ETNOGRAFÍA:
MÁS QUE
UNA CIENCIA
UNA CIENCIA ETNOGRAFÍA: MÁS QUE
En los años 30, la Escuela de Chicago abre una nueva vía para la investigación etnográfica, amplió su aplicación hacia estudios de subculturas urbanas y fenómenos de marginalidad social en los Estados Unidos. Uno de los trabajos más destacados de este tipo fue realizado por William Foote Whyte, en su estudio de grupos del crimen organizado en la ciudad de Boston. Este periodo mantuvo el enfoque metodológico de inmersión en el camp y observación del participante.
En la segunda mitad del siglo XX, el interaccionismo simbólico y la etnometodología contribuyeron al desarrollo de una etnografía centrada en la comunicación. Autores como Erving Goffman y Harold Garfinkel exploraron cómo las interacciones sociales cotidianas en diversos contextos (desde oficinas a clubes deportivos) constituyen sistemas culturales significativos. Esta perspectiva amplió el alcance de la etnografía hacia el estudio de practicas sencillas como lo pueden ser una conversación o los comportamientos de las personas en su vida diaria.
Con estos planteamientos, la investigación etnográfica evolucionó desde un enfoque teórico distante hacia un método empírico mas inmersivo y participativo, explorando una amplia gama de fenómenos sociales y culturales existentes en diferentes contextos.
EVOLUCIÓN en medios tradicionales y
ciberespacio
La etnografía de la comunicación ha evolucionado significativamente desde sus primeros desarrollos en estudios sociolingüísticos hasta incluir áreas más amplias de los estudios de medios de comunicación. A finales de los años 70, surgió una clara distinción entre la tradicional etnografía del lenguaje de Dell Hymes y los nuevos enfoques sociolingüísticos centrados en cómo se crean y consumen los contenidos mediáticos, que se alinearon más estrechamente con corrientes sociológicas como el interaccionismo simbólico y la etnometodología.
A diferencia de la etnografía del lenguaje de Hymes, que se enfocaba en el uso del lenguaje en contextos culturales específicos, los estudios sobre producción de medios se enfocaron en observar de cerca las dinámicas dentro de redacciones de periódicos, estaciones de televisión y durante la realización de películas¸ captando los procesos y roles implicados en la creación de noticias y entretenimiento. A medida que estos estudios avanzaron, se amplio el panorama hacia áreas menos definidas como las relaciones entre periodistas y fuentes, así como las influencias
financiaras en las decisiones editoriales.
Simultáneamente, los estudios culturales sobre la recepción de medios también evolucionaron, pasando de un enfoque inicial en el contexto familiar de consumo hacia una mirada más amplia a ‘’los contextos de recepción’’ en general. Este cambio permitió entender cómo las prácticas culturales microsociales influyen en la interpretación y uso de los medios, aunque el desafío metodológico radica en captar la complejidad de las interpretaciones individuales en entornos menos estructurados como el consumo de prensa escrita y radio.
Además, las etnografías digitales o ciber etnografías surgieron como una respuesta al crecimiento de internet y las nuevas formas de interacción social mediadas por la tecnología. Estos estudios exploran las dinámicas fluidas y móviles del ciberespacio, donde los límites entre lo virtual y lo real se desdibujan constantemente. La adaptación de métodos etnográficos para estudiar comunidades en línea, comportamientos de consumo digital y la formación de identidades en entornos digitales son áreas centrales de investigación en este campo en constante evolución.
instrumento ideal para abordar problemas donde existe poca literatura científica. El investigador debe ser autosuficiente y sagaz para comprender las acciones que giran alrededor del individuo, además de comprender sus objetivos y motivaciones. Asimismo, el resultado fructuoso de la
a una inversión frecuente de tiempo para persistir en la observación y participación intensiva en la naturaleza que suceden los eventos. En contraste; con la deslocalización como los medios digitales “ciberespacio”, estos limitan a la observación vivencial y cuestiona a interpretaciones erróneamente
DA RAPPORT
La base del uso de la Etnografía es la participación del observador como un actor al colectivo observado. Según el proceso de observación explicado por David Altheide, refiere a obtener permisos necesarios para acceder al ambiente a estudiar, además de establecer relación directa con la persona clave del grupo, en la que se detalla sobre los propósitos y el papel que cumplirá el investigador.
