gente que escala se refugie en la seguridad, escasa exigencia (compromiso), y menor complejidad que requiere la deportiva. GM: ¿Son necesarios los itinerarios sobre-equipados de todos los grados y para todas las edades? D.H.: Las vías de este tipo son producto de la sociedad de consumo y no tienen nada que ver con la escalada. Supongo que si existen es porque hay detrás una demanda por parte de un numeroso colectivo cada vez mas obsesionado por la seguridad y la comodidad que estas representan, que preocupado por la escalada en sí. Creo que los escaladores deben ponerse a la altura de las vías que afrontan y no viceversa. Sin respeto el futuro da mucho miedo. GM: Cada uno tiene su libre y personal concepto sobre el término aventura que con los años va madurando. Si le quitamos el factor riesgo, el compromiso y le añadimos el móvil, ¿crees que sigue habiendo aventura?


Panoramica dels Plecs del Llibre y el Montgròs. Las dos joyas del Torrent del Migdia.

D.H.: Es difícil hablar de aventura si no viene acompañada, al menos, de cierto grado de riesgo y compromiso. Con la escalada pasa lo mismo. El tema del móvil es el resultado de la modernización de la sociedad, igual que el GPS. Mi percepción personal es que el margen de la aventura se ha estrechado pero, por suerte ¡todavía existe! GM: Mientras por el mundo de la montaña surgen unos retos cada vez más adrenalínicos y mediáticos, ¿no te da a veces la impresión que la escalada clásica es una afición de unos pocos románticos aparcada en el tiempo?

facilidad de acceso y uso conlleva un gran volumen de información, en muchas ocasiones de poca calidad y frecuentemente con numerosos errores. Creo necesario un mayor rigor por parte de los usuarios para evitar futuros malentendidos. GM: De un tiempo a esta parte nos han regulado y hasta prohibido la escalada en muchos sectores montserratinos. ¿Crees que todo ello puede resultar positivo para la montaña?

D.H.: Para mí es el tipo de escalada más auténtico que existe, donde el principal objetivo es el placer único y particular que transmite cada ascensión realizada, todos los retos son personales y no hay que compararse ni superar a nadie, ni siquiera a uno mismo. En una sociedad cada vez más globalizada queda poco sitio para el romanticismo.

D.H.: Esta claro que si queremos preservar la montaña de cara a un futuro deben existir una serie de normativas y regulaciones. Lo que no entiendo son ciertas prohibiciones de criterio bastante dudoso, teniendo en cuenta que en la zona del monasterio, que recibe el 99% de las visitas al macizo, no existe regulación alguna. Mientras los intereses económicos estén por encima de los ecológicos, es evidente que no vamos por el buen camino.

GM: Tu particular vida laboral trabajando unos meses seguidos para después librar el resto del año, permite dedicarte plenamente a la escalada física e intelectualmente. ¿Estas circunstancias no te llevan por un rumbo a veces demasiado solitario?

GM: Sin duda alguna tus primeras siempre son una lección de lógica pese a que en ocasiones el terreno no acompañe. ¿No crees que el oficio de aperturista se está perdiendo y se abren muchas chapuzas a golpe de taladro?

D.H.: No siempre es fácil encontrar a gente para escalar entre semana y, todavía menos, para realizar según qué tipo de itinerarios. Escalar en solitario me aporta sensaciones muy intensas que me han curtido, en gran manera, para afrontar retos más exigentes. Aún así, me encanta compartir la cuerda con mis amigos de siempre y, en general, con quien sea mientras haya buen “feeling”.

D.H.: Pienso que es importante haber escalado bastante antes de ponerse a abrir. La experiencia, el instinto aventurero y el respeto, son cualidades básicas de todo buen aperturista. Cualquier ruta de escalada que se precie nos debe transmitir sensaciones (no obligatoriamente positivas). Las líneas abiertas por el abuso del taladro, personalmente, me dejan completamente indiferente.

GM: Difundir la escalada mediante la letra impresa siempre ha estado una labor altruista de unos pocos apasionados, y gracias a ello poseemos unos conocimientos más o menos acertados sobre el tema. ¿Sucede lo mismo en la actualidad con la herramienta del Internet?

GM: ¿Que harás el día que se te acaben las posibilidades de abrir vía en Montserrat?

D.H.: Creo que Internet ofrece unas posibilidades muy interesantes, tanto en el tema de la difusión como en el aspecto de interacción entre los escaladores, y nos guste o no, va a influir en gran manera en todo lo relacionado con el mundo de la montaña. Por el contrario, la

D.H.: Creo que las posibilidades de obertura en Montserrat son todavía muy elevadas; solo es necesario un buen conocimiento del terreno, algo de imaginación y, sobre todo, mucha motivación. De todas maneras disfruto enormemente repitiendo itinerarios de otros escaladores, ¡siempre hay alguna vía pendiente por realizar!

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Albert Iglesias: para escalar, simplemente Montserrat. Lo encontraremos detrás del mostrador de la tienda Alp sports, en cuyo escaparate pudimos ver los primeros pies de gato en Barcelona. Han pasado muchos años, pero en sus paredes aún cuelgan esas viejas fotos de aventuras imborrables, que Albert nos cuenta con nostalgia. En su trayectoria tropezó con los mejores de la época, sin más remedio que ponerse a la altura de las circunstancias para acreditar su valía sobre el conglomerado. Una docena larga de primeras dan fe de su pasión por la vertical, intentando sorprendernos constantemente con el vacio de la montaña, un componente básico de la escalada, que no siempre aparece bajo nuestros pies. GAME Magazine: ¿Como nació tu interés por la escalada? Albert Iglesias: Sencillamente, en una excursión familiar a Montserrat tuve ocasión de ver desde el pie de les Magdalenes, la escalada del Trencabarrals. Fue una impresión tan grande, que desde aquel momento intenté buscar la manera de conectar con escaladores que quisieran enseñarme el “oficio”. GM: De entre todos los clubs de montaña, ¿porque fuiste a parar al GEDE del Club Excursionista de Gràcia? A.I.: Solo tenía 15 años, y con esa edad no había nadie que se comprometiera conmigo. Por suerte conocí a un escalador veterano del GEDE, Víctor López, que fue mi maestro. GM: A los escaladores del GEDE se les atribuyen muchas primeras repeticiones destacadas de las vías Cerdà (Arestas Brucs) o vías de Anglada y cía. ¿Podríamos afirmar que el colectivo de Gràcia seguía los pasos del GAM con cierta insistencia? A.I.: La generación del GEDE fue muy buena, contaba con elementos de gran categoría... Joan Martí, Miquel Lusilla, Josep Paytubí, Jordi Colomer, Manel Guasch, Jaume Mas, Mariano Velasco, y tantos otros, que no acabaríamos nunca. Tuvimos la suerte de repetir itinerarios recién abiertos, todos muy difíciles, de Anglada, Cerdà y compañía. No es que siguiéramos los pasos del GAM, es que los aperturistas eran del GAM, como podían haber sido de otro club.

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Vertiente sur dels Frares Encantats con el inconfundible Lloro y el Dit en el centro de la imagen.

GM: En alguna ocasión hiciste cordada con el germà Paulí. ¿Como era la relación con los monjes escaladores? A.I.: En los años 60-70 había en general, dentro de los del ramo de la cuerda, mucha afinidad con algunos monjes del monasterio de Montserrat. De entre todos ellos destacaba la figura del germà Paulí, al que incluso se le dedicó una roca. Tenía un carácter muy abierto y era un gran comunicador. Escaló con varios compañeros y siempre estaba dispuesto a ayudar a todo aquel que se lo pedía. Con él realice la 2ª ascensión a la vía Badalona de la Panxa del Bisbe. En su estado original -no sé los parabolts que puede tener actualmente- era una escalada muy expuesta, se trataba de un libre de VIº sin ningún tipo de seguros. Faltaban manos para sujetarte a la roca y con falquitas de madera y pitonisas de fisura poco podías hacer para asegurar la jugada. En un momento de mucho apuro, miré abajo y vi a Paulí, rosario en mano, rezando para que no me cayera... Era muy buen tío, colgó los hábitos. GM: Pese a que en tu trayectoria cuentas con infinidad de ascensiones en libre de renombre como las aristas de les Bessones, la Vespa, el Dit...¿porqué popularmente se te considera un montserratino empedernido apasionado del artificial? A.I.: Confieso que nunca fui un escalador al patrón de la época. Todos realizaban grandes vías en el Pirineo, Alpes y demás macizos de gran importancia mientras que lo mío era solo Montserrat. No me consideraba un montañero o alpinista, puesto que las palizas que se montaban andando para llegar a sus objetivos, a mi no me han molado nunca. Me especialicé en el conglomerado y disfrutaba como un enano buscando vías en aristas y paredes que era de lo que se trataba, y cuanto más extraplomado y aéreo mejor. GM: En tus primeras queda patente tu afición al vacío y con ello la dependencia al buril. ¿Fuiste criticado por ello? A.I.: La vertical absoluta era mi campo y con ello busqué itinerarios, los cuales sin ayuda del buril, no se habrían podido realizar. Pero cuidado, que hacer un orificio en la roca con un buril de 8 mm no es lo mismo que coger un taladro, que en un momento te hace el agujero para tu parabolt. Se requería mucho equilibrio, destreza y muchos martillazos para colocar un remache bien puesto. No hubo ningún tipo de crítica, ya no en mí, sino con otros aperturistas, buscando paredes y aristas totalmente lisas. Era la única manera de progresar, por lo que se entendía como normal. GM: ¿De qué primera estas más satisfecho? A.I.: Toda primera ascensión es ya de por sí un logro indescriptible y una gran satisfacción para el aperturista. No existen vías más buenas o más malas, solo el recuerdo de que alguna te atrae más. Te diría el Cap del Gat por las dificultades, el ambiente y la compañía de mi mujer, Carmen Torres, y mi cuñado Jaume Casanovas, mi eterno compañero, el mejor. GM: Repetiste la vía Anglada-Cerdà de la paret de l’Aeri en solo 8h cuando el resto de las cordadas expertas empleaban 12h. ¿Por qué la has escalado tantas veces?

A.I.: La Anglada-Cerdà de la paret de l’Aeri, era un mundo aparte. Nunca he disfrutado tanto de la escalada como en esta vía. La repetí 21 veces. Para mí era una obra de arte. Tenía de todo (libre, artificial, extraplomo, placa...), y sobre todo la exigencia de colgarte de baguetillas y alambres casi del grosor de los de los tapones de cava. Con el tiempo y mucha práctica conseguí realizarla en tan solo 8 h con Casanovas. GM: ¿Crees que esta vía se tendría que reequipar con parabolts para que el personal la disfrutara actualmente con más facilidad sin pasar miedo? A.I.: Del asunto de reequiparla, entiendo que el material en pared con más de 50 años habría que renovarlo de alguna manera. Pero con parabolts se convertirá en una vía mecánica de entreno en “artifo” y perderá su auténtica versión original. Además, el escalador que no busca en Montserrat el compromiso, la aventura y las grandes raciones de adrenalina, para mí no es más que un gimnasta que actúa en la vertical, sin conocer la esencia pura del antiguo montserratino, sin temor a la caída y por tanto sin conocer el verdadero grado de exposición, aun que esté colgado en un 7º. GM: Después de haber vivido una época dorada de la escalada montserratina, ¿no crees que las nuevas tendencias hayan borrado el mágico ritual de descubrir paso a paso los enigmas de la montaña? A.I.: La gente se ha acomodado mucho, y como dije antes, la escalada moderna sigue unos derroteros que creo se han distanciado mucho de lo que en su momento representó la esencia montserratina. Vías súper aseguradas que impiden descubrir la emoción del riesgo, el equilibrio de la mente y el espíritu de superación. GM: ¿Sigues escalando habitualmente? A.I.: Escalo en alguna ocasión. No busco, como es natural, ninguna dificultad superior a mi físico, pero me gusta ir de primero porqué aún estoy disfrutando del poder abrir vía, descubriendo el mejor camino de cada ascensión. Me muevo entre el IIIº y el IV+ siempre en vías clásicas, porque normalmente aún poseen el encanto de lo original, o sea, que no están sembradas de parabolts. Cuidado! honradamente te diré, que si los encuentro me aseguro en ellos, es mi propia decadencia. GM: ¿Crees que son necesarias las vías súper-aseguradas para la iniciación, cuando antes no existía el lujo de caerse y la gente se formaba igual o mejor? A.I.: Entiendo que en la iniciación es mejor buscar vías bien aseguradas. Esto no quiere decir que a los cursillistas no se les dé nociones prácticas de lo que en su futuro representará la escalada de dificultad, con los riesgos propios de las grandes rutas. GM: ¿Como te imaginas el futuro de la escalada montserratina? A.I.: Pues que la evolución natural seguro traerá nuevos sistemas, buscando siempre la máxima seguridad. Seguro que llegará el día en que los friends, los fisureros y demás artilugios modernos, incluidos los parabolts, quedaran obsoletos del mismo modo que lo son hoy el martillo, los tacos, pitones y las pitonisas de buril. Ya se verá!

