Cultura: ¿para qué y para quiénes?

CULTURA: ¿PARA QUÉ? ¿PARA QUIÉNES?

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Serie: la cultura en Piendamó -Tunía Fundación Casa de la Cultura “José María Vivas Balcázar (Tunía) Centro de Investigación para el Desarrollo Cultural - CIDCU (Piendamó)

Fotografía 1: Plaza Simón Bolívar de Tunía, cabecera municipal Tunía - Piendamó (1930).

Archivo: casa de la cultura de Tunía

Título: Cultura: ¿para qué? ¿para quiénes?

Portada: banda de músicos de Tunía en el ferrocarril. Foto: anónimo. Archivo: casa de la cultura de Tunía Serie: la cultura en Piendamó - Tunía Proyecto: pedagogía cultural Iniciativa: Fundación casa de la cultura “José María Vivas Balcázar” Texto: Phánor Terán Cabrera Diseño, imágenes y diagramación: Julián García Almario Tipografía: Cambria Papel: Cuerpo, bond 75 gr . Potada, bond de 135 gr Contactos: Phánor Terán (Casa de la Cultura de Tunía) Celular: 3165025660 casadelacultura@gmail.com – phanort@yahoo.com Damián Tróchez (Centro de Investigaciones para el Desarrollo Cultural de Piendamó – CIDCU) damtro3@gmail.com Celular: 3006450180 Julián García Almario (Casa de la Cultura de Tunía - Biblioteca) Celular: 3156522445 juliangarcia@unicauca.edu.co - bibliotecadetunia@gmail.com Piendamó – Tunía (Cauca) 2019 -2020

ÍNDICE Introducción.......................................................... 2 Muchos deseos..................................................... 2 Sentir social........................................................... 3 Deberes culturales............................................. 3 Sitema cultural..................................................... 4 Papel de los gobernantes............................... 4 Sentido integrador............................................. 5 Nuevas culturas................................................... 5 Malestar en la cultura...................................... 6 Aprecio por las expresiones artísticas... 6 Festejos populares............................................. 7 Balanza entre arte y festejos........................ 7 Turismo cultural................................................. 8 Solución salomónica......................................... 9 La inclinación de la balanza.......................10 Del dicho al hecho............................................10

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Pregúntate a ti mismo, únicamente, ¿cuáles son los hechos? y ¿cuál es la verdad que los hechos revelan?

Nunca te dejes desviar ya sea, por lo que desees creer O por lo que crees que te traería beneficio, si así fuera creído Observa única e indudablemente: ¿cuáles son los hechos?

Bertrand Russell

INTRODUCCIÓN El clamor por la atención a la CULTURA, no es que sea un aullido estremecedor o un plebiscito ciudadano arrollador, pero sí es, una preocupación creciente de sectores de la ciudadanía, tanto urbana como rural.

MUCHOS DESEOS

La preocupación creciente, abarca muchos temas, tal vez porque se estima que, la cultura misma, podría ayudar a solucionar aquellos asuntos que nos preocupan en la vertiginosa y cambiante sociedad actual.

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SENTIR SOCIAL Debe ser porque, aun cuando no seamos expertos o sabios, comprendemos que “la cultura transforma a los individuos aislados en grupos organizados y proporciona una continuidad y solidez a la vida social. La cultura no solo nos modifica como seres vivientes aportándonos beneficios, aunque también, a lo largo de los siglos, nos ha impuesto obligaciones y exigencias que reprimen muchas libertades personales en aras del bien de todos, el bien común”.

DEBERES CULTURALES

“El individuo cualquiera sea su origen o fortuna tiene que someterse al orden y la ley; tiene que aprender y seguir la tradición; tiene que aprender un sistema de comunicación (habla, gestos, comportamientos); trabaja y produce objetos, cosas, que otros consumirán para su satisfacción, dependiendo, a su vez, de lo que los demás hagan para satisfacer sus propias necesidades.”

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SISTEMA CULTURAL Por último, para no alargar el asunto, “acumula experiencias y se formula inquietudes que se satisfacen y satisfacen a los demás con los sistemas de conocimiento, del arte, las creencias mágicas y religiosas, de organización social reflexionando sobre su pasado y sus antecesores y oteando el futuro de sí mismo y de la humanidad”.

PAPEL DE LOS GOBERNANTES

Tal vez, por ese entendimiento, consideramos que los gobernantes deberían preocuparse por la cultura en todos esos aspectos. No de a poquitos o por pedacitos porque también de alguna forma, sin ser sabios ni entendidos, creemos o esperamos que resuelvan, como portaestandartes de la sociedad, el cúmulo de expectativas, que retomen el rumbo y conduzcan a buen puerto la convivencia ciudadana. Valga decir, integral.

Fotografía 2: Las mujeres. Archivo: Próspero Sandoval

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SENTIDO INTEGRADOR Esa integralidad, aun desordenadamente, la percibimos: unos destacando la convivencia, otros las buenas costumbres, otros las tradiciones, algunos más, llamando al ejercicio de la autoridad, del orden y la ley; aquellos, enarbolan el sentido de pertenencia territorial, los más, el respeto a todo ser humano, todos protegemos o queremos proteger la vida, el estímulo a las expresiones científicas y artísticas, los valores morales, la naturaleza como los bienes más preciados que nos acompañan, la confraternidad con el extraño, la valoración del buen gusto.