El “establecimiento da rapport" (crear una relación) es fundamental en el acceso interpersonal, facilita que los participantes compartan información sincera y relevante. Esto implica que el observador inicie la conectividad o sume a la interacción parte de su experiencia personal en base al tema que se esté interviniendo. Esta empatía ofrece información propia que permita satisfacer la curiosidad del individuo investigado “win to win”.
El acceso organizacional es importante para ingresar al ambiente de estudio, permite comprender en profundidad las dinámicas internas y las experiencias personales dentro de ese contexto.
EXTENSIVIDAD VS INTESIVIDAD
La extensividad en la etnografía aplicada a la comunicación se refiere a la capacidad de estudiar un gran número de casos o situaciones de manera extensa pero menos profunda. Este enfoque busca captar patrones generales o identificaciones sobre fenómenos comunicativos que se presentan en múltiples contextos. Es útil cuando se quiere entender cómo ciertos comportamientos, prácticas o procesos se manifiestan de manera generalizada. Por ejemplo, James Lull llevó a cabo un estudio sobre el uso de la televisión en 90 familias estadounidenses. Aquí, un equipo de investigadores pasó breves períodos de tiempo con cada familia para obtener una visión panorámica de los patrones de consumo televisivo en diversas situaciones familiares, y para fortalecer a la investigación se realizó una entrevista individual para complementar a los datos que no se pudo recoger durante la observación.
La investigación intensiva implica una inmersión profunda a un número reducido de casos o situaciones. Este enfoque permite una comprensión detallada de contextos particulares. Se emplea en estudios que buscan desentrañar los procesos de formación cultural o hábitos dentro de comunidades específicas.
La elección entre un enfoque extensivo o intensivo en la etnografía de la comunicación depende del objetivo del estudio y de la naturaleza del fenómeno estudiado. La extensividad es adecuada para estudios que buscan generalizar y captar patrones a través de múltiples casos, mientras que la intensividad es más apropiada para profundizar en contextos específicos y procesos particulares. Cada enfoque posee ventajas y desafíos metodológicos y la selección entre ambos depende de la pregunta de investigación y de la profundidad deseada en el análisis del fenómeno comunicativo estudiado.
Por: Nadia Karen Morales Cárdenas
NEUTRALIDAD en la etnografía
La etnografía se distingue de otras técnicas de ciencias sociales por su respeto único por el contexto natural de los lugares que se estudian y su falta de interferencia. En la etnografía, el investigador observa los fenómenos en su entorno natural sin modificarlos significativamente, a diferencia de los experimentos, donde se provocan datos explícitos después de un análisis. Para recaudar datos, puede utilizar distintos métodos, pero entre las principales están observación visual, la interacción directa con los sujetos estudiados o entrevistas formales.
La aspiración a la neutralidad en la etnografía tiene implicaciones significativas porque los investigadores pueden confundir sus hallazgos con una representación objetiva de la "pura realidad", ignorando la distorsión inherente que puede introducir el observador. James Lull, cuya
investigación sobre la recepción televisiva influyó en el comportamiento de las familias estudiadas, demostró que la presencia de un investigador en el campo de estudio puede tener un impacto significativo en la vida cotidiana .Hay dos modalidades principales de observación en la etnografía: la modalidad participante, en la que el investigador participa activamente en las actividades de la comunidad estudiada y aprende directamente de sus costumbres; y la modalidad no participante, en la que el investigador se mantiene en una posición más distante.
La elección entre observación participante y no participante en la investigación etnográfica implica consideraciones éticas y metodológicas importantes. Es crucial sopesar los beneficios de un acceso profundo y una comprensión íntima contra la necesidad de mantener la objetividad y la imparcialidad en la recolección y análisis de datos.
Redacción:
Palante Barzola, Mercedes Miria
Lazo Yauri, Gabriel Jesus
Morales Cárdenas, Nadia Karen
Diagramación y diseño:
Palante Barzola, Mercedes Miria
Jaume S. (2007). Las nuevas reglas de la etnografía de la comunicación. Portalcomunicación.com. http://portalcomunicacion.com/lecciones_det.asp?lng=esp&id=30
Anexo: Recursos gráficos
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