Revista Círculo Amigos de Nava. Nº 1

REVISTA DEL amigos de

nĂşmero

UNO junio 2014

número uno - junio 2014

R

incones

Las fuentes de Bobia Fotografías de Juan Antonio González

Si de algo podemos presumir en el concejo de Nava, es del entorno natural. Sin embargo, no conocemos la mayoría de nuestros rincones más espectaculares. Aquí te presentamos uno de esos rincones: se trata de las Fuentes de Bobia. Bajo Peñamayor, bajo la zona de Bobia, y gracias a los caprichos naturales de la piedra caliza, el agua brota espectacularmente después de haber recorrido las entrañas de la tierra. Se encuentran cerca de El Peranchu. Las rutas trazadas dejan de lado esta zona. Nosotros queremos mostrároslas e invitaros a que os acerquéis, especialmente después de un periodo de lluvias o de deshielo, que es cuando salta el agua.

2

página

revista del círculo amigos de

E

ditorial

E

l día 4 de diciembre de 1958, en el “Gran Hotel Español”, situado en la Avenida de Mayo, en Buenos Aires , República Argentina, “quedaron echadas las bases y fundado el “Círculo de Nava en Buenos Aires”. Se constituye en esta primera reunión una mesa provisoria de la que fue elegido presidente don José Enrique Díaz Mayor (Tresali) y secretario don Alfredo Fernández Martínez (La Colegiata). Cristalizaba así la idea antigua de agrupar a las personas naturales del Concejo de Nava, Asturias, residentes en la República Argentina.

El recuerdo de una tierra idealizada por lejana, la necesidad de exaltar el sentido de pertenencia, la sensación de destierro y desarraigo… fueron los impulsos bajo los que nació el Círculo que se encargó de celebrar y evocar en la distancia “el patrio solar de Asturias”.

En agosto de 1960, se publicaba el primer número de la Revista Círculo de Nava que aún hoy sigue siendo una referencia principalísima para todas las personas que se interesan por el patrimonio local.

Cincuenta y cinco años más tarde, un grupo de entusiastas navetos reunidos en la Biblioteca Municipal “José Fernández Guerra”, constituyen el Círculo “Amigos de Nava”. Asisten a esta reunión fundacional, citados por orden alfabético: Alejandro Calleja, Irene Díaz, Juan Antonio González, Félix Parajón, María Pérez, Leocadio Redondo, Diego Rodríguez y Marta Tristán. Era el nueve de enero de 2014.

Se trata de una iniciativa sin ánimo de lucro, nacida del sentido de pertenencia y de la necesidad de investigar, estudiar, defender, conservar, recuperar, difundir, editar, promover y fomentar el patrimonio local. El Círculo “Amigos de Nava” nace con vocación de INDEPENDENCIA, LIBERTAD y CONTINUIDAD. La presente revista es la primera iniciativa de esta asociación que quiere integrar a todas las personas simpatizantes con los fines antes señalados. Siendo el círculo un polígono formado por infinitos lados, es la figura perfecta para representar una idea que nace para que, todo aquel que se sienta aludido, pueda aportar sin limitaciones a la reconstrucción patrimonial que pretendemos.

El Círculo “Amigos de Nava” ofrecerá canales de participación variados para que, de una forma natural, las personas de cualquier edad se sientan incluidas.

Que esta declaración de intenciones se concrete en muchos y buenos frutos y que éstos ayuden a las generaciones presentes y futuras a conocer sus raíces, a participar en la construcción patrimonial futura y a sentirse orgullosos de ser navetos.

La Junta Directiva del Círculo “Amigos de Nava”

3

página

P

resentación del número uno

Tienes en tus manos, querido amigo, la primera realización del Círculo “Amigos de Nava” recién creado. Tratamos de cumplir con esta revista algunos de los objetivos que nos hemos trazado al fundar esta asociación: investigar, estudiar, defender, recuperar, difundir, editar, promocionar y fomentar el patrimonio local. Para ello, a lo largo de las siguientes páginas, os ofrecemos las primeras aportaciones de esta edificante tarea. Con la ayuda de los primeros colaboradores, os ofrecemos un abanico de temas que esperamos sean de vuestro interés.

Queremos agradecer a todos ellos, su especial interés y colaboración desinteresada. También agradecer a aquellos que se han quedado fuera en esta ocasión por cuestiones de tiempo o espacio, cuyas interesantísimas colaboraciones reservamos para próximos números.

No queremos dejar pasar la ocasión para invitaros a que colaboréis, si lo consideráis oportuno, con esta tarea que hemos emprendido, y que bien con aportaciones gráficas, bien con testimonios, vivencias, pizcas de saber y de experiencia, o bien con trabajos de investigación, etc. Aquí tenéis un hueco para ello. Al fin y al cabo, todos tenemos nuestra particular visión de las cosas, y todos podemos aportar algo interesante.

Este primer número, como no podía ser de otra manera, tiene que hacer referencia a dos de los antecedentes más destacados, como son el Círculo de Nava en Buenos Aires y su revista, y al libro Biografía del concejo de Nava: apuntes para la historia de una comarca del que se cumplen ahora 50 años de su edición. Intentaremos recoger el testigo de aquellas valiosas aportaciones.

Además, también hemos querido recoger uno de los mayores desastres a nivel de historiografía que se produjo en Nava, como fue la quema intencionada de los archivos municipales y parroquiales, perdiéndose grandes tesoros. De aquellas cenizas, forzosamente se debe reconstruir lo perdido, y mostramos como ejemplo la reconstrucción del edificio del ayuntamiento, deduciendo que pese a lo sucedido, no todo se ha perdido.

Hacemos también repaso de la toponimia, de la emigración y de la inmigración, o de la Biblioteca. También del final de la guerra civil en nuestro concejo, o de la ganadería de leche.

Contamos asimismo con algunas colaboraciones literarias que esperamos sean de vuestro agrado, al igual que el resto de artículos, que os invitamos a disfrutar, descubriendo a la vez un poco más de Nava Esta revista es una publicación del Círculo “Amigos de Nava” para sus asociados.

Depósito Legal: AS 02027-2014.

Número UNO. Junio 2014.

Foto de portada: Palacio de la Cogolla (autor Juan Antonio González) Redacción: Junta Directiva Círculo “Amigos de Nava” Impreso en: OLSANGRAF, de Nava, con la Diseño y maquetación: Juan Antonio González. colaboración del Ayuntamiento de Nava.

En la publicación de esta revista se ha utilizado papel reciclado para ayudar a preservar el medioambiente.

Círculo “Amigos de Nava” no es responsable de las opiniones y artículos realizados por los colaboradores y publicados en la presente edición de la revista. Tampoco se responsabiliza del material gráfico que no proceda del propio Círculo “Amigos de Nava”.

Círculo “Amigos de Nava” es una asociación sin ánimo de lucro, fundada en 2014 en Nava con el fin de investigar, estudiar, defender, conservar, recuperar, difundir, editar, promocionar y fomentar el patrimonio local. Su junta directiva esta formada por Alejandro Calleja (Presidente); Marta Tristán (Vicepresidenta); Juan Antonio González (Secretario); Leocadio Redondo (Tesorero); Irene Díaz, Félix Parajón, María Pérez y Diego Rodríguez (vocales).

4

página

Domicilio: Biblioteca Pública Municipal “José Fernández Guerra”. c/Villabona, 2. 33520. NAVA circuloamigosdenava@gmail.com Estamos también en Facebook: www.facebook.com/circuloamigosdenava

Í

ndice

Revista del

de contenidos

editorial

3

presentación

4 5

indice de contenidos Rincones. Fuentes de bobia última. vista aérea de Nava

amigos de

2 64 número UNO. junio 2014

Documentación Entre cenizas. Aproximación a la documentación histórica del concejo de Nava. Por Paloma García Muñoz Cerrando el círculo. Por Juan Antonio González Peláez

6 48

Patrimonio La reconstrucción del edificio del Ayuntamiento de Nava.

Por Ascensión de la Horra Márquez

Toponimia Nava y sus nombres de lugar. Por Xuan Santori Vázquez

Sidra Nava y la Sidra. Por Luis Benito García Álvarez

Emigración España, país de emigración. Por Alberto Torga Llamedo

12 17 21 25

Etnografía

Los Fernández, El progreso del comercio leonés en Nava.

Por Javier Berros Morilla

La ganadería bovina en Nava. Por Alejandro Calleja Álvarez

Historia El final de la guerra civil en Nava. Por Luis Aurelio González Prieto La biblioteca de Nava. Por Leocadio Redondo Espina Cosas de ayer. El cine Marisina. Por Leocadio Redondo Espina

Efeméride 50 años de nuestra biografía. Por Félix Parajón Fernández 400 años del Santuario de El Remedio.

Antaño y Hogaño Nava desde La Capellanía. Por José Ornia.

Colaboraciones literarias Poesía. de Javier Berros Morilla Poesía. de María Teresa García Díaz Recuerdos. Al palacio de La Cogolla. Ecos para una triste melodía. Por Casilda Ríu Cuento. el Perro de la Vieja. Por Jose Manuel Férnández Argüelles.

34 51 38 42 61 10 63 32 24 50 56 58

5

página

número uno - junio 2014

ocumentación

DEntre cenizas

Aproximación a la documentación histórica del concejo de Nava Paloma García Muñoz

(...) aparte del calculable valor del edificio y enseres, no se puede comparar con el inmenso que representan los documentos destruidos dentro de las oficinas municipales y de los archivos, donde había documentos del año 1500 y anteriores que tenían un incalculable valor histórico (1)

De esta forma, en la sesión extraordinaria del Pleno del día 8 de noviembre de 1934, lamentaba Alfredo Pérez Martínez, alcalde-presidente en funciones del Ayuntamiento de Nava, la destrucción del fondo histórico municipal como consecuencia de la revolución de octubre (2).

Su exposición nos servirá como punto de partida para rastrear, entre cenizas, el devenir histórico de dicho fondo, intentando reconocer su génesis, organización y tipología documental.

E

n el marco de la política repobladora regia que tiene lugar en el siglo XIII, el territorio de Nava alcanza en 1270 su documento fundacional, al igual que Valdés, Siero y Maliayo (Villaviciosa) (3). Asentada en el lugar conocido como Polanava, la génesis de la puebla o “pola” de Nava no se entiende sin la hegemonía del monasterio de San Bartolomé, formándose la villa como burgo monástico, al igual que Corias, Obona o Cornellana. De hecho, Polanava, reducirá notablemente su número de pobladores al solicitar muchos de ellos notas pie (1) AMN: Libro de actas de sesiones del Pleno (1934-11-8 / 1935-8-23), L1, f.1.

(2) Una breve descripción de los actos revolucionarios en Nava la relata Aurelio de Llano Roza de Ampudia en: Pequeños anales de quince días. La revolución en Asturias (Octubre 1934). Oviedo, 1977, p. 150.

(3) En M. Sangrador y Vitores: Historia de la administración de justicia y del antiguo gobierno del Principado de Asturias; Oviedo, 1866 (Ed. facsimilar en Silverio Cañada Editor; Gijón, 1989), pp.

412-415, se reproduce con lagunas la carta puebla de Nava. Aunque carecemos de testimonios que aludan a sus cartas puebla, también debieron fundarse en la segunda mitad del siglo XIII, Salas, Navia, Colunga, Ribadesella, Gozón, Carreño, Laviana y Aller, según señala M. Calleja Puerta en A. Fernández Pérez y F. Friera Suárez (Coord.): Historia de Asturias; Oviedo, 2005, pp. 272-277.

Véase también, J.I. Ruiz de la Peña: Las “polas” asturianas en la Edad Media. Estudio y diplomatario; Oviedo, 1981.

6

página

revista del círculo amigos de la protección del coto monástico de San Bartolomé, huyendo de las gravosas cargas fiscales impuestas, ya en el siglo XIV, cuando la puebla de Nava pasa a formar parte del señorío del conde don Alfonso de Noreña, hijo bastardo de Enrique II. A partir del siglo XIII, la burocratización administrativa crece y con ella se incrementa el número de documentos públicos. La carta puebla de Nava, siendo el documento concejil más importante, compartiría espacio con otros documentos municipales no menos relevantes, como los libros de actas, que recogen las decisiones tomadas; documentos de carácter patrimonial (inventarios de bienes raíces y apeos, compraventas, foros y arrendamientos, entre otros), que justifican la tenencia y transmisión de propiedades; y documentación contable, que proporciona información cuantitativa muy valiosa para determinar la riqueza del municipio. Este fondo municipal, muy probablemente, se custodiaría en alguna dependencia del monasterio de San Bartolomé.

Por otro lado, a mediados del siglo XIII se instituye el notariado en todo el reino, contando cada pola o jurisdicción señorial con uno o más notarios. Evidentemente, el concejo de Nava también tiene un archivo notarial. Sin embargo, el incendio provocado del 21 de octubre de 1934 consumió gran parte de sus protocolos notariales, quedando reducido su fondo histórico a los protocolos de los años comprendidos entre 1644 y 1907, ambos inclusive (4).

Una vez más, la contienda como excusa y el fuego como medio para convertir en polvo y cenizas la memoria histórica de delitos, bienes patrimoniales, obligaciones y deudas contraídas, entre otros asuntos, que yacen de esta forma bajo el manto del olvido (5).

El antigüedat de los tiempos es cosa que face á los homes olvidar los fechos pasados; et por ende fue meester que fuese fallada escriptura porque lo que ante fuera fecho non se olvidase

(Alfonso X el Sabio) Es lógico pensar que esa necesidad de guardar todo por escrito estuviese regulada de alguna forma desde instancias superiores. De hecho, en el Código de las Siete Partidas de Alfonso X, concretamente en el título XVIII de la Tercera Partida, se definen y reglan las escrituras públicas y en el título XIX, las funciones de los escribanos (6).

En efecto, los escribanos públicos de las villas y ciudades están obligados a llevar un libro registro de las escrituras que redacten, así como otro libro registro en el que se detallen todas las cuentas de las rentas del concejo para determinar cuáles son en caso de reclamación regia o de litigio.

Sin embargo, no será hasta el siglo XVI, bajo el reinado de los Reyes Católicos, cuando se desarrolle una legislación archivística municipal más específica, siendo la pragmática de 9 de junio de 1500, la medida más destacada de las aprobadas en el Antiguo Régimen. Con ella, se obliga a los corregidores á hacer casas de Concejo, y cárcel donde no la hubiere, y arca en que se custodien los privilegios y escrituras y los libros de las leyes del Reyno (7).

notas pie

(4) Disponibles para su consulta en el Archivo Histórico de Asturias, aunque la relación cronológica no es correlativa, faltando algunos años. Véase G. Pantiga Vigil: Inventario general de los protocolos notariales del distrito de Piloña, custodiados en el Archivo Histórico de Asturias; Oviedo, 2008, pp.180-224.

(5) D. Navarro Bonilla: La imagen del archivo. Representación y funciones en España (siglos XVI y XVII). Gijón, 2003, pp.159-174.

(6) Hemos manejado la edición digital del original perteneciente a la biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla. Las siete partidas del rey don Alfonso el Sabio, cotejadas con varios códices antiguos por la Real Academia de la Historia. Tomo II. Partida Segunda y Tercera. Madrid, 1807, pp.546-644.

(7) Novísima recopilación de las leyes de España, Libro VII, Título II “De los concejos y Ayuntamientos de los pueblos”, pp.2-4.

7

página

número uno - junio 2014

Desde finales del siglo XIII hasta comienzos del siglo XVI, era frecuente que la documentación municipal se custodiase en edificaciones religiosas, ante la carencia de un edificio consistorial (8). En este sentido, el monasterio de San Bartolomé sería el mejor guardián para albergar el arca del concejo, dada la estrecha vinculación entre la supuesta inviolabilidad de lo sagrado y el secreto del arca de privilegios. Por otro lado, como expresamos anteriormente, el incremento poblacional que experimenta La Plazuela de San Bartolomé no hace sino afianzar aún más el desarrollo de la villa de Nava como centro municipal en ese núcleo.

A partir del siglo XVI, con la obligación de construir casa de Ayuntamiento, el arca que previamente se custodió en el monasterio de San Bartolomé, se trasladaría en este momento a la nueva sede municipal. No obstante, según las fuentes consultadas, sabemos que en 1826, el archivo se alojó en dependencias del antiguo monasterio, ya desacralizado (9).

El arca de los privilegios y escrituras municipales que estaría a buen recaudo, tendría tres llaves: una en posesión del juez o alcalde, otra en manos de un regidor y la última, en las del escribano público del concejo. El préstamo de los documentos estaría regulado de tal manera que, cuando fuere necesario, se diese conocimiento de su salida y se obligase su devolución, siendo el escribano del concejo el encargado de reclamarlos, en caso de que no fuesen devueltos.

La pragmática de 3 de septiembre de 1501 obliga al escribano del concejo a formar un libro en el que se registraran todas las cartas, ordenanzas, albalaes y cédulas reales que fueren presentadas en su municipio, precedido de una tabla de contenido en la que se enumerarían dichas cartas y se reflejaría brevemente su asunto, a modo de índice. Además, debería redactar otro libro de pergamino encuadernado en el que reseñarían todos los privilegios del concejo, así como las sentencias ganadas a su favor.

Por tanto, vemos cómo a principios del siglo XVI el concejo de Nava, al igual que otras villas y ciudades, cuenta ya con un fondo documental que se incrementa progresivamente conforme avanza la centuria, así como con los primeros instrumentos de control, es decir, el libro de escrituras corrientes y el libro de privilegios. “(...) todo ello esté a mucho recaudo y guarda, porque guardándose con este recato y seguridad, hazen fe y prueva en muchas cosas, y no de otra manera”

(J. Castillo de Bobadilla) Bajo el reinado de Felipe II, en 1597, Jerónimo Castillo de Bobadilla, incide en ser responsabilidad del corregidor que cada concejo custodie sus escrituras y privilegios en un archivo o arca de tres cerraduras, llevando un libro registro de todas ellas por abecedario para hallarlas fácilmente. Asimismo, deberían llevar otro libro registro de haciendas de los propios, un libro de los acuerdos, otro de las ordenanzas y un último de cuentas (10). notas pie (8)M. García Ruipérez y C. Fernández Hidalgo: Los archivos municipales en España durante el

8

página

Antiguo Régimen: regulación, conservación, organización y difusión. Universidad de Castilla La Mancha, 1999, pp. 108-119.

(9) S.Torga Llamedo: Notas sobre el municipio de Nava, sus gentes, historia y costumbres, 2008.

Agradezco en este punto a Ascensión de la Horra, archivera de la Mancomunidad Comarca de la Sidra, sus informaciones al respecto.

(10) J. Castillo de Bobadilla: Política para corregidores...; tomo segundo, 1624; libro III, capítulo VII, p. 146.

revista del círculo amigos de

A partir del siglo XVII, las arcas de archivo van siendo sustituidas por armarios; muebles que están instalados en distintas dependencias. Será al finalizar el Antiguo Régimen, cuando se comience a asociar la idea de archivo con una dependencia separada del resto, contando en ese momento la documentación municipal con un espacio propio. Las fuentes manejadas para el caso de Nava son escasas y nada dicen en relación con este punto.

Es importante señalar que los cotos señoriales ubicados en el término de Nava, generaron su propio haber documental, como consecuencia del ejercicio jurisdiccional. Así, el monasterio de San Pelayo de Oviedo, tenía la facultad de nombrar justicias anualmente en el coto de Castañera o San Bartolomé y percibía el diezmo de los frutos de todas las heredades de su coto.

Los vecinos del coto de Santo Tomás de Priandi, cuyo titular era el monasterio de San Vicente, debían pagar rentas, fueros y yantar al monasterio, cuyo abad nombraba alcalde mayor y juez, además de cobrar las penas de Cámara. El coto de Tresali, de titularidad laica, tenía la facultad de nombrar justicia y los vecinos debían pagar el diezmo de los frutos de sus heredades.