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Recordando a Jordi Panyella “Pany” (1916-2008) Jordi Panyella i Renom Pany, como le gustaba que le llamaran, nació en Barcelona el día de Sant Jordi del 1916. Su formación montañera le llegó de la mano de Minyons de Muntanya, como a tantos otros futuros escaladores de su época. Las primeras vicisitudes, las primeras caminatas, los primeros amigos, los conoció a través del escultismo, así como el gran amor por la montaña que le perduró toda la vida. Gracias a la formación recibida como alumno de la Escuela Alemana de Barcelona, hablaba bastante bien el alemán, cosa que le valió años más tarde para entrar como representante de la famosa firma germana de motocicletas NSU. Pero su especial vínculo con la montaña le condujo a trabajar en la tienda de deportes Sant Just, situada cerca de la céntrica Rambla barcelonesa. Allí lo encontraban sus amigos arreglando esquís mientras tertuliaban de futuras excursiones y escaladas. Durante la Guerra Civil (1936-39), formó parte de los batallones de montaña que se entrenaban en la Molina, pudiendo perfeccionar las técnicas de esquí y alta montaña que más tarde le permitirían afrontar muchas ascensiones de nuestros Pirineos. A principios de los años 40 ya ejercía de monitor de escalada. Así se le recuerda en el sot del Bac enseñando a un novel Josep M.Torras y donde recibió el bautismo de las caídas, en la pared de la Bauma. Sin embargo a Pany se le recordará no precisamente por esto, sino por sus impecables primeras tanto en Montserrat como en el Pedraforca. Ya en los años 30, consiguió su primera a la aguja Mitjada de les Fogaroses, en Sant Llorenç del Munt, a poco de su primera escalada como tal en la pared del castell d’Eramprunyà (Baix Llobregat). Cuando empezaron a aparecer los primeros grupos de escalada, Pany era al frente de todos ellos. Formó parte del GAM (Grup d’Alta Muntanya) del Club Muntanyenc Barcelonés y posteriormente del CEC cuando se creó el CADE (Centre Acadèmic d’Escalada). En cada uno de ellos creó escuela porque su experiencia se lo permitía. Pese a su carácter complicado e individualista, era amigo de sus amigos y no se encordaba con cualquiera. Maria Antònia Simó, Jordi Farrera, Jordi Casasayes i Raimon Estrems fueron, entre otros, fieles compañeros de cuerda de este valiente escalador, cuya constitución delgada y musculada le permitió encaramarse por las más inverosímiles paredes del país. En Montserrat recordemos cómo consiguió su primera a la aguja del Dit (Frares), una vía considerada aún hoy en día, muy difícil y expuesta, que raramente se repite. Según sus comentarios era la vía más extrema de Montserrat, de aquella época evidentemente. El amor que profesaba por esta montaña era bien palpable. Siempre que podía tenía la escusa para subir al Cavall Bernat, y fue uno de los promotores en colocar la Moreneta de aluminio en su cumbre. Asimismo, los primeros monjes que lo escalaron -dom Hugó y dom Oliva- subieron de su mano. Tenía muy buena relación con el monasterio y prueba de ello es el pésame que envió el mismo padre abat a la familia en el día de su entierro. En Montserrat, donde tantas vías abrió, no fueron solo éstas las que le otorgaron su fama de intrépido, sino una segunda ascensión muy memorable: la Mòmia, junto a la valiente Maria Antònia Simó. Encordados con solo una cuerda de 40 m, repitieron la gesta que unos años antes habían conseguido los escaladores manresanos. Para descender,

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destreparon toda la vía. El Sentinella, el Cap del Guerrer, el Dit, la Porra o la Paret de l’Aeri, entre otras, quedaran en la perpetua lista de las primeras montserratinas más selectas. Pero también el Pedraforca le tenía el corazón robado. A pesar de su acceso largo y penoso, iba siempre que podía. Por Semana Santa se juntaban unos cuantos amigos justo donde poco tiempo después se levantaría el refugio Lluís Estasen. Establecían su base en la bauma de les Orenetes y realizaban excursiones, escaladas o simplemente se dedicaban a deambular sin tan solo subir a la cumbre. Practicaban ascensiones con nieve por el Riambau si estaba en condiciones, o bien escalaban al gusto. Eso sí, era obligado pasar por Saldes por la fonda de Cal Pasqual donde era muy bien recibido. También sin falta, un cordial saludo al mosén Gayetà Pedrals, que mantenía una muy buena relación con todos los escaladores y guardaba celosamente un libro de registros donde se especificaban las diferentes ascensiones de aquella época. Tanto la pared norte del Calderer como la cara sur del Pollegó Inferior, vieron al infatigable Pany abriendo difíciles vías o repitiendo las pocas existentes. En el Pirineo Central, a principios de los años 40, consiguió dos primeras relevantes: una a la Torre de Góriz y otra en la pared de la Brecha de Rolando, cuando desplazarse por estos lares resultaba algo más que difícil. Tampoco tuvo abandonados a los Mallos de Riglos. Su primera al Mallo Pisón -vía Pany-Haus- aún sigue siendo una gran clásica de merecido respeto. Pero fue en Riglos dónde tuvo una gran decepción a raíz del intento de la primera ascensión al Puro: cuando eran a punto de conseguir tal hazaña y a tan solo 15 m de la cima, Pany cayó, afortunadamente sin consecuencias graves, y tuvieron que abandonar. Cuando volvieron definitivamente para concluir la escalada, los maños se anticiparon al evento y se llevaron el sonado triunfo. Al día siguiente, no obstante, todos repitieron la codiciada ascensión a la aguja más emblemática del Reino de los Mallos. Acostumbrado como estaba a conseguir sus objetivos, esto significó un duro golpe que le hizo reflexionar. Con todo ello, continuó con sus salidas a Montserrat donde aún abriría alguna vía relevante como la Agulla Fina dels Naps de Baix, una de sus últimas escaladas. También continuó visitando el Pirineo con la mala fortuna de sufrir un grave accidente mientras se hacía un retrato en la cresta de l’Avió, al Peguera, rompiéndose varios huesos de una pierna. Siurana y el célebre Peñón de Ifac también recibieron su visita muestra de su desmesurada pasión por la descubierta de lugares nuevos y alejados. Pero Pany abandonó muy joven la escalada de dificultad, cuando aún contaba con mucha vitalidad y entusiasmo para dar de sí. Últimamente, y gracias a su hermano Jaume, se aficionó a la navegación y realizada extensas caminatas por la costa. Pero su talante más bien solitario y arisco lo alejaban de los encuentros sociales. Solamente acudía por fortuna, a la fiesta anual del Grup Cavall Bernat del cual era toda una eminencia. Ágil, voluntarioso, decidido y físicamente muy fuerte, pero también de carácter complicado, Pany nos dejó definitivamente el 14 de mayo del 2008 a la edad de 92 años. Su trayectoria siempre será todo un referente para futuras generaciones. Josep Fatjó (2008)


100 vías Azules imprescindibles. Rojas extraordinarias. Reseñamos a continuación 100 itinerarios muy variados para tener una ligera idea de las rocas, paredes y agujas más representativas que nos regala Montserrat. No se trata de ninguna selección de las mejores vías, sino más bien una idónea combinación para conocer los diferentes sectores donde más ha evolucionado su escalada. Vías pioneras de los años 30, grandes clásicas de los 70 y recientes rutas al límite de lo imaginable, conviven en muchos de estos lugares claves de la accidentada geografía montserratina. Unos más frecuentados que otros según la comodidad de acceso, estos parajes ofrecen toda la fantasía necesaria para sumergirse en esta mágica montaña descubriendo sus tesoros, cuanto más alejados más valiosos. Si bien en este repertorio aparecen pocas vías consideradas fàciles, destacamos en color azul los itinerarios más repetidos por sus cualidades y belleza, y los trazados en rojo como los más extremos en relación a sus vecinos. La mayor parte los encontraremos bien equipados, en algunos habrá que servirse de material diverso para culminarlos con éxito, y aunque parezca extraño, en otros será necesario usar los pitones y la maza, una costumbre casi obsoleta en el resto de las comunidades a estas alturas. Hay que destacar también el factor exposición, como el lastre o la herencia de muchos aperturistas, cuya reputación queda bien plasmada en muchas de estas ascensiones donde no se puede fallar. En algunos de los itinerarios azules no conviene caerse, hay que dominar con soltura el Vº grado de dificultad, y en muchos de los rojos, además, controlar un grado más del que aparece en el croquis para subir con solvencia. El terreno conglomerado siempre es técnicamente más exigente que el calcáreo y sus recursos más limitados para asegurarse en libre. No obstante, con la evolución del material se ha dado un paso de gigante hasta tal punto de prescindir puntualmente de la expansión en muchos casos. Con la cabeza en su sitio y con una diestra utilización de los más refinados artilugios mecánicos, ha sido posible abrir desde abajo vías de 7º grado sin recurrir al artificial. Algunas de las vías rojas son un claro ejemplo y máximo exponente de ello, representando todo una pesadilla para los mejores asiduos montserratinos. Es curioso destacar que salvo alguna excepción puramente deportiva, y una sola vía de la vertiente norte, la totalidad de los itinerarios del macizo han sido abiertos por escaladores catalanes, principalmente del área de Barcelona capital, Manresa, Terrassa y Sabadell.

En cuanto a los equipamientos encontraremos de todo, desde rutas excelentemente protegidas con anclajes inoxidables, hasta vías con los buriles más rústicos jamás vistos. Un contraste que hace titubear al foráneo al escoger el itinerario, encarrilándolo hacia el más reluciente que no siempre es el mejor. Para profundizar en la escalada montserratina hay que repetir las vías menos alteradas. La versión original es sin duda alguna la mejor respuesta para entender su estilo y ponernos a la altura de las circunstancias. Defender este argumento es la tarea rutinaria frente a la fiebre del reequipamiento, que paulatinamente borra la integridad de muchas rutas por negligencia o falta de respeto. Aún quedan verdaderas aventuras donde apreciar la destreza y el valor, hechizados por este conglomerado particular, casi urbano, con la esencia más intacta comparado con otras escuelas famosas totalmente transformadas para la escalada de consumo. En los itinerarios descritos a continuación, encontraremos detallado entre el paréntesis el grado máximo obligado a superar (aún ayudándonos de los anclajes para progresar), y en la leyenda el termino expo cuando una caída puede ser considerable. Pese a que existe todo un repertorio de rutas de artificial extremo, solo se incluyen algunos célebres trazados que por su innegable belleza y técnica son verdaderas joyas del pedal. El material para estos casos siempre será el aproximado dependiendo de su estado. Para ello conviene poseer una cierta práctica en acuñar pitones con trozos de madera (falquetes), y en ocasiones chafar plomos en lugares inverosímiles y colgarse sin más. El artificial montserratino es una escrupulosa artesanía que requiere kilometraje y dominar los estribos a la perfección. Pese a que las modernas tendencias brindan unos itinerarios técnicamente complejos de hasta A5+, paradójicamente existen rutas contemporáneas de solo A3 pendientes de repetición. La escasa afición o desconocimiento hacia este género, contrasta con una gran mayoría volcada hacia el grado deportivo, un capítulo aparte que no tratamos en este magazine. Confiamos que repitiendo algunas de estas 100 vías no regreséis a casa indiferentes, y volváis con más fuerza a este macizo mimado continuamente por los catalanes, valorando su innegable belleza, virtudes y peculiaridades. Panorámica de la muralla N dels Frares Encantats desde el Frare Gros al Bisbe. Foto J.Cerdà.

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ITINERARIOS: Aproximaciones y descensos

1- Sant Benet

2- Gorros

3- Cavall Bernat

Para acceder a la zona de Sant Benet tan solo es preciso situarse al fondo del monasterio donde arranca el camino hacia las ermitas, justo por la izquierda de la fuente de la plaza de las celdas. Un camino muy frecuentado con escalinatas de cemento, que en poco más de 30 min lleva a la ermita de Sant Benet (refugio).

La zona de Gorros es la más cómoda del repertorio si accedemos con el funicular de Sant Joan. Una vez en la estación sup. solo será necesario seguir el ancho camino que conduce a Sant Jeroni, y en poco más de 10 min estaremos al pie de les Magdalenes y del Gorro Frígi. De lo contrario habrá que subir andando por el camino de las ermitas citado anteriormente, y de las ruinas de Santa Anna seguir por el otro lado del valle hasta los Gorros (45 min).

Para repetir la vía Normal lo mejor será subir por el camino de las ermitas hasta el pie de la característica Panxa del Bisbe, y continuar por el frondoso valle hasta la altura del monolito para desviarse a la derecha por alguno de los senderos que llevan al panorámico collado del Cavall (1 h). Si pretendemos escalar su vertiente más larga (vía Punsola), la aproximación se efectúa partiendo de Santa Cecília por el camino de l’Arrel (GR) que arranca casi enfrente del refugio, al otro lado de la calzada. Siguiendo por éste y tras pasar la paret dels Diables, habrá que localizar a la derecha un torrente seco que conduce directamente al pie de las vías descritas (50 min).

Desde aquí podemos observar perfectamente la Mòmia, la Momieta, l’Elefant y la Prenyada a pocos minutos de marcha. De la Mòmia y la Prenyada se baja con un rapel de 40 y 30 m respectivamente, de la Momieta con dos de 20 y 40 m, y de l’Elefant se desciende a pie con un corto destrepe por una pequeña canal bajo la cima.

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De todas las rocas se desciende en rapel, excepto del Gorro Frígi que cuenta con una vía ferrata por su itinerario normal.


El descenso consiste en bajar al collado principal mediante dos rapeles (20 y 50 m). Si tenemos que volver al camino de l’Arrel seguiremos bajando por la gran canal que separa el Cavall (S-E) mediante fáciles destrepes y tramos con cuerdas fijas a modo de ferrata.

4- Santa Cecília Desde este punto neurálgico con un buen aparcamiento y el refugio Bartomeu Puiggròs como base de ascensiones, con servicio de bar, literas y con toda la información necesaria para la vertiente N, cogeremos el citado camino de l’Arrel cruzando la calzada para ir hacia las paredes. El primer desvio que encontraremos a la derecha en pocos minutos, lleva directamente a la base del serrat del Moro (25 min). Siguiendo las marcas del GR, más adelante localizaremos a la derecha el inicio del empinado torrente que conduce entre la vegetación al pie de la paret de l’Aeri, con tramos de cuerdas fijas y cables para facilitar la jugada (45 min). Continuando por el camino principal y pasada una característica proa rocosa, divisaremos el serrat del Patriarca y algo más allá un hito que señala el inicio de la fuerte subida por la frondosa canal dels Avellaners. Calcular entre 40 min y 1 h según el itinerario elegido. Más adelante, el camino de l’Arrel se suaviza al pasar bajo la plomada muralla dels Diables, y en un pequeño rellano aparece entre la vegetación un estrecho sendero que conduce al pie de la vía GAM (45 min/1 h).

5- Torrent del Migdia En este entrañable valle encontraremos dos objetivos muy relevantes: els Plecs del Llibre y el Montgròs. Para aproximarse a ellos tenemos dos opciones válidas subiendo desde Santa Cecília o desde el Bruc. Para la primera coger el GR que va hacia Can Massana y al cabo de un rato en plena subida desviarse a mano izquierda por la canal de la Llum hacia el collado principal. Una vez arriba se desciende un buen trecho por el lado contrario (S) hasta situarse a la altura del Montgròs. Unos hitos y unas pintadas a la derecha nos indican el acceso hacia la pared con un tramo de cuerda fija al principio. Para llegar a los Plecs del Llibre, bajar un poco más por el valle hasta pasar unas rocas (vivac) y localizar a la derecha un hito que marca la subida por una frondosa canal hasta el pie de la Aresta Arcarons (1 h larga para ambos casos desde Santa Cecília). Para la segunda opción, dejar el vehículo entre Can Jorba y la Vinya Nova, justo donde arranca el camino de los franceses. Una serpenteante subida nos deja en el coll de Mosset. Un corto tramo en descenso nos deja en el lecho del torrent del Migdia, y en pocos minutos encontramos los desvíos citados anteriormente, pero esta vez a mano izquierda (1 h para el Plec del Llibre y algo más para el Montgròs). La ventaja de esta segunda opción es que al terminar las vías todo es bajada, mientras que para volver a Santa Cecília habrá que remontar de nuevo al collado principal. Del Plec de Llibre Sup. se desciende con un rapel de 20 m y luego se crestea dirección al Montgròs (pasos de IV/IV+), hasta localizar por la derecha un último rapel en un árbol (35 m) que nos deja en el bosque. Rodeando el escenario por evidentes pendientes rocosas (S) se llega de nuevo al pie de la Aresta Arcarons.

al S, habrá que rodear la zona y pasada la notable agulla del Pas del Príncep desviarse a mano derecha por un sendero con marcas azules que conduce al Dit y al Lloro respectivamente (1 h). De todas las cimas descritas se desciende rapelando excepto de la Boleta Foradada que se baja a pie. Atención: las vías del Frare Gros y el Bastó del Frare no se pueden escalar entre el 15 de febrero y el 31 de mayo.

