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Práctica 5. Prevención y manejo de la diarrea y las enfermedades respiratorias en niñas y niños
from Cuaderno para el Agente Comunitario y las Familias durante las visitas domiciliarias- Atención nutr
Información básica
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Las enfermedades respiratorias y la diarrea son las principales causas de mortalidad infantil. Su incidencia se acentúa en las situaciones de emergencia, pero siempre es posible intervenir para evitar que se presenten o para disminuir sus efectos.
Con este propósito es necesario educar a las familias sobre las maneras de prevenir las enfermedades respiratorias y la diarrea, las opciones para tratarlas en casa (incluyendo el adecuado uso de medicamentos, siguiendo las indicaciones al pie de la letra) y los signos que indican que niños y niñas necesitan recibir tratamiento en un centro de salud por parte de personal especializado.
La diarrea en bebés o niños es una enfermedad que consiste en eliminar deposiciones más blandas y más frecuentes de lo habitual. La diarrea puede acompañarse de otros síntomas como fiebre, vómitos, o dolor de estómago. Las diarreas son graves cuando se presenta deshidratación, la cual hay que evitar. Si la diarrea, tanto en bebés como en niños, no mejora en 2 días, es recomendable consultar al médico.
En niñas y niños las causas más frecuentes de la diarrea son el consumo de agua no tratada, alimentos contaminados, alimentos no adecuados para su edad o algunos medicamentos como los antibióticos. También pueden provocar diarreas las infecciones por virus.
Para evitar la deshidratación se deben ofrecer al bebé abundantes líquidos preparados con agua hervida o tratada, en pequeñas cantidades para que no los vomite. Las sales de rehidratación son muy útiles. (Ver ilustración).
Por otra parte, las gripas con su abundancia de mocos, estornudos, tos, fiebre y malestar general son muy comunes en niñas y niños. En su mayoría son de corta duración y mejoran sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, estos síntomas a veces corresponden a enfermedades graves como bronquitis, neumonía o bronconeumonía, los cuales deben recibir atención médica.
Una adecuada alimentación, un ambiente libre de humo y tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura ayuda a evitarlas. Una vez los síntomas aparecen, resultan útiles algunos cuidados como abrigar a niñas y niños, ofrecerles abundantes líquidos y permitirles guardar reposo.
Son signos de alarma la fiebre persistente, la respiración rápida, el hundimiento de las costillas y el pecho para respirar, el aleteo de la nariz, el silbido en el pecho y el rechazo a los alimentos. En los bebés, el signo más significativo es que dejen de mamar.
Observar, preguntar y escuchar
Antes de aconsejar sobre este tema a una familia observe la actitud e indague por los conocimientos de la madre y los demás integrantes de la familia sobre el manejo de la diarrea y las enfermedades respiratorias. Pregunte:
¿Tienen con frecuencia diarrea, niñas y niños de la familia?
¿Les da mucha gripa?
¿Cómo los atienden cuando les da diarrea o gripa? ¿Qué remedios les preparan en cada caso?
¿Llevan los niños con diarrea o gripa al médico tradicional? ¿Cuál es el tratamiento?
¿Tienen en cuenta las sales de rehidratación oral en el tratamiento de la diarrea?
¿Cómo saben cuando hay que llevarlos al centro de salud para que los atiendan allá?
Aconsejar
A partir de lo observado y de las respuestas obtenidas durante la charla, decida qué aspectos es importante fortalecer o cambiar para mejorar la práctica del manejo de la diarrea y las enfermedades respiratorias en niñas y niños. A continuación se presentan algunos consejos para que escoja los que más convengan en cada situación:
Continúe alimentando a niñas y niños cuando estén enfermos. Si son menores de 6 meses, amamántelos exclusivamente. Si tienen entre seis meses y dos años, amamántelos y deles la alimentación complementaria.
En casos de diarrea, fiebre o gripa, aumente el suministro de líquidos preparados con agua hervida o tratada, sin suspender la alimentación complementaria y/o la lactancia materna.
Debe darles únicamente medicamentos recomendados por el personal médico y en las dosis indicadas.
Aprenda a preparar las sales de rehidratación, hágalo con agua segura y lávese bien las manos antes de prepararlas.
Evite que niñas y niños con enfermedades respiratorias inhalen el humo que producen los fogones de leña, la quema de basura o el consumo de cigarrillos y tabaco.
Evite el contacto de niñas y niños con otras personas enfermas.
Aprenda a reconocer cuándo niñas y niños con diarrea o gripa necesitan tratamiento fuera del hogar.
Acordar
Este es el momento de llegar a un acuerdo para mejorar la práctica del manejo de la diarrea y las enfermedades respiratorias de niñas y niños. Las siguientes preguntas pueden ayudarle en ese proceso:
¿Qué se puede hacer en la casa para prevenir la aparición de diarreas y enfermedades respiratorias de niñas y niños?
¿Quién debe tomar la decisión de llevar al niño o la niña al centro de salud en caso de ser necesario?
Ejemplo de acuerdo: preparar las sales de rehidratación oral de acuerdo con las instrucciones del empaque, utilizando agua segura.
Signos que indican que una niña o niño debe recibir atención en el hospital:
No puede mamar o tomar líquidos.
Vomita todo lo que come.
Tiene convulsiones.
Está como dormido y no puede despertar (letargo).
Hace ruido al respirar (estridor).
Se le hunden las costillas al respirar (tiraje subcostal).
Respiración rápida.
Ojos hundidos, boca seca, rigidez en la nuca, pliegue cutáneo, los cuales son signos de deshidratación.
Sangre en las heces.
Fontanela o mollera hundida.

Secreción purulenta en ojos, oído u ombligo.