Finalmente, el coto de Buyeres pertenecía al señorío del conde de Nava, percibiendo por cada vecino 4 reales anuales en concepto de señorío, así como la luctuosa, es decir, un importe por cada hombre casado o viudo que fallecía; además, pagaban el diezmo de los frutos de sus heredades (11).

Con la Real Orden de 18 de diciembre de 1826 se suprimen todos los ayuntamientos particulares de los cotos y jurisdicciones del Principado, incorporándolos a los términos en los que estuviesen enclavados. Los archivos de los cotos monásticos pasarían a formar parte del monasterio de San Pelayo de Oviedo y los cotos de particulares se integrarían en los fondos personales de las familias oligarcas que hubiesen ejercido sobre ellos su señorío.

Con la proclamación de la Constitución de 1812, la figura del secretario municipal como responsable del archivo cobra relevancia, en detrimento del antiguo escribano. Es bajo el reinado de Fernando VII cuando la destrucción de documentos como acción legitimadora se impone, siendo frecuente la quema de archivos como estrategia militar (12).

Si durante el Antiguo Régimen primaba el valor jurídico del archivo municipal, durante el siglo XIX, su valor histórico no será menos importante. Además, es precisamente en 1856 con la creación de la Escuela Diplomática, cuando la profesión de archivero se implante, perdurando sus funciones en líneas generales, hasta el presente siglo (13).

En este breve artículo hemos intentado exponer el origen y conformación del archivo municipal de Nava desde finales del siglo XIII. La pérdida irreparable del fondo histórico anterior a 1934 no impide, sin embargo, acercarse por otras vías a su pasado. Como señalamos anteriormente, en el Archivo Histórico de Asturias se custodian protocolos notariales del concejo desde el siglo XVII y una indagación más rigurosa y detenida podría sacar a la luz documentación relativa a los cotos señoriales navetos.

Afortunadamente, no todo está perdido y se conserva en el archivo municipal la documentación posterior a noviembre de 1934 que con el resto del siglo XX, forma parte también del fondo histórico municipal de Nava. notas pie (11) Sobre los cotos de Nava, véase G. Anes y Álvarez de Castrillón: Los señoríos asturianos; Gijón, 1989.

(12) J. Cerdá Díaz: Los archivos municipales en la España contemporánea; Gijón, 1997; p.89.

(13) Ibid: p.90.

9

página

número uno - junio 2014

feméride

E50 años de nuestra biografía félix parajón fernández

Biografía del Concejo de Nava : apuntes para la historia de una comarca asturiana José Enrique Díaz Mayor. -- Buenos Aires : Burbaya, 1964 (Buenos Aires : Juan Castagnola e Hijo). 240 p. : il. ; 23 cm.

E

ste es el carné de identidad de 240 páginas de historia sobre nuestro Concejo, distribuidas en 38 capítulos. “Para muchos [navetos] supuso el conocimiento de la historia de su municipio y los avatares ocurridos desde el siglo X” (1). Y para su autor, José Enrique Díaz Mayor, el reconocimiento de sus vecinos a través de la Corporación Municipal del Ayuntamiento, que reunida en sesión plenaria en julio del año 2000, acordó nombrarlo “Hijo Predilecto”.

En esta edición de “Biografía del Concejo de Nava : apuntes para la historia de una comarca asturiana”, leemos una nota final que nos indica que “se terminó de imprimir el día 29 de noviembre de 1964”, por lo tanto dentro de unos meses se cumplirá el 50º Aniversario de su edición, y además se advierte que Díaz Mayor elige este día de edición para homenajear a Melchor Gaspar de Jovellanos en el 153 aniversario de su muerte.

José Enrique Díaz Mayor

El documento ha sido publicado por Ediciones Burbaya, editorial de su propiedad, cuya denominación es un guiño emotivo de los muchos que José Enrique hace a su tierra natal, puesto que Burbaya es el nombre de un castañedo de la aldea de Tresali “que fue para él un entrañable lugar de juegos durante su infancia”(2) notas pie (1) Diaz Mayor, José Enrique, “Kike Burbaya”, http://www.vivirasturias.com/asturias/nava/diaz-mayor,-jose-enrique, [Consulta: martes, 29 de abril de 2014]

(2) Torga Llamedo, Saúl : “Se nos fue para siempre el biógrafo de Nava”. En diario La Nueva España, Oviedo, 30-IV-2005

10 página

revista del círculo amigos de

La prensa regional de entonces recoge la edición de esta obra en columnas de articulistas tan prestigiosos como Otero Pérez, Luciano Castañón y Albino Suárez. La primera columna de opinión la ofrece Luciano Castañón a los tres meses de la edición del libro, con frases como “queda pues en esta obra estudiado lo histórico de Nava, con referencias continuas tanto a lo secundario como a lo importante – historia de la famosa Ferrería, de la Casa de los Alvarez de las Asturias, Carta Puebla, El fuero, Jimena Díaz esposa de Cid, etc.”

Por su parte Albino Suárez, en su análisis del libro en La Voz de Asturias de junio de 1966, pone en valor las fuentes bibliográficas consultadas por el escritor naveto, cuando comenta que “no queda publicación, que, tratándose de Nava, y, por ende, de Asturias, él no hurgara profundamente”. De este modo se refiere al capítulo 1, “Fuentes y bibliografía”, uno de los más útiles del libro para los investigadores y curiosos de la historia local. Tal opinión queda confirmada en la proliferación de las 633 notas y 36 fotografías de rincones y personajes locales a lo largo de la obra.

El 4 de diciembre de 1958, seis años antes de la comentada edición de Biografía del Concejo de Nava, una treintena de Navetos se reúnen en el Hotel Español de la capital Argentina para crear la Asociación Círculo de Nava en Buenos Aires. Entre otras actividades, el “Círculo” publica la revista “Nava”. Muchos de los estudios históricos que José Enrique utilizó para la confección de su libro, se pueden encontrar en alguno de los ocho ejemplares que ha dirigido y editado el investigador de Tresali entre los años 1960 y 1971.

Este legado de J. E. Díaz Mayor es un aporte significativo a la memoria colectiva de todos nosotros y parte importante de nuestro patrimonio cultural. Da cuenta de la evolución de nuestro pensamiento, descubrimientos y logros como comunidad. La Asociación Circulo Amigos de Nava, recientemente creada, con la difusión y estudio de este documento, quiere contribuir al conocimiento del patrimonio y crear vínculos entre el pasado, presente y futuro.

11 página

número uno - junio 2014

P

atrimonio

La reconstrucción del edificio del ayuntamiento de nava Ascensión de la Horra Márquez

Pretendemos con este trabajo sobre la construcción del edificio del Ayuntamiento de Nava, hacer una pequeña aportación a la historia local de éste concejo utilizando una de las principales fuentes de información que se pueden consultar, el Archivo Municipal de Nava. Toda la información reflejada en este artículo de acontecimientos posteriores a octubre de 1934 se ha sacado de los documentos conservados en él (1). Para las informaciones de fechas anteriores se han utilizado varias publicaciones (2) ya que, como veremos a continuación, el Archivo Municipal con toda la documentación histórica en él conservada, fue quemado y no se conservan documentos anteriores a noviembre de 1934.

LA REVOLUCIÓN DE 1934 La Revolución de octubre de 1934 marca un antes y un después en la fisonomía de la capital del concejo de Nava, pues es con el ataque de los revolucionarios cuando se destruyen, entre otras, las edificaciones que formaban el núcleo fundamental de la llamada Plazuela de San Bartolomé de Nava desde la Edad Media: el monasterio benedictino de San Bartolomé y su Iglesia Parroquial. Aunque en esa fecha el monasterio ya no era tal, el edificio se mantenía en pie y en sus dependencias se encontraban desde al menos 1926 las oficinas de la recaudación de hacienda pública, el Ayuntamiento y la Casa Rectoral. El 8 de octubre de 1934 todo fue quemado.

La antigua Iglesia Parroquial se encontraba donde se levanta la actual, en la margen sur de la carretera de Oviedo-Santander con la fachada hacia la plazuela. Adosado en el lateral sur y ligeramente adelantado sobre la plazuela se levantaba el monasterio, una edificación de gran solidez, de planta baja y primera que se extendía hasta el río Viao y girando en escuadra, continuaba otros tantos metros por el margen izquierdo del río.

El Ayuntamiento ocupaba la parte de edificio que estaba pegante a la Iglesia Parroquial, mientras que en el extremo opuesto, en la esquina del edificio, estaba la Casa Rectoral. Después notas pie (1) Hemos consultado los Libros de Actas del Pleno de 1934 a 1967, el Expediente de construcción de la nueva Casa Consistorial, 1938-1955, el Expediente de adquisición de terrenos para construcción de la nueva Casa Consistorial, 1935 y el Expediente de Regiones Devastadas, 19391941.

(2) José Enrique Díaz Mayor, Biografía del concejo de Nava, Buenos Aires, 1964.

Saúl Torga Llamedo, Notas sobre el municipio de Nava, sus gentes, historia y costumbres, 2008.

Mª Ángeles Faya Díaz, Nava en el Catastro de Ensenada (1752), Oviedo, 2009.

12 página

revista del círculo amigos de de la destrucción del antiguo Ayuntamiento, la primera sesión de la corporación municipal se celebra el 8 de noviembre siguiente en el primer piso de la casa de Alicia Portal Díaz, viuda de José Martínez, situada en la calle de la Iglesia. En un principio estarán instalados con mucha precariedad. Los muebles para las oficinas serán prestados por los vecinos y algunas mesas y sillas serán prestadas por el Casino de Nava.

Nava antes de 1911. Foto del Museo del Pueblo de Asturias.

Esta vivienda se convertirá en la sede del Ayuntamiento hasta que en el mes de mayo de 1940 se celebre la primera reunión del Pleno en la nueva Casa Consistorial. Además, durante los años de construcción hubo diversas propuestas presentadas por las distintas corporaciones municipales para la instalación provisional del Ayuntamiento en otros locales “más grandes y apropiados” como El Hospitalillo, El Casino, el chalet de los Diegos; pero todas sin éxito.

COMIENZO DE LAS OBRAS (1934-1936).

En esa primera sesión de 8 de noviembre de 1934, el alcalde en funciones Alfredo Pérez Martínez (3) ya exhorta a la corporación a que ponga todo su empeño en la construcción de un nuevo Ayuntamiento. Y en los meses posteriores propone, aprovechando la destrucción casi total de los antiguos edificios, su demolición y un cambio en la localización de los mismos, así como la compra al cura párroco de los terrenos necesarios para instalar el nuevo Ayuntamiento: “la Casa Consistorial se podría emplazar aisladamente, dotarla de luces por sus cuatro fachadas y darle mayor amplitud.” notas pie (3) Alcaldes entre los años 1936-1939: Alfredo Pérez Martínez, fue alcalde en funciones hasta el 14 de marzo de 1936, en sustitución de Rodrigo Mayor Mayor que no ejercía por tener licencia por enfermedad. Severino Vega Onís, del 14 de marzo de 1936 hasta el 30 de junio de 1936. De 30 de junio de 1936 hasta el 24 de septiembre de 1936 no se celebraron actas de reuniones del Ayuntamiento Pleno por lo que no sabemos quién era el alcalde. Luis Vigón Palacios, del 24 de septiembre de 1936 hasta 28 de mayo de 1937. Ceferino Ovín Montes, del 28 de mayo de 1937 hasta el 21 de octubre de 1937.

Fernando García-Mauriño Longoria, desde 6 de noviembre de 1937 hasta 15 de febrero de 1939.

Celedonio Berros Teja, desde 15 de febrero de 1939.

13 página

número uno - junio 2014

Esta propuesta, que es aplaudida por todos los concejales, se hace realidad un año después, noviembre de 1935, con la compra al cura párroco, Andrés Fernández González, de 560 metros cuadrados de la denominada Huerta del Convento por 6.200 pesetas, y de 292 metros cuadrados que ocupaba parte de la Casa Rectoral semiderruida, por 13.000 pesetas.

Una vez con los terrenos en posesión del Ayuntamiento en la sesión de 29 de noviembre de 1935, se acuerda comenzar los trámites para las obras. Primero se acuerda por unanimidad nombrar como arquitecto encargado a Francisco Somolinos y después se aprueban los pliegos de condiciones para la contratación de las obras elaborados por dicho arquitecto.

Antes de comenzar las obras de construcción era necesario el desescombro y derribo de lo que quedaba en pie del antiguo monasterio para aprovechamiento de los materiales que fueran útiles y para poder explanar la zona de construcción. Dicho trabajo se adjudica mediante subasta al constructor Salomón Nozaleda por 625 pesetas.

Dos meses después, el 15 de enero de 1936 se adjudican las obras de construcción del Ayuntamiento mediante pública subasta a José Llamedo Pandiella, por 73.256,70 pesetas y un plazo de ejecución de nueve meses. Con gran celeridad, las obras comienzan durante el mes de marzo siguiente.

Unos meses después del fin LA GUERRA CIVIL (1936-1937). de la guerra en El 18 de julio estalla la Guerra Civil y durante los momentos más crudos de la Asturias, cuando guerra las obras se detienen. No obstante y pese a las circunstancias, desde se presenta la marzo de 1936 que comienzan las obras hasta enero de 1938, unos meses primera después del fin de la guerra en Asturias, cuando se presenta la primera liquidación de las mismas, ya se ha liquidación de las mismas, ya se ha levantado la estructura del edificio. Las obras ejecutadas fueron: “movimiento de tierras en cimiento, movimiento de levantado la estructura del tierras en resto de edificio, hormigón en cimentación y mampostería en edificio muros”.

POSTGUERRA PARTE I (1938-1941).

Tras la toma de Asturias por el Frente Nacional en octubre de 1937, la nueva corporación municipal empieza las gestiones para reiniciar las obras contactando con el arquitecto y el constructor, pero surge un contratiempo ya que José Llamedo, el contratista, no quiere continuar con la obra y la nueva corporación tiene que rescindir el contrato, pagándole la certificación de obra que presenta y que había sido aprobada por el arquitecto, el 50% de los gastos que le habían ocasionado la adjudicación del contrato y la fianza presentada, en total 17.390,20 pesetas.

En este punto, y antes de continuar con las obras, el alcalde presenta las cuentas del estado de las consignaciones para las mismas. Hasta la fecha, 8 de abril de 1938, se habían realizado pagos por valor de 25.484,05 pesetas y de la subvención concedida por la Junta de Socorros del Gobierno Civil de 10.000 pesetas se habían hecho pagos por valor de 5.854,49 pesetas. En total 31.338,54 pesetas en pagos, y quedaba un remanente de 4.985,59 pesetas.

Pese a no tener contratista de obras, éstas se reanudaron a finales de 1938 bajo la dirección del arquitecto Somolinos, que redacta un nuevo proyecto en junio de 1939 para finalización de las mismas y en el que se actualiza el presupuesto adaptándolo a los nuevos precios. Ese presupuesto y la escasez de materiales se convierten en un grave problema pues la nueva cuantía asciende a 67.617,08 pesetas, y el Ayuntamiento admite que sólo tiene capacidad para asumir los pagos por 36.715,61 pesetas.

14 página

revista del círculo amigos de

No obstante las obras se van ejecutando, en parte por el propio Ayuntamiento “utilizando mano de obra de elementos izquierdistas mediante prestación personal”, y en parte contratándolas. Así y hasta finales de 1941 se ejecutaron obras de revocos de paredes, construcción de escalera interior, instalación de fontanería, calefacción e instalación eléctrica.

Además se contrataron la instalación de la carpintería interior y exterior a cargo de Salomón Nozaleda Zapatero por 8.934 pesetas, la colocación de las baldosas del pavimento por el Sr. Gavito y la construcción e instalación del mobiliario para oficinas y salón de sesiones, según proyecto del propio Somolinos, a favor del Sr. Solís.

Pero el dinero del Ayuntamiento se termina y las obras quedan sin finalizar a la espera de la ayuda del Gobierno de la Nación que, tras la guerra, comienza un proceso de reconstrucción de los pueblos y ciudades de España.

En estas circunstancias y con el edificio todavía en obras y sin terminar, se instalan las oficinas municipales y se empiezan a celebrar los Plenos del Ayuntamiento a lo largo de 1940.

POSTGUERRA PARTE II (1941-1958).

En junio de 1940 visitaron la villa de Nava los arquitectos de la Comisión Provincial de Regiones Devastadas y Reparaciones de Oviedo, organismo dependiente del Ministerio de Gobernación cuya misión era la de dirigir e inspeccionar cualquier proyecto de reconstrucción, tanto de particulares como de edificios e instalaciones públicas dañadas por la guerra. Habiendo comprobado que habían sido destruidos más del 75% de los edificios del concejo, propusieron que el Ayuntamiento solicitase la “adopción Paradojicamente del pueblo de Nava” por el Jefe del Estado, lo que suponía, entre otros y pese a tener a beneficios, que el Estado se hacía cargo de la reconstrucción de todos los partir de ese edificios públicos. momento la financiación asegurada, la La solicitud se presentó y por decreto publicado en el Boletín Oficial de 22 de obra de la Casa febrero de 1941, se resolvió que el pueblo de Nava fuera “adoptado”, lo que Consistorial (...) supuso que Nava empezara el proceso de reconstrucción de todos sus edificios queda aparcada públicos e infraestructuras destruidos. Estos fueron básicamente: la Iglesia por completo Parroquial, Casa Rectoral y anejos, el cuartel de la Guardia Civil, la hasta junio de administración de correos, la estación de telégrafos, la terminación de la Casa 1954 Consistorial, aceras, escuelas...

Paradójicamente y pese a tener a partir de ese momento la financiación asegurada, la obra de la Casa Consistorial, que recordemos estaba sin terminar por falta de presupuesto, queda aparcada por completo hasta junio de 1954; trece años, en los cuales el esfuerzo de reconstrucción se centra en la Iglesia Parroquial (inaugurada en 1947), la Casa Rectoral, el cuartel de la Guardia Civil, la plaza de abastos, la cubrición y urbanización del rio Viao a su paso por Nava, la construcción de grupos escolares y viviendas para maestros, entre otros.

En junio de 1954 el Pleno del Ayuntamiento encarga el proyecto para las obras de terminación de la Casa Consistorial a uno de los arquitectos de la Comisión de Regiones Devastadas, Juan Vallaure, que es aprobado en noviembre de 1954, con un presupuesto de ejecución de 181.023,15 pesetas. Dicho “Proyecto de reparación, modificación y remate”, pretendía, según palabras del propio arquitecto “dignificar el edificio” con la construcción de una escalinata de entrada, remates de cantería en las fachadas, obras de cerrajería, pavimentos de mármol, colocación de frontón, pináculos, escudo. Todo con gran calidad de los materiales que “embellecerán y transformarán el edificio”.

15 página

número uno - junio 2014 Las obras se adjudican el 27 de marzo de 1955 a Enrique Rodríguez Construcciones S.A., de Oviedo, por un periodo de ejecución de 6 meses y por la cantidad de 180.996 pesetas. No obstante, éstas no terminaron hasta casi 3 años después y con un incremento en el presupuesto bastante considerable, ya que la liquidación final presentada por el contratista en enero de 1958 ascendió a 346.384,19 pesetas. Dicha cantidad no fue aprobada por el arquitecto Vallaure sino que aprobó una liquidación por 282.049,40 pesetas que fueron abonadas.

Las obras de construcción de la Casa Consistorial se complementaron en estos últimos años con la explanación de la parte posterior, la instalación de un jardín en la plazuela existente en el lateral derecho del mismo y en 1962 con la terminación de las obras de adecuación de la Plaza de Manuel Uría.

Ayuntamiento de Nava, años sesenta.

Foto de la revista Circulo de Nava en Buenos Aires, agosto 1961.

En resumen, la reedificación del actual Ayuntamiento se dilató en el tiempo desde octubre de 1934 en que se destruye el antiguo edificio hasta enero de 1958 que se reciben las obras ya completas y finalizadas. Sus obras sufrieron periodos de más o menos actividad a consecuencia primero de la Guerra Civil, y después por la falta de medios materiales y humanos en la postguerra y la necesidad del concejo de realizar otras obras de reconstrucción también fundamentales tras la guerra, que trajeron como consecuencia el aplazamiento de las del Ayuntamiento durante bastantes años.