7- Les Agulles Una de las excursiones más típicas de la montaña consiste en dejar el coche en Can Massana y dirigirse al refugio Vicenç Barbé de les Agulles, por lo que este itinerario resta muy señalizado y frecuentado especialmente los fines de semana (45 min). Desde el refugio podremos observar perfectamente las rocas y elegir la canal más adiente para llegar a su base. De la Bessonas se baja con un rapel al collado que las separa (45 m) y otro al suelo por la vertiente N. De la Bola de la Partió hay que rapelar por la Aresta Brucs, y de la Miranda de les Boigues se desciende andando por una canal (N-E).

Atención: en esta zona no está permitida la escalada entre el 15 de febrero al 31 de mayo.

De todas estas grandes paredes se baja andando por su vertiente contraria (S-W), excepto del serrat del Moro, donde hay que rapelar hacia el amplio torrente de la derecha (N) siguiendo el trazo más evidente (2 o 3 rapeles). De todas maneras, descender mediante 6 rapeles por la vía Mas-Brullet biene a ser lo más cómodo y recomendable para volver al refugio.

8- Pollegó de la Vinya Nova.

6- Els Frares Encantats El acceso más corto a Frares Encantats se hace desde la carretera (Km.4) entre Santa Cecília y Can Massana, por un camino que enlaza la calzada con el GR transversal. Otra manera más suave pero más larga consiste en aproximarse desde Can Massana (parking y área de picnic), de todas formas hay que dirigirse hacia el coll de Porc (45 min). Para las paredes N no hay problema, el camino transcurre justo por el pie de las vías descritas, pero para llegar al resto de las rocas situadas

Desde el parking de la masía de la Vinya Nova (restaurante), dirigirse hacia el valle principal -torrent del Pont- para localizar un hito a mano derecha que marca el inicio de la subida hacia el Pollegó (ojo de no continuar por el lecho del torrente). Pronto llegaremos a cruzar la canal que sube directamente al pie de los itinerarios (20 min). El descenso habitual consiste en crestear hasta alcanzar el coll dels Pollegons (hitos), para descender posteriormente por el torrent del Pont hacia la Vinya Nova (1 h). Atención: en esta zona no está permitida la escalada del 1 de enero al 30 de junio.

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9- La Proa.

10- La Palleta.

11- El Puntal de l’Aubarda.

Para ir a la Proa hay que dirigirse desde el Bruc a la masía del Castell y dejar el vehículo en las oliveras situadas al N por debajo la finca. Una vez aquí atravesar el campo dirección al torrente principal, hasta localizar a la derecha unas pintadas rojas que señalan la subida por el lomo más marcado directo al objetivo (40 min).

Desde la Vinya Nova retroceder la pista dirección al pueblo de Collbató y a la altura de una pista cerrada aparcar y adentrarse por ésta hasta finalizar en un marcado y caótico torrente. Localizar los hitos correspondientes y seguirlos hasta alcanzar la base de la pared al fondo del valle (40 min).

Al Puntal (serrat de l’Aubarda Castellana) se llega por el camino de Sant Jeroni pasando por la zona de Gorros y el estratégico mirador situado al lado mismo del camino principal, donde podremos observarlo claramente a poniente en primer término. Continuar por el camino hasta un punto donde nos desviaremos a la izquierda para descender al pie del objetivo (1 h).

El descenso consiste en rapelar por la vía Tropicana mediante tres instalaciones equipadas a tal efecto (35, 40 y 30 m).

Refugi Vicenç Barbé (Agulles)

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Para bajar desde la cima lo más usual es rapelar por la vía Pere Segura. Atención: en esta pared no se puede escalar desde el 1 de enero hasta el 30 de junio.

Desde la cima efectuar un corto destrepe (o rapel) al collado N y superar un resalte (IIIº) para continuar por el marcado lomo del serrat hasta el bosque por donde transcurre el camino principal.


SANT BENET La Prenyada 1- Cerdanyola (70 m V+). 1ª asc. E.Roca y J.Noguera (17-8-79). Elocuente trazado paralelo a la clásica GómezXalmet que sirve de alternativa para disfrutar la sinuosidad de un terreno excelente, poco pulido y asequible en general. Equipado con buriles. Quizás lo más difícil sea llegar a la R1 y lo más bonito el L2. La tercera tirada consiste en chapar 3 buriles bastante distantes siguiendo el relieve de la pared hasta alcanzar el característico árbol de la Gómez por la derecha. Llevar unas 6 cintas. 2- Gómez-Xalmet (120 m Vº/A0). 1ª asc. J.Gómez y J.Xalmet (1957). La escalada más repetida de la Prenyada por su elegante trazado y moderada dificultad, totalmente equipada con parabolts. El final del L1 es con diferencia el tramo más exigente con la posibilidad de pasar en A0 o en 6a según nuestras posibilidades, y a continuación un par de tiradas en diedro son la verdadera joya de este itinerario clave de la zona de Sant Benet. Roca excelente pero pulida en conjunto. Llevar 8 cintas. Del todo imprescindible. 3- Redimonis (110 m 7a). Equipada por A.Cugat y V.Esteve (30-7-91). Línea prefabricada por dos buenos asiduos, que aprovecha la máxima verticalidad de la cara sur mediante cuatro largos con parabolts y roca muy buena. Destaca la última tirada con diferencia. Llevar unas 10 cintas.

la Prenyada (cara S)

calidad gradualmente hasta situarse en la arista E donde destacan los últimos 20 m. En definitiva una buena combinación para escalar la vertiente más soleada de la Prenyada con una salida sorprendente a la cima. Llevar unas 16 cintas. 5- Esperó Màgic (100 m V+). 1ª asc. D.Garín, Emma Mora, V.Viciana y F.García (jul-82). Si bien en algunos sitios de Montserrat podemos encontrar tramos con bolos similares a Riglos, en esta vía gozaremos de una tirada única (L2) donde la roca se pone de acuerdo con el escalador. Escalada imprescindible totalmente equipada con buriles y espits. Atención a la salida de la R1 de no seguir hacia la izquierda, y al último largo encontrando la salida adecuada. Llevar unas 7 cintas y cordinos. 6- Cerdà-Pokorski (115 m V+/A1). 1ª asc. Joan Cerdà y Heinz Pokorski (18-10-59). Una de tantas clásicas abiertas por esta famosa cordada, que resigue la evidente fisura diagonal que raya la cara norte. Destaca la salida algo expo de la R1 hasta alcanzar el primer pitón, y los siguientes largos por su continuidad, aunque se pueden trampear en artificial añadiendo algún que otro fisurero en los pasajes claves. Serán útiles 10 cintas y un juego de fisureros.

L’Elefant 1- Elefanta Elena (135 m 6b). 1ª asc. A.Cugat y X.Fernández (9-8-99). Escalada semi equipada con parabolts inoxidables (8 mm) en fisuras y placas de calidad, que aprovecha la lógica del margen izquierdo del gran muro W de l’Elefant. Primera tirada de fisura totalmente desequipada, L2 a proteger mediante merlets con algún parabolt salteado, y último equipado. Llevar cintas largas para merlets y el juego de camalots hasta el nº3 con los números medianos repetidos. 2- The Wall (125 m Vº). Equipada por Juan y Ricardo (11-10-81). Sensacional recorrido que de una forma asequible, elegante y directa descubre el mejor terreno la cara W de l’Elefant, un buen lugar para cuando aprieta el calor. Fue de las primeras vías equipadas por arriba cuyo acierto rápidamente la hizo muy popular. Actualmente se encuentra reequipada con parabolts (1 clavo y 2 puentes de roca). En general bastante solicitada. Llevar 12 cintas.

l’Elefant (cara W)

7- Fada Maldí (90 m 6a+). 1ª asc. J.M.Alsina y F.Rosell (10-8-93). Trazado similar a l’Esperó Màgic, pero a proteger principalmente con merlets y algún microfriend. En el L1 encontraremos solo un espit, en L2 hay que lazar merlets al gusto del consumidor y chapar algún buril de una vía que atraviesa la pared casi llegando a la R2, y en la última tirada dar la talla por un muro de 6a+ con solo un clavo de protección. Pocas repeticiones. Un pequeño tesoro de la autoprotección made in Alsina.

la Prenyada (cara N) 3- Vía del Jan (100 m 6b). Equipada por J.Ibarz y compañero (julio-93). La vía comienza por The Wall y a partir del 4º parabolt continua todo derecho hacia un agujero y se monta la reunión a la derecha. Un corto largo con buen canto nos sitúa al lado del pronunciado muro donde hay que dar la talla (falta la 1ª chapa del desplome). En caso de fuerza mayor, podemos continuar a la izquierda por la antigua ruta Ludwing-Casanellas (pitones) para sortear el desplome. Llevar 10 cintas y alguna chapa recuperable.

4- Integral Baños de Sol (120 m V+/Ae). 1ª asc. T.Jiménez, J.C.Sagarra, E.Albir, J.Salmerón y T.García (16-10-84). Después de un inicio tieso y mantenido por la vía EAM (originalmente Ae), la vía pierde verti-

4- Cul d’Elefant (120 m V+/Ae). 1ª asc. F.Viciano y C.Segura (mayo-94). Itinerario totalmente equipado que aprovecha los muros del sector derecho de la pared, culminando por el lomo donde se junta con la vía Harold Lloyd y prácticamente terminan las dificultades. Atención al L1 en el que se cruza con la vía LudwingCasanellas justo bajo el desplome y con algún que otro proyecto a medias situado a mano derecha. Llevar 12 cintas.

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La Mòmia y la Momieta la Mòmia y la Momieta (cara S)

4- Vía Normal (80 m V+). 1ª asc. J.Caselles, Subirana, Vignoli y L.Serrat (13-6-43). La sencillez de esta ascensión justifica su escalada. Una clásica que conquista la Momieta por su flanco más vulnerable, incluyendo la travesía de entrada por una singular cornisa que nos centra en el objetivo. Al inicio toparemos con el paso más exigente de toda la vía, debido en gran parte al descenso del nivel del suelo erosionado por el agua. Llevar 5 cintas (parabolts).

4- Ignasi Jorba (130 m V+). Equipada por A.Cardona y C.Barés (mayo-92). Itinerario muy parecido al anterior pero generosamente equipado con parabolts verdes, que hoy por hoy es sin lugar a dudas el más repetido de toda la Magdalena Superior. Desgraciadamente, su existencia ha borrado literalmente la ruta pionera de esta vertiente, la Mingo Arenas. Dificultad progresiva donde destacan las dos últimas tiradas, mucho más asequibles de lo que parecen desde abajo. Roca excelente. Llevar 8 cintas.

GORROS

5- Free Light (145 m V+). Equipada por A.Cardona (septiembre-96). Como su nombre indica, una línea asequible equipada para disfrutar de la buena roca del Gorro Frígi sin más pretensiones. De todas formas, este itinerario explora un margen menos frecuentado con más resaltes y algo más apartado de la vertical del camino, lo cual siempre se agradece. Los pasajes más exigentes los encontraremos siempre a la salida de las reuniones. Llevar 9 cintas.

1- Mingo Arenas (100 m V-). 1ª asc. M.Arenas y A.Sorolla (abril-56). Esta formidable cordada fue la primera en descubrir las debilidades de las vertientes más atractivas de las Magdalenas Superior e Inferior. Actualmente esta vía ha quedado prácticamente sepultada por otros itinerarios que se han equipado por encima, y la aventura consiste en subir por donde nos lleva el terreno, aprovechando o no, la gran variedad de anclajes que encontraremos diseminados a su paso. Solo por acariciar su extraordinaria roca ya merece la pena.

1- Brown Sugar + VALOR (120 m 6b+). Brown Sugar equipada por Marcel Millet (julio-81) y vía VALOR. 1ª asc. J.Viñas, S.Angelet, V.López, S.Ortiz y J.Roca (13-10-63). La Brown Sugar es todo un referente de la generación free. La vía en sí no es más que uno de tantos muros equipados para libre, pero que en su día rompió con todas las pautas establecidas por su concepción. Una escalada de culto, difícil y obligada, donde hay que apretar en todo momento sobre una roca algo pulida pero con agujeritos claves y grado ajustado. La salida por la vía VALOR no deja de ser la guinda del pastel. Llevar 7 cintas. 2- Haus-Estrems (150 m 6a). 1ª asc. J.Casasayas y hnos. Eugeni y Raimon Estrems (28-7-46). Para saborear plenamente esta gran vía montserratina hay que ponerse en todo momento en la piel de sus protagonistas, y especialmente en J.Casasayas Haus, que se dejó parte de la chaqueta abriendo el terrible offwidth del L2 sin las 3 chapas que existen actualmente. Una de las fisuras más elegantes de todo el macizo para una delicia de ascensión, atlética, algo pulida y siempre exigente. Con 4 cintas es suficiente. 3- Kung Fu (130 m 7a). 1ª asc. Josep Maria Alsina en solitario (9-3-90). Una obra maestra del malogrado Alsina equipada íntegramente desde abajo, colocando los parabolts manejando el taladro con una mano y con la otra sujetándose a la pared. Con ello hallaremos todos los seguros en su sitio pero alejados, una enorme ventaja que el protagonista no tuvo mientras abría los muros a vista con un grado máximo de 7a+, una vez equipado. Trazado elegante y directo con una fantástica parte final. Pocas repeticiones. Llevar 8 cintas.

