Tinta China Ya sabes, “hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”
PRIMAVERA 2012 D.L VA-1133/2008
Biblioteca Pública Municipal de Peñafiel
Sumario: • Lecturas, lecturas … P.1 • Novedades. P. 2-3 • Día del libro Infantil 2012. P. 4 • Una primavera llena de actividades. P. 5 • Música. P. 6 • Cine. P. 7 • Zona Joven. P. 8-9 • Los Peques. P. 10-11 • El rincón del poeta. P. 12
HORARIO DE APERTURA
Lectores, lecturas. El espacio del lector se va construyendo poco a poco, de manera desordenada por lo general, un poco azarosa. A veces por avenidas previsibles, otras, abriéndose paso a machete o internándose por senderos recónditos. Eso no quiere decir que haya que optar por una forma de leer o por otra, pero sí significa que hay lectura y lectores, y que los lectores se van construyendo de poco a poco, que crecen si todo anda bien, hacia otras formas de lectura. Que hay estadios en los que los lectores son más complacientes, en que se complacen más fácilmente , y otros en los que se sienten perforados, desafiados por el texto. Hay una lectura de almohadón, llamada muchas veces “placentera”- una lectura confortable, previsible, que es la que necesitamos muchas veces-, y otra lectura más sobresaltada, más activa, más incómoda en cierto modo, pero que promete alegrías nuevas. A esta última, se va llegando muchas veces a fuerza de destellos y relumbrones. Son momentos en los que de pronto, en algún recodo, el texto se nos hace evidente … En una época en que se insiste a menudo en la facilidad, en que se recomienda el deslizarse apenas por las superficies, en que se pone el acento en lo dirigible, lo digestivo, me parece importante recordar que la escritura siguen siendo afortunadamente, zonas indómitas, que tienen sus océanos de familiaridad pero también sus islas de extrañeza, sus territorios tranquilos donde unos se puede dejar arrullar pero también sus márgenes peligrosos, que hay que atravesar audazmente, por la cuerda floja.
Lunes a viernes: 10.30– 14.00 h / 16.30– 20.00 h Sábados: 10.30 - 13.30
La frontera indómita. Graciela Montes
No tuve amor a las palabras; si las usé con desnudez, si sufrí en esa busca, fue por necesidad de no perder la vida, y envejecer con algo de memoria y alguna claridad.
El porqué de las palabras. Francisco Brines