16 página

revista del círculo amigos de

oponimia

TNava y sus nombres de lugar Xuan Santori Vázquez

L

a inquietud de saber el principio y significado de los nombres de lugar propios es connatural al hombre. Los topónimos son nuestro legado, historia, nosotros mismos. Por esto tendemos a desear y formulamos para aquellos poco trasparentes, teorías sugerentes y orígenes míticos que estén en el mismo plano de importancia que nuestro propio origen. Así, históricamente se utilizó la paretimología —etimología asociativa pseudocientífica— que a veces propone explicaciones toponímicas a través de fuentes y tradiciones que van desde lo bíblico hasta supuestas herencias sánscritas que nos conectan con el principio de todo. Pero la filología tiene andado ya un siglo amplio como disciplina científica y puede rechazar estas explicaciones populares. Xosé Lluis García Arias en su obra “Pueblos Asturianos.

El porqué de sus nombres”, da muestras ejemplares: “Somiedo” procedería de la voz de un rey que al pasar El Puertu de la Mesa y ver los precipicios, manda parar a su caballo mientras apunta hacia abajo y dice “miedo”. O que M O R S “muerte” se explica por MORSUM, “mordisco” porque fue así como entró ésta de la mano del pecado original de Eva.

L

a molición de saber el principiu y significáu de los nomes de llugar propios ye connatural al home. Los topónimos son la nuestra heredá, la nuestra historia, nós mesmos. Por esto tendemos a deseyar y formulamos p'aquellos poco tresparentes, teoríes suxerentes y oríxenes míticos que tean nel mesmu planu d'importancia que'l nuestru propiu orixe.

Asina, históricamente utilizóse la paraetimoloxía —etimoloxía asociativa seudocientífica— que propón dacuando esplicaciones toponímiques al traviés de fontes y tradiciones que van dende lo bíblico hasta supuestos llegaos sánscritos que nos conecten col principiu de too. Pero la filoloxía tien andáu yá un sieglu ampliu como disciplina científica y puede refugar estes esplicaciones populares. Xosé Lluis García Arias na so obra “Pueblos Asturianos. El porqué de sus nombres”, da muestres exemplares: “Somiedo” vien de la voz d'un rei que al pasar El Puertu de la Mesa y ver los desventíos, manda parar al so caballu mientres apunta p'abaxo y diz “mieu”. O que MORS 'muerte' desplícase por MORSUM, 'mordigañu' porque foi asina como entró ésta de la mano del pecáu orixinal d'Eva.

En realidad, la toponimia es el producto y la huella lingüística del hombre y las civilizaciones que habitaron y domeñaron un territorio y en consecuencia un patrimonio a salvaguardar. La deturpación de los nombres de lugar significa una falsificación a manos de la ignorancia y la pérdida de la continuidad histórica que nos retrata como pueblo. La castellanización en la toponimia asturiana ofrece ejemplos palmarios de esto: un lugar

En realidá, la toponimia ye'l productu y la buelga llingüística del home y les civilizaciones qu'habitaron y domeñaron un territoriu y d'ende una patrimoniu a salvaguardar. La deturpación de los nomes de llugar significa una falsificación a manos de la ignorancia y la perda de la continuidá histórica que nos retrata como pueblu. La castellanización na toponimia asturiana ufierta exemplos sabíos d'esto: un llugar

17 página

número uno - junio 2014

denominado Lloréu, dice que en él abunda el laurel; llamarlo *Loredo equivale a afirmar que allí abundan las aves coloristas de clima ecuatorial con pico curvado y cierta inteligencia.

denomináu Lloréu, diz que nél abonda'l lloréu o alloral; llamalu *Loredo ye afirmar qu'ellí abonden les aves pintureres de clima ecuatorial con picu curváu y daqué intelixencia.

Hay dos procedimientos generales históricamente muy productivos para nombrar lugares: la primera es la descripción física de un lugar, de un elemento singular que destaque en él o de la acción del hombre sobre ese entorno; el segundo es el que genera topónimos a partir de nombres de persona, como antiguos poseedores o advocaciones religiosas. A veces, los nombres de los sitios dejan de ser trasparentes y ya no podemos trazar la evolución completa hasta su forma actual.

Pero vamos a empezar por el principio. Nava pertenece a un sustrato muy arraigado en la península en territorios de lengua castellana, asturiana o vasca. La palabra funciona como sustantivo aún en tierras de Castilla con el significado de 'llanura alta rodeada de cerros'.

En euskera también tiene un significado asociado a 'valle' o 'llanura'. De acuerdo a García Arias 2000, p. 164, la abundancia de Navas es susceptible de tener muchas explicaciones, asociadas a la cultura que se desarrolló en los lugares donde se da este nombre de lugar, es decir: preindoeuropea, protoiliria, indoeuropea, precéltica, céltica, griega o vasca. Ese significado de 'valle' que mantiene en euskera se adecúa al aspecto que tiene nuestra Nava y también en las otras asturianas: en Villaviciosa y Salas; La Nava en Llangréu; su forma plural de Naves, en Llanes o en Uviéu. Lo mismo aplica para las formas con diminutivos: La Naviella, en Xixón; Navarro en Avilés; Navallo en Taramundi; Naveces en Castrillón o quizás Navelgas en Tinéu.

H a i d o s p ro c e d i m i e n t o s x e n e r a l e s históricamente bien granibles pa nomar llugares: la primera ye la descripción física d'un llugar, d'un elementu singular que destaque nél o de l'acción del home nesa redolada; el segundu ye'l que xenera topónimos a partir de nomes de persona, como antiguos posesores o advocaciones relixoses. Dacuando, los nomes de los sitios dexen de ser tresparentes y yá nun somos pa traza-yos la evolución completa hasta la so forma actual. Pero vamos entamar pel principiu: Nava pertenez a un sustratu bien enraigonáu nos territorios peninsulares de llingua castellana, asturiana o vasca. La palabra funciona como sustantivu entá en tierres de Castiella col significáu de 'enllanada alta arrodiada de cuetos'. En vascu tamién tien un significáu asociáu a 'valle' o 'enllanada'. D'alcuerdu a García Arias, 2000, p. 164, la bayura de Navas ye susceptible de tener munches esplicaciones, acomuñaes a la cultura que se desenvolvió nos llugares onde se da esti nome de llugar, esto ye: preindoeuropea, p r o t o i l i r i a , indoeuropea, precéltica, céltica, griega o vasca.

Esi significáu de 'valle' que caltien en euskera ye acondáu pal aspeutu que tien la nuestra Nava y tamién les otres asturianes: en Villaviciosa y Salas; La Nava en Llangréu; la so forma plural Naves, en Llanes o n'Uviéu.

Lo mesmo aplica pa les formes con diminutivos: La Naviella, en Xixón; Navarro n'Avilés; Navallo en Taramundi; Naveces en Castrillón o quiciabes Navelgas en Tinéu.

Hablábamos de una formulación toponímica primera que se centraba en la descripción del lugar que nombraba. Veamos ahora algunos ejemplos de esto en la toponimia naveta.

Derivados de la voz latina ALTUS 'alto': Otura, en El Remediu; La Cogolla de COCULLUM 'cima' en Nava; La Cuesta,

Falábemos d'una formulación toponímica primera que se centraba na descripción del llugar que nomaba. Vamos ver agora dellos exemplos d'esto na toponimia naveta.

Derivaos de la voz llatina ALTUS 'altu': Otura, n'El Remediu; La Cogolla de COCULLUM 'cima, en Nava; La Cuesta,

18 página

revista del círculo amigos de

también en esta parroquia que describe un terreno inclinado; Grandiella, también en la parroquia de Nava, diminutivo de granda, 'elevación de tierra arenosa o de monte bajo'.

Más topónimos que relatan un territorio o paraje son La Llera, en Tresali, de GLAREAM, 'piedra suelta', muchas veces a la orilla de ríos.

tamién nesta parroquia que describe un terrén inclináu; Grandiella, tamién na parroquia de Nava, diminutivu de granda 'elevación de tierra arenoso o de monte baxu'. Más topónimos que rellaten un territoriu o paraxe son La Llera, en Tresali, de GLAREAM, 'piedra suelta', munches vegaes a la vera de ríos.

Con origen prerromano CASPA y afán descriptivo aparece El Caspiu, del asturianu caspiu 'piedra cascajosa' en la parroquia de Priandi.

Con orixe prerromanu CASPA y enfotu descriptivu apaez El Caspiu, 'cascayu' na parroquia de Priandi.

Frente a estas alturas tenemos topónimos que describen las oquedades y depresiones como todos los derivados y compuestos de VALLEM: El Valle o Valbonu; los que vienen de VADUM 'vado, paso de un río': El Vayu; o los que surgen de COVAM 'cueva': La Cueva, Foncueva, La Cueva Riba o La Cueva Baxu.

Frente a estes altures tenemos topónimos que describen espacios afuracaos y d e p re s i o n e s c o m o t o l o s d e r i v a o s y compuestos de VA L L E M: El Valle o Valbonu; los que vienen de VADUM 'vau, pasu d'un ríu': El Vayu o los que surden de COVAM 'cueva': La Cueva, Foncueva, La Cueva Riba o La Cueva Baxu.

Para elementos vegetales que bautizan lugares tenemos abundancia extrema. De CANNAN, 'caña' en asturiano: Cañal, en Priandi; una zona de vilortos; La Vilortera, en Tresali; de umeru, 'aliso', en asturiano Oméu.

Otros ejemplos trasparentes son El Castañéu, en Nava o Les Viesques, en Cecea 'arboledas, bosquecillos'.

Pa elementos vexetales que bauticen llugares tenemos un refileru bien llargu. De CANNAN, 'caña' n'asturianu: Cañal, en Priandi; La Vilortera, en Tresali, un llugar onde se dan muncho los bilortos; de 'umeru', Oméu. Otros exemplos tresparentes son El Castañéu, en Nava o Les Viesques en Cecea, 'arbolees, mates d'árboles'.

La humanización del país queda marcada por su poblamiento u oficios que allí se desarrollaron. Los nombres de Cecea La Llosa, La Llosona o la Llosanueva, hablan de espacios dedicados a huertos; Brañavieya, de sitios con cabañas para el ganado para tiempos de verano; El Llendón, de 'llendes' o límites de terrenos. En Cuenya, Les Cabañes, La Cabañuca, La Casa Baxu, La Casa'l Río, Castiellu o Cimalavilla, se describe la construcción humana. En Nava, La Caneya y El Caneyu se refieren a las vías de comunicación en los pueblos o 'caleyes'. En El Remediu, pueblo muy alabado por sus comunicaciones, tenemos El Caleyu, La Calle, La Calle'l Sol y La Carretera.

La humanización del país queda marcada pol so poblamientu o oficios que se facíen nesos llugares. Los nomes de Cecea La Llosa, La Llosona o la Llosanueva, falen d'espacios dedicaos a güertos; Brañavieya, de llugares con cabanes pal ganáu pa tiempos de branu; El Llendón, de 'llendes de finques o praos'.

En Cuenya, Les Cabañes, La Cabañuca, La Casa Baxu, La Casa'l Ríu, Castiellu o Cimalavilla, describen la construcción humana. En Nava, La Caneya y El Caneyu refiérense a les víes de comunicación nos pueblos o 'caleyes'. En El Remediu, pueblu mui emponderáu poles sos comunicaciones, tenemos El Caleyu, La Calle, La Calle'l Sol y La Carretera.

19 página

número uno - junio 2014

La Cavá, La Fabariega o Los Ferreros en Cuenya o La Cantera, La Ferrería, El Molín de Pra, La Obra o La Teyera, todos en Nava, retratan dedicaciones y oficios concretos.

También La Capellanía, en Viobes, que se explica por la especialización religiosa del lugar.

La Cavá, La Fabariega o Los Ferreros en Cuenya o La Cantera, La Ferrería, El Molín de Pra, La Obra o La Teyera, toos en Nava, retraten dedicaciones y oficios concretos. La Capellanía, en Viobes, desplícase pola especialización relixosa del llugar.

Nombres de personas, poseedores antiguos generaron Tresali que perteneció a un ALIUS; Viau, quizás de un BEATUS; Ovín, de ALBINIUS o OVINIUS. De origen germánico aparece un posible GRADUS DE ATTILA 'terreno o posesión de Atila', en Grátila.

Nomes de persones, posesores antiguos xeneraron Tresali que perteneció a un ALIUS; Viau, que pue venir d'un BEATUS; Ovín, de ALBINIUS o OVINIUS. D'orixe xermánicu apaez un posible GRADUS DE ATTILA 'terrén o posesión d'Attila', en Grátila.

Advocaciones religiosas navetas son: Santu Tomás, en Priandi; San Bras o Santa Rosa, en El Remediu; San Esteban en Cuenya o Fuentesanta, también con la aspiración de la f inicial: H.uentesanta.

Advocaciones relixoses que se dan en Nava son: Santu Tomás, en Priandi; San Bras o Santa Rosa, en El Remediu; San Esteban en Cuenya o Fuentesanta, tamién cola aspiración de la f inicial: H.uentesanta.

Las nuevas especializaciones del territorio denominan modernamente lugares también.

Damos cuenta de ello con topónimos como La Estación, en Nava, que aparece con el trazado del ferrocarril y la construcción del apeadero; El Ventorrillo, en Nava como 'venta' que nace dedicada al comercio y manutención de los viajeros y caballerías en una vía principal, repetido con diminutivo en La Ventuca, en Tresali. Les Escueles, en El Remediu o L'Empalme, en Tresali, obra que conecta calzadas principales. Hechos históricos contemporáneos generaron topónimos llamativos como El Gurugú, en la parroquia de Nava, asociado quizás a la Guerra de África de comienzos del s. XX, que ponen a las claras cómo el proceso de nombrar el mundo, sigue activo.

Les nueves especializaciones del territoriu denominen llugares tamién modernamente.

Damos cuenta d'ello con topónimos como La Estación, en Nava, qu'apaez col trazáu del ferrocarril y la construcción del apeaderu; El Ventorrillo, en Nava como venta que naz dedicada al comerciu y mantención de los viaxeros y caballeríes nuna vía principal, repitíu con diminutivu en La Ventuca, en Tresali. Les Escueles, en El Remediu o L'Empalme, en Tresali, obra que conecta calzaes principales. Fechos hestóricos contemporaneos xeneraron topónimos llamativos como El Gurugú, na parroquia de Nava, desplicable quiciabes pola Guerra d'África d'empiezos del s. XX, que pon a les clares cómo'l procesu de nomar el mundu, sigue activu.

20 página

idra

revista del círculo amigos de

S

Nava y la Sidra Luis Benito García Álvarez

L

a presencia destacada de sidra y manzana en el concejo de Nava se encuentra bien documentada desde los tiempos medievales y la Edad Moderna. Durante el siglo XVIII no sólo producía sidra para el consumo local, sino que ya enviaba partidas de consideración hacia núcleos consumidores como Oviedo, Gijón e incluso Villaviciosa. Por otra parte, en el municipio se llegó a desarrollar, ya desde esta época, una potente industria de fabricación de pipas, toneles y pértigas para la vendimia de la manzana o la castaña y otros frutos. A principios del siglo XIX, en el diccionario de Martínez Marina se resalta la abundancia de sidra, vendida en las tabernas de concejo y exportada a otros cercanos; y a mediados de la centuria la producción de manzana y la elaboración de sidra constituía una de las actividades económicas más destacadas, revistiendo importancia también la ya mencionada industria subsidiaria de fabricación de aros para pipas y toneles, actividad que a finales de siglo parece aún ocupar a numerosos vecinos. Todo ello constituye una evidencia indirecta del florecimiento de un sector que llegará a los inicios del siglo XX en estado de creciente importancia.

Y en el primer tercio del siglo pasado, en efecto, se constata la existencia de numerosos fabricantes de sidra. El caldo elaborado en Nava gozaba de gran prestigio entre los aficionados a esta bebida y, al parecer, habían llegado los lagareros pedáneos a darle un punto de elaboración muy apreciado por los buenos catadores. La producción del concejo en aquellos momentos se estimaba en unos 210.000 litros anuales, existiendo a la altura de 1923 cuatro fábricas de sidra matriculadas con esa consideración. Esta producción, en todo caso, parece haber ido progresivamente en aumento. En 1935, por ejemplo, se fundan siete fábricas de sidra por un total de 276.000 litros; y en 1936 eran ocho las que estaban en funcionamiento, beneficiando un total de 278.000. A la altura de 1958 el censo arrojaba la cifra de 34 fábricas de sidra natural, siendo 709 las existentes en la provincia. Y el censo de contribuyentes para elaboración de sidra natural de 1969-70 da la cifra de 36 lagares industriales sobre un total regional de 508.

Esta coyuntura de los sesenta puede refrendarse con el dato de que el mayor número de lagares que haya existido en un concejo de matriz tan evidentemente sidrera como Nava, fue a lo largo de esa década, cuando se llegaron a contar, como se ha indicado, más de treinta. Ello sin tener en cuenta la sidra que se hacía para casa o la que se fabricaba para venderla “sin darse de alta”, que posiblemente no fuese una cantidad para nada desdeñable.

En otro orden de cosas, tradicionalmente la cuestión de la calidad de la sidra preocupaba sobremanera a taberneros y parroquianos, una clientela que por otra parte solía ser bastante

21 página

número uno - junio 2014

exigente a este respecto, por lo que los chigres no solían tener nunca un proveedor fijo de sidra.

De junio en adelante se proveían principalmente en Nava, resultándoles más caro; lo que también da idea de un sector en aumento y de la imposibilidad de la insuficiente producción de zonas más próximas para satisfacer la cada vez mayor demanda. Muchos chigres, en efecto, utilizaban como reclamo, al margen de su variada oferta gastronómica, el disponer de la renombrada sidra de Nava. Por citar un caso clarificador, el dicho “ye de Sánchez” (reputado lagarero local) se convertiría en sinónimo de calidad óptima del caldo, y disponer de sidra naveta se publicaba invariablemente en la prensa regional como reclamo excitador de los más selectos paladares sidreros. Tras la Guerra Civil, la apertura de un tonel de caldo naveto continuaría suponiendo una propaganda de primer orden para los organizadores de espichas.

La adquisición de sidra local, pues, seguirá constituyendo un buen reclamo a la hora de concitar la asistencia de la clientela, y del hecho se cuenta con testimonios destacados. Por ejemplo, el reconocido vate José León Delestal, en un encendido elogio a la sidra de este concejo, proponía en tono humorístico que al inventor del ambarino caldo se le erigiese un monumento en el naveto pueblo de Ceceda.

En todo caso, en la mayor cotización del néctar naveto, aparte de las posibles fluctuaciones derivadas de las vicisitudes de la cosecha, redundaban también las que se producían de acuerdo a la calidad de la sidra. Se estimaba tradicionalmente que, por producirse en mejores condiciones alcanzaba un precio más elevado. Sin embargo, se debe tener en cuenta el hecho de que la sidra local era de producción más tardía.

Otro indicador de la valoración del caldo pedáneo se podría rastrear en el caso de la emigración. Se debe señalar, en este sentido, que no serían los asturianos que habían “cruzado el charco” los únicos que acometían prácticas sociales imitativas de las tradicionales de la región, ya que los naturales de la provincia que se encontraban diseminados por el resto de la geografía nacional reproducían también las formas de tiempo libre tradicional de su lugar de origen. Tal era el caso por ejemplo de la colonia gaditana, que celebraba el ocho de septiembre acordando alcanzar la mayor esplendidez posible, tanto en la parte religiosa como en la romería, en la que no faltaría como es lógico la apreciada sidra, llevándose el caldo ex profeso desde el concejo de Nava y constituyendo la ocasión todo un ejemplo de confraternidad asturiana.