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2- Rataplan (100 m V-). Equipada por G.Arias, E.Fabra y Gastón (julio-84). Itinerario similar al anterior pero minado de parabolts amarillos para no extraviarse. Una solicitada alternativa que la sitúa como una de las vías más repetidas de Gorros por su generoso equipamiento y calidad de roca, siempre con buen canto, discreta verticalidad y un anclaje cada 2m en los tramos más peliagudos como en el L1. Ideal para llevar a la toda la familia. Llevar unas 15 cintas. 3- Amistat d’estiu (130 m 6a). 1ª asc. Lete, Fredi, Mika, Salvi, Franc, Alberto, Toni y Susana (agosto-84). Uno de los pocos trazados que quedan en la zona de Gorros donde se aprecia la pericia de sus aperturistas. Escalada equipada con unos pocos buriles donde destaca el penúltimo largo, una combinación de equilibrios para alcanzar una a una las chapas magistralmente colocadas en la vertical (salida de R3 bastante expo). Llevar 5 cintas.

6- Magic Line (160 m Vº). Equipada por A.Sánchez, J.Oliva, Gastón, J.Britz, E.Fabra y Tere Martí (diciembre-86). Itinerario equipado con espits, directo y atractivo, que soluciona la jugada sin darle más vueltas al asunto. Viene a ser la vía Badalona enderezada coincidiendo el tercer largo, y continuando todo recto por un tramo muy vertical que le da más solera al asunto. Al inicio encontraremos el paso más explosivo y pulido, que lo podemos sortear por ambos lados del desplome. Llevar 8 cintas. 7- Vía del Carles (160 m Vº). Equipada por A.Cardona (abril-87). Otro de los itinerarios más solicitados de la zona de Gorros por su asequible línea directa, excelentemente equipada con parabolts de color verde, en la que solo encontraremos un tramo destacable a la llegada de R3 no obligado (V+). El resto predomina el IVº con buena presa hasta enlazar con la vía Montpart. Escalada muy frecuentada. Todas las reuniones con anillas de rappel. Llevar 8 cintas.


8- Montpart (180 m IVº). 1ª asc. A.Montpart y A.Caparrós (abril-55). Escalada auténtica que con los años ha ido perdiendo el protagonismo dada la competencia. De todas maneras, continua siendo un trazado ejemplar, inteligente i el más lógico del repertorio, que sin sobrepasar el IVº grado y con las mínimas expansiones (no originales), supera el Gorro Frígi por delante con una roca de gran calidad. Se puede proteger artesanalmente lazando merlets y colocando algún friend pequeño. Encontraremos las reuniones montadas y alguna chapa en las tiradas. Una romántica ascensión de toda la vida.

el Cavall Bernat (cara E)

la vía Puigmal. La roca es buena en general pero con liquen en algunos pasajes de la parte alta, donde destaca la panza del último largo como lo más obligado de la vía. Pese a no ser una maravilla, posee tramos muy interesantes y con buen ambiente. Llevar unas 20 exprés y cuerdas de 60 m. 6- Puigmal (250 m V+/Ae). 1ª asc. J.Álvarez, J.Ayats y M.Navarro (17-10-54). Después de varios reequipamientos, el estado actual de la vía exige un buen nivel de autoprotección al ser eliminadas muchas expansiones de relleno, con los años colocadas al lado de las fisuras. Ahora es necesario negociarlas convenientemente sin regalar nada hasta la R5, y después todo parabolts hasta la cima. Para ello serán muy útiles los fisureros, aliens y los camalots hasta nº3 como mínimo. En libre los tres últimos largos rondan el 7a, con un desplome puntual de 7b+ en el penúltimo. Imprescindible.

CAVALL BERNAT el Cavall Bernat

7- La Gran il·lusió (230 m 6a+). Equipada por X.Martín y Miki Capella (10-9-88). Itinerario de parabolts para disfrutar en libre y de una forma progresiva el máximo desnivel del Cavall sin más rodeos. Siete largos de placa de buena calidad son el principal argumento de esta vía bastante repetida, que como máximo hay que escalar 6a+ de chapa a chapa. Más de uno la confunde con la Punsola-Reniu hasta que se da cuenta que el grado no concuerda con la realidad. Calcular unas 15 cintas. Muy recomendable.

1- Vía Normal (80 m Vº). 1ª asc. J.Costa, J.Boix y C.Balaguer (27-10-35). Ascensión emblemática donde las haya, por su desenlace histórico y repercusión. Una las vías más repetidas de todo el macizo, cuya roca pulida habla por si sola. Destaca el flanqueo de entrada como lo más exigente, ya que el diedro es más técnico que obligado, y esta aliñado con buenas escarpias made in Jordi Àlvarez que hacen juego con la Moreneta. Llevar 9 cintas y friends medianos si vamos con la L de prácticas. 2- Vía GAM (95 m Vº/Ae). 1ª asc. J.M.Balcells, A.Ventura, J.Vendrell y J.Carbó (14-9-52). Con la vía Normal al lado, hoy por hoy la GAM resulta más un romántico trofeo de coleccionista, que una vía práctica para alcanzar la cima. De todas maneras, su largo flanqueo merece la visita de rigor para apreciar su estrategia (en su día con clavos y pitonisas), y sumarle el inesperado ambiente que ofrece el Cavall al distanciarnos del collado. Llevar fisureros, friends medianos y alguna chapa recuperable.

3- Cops de pedra (75 m 6b). Equipada por R.Cano, S.Indi y J.Grau (2005). Con los años han aparecido algunos itinerarios equipados cerca de la vía Normal que se han sumado al historial del monolito. Éste lo podemos considerar el más exigente por su elocuente continuidad, con respecto a otros dos equipados a ambos lados de la normal mucho más factibles de graduación. No son vías frecuentadas, pues están en un entorno muy clásico y lejos del ámbito deportivo, pero allí están. Llevar unas 20 exprés. 4- Désirée (215 m V+/Ae). 1ª asc. J.Altimira, X.Nicolau, A.G.Picazo y F.Parera (1-12-79). Si el trazado de esta vía siempre ha estado el mejor argumento para escalarla, con los anclajes inoxidables actuales no tiene perdón el no haberla hecho. Una ondulante ascensión conduce de forma sinuosa al pie del frontón final, donde un buen tramo en artificial nos sitúa bajo la fisura más oportuna para alcanzar la cima. Roca y equipamiento excelentes. Posible 8a+ el largo de artificial. Llevar unas 18 cintas. 5- Grau-Tarragó (230 m 6b+/Ae). Equipada por M.Grau y D.Tarragó (enero-07). Moderno itinerario excelentemente equipado con inoxidables y encajado convenientemente entre las vías existentes, que supera de la mejor forma el terreno disponible coincidiendo con un tramo de

8- Punsola-Reniu (250 m Vº/Ae). 1ª asc. M.Punsola y J.Reniu (23-5-71). Estamos ante el itinerario más repetido de toda la vertiente norte, por su arrogante línea, dificultad moderada, y sobre todo por ser el Cavall Bernat, todo un símbolo para los escaladores catalanes y el icono principal que ofrece Montserrat desde el exterior. Escalada prácticamente equipada con anclajes inoxidables, en la que además podemos colocar algún fisurero o friend mediano opcionalmente. Apurándola en libre hay que controlar hasta 6c+, siendo más difícil de lo que aparenta a primera vista. Muy frecuentada y algo pulida. Llevar 16 cintas.

LA PARET DELS DIABLES 1- Vía GEAM o Vilanovins (270 m 6a/Ae/A1). 1ª asc. A.Vedo, R.Jariot, V.Barberà, A.Armabat, J.Gomà y J.M.Franco (agosto-73). Un itinerario que podríamos catalogar de azul, con una versión en libre en color rojo para los que deseen un vertical reto de séptimo grado por un lugar visualmente cautivador, conocido popularmente como el Plàtan de Diables. Para ello fue reequipado en su día, intercalando parabolts entre los buriles existentes, de manera que en la versión original sigue siendo preciso esmerarse hasta la R3 pitonando algunos pasos (3 uves y 1 bong). Primer largo muy cutre y selvático. Serán necesarios los fisureros, los aliens, camalots hasta nº1 y 8 chapas recuperables.

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4- Barrufets (230 m V+/A2+). 1ª asc. J.Camprubí, R.Brescó, X.P.Gil y A.Gómez (15-5-78). Ruta en estado original cuyo trazado descubre el pasadizo entre los enormes desplomes para alcanzar la diagonal principal de la pared. Una primera mitad en escalada combinada en roca variable contrasta con una parte final de categoría enlazando con la vía GAM. Destaca la pirámide invertida (L4) como el tramo más complicado, al superar una antipática fisura semi-ciega difícil de pitonar. Llevar 7 pitones variados, falquitas de madera, fisureros, aliens y chapas recuperables.

2- Sánchez-Martínez (330 m V+/Ae). 1ª asc. J.Sánchez y C.Martínez (30-11-70). Una de las vías más bonitas, completas y variadas de paredes norte, generosamente reequipada con parabolts. Una ascensión de esfuerzo mantenido hasta llegar a las rampas de salida, donde regresamos a la realidad después de un entretenido viaje por el corazón de la pared. Los largos que discurren por el interior del gran puro característico están muy pulidos con respecto al resto de la vía, debido a la continua lluvia de arena procedente de los desplomes. Un juego de fisureros y unas 16 cintas serán suficientes (friends opcionales) para repetir una aventura siempre solicitada. En libre máximo 7a+. 3- Rolling Stones (160 m 6a/A2). 1ª asc. J.C.Griso y A.Ballart (3-11-80). Desplomes, diedros y muros en combinación perfecta para ofrecer la salida directa más elegante de la pared. Escalada recientemente reequipada donde hay que dominar un poco de todo, para superar desde un techo de buenas proporciones, hasta una línea de fisuras donde habrá que protegerse convenientemente destacando el cambio de diedros. Para ello serán indispensables 18 exprés, los fisureros, aliens y cintas muy largas. En libre máximo 7a+. Imprescindible.

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5- Santbeneddictes (270 m 6c/A4+). 1ª asc. J.M.Alsina y E.Camacho (15-10-91). Pese a sus evidentes exigencias, esta vía se repite de vez en cuando por cordadas todo-terreno donde uno controla el artificial laborioso mientras que el otro domina el libre obligado i expuesto. La clave reside en superar un L2 con solo un espit de protección a la mitad, y por otra el largo de A4+, danza precaria en desplome a ritmo de falcas, ganchos y plomos. En el resto de la vía encontramos alguna fisura y espits para sortear en libre los diferentes muros que salen al paso. Llevar 10 pitones variados, clavos cortos, falquitas, ganchos, plomos y friends hasta nº3,5. 6- Vía GAM (300 m V+/Ae). 1ª asc. S.Ubach, R.Brescó, L.Costa y R.Galí (7-12-70). Famosa por su gran techo, la vía GAM mantiene su etiqueta de gran clásica por su digno reequipamiento, atractivo recorrido y grado moderado. Una ascensión imprescindible para sintonizar con el ambiente de la pared resiguiendo lo más lógico, pese al paréntesis central. Destaca el último tercio por su elegancia y calidad, después de un tremendo vacío monopolizado por una roca menos generosa. Llevar 15 cintas, fisureros y friends medianos.

7- Flipp Matinal (230 m 6a/Ae). 1ª asc. L.Hortalà y J.C.Griso (22-4-79). Los itinerarios de la paret dels Diables poseen una elegancia relevante y un compromiso particular, y la vía Flipp Matinal lo confirma, un audaz trazado en diagonal ascendente, cuanto más arriba más bello e inquietante. Una virtual retirada a estas alturas puede llegar a ser de infarto y poner a prueba el temple de sus protagonistas, un factor a tener en cuenta por este aéreo distrito montserratino a cobijo de las tormentas. Llevar los fisureros, camalots hasta nº2 y 3 chapas rec. Imprescindible.

SERRAT DEL PATRIARCA 1- Alfanhuí (230 m 6a+/Ae). 1ª asc. A.G.Picazo, J.Reina y M.Muñoz (11-3-81). Situada en el mástil principal de la pared, la Alfanhuí representa una vía primordial para tantear el serrat del Patriarca por vez primera. Una línea casi directa, una gran laja central para alcanzarla a golpe de buril y continuar en libre por un espolón de una calidad similar a las mejores aristas Brucs. Destacar una travesía a la derecha poco evidente en el L6. En libre máximo 7c (L3). Roca de buena a excelente mejorando con la altura. Llevar 15 cintas, fisureros, camalots (útil alguno grande) y alguna chapa recuperable. Semi-reequipada con parabolts. Del todo recomendable.



2- Vía Feli (250 m 7a). 1º asc. S.Gonzàlez y J.Pou (8-8-93). Estamos ante uno de los itinerarios más codiciados por los más fanáticos, que con casi 20 años de existencia solo cuenta con dos intentonas conocidas en las que solo se ha llegado a tantear el L2. Una obra maestra de todo un montserratino llamado Salvador Gonzàlez Salva, guarda del refugio Bartomeu Puiggròs en Santa Cecília. En la vía solo encontraremos 11 espits, 8 clavos y 5 plomos, principalmente en L2 y L3. Llevar 2 universales, 1 uve grande, 2 bongs pequeños, falcas de madera, cordinos i camalots hasta nº2 (reuniones montadas). Todo un reto para los mejores. 3- Cobo-Pamplona (300 m Vº/A2). 1ª asc. Benito Cobo y Pamplona (1973). En su tiempo esta línea fue una de las más repetidas de paredes junto a la Sánchez-Martínez de Diables y la Mas-Brullet del serrat del Moro, por su elegante y largo recorrido. Actualmente és una vía más de coleccionista, donde hay que entender de artificial para superar un L5 donde siempre falta algún paso para seguir adelante. El resto está prácticamente equipado y se puede apurar en libre hasta 6c. Llevar fisureros, camalots hasta nº2 y 3 chapas recuperables (algún clavo ancho opcional). Una gran clásica de toda la vida con ambiente de mini Bigwall.

4- Xavier Teixidó (330 m 6a+/Ae). 1ª asc. X.Teixidó, R.Confalonieri y J.M.Dalmau (julio-05). Itinerario relativamente moderno que aprovecha lo mejor del espolón principal de Patriarcas, mediante una línea acertada y prácticamente equipada con parabolts que resulta una de las vías más largas de esta zona. Una ruta que se presenta bastante asequible en conjunto, pero con un exigente L7 que rompe con la generosidad de anclajes y donde hay que escalar de verdad. Llevar 12 cintas, los fisureros y camalots medianos. Muy interesante, variada y poco solicitada por el momento.

1- Easy Rider (300 m V+). 1ª asc. J.Carbonell y A.Ballart (17-7-78). Esta célebre escalada es todo un referente por su concepción y diseño. La vía fué abierta en poco más de 12 h y equipando el L5 desde arriba. En definitiva resultó una línea en libre atractiva y asequible, que se volvió la más popular de la pared de l’Aeri. Con el tiempo su fama ha disminuido debido al factor seguridad. Actualmente se la considera una escalada expo pese a estar excelentemente equipada con anclajes inoxidables y poseer una roca insuperable. Llevar unas 9 cintas. Imprescindible y sin aglomeraciones.

