Gómez: Aventuras improbables de un fotógrafo en Mar del Plata

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Gómez: Improbables aventuras de un fotógrafo en Mar del Plata Gustavo Diéguez ISBN: 978-84-124111-0-2 Depósito Legal: B 13223-2021 Editado por: QUTEDICIONES (Barcelona) Carrer de l’Arboç 5, 08720, Vilafranca del Penedès, Barcelona, España. www.qutediciones.es qutediciones@gmail.com Director editorial | Fredy Massad Editora general | Alicia Guerrero Yeste Editado por: BISMAN EDICIONES (Buenos Aires) Bolívar 875 of. 1, C1066AAQ, San Telmo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. www.bismanediciones.com.ar info@bismanediciones.com.ar Director editorial | Hernán Bisman Editor general | Pablo Engelman Jefe de arte | Juan Pablo Sarrabayrouse Secretario de redacción | Teo Rodríguez Corrector de castellano | Marco Maiulini © de esta obra, Gustavo Diéguez © de la publicación, QUT Ediciones (Barcelona) y Bisman Ediciones (Buenos Aires) 2021 Edición en alianza con Trànsit Projectes www.transit.es Impreso en España / Printed in Spain. Tirada: 500 ejemplares. Hecho el depósito que marca la Ley 11.723 Se terminó de imprimir en julio de 2021 en RODONA Industria Gráfica S.L., Pamplona, España. Este libro no puede reproducirse total o parcialmente sin la autorización expresa de su editor. Esta obra ha sido publicada previamente en Argentina, ISBN 978-987-3779-44-2, por BISMAN EDICIONES, Buenos Aires, abril de 2021, con el apoyo de la Universidad Nacional de Mar del Plata, el Instituto del Cemento Portland Argentino, la empresa Desalvo y Trànsit Projectes.


Para Paty y Lucy

Agradecimientos A Marcelo Dupleich, por su aliento para que yo vuelva a la historieta. A Quique Alcatena por la alegría de ser su alumno, por su guía y su generosidad. A mis amigos y compañeros de ruta de IF-Investigaciones del Futuro. Un especial agradecimiento a Hernán Bisman por su dedicación y entusiasmo, y al equipo de Bisman Ediciones. A Ángel Mestres y Trànsit Projectes: gracias por su apoyo y su confianza, que han hecho posible que este libro cruce un océano.


PRESENTACIÓN


GÓMEZ, DIÉGUEZ Y LA ARQUITECTURA Conocí a Gustavo gracias a unos vándalos incendiarios que decidieron prender fuego a una instalación artística, en el Centro de Arte Contemporáneo Can Xalant. El fuego dejó unos restos quemados que fueron el detonante para contactar con los A77. Les llamamos… y… empezó una historia de diferentes conversaciones y proyectos desarrollados con Gustavo y su inseparable socio Lucas Gilardi. A77 lleva a cabo trabajos vinculados con la autoconstrucción, la reutilización de restos industriales aplicados a la vivienda experimental y a la activación de dinámicas sociales en el espacio público. Gustavo es profesor de la FADU-UBA y dirige el Laboratorio de Experimentación Tecnológica del IA-UNSAM; fundador del espacio IF-Investigaciones del Futuro, un galpón en el conurbano de la ciudad de Buenos Aires, definido como una plataforma inespecífica de pensamiento y producción de proyectos culturales y de inserción en entornos vulnerables, y, por si todo esto no fuera suficiente, ha sido jurado en varios concursos de arquitectura. Ha colaborado con Trànsit, en diferentes proyectos: Crea futuros, Travesías, Redesartepaz… Colaboraciones que han supuesto siempre un placer y un verdadero gozo intelectual. Me impliqué en Gómez, sin conocer la totalidad de Gómez (apenas unas viñetas), ni un esquema. Consciente de la capacidad de Gustavo para enriquecer cualquier proyecto en el que hemos colaborado, ¡cómo no iba a ser así en un proyecto tan personal! ¡Me meto con absoluta confianza! Tomada la decisión, conocí a los demás actores: a (Manuel) Gómez (Piñeiro) —no cuento mucho para no spoilear—, notable fotógrafo de arquitectura; nació en 1907 en Vigo (España), y con ojo moderno y elegante pobló de maravillosas fotografías la épica revista Nuestra Arquitectura y la Revista de Arquitectura. Le tocó el turno después a Hernán Bisman… Cuando Gustavo me dijo: “habla con el editor”, preocupado por si existiría química, me adentré en Bisman Ediciones para descubrir unos volúmenes y colecciones asombrosos… Y le llamé ya con un firme propósito: ¡nos vamos a entender! Hernán y sus socios, Pablo Engelman –en Buenos Aires– y Fredy Massad –aquí en Barcelona–, me contaron que Gustavo visitó su editorial en (la república independiente de) San Telmo, con una carpeta rebosante de deslumbrantes originales en los que ya habitaba una buena parte de Gómez, y rematan la historia con una frase del tipo “no pudimos resistirnos a rogarle que nos dejara ser cómplices”; editan así con su sello esta historia marplatense cuyos personajes y arquitectura tan bien ha sabido recrear Diéguez. La forma de conceptualizar los proyectos, arquitectónicos o no (y vaya por delante que este cómic es, por encima de todo, un proyecto arquitectónico plagado de referencias culturales), permea la arquitectura de un discurso sociocultural impecable… Gracias a Gómez (con él empezó todo), a Gustavo (por la obra) y a Hernán (hubo química), por hacernos felices en estos años de tanta pena y dolor y por aceptarme en este viaje maravilloso. Ángel Mestres, junio de 2021. |5|