22 página

revista del círculo amigos de

Centrándose en lo que se refiere a la cultura material sidrera, se puede comenzar señalando que los primitivos recipientes para el consumo de sidra venían manufacturados generalmente en madera de castaño, nogal o abedul, solían tener una capacidad de medio litro y recibían tradicionalmente el nombre de zapicas. Las primeras jarras de barro se comenzaron a fabricar en el siglo XVIII en alfares de zonas como Faro (Oviedo), Cangas de Onís, Vega de Poja (en el concejo de Siero, donde se producía la afamada cerámica del rayu), Piloña, Nava, el barrio avilesino de Miranda (en el que se habían instalado apreciados maestros gallegos de la especialidad) o posteriormente, en Somió (Gijón). En todo caso, es casi seguro que en todos los alfares situados cerca de las zonas sidreras se fabricasen piezas de barro destinadas a su degustación. Estas jarras y las escudillas de madera, que eran los recipientes tradicionales en los que se consumía la sidra, irían desapareciendo entre 1910 y 1925 —extinguiéndose prácticamente en la década de 1940— a consecuencia de la expansión de las fábricas de loza y vidrio. En los alfares también se elaboraban vasos, que por lo general se destinaban al consumo de los niños. Se fabricaban por otra parte pañellas o panellas, envases con capacidad de ocho a diez litros que consistían en un puchero con dos asas utilizado para conservar la sidra, aunque su uso no estuviese muy generalizado. Las piezas, por lo común, solían tener marcas de medida y de propiedad. La alfarería constituía una de las pocas excepciones de entre los productos manufacturados en la Asturias del Antiguo Régimen que superaba el horizonte del mercado local.

En los albores del siglo XIX existían en el lugar de La Cabaña tres fábricas de loza fina, que se habían establecido en la centuria anterior, y otra aún más antigua —algo que se resalta en el cuestionario de Tomás López— de loza ordinaria en Ceceda. El declinar de esta industria, como para el común del caso asturiano, llegaría de la mano del despegue de la industria vidriera regional.

BIBLIOGRAFÍA García Álvarez, L. B., Sidra y manzana en Asturias. Sociabilidad, producción y consumo (1875-1936), Oviedo, KRK, 2013.

Sidra y manzana en Asturias. Sociabilidad, producción y consumo, de la Guerra Civil a la actualidad, (Investigación realizada durante los años 2009-2011 como parte de los trabajos de documentación de la candidatura ante la UNESCO de la cultura sidrera a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad).

Las representaciones de la sidra, Gijón, Red de Museos Etnográficos de Asturias, 2008.

23 página

número uno - junio 2014

P

oesía Javier Berros MILES DE HOMBRES POSIBLES Mirándose a un espejo dio la orden de avanzar y obtuvo la más fabulosa de las derrotas.

ANTES DE ABRIR LAS PUERTAS Capitular no es rendirse, es la vida.

Ya siendo feto me juré capitular en cuanto pudiera.

Así que nací, pero conservé el rastro animal de mi madre.

Mi cuerpo chico capituló ante el que crecía, y guardé la infancia.

Capitulé ante una mujer nadando en el mar, y me mece su estela.

Capitulé ante las palabras de los poetas, y hoy habito sus flechas.

Abre las puertas, pero decide primero qué estipulas y ante quién.

PALABRAS BENEFICIOSAS Comentarte que el día se apiló derecho.

Con gestos afables acordó sus segundos de tiempo dichoso y, frente a una súbita aridez, evocó sus palabras beneficiosas.

Una toalla húmeda para los cientos de veces que soy pez.

CERCANÍAS La amistad es caridad, pero también lejanía: parecen pequeños e inmóviles el resto de afectos que nos faltan.

Se ama dentro: en la tarde gris, en el medallón vacío, en la ventana tibia, en los cajones sin misterio.

Se ama en marcha: en la herradura que se forja, en la idea creciendo, en la sombra del poste que avanza, en la fuente que mana abierta.

Amar tiene su noche, pero Amor trae su luz.

redacción

24 página

Selección de poemas de Javier Berros, de sus libros “Encuentro de hombre con lumbre” (Ediciones Baile de Sol) y “Formas no personales entre pájaros y redes” (Editorial KRK)

revista del círculo amigos de

migración

EEspaña, país de emigración Alberto Torga Llamedo

Cuando en febrero de 2000 estalló en El Ejido (Almería) un brote violento de xenofobia, aparecía en un programa de Televisión Española Internacional una chica de unos 30 años que decía: “¡Que vengan con papeles! Mis padres fueron emigrantes en Alemania, pero llegaron allí con papeles” Al domingo siguiente me hice eco del tema en la Misa de Nürnberg y pregunté a la gente que estaba en la iglesia que levantaran la mano los que habían llegado sin papeles, de “turistas”. De unos 150 adultos que había, unos 20 levantaron la mano.

Es que hemos olvidado demasiado pronto que en pocos años hemos pasado de ser un país exportador de emigrantes a ser un país receptor de inmigrantes.

CAUSAS DE LA EMIGRACIÓN Las migraciones son un fenómeno constante en la historia de la humanidad: los pueblos, aunque de manera distinta y por motivos muy diversos han cambiado sus asentamientos geográficos.

Las causas de la emigración han sido muy variadas -situación política, demografía, clima, persecución-, pero la economía ha jugado casi siempre un papel preponderante.

La atracción de mano de obra extranjera es un signo inequívoco de la prosperidad de un país, del mismo modo que el envío de emigrantes denota penuria. De ahí que, debido a los vaivenes de la economía, el signo de los movimientos migratorios haya sido en otras épocas distinto al de hoy.

Mas de 40 millones de europeos cruzaron el atlántico entre 1800 y 1830 en busca de fortuna en América. Entre ellos, muchos alemanes e ingleses que, hasta el año 1860 constituyeron el 88% de los emigrantes llegados a las ricas tierras de los Estados Unidos de Norteamérica.

ESPAÑA PAÍS TRADICIONAL DE “EMIGRANTES” España, que históricamente se ha ido formando a través de sucesivas inmigraciones,- celtas, iberos, fenicios, cartagineses, griegos, romanos, suevos, vándalos, alanos, visigodos, árabes-, ha sido tradicionalmente un país de “emigración”.

25 página

número uno - junio 2014

Los canarios emigraron a Latinoamérica en los años posteriores a la conquista, principalmente a Venezuela, y llevaron consigo su pronunciación del Castellano.

Entre los muchos millones de europeos que cruzaron el charco el siglo XIX había bastantes españoles,- principalmente gallegos, asturianos, montañeses y vascos-, que marcharon a los países latinoamericanos en busca de fortuna, a hacer las Américas, proceso que continuó en el siglo XX. En los años anteriores a la primera guerra mundial fueron muchos los valencianos y catalanes que pasaron al sur de Francia en busca de trabajo mejor remunerado. En 1913 había en Francia 351.000 españoles.

TRAS LA CATÁSTROFE DE LA GUERRA CIVIL Tras la catástrofe de la guerra civil de 1936 a 1939, cientos de miles de republicanos tuvieron que salir por pies y exilarse en Argelia (entonces colonia francesa) y en Francia, huyendo de la espantosa represión que el bando vencedor ejercía en España contra los vencidos.

En 1946 estaban censados en Francia 302.000 españoles, la mayoría refugiados políticos

Se calcula que en 1939 pasaban de 800.000 el número de españoles que se encontraban en Francia.

La legación de México ante el gobierno títere de Vichy -que se encargaba de los intereses republicanos españoles en Francia-, daba una cifra total de 528.000 españoles el 22.08.1940. Su suerte fue muy diversa: - Los militares tuvieron que elegir entre el retorno a España o el internamiento en campos de concentración, donde murieron 4.700.

- A otros se les dio la oportunidad más o menos forzada de combatir en el ejército francés, de los cuales 6.000 murieron en el frente y 14.000 fueron hechos prisioneros.

- También los hubo que colaboraron en la resistencia Francesa, como el comunista de Carreño Cristino García, que al mando de 28 guerrilleros del maquis (26 españoles y 2 franceses) se adueñó de cañones y blindados e hizo prisioneros a 1.400 soldados alemanes, por lo que se le concedió en el país vecino el título de Héroe Nacional de Francia. Posteriormente fue ejecutado por Franco, pese a la intervención a su favor del General De Gaulle, Presidente de la República Francesa.

- Otros muchos fueron llevados a Alemania para trabajar como trabajadores forzosos “Fremdarbeiter” en los campos de concentración nazis, donde murieron unos 12.000.

En vista de ello, unos 200.000 republicanos retornaron a España durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que otros 50.000 escaparon a América Latina, especialmente a México.

El resultado es que en 1946 estaban censados en Francia 302.000 españoles, la mayoría como refugiados políticos, que con el paso del tiempo se han ido integrando en la vida productiva francesa, por lo que luego será difícil distinguirlos de la emigración económica posterior.

Y en los años del hambre de la posguerra fueron bastantes los españoles que se decidieron a cruzar el charco, atraídos por la prosperidad de que gozaban Argentina, Brasil, Cuba, México, Uruguay, Venezuela… y la lejana Australia.

26 página

revista del círculo amigos de

CORRIENTE MIGRATORIA HACIA EUROPA Algunos españoles comenzaron a verse atraídos por los países europeos que resultaron favorecidos por el Plan Marshall, cuando en ellos se comenzó a vivir con cierto desahogográfico 1 después del desastre de la Segunda Guerra Mundial.

Esta corriente se inicia hacia el vecino rico, Francia, donde el Office Nacional de l'Inmigration registra en 1950 la llegada de 650 españoles (ver gráfico 1).

Además de Francia los españoles comienzan a ir también a Alemania, Bélgica, Gran Bretaña, Holanda, Luxemburgo y Suiza.

1950

650

1953

1.646

1955

2.204

1956

8.823

1957

23.096

EL INSTITUTO ESPAÑOL DE EMIGRACIÓN En 1956, cuando la tradicional emigración a ultramar empieza a flojear, mientras que va creciendo la corriente migratoria a Europa, se crea el Instituto Español de Emigración (IEE), que, a partir de entonces, será el interlocutor válido para la realización de los grandes reclutamientos de mano de obra por parte de los países necesitados de ella.

En noviembre de esa mismo año el Instituto Español de Emigración firma el convenio “Arreglo de procedimiento para emigración de mineros” con Bélgica, que daba cauce legal a un movimiento iniciado con anterioridad de forma clandestina. Posteriormente el INE suscribió otros acuerdos con Alemania (1960), con Francia, Suiza y Holanda (1961) y con Austria (1962).

Pese a esos acuerdos, seguirá produciéndose la emigración espontánea, no canalizada, no asistida, por el IEE. Pero la corriente inmigratoria hacia estos países europeos -que nace espontánea-, se mantuvo dentro de unos cauces relativamente moderados, hasta que los intereses de Se acomete un Europa coincidieron con los de la política económica del gobierno español. plan de estabilización CAMBIO DE POLÍTICA ECONÓMICA que, al restringir El bloqueo internacional que imponen los vencedores de la Segunda Guerra los créditos, Mundial a la dictadura de Franco,- por su connivencia con los regímenes obliga a cerrar a fascistas derrotados-, sume al país en una política de autarquía forzosa y se ve muchas empresas privado de las ayudas del Plan Marshall. El resultado es que el ritmo de pequeñas o poco crecimiento económico es bajo y la industrialización va muy lenta, debido a la competitivas escasez de capital financiero y a la deficiente infraestructura.

En 1959 entran a formar parte del gobierno español un equipo de tecnócratas, con Ullastres a la cabeza, pertenecientes al ala progresista del capitalismo español. Abandonan definitivamente los sueños autárquicos, para emprender una industrialización seria del país.

Como antesala obligada del Primer Plan de Desarrollo, se acomete un plan de estabilización que, al restringir los créditos, obliga a cerrar a muchas empresas pequeñas o poco competitivas, con lo que aumenta rápidamente el número de parados.

SE FOMENTA LA EMIGRACIÓN Este hecho, unido al lamentable estado del campo,- donde vive el 41% de la población, que ha

27 página

número uno - junio 2014 iniciado un éxodo masivo a los centros industriales-, y la balanza de pagos deficitaria (que se traduce en escasez de las divisas imprescindibles para iniciar el despegue), mueve al gobierno a impulsar la emigración con el fin de hacer frente a la situación.

Se impulsa por todos los medios el lucrativo negocio de la exportación de mano de obra a Europa. Los ahorros que envían los emigrantes constituirán la primera fuente de divisas -la segunda será el turismo-, con las que se podrá paliar el desnivel de la balanza de pagos.

Por otra parte, resuelto el problema del paro con la válvula de escape de la emigración, podrá comenzar el primer Plan de Desarrollo Industrial.

ESPAÑOLES FÁCILES DE CONVENCER A la propaganda gubernamental no le resultó difícil convencer a cientos de miles de españoles de las “excelencias” de la emigración.

Muchos de los que salían a Europa,- en expediciones que recordaban el tráfico de esclavos de otras épocas-, se encontraban agradecidos de poder emigrar, ya que de esta manera lograban escapar a la angustiosa situación de paro, inseguridad y estrecheces en que se encontraban entonces.

En el país de acogida iban a percibir salarios muy altos, en comparación con los de España, y el cambio monetario resultaba muy favorable.

La psicosis migratoria fue como un virus que contagió en todas las regiones españolas, llegando a desbordar todos los cálculos

PSICOSIS MIGRATORIA Al cabo de 20 años de una cuidada despolitización del pueblo por parte del régimen imperante en España, la mayor parte de los españoles no se plantean un cambio de estructuras para resolver los graves problemas económicos del país, sino que acepta la solución más fácil para el gobierno y que éste le propone: emigrar.

La psicosis migratoria fue como un virus que contagió en todas las regiones españolas, llegando a desbordar todos los cálculos.

Un estudio publicado por el IEE en 1959 consideraba que, en un periodo de 18 años,- de 1955 a 1972, ambos inclusive-, deberían emigrar un total de 1.472.000 personas, de las que deberían ser población activa 603.000, por no poder entrar en el cupo de empleados previstos. El contingente anual se fijaba en 81.350 personas, estimándose el 41% población activa y el 59% población dependiente: mujeres y niños.

En 1963 ya se habían superado las 603.000 salidas de población activa, que se había previsto alcanzar para 1972, sin contar los emigrantes clandestinos o espontáneos, que salían por su cuenta sin la asistencia del IEE. OTRAS CAUSAS DE LA EMIGRACIÓN Sería injusto y unilateral afirmar que los planes del gobierno español de exportar paro para importar divisas fue la única cusas de tan masiva emigración. Ha sido ciertamente el motivo fundamental, pero no el único.

No todos los que salieron entonces de España se encontraban en paro o en una situación desesperada. Algunos intentan solucionar su problema económico a corto plazo: Ahorrar para un piso y volverse cuanto antes. Y una minoría ve en la emigración la posibilidad de formarse, de conocer mundo o de correr una aventura.

28 página

revista del círculo amigos de

EUROPA SURGE DE SUS CENIZAS Al término de la Segunda Guerra Mundial la situación económica de Europa era de extrema gravedad. Había que empezar prácticamente de cero.

Pero Europa resurge de sus cenizas. Los países poderosos de antes de la guerra,- sin distinción entre vencedores ni vencidos-, recuperan en pocos años su potente economía.

Si espectacular fue la reconstrucción, fue más vertiginoso aún el paso siguiente: borrado casi todo vestigio de la guerra, las economías de estos países iniciaron su carrera hacia la prosperidad.

EL PLAN MARSHALL Los Estados Unidos de Norteamérica,- que han ganado la guerra y no han sufrido las consecuencias de la misma en su propio suelo-, se distancian pronto de su aliada en la guerra, la Unión Soviética, que va haciendo entrar en su órbita a todos los países del Este de Europa.

Crece la tirantez y la desconfianza entre ambas potencias hegemónicas y poco a poco se entra en la guerra fría, con peligro de transformarse en caliente.

El proyecto de convertir Alemania en un país agrícola, para que en el futuro no vuelva a resultar peligroso, es abandonado rápidamente por los aliados occidentales,- EE.UU., Gran Bretaña y Francia-, ya que no ofrecería resistencia a las ansias expansionistas de los rusos, que de aliados han pasado a ser enemigos.

Tecnologías nuevas y El 03.04.1948 entra el vigor el Plan Marshall para la Reconstrucción de Europa, racionalización incluida Alemania, llamado así por el Secretario de Estado (Ministro de Asuntos productiva exteriores) del gobierno estadounidense. Desde esa fecha hasta junio de 1951, hicieron crecer recibieron los diversos países europeos occidentales trece mil millones de la rentabilidad de dólares (13.000.000.000 $) en concepto de inversiones o de préstamos a largo estas inversiones, produciendo un plazo. boom de crecimiento Esta ayuda estadounidense benefició a casi todos los países europeos industrial que occidentales con tradición industrial y sentó las bases de lo que hoy es la Europa desborda las del neocapitalismo desarrollado. Tecnologías nuevas y racionalización posibilidades productiva hicieron crecer la rentabilidad de estas inversiones, produciendo un demográficas de boom de crecimiento industrial, que desborda las posibilidades demográficas de estos países estos países.

A los 15 años de terminada la Segunda Guerra Mundial faltaba mano de obra en ellos.

EL “MILAGRO” ALEMÁN El despegue más espectacular fue, sin duda alguna, el de Alemania Occidental que en pocos años llega a colocarse entre los países más industrializados y económicamente más poderosos del mundo.

El llamado “milagro” alemán es el resultado de la capacidad organizativa germánica, combinada con los créditos y las inversiones del Plan Marshall, y con una infraestructura adecuada, si bien muy dañada por la guerra.

Se implantan nuevas industrias y se ponen en funcionamiento las antiguas con técnicas nuevas, con lo que se acelera la recuperación económica, hasta el punto de que se absorbe toda la mano de obra disponible en el país, por lo que es preciso importar trabajadores.

29 página

número uno - junio 2014

LA LLEGADA DE LOS “GASTARBEITER” Nadie se hubiera imaginado, en los durísimos años de la postguerra, que Alemania Occidental fuera a convertirse en pocos años en país receptor de inmigración.

Primero tuvo que absorber a los refugiados alemanes que,- expulsados de Rusia, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Yugoslavia o huidos de Alemania Oriental o de los territorios perdidos en la guerra-, habían llegado a Alemania Occidental (que entre tanto se había convertido en República Federal de Alemania) en número superior a doce millones (12.000.000) hasta el año 1957.

Al cerrarse la frontera `por parte de la otra Alemania -constituida a su vez en República Popular de Alemania-, la Republica Federal de Alemania tiene que recurrir a importar mano de obra extranjera de los países mediterráneos para las necesidades de un industria: - En 1955 firma un acuerdo bilateral de inmigración con Italia El 29.03.1960 se En 1960 con España y Grecia firma un acuerdo - En 1961 con Turquía entre el Estado En 1963 con Marruecos Español y la RFA - En 1964 con Portugal para regular la contratación y el - En 1965 con Túnez trasvase de mano - En 1968 con Yugoslavia de obra española para empresas Pero la inmigración procedente de países mediterráneos había comenzado ya en alemanas años anteriores. En 1954 había trabajando en la RFA: Italianos 6.500 Yugoslavos 1.800 Griegos 500 Españoles 411 Ese año, 1954, hay en el proceso productivo en la RFA 72.096 trabajadores no-alemanes, que luego se denominarán “Gastarbeiter” (Obreros huéspedes o invitados). Se celebró un concurso para encontrar nombre a los nuevos trabajadores extranjeros, pues el de “Fremdarbeiter” les recordaba la mano de obra esclava que los nazis importaban de los países que iban conquistando durante la Segunda Guerra Mundial ESPAÑOLES EN ALEMANIA El 29.03.1960 se firma un acuerdo entre el Estado Español y la RFA para regular la contratación y el trasvase de mano de obra española para empresas alemanas.