3- Electric Ladyland (180m V+/A1). 1ª asc. J.Carbonell, Kim Prats, F.Queralt y A.Ballart (4-7-78). Escalada famosa por su bavaresa del grosor de la guitarra de Jimi Hendrix, colgada en la vertical de la pared. Itinerario equipado con parabolts y pitones, donde solo hay que añadir alguna pieza en la fisura perfecta del techo triangular, y algún friend en la bavaresa. Roca buena en conjunto, pero atención cuando ha llovido con insistencia porqué el agua se escurre por debajo de la gran laja. Se realiza toda en libre, con un grado máximo de 7b en la travesía hacia la bavaresa. Llevar fisureros y camalots nº2 y nº3 como máximo.

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LA PARET DE L’AERI

2- Fraggel Rock (280m 6b). 1ª asc. Salvador Gonzàlez en solitario (septiembre-00). Para los que no se atrevan con la Easy Rider, tenemos este magnífico trazado equipado pero con un grado algo más exigente (6b), donde los parabolts no alejan tanto y podemos disfrutar de un terreno similar realmente sorprendente. Ahora mismo és una solicitada alternativa donde destacan el L1 y el L6 como lo más difícil y obligado. Roca siempre excelente excepto al inicio del último largo. Llevar 13 cintas.

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la Paret de l’Aeri

4- Pany-Farrera + TIM (310 m 6a/A1). 1ª asc. J.Panyella y J.Farrera (11-6-41). Vía TIM: J.Alaix, J.Camarasa, F.Izquierdo, J.Camp, J.Corominas y F.Gual (11-10-48). Un itinerario legendario por su desenlace en la conquista de las grandes paredes N montserratinas. Podemos considerarlo un buen trofeo de coleccionista, realizarlo significa valorar la audacia de unos escaladores de los años 40 fascinados por un objetivo sin parangón para la época. Destacar que en todo el recorrido no habian expansiones, y que actualmente para repetirlo se utilizan más de 25, sin contar las reuniones. Llevar los fisureros, plaquetas recuperables y friends nº3 y nº3,5. Aventura total garantizada hasta la cima. Abstenerse si no queremos manchar el traje o tierra en los ojos. 5- El Mirall Impenetrable (300 m 6a/A5). 1ª asc. Santi Llop y J.Ll.Sasot (9-6-84). Una obra maestra de Santi Llop, que en su día se anticipó a la época subiendo por el centro de la pared con la ayuda de tan solo 12 expansiones de progresión. Un alarde técnico que ha hecho de ésta una ruta de culto y todo un referente, para los apasionados de la escalada artificial extrema dentro y fuera de nuestras fronteras. Actualmente solo cuenta con unas 20 repeticiones. Llevar 20 pitones variados (principalmente cortos), 1 bong, ganchos de todo tipo, pitonisas, unos 30 plomos, falcas de todas las medidas, un taco y los fisureros. Recientemente se ha conseguido con un horario récord de 17 h, cuando lo normal son 2 días y medio.


6- Anglada-Cerdà (300 m V+/A2). 1ª asc. J.M.Anglada y Joan Cerdà (19-6-60). En su día esta vía significó toda una proeza, hasta tal punto de atraer a muchos célebres foráneos que con solo tantear el L1 ya tuvieron bastante. Una progresión mediante pitonisas y diminutos remaches, enlaza inteligentemente las diseminadas fisuras que proporciona el frontón principal de la pared, resultando una ascensión muy valorada actualmente y cuya precariedad ahuyenta incluso a los más apasionados del pedal. Llevar 12 pitones (principalmente uves), falcas de madera, aliens, 8 plaquetas recuperables, camalots hasta nº3, y multitud de cordinos finos o cables delgados para estrangular los remaches. Se repite con discreción 2/4 veces al año. Reuniones con parabolts.

el Serrat del Moro

ELS PLECS DEL LLIBRE 1- Aresta Arcarons (200 m 6a). 1ª asc. S.Martínez, M.Homs, J.C.Griso, J.Borrut y A.Ballart (1-11-78). Considerada la Aresta Brucs más destacada del macizo por su estética y longitud, se le suma el caché de ser la más cotizada por la clientela clásica a un precio más que respetable. Una sobredosis de Vº grado, que exige una lectura exacta del terreno para no titubear entre los seguros, que son escasos y casi siempre alejados. Una buena muestra del estilo de los Piratas, abierta con bota rígida y dedicada al capitán del garfio. Llevar unas 9 cintas, con la posibilidad de colocar algún alien o camalot hasta nº2. Prácticamente equipada con parabolts y 1 clavo, con largas excursiones de IV+. Imprescindible de verdad.

7- Valentin Casanovas (300 m 6a/Ae). 1ª asc. J.Rodríguez Rodri y A.G.Picazo (2-9-76). Itinerario emblemático por su línea y concepción, y primordial estandarte de la tribu de los Piratas. La ruta ofrece pasajes de todo tipo, que resulta un cóctel de elegáncia difícil de superar. Resalta visualmente su bavaresa y el curioso tramo que sortea el techo final, como lo más sorprendente y adrenalínico de una gran clásica exigente e imprescindible a la vez. Destacan los primeros 20 m como lo más duros del itinerario (6c en libre) que originalmente se superan en artificial clavando alguna pieza. Los largos centrales de buriles se han liberado con un grado de 7c. Llevar los fisureros, camalots grandes, 3 chapas recuperables y alguna uve gorda si vamos justos de grado (L1). 8- Vía del Xavi (280 m 7c). 1ª asc. J.L.Moreno, E.Bladé y miembros del CADE (20-9-99). Extrema ruta poco repetida que aprovecha una antiguo proyecto de escaladores del CEC que terminaba a nivel de la franja central. A partir de ésta, la vía del Xavi significa un considerable reto conseguido equipando desde abajo unos largos de séptimo, aliñados con 35 chapas y algunos plomos, donde habrá que dominar para escalar con soltura los tramos donde los anclajes quedan distanciados. Mientras que en la parte inferior serán útiles 2 universales, 3 uves y los fisureros, la parte superior resta equipada tal cual (llevar 10 cintas), pudiendo acceder hasta la R4 por las vías de la derecha.

EL SERRAT DEL MORO 1- Casas-Chani (280 m V+/Ae). 1ª asc. F.Casas y J.Álvarez (enero-72). Interesante itinerario por su trazado capaz de ganar prácticamente en libre la muralla, enlazando una línea de fisuras con una gran variedad de pasajes. Sus dos primeros largos de diedro se derrumbaron y se tuvieron que recuperar de la mejor forma sin alterar la dificultad en libre original, recurriendo al artificial equipado para solventar un buen tramo del L2. A partir de la R2 el equipamiento es vetusto pero suficiente para ir progresando con la ayuda de los fisureros y camalots hasta nº3. Llevar también alguna chapa recuperable, cordinos y unas 14 cintas. Roca buena. Recomendable.

de todos los calibres. El principal inconveniente de la vía es su roca pulida, sobretodo en el L1 donde hay que dar la talla por narices, y el penúltimo (oculto en la foto) donde tendremos que emplearnos a fondo por una escalofriante grieta que nos hará olvidar que estamos escalando en Montserrat. Una ruta alpina pese a estar cerca de Monistrol, ideal para iniciarse en la técnica de fisuras. Llevar 12 cintas, los fisureros, 3 chapas recuperables y camalots hasta nº4 si vamos muy limitados. En libre máximo 6c (L9).

2- Imaginació deforme (230 m 6b+/A3). 1ª asc. E.Camacho y J.M.Alsina (6-8-93). Esta moderna vía ofrece un trazado muy atrevido y espectacular, donde hay que combinar el libre obligado con el artificial acrobático resultando el coctel más explosivo del serrat del Moro con diferencia. Pese a todo ello se ha repetido en diversas ocasiones y todos los comentarios son favorables. Destacar que la ruta arranca a la izquierda de la MasBrullet progresando en oposición muy ancha, y que la tirada de artificial (L7) se encuentra bastante equipada con plomos y espits. Llevar 5 clavos tipo Lost Arrow o similares, alguna uve, 3 tacos, 5 pitonisas, aliens, ganxos, camalots hasta nº3, dos chapas recuperables y algún plomo. 3- Mas-Brullet (290 m V+/A1). 1ª asc. J.Mas y J.M.Brullet (311-60). Uno de los itinerarios más bellos y repetidos de la vertiente norte y de la zona de Santa Cecília en especial, cuya popularidad nunca ha decrecido gracias a sus célebres pasajes en fisuras

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2- Miserables Tatxaires (180 m 7a). 1ª asc. Carles Brascó y Víctor Esteve (5-12-94). Una de las vías más extremas de esta selección, con solo una repetición conocida donde más vale dominar un grado más del que marca el croquis, y aprovechar al máximo las posibilidades del terreno. En todo el recorrido solo encontraremos 3 espits y las reuniones. Escalada muy mantenida sobre placas generalmente excelentes, donde destaca el último largo por su notable exposición y continua verticalidad. Llevar 8 pitones variados, falcas, tacos medianos, fisureros, aliens, camalots y alguna chapa recuperable. Todo un reto.

fisura característica donde entra un alien rojo a cañón. A partir de este punto, 6 parabolts colocados por arriba permiten alcanzar con mucho esmero la siguiente reunión. Si hemos llegado hasta aquí, el resto de la aventura no tiene más misterios ni seguros salvo la R3. Llevar unos 40/50 plomos, ganchos, cordinos, falcas de todo tipo y algún clavo. Sin comentarios.

el Montgròs (cara E)

3- Sagitario (180 m 6a/Ae). 1ª asc. Anna Masip, Pascale Barthère, J.C.Griso y A.Ballart (5-12-81). La ruta que descubre las debilidades de la cara E del Plec Superior, aprovechando las cavidades existentes para asentar sus cómodas reuniones. Tras superar los dos primeros largos de la vía Rosaura, la ruta prosigue serpenteando hasta la R4 al pie del frontón central, punto donde el relieve cambia y la dificultad se acentúa combinando el artificial de buril con salidas en libre exigentes. Llevar 18 cintas, 5 chapas recuperables y aliens al gusto. En libre 6c+ máximo. Una gran clásica dels Plecs. Del todo recomendable pero con buriles. 4- Jordi Vidal (170 m 7a). 1ª asc. Kim Santacatalina y S.Figueres (dic 04). Moderno itinerario íntegramente abierto y equipado por abajo, que desvela la máxima continuidad de la pared mediante un trazado algo encajado al inicio, pero muy acertado y directo a partir de la R1. Destaca el L1 como el más obligado y el L3 como el más extraordinario por su calidad. Vía totalmente asegurada con algunos espits al principio y parabolts el resto. Dificultad máxima obligada de 6b. Atención en la última tirada de no confundirse con algún seguro de la vía Tai-Chi que sube por la izquierda. Llevar 12 cintas. Muy recomendable. 5- Antonio García Picazo (150 m 6a/Ae). 1ª asc. A.G.Picazo en solitario (28-12-84). Bella y sugestiva escalada que acierta la línea más elegante para alcanzar la cima del Plec Inferior, mediante una escalada combinada totalmente equipada con buriles. La monotonía de los dos primeros largos contrasta con el resto del itinerario mucho más sinuoso y atrevido, donde hay que dar la talla en ocasiones para salir de los estribos. Roca buena en conjunto excepto los 15 últimos metros de la vía que transcurren por una fisura bastante discreta. Llevar 15 cintas. Recomendable.

EL MONTGRÒS 1- Harakiri (250 m 7b/A5+). 1ª asc. R.Asensio y J.Farreras (2-6-02). Explosivo itinerario que destaca por su temido desplome de entrada abierto sin expansión, con predominio de plomos y ganchos, donde una caída puede acarrear fatales consecuencias. A la salida de la primera reunión visita la vecina R2 de la vía Verdaguer-Amigó, y atraviesa a la izquierda para situarse en la vertical de una serpenteante

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4- Ying-Yang (230 m 6b/Ae). Equipada por E.Camacho, F.Suñol y Xavi de Viala (3-7-85). Una buena muestra de la herejía del momento equipando a destajo desde arriba, sin gran acierto con respecto al emplazamiento de los buriles a veces ocultos por el relieve de la pared. De todas maneras la vía resta bien asegurada y destaca con diferencia el L1 como el más extremo (6c) y obligado. Las tiradas restantes aún no perdonan, y exigen de un olfato especial para localizar los seguros diseminados por unos muros de gran calidad, hasta alcanzar las características rampas de salida. Llevar 13 cintas. Recomendable.

EL FRARE GROS el Frare Gros

2- Estrella Polar (240 m 6a/A1). 1ª asc. E.Promio y M.Romans (19-1-83). Bonita ascensión aunque algo expuesta, que aprovecha una lógica arista de entrada (solo un buril) para centrarse bajo el muro principal, donde nos depara un largo apoteósico aliñado con 4 buriles magistralmente colocados. Si preferimos todo libre lo ideal será flanquear desde la R2 a la Griviola Bella, de lo contrario habrá que superar en “artifo” la curiosa ceja del desplome del L4. Roca muy buena en conjunto. Llevar cordinos, algún clavo, aliens y camalots hasta nº2. Una joya poco valorada. 3- Griviola Bella (250 m V+/Ae). 1ª asc. A.G.Picazo y M.Martínez (20-3-77). La gran clásica del Montgròs por su evidente trazado superando el canalizo más elegante y directo. Salvo el primer largo que no es ninguna belleza, a partir de la R1 la ruta va adquiriendo “verticualidad” hasta alcanzar la gran cueva dominante. A partir de ésta la escalada pierde interés pero gana en exposición hasta las rampas finales. Reequipada con parabolts. Llevar 15 cintas, camalots hasta nº1 y una plaqueta recuperable. La ruta más solicitada con diferencia de todo el valle.

1- Barrufets (230 m V+/A2). 1ª asc. A.Gómez, R.Brescó, J.Solé y J.M.Ros (5-6-83). Sorprendente escalada que aprovecha lo más elocuente de la pared sin abusar de la expansión. Actualmente se ha repetido íntegramente en libre con una dificultad máxima de 7b en el L2. Pese a su inicio poco acertado con dos entradas diferentes, destacan sus atléticos tramos fisurados de diedro y las tiradas finales por su gran ambiente. Roca de aceptable a buena en general. Llevar unos 5 pitones anchos (2 plátanos), los fisureros y el juego de camalots hasta nº3. Muy recomendable.