PREFACIO


GÓMEZ Y DIÉGUEZ Mar del Plata es mucho más que la ciudad balneario por excelencia de la Argentina. Por poco que uno la recorra, no puede sino advertir la belleza sugestiva de su urbanismo, la gravitación del mar sobre el trazado de sus calles, paseos y avenidas, dispuestos en una cuadrícula que, paradójicamente, desorienta como si de un laberinto se tratara. Es que el zigzagueante contoneo de la costa confunde al paseante que se deja llevar por el supuesto orden de la grilla municipal: cree marchar por una vía paralela a la ribera, y al cabo de un rato, sorpresivamente, se ve frente a frente con el océano. Las playas se alternan con escolleras y roquedales, en un paisaje que nunca agota su maravilla. Y al espectáculo natural se le suma el de su notable arquitectura, serenamente majestuosa a veces, nostálgicamente señorial otras, pero también pintoresca, popular e industriosa: la Rambla, el Hotel Provincial y el Casino, el barrio de Los Troncos, la banquina de pescadores… Todos los avatares de esta extraña urbe marítima están presentes en la obra de Gustavo Diéguez. Además de ser un notable historietista (y sorprende que esta sea su ópera prima, por la sofisticación y madurez narrativa que despliega en ella), Diéguez es arquitecto, y el lector lo adivina en la maestría con que recrea la Mar del Plata de mediados del siglo pasado, de modo que la ciudad se vuelve uno de los principales personajes del relato. Relato concienzudamente documentado en lo que concierne a referencias históricas, lo cual no le impide inclinarse al realismo mágico de una cautivante ucronía. Porque los sucesos en esta Mar del Plata sutilmente alternativa no se desarrollan, aparentemente, de la manera en que una crónica superficial de esos años los mostraría. Es muy revelador que en su introducción Diéguez mencione a “La trama celeste”, de Bioy Casares: como en aquel cuento, nos asomamos a un mundo muy parecido al nuestro, pero misteriosamente diferente. Y es que de una historia de misterio -y de misterios- se trata, donde conviven la Bauhaus y las palaciegas edificaciones gemelas de Bustillo, los submarinos alemanes y la criptografía, las hermanas Ocampo y un infantil Bobby Fisher (en un segmento del relato en el que el simbolismo del ajedrez evoca ecos borgeanos), Paul Valéry y Eva Duarte de Perón… Como testigo de los hechos que en la historia transcurren, y a veces como involuntario actor, Gómez el fotógrafo. Catalizador de los encuentros y desencuentros, conspiraciones y escapes, la lente de su cámara eternizará esa Mar del Plata secreta que ¿fue?. Pero son la mirada y el trazo de Diéguez los que sostienen las improbables peripecias de nuestro improbable héroe.