El Instituto Español de Emigración (IEE) y el Bundesanstalt für Arbeit (el Instituto Federal de Trabajo) serán los interlocutores válidos, a través de los cuales tiene que pasar cualquier candidato español que aspire a trabajar legalmente a la RFA. De 2.150 trabajadores españoles que había en julio de 1959 se pasa un año más tarde a 9.450.

Dos meses después son ya 16.454 y, al cabo de otros nueve meses, 50.976 y así sucesivamente, hasta que en junio de 1966 se llega a 185.336. Entonces comienza un rápido descenso,- debido a una pasajera recesión económica-, para empezar a remontar al cabo de dos años, hasta que en 1971 se llega a los 186.585 trabajadores españoles en la República Federal de Alemania.

Pero el número de los españoles aún es mayor, pues en él no están incluidos los cónyuges que no trabajan y los hijos.

30 página

revista del círculo amigos de

SE CIERRAN LAS FRONTERAS Como consecuencia de la crisis del petróleo desatada por la III Guerra Árabe-Israelí (06.24.10.1973), en noviembre de 1973 la RFA pone fin a la contratación de mano de obra (Anwerbestop) de países “no comunitarios”, como era en aquella época el caso de España.

A partir de entonces sólo podrán ir a Alemania familiares (cónyuges o hijos) de inmigrantes en virtud de la reagrupación familiar -pero con restricciones para trabajar-, o trabajadores contratados para tareas muy específicas, que no pueda desempeñar un “comunitario”, como es el caso de cocineros, sacerdotes, maestros o profesores.

El que esto escribe fue uno de los pocos que pudo ir legalmente a Alemania después de esa fecha, pues llegué 31 de enero de 1975.

A partir de 1993, al ser España miembro de pleno derecho de la CEE (actualmente UE), hay libre circulación de trabajadores entre España y Alemania, por lo que un español puede ir a trabajar sin necesidad de pedir permiso de trabajo. Sólo necesita acreditar que tiene un puesto de trabajo y que dispone de una vivienda. gráfico 2 ESPAÑOLES EN ALEMANIA Fecha

Trabajadores Población

Fecha

Trabajadores

Población

Fecha

Trabajadores

Población

07/1954

411

09/1966

178.154

06/1983

72.348

165.998

07/1955

486

06/1967

129.126

06/1984

68.985

158.843

07/1956

698

09/1967

118.201

177.000

06/1985

67.407

153.805

07/1957

967

06/1968

111.982

175.000

06/1986

65.936

150.493

07/1958

1.494

09/1968

115.864

06/1987

64.049

147.062

07/1959

2.150

09/1969

143.058

206.895

06/1988

63.088

126.402

07/1960

9.454

09/1970

171.671

245.530

06/1989

61.555

126.963

09/1960

16.454

09/1971

186.585

270.350

06/1990

61.300

135.498

06/1961

50.976

09/1972

184.203

267.248

06/1991

60.960

135.234

09/1961

61.819

09/1973

179.157

287.000

06/1992

54.922

133.847

06.1962

87.327

09/1974

149.718

272.276

06/1993

55.340

133.160

09/1962

94.049

09/1975

124.533

247.447

06/1994

52.571

132.355

06/1963

117.494

09/1976

107.518

219.427

06/1995

50.141

132.283

09/1963

119.559

09/1977

97.226

201.429

06/1996

47.981

132.457

06/1964

144.256

09/1978

90.875

188.937

06/1997

45.766

131.636

09/1964

151.073

09/1979

88.898

182.155

06/1998

44.564

131.121

06/1965

180.572

06/1980

86.547

179.952

06/1999

42.997

129.893

09/1965

182.754

06/1981

81.845

176.955

06/1966

185.336

06/1982

76.754

173.526

31 página

Esta primera fotografía fue tomada por Octavio Bellmunt y Traver en 1900 desde la zona de La Capellanía. En la parte central se observa la iglesia románica curiosamente sin torre, y los tejados del Convento de San Bartolomé. Las casas que rodean la plaza, en años arbolada, son de planta baja o de planta y piso. Son reconocibles la casa de los Martínez en San Cosme y San Damián o la de la botica de Gustavo Acebo, cerrando la imagen por la derecha. Al fondo, Castañera era aún una pequeña aldea.

número uno - junio 2014

ntaño

A

32

página

H

Han pasado más de 100 años entre la anterior foto y la que se muestra sobre estas líneas. El fotógrafo ha buscado prácticamente la misma perspectiva, volviendo a la zona de La Capellanía, a la vera de los muros del Palacio de La Cogolla. Los edificios que antes se arremolinaban entorno a la Prazuela y a la carretera, han aumentado su volumen, y además, han ido colmatando todos los huecos y ampliando notablemente el perímetro de la población. La revolución del 34 y la guerra civil cambiaron la fisonomía de la zona de la iglesia y el ayuntamiento, aligerando esa fachada de la plaza, que ahora se muestra más amplia. La evolución es evidente.

José Ornia, fotógrafo de Quintana, ha reproducido la primera instantánea, y ha obtenido la segunda fotografía tras buscar la ubicación más parecida a la de Bellmunt y así permitirnos comparar ambas con más facilidad.

revista del círculo amigos de

ogaño Nava desde La Capellanía

33

página

número uno - junio 2014

tnografía

ELos Fernández El progreso del comercio leonés en nava Javier berros Morilla

A

finales del siglo XIX se produjo en Asturias un singular acontecimiento – singular y prácticamente invisible al coincidir con la revolución minera y siderúrgica –, que modificó el tejido empresarial de la región. En muchos de sus pueblos y villas, empezando por las poblaciones costeras, comenzaron a instalarse familias de comerciantes leoneses que, replicando una misma y novedosa aproximación al mundo de los negocios, se convirtieron en pocos años en empresarios de referencia en sus pueblos de adopción. Algunas de estas familias quedaron ligadas con nombre propio a la historia de la industria asturiana, como los Fierro o los Orejas; muchas otras, la gran mayoría, fueron absorbidas por sucesivos cambios económicos y sociales, pero casi todas tuvieron un origen común: eran arrieros argollanos (1). Una de aquellas familias fue la de los Fernández y, la población que eligieron para instalarse en Asturias, fue Nava.

La comarca leonesa de Los Argüellos, conocida en la antigüedad como Arbolio, se encuentra en la parte central de la cordillera cantábrica, en la frontera con Asturias. Está atravesada por tres ríos, el Bernesga, que nace en el puerto de Pajares; el Torío, que nace en Piedrafita y, en su parte más oriental, el Curueño, que nace en el puerto de Vegarada. Las cabeceras de dichos ríos conforman respectivamente los concejos de la Tercia del Camino, de la Mediana de Argüello y de Valdelugueros, cuya capital es Lugueros.

Los Fernández eran originarios del concejo de Valdelugueros, en el valle del Curueño; concretamente del pueblo de Redipuertas, el de mayor altitud del concejo, y del de Cerulleda, dos kilómetros río abajo; dos localidades consideradas en los censos históricos como los dos barrios de un mismo pueblo El concejo de Valdelugueros es un entramado de ríos y arroyos. Para vadearlos, se utilizan puentes milenarios, romanos y medievales, pues, aunque hoy el puerto de Vegarada sea una vía prácticamente desconocida, durante siglos fue un paso clave entre la Meseta y Asturias por el que discurría una Calzada Romana. notas pie

34 página

(1) El ejemplo paradigmático de familia de arrieros argollanos afincado en Asturias es el de los [González] Fierro. Originarios de Valdelugueros, su trayectoria y estrategia comercial fue pareja a la del resto de sus vecinos. Un amplio estudio sobre este clan se puede ver en Un zaibatsu fuera de su lugar: los orígenes del grupo Fierro (1870-1939). San Román, Elena. Asociación Española de Historia Económica. Junio, 2009. Otro exitoso clan argollano, originario de la Tercia del Camino, fue el de los Orejas que, a partir de su almacén de coloniales en Oviedo, se fue introduciendo en el sector industrial (IQN, Naval Gijón, Los Álamos,…). Por último, por reseñar un clan de arrieros leones no argollano – sino, en este caso, maragato -, mencionaríamos a los Botas que, a través de sus célebres almacenes en Oviedo, fueron los responsables de la modernización del comercio asturiano durante las décadas de 1950 y 1960.

revista del círculo amigos de

Ay un camino de dos leguas muy pasajero, porque ban y vienen por vituallas e mantenimientos de carnes e de pescados frescos e otras cosas a las ferias de Villalón e Rioseco e Villamañán e León e otros pueblos, de donde se proveen estos nuestros reynos y se llevan deestos pan e vino e paños e otras cosas de que tiene necesidad el dicho Principado, e demás deesto es camino francés por donde pasan muchos peregrinos e romeros para el Señor Santiago e San Salvador de Oviedo e non hay otro tan conveniente para ello. (2)

Como en muchas otras zonas de la montaña leonesa, la mayor parte de la población del Curueño era hijos-dalgo, un status importante por los privilegios en prebendas y exenciones fiscales, pero lo realmente determinante para la zona fue su condición de Concejo de Realengo, esto es, su dependencia directa del rey y no de un señor feudal pues, derivado de la autonomía judicial y administrativa de la población a lo largo de los siglos, arraigó entre sus habitantes una cultura de libertad e iniciativa para acometer nuevos proyectos. (3) A mediados del XVIII más de dos tercios de la En esta comarca la tierra siempre fue pobre – mucha hierba, algo de centeno, nada de trigo – lo que había obligado a las familias a buscar alternativas para sobrevivir. población de la Situados en una vía de paso entre Asturias y la Meseta – y con abundancia de comarca de Los Argüellos eran pastos para sustentar el ganado – se dedicaron a transportar mercancías a lomos arrieros de mulas llegando a convertirse durante siglos en figuras claves y legendarias del comercio de la zona. Aparte de alguna actividad derivada de la labranza, a mediados del XVIII más de dos tercios de la población de la comarca de Los Arguellos eran arrieros. Los arrieros argollanos se especializaron en el transporte de pescado asturiano, a través del puerto de Vegarada, a León, regresando a Asturias con vino y grano de Castilla.

En la parte céntrica, llamada de los Argüellos o la Mediana, se dedican casi todo el año a la arriería, conduciendo vino blanco de Rueda y la Seca a su país y Asturias, retornando con pescados de mar o carnes saladas, principalmente de castrón. (4)

Actualmente resulta difícil dimensionar la importancia que el consumo de pescado tuvo durante siglos en España, pero baste recordar que, los ayunos y abstinencias marcadas por la Iglesia Católica, impedían comer carne durante más de cien días al año. La actividad de los argollanos era, por tanto, incesante.

Lo mismo transportaban escabeche en barriles, que pescado salado, pescado seco o pescado “fresco” de cualquier especie. Los puertos de mar que más frecuentaron fueron Avilés, Cudillero, Candás y Gijón. El salmón – especie que comerciaron intensamente – lo adquirían en pueblos ribereños en los tramos medios de los ríos asturianos. Generalmente, actuaron como transportistas-comerciantes, pues la documentación consultada, y citada no muestra que trabajasen para terceros, pues la expresión “vendió” es habitual, durante el periodo estudiado, en las anotaciones de los libros del Peso Merchán. Su trabajo no se ciñó a viajes de corto alcance.

Continuamente se acercaban por grano y vino a tierras castellanas, llevando pescado a los mercados de Medina de Rioseco y Villada. En Madrid también introducían pescado; en el año de 1801 tenían un comisionado que se encargaba de vender los salmones que porteaban, sugiriéndonos que su actividad era floreciente. (5)

notas pie

(2) Descripción de puerto de Vegarada en el siglo XVI, según el Maestro Rogil en una carta enviada a Carlos I. Citado en Cuadernos del Norte. Nº 3. Agosto-Septiembre, 1980. (Pág. 36).

(3) Historia, hidalguía y armería en piedra de la Mancomunidad del Curueño. Orejas Díez, Mª del Carmen. Diputación Provincial de León, 1993.

(4) Madoz, ob. cit.

(5) Carne y pescado: su importancia en la alimentación de una ciudad del interior español, León.

Siglo XVIII. Cubillo de la Puente, Roberto. Universidad de León, 1998.

35 página

número uno - junio 2014

Como se puede apreciar, la parte relevante de su actividad no era tanto el simple transporte como la venta de los bienes transportados. Dicho de otra forma, su valor estaba en crear relaciones comerciales, negociar con interlocutores tan dispares como pescadores asturianos y tenderos leoneses, planificar la logística y almacenaje de productos perecederos o evaluar los riesgos de abrir nuevos mercados. Estas actividades, realizadas a lo largo de casi un milenio, y siempre por miembros de la familia, conformó otras dos características de los argollanos: poseer un fuerte espíritu empresarial y crecer y diversificar sus negocios siempre como empresas familiares.

A mediados del siglo XIX en Valdelugueros vivían al menos mil personas. La actividad de los arrieros argollanos alcanzó su punto culminante en el segundo tercio del siglo XIX, pero su época de esplendor se apagó pronto: la llegada del ferrocarril a Villamanín (León), en 1884, abriendo el paso entre Castilla y Asturias, supuso un brusco final para una actividad secular.

Previendo el fin de su modo de vida, muchos argollanos ya habían empezado a diversificar su actividad, e incluso su residencia, pero fue partir de esta fecha que se inició un traslado masivo, principalmente a Asturias, una región que conocían desde hace siglos y en donde se estaba produciendo un florecimiento económico por el empuje de la siderurgia y el carbón.

A finales del xix escogen la villa de Nava para instalarse, apostando todos sus negocios y su ilusión en esta localidad.

El puerto pesquero de referencia para los Fernández era Ribadesella (6) y, la zona que cubrían con su actividad comercial, se extendía desde este puerto hasta la villa de Nava, a lo largo de las cuencas del Sella y del Piloña, aprovechando también seguramente para su negocio la explotación pesquera en estos ríos. Para cubrir la zona, su camino con caballos y mulas les llevaba cresteando desde el puerto de Vegarada a través de los puertos de San Isidro y Tarna, para iniciar desde ahí el descenso hacia Campo de Caso y luego a Infiesto, desde donde se desplegaban a izquierda y derecha.

Pedro Fernández, natural de Redipuertas, había tenido cuatro hijos varones, José, Antonio, Agustín y Pedro Fernández González. A finales del XIX, escogen la villa de Nava para instalarse, apostando todos sus negocios y su ilusión en esta localidad. Todo el clan familiar se traslada a vivir a esta villa, levantando sus casas y comercios en el centro del pueblo y convirtiéndose rápidamente – gracias a su acendrado espíritu emprendedor y a su exitoso modelo de empresa familiar con negocios diversificados – en influyentes ciudadanos y empresarios de referencia en la comarca.

Uno de los hijos de Pedro, Agustín Fernández, compra y acondiciona su casa en la plaza de Nava, instalando el comercio en la planta baja de la misma. Cuando fallece, casa y comercio serían heredados por su hijo José, que residirá en la misma vivienda hasta su fallecimiento, a notas pie (6) En Ribadesella se había establecido el clan leones de los González. En 2009 falleció en Ribadesella un

36 página

descendiente. En una reseña aparecida en la prensa, se reconoce perfectamente la biografía de un clan de arrieros argollanos. Se nos fue Goyo González, la memoria riosellana. Era el más viejo del clan González, una familia de origen leonés (de Redipuertas, cerca de Tarna) asentada en Ribadesella desde finales del siglo XIX, que posee algunos de los negocios más emblemáticos de la villa, como el Gran Hotel del Sella, el hotel Don Pepe o Viveros Delfa. El primero en llegar fue su abuelo Gregorio González, «Gorín», un arriero que hacia 1875 cruzaba el puerto para vender pellejos de vino en Ribadesella, tal como se ve en el escudo familiar. Al principio se alojaba en la venta del Puente del Pilar, pero más adelante alquiló un bajo (…) para poner una casa de vinos y comidas (Casa Delfa), razón por la que trasladó a Ribadesella al resto de su familia. (…) Goyo González (…) en la posguerra (…) se dedicó a las conservas de pescado y a la venta de carbón en su establecimiento del muelle, que abastecía a las vaporas hasta que llegaron los motores diésel. Silva, Toni. La Nueva España. 22 de Diciembre de 2009

revista del círculo amigos de

Casa de José Agustín, en la plaza de Nava.

primeros de la década de 1970. Como reflejo de la impronta de padre e hijo y de la visibilidad que tuvo entre la población su involucración personal en uno de los periodos de mayor prosperidad de la historia de Nava, el inmueble sigue siendo hoy día conocido como la Casa de José Agustín.

Los negocios de los Fernández crecieron y se expandieron en Nava a lo largo de la cadena de valor de los productos (transporte y almacén de grano-panadería (La Flor)- distribución de pan-comercio de ultramarinos; transporte de vinos-almacén de vinos y licores-bares; serrerías-carpinterías-tiendas de muebles) apoyándose y extendiéndose siempre con éxito entre los distintos miembros de la familia.

Durante décadas, estos clanes de arrieros leoneses, discretos, serios y trabajadores, contribuyeron de manera significativa a modernizar el comercio en las villas asturianas, a aumentar el valor añadido de nuestra industria y a mejorar los niveles de calidad y de servicio a los clientes. Luego, con el tiempo, una vez asumidas sus innovaciones y estando perfectamente integrados en sus pueblos de adopción, pasaron a formar parte indisoluble de nuestra historia.

37 página

número uno - junio 2014

istoria

HEl final de la guerra civil en Nava Luis Aurelio González Prieto

E

n Nava y su concejo habían discurrido los dieciséis meses de la guerra civil en el Frente Norte con relativa tranquilidad, ya que se trataba de un municipio bastante alejado de los frentes de guerra de Oviedo y la Cordillera Cantábrica. Incluso en los cruciales días de julio de 1936 no se produjeron incidentes importantes como en otras localidades asturianas, pues los efectivos de la Guardia Civil habían sido evacuados hacia Oviedo por orden del Coronel Aranda.

No obstante, la contienda rápidamente deja sus huellas en el concejo: las detenciones de conocidos miembros de la derecha; la marcha de los primeros milicianos hacia los frentes de Oviedo; los racionamientos de algunos productos esenciales, los primeros convoyes ferroviarios con tropas procedentes del Oriente de Asturias, Santander e incluso el País Vasco en los decisivos días de octubre.

Posiblemente a finales del mes septiembre o principios de octubre de ese año 36, el Departamento de Sanidad del Comité Provincial de Gijón decide incautar el edificio del Balneario de Fuensanta, construido a mitad del siglo XIX, para utilizarlo como hospital de apoyo al que se había habilitado en los hoteles de Covadonga.

La presencia de tropas republicanas siempre fue escasa, salvo aquellas que eran transportadas en trenes por el ferrocarril o en camiones por la carretera hasta los distintos frentes: Oviedo, País Vasco o Santander. Una vez caído Bilbao en poder del ejército franquista, el general en Jefe del Ejército del Norte republicano Gamir Ulibarri, decide constituir con el ejército del norte cuatro Cuerpos de Ejércitos, en lugar de los tres con los que contaba con anterioridad.

El nuevo Cuerpo de Ejército que numerará como XVI, siguiendo la nomenclatura del Ejército Republicano a nivel nacional, al mando del teniente coronel José Gallego Argüés, en la que agrupará las tropas apostadas en los frentes del sector asturiano de la Cordillera Cantábrica, en la división 58, al mando del mayor de milicias Arturo Vázquez, así como 57 División o de Choque asturiana, al mando del mayor de milicias Luis Bárzana, compuesta por las brigadas 183, 184 y 185, que se trataba de una división de reserva a disponibilidad inmediata del Ejército del Norte para ser empleada en cualquier lugar del frente en el que se necesitase refuerzos.

Los efectivos de esta nueva División de Choque fueron acantonados a principios de agosto de 1937 entre los municipios de Parres, Piloña y Nava. Concejos por los que transitaban las dos arterias principales que unían el territorio republicano en el norte peninsular: el ferrocarril de Económicos que conectaba a su vez con el Cantábrico, en Llanes, y la carretera nacional entre Asturias y Santander, lo que facilitaría en gran medida los desplazamientos de la unidad.