2- Anglada-Cerdà (255 m V/A2). 1ª asc. J.M.Anglada y Joan Cerdà (30-5-65). Una joya del artificial muy repetida en los años 70, pero que ha quedado relegada a titulo de coleccionista tal como sucede con la Anglada-Cerdà del aéreo. Su fama ha sido más moderada y su equipamiento menos precario. Después de una reciente restauración podemos decir que la vía está en mejor estado, pero algo más desequipada que de costumbre. Muchos clavos corroídos ya no están y no se han repuesto, por lo que es necesario pitonar más que antes. Llevar 8/10 clavos, aliens muy útiles, camalots hasta nº2, cordinos y alguna plaqueta recuperable. Imprescindible.

queños agujeros, en la que solo se han utilizado 18 expansiones de progresión en todo el recorrido (reuniones montadas). Llevar 15/20 clavos más bien cortos, falquetas, 30 plomos, ganchos, 4 áncoras, 2 tacos de madera de la medida de un puño y 8 chapas recuperables.

el Bisbe

2- Cor Agre (200 m 6b). 1ª asc. V.Esteve Ajipi y J.Espuny Juany (4-6-04). Itinerario muy interesante por su elegancia y variedad, que conduce íntegramente en libre a la cumbre principal del serrat del Centenar, aprovechando al máximo el terreno semiequipado con parabolts. La peleona fisura del L4 es de la vía Inocente Garcia Picazo y representa la tirada más obligada con diferencia a proteger en su totalidad. Llevar fisureros, aliens y camalots de tallas grandes (aconsejable hasta nº5). Dura pero muy recomendable.

Boleta Foradada - Centenar

3- Ocean Banyoles Wall (225 m 6a/A3+). 1ª asc. T.González, M.Vílchez, J.C.Griso y A.Ballart (30-3-86). Magnífica ruta de ambiente “bigwalero” con un estilo original poco ortodoxo por el empleo de pasos de gancho prefabricados para no burilar en exceso. Así, encontramos las chapas bastante distanciadas en L3 y L4. Hay quienes han conseguido forzarlos en libre fiándose de los remaches, pero és mejor servirse de dos ganchos de punta antiguos y estribar con cautela. Serán necesarios además, unos 10 pitones principalmente cortos, 2 pitonisas, falquetas, fisureros pequeños y algún plomo. Patio garantizado. Para fanáticos del pedal. 4- Esperó Ribas (195 m V+/A0). 1ª asc. Joan Ribas en solitario (1-1-80). Esta extraordinaria línea situada en el denominado Bastó del Frare presenta dos partes bien diferenciadas, una primera por fisuras con vegetación y otra formada por una marcada arista sembrada de buenos merlets. Un trazado diferente al resto, cuya roca de calidad y moderada verticalidad la convierten en un contacto ideal con la zona norte de Frares. Vía equipada con clavos y buriles de la época, en la que serán útiles los aliens, cintas para lazar merlets, alguna chapa recuperable y 10 express. En libre máximo 6a+. Muy recomendable

EL BISBE 1- GAM (230 m V+/Ae). 1ª asc. J.M.Anglada, F.Guillamón, E.Auqué, H.Pokorski, J.Pons, D.Vergés, J.Riera, X.Illa, J.Puig, J.Boladeras, D.Alegre, R.Martínez, E.Lamarca, Jaume y Joan Cerdà (24-9-59). La gran clásica de Frares Encantats por su distinguida línea, natural y directa, que supera la impresionante silueta norte del Bisbe. Escalada muy solicitada, bien equipada y poco obligada, en libre (6c) o artificial según convenga. Roca discreta al inicio pero mejorando con la altura. Reequipada con parabolts. Llevar algún fisurero y 20 cintas. 2- Grimpacòdols (240 m V+/A4). 1ª asc. J.Clotet Paca y D.Brugarolas (5-10-11). Moderna ruta de concepción artificial, que aprovecha al máximo las posibilidades del perfil, mediante la típica progresión montserratina a base de acuñar pitones con madera y chafar plomos principalmente. Roca de buena calidad, con pe-

3- Bisbeporuc (225 m 7a). 1ª asc. F.Espuny Francis, J.Espuny y X.Menes (2-7-05). Magnífica vía de dificultad considerable que descubre por abajo la línea en libre más competente, enlazando las fisuras de entrada con el gran muro superior donde el resto de los itinerarios precisan del artificial. Hasta la R3 estaba abierta de antaño (buriles y algún clavo) y destacar que utiliza la fisura opuesta de la tétrica laja de la vía Carrizosa-Coll. Itinerario semi equipado con parabolts 8 m/m en el que serán necesarias unas 20 cintas, fisureros, alien amarillo y camalots hasta nº4 con el 3 y el 4 repetidos. Pocas repeticiones.

BOLETA FORADADA CENTENAR 1- Anglada-Cerdà (170 m V+/A2). 1ª asc. J.M.Anglada y Joan Cerdà (21-11-65). Una combinación perfecta de fisuras y diedros con un final de fantasía, para un itinerario extraordinario. A partir del jardín de la R1 será difícil que la lluvia nos sorprenda, gracias al plomado terreno que ostenta esta pared geométricamente particular, con una gran bola en la cima difícil de olvidar. Escalada del todo variada reequipada con parabolts, en la que serán muy útiles los fisureros, cintas largas, la cámara fotográfica y los camalots hasta el nº3. Imprescindible.

3- Diedro CADE (200 m V+/Ae). 1ª asc. E.Albir, J.Badia, J.Lalueza y R.Masats (23-5-74). El diedro por excelencia de Montserrat. Una línea muy espectacular semiequipada con algunos clavos y parabolts, que aparenta mucho más de lo que cuesta. Pese a que el itinerario arranca por la izquierda en artificial (7b), se puede subir por el eje del diedro tal como la vía Belladona. Roca buena en conjunto con algún pasaje puntual a contemplar. No subestimar la última tirada por su apariencia menos vertical. Llevar los fisureros o aliens, alguna chapa recuperable y los camalots del nº2 y nº3 repetidos. Imprescindible de verdad. 4- Belladona (185 m 7a). 1ª asc. Edu G.Palma y David Hita (junio-04). No se trata de ninguna línea deportiva, sino más bien una exigente alternativa abierta desde abajo aprovechando el muro derecho del gran diedro y saliendo a la cumbre por la izquierda del último largo de la CADE. Escalada totalmente equipada con parabolts y algún clavo, un grado obligado de 6b+, sobre un terreno más que aceptable con generosos agujeros de tanto en tanto. Llevar 14 cintas para la vía y camalots medianos-grandes para el tramo en común con la CADE. Reuniones rapelables. Recomendable con buenos antebrazos.

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EL LLORO el Lloro de Frares Encantats

1- Aresta Brucs (100 m 6a). 1ª asc. A.Sorolla, M.Arenas, F.Pérez, M.Ricard, J.Vilana y Teresa Lladó (3-8-55). Una de las pocas Arestas Brucs que se mantiene más intacta pese a 3 buriles añadidos y algún parabolt de propina en las reuniones. Una delicia de ascensión para gente habituada al Vº expuesto y con escasas posibilidades de solventar el problema. Roca del todo excelente sin pulir. Indispensable instinto montserratino para no extraviarse por la pared. Llevar 4 cintas super largas, 3 chapas recuperables y los aliens de consolación. Escalada emblemática e imprescindible de verdad.

PAS DEL PRÍNCEP

1- Iglesias-Casanovas (110 m Vº/Ae). 1ª asc. A.Iglesias y J.Casanovas (60). De todos los itinerarios que ascienden al Lloro posiblemente sea éste el más atractivo. Hay que subirse al pedestal para situarse bajo el objetivo (2 buriles y algunas escarpias en la fisura), y superar el desplome para continuar por un muro con alguna sorpresa en forma de pitonisa, que intensifica una ascensión de modesto desnivel pero con buen ambiente. En definitiva, una línea equipada con buriles de la época donde hay que dominar todos los peldaños de los estribos a la perfección. Llevar unas 16 cintas y algún cordino fino.

1- Ei, tranki...(100 m 6c+). 1ª asc. Oriol Pascual y Roger Baig (febrero-05). Atrevido trazado abierto por abajo y equipado con parabolts que supera el perfil más arrogante de esta aguja completamente monolítica y vertical. Seguramente el itinerario en libre más extremo de su repertorio, puesto que la mayoría recurren al artificial en los largos más tiesos. Roca excelente con bolos de calibre superior en ocasiones, y una dificultad obligada de 6b+ con alegría entre los seguros y tramos expuestos. Llevar 15 cintas y cordinos para merlets. Muy acertada y exigente.

Pas del Príncep (cara S)

EL DIT

2- GEDE o Santacana (130 m V+/Ae). 1ª asc. J.Santacana, M.Guasch y J.Gómez (99-56). Una obra maestra de la época donde prácticamente no se utilizaron buriles, progresando exclusivamente con pitonisas de fisura, que en la actualidad resta reequipada con una ristra de chapas. Toda una lección de los mejores miem-

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LES BESSONES 1- Aresta Bucs sup. (90 m V+/Ae). 1ª asc. Jaume Cerdà y J.Boladeras (3-5-59). Pese a su aspecto esta vía no es tan obligada como la de la Bessona Inferior gracias a la sinuosidad del terreno y a un equipamiento original mucho más generoso. La escalada arranca por una chimenea que forma un gran bloque apoyado a la pared hasta alcanzar la R1 en lo alto de la canal. Desde aquí una bonita travesía a la derecha conduce al nicho de la R2, donde una burilada nos soluciona lo más vertical dejándonos por fin en el centro de la arista con un último largo algo expuesto pero sin pasarse. Llevar 10 cintas, cordinos y algunas plaquetas recuperables. 2- Aresta Brucs inf. (110 m 6a/A1). 1ª asc. hnos. Jaume y Joan Cerdà (28-10-58). Aunque ambas Arestas Brucs de las Bessones son imponentes desde todos los ángulos, ésta siempre ha sido la más cotizada por sus exigencias al escasear los buenos seguros. Con el tiempo se le han añadido algunas chapas que le han rebajado la fama de expuesta en comparación de cuando se abrió, pero de todas formas continúa siendo una vía selecta y ejemplar que gana una de las aristas más distinguidas de la región de Agulles. Destacar que la salida original transcurre por la izquierda (descompuesta), siendo más recomendable acabar todo recto por la vía Aromes. Llevar 6 cintas, cordinos y 2 chapas recuperables.

Les Bessones

el Dit de Frares Encantats

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bros del GEDE en sus años más fructuosos. Recordemos que en la primera tirada apenas había nada y ahora parece un rocódromo. Pese a todo ello, una magnífica vía aislada del bullicio e ideal para los serenos días de invierno. Roca excelente. Llevar unas 20 cintas. Imprescindible.


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3- Aromes (125 m Vº/Ae). 1ª asc. J.Real y J.Salvany (15-11-80). Itinerario muy elegante en conjunto, que supera desde la canal el máximo desnivel de la Bessona Inf. mediante una escalada combinada prácticamente reequipada con parabolts. Destaca la belleza del diedro inclinado del segundo largo, y los tres resaltes restantes para alcanzar la cima. Por lo que respecta a la dificultad clásica la vía se abrió en Vº/A1, y con el equipamiento actual se supera toda en escalada libre con un grado máximo de 6c. Roca excelente. Llevar fisureros o aliens, friends medianos y 16 cintas. Muy recomendable. 4- L’Antibeibi (120 m 7a). 1ª asc. V.Esteve, Xavi y F.Bustamante (14-699). Trazado relativamente moderno en cuanto a concepción, abierto y equipado por abajo con parabolts 8 m/m, que muestra la gran destreza y el dominio de sus autores muy vinculados a esta zona. Posiblemente una de las rutas más extremas abiertas hasta el momento en Agulles. Arranca a la izquierda de la vía Baby y la cruza en la R3. Roca muy buena en conjunto con algún tramo expuesto. Llevar 12 express y cintas para lazar merlets.

LA BOLA DE LA PARTIÓ la Bola de la Partió

2- Vía Núria (80 m 6a/Ae). Equipada por G.Arias, J.Oliva, J.Coll, J.Britz y P.Ll.Ibars (noviembre-85). Interesante escalada totalmente equipada con buriles y parabolts, que discurre por la arista SW del pedestal hasta el pie de la Bola en tres tiradas bastante repetidas y poco obligadas. Destaca la roca pulida del primer largo como lo más antipático del itinerario. Llevar 13 cintas.

jaron en el ambiente con la anarquía vertical de los años 80. Esta en particular, poco influyo a alterar un estilo propio refugiado en esta zona y respaldado por el unánime criterio de los diferentes guardas que han desfilado por el refugio Vicenç Barbé desde entonces. De todas formas hay está como un ejemplo más de una época de discordia, con sus chapas alejadas y grado siempre ajustado. Llevar unas 13 exprés.

3- Aresta Brucs (70 m IV+/Ae). 1ª asc. J.Boladeras, J.Prats y M.Esteve (5-8-45). La escalada más repetida para acceder a la base de la Bola y superar su acentuado desplome. La vía empieza en el collado que forma con la Bitlla y resigue en todo momento lo más asequible de la arista sur, en la que encontraremos 5 chapas bien repartidas. Para coronar la Bola lo más habitual es continuar todo derecho por la vía Siddharta totalmente equipada con 10 parabolts. Llevar 12 cintas y no olvidarse los estribos en casa.

3- Sarajevo (100 m 7a). 1ª asc. Eduard Torrens y Edu Requena (29-1-93). Un expléndida réplica al comentario anterior gracias a este tándem habitual de Agulles, que con su destreza elije la aventura antes que la triste maniobra de descolgarse por arriba, para abrir el muro más extenso del sector y equiparlo con parabolts. Una magnífica línea en libre muy recomendable, donde conviene dominar un grado medio de 6c, con alguna leve excursión entre seguro y seguro. Llevar 12 exprés.

MIRANDA DE LES BOIGUES

LA PALLETA

1- Montpart (80 m V+/Ae). 1ª asc. A.Montpart, J.Mayol y C.Roperto (15-5-60). La vía Montpart es uno de aquellos itinerarios clásicos que al verlo enseguida nos seduce al hallarse en la pared más destacada de la zona. Si no fuera por su elegante diedro seria una vía más de la muralla, pero su escalada ofrece la variedad sin caer en la monotonía de las placas. Una línea muy visitada desde siempre y más cuando la han reequipado con parabolts, con la premisa de acertar la entrada original pues existen otros itinerarios muy cerca y el terreno parece similar. Llevar 12 cintas.

la Palleta

la Miranda de les Boigues (cara E)

1- Laberinto de Locuras (100 m 7a+/A0). Equip.por Antonio Tapias en solitario (agosto-01). A partir del segundo largo de la vía Núria arranca este difícil itinerario equipado totalmente con parabolts, que ocupa la cara menos disputada de esta roca tan singular y simbólica a la vez. A estas alturas aún queda el reto de liberarlo en su totalidad. Prefabricado con el respetuoso criterio de A.Tapias, un buen asiduo de la zona. Llevar 14 cintas.