NUEVAS CULTURAS

Cada día, la ansiedad por los derechos culturales se acrecienta puesto que nuevos sectores de la sociedad claman por respeto y valoración de sus maneras de ser y pensar, de existir y por ser reconocidos: mujeres, niños, pueblos discriminados, regiones aisladas, formas no aceptadas en las tradiciones que hasta hace poco eran indiscutibles y, ante todo, por y con la naturaleza como el supremo bien de la vida, el bienestar y la supervivencia.

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MALESTAR EN LA CULTURA Sin embargo, como lo señaló alguien, lo que nos produce mayor zozobra en nuestra época es que nuestros males, nuestras mayores desazones, valga decir, nuestras desdichas culturales parecieran provenir, precisamente, de aquellas instituciones, y de aquellos individuos, que nos debían proporcionar y dirigir hacia el bienestar y la convivencia.

APRECIO POR EXPRESIONES ARTÍSTICAS

Un malestar en la cultura se une al reclamo por la cultura para que, en particular, se promuevan las artes en todas sus expresiones, populares y cultas, deleiten a los seres humanos con el fin de enseñar y sensibilizar sobre los grandes principios que permiten a los pueblos organizarse: la justicia y la sabiduría del gobernante, y, el respeto mutuo de los ciudadanos.

Fotografía 3: Banda de músicos, Tunía, 1930. Foto: Heliodoro Armero. Archivo: Marceliano Morera

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FESTEJOS POPULARES Pero también, se presiona -muchas veces, sin mayor esfuerzo- a los gobernantes para que propicien las grandes manifestaciones populares que expresan el desahogo anual por las penurias de la existencia que se expresaban en las festividades religiosas y patronales católicas y que, hoy en día, detentan los poderes públicos en buena medida con fines de ostentación y egocentrismo o que alientan los particulares con claros fines comerciales tanto en lugares privados como en el espacio público.

BALANZA ENTRE ARTE Y FESTEJOS

Un enorme desbalance entre el interés político y personal de los gobernantes por el festejo carnavalesco, urbano y rural, y la pobre atención a la cultura y el arte edificante, es el común denominador de la gobernanza local en toda su historia.

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Fotografía 4: Chigüalo en Tunía. Archivo: casa de la cultura de Tunía

TURISMO CULTURAL Pareciera que este desbalance se subsanaría con las propuestas del llamado turismo cultural, mediante el cual las viejas formas culturales del orgullo por el hogar, por el terruño y la hospitalidad con el extraño, pudieran convertirse en palancas del desarrollo: el gobierno, mejorando la infraestructura social (agua, caminos y carreteras secundarias y terciarias, entorno ambiental, comunicaciones, patrimonio cultural tanto el que se ve como el que no se ve, espacio público, aseo colectivo, infraestructura hotelera, oferta de eventos, asesoramiento económico a las organizaciones culturales y artísticas, propiciando el emprendimiento privado, etc.), las artes mejorando su oferta, en cantidad y calidad, y, la población asumiendo los costos que tal plan demande.

Fotografía 5: inauguración de la Iglesia San Juan Bautista, junio de 1938. Fotografía: Autor anónimo.

Archivo Jesús Bolaños

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SOLUCIÓN SALOMÓNICA El “turismo cultural” ¿podrá conciliar, reunir y consolidar la atención, acción y robustecimiento a las artes cultas, tradicionales y populares?, ¿una mediana satisfacción a las necesidades poblacionales de la cultura (infraestructura, preservación, convivencia, solidez social y comunitaria)?, ¿la generación de empleo para los jóvenes y la comarca?, ¿la ostentación política del gobernante? ¿en un gana y gana, para todos?

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Fotografía 6: Gerardo Fajardo. Archivo: casa de la cultura de Tunía

LA INCLINACIÓN DE LA BALANZA Otros factores sociales inclinarían la balanza como ya se ha podido observar y vivir: nuevos sectores poderosos de la economía, pugnan por dominar la vida social ostentando, en los eventos “turísticos” sus nuevos poderes y frente a los cuales el conjunto mayoritario de la población se encuentra inerme en el peor de los casos y en el mejor, como también se ha visto, imitando y valorando el nuevo orden del consumo y la ostentación.

DEL DICHO AL HECHO

Todo es posible. Nada ni nadie es, absolutamente, bueno ni nada ni nadie es, absolutamente, malo, reza el proverbio filosófico africano.

En conclusión: ¿de qué cultura y culturas, de qué artes estamos hablando para nuestro municipio?

Phánor Terán, Tunía, noviembre de 2019 10

Fotografía 7: la banda de músicos, 1935. Archivo: casa de la cultura de Tunía

Este libro se terminó de imprimir en noviembre de 2019, en la Casa de la Cultura de Tunía Su edición consta de 50 ejemplares

De la serie: La cultura en Piendamó - Tunía

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Cultura: ¿para qué? ¿para quiénes?

Malestar en la cultura.

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