El descanso de los efectivos de la División de Choque en el centro oriente asturiano poco durará, ya que el día 15 de agosto, una vez se ha desencadenado la ofensiva franquista sobre el

38 página

revista del círculo amigos de

saliente cántabro de Mataporquera, todos sus efectivos fueron trasladados en tren y por carretera al sector Torrelavega – Reinosa.

Todas las noches circulan por Durante el verano de 1937, cuando circulaban los trenes, llegaban a la Nava trenes y estación de Nava un gran número de hombres de avanzada edad, mujeres y camiones repletos chicos muy jóvenes procedentes de de la cuencas mineras, así como de Gijón de tropas, que se desperdigaban por las aldeas con la intención de adquirir alimentos a pertrechos cualquier precio, eso sí, siempre pagados en valiosa moneda de plata o joyas y militares, y no en la moneda acuñada por el Consejo de Asturias y León, los populares vituallas con Belarminos o Belarmos, con los que se pagaba a los soldados republicanos, o destino a los eran trocados por productos como jabón, tabaco, procedente de los cupos de frentes los milicianos.

A finales de agosto de 1937, los habitantes del municipio tienen conocimiento por la prensa diaria republicana de la guerra, pero los aires triunfalistas de ésta hacían creer que todavía estaba muy lejos. Ahora bien, esos días los acontecimientos se precipitan y los habitantes de Nava quedan atónitos ante el gran número de refugiados civiles procedentes de Santander que pasan en ferrocarril y en camiones hacia los lugares de acogida. Sus rostros desencajados por la angustia vivida, les hace pensar que cuando llegue el ejército franquista ellos no tienen retaguardia donde refugiarse.

En los primeros días de septiembre, la lluvia y la valiente resistencia que oponen las unidades republicanas desplegadas en la línea Sierra de Cuera – Picos de Europa consiguen frenar la que se esperaba inminente hecatombe del frente norte. De nuevo la prensa republicana de Gijón vuelve a tomar aires triunfalistas con el fin de levantar la maltrecha moral de su retaguardia y en los habitantes de Nava, como el resto de la Asturias republicana, empezarán a resonar nombres Durante el día como Alto de la Tornería, el Mazucu o las Peñas Blancas. campean a sus anchas los Ahora bien, a principios de ese mes de septiembre todos los hombres entre 16 y aviones alemanes 60 años que no están movilizados son llevados al concejo de Parres con la de la Legión intención de fortificar la margen izquierda del río Sella, apercibiéndose de que las Cóndor imparables Brigadas de Navarra se encuentran muy próximas. Además todas las bombardeando y noches circulan por Nava trenes y convoyes de camiones repletos de tropas, ametrallando pertrechos militares, vituallas con destino a los frentes, durante el día campean a todo lo que se sus anchas los aviones alemanes de la Legión Cóndor bombardeando y mueve ametrallando todo lo que se mueve.

A mediados de septiembre, comienzan a llegar al balneario de Fuensanta camiones con camas, colchones, lencería y material sanitario procedentes del hospital de Covadonga, luego les seguirán los enfermos y heridos, así como el personal sanitario. Nava deja de tener el aspecto más o menos tranquilo de una población de retaguardia y se irá convirtiendo en un centro logístico vital para el XIV Cuerpo de Ejército republicano que es el que sostiene la lucha en el frente oriental.

El 10 de octubre de 1937, después de una resistencia de 10 días, Cangas de Onís es tomada por la V Brigada de Navarra. El 11 de octubre fuerzas del IV tabor de Regulares de Alhucemas cruzan el río Sella y, al día siguiente, lo efectuarán unidades del Regimiento América de la I de Navarra. El 13 de septiembre Arriondas ya se encuentra en poder de las tropas de García

39 página

número uno - junio 2014

Valiño. Esa noche, en la carretera a su paso por Nava, hay una actividad frenética de camiones: las diferentes unidades de la 197 brigada pasan en dirección al frente oriental para intentar taponar la brecha.

Se procede a requisar algunas de las casas más En esos terribles días, se comienzan a ver soldados republicanos de los últimos reemplazos que deambulan por las pequeñas aldeas del municipio grandes del escondiéndose de las autoridades militares republicanas, se trata de desertores pueblo y en sus dependencias se que quieren llegar lo más pronto posible a sus casas para esconderse. establecen los Estados Mayores. El 16 de octubre ya comienzan a ser cotidiano en las vidas de los habitantes de los pueblos más orientales del concejo los estruendos que producen las piezas de gran calibre de los dos ejércitos. Ese día, comienzan a llegar camiones y vehículos con miembros de las planas mayores de las diferentes brigadas republicanas que están luchando en

La estación de Nava bombardeada en octubre del 37.

Foto cortesía de Javier Fernández López.

las inmediaciones de Infiesto. Se procede a requisar algunas de las casas más grandes del pueblo y en sus dependencias se establecen sus Estados Mayores. La aviación franquista bombardea la estación y otras dependencias ferroviarias. Ese día, llegan noticias muy preocupantes, las fuerzas de la III de Navarra, pertenecientes al 8º Cuerpo de Ejército franquistas, al mando de Aranda, avanzan a toda prisa hacia el collado de Arnicio. La unión de las dos puntas de lanzas franquista es inminente en Infiesto.

A media tarde del día 17, pasa por Nava, camino de Gijón, el teniente coronel Galán, hermano de Fermín Galán, uno de los miliares sublevados en Jaca en 1930 a favor de la República, jefe del XIV Cuerpo de Ejército, se dirige a Gijón donde va a tener lugar una reunión decisiva del Estado Mayor Republicano en el Norte. El informe de Galán sobre el previsible hundimiento total del frente oriental es decisivo para que se tome el acuerdo de iniciar los preparativos para la evacuación.

El 18 de octubre, Galán intenta recomponer como puede el frente empleando las únicas reservas inmediatas con las que cuenta, los tres batallones de la 192 brigada concentrados en Nava, con la intención de conseguir tiempo para evacuar el mayor número posible de tropas y

40 página

revista del círculo amigos de

material. Al final de ese mismo día, las unidades de vanguardia que cubren el Al final de la flanco norte del despliegue de la columna franquista que manda el coronel tarde, solamente Ceano entran en Rioseco. algunos soldados En la mañana del día 19, llegan camiones procedentes de Gijón con las ansiadas republicanos municiones y abundantes ametralladores, procedentes del vapor Reina que había rezagados conseguido burlar el bloqueo de la armada franquista y entrar en el Musel. Infiesto ha cruzan a pie la caído en manos de las fuerzas franquistas y sus ingenieros se afanan en reconstruir el población de puente sobre el Piloña para proseguir el avance. Nadie mejor que Tarazona en su libro Nava.

Yo fui piloto de caza rojo nos describe la situación que se vivía en aquellos momentos en la Asturias republicana: “Esto es un caos: el Norte se derrumba. Gijón está atestado de heridos y las carreteras repletas de soldados en retirada, la mayoría muertos de cansancio y con los nervios desechos”.

Tropas en Nava. Reproducida de la revista del Festival de la Sidra de 1998.

Amanece el 20 de octubre, los jefes y oficiales de las planas mayores de las Brigadas que tienen establecidos en Nava sus estados mayores saben que es el día de partir hacia el puerto de Gijón. Aquellos que ya han recibido el salvoconducto de embarque firmado por el coronel Adolfo Prada, Jefe del Estado Mayor el Ejército Republicano en el Norte, se dirigen a toda prisa hacia Gijón. Algunos milicianos, viendo que sus oficiales al mando han huido, con las primeras luces del alba abandonan sus posiciones.

A primera hora de la mañana Nava es un hervidero de soldados que buscan desesperadamente transporte: unos hacia Gijón con la intención de poder coger algún barco y otros hacia sus pueblos. Al final de la tarde, solamente algunos soldados republicanos rezagados cruzan a pie la población de Nava. Son los primeros momentos en los que las gentes de orden del municipio se preparan para recibir triunfalmente a las tropas franquistas. El día 21 de octubre unidades de la III y V Brigadas de Navarra entran Nava.

41 página

número uno - junio 2014

istoria

HLa biblioteca de nava Leocadio Redondo Espina

Mi padre solía decir: “El tiempu no se sienta”. Y algo de verdad puede que haya en el dicho, pues parece que fue ayer, pero lo cierto es que, este año, se cumplirán cincuenta desde que acudí por primera vez a la institución. Las pinceladas que siguen solo son el pretexto para mostrar mi gratitud personal a la biblioteca naveta, por todo lo que ha significado para mí a lo largo de este medio siglo.

ANTECEDENTES, 1885.

En relación con el comienzo de la Biblioteca, de La Nueva España del sábado 4 de diciembre de 2010, tomamos lo siguiente: “El actual bibliotecario, Félix Parajón, explica que el germen de la actual biblioteca municipal hay que buscarlo en la sociedad Gabinete de Lectura, que en 1885 recibió una colección de libros del Ministerio de Fomento después de que fuera solicitada por la asociación”. Este colectivo pretendía que el libro reemplazase “en este lugar de escaso vecindario la falta de vida pública y de espíritu de asociación de grandes centros”.

Parajón agrega que “la mayor parte de las bibliotecas populares surgieron en ese tipo de sociedades y ateneos, por lo que era habitual que se ubicaran en los locales de éstas. El Gabinete de Lectura de Nava disponía de un armario, una mesa y sillas de consulta, además de un fichero para el control de préstamos”.

Añade Félix que “el Gobierno central comenzó a fomentar la lectura pública a partir del sexenio democrático (1868-1874)”, y “que, entre los años 1875 y 1928, el Ministerio de Fomento e Instrucción Pública concedió a Asturias unas 211 bibliotecas populares, por lo que deduce que uno de estos lotes sería el que permite datar la primera biblioteca del Gabinete de Lectura, en 1885”.

CENTENARIO; 1910-2010.

En el mismo diario, e igual fecha, se comenta que en 1910 el Ayuntamiento se hace responsable por primera vez del fondo bibliográfico de acceso público con cierta organización, y sigue diciendo Félix Parajón: “En 1910 pasó a tener carácter municipal y se cree que en los inicios se gestionó directamente desde el propio Ayuntamiento y los tesoreros eran quienes solían encargarse del préstamo de documentos y libros”.

42 página

revista del círculo amigos de

Por consiguiente, y tomando como referencia aquel año, en 2010 se celebró el centenario de la Biblioteca Pública de Nava, con un acto que tuvo lugar el viernes 3 de diciembre, a las 19,30 horas, en el Salón de actos de la Casa de Cultura “Marta Portal”, en el que intervinieron el alcalde, D. Claudio Escobio Valvidares, el responsable de la Biblioteca, D. Félix Parajón Fernández, la catedrática de la Universidad de Oviedo, Dª Carmen Ruíz-Tilve Arias y el que suscribe.

LA BIBLIOTECA, DESPUÉS DE 1937.

El nombre.

La biblioteca, desde 1955, lleva el nombre de José Fernández Guerra. (F. Parajón). En la biblioteca actual hay un retrato al óleo del personaje, firmado C. Portal, con dos pequeñas notas al costado derecho, que rezan: José Fernández Guerra Médico de origen cubano que ejerció en Nava su profesión a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado.- Sus actividades filantrópicas le valieron la concesión de la Cruz de Beneficencia. Patrocinó la creación de la Biblioteca de la villa, que lleva su nombre.

Celestino Portal Pandiella Nació en Nava el 23 de abril de 1906. Pintor autodidacta, destaca por su técnica en el retrato. Fallece en Jaén en 1965.

Funcionamiento No tenemos datos del funcionamiento de la biblioteca antes de 1934-36. De tiempos posteriores, la amabilidad de Félix Parajón, actual bibliotecario, nos permitió acceder, entre otros documentos, a un libro grande en cuyas tapas puede leerse “Libro Registro de Entrada de Obras/ Biblioteca Pública Municipal ´José Fernández Guerra´./ Año 1955”. En el cual el bibliotecario, Plácido Diego, con primorosa caligrafía, procedía a relacionar las obras existentes en aquel momento en la biblioteca. Comienza el registro el 18 de junio de 1955, y el número 1 corresponde a: Babini, José; Historia sucinta de la Ciencia; Madrid; Espasa Calpe; año de edición, 1951. Y no parece casualidad el hecho de que, el mismo día en el que se inicia el registro, 18.06.55, tomara Foto Mori una instantánea de la instalación.

Ese año el registro termina el 20 de diciembre, con la anotación del volumen que La biblioteca el 18 de junio de 1955. Foto Mori. hace el número 973.

A Plácido Diego se le considera el primer bibliotecario de Nava, y se cree que pudo haber sido socio del Gabinete de Lectura (F. Parajón). Que el Libro Registro antes citado se inicie en 1955, y la biblioteca lleve el nombre de “José Fernández Guerra” también desde 1955, puede dar a entender que ese año, si no fue el primero de su entrada en funcionamiento tras la guerra, sí marcó una referencia importante en la trayectoria de la biblioteca, que desde entonces probablemente ya tuvo una mayor regularidad en su servicio al público.

Fondo De hecho, a partir del reseñado Libro, hemos podido establecer un seguimiento de los volúmenes registrados cada año, entre 1955 y 1980, que arrojan el siguiente resultado: (ver gráfico 1)

43 página

número uno - junio 2014 gráfico 1 Año

Libros

Año

Libros

Año

Libros

1955

973

1964

2497

1973

3850

1956

1286

1965

-

1974

3979

1957

1535

1966

2703

1975

4049

1958

1760

1967

2871

1976

4248

1959

1937

1968

2908

1977

4442

1960

2016

1969

3186

1978

4596

1961

2158

1970

3269

1979

4694

1962

2273

1971

3409

1980

4796

1963

2380

1972

3475

Este resumen recoge la suma total de volúmenes con los que contaba la institución al final de cada año, pero parece conveniente decir que el número de ellos realmente disponible para los lectores era menor, pues constaban en el listado ejemplares retirados, y otros dados de baja, por diversas causas. En cualquier caso, con arreglo al estadillo, vemos que el incremento anual del fondo, en los 25 años, rondaba en promedio los 152 volúmenes. Como se verá más adelante, en 1993 la biblioteca albergaba unos 8.000 libros. En torno a 1980 el registro se diversifica, con un listado para las obras de adultos, y otro que recoge las dedicadas a los niños.

Socios El primer registro localizado en el que aparece mi nombre como socio lleva asignado el número 448, y corresponde al año 1967. Con posterioridad, hemos encontrado un libro de registro que se inicia en el año 1984, en el que aparezco con el número 8. En marzo de 1993 la biblioteca tenía 393 socios, y la aspiración de llegar a los 400 en ese mismo año. El último libro de registro localizado, en el que figuran socios adultos e infantiles, comienza el 3.04.1991 y finaliza en 2003, con 1943 socios registrados, ocupando el firmante el número 17 en la lista. En cualquier caso, parece ser que los registros atendían el criterio imperante al respecto en cada época; de ahí su número y diversidad.

Bibliotecarios Como ya quedó dicho, el primer bibliotecario que se recuerda fue Plácido Diego, que trabajó en el Ayuntamiento desde 1943. (Ascensión de la Horra). Luego, durante un tiempo aproximado de dos años, según me comentó, estuvo a cargo José Manuel González Palacio, nacido en Castañera, que fue quién me atendió en mi primera visita a la instalación, ubicada entonces en las escuelas de La Colegiata. El horario era entonces de 19,30 a 21,00 horas, y José Manuel no recuerda quién le precedió, ni quién le relevó. Le sucedió María Teresa García Díaz, naveta, que figura como encargada de la biblioteca en 1967 (Ascensión de la Horra).

María Teresa, en su día, me comentó que había estado 10 años en el cargo, lo que nos situaría en 1977.

Llegó después el también naveto Jorge López de la Vega, por un espacio de tiempo que no es posible precisar y, en 1983, aparece como responsable Nemesio Alonso Rodríguez (Ascensión de la Horra). Nacido en La Cuesta, parroquia de Ceceda, Nemesio me comenta que cuando llegó había pasado tiempo desde la jubilación del encargado anterior, por lo que

44 página

revista del círculo amigos de

Bibliotecarios de Nava: de izquierda a derecha: Plácido Diego, José Manuel González, María Teresa García, Jorge López, Nemesio Alonso y Félix Parajón.

tuvo que trabajar bastante, antes de abrir al público, para actualizarla y ponerla en condiciones.

También me informa que estuvo a cargo de la misma desde el 1 de enero de 1984 hasta el 30 de noviembre de 1985. Finalmente, desde 1985 es Félix Parajón Fernández, naveto por supuesto, el que se ocupa de su buen funcionamiento.

Ubicación Según los datos, la actividad se inició en la sociedad Gabinete de Lectura, pasando luego el fondo a dependencias municipales. En tiempos posteriores a la guerra se habilitó un espacio en la primera planta de las escuelas de La Colegiata, del que recuerdo el rótulo en madera que colgaba en el exterior.

En 1965 tiene lugar la cesión al Ministerio de Educación y Ciencia de los terrenos necesarios para la construcción de una biblioteca (Ascensión de la Horra), y en 1967 se levantó en la calle de La Iglesia la nueva Casa Municipal de Cultura, alojando en su planta baja la biblioteca, hasta su cierre, y posterior derribo, después de 1995. A partir de entonces, en lo que fue una especie de “travesía del desierto”, se habilitó un servicio de préstamo restringido, debido al espacio disponible, en los bajos del templo parroquial, en la misma calle de La Iglesia. En 1998 se firma un Convenio con el Gobierno del Principado para construir una nueva biblioteca (Ascensión de la Horra).

Félix recordará, sin duda, la ilusión esperanzada con la que, en el tiempo de la mentada y solitaria “travesía”, estudiábamos los apuntes que iban llegando del proyecto en marcha.

Finalmente, el 23 de abril de 2001 se inauguraba la nueva Casa de la Cultura “Marta Portal”, en la calle Villabona, número 3, que alberga, desde entonces, la biblioteca naveta.

La Biblioteca a principios de los años 90.

Reproducida del Boletín Informativo Municipal NAVA, nº3.

45 página

número uno - junio 2014

NOTA SOBRE LA BIBLIOTECA, 1982.

El boletín informativo NAVA, de octubre-82, editado a multicopista por el Servicio de Agricultura y el Servicio de Animación Cultural del Ayuntamiento local, insertaba una nota titulada “Reestructuración de la Biblioteca Municipal”, en el que se planteaban una serie de objetivos, como: “Una mayor divulgación de la misma, tanto a nivel del colegio como de los pueblos..... Una mayor atención en cuanto a su funcionamiento interno: informe de libros adquiridos... Una ordenación funcional de los libros... Unos horarios compatibles tanto para colegiales como para personas mayores”. Resultaba evidente la preocupación que existía a ciertos niveles municipales por adecuar y mejorar el funcionamiento de la institución.

LA BIBLIOTECA, ALLÁ POR 1993 El Boletín Informativo Municipal nº 3, de marzo de 1993, dedicaba las páginas 5, 6, y 7 a “La Casa de Cultura: un lugar de encuentro”, y la 8 y la 9 a la “Biblioteca Pública: hacia un Centro de Documentación”. Como recuerdo de lo que era entonces la biblioteca, pues no en vano han transcurrido más de 20 años, hemos extractado algunos párrafos del texto de ambos artículos: La casa de cultura: un lugar de encuentro.

Es útil acercarse a la Casa de Cultura, afirmación que certifican los 130 alumnos matriculados en los diferentes cursos, el 50 % adultos y un 15 % procedentes de otros municipios de la comarca.- Adquirir conductas (pintar, leer, hacer un tapiz), información o divertirse es lo que básicamente puede hacer en este centro cultural cualquier persona con ganas de vivir activamente, ganas de hacer “cosas”.- Para facilitar lo dicho anteriormente, en los últimos dos años se planifica la programación de la Casa de la Cultura con cierto método y procurando basarnos en principios socioculturales y educativos que nos orienten hacia determinados objetivos.- Todos nuestros usuarios han tenido la oportunidad de disfrutar, en los últimos meses, de las obras de una treintena de creadores de varias disciplinas, a lo largo de 15 exposiciones de fotografía, cerámica, pintura, encuadernación.....En esta planificación no podía faltar el teatro, con 20 obras programadas y una asistencia media alta...... Un par de actuaciones musicales y media docena de proyecciones de cine, algunas durante la I Semana de Cine en la Calle, en colaboración con la Asociación Juvenil Xarana, configuraron la programación específica de la Casa de la Cultura tras la reapertura de abril de 1991 hasta diciembre de 1992.