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2- Grimpanautes (70 m 6a). Equipada por Miki Capella y Xavi Martín (6-6-82). Una de las primeras vías equipadas por arriba en Montserrat junto con otras líneas anteriormente citadas de Sant Benet, que pronto cua-

1- Moby Dick (130 m 6b). 1ª asc. Sergio Farré Exploitin y A.Ballart (8-6-93). Se trata de la línea más obligada de toda la Palleta, en la que escasean los seguros y no se puede proteger más. El tramo clave se concentra en el L1 cuando el terreno se vuelve más vertical y nos obliga a flanquear sinuosamente hacia la izquierda (6b+). Para alcanzar la R1 destaca aún otro resalte más leve pero mejor asegurado, en forma de panza con buenos agujeros. El L2 representa una intensa excursión de 45 m por un muro de película, con solo 4 espits bien repartidos para localizar la R2 al pie de una cicatriz característica. El resto es puro trámite hasta la cima. Llevar 10 cintas. Roca excelente. Muy exigente y algo expuesta.


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2- Grito Primal (125 m 6c). 1ª asc. Juanjo Medina y J.Sánchez (8-11-92). Magnífica escalada en libre por muros de gran calidad, abierta íntegramente desde abajo colocando los espits mediante pasos de gancho y algún plomo. Itinerario de continuidad con alegría entre seguros, donde hay que dominar con solvencia el 6b incluso utilizando las chapas. Destaca al inicio un paso expuesto y delicado para llegar al primer espit, donde hay que cazar un buen agujero para chapar con una considerable caída al suelo. Llevar 10 exprés y alguna cinta para lazar merlets si vamos muy apurados. Dura y recomendable. 3- Pere Segura (125 m 6b). 1ª asc. J.Escofet, J.Solera y A.Saldaña (otoño-92). Itinerario de similares características que el anterior pero mucho más asequible y asegurado en general, con un grado máximo de 6a obligado. De todas formas, el L1 concentra la máxima dificultad hasta alcanzar la quinta chapa (6b), para luego aflojar paulatinamente con algún que otro paso aislado de 6a. Roca excelente en todo momento, un poco pulida al inicio. Llevar 13 exprés. De las más repetidas de la pared.

EL POLLEGÓ DE LA VINYA NOVA el Pollegó de la Vinya Nova

1- Aresta Ribas (315 m Vº/Ae). 1ª asc. Joan Ribas en solitario (3-11-79). Esta es la arista más definida y larga de toda la vertiente sur montserratina. Un buffet libre de 300 metros de conglomerado de primera calidad, bien equipado con parabolts y clavos, con un grado asequible que la convierte en un objetivo primordial siempre que no amenace el calor. Si el primer paso nos sorprende se lo debemos al capricho de los reequipadores, la vía original sube por la izquierda fácilmente. Pese a tener un buen número de tiradas, con un poco de alegría y 50 m de cuerda se convierten en 6 largos bien aprovechados. Podemos reforzar la jugada con aliens/friends medianos, pero con unas 8 exprés y alguna cinta larga es suficiente. Muy recomendable. 2- Enxaneta (300 m 6c). 1ª asc. Pep Masip Nifo y M.Puigdomènech (186-08). Se trata de una versión más peliaguda del itinerario precedente, que sin llegar al límite, amortiza de la forma más coherente el terreno del margen derecho igual de compacto e interesante. Escalada enteramente equipada con parabolts inoxidables, en la que destacan el L1 (abierto por arriba) y el L4 como lo más exigente y obligado (6b). Al contrario de la Aresta Ribas, el tercio final de la Enxaneta ofrece unos pasajes de gran belleza y con el ambiente necesario para salir muy satisfechos de la pared. Llevar 12 cintas y los aliens opcionalmente. Muy recomendable y sin aglomeraciones.

EL PUNTAL DE L’AUBARDA 1- Aresta Ribas (140 m V+/Ae). 1ª asc. Joan Ribas en solitario (3-10-79). Escalada concurrida por su atractivo trazado reequipado con parabolts 8 mm, con solo un primer largo destacable abierto en artificial de buril y apurado en 6a, y el resto en libre más asequible pero con pasajes expuestos en los tramos fáciles. Un itinerario ligeramente transformado con el paso de los años, si repasamos el croquis original con menos expansiones y más uso de pitones. Atención a no confundirse con otro itinerario situado inmediatamente a la derecha de similares características. Llevar 15 cintas, alguna chapa recuperable y los aliens. Muy recomendable. 2- Mas-Guasch (140 m V+/A1). 1ª asc. Jaume Mas y Manel Guasch (1961). La línea más evidente que ofrece el Puntal a primera vista y seguramente la más solicitada desde hace ya 50 años. Bonita escalada muy variada que cuenta con dos magníficos largos en diedro, un inicio algo expuesto y un final más impresionante que difícil. Reequipada con parabolts y clavos, con una roca muy buena en general excepto la laja del L3. Llevar 15 cintas, fisureros y friends. Muy recomendable y solicitada.

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el Puntal de l’Aubarda (cara S y E)

3- Joan Garí (120 m 7a). 1ª asc. J.M.Alsina y E.Camacho Endika (ago.93). La escalada más extrema de toda la zona de Sant Antoni abierta por esta célebre cordada en su mejor momento. Se trata de tres tiradas de categoría poco equipadas con solo 6 chapas, 2 pitones y algunos puentes de roca, donde habrá que aflorar adrenalina para protegerse convenientemente y no extraviarse en el intento. El L1 es el menos vertical y cuenta con unos buenos agujeros para utilizar los friends. El L2 ya pica algo más pero lo difícil está bien protegido. El L3 arranca casi desplomado con solo 3 espits a la salida de la R2 (tramo más explosivo), y a partir de éstos aparece un mar de merlets y una roca de ensueño hasta alcanzar la cima. Llevar fisureros, algún tricam, aliens hasta el transparente y los camalots del nº0,75 y nº1. Suerte

LA PROA 1- Brollador de silenci (110 m 6a/A3). 1ª asc. Manuel Pérez Lete con la colaboración de Miquel Isanta en el último largo (21-8-93). Posiblemente el itinerario más entretenido para subir a la Proa, con un L1 combinado en el que solo encontraremos 5 espits de progresión, y es con diferencia lo más exigente de todo el trazado. Las siguientes tiradas restan equipadas con 8 espits y un pitón, para solventar unos muros de buena calidad, sorteando por la derecha el techo característico para enlazar con el largo final de la vía Odessa. Llevar 12 cintas, unos 10 clavos variados, algún plomo, ganchos y falcas de madera.


la Proa (cara W)

2- Odessa (100 m 6a/A2). 1ª asc. M.Durán Mika, X.Cullell y A.Ballart (12-5-91). Elocuente trazado prácticamente equipado con 7 pitones y 4 espits, que tras desvelar en diagonal ascendente la gran placa inclinada inferior, continua por un corto diedro-espolón donde hay que emplearse a fondo en un tramo de artificial semi equipado, y sobre todo al salir en libre de los estribos por un terreno muy obligado y vertical. Roca buena en general con alguna leve excursión entre los seguros. Llevar 10 cintas y un buen juego de fisureros de cable. Pocas repeticiones. Interesante y rápida. 3- Bosconero (110 m 6a+). 1ª asc. Toni Garcia Vikingo y A.Ballart (27-3-85). Tras la primera incursión realizada a la Proa por la veterana cordada formada por Josep Mª Torras Homet y Joan Nubiola abriendo su itinerario por la cara sur y bautizando la Proa como tal, la vía Bosconero fue la siguiente en aprovechar un trazado muy sugerente, definido por una bonita fisura-diedro en la cara oeste. Escalada totalmente equipada con 11 buriles y 10 clavos, donde destaca claramente la travesía en lo alto del diedro como lo más exigente hasta que disminuye la verticalidad. Llevar 12 cintas y fisureros opcionales. Muy recomendable pero con los seguros vetustos. 4- Titànic (80 m 7a+). Equipada por J.Escofet, Ll.Agustí, R.Artigas y D.Jutglar (abril-00). La línea más moderna y difícil de la Proa equipada con parabolts y algún espit en su totalidad. Empezada por abajo hasta la R1 y acabada descolgándose por arriba con el taladro, significa la opción más deportiva con un grado máximo obligado de 6b+. El L1 resulta el más explosivo. Roca buena en general mejorando con la altura. Llevar 15 exprés y unos buenos antebrazos. 5- Tropicana (80 m 6a+). Equipada por J.Casas Jan y A.Ballart (2-12-90). Recientemente reequipada con parabolts, la vía Tropicana representa una golosina de 6a para contentar los sentidos mediante un par de largos de placa muy distintos entre sí. El primero apenas vertical, arranca por un corto tramo de fisura, y con agarres más diminutos transcurre en diagonal ascendente hasta la R1. El segundo ofrece unos pasajes más generosos en presas y verticalidad, que por si solo ya vale la visita. En conjunto hay que escalar, las chapas no están cerca. Llevar 9 cintas. Muy recomendable.

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Guías de escalada sobre Montserrat 1- MONTSERRAT. Lorenzo Estivill. Editorial Arimany (1947). Se trata de la primera guía de Montserrat donde aparece un capítulo dedicado a la escalada a cargo de Jordi Panyella Pany. Una selección de 15 itinerarios desde l’Agulla de la Creu hasta la Bola de la Partió, invitan a conocer las rocas más representativas escaladas por aquel entonces en cada una de las regiones del macizo, desde el Monasterio hasta las Agulles respectivamente. Cada vía resta ilustrada con un excelente dibujo de Pany y en todos los itinerarios se describe su situación, acceso, ascensión y curiosidades de la época. Un libro de coleccionista imprescindible en el apartado montserratino de toda biblioteca de montaña. 2- GUIA D’ESCALADES A MONTSERRAT. César A. Pérez de Tudela. Publicacions de l’Abadia de Montserrat (1971). Guía pionera como tal, que recoge en tres grandes zonas la mayor parte de los itinerarios existentes en aquel momento. Mediante una ardua labor de campo, mucha investigación y unos dibujos bastante escuetos, el autor consigue reunir toda la información dispersa en boletines y revistas, y desentrañar los detalles de muchas vías míticas aún sin repetición. Una tarea en solitario que le llevará a explorar los principales rincones de la montaña y repetir muchas vías sin apenas referencias, para elaborar una obra modesta pero con todos los pormenores de ser la primera. Fue editada en catalán y castellano. Aún existen ejemplares en el mercado. 3- ROQUES, PARETS I AGULLES DE MONTSERRAT. 1/Regió d’Agulles. Josep Mª Rodés y Ferrán Labraña. Publicacions de l’Abadia de Montserrat (1972). Primero de los 5 volúmenes dedicados a la escalada montserratina en el que se trata la zona de las Agulles, partiendo desde su muralla occidental hasta su límite en la Canal Ampla y Portell Estret. Prácticamente todas las vías quedan reflejadas sobre unas buenas fotos en BXN, que facilitan su situación en tal laberíntica zona surcada de canales, en ocasiones difícil de visualizar. En contra no aparecen los datos de las primeras ascensiones, un detalle importante que la obra elude sin más explicaciones. Una guía agotada ya hace muchos años, que representa un codiciado ejemplar muy buscado en los eventos literarios de coleccionistas.

4- ROQUES, PARETS I AGULLES DE MONTSERRAT. 2/Regió de Tebes i Tebaida. J.Mª Rodés y Ferrán Labraña. Publicacions de l’Abadia de Montserrat (1973). Un volumen dedicado íntegramente a las zonas más próximas al Monasterio incluyendo Sant Benet, Gorros y la Plantació, tres de los lugares más visitados por aquel entonces, cuando la mayor parte de los escaladores acudían en tren a la montaña por falta de vehículo. Desde las clásicas vías de Gorros hasta las exigentes fisuras de Sant Benet, fueron el preámbulo para atacar posteriormente los itinerarios más largos situados en la vertiente norte, reservados a los escaladores más atrevidos y experimentados en la materia. Ilustrado con buenas fotografías y el texto correspondiente a cada vía. Un interesante libro de coleccionista como el anterior. 5- ROQUES, PARETS I AGULLES DE MONTSERRAT. 3/Regió de Tàbor. Josep Maria Rodés y Ferrán Labraña. Publicacions de l’Abadia de Montserrat (1975). Un capitulo esencial por aquel entonces dada su escasa información al respecto. Desde el célebre Cavall Bernat hasta la pared NW de Sant Jeroni, el escenario de las paredes de Santa Cecilia representó la diana para el colectivo de los escaladores más valientes y dispuestos, a despachar los mitos y leyendas de los itinerarios más famosos dentro y fuera de nuestras fronteras. Este libro supuso todo un referente para la exploración y apertura de nuevas vías, asistiendo a una intensa época dorada de las paredes norte donde se desvelaron las líneas más descaradas, actualmente clásicas allà on Montserrat deixa de ser escola, como se decía entonces. Título agotado. 6- MONTSERRAT PAM A PAM (Operació Montserrat). Josep Barberà i Suqué. Publicacions de l’Abadia de Montserrat (1977). Estamos delante de una obra épica en cuya extensión se tratan nada más y nada menos que 833 rocas montserratinas, catalogadas minuciosamente en 35 secciones. Un catálogo de culto para los más apasionados a coleccionarlas, que si bien son pocos, están especialmente motivados en repetir la increíble hazaña de subir cada una de sus cimas, como logró Josep Barberà en varios años con la Operación Montserrat. Un libro consistente, donde lastimosamente fue imposible incluir las fotografías de cada roca dada su extensión material. Una obra esencial e imprescindible para profundizar con la montaña, y a la vez conocer los protagonistas más destacados de la época. Título agotado.

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7- MONTSERRAT. Guía de escaladas de la Vertiente Norte. Luis Alfonso Sanz. Ediciones Desnivel (1981).

La gran profusión en pocos años de nuevos itinerarios en la cara norte montserratina, hizo necesaria la publicación de esta pequeña y práctica guía, que no fue más que la recolecta de todos los croquis recopilados en el refugio Bartomeu Puiggròs, hasta que la aparición de dos revistas especializadas llenaron un hueco importante de información, Desnivel en Madrid y Extrem en Barcelona. Un total de 172 vías reseñadas en 11 sectores desde el Cavall Bernat hasta la pared NW de las Agulles, fueron el grueso de este primer título de Desnivel a cargo de Luis Alfonso Luichy, que con los años llegará a ser el máximo promotor de nuestro país, en cuanto a guías de escalada se refiere.