Enrique Alcatena, octubre de 2020 |7|


INTRODUCCIÓN


GÓMEZ En 1990, siendo estudiante de arquitectura, colaboraba haciendo trabajo de campo para una investigación en historia en el Instituto de Arte Americano. Las circunstancias de ese trabajo me condujeron hasta las instalaciones del diario La Prensa en la calle Azopardo para pedir material de consulta. Por rumores que había recibido, sabía que allí había algo mucho más interesante para mí que esos ejemplares del diario que iba a consultar. Fue entonces como pude visitar el archivo completo de negativos de cristal del fotógrafo Gómez, que se estaban arruinando por el moho en los sótanos del diario. Solo me permitieron ver desde arriba, como en una panorámica, el apilamiento de las pequeñas cajas de cartón que formaban un paisaje increíble aumentado por la oscuridad. Esa imagen de la ruina quedó insistiendo en mis recuerdos todos estos años. Manuel Gómez Piñeiro (1900-1985) fue el fotógrafo que retrató la arquitectura moderna argentina con mayor calidad y amplitud en el período en el que Revista de Arquitectura y Nuestra Arquitectura se disputaban sus servicios. El período entre 1930 y 1960 quedó documentado de manera única. Como admirador de esas revistas, pasaba muchas horas en la biblioteca de la facultad tomando notas y buscando rarezas para ficharlas en un cuaderno especialmente destinado para esa actividad. Entre las obras registradas figuraba el parador Ariston de Marcel Breuer, que junto con el proyecto para la casa de Walter Gropius en el conurbano bonaerense formaban parte de la lista de aquellos proyectos no reconocidos realizados en Argentina por arquitectos de relieve internacional. Al cabo de unos años, y anoticiado del estado de abandono del parador Ariston, tuve la ocurrencia de intentar escribir alternativas posibles para su puesta en valor. Movilizado por una entonces incipiente y fallida pasión por la escritura de guiones de cine, supuse factible el siguiente plan de corte altamente ingenuo: si fuera posible el acceso a un subsidio del Instituto Nacional de Cinematografía Argentina para filmar un policial negro al estilo de Christensen o Fregonese donde el parador Ariston fuera el centro de la escena, posiblemente parte del dinero pudiera emplearse en su recuperación edilicia. Se filmaría en el pasado de esplendor y en el futuro de ruina, y podría quedar como un emblema cultural y turístico de la arquitectura moderna instalando a la ciudad de Mar del Plata como un referente en esa materia. Dentro de aquella ilusión se incluía un contacto con Eduardo Catalano, aún con vida, quien podría ser uno de los impulsores-homenajeados junto con Carlos Coire, ambos autores de la obra a la par de Marcel Breuer. Desde ese vínculo se podría conseguir el estímulo para alcanzar la dimensión internacional de la operatoria. Nada de todo ello tuvo la oportunidad ni siquiera de atravesar una primera jugada para tantear la factibilidad. En aquel año 2006 comencé a concentrarme en una nueva etapa profesional dentro de la arquitectura en el estudio a77 y el asunto quedó en estado de ejercicio de ensoñación. |9|


A este contexto se suma como noticia de complemento el total abandono de la Casa sobre el Arroyo -obra de Delfina Gálvez y Amancio Williams-, a partir del incendio y la destrucción de sus interiores en 2004. “La casa del puente”, como se la conoce más familiarmente, también localizada en Mar del Plata, se incorporó desde entonces a la nómina de pérdidas notables del patrimonio cultural de una ciudad que carga con su propia tensión interna derivada del cambio de sentido histórico. La transformación de ciudad aristocrática en ciudad de veraneo para las clases populares condujo entre otros fenómenos a la expansión de su tejido urbano, al crecimiento de su capacidad de alojamiento, a la sustitución de sus edificaciones y a la consecuente pérdida de las obras de arquitectura representativas de sus inicios como ciudad balnearia. La posibilidad de convertir toda esta información en una historia de género fantástico tanto tiempo después obedece a la decisión de recuperar un interés personal postergado durante treinta años como el de dibujar historietas. La reciente y afortunada posibilidad de tomar clases con el maestro Enrique Alcatena terminó de cerrar el círculo. La tarea de perseguir una de sus frases, “con la historieta no hay límites de presupuesto”, es la que provoca que ahora Gómez aparezca involucrado en aventuras en el año 1948 en tiempos de inauguración del Ariston. Una condensación de personajes y hechos reales se mueven entre conexiones ficticias en una especie de realidad paralela sobre aquella hipótesis planteada por Bioy Casares en su cuento “La trama celeste”, curiosamente, o no, también escrito en 1948. Tiempo después, el cómic encontró una palabra convencional para describir esta figura narrativa: elseworld. Desde allí la historia pierde lugar, o lo gana, en el contexto de la proliferación de las imaginaciones, en una época en la que el mismo presente se desdibuja en los relatos dominantes. Como en los sueños donde las relaciones se vuelven extrañas, difusas y de naturaleza inconexa, nos queda la pretendida ilusión de unir las partes que faltan. Así es que todo ocurre en alguna Mar del Plata análoga, entre peripecias y avatares que ensayan entre sí una radiografía de la ruina.

Gustavo Diéguez, enero de 2018 |10|


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Este libro se terminó de imprimir en los talleres de RODONA Industria Gráfica S.L. en el mes de julio de 2021. Pamplona, España.


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