Pero es injusto considerar las actividades relacionadas como las únicas que dan ambiente a la Casa.

Desde las de la Asociación Cultural y Teatral “... Y los cacharros sin fregar” , hasta las reuniones de ACOSAN, pasando por las charlas del sindicato de ganaderos y agricultores COAG, las reuniones de la cooperativa de agricultores, los pases de diapositivas de la Agrupación de Fotografía, los cursos y reuniones de la Asociación de Padres, las charlas ecológicas del colectivo Cauvilla, las jornadas montañeras del Grupo Deportivo La Peña, las reuniones de la Asociación Juvenil, de la Unión de Radioaficionados Españoles, de Alcohólicos Anónimos, los actos organizados por PAS, PSOE o PP, etc. etc.- El proyecto de este año 1983 consiste básicamente en dos programas. En el primero, denominado “Cursos y Actividades de Tiempo Libre”, se ofertan varios cursos, para niños y adultos, la mayoría de los cuales son solicitados por ellos, pero abiertos a la participación de toda persona interesada. – Para impartir estos cursos se cuenta con un grupo de ocho monitores, la mayoría de ellos locales. El segundo programa para este año 93 se denomina “Visitas escolares”. Además de los cursos se proyecta ejecutar una actividad denominada “Música en el Parque”.

Nota sobre cursos En este apartado los cursos de pintura del martes (adultos), y viernes (jóvenes y adultos), así como el de dibujo, en la mañana de los sábados, tenían como monitor al que suscribe.

Por consiguiente, pasaba entonces mucho tiempo en aquella Casa. El ciclo de estos cursos finalizó en 1995, con el cese de la actividad de la Casa de Cultura.

Nota sobre exposiciones Por lo que se refiere a exposiciones de pintura en la Casa, participé en muestras colectivas en 1983 y 1985, y mostré mi obra individualmente en 1979, 1987, 1991 y 1995. También recuerdo, a bote pronto, muestras individuales de Chelo Romero, María Teresa García y Pura Fresno.

46 página

revista del círculo amigos de

Biblioteca pública: hacia un centro de documentación.

La unidad básica de la Casa de la Cultura es la Biblioteca Pública José Fernández Guerra. Con un espacio útil de 148 m2 y 232 m. lineales de estanterías, alberga unos 8.000 libros.- Durante los años 1991 y 92 se han invertido en libros 412.176 y 423.222 ptas., respectivamente, aportando la Consejería de Cultura el 80 % en ambos casos. Esto supuso un incremento de los fondos de 852 libros en los dos últimos años.

En la actualidad hay 393 socios, y el 67 % son adultos. Durante este año 1993 se iniciaron los servicios de videoteca y fonoteca. Diariamente se contabilizan 48 visitas por término medio y se prestan unos 15 libros.

Más de 11.000 usuarios nos visitan al año. Durante las mañanas, de 11,30 a l3 h., y las tardes, de 17 a 21 h., usted puede acercarse a su biblioteca para leer alguno de nuestros cinco periódicos, uno deportivo, dos regionales y dos nacionales (El País y ABC), alguna revista de información general y llevarse a su domicilio un libro, un vídeo...

LA BIBLIOTECA Y YO “Soy una persona anticuada que cree que leer libros es el pasatiempo más hermoso que la humanidad ha creado”.

Wislawa Szymborska A lo largo de tantos años, y correspondientes lecturas, puedo resumir mi experiencia diciendo que con la mayor parte he aprendido algo, con otras me he entretenido y, finalmente, muchas me han hecho pensar, sufrir o disfrutar. Alguna hubo, también, perfectamente prescindible, pero de eso me he enterado, casi siempre, demasiado tarde. En cualquier caso, no entiendo la vida, ni podría explicar ni completar la mía, sin computar el tiempo empleado en la lectura, bien sea de prensa, ensayo, novela, historia o poesía y, en consecuencia, sin las bibliotecas, y su importancia.

Para finalizar estos trazos a mano alzada, quiero mostrar mi agradecimiento a Ascensión de la Horra, archivera municipal, por su colaboración, y hacer lo mismo con mi amigo Félix, el cual, navegando entre tejuelos y signaturas, se desintegra, metafóricamente, en múltiples partículas, para así atender mejor, o dispensar un trato “personalizado”, como se dice ahora, a cada persona que acude al recinto. Porque, a mi juicio, una buena biblioteca debe tener, faltaría más, un buen fondo, pero, esencialmente, debe contar con una persona a cargo que crea en lo que hace, y que, además, disfrute (en la medida de lo posible) haciéndolo.

La biblioteca de Nava en la actualidad

47 página

número uno - junio 2014

ocumentación

D

Cerrando el círculo Juan Antonio González Peláez

M

ás tarde o más temprano, a la gente le entra el gusanillo por conocer cosas sobre su entorno más inmediato, sobre el lugar en el que nace o en el que se pace y se hace (prefiero generalizar a pesar de que hay algunos a quienes les importa bien poco lo que haya pasado o lo que pase a su alrededor; afortunadamente estos son los menos).

Esta nava que habitamos, nuestra Nava, tiene muchas cosas que enseñarnos, muchas cosas de las que presumir. Desde el espléndido entorno natural, hasta las gentes que la habitan, pasando por la arquitectura, por las realizaciones de sus vecinos, sus vivencias, sus trabajos, sus vidas o sus realizaciones artísticas. Tenemos un amplio bagaje histórico que nos permite retrasar nuestros relojes varios siglos e imaginar a aquellos pobladores, a aquella Jimena en La Ferrería, o aquellos señores en el Palacio de La Cogolla, o a Jovellanos en el palacio de Faes, o a las monjas en el monasterio de San Bartolomé, o los enfermos en el santuario de El Remedio, o en el balneario de Fuensanta.

Todo ello, se ha ido trasmitiendo la mayoría de las veces a través de la tradición oral, unas veces ensalzando pequeñeces, o empequeñeciendo grandezas; convirtiendo en leyendas, historias que son algo menos verdaderas de lo que se cuentan; pero también, olvidando partes mollares de ellas y obviando detalles trascendentales. En muchos casos, directamente, se han perdido con el paso de los años.

48 página

revista del círculo amigos de

Por ello, es siempre recomendable poner todas esas cosas negro sobre blanco. Las palabras se las puede llevar el viento, pero lo escrito perdura más y no varía el contenido con el paso del tiempo.

De esta tarea tenemos excelentes ejemplos en Nava y entre ellos hemos de resaltar sin duda alguna, el trabajo que realizaron un grupo de navetos emigrados a Buenos Aires.

A través de lo que llamaron Círculo de Nava en Buenos Aires, llegaron a editar ocho revistas con abundante información sobre la tierra que les había visto nacer y que seguían añorando.

A lo largo de sus artículos se hizo una amplia semblanza de Nava, tanto histórica como contemporánea. La recopilación de algunos de estos artículos, junto a más añadidos, permitieron a José Enrique Díaz Mayor elaborar su libro Biografía del Concejo de Nava: apuntes para la historia de una comarca del que se ha hecho una reseña en otro artículo de esta misma revista.

Cogiendo el testigo de aquel Círculo de Nava en Buenos Aires y de aquella revista, el Círculo “Amigos de Nava” pretende algo similar, poniendo negro sobre blanco las excelencias de esta tierra, en un amplio sentido del término, poniendo en valor el amplio patrimonio material e inmaterial del que debemos sentirnos tremendamente orgullosos.

El círculo se cierra. O mejor aún: el círculo se continúa y queda abierto a que entre todos podamos aportar nuestro granito de arena a esta tarea que emprendemos. Como miembro de este nuevo Círculo “Amigos de Nava” os invito fervorosamente a ello.

redacción Acompañan al texto las portadas de algunas de las ocho revistas que llegaron a editarse por parte del Círculo de Nava en Buenos Aires. También aparece el lema que las encabezaba.

49 página

número uno - junio 2014

oesía

P

María teresa garcía díaz

CANTAD CÁNTICOS NUEVOS (A la Coral de Nava en 1989) Cantad cánticos nuevos no calléis vuestras gargantas, alzad las voces potentes que se oigan de muy lejos, el mundo necesita alegría alegría y cánticos nuevos, que se callen los cañones, que se apaguen los incendios, que sólo los corazones estén henchidos de fuego.

Afinad vuestra garganta, alzad las voces al cielo, alzadlas como plegaria como se alza en los ruegos, como se siente en el alma cuando estalla en nuestros pechos.

El mundo necesita canciones, canciones de paz y ruego, y los corazones de todos, se alegrarán con el vuestro.

La coral de Nava en los años 80.

Reproducida de la revista del Festival de la Sidra

redacción

50 página

Poema de María Teresa García Díaz (Tere), seleccionado del libro “Como brotan las hojas” del que es autora, y que fue editado por el Ayuntamiento de Nava en el año 2001.

revista del círculo amigos de

E

tnografía

Historia y contexto de la ganadería bovina de leche en Nava Alejandro Calleja Álvarez

Según cuenta Homero en la Odisea, Sísifo, hijo del dios del viento, fue castigado a empujar una enorme piedra por las empinadas rampas de una ladera y, cada vez que estaba a punto de alcanzar la cima de la montaña, la piedra rodaba ladera abajo, viéndose obligado a comenzar una y otra vez la pesada tarea.

La historia de la ganadería bovina de leche en Asturias recuerda a este mito clásico. Después de pasar muchos años creando un sector productivo, cuando ya casi estaba en la cima, empezó a desmontarse. Errores en el modelo productivo elegido, compromisos políticos inconfesables y una dosis no pequeña de incompetencia y miopía de los gobernantes responsables del campo asturiano en los últimos cuarenta años, han llevado a este sector productivo, que es uno de los signos de identidad de nuestra región, a una situación cercana al punto de no retorno.

LA GANADERÍA BOVINA DE LECHE EN ASTURIAS El ganado vacuno y la producción láctea existen en Asturias desde tiempos inmemoriales. Se trataba de una producción más dentro de la diversificada economía campesina. Hasta el siglo XIX, el sistema ganadero que se mantenía en Asturias, era el heredado de la Edad Media. Se acentuaba en nuestra región la tendencia a la producción de subsistencia, por su aislamiento (Asturias estaba comunicada casi exclusivamente por mar) y por la falta de espíritu emprendedor de nuestros antepasados en los siglos XVI y XVII (de Oviedo y Portal, 1884).

A lo largo del siglo XVI, comienza la roturación de tierras en Asturias y en el siglo XVII llegan nuevos cultivos como el maíz y los nabos. No obstante, el Dr. Casal y el Padre Feijóo describen una situación muy precaria de la economía asturiana hasta mediados del siglo XVIII. En esta época, que coincide con la elaboración del Catastro de Ensenada, se comienza a abonar los prados con estiércol, se extiende la henificación y tienen un importante auge los mercados locales, en los que los campesinos venden sus sobrantes.

En el censo de 1797, había en Asturias 54.000 arrendatarios de tierras y 3.000 propietarios. La forma de arriendo más común eran las “caserías”. El sistema de explotación del ganado era la “comuña”, una especie de contrato de arrendamiento de animales en el que el dueño del animal era un terrateniente. El ganadero arrendatario disponía de la leche y de la fuerza de trabajo de los animales, mientras que repartía con el propietario los importes de la venta del animal y de sus crías. A principios del siglo XIX, el 80% del ganado vacuno se explotaba en este régimen y esta es una de las causas principales del comienzo de la producción de leche para su comercialización, en Asturias.

A lo largo del siglo XIX, la Desamortización de Mendizábal de 1834, la Ley de 1837 que dicta la Disolución de Señoríos, la Ley de 1841 relativa a la Desvinculación de Mayorazgos y la Ley General de Desamortización de 1855, cambian el panorama agrario completamente y

51 página

número uno - junio 2014

suponen el fin del Antiguo Régimen. En este siglo, se introducen cultivos como la patata, el trébol y la alfalfa. El ganado lanar pierde importancia y el bovino pasa a ser, por primera vez, el de más importancia en la región. En 1885, llega a la región la primera vaca de raza suiza y ahí puede marcarse el inicio de la especialización lechera que lleva a la aparición de las primeras industrias de transformación.

Ya en el siglo XX, los tímidos avances en introducción de nuevas razas y en técnicas de selección capitaneados por instituciones como la Estación Experimental Agropecuaria de Somió, quedaron interrumpidos por la Guerra Civil que supuso una vuelta al modelo tradicional de autoconsumo. Hacia 1940, se crean granjas escuela de titularidad estatal que intentan retomar la diversificación y modernización del sector. Así, en la década de 1950, la cabaña vacuna creció un 14%. Sin embargo, los animales siguen teniendo una doble orientación: leche y carne.

Entre 1960 y 1980, se produce la especialización lechera y la mecanización de las explotaciones. Asturias alcanza su máximo histórico, en producción de leche, en el año 1982 (772.242.000 litros).

La incorporación de España a la Comunidad Europea y la aplicación de la Política Agraria Común, han supuesto una “reordenación” del sector consistente en la reducción del número de explotaciones (37.000 en el año 1986 y menos de 2.400 en el año 2012), la intensificación de EVOLUCIÓN DE LA GANADERÍA BOVINA DE LECHE EN ASTURIAS Y NAVA Datos extraídos de Sadei, La Nueva España, Jesús Arango, y archivos informáticos Consj. Agroganadería Año

Nº Explot Total

NºExplot lecheras

Nº vacas lecheras

Cuota Asignada (l)

Nº tractores

2014

- 318

- 31

- 1.442

- 6.107.380

- 224

2012

17.614 - 318

2.378 - 31

- 1.415

615.750.078 - 6.107.380

- 219

2010

18.736 - 341

2.562 -31

90.000 - 1.459

612.921.478 - 5.947.428

- 223

2008

20.568 - 378

2.784 - 31

- 1.544

609.132.712 - 5.939.121

26.758 - 212

2006

23.192 - 416

3.239 - 37

- 1.671

637.008.123 - 6.732.792

25.989 - 208

2004

26.035 - 460

4.118 - 53

- 2.003

659.723.641 - 7.542.767

25.303 - 191

2002

28.303 - 482

7.097 - 65

- 2.318

656.012.998 - 8.720.713

24.564 - 185

2000

29.767 - 514

9.171 - 109

90.000 - 2.798

597.728.216 - 8.353.886

23.601 - 181

1998

32.575 - 558

12.738 - 141

125.422 - 3.082

620.367.287 - 7.787.985

22.355 - 182

1995

36.167

15.448

118.469

653.876.000

20.168

1993

38.347

20.945

157.000

632.203.000

1990

42.989

33.745

222.717

643.042.000

1986

45.950

37.256

204.908

718.353.000

220.464

741.879.000

1985 1982 1980

48.136 42.735

772.242.000

20.168

743.069.000

9.400

1975

4.620 - 90

1970 1963 1960

518.968.000 - 2.100

página

1.902 272

407.000.000

1952

52

17.265

118 40

1933

259.000.000

1923

166.062.000

revista del círculo amigos de

las producciones y la especialización. En la práctica, más de 30.000 familias han abandonado esta actividad que era, como poco, un complemento a la renta familiar, con el que se aseguraba el ahorro, la conservación de un medio rural productivo y una cierta independencia de los vaivenes económicos de nuestro país.

RESPONSABLES POLÍTICOS DEL SECTOR GANADERO EN ASTURIAS, DURANTE LA DEMOCRACIA Consejero/a de Agricultura María Jesús Álvarez González

Periodo de mandato 2012-

Presidente Autonómico Javier Fernández Fernández

Albano Longo Álvarez

2011-2012

Francisco Álvarez-Cascos Fernández

Manuel Aurelio Martín González

2007-2011

Vicente Álvarez Areces

Servanda García Fernández

2003-2007

Vicente Álvarez Areces

Santiago Menéndez de Luarca

1999-2003

Sergio Marqués Fernández

Luis Peláez Rodríguez

1995-1999

Antonio Trevín Lombán

Santiago Alonso González

1993-1995

Juan Luis Rodríguez Vigil

Felipe Fernández Fernández

1991-1993

Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos

Jesús Cadavieco Hevia

1987-1991

Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos

Jesús Arango Fernández

1982-1987

Rafael Fernández Álvarez

LA GANADERÍA BOVINA DE LECHE EN NAVA Recuerdo vivamente mis años de infancia en La Roza (Monga). Según las notas que tomé para un trabajo escolar correspondiente al quinto curso de EGB, en el año 1979, vivían en La Roza dos familias, que hacían un total de diecisiete personas (cuatro mayores, siete jóvenes y seis niños). Las dos familias tenían ganado de leche. En casa de Eladio Vega, había ocho vacas de leche y en casa de mi abuelo Vicente Calleja, once. En las inmediaciones, todo el mundo tenía su pequeña ganadería: Rodrigo Mayor, ocho vacas. Amparo Parajón, dos. Concha, Feliz y Marina, seis…

Así eran los pueblos de Nava en el último cuarto del siglo XX. Las familias conservaban una economía diversificada y utilizaban la tierra como instrumento de producción. Esto había sido así siempre.

Según el Catastro de Ensenada (1752), la ganadería del concejo y cotos comprendía todo tipo de ganados; ascendían éstos en total, a 12.662 cabezas, entre las que se incluyen adultos, jóvenes y crías: 4.186 de vacuno, 3.378 de lanar, 2.938 de cerda, 1.816 de cabrío y 354 de caballar, además de 197 pies de colmenas.

A la hierba, hacia 1960

53 página

número uno - junio 2014

La descripción de Díaz Mayor, dos siglos más tarde (1964), dice así: En sus verdes praderías pastan unas 6.000 cabezas de animales vacunos, con el cuádruple propósito de obtener de ellas la carne, leche, trabajo y “cuchu” (de “cultus”, cultivo), o estiércol para abonos, tan necesario en aquella tierra esquilmada de “humus” por siglos de intensivo producir. Hay unas 500 cabezas de ganado lanar; 200 de asnal; 190 yegurizos; 100 cerdos; 7.000 aves de corral; 4.000 conejos; 157 colmenas fijas (con una producción media de 10 kilos por unidad), y unas 30 colmenas de las llamadas “movilistas”. El ganado vacuno se explota en régimen intensivo de estabulación, calculándose que en un 65% es mestizo; 25% de raza lechera (“holandesa”) y un 10% de raza “schwys”, que los navetos llaman comúnmente “suiza”, por traducción de las palabras “Brown schwys” (raza “morena suiza”).

Las cosas no habían cambiado significativamente a pesar de la instalación en los años de 1940 de la Escuela de Agricultura de La Cogolla, en la que se probaron variedades y se experimentaron sistemas productivos, sobre todo en el campo de la agricultura, pero también en ganadería.

Finales de la década de 1960 y comienzos de los 70, fue el momento en el que se intentó implantar el modelo de explotación lechera extensiva, inspirado en el ejemplo neozelandés.

Un equipo de técnicos del SERIDA, dirigido por Luis Sánchez Miyares, hizo posible la tímida implantación de este modelo que tuvo su mejor ejemplo en la ganadería de José Ordóñez, en la Pola de Nava. Este modelo basado en el pastoreo planificado y el empleo mínimo de los piensos y maquinaria, enseguida fue desbancado por el modelo intensivo oficial que busca la producción máxima apoyándose en la utilización masiva de piensos, abonos químicos y maquinaria. La enorme inversión que supone este modelo y el estancamiento del precio de la leche, junto con la incomprensible política de ceses anticipados patrocinada por la Consejería de Medio Rural, son las causas del abandono de la actividad que comenzó en la década de 1980 y aún no ha terminado.