8- MONTSERRAT. Guía de escalada libre. Toni Jiménez. Ediciones Desnivel (1981).

Con este curioso titular, esta pequeña guía presentó las nuevas zonas y sectores donde la escalada Free había arraigado con más fuerza, distanciándose paulatinamente de la escalada tradicional donde el uso del artificial era habitual. Así, en lugares cercanos al Monasterio como el camping, apareció un sector llamado los Vagos, que junto con Sant Benet, fueron los puntos neurálgicos de ésta nueva tendencia. Gracias a Toni Jiménez, guarda del refugio de Sant Benet por aquel entonces, un total de 24 tochos y 46 sectores reflejan la rápida proliferación del grado deportivo con vías equipadas desde arriba, por una nueva generación influenciada por la escalada libre sin aditivos.

9- ROQUES, PARETS I AGULLES DE MONTSERRAT. 4/Regió dels Frares Encantats. J.M. Rodés y F. Labraña. Publicacions de l’Abadia de Montserrat (1982).

Tras unos años más de trabajo, Rodés y Labraña del GEDE concluyen los dos últimos títulos de esta completa colección dedicada por regiones a la escalada clásica montserratina. En este volumen aparecen en cuatro zonas, las diferentes rocas y agujas que forman la vertiente sur de los Frares Encantats, donde el Dit, el Bisbe, el Lloro, el Pas del Príncep y un largo etc, ofrecen las siluetas más destacadas de todo el macizo, tal como su majestuosa cara norte dominada por el imponente Frare Gros. Unas buenas fotografías, algunas de ellas aéreas, nos introducen en una de las zonas más sorprendentes del macizo, colmada de belleza, misterio y romanticismo.

10- ROQUES, PARETS I AGULLES DE MONTSERRAT. 5/Regió dels Ecos. Josep Mª Rodés y Ferrán Labraña. Publicacions de l’Abadia de Montserrat (1982).

Los Ecos fue la última región en tratarse puesto que su exploración resulto la más pausada. La lejanía con respecto de los puntos más frecuentados, fue una de las razones principales

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de su misterio y leyenda. Las paredes de los Plecs del Llibre o del Montgròs entre lo más destacado, tardaron en conquistarse por sus monolíticas características que vaticinaban una buena dosis de expansión. No obstante, una fructuosa campaña a finales de los años 70, dejó la zona bien dispuesta con unos itinerarios emblemáticos acordes con su belleza y salvaje ambiente. Aún hoy en día podemos considerar la zona, como un verdadero santuario de la escalada montserratina.

11- MONTSERRAT. Las más Bellas Ascensiones Antonio García Picazo. Ediciones Martínez Roca (1990).

Esta obra primordial elaborada en la línea de uno de los escaladores más distinguidos y prolíficos en nuestro país literariamente hablando, Antonio G. Picazo, contiene la elección más cuidada de vías esenciales de todas las épocas. Su lectura ya es de por sí un agradable repaso a la historia de la escalada montserratina, bajo una óptica especialmente romántica y tangible a la vez. La Biblia que perdurará largo tiempo para los más clásicos y apasionados en la materia. No es de extrañar que sea la guía Michelin imprescindible en toda visita a Montserrat, y claro punto de referencia a tener en cuenta para futuras selecciones. Reeditada por Desnivel en 2006 con el titulo Ascensiones de Leyenda.

12- MONTSERRAT. REGIÓ D’AGULLES. Guia d’escalades. Vicenç Roig y Eduard Torrents. Edicions Pleniluni (1991).

En vista del desfase del primer volumen de Roques, parets i agulles publicado en el 72, aparece esta pequeña guía sobre la zona de las Agulles dada la popularidad de sus itinerarios clásicos que no son pocos. Esta región siempre ha sumado itinerarios por su cantidad y calidad del terreno, por lo que Vicenç Roig y Edu Torrents, guarda del refugio en esta época, recopilan todo lo nuevo en este trabajo sencillo, práctico y escueto, pero indispensable para moverse por el laberinto rocoso más destacado del macizo. Vías atemporales, entramadas en el conglomerado más acusado en finura y exposición, donde gozaremos de una denominación de origen muy especial. Agotada.

13- ESCALADES A SANT BENET. Antoni Cugat y Josep M. Alsina. Autoedición (1995).

Por las mismas circunstancias que la guía anterior, la escuela de Sant Benet quedó abrumada por la gran profusión de vías básicamente deportivas que se equiparon desde primeros de los años 80. El distinguido tándem formado por Toni Cugat y el malogrado Josep Mª Alsina, guardas del refugio de Sant Benet por aquel entonces, elabora esta acurada guía con todo lujo de detalles, para actualizar un extenso repertorio encajado en una zona bas-


tante limitada de espacio, pero que configura una etapa crucial en la historia de la escalada montserratina, siendo un lugar de culto para muchos apasionados al grado más puro y duro. Reeditada por Toni Cugat en el 2010.

14- MONTSERRAT ROCK. Josep Enric Castellnou. Autoedición Aliverock books & dreams (2001).

Pese a sus sencillas ilustraciones y textos escuetos, la aparición de esta guía llenó un hueco importante mostrando un gran número de modernos itinerarios y sectores inéditos hasta entonces. Un total de 234 vías recomendadas invitan a descubrir todos los rincones montserratinos, y además, sin la ayuda de la maza que siempre es la escusa típica para evitar un itinerario. Una buena selección sabiamente aglomerada por uno de los asiduos más apasionados de Montserrat: Josep E. Castellnou de Tivissa, que viaje tras viaje repite la mayor parte de los trazados descritos para garantizar su fiabilidad. Dadas las circunstancias este libro pronto se agotó al no haber otras guías disponibles.

15- MONTSERRAT. Gorros. Luis Alfonso y Xavier Buxó. Autoedición (2001).

Aprovechando el bajón de publicaciones con respecto a ciertos lugares de Montserrat, esta pequeña guía sirvió además, para controlar definitivamente las escaladas en el popular sector de los Gorros, especialmente frecuentado por su asequible dificultad, equipamiento y cómodo acceso. Todo un maremágnum de vías encajadas en los mismos espacios, sin respetar en ocasiones los itinerarios existentes, son un penoso capítulo de la escalada montserratina que se manifiesta principalmente en este lugar. Esta obra sirve si no más, para asentar la historia de un terreno abandonado a la suerte del taladro, y defender su reputación de zona de iniciación de primer orden.

16- ESCALADES ALS FRARES ENCANTATS. Daniel Brugarolas. Cossetània edicions (2002).

Dani Brugarolas, un enamorado más de Montserrat, nos muestra su predilección por un lugar especialmente romántico dentro de la geografía de la montaña: los Frares Encantats. Mediante una apasionante descripción de cada itinerario, el autor nos adentra en esta sorprendente zona dominada por unas célebres rocas y paredes, que ya antaño sedujeron a los mejores escaladores de cada época. Una acurada labor dividida en 9 sectores desde la Canal Ampla hasta el Coll de Porc, donde aparecen perfectamente dibujadas casi todas las vías existentes, tras indagar en el universo de los croquis y teniendo solo como referencia el IVº volumen de Rodés y Labraña (82).

17- GUIA D’ESCALADES DEL VESSANT NORD. David Hita Sánchez. Ediciones Desnivel (2003).

Si en la guía de Luis Alfonso (81) aparecían 172 vías, en ésta figuran 390 itinerarios dentro de los mismos límites, tras 22 años de actividad ininterrumpida. En contraste con la primera, la obra de David Hita se manifiesta mucho más profunda dada su mayor autoridad sobre esta vertiente, que resulta ser su predilecta y donde seguro ha pasado más horas escalando en su vida. Una notable labor de campo hace de esta guía la mejor consulta existente hasta el momento, y una herramienta indispensable para afrontar los itinerarios más largos y exigentes del perímetro norte. Ilustrada con dibujos en ByN y algunas fotografías de relleno para dar más ambiente.

18- MONTSERRAT. Cara Sur. Luis Alfonso y Xavier Buxó. Autoedición SuperCrack (2004).

Un tomo imprescindible para conocer palmo a palmo la vertiente escalable del perímetro sur, con todo su entramado de tochos, bordillos, rocas y paredes, que constituyen la gran reserva para huir del frío y cultivar el grado durante todo el año. Un excelente trabajo de este fanático tándem de escaladores, cuya notable dedicación nos deja gran parte de las guías aparecidas en territorio catalán y parte del Pirineo en especial. En la actualidad, ya han aparecido los dos tomos de una nueva edición sobre la vertiente sur, actualizando exhaustivamente la actividad de un terreno totalmente amortizado en todo tipo de vías, estilos y dificultades.

19- MONTSERRAT. Vertiente norte. Luis Alfonso y Xavier Buxó. Autoedición SuperCrack (2007).

Este copioso volumen contempla todo el grueso de los sectores deportivos situados en la vertiente norte, que hasta el momento eran inéditos o solo habían sido divulgados de boca en boca. Desde el popular camping hasta el Casot, 11 sectores diseminados por la falda norte de la montaña son una pequeña muestra del enorme potencial que presenta esta zona. Además, la guía ofrece como relleno, una selección de los itinerarios más populares equipados y semi equipados de la muralla norte, para escaladores de cintas exprés con ganas de conocer el misterioso talante de unas paredes que destilan un riesgo y un compromiso latente, según el itinerario elegido.

20- MONTSERRAT. ROCK CLIMBS. Sant Benet & Gorros. Josep Enric Castellnou y Xavier Riera. Autoedición Rock Topo (2009).

La idea inicial de esta publicación fue difundirla exclusivamente por internet previo pago, pero además vio la luz en papel como procedimiento habitual de los libros de montaña. Se trata del primero de los títulos realizados por este tándem de asiduos montserratinos afinca-

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dos en Tarragona, en cuyas páginas descubriremos una excelente selección de itinerarios equipados para todos los gustos y estilos. Entre ellos, los más emblemáticos de estas dos zonas próximas al Monasterio, avaladas por su roca de gran calidad y orientaciones diversas para escalar todo el año. Cuenta con unos dibujos muy claros y explícitos, acordes con un texto bien elaborado de primera mano.

21- LA PLANTACIÓ. Pere Forts, Xavier Buxó y Joan Vidal. Autoedición (2010).

Con el paso del tiempo, muchas zonas casi olvidadas han resucitado como verdaderos paraísos verticales para las jóvenes generaciones de aperturistas. Una de ellas ha sido sin lugar a dudas la Plantació, un lugar perdido en el mapa, que en pocos años ha multiplicado por diez sus itinerarios siendo necesaria una guía en condiciones para plasmar toda la labor llevada a cabo. En este excelente trabajo descubriremos los modestos tesoros de una zona tan remota como romántica, donde los más diestros han sabido sacar provecho de unas rocas variopintas, gracias principalmente a un acceso más humano trazado con el tiempo a tal efecto.

22- AGULLES. Regió de Montserrat. Joan Miquel Dalmau. Autoedición (2011).

Tercera guía dedicada exclusivamente a la zona de las Agulles, donde Joan Miquel Dalmau se ha deleitado extensamente elaborando un copioso volumen visualmente excelente, que sin duda alguna invita por si solo a escalar en esta bonita región. Se trata de un exhaustivo trabajo donde aparecen la totalidad de los trazados que configuran este singular conjunto de monolitos con entidad propia, que en sus días representaron un riesgo considerable el alcanzar sus cimas y bajarlos usando los recursos naturales. Una obra imprescindible y necesaria para disfrutar ampliamente de un lugar fantástico en todos los sentidos, siempre que le hagamos un sitio en la mochila.

23- MONTSERRAT. ROCK CLIMBS. Vessant Sud (vol.1). Josep Enric Castellnou y Xavier Riera. Cossetània edicions (2011).

Una nueva selección de RockTopo en la que aparecen el Clot de la Mònica, la Vinya Nova, Can Jorba, Plecs del Llibre y el Montgròs, exquisitamente tratados para estimular al lector más reacio a escalarlos. Con un diseño práctico, moderno y atractivo, este volumen describe la flor y nata de estos sectores de la vertiente sur (mitad E), mediante unos textos y unos croquis que denotan el trabajo de campo y la fiabilidad de sus autores. Escalada deportiva y clásica unida para amortizar los límites de un terreno de juego, próximo o alejado del vehículo, donde una correcta elección significa sintonizar más o menos con la magia de la montaña según las pretensiones de cada uno.

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24- MONTSERRAT. CARA SUR (vol.1). Vías cortas. Luis Alfonso. Ed. La noche del loro (2012).

La gran expansión deportiva de la vertiente sur montserratina queda minuciosamente reflejada en este volumen dirigido principalmente a los usuarios de vías cortas bien equipadas. Dividido en 13 apartados desde la Bauma de Can Solà hasta los dominios de Collbató, ofrece todo un glosario de sectores muy repartidos de cómodo acceso, en los que podremos curtir grado desde el IVº hasta el 8c+. Una obra excelente, perfectamente ilustrada con dibujos e imágenes sugerentes, y con toda la información necesaria para moverse por el perímetro sur de la montaña, especialmente indicado para escalar gran parte del año excepto cuando aprieta el calor.

25- MONTSERRAT. CARA SUR (vol.2). Vías largas. Luis Alfonso. Ed. La noche del loro (2012).

Se trata del volumen paralelo al anterior, dedicado a los itinerarios largos situados en los principales sectores de la cara sur. Unos trazados pioneros en muchos casos, que descubren las paredes más representativas con el tiempo amortizadas por todo tipo de vías equipadas o de aventura. Con las mismas características del primer volumen, encontramos perfectamente detalladas más de 480 vías que nos transportan a zonas tan relevantes de la zona de Ecos, como el santuario dels Plecs del Llibre y el Montgròs entre lo más alejado, hasta lugares más populares y cercanos como el Torrent del Pont o las Cuevas del Salnitre con rutas mucho más asequibles y visitadas en general.

26- HISTÒRIA DE L’ESCALADA A MONTSERRAT. Josep Fatjó i Gené. Publicacions de l’Abadia de Montserrat (2005).

El único libro aparecido hasta el momento sobre la historia de la escalada montserratina. En doce capítulos el autor nos presenta las etapas más representativas y demás curiosidades con respecto al tema, mediante una ordenada compilación de entrevistas y artículos significativos de todas las épocas, que nos acercan a sus protagonistas y a las ascensiones más destacadas. Una obra modestamente ilustrada con interesantes fotografías en BxN, que muestran la continua evolución sobre el conglomerado vertical des de sus orígenes hasta la escalada deportiva. Una apasionante lectura para entender sus principales conceptos, malogradamente diluidos y transformados con el tiempo, por los intereses de un colectivo cada vez más alejado del óxido y del riesgo.


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