Pastoreo

Hoy en La Roza viven cinco personas mayores, todas pensionistas, y perdura una sola ganadería de leche, perteneciente a los descendientes de Vicente Calleja, integrada por 25 vacas frisonas. Es la única en varios kilómetros a la redonda.

CONCLUSIÓN La coyuntura del medio rural en Asturias y en Nava, ha ido siempre de la mano de la situación de la ganadería. A principios de los años 80, el subsector ganadero de leche había crecido sin orden, por falta de tutoría. La llamada “ordenación del sector” promovida desde el Gobierno de Asturias, e inspirada por la Unión Europea, supuso un golpe durísimo a la ganadería de leche en Asturias y al campo asturiano en general.

54

La consecuencia de esta “ordenación” ha supuesto el envejecimiento irreversible de las

página

revista del círculo amigos de

poblaciones rurales, la improductividad de muchas áreas, la desaparición de la mayoría de las explotaciones bovinas de leche y la persistencia de unas pocas que sobreviven malamente, más por tradición que por rentabilidad.

Se ha perdido una oportunidad de transformar esas explotaciones familiares en pequeñas y medianas empresas conectadas con el sector agroalimentario que es una de las escasas actividades con un presente aceptable y un futuro prometedor. Aceptada por todos la idea de “Asturias, paraíso natural” y aprovechando la calidad que se atribuye a los productos asturianos, por su origen, la última oportunidad del sector consiste en producir con calidad, transformar a pequeña escala y vender en los mercados locales o exportar productos tipo “gourmet”. Habría que recuperar los mercados locales como instrumentos para crear riqueza en nuestro entorno próximo y aprovechar la percepción de calidad asociada al origen, que puede ser un importante activo. De otro modo, es posible que Sísifo no vuelva a intentarlo.

En 2015 se anuncia la supresión de las cuotas de producción. En los países donde se produce sin cuota, se ha evolucionado hacia la ganadería industrial. Son explotaciones de miles de animales en producción que están completamente desligadas de la base territorial y que consiguen precios unitarios bajísimos. En este contexto, las ganaderías que hoy persisten en Asturias, difícilmente podrán competir, por su tamaño, con esos precios de producción.

En los próximos años, veremos cómo evoluciona este sector que tanto determina nuestro paisaje y nuestra sociedad rurales.

BIBLIOGRAFÍA Arango, J. Evolución y perspectivas del sector agrario en Asturias. Departamento de Economía Aplicada, doc. 160/98. Universidad de Oviedo. 1998.

Barthe Arias, A. y Suárez Fernández, F. Ganadería Vacuna en Asturias. El sector lácteo. Oviedo: KRK Ediciones, 1997.

De Oviedo y Portal, A. R. Informe sobre las causas de la decadencia de la ganadería en Asturias y medio de mejorarla. Oviedo, Imprenta de don Benito González y compañía, 1884.

Díaz Mayor, J. E. Biografía del concejo de Nava: Apuntes para la historia de una comarca asturiana. Buenos Aires: Burbaya, 1964.

Faya Díaz, M. A. Nava en el Catastro de Ensenada (1752). Oviedo, KRK Ediciones, 2009.

Gobierno del Principado de Asturias. La agricultura asturiana. Referencias estadísticas 20082009. Avilés: Rigel, 2010.

Iglesias, M. J. “Asturias perdió mil ganaderías en un año”. La Nueva España: Diario independiente de Asturias. 3 de octubre de 2003.

Fuentes estadísticas: Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI). http://www.sadei.es Archivos informáticos de la Consejería de Agroganadería

55 página

número uno - junio 2014

ecuerdos

RAl Palacio

de La Cogolla Ecos para una triste melodía Casilda Ríu

Donde las piedras cercanas a los reyes de las viejas dóminas, hay un lugar de niebla espesa que clama en el silencio.

C

ontaban de cuando los coches iban al galope, que al llegar el verano, brillaban los trozos de colores de loza del banco ondulado, nada más limpiarlo, mirando al oeste, al llegar los señores.

El padre les enseñaba a hacer revistas de poesía. Cuando tuvo capilla, con santo de verano, la dama iba a sus pies, a repartir las hogazas de pan, debajo del carbayo.

De los cuatro hermanos, el mayor, allende, tuvo que entenderse en tagalo, prendiéndose el aroma de la celinda blanca, para volver con el barco lleno de tesoros. El segundo tenía el don de la palabra. El que le iba detrás mezclaba con el pincel bellezas e injusticias, antes de que colgaran del museo. Y el más pequeño, llamándose a sí mismo El Solitario Impío inventaba y escribía, parando para decir “¡A ver si voy a ser yo, el primero que no muero!”

Buenos retratos a tamaño natural miraban desde todas las paredes, y altas, en los frescos cupulados de la torre, moraban, hermosas, pálidas y llenas, las cuatro estaciones.

No hace tanto tiempo que, muy solo, el viento del abandono le vistió de lamentos, tristes y oscurecidos. Nunca volvió a guardar los floreros de dalias, rosas y hortensias.

Ya nadie siente el crujido de la madera que va rompiendo despacio hasta que cae de cuajo, en la esquina para que cuelgue el pedazo del alero.

Los dos pisos y su trozo de tejado hacen una montaña encima del pequeño piano del salón de abajo, y en el de arriba, hay baile diario de murciélagos saliendo de la chimenea. Alguien bajo arrastras la mayores puertas doradas de la escalera ancha, pero siempre queda un resquicio por donde el sol se cuele en sombras, destiñendo los jirones de terciopelos y sedas.

Hierros enredados, un puñado de hojas de un libro de misa para guardar esquelas, un pequeño ángel sin alas ni manos y algún trozo de ojo roto de la figura del perro en la antojana afuera...

Se esparcen las lágrimas de muertos y lámparas.

56 página

revista del círculo amigos de

Todo huele. Huele a ese olor hondo y fuerte de donde nadie entra. El polvo despolvóse al volverse lustre y vestir el vacío de los que estuvieron, y la humedad despierta todo lo que no dijeron los poetas.

En el jardín se perdieron los niños y criaron los cuervos.

Mientras las raíces deshacen los muros, el musgo trepa por árboles y losas, ayudando a tapar las zarzas y la hiedra. Desde la sombra indiscutible de los siete cipreses, trae las quejas el aire algunas veces.

En el corredor de arriba, todavía se columpian las tablas de las horas quietas, pero llora siempre, siempre llora la lluvia cuando entra.

Existe un lugar perdido donde deshechos y abandonados la historia y el arte se despiden a la vista de todos.

Tuvo el tiempo y fue mucho, pero ya no le queda.

El Palacio de La Cogolla, antes 1928.

Reproducción del libro “Bellezas de Asturias, de Oriente a Occidente”, de Aurelio de Llano Roza de Ampudia, editado por la Excma Diputación Provincial de Oviedo en 1928.

El Palacio de La Cogolla en la actualidad. Foto Juan Antonio González

57 página

número uno - junio 2014

uento

CEl perro de la vieja José Manuel Fernández Argüelles

M

urió la vieja un día cuando no se levantó de la cama; al menos esa fue la conclusión dilucidada por su fiel perro (aunque el concepto de muerte en los animales es algo que nosotros no comprendemos). Y como la difunta sólo había disfrutado por compañero al mencionado y silencioso can, tan añejo como ella, en proporción a la edad de los chuchos, tardaron en descubrir el cadáver. Finalmente la encontraron gracias a los aullidos del insignificante y desgreñado perro, gemidor y asustado por tanta inmovilidad de la dueña. Sin dilación la enterraron en el pequeño cementerio del lugar, al cual flanqueaba la capilla en una esquina del pueblecito montañés; a la ceremonia de inhumación sólo asistieron el sacerdote convocado para la liturgia, dos viejas y tres jóvenes que las acompañaban, vecinos todos ellos del sitio, y también un amigo desconocido y lejano de la finada, quien costeó todo el entierro, y junto a ellos el inevitable chucho, quien se colocó a la postre del cortejo desde la casa hasta la tumba. Una vez terminado el acto fúnebre, ya la tierra amontonada sobre el ataúd, el grupo doliente se dispersó y nadie se acordó del animal.

Fue al anochecer, cuando el amigo insólito de la difunta, extraño pagador de todos los gastos que la muerte ocasiona, antes de irse, y al tiempo de la despedida, preguntó dónde se encontraba el sucio perro visto por la tarde molestando en el entierro. Nadie le supo decir, a pesar de ser lugar bien pequeño. En la casa mortuoria no se hallaba, en las calles tampoco, y nadie lo tenía recogido en su casa. Se le dio por perdido y fue olvidado pronto.

Esa misma noche, a no más tardar, todos, excepto el viajero ya ido, bien que descubrieron al animal, pues sus aullidos, provenientes nadie sabía de dónde, quebrantaron el silencio y la tranquilidad de las pocas familias habitantes del terruño. Tras soportar los prolongados lamentos perrunos durante horas, al final algunos, ya de madrugada, salieron insomnes a las calles con linternas. No tardaron en dar con el molesto animal en el cementerio, sobre la tumba de su dueña, donde había escarbado un hoyo, insuficiente, por supuesto, para alcanzar el cuerpo de la vieja, quien aún desprendería olor incluso a través de la tierra recién echada, y por tanto reconocible para el animal.

El perruno, ahora más sucio que antes por la tierra removida en el cementerio, fue apartado de la tumba por los vecinos, y atado a un poste junto a un corral cercano. Le pusieron un plato y algo de comida. Todo esto antes del amanecer, para así dormir unas horas. Y en efecto, el servil guardó un silencio absoluto hasta poco después de despuntar el alba, donde sus aullidos, de nuevo procedentes del cementerio, ayudaron a levantarse a quienes con agrado aún remoloneaban entre las sábanas. El animal había roído la cuerda atada y se plantó otra vez en la tumba de la vieja, donde tras escarbar un poco lo cubierto por sus captores, comenzó a aullar con más ahínco que antes, si cabe. Quizá lo hiciese al no poder alcanzar el cuerpo que adivinaba allí abajo o por razones que ningún humano logra comprender; el caso es que los lugareños comenzaban a estar más asustados que molestos,

58 página

revista del círculo amigos de

pues tales aullidos, prolongados y muy sonoros, parecían imposibles de emitir por un perro tan chico y enclenque como aquel.

Ataron de nuevo al animal con una cuerda más fuerte esta vez, y de nuevo le pusieron agua y comida a su alcance, aunque de la anterior nada había probado. El silencio reinó durante el resto de la mañana y buena parte de la tarde; así el sorprendente perro fue olvidado, y todos se dedicaron a sus rurales quehaceres. Pero al principio de la noche comenzaron otra vez los aullidos. Procedían, indudablemente, del cementerio, pero muchos corrieron antes al lugar donde habían trabado al perro, pues les parecía imposible que el endeble animalejo hubiera cortado con sus dientes la fuerte soga, mas así había sido. La comida y el agua se conservaban intactas, en cambio la cuerda apareció destrozada a dentelladas. Los hombres se allegaron ahora con una cadena a la tumba de la vieja, y con algo de respeto y un poco de miedo, pusieron al perro, por la cadena sujeto, atado al mismo poste de donde ya había escapado dos veces.

Cubrió la noche plena, la cual comenzó en silencio. Las montañas que recogían las escasas viviendas del lugar, se oscurecieron como tapadas por un manto amigable, y todo el contorno se transformó en apacible habitáculo para el descanso. Pero este duró sólo hasta la media noche, donde los consabidos aullidos tornaron para sorpresa general. Todos despertaron, y pronto el desconcierto dio paso a un miedo ridículo, pues temer a un perro tan diminuto y maltrecho era cosa de chiste. Otra vez encontraron al animal sobre la tumba de la dueña, otra vez escarbando y aullando. Ahora arrastraba consigo la cadena y el grueso tronco a donde había sido amarrado, y que arrancó a tirones, con fuerza sorprendente, asemejada a la maravilla debido a su escuálida figura.

Esta vez encerraron al perro en una cuadra, tras revisar concienzudamente todas las aberturas posibles por las cuales pudiera escapar. Así pasó el resto de la noche, en tranquilo silencio, toda la vecindad. Con el nuevo amanecer hubo reunión de los más notables, y se pensó que, como el perro continuaba negándose a comer, quizás la mejor solución era matarlo y darle entierro junto con su difunda ama. Al fin y al cabo sólo era un perro. Y el hecho de enterrarlo en sagrado era una forma de conjurar los extraños poderes que hubiera en derredor. Cura o autoridad que se opusiera a esos planes, no había en el pueblo, pues ambas instituciones tenían a sus representantes en villas vecinas y mayores, y sólo aparecían por el lugar previo aviso. El problema surgió cuando hubo a bien decidir quién mataba al animal, ya que nadie se prestó a ello, pues todos desecharon la intención.

Entonces alguien pergeñó como adecuado llamar al misterioso visitante, el pagador del entierro de la vieja; quizás ese lejano amigo o pariente o lo que fuera de la difunta, se obligase por alguna influencia o derecho sobre el animal, a modo de herencia o cuenta contraída.

Llegó al pueblo, el convocado, dos días después, y enseguida le pusieron en antecedentes, con palabras ansiosas y poco claras, intentando ocultar cierto malestar de miedo. Le mostraron al perro casi muerto de hambre y sed, encerrado en el establo; tenía las patas ensangrentadas de tanto arañar las tablas de las paredes, y los rastros de sus arañazos se dibujaban como dibujos malignos en cada rincón. El visitante tomó en brazos al perro, carente ya de fuerzas, y se lo llevó, sin pronunciar palabra alguna, tras dedicar cierta sonrisa de significado ambiguo a los concurrentes.

Los días sucesivos fueron de una tranquilidad más aparente que real. Todo transcurría con apacible devenir, pero el aire transportaba un temor incierto, sin explicación racional.

Como si los habitantes del pueblo esperasen algo sin adivinar el motivo; todos padecían la íntima sospecha de que ocurriría un acaecimiento terrible y quebrantador.

59 página

número uno - junio 2014

Sucedió al tercer día (siempre es al tercer día), después de la expulsión del fiel animal. Fue bien entrada la noche, cuando el silencio cubría las casas, cuando el ánimo estaba dispuesto al descanso y la luz de farolas viejas apenas iluminaba las torcidas calles del pueblo. Comenzó como si fuese el murmullo lejano del viento, como el sonido que viene de lejos y no reconocemos, pero que se acerca poco a poco y vamos siendo conscientes de su significado lentamente. Al principio parecían quejidos, después fueron gritos. Nadie salió de su casa, más al contrario, atrancaron con mayor fuerza puertas y ventanas.

Algunos rezaron y otros se arrinconaron en los lugares apartados de las viviendas.

La voz de la vieja, cercana por fin, al otro lado de las puertas, iba llamando a su perro por las calles solitarias y apenas iluminadas de aquel pequeño y remoto pueblo. Sus gritos se esparcían por el contorno como bramidos de angustia.

60 página

Reproducción del cuadro de Goya titulado Perro semihundido o El Perro, conservado en el Museo del Prado.

revista del círculo amigos de

osas de ayer

C

El cine Marisina Leocadio Redondo Espina

En la revista correspondiente al XXVII Festival de la Sidra (año 2004), publiqué un artículo recordando tres instalaciones navetas desaparecidas, como la bolera de Revilla, el cine Marisina y el campo de Grandiella.

Sobre la sala cinematográfica decía lo siguiente:

A

demás de la función cultural, en cuanto al acercamiento a un arte como es el cine se refiere, el Marisina cumplió también con creces, a mi entender, un papel social en unos tiempos muy concretos, cuando acudir al cine era la opción más normal, al menos, en una villa como la naveta. (A los matrimonios de mi edad, y mayores, los recuerdo, de novios, en el cine).

Sin duda está en la mano de mi buen amigo Miguel Ángel Menéndez escribir la historia (aunque sea resumida) de esta sala, pues no en vano fue él, precisamente, quién la regentó con acierto hasta su cierre, realizando, además, sus estupendos rótulos publicitarios. Fue él, también, quien nos dijo que la sala había sido utilizada como teatro en ocasiones.

El Marisina, bautizado así por su dueño, el Sr. Gonzaga, en honor a su hija, de igual nombre, disponía de patio de butacas; dos bloques, uno a derecha y otro a izquierda, con un pasillo central, y de gallinero; gradas corridas de tablones de madera. La pantalla se situaba en la pared paralela al río, y en esa parte delantera, a la izquierda, abajo, estaba instalada la estufa.

Al acceder al local se pasaba al vestíbulo, quedando, a la derecha, las dos puertas de acceso a “butaca”; al fondo, a la derecha, los servicios de caballeros, y al lado izquierdo la escalera de acceso a “general”, bajo la

61 página

número uno - junio 2014

cual se ubicaban los servicios de señoras.

Fue en el vestíbulo, en cuya pared se alineaban los carteles y las fotos de las películas a proyectar durante la semana, donde oí disertar a Ciro López, con total seriedad, y hasta con enfado, sobre la conveniencia de disponer de un avión para bombardear Ceceda, (cosa que me preocupó, pero solo relativamente, pues yo vivía entonces en El Tropel).

Ligadas a los recuerdos del cine, aparecen las personas que conocí trabajando en el Marisina, y en su entorno. Seguramente me olvidaré de algunos nombres (la memoria no es un acta notarial) pero ahí van, por ejemplo; acomodadores y porteros, como José María Corte, Juan Corrales, Ramonín, Gerardo, Vicente el barberu, Francisco Moro, Miguel, Aladino Puente....... taquilleras, como Julia la barbera, hermana de Eloy el de les bicicletes, Ángeles, y después su hija, María Jesús,...... proyectores, como Lisu (Elías Barro, el joven), Tanuki, el hijo de Genaro el zapateru, etc. etc.

También tengo memoria de Pepe Ordoñez, el padre de Maru, la de la relojería, que guardaba motos y bicicletas en un caserón viejo, ya desaparecido, situado frente a la fachada del cine y lindante por detrás con el río, entonces descubierto. (Precisamente entre este caserón y el local del cine arrancaba el puentin para peatones que salvaba el Viao hacia Dominganes y la fuente de los caños, la fábrica de gaseosas La Espumosa Nava, de Pepe Montes, y la panadería La Flor).

También guardo recuerdo de María, y de Nativa y Concha, de Castañera, y de Alicina, que vendían caramelos, chicles y otras chucherías en puestinos colocados debajo de la galería, donde hoy está la librería La Escolar. Y de Evelio padre, que, con un carrito de mano, subía a la estación a facturar las películas (“1 saco películas, 1 paquete fotos, Empresa Pesquera”), y a recogerlas.

redacción

62 página

Acompañan el texto reproducciones de cristales con diversos anuncios de los que se proyectaban en las sesiones, obra en su mayoría de Miguel Ángel Menéndez y que se conservan en la Biblioteca Pública Municipal de Nava.

E

revista del círculo amigos de 400 años del santuario de El Remedio.

feméride

Poder celebrar el 400 aniversario de un monumento en Nava no sucede todos los días.

El Santuario de Nuestra Señora de El Remedio lo hizo el pasado 2013. Aunque no está del todo clara la fecha, y pudiera ser incluso anterior, lo cierto es que hay motivos para la celebración.

Para dar realce al acontecimiento hubo una conferencia a cargo de Saúl Torga, y una celebración presidida por el Arzobispo de Oviedo, d. Jesús Sanz Montes, seguida de un pincheo con los vecinos. La celebración de la festividad de la patrona, también se realzó y estuvo presidida por el obispo d. Juan Antonio Martínez Camino, natural de Siero y con lazos familiares en Piloñeta, en nuestro concejo. Razones para el orgullo no faltan, y a buen seguro que dedicaremos más espacio a su historia. Fotos: Juan Antonio González

63 página

ltima

Ăš

Vista aĂŠrea de Nava.

FotografĂ­a cedida por el Ayuntamiento de Nava

Colabora ayuntamiento de Nava