


Los medios de comunicación además de cumplir la suprema natu raleza de su origen, a lo largo de la historia han creado una imagen clara y “real” de todo lo que nos rodea, una de ellas ha tendido un impacto expo nencial en la vida de muchos y es la manera en que hemos dejado que los medios de comunicación masiva per sonifiquen y establezcan la perfec ción de una mujer que no existe sin tener en cuenta la diversidad que se encuentra en cada una.
Aun así los medios nos venden e ilustran un ente que parece atrayen te, surrealista y fascinante ante el consumo, pero que lo único que con sigue es mostrar a la mujer cosificada, sexualizada creando pensamientos misóginos por parte del mundo y no, no es solo la manera en la que se nos ha dado una personificación y una esencia ante la sociedad; son nues tras niñas que crecen pensando que su cuerpo y su mente debería ser de esa manera, formando una cul tura llena de estereotipos que nos envuelve en una cotidianidad que no debemos aceptar.
Alo largo de la historia los medios de comunicación han creado una defini ción de “Mujer” tachando y definiendo su comportamiento y su manera de ser, deteriorando el concepto que cada una puede adaptar hacia sí misma ¿son los medios de comunica ción sensatos o son misiles cargados de estereotipos y falsedad? Los medios tienen tanta fuerza en los estereotipos porque todo aquello presentado en ellos supone ser verídi co; creando así un concepto erróneo del ser humano. Aún más cuando idea lizan el cuerpo de la mujer el cual segregan a la desdicha y la baja auto estima.
El problema no solo está en la cosifica ción de la personalidad y el libre albe drio de desarrollarse plenamente como mujer, un mayor problema es como los medios de comunicación han optado por hacer la vista gorda hacia el maltrato laboral que sufren las mu jeres en la industria de la moda, la discriminación, el dolor, el abuso… Es un vocabulario poco significativo en los medios de comunicación. Muchos de los informes, blogs o artículos de opinión al respecto han sido escritos por mujeres, unas pocas que se han decidido a mostrar la cara machista en la industria laboral de la moda. Pero eso no es suficiente. La producción en masa que tiene los países en Asia solo prueba la sobreexplotación y la ignorancia hacia el respeto humano.
Chris Alo FOTOLaviolencia laboral en el mundo de la moda es un caso crítico del que sí mal no hubie se sucedió la catástrofe de Bangladesh hoy ni siquiera se le tendría en cuenta, y estamos hablando que hasta ahora el tema "se está hablando" hemos progresado, pero de manera muy lenta cuando estamos es hablado del trato humano. ¿Tienen que pasar catástrofes para darnos cuenta de las defi ciencias de nuestra sociedad?
Las
condiciones son muy bajas, las largas horas laborales, los malos tratos, los salarios mal pagados, la violencia ejercida por los cargos superiores no justifica que hasta la fecha los medios de comunicación no hagan nada al respecto. Con la fuerza de la palabra y el mundo tecnológico nos estamos que dando cortos ante esta pro blemática, que en mi opinión es de suma importancia. Estamos hablando de la violación pri mordial del ser humano, del ser mujer. ¿Por qué estar obligadas a repercutir un futuro que no nos valora?
LakeFOTOencontrado el problema…. Es decir, “los problemas” y aunque la gente piense que este es un tema del cual ya se hablado antes, sigue siendo primordial hablar de lo importante que es, de denunciar y exponer la realidad… Porque esta mos normalizando este tipo de situaciones, (la violencia) y es por ello que algunos creen que el tema “ya se ha hablado bastante”. Pues amigo, déjame decirte que nunca es suficiente cuando se trata del respeto a la humanidad de alguien. No po demos aceptar casos como el de Radhika, mencionados por Mejía Fajardo (2018)
“sentada frente a su máquina de coser, haciendo caso omiso al agotamiento, el hambre y la sed, trabajaba arduamente para cumplir la cuota de 230 piezas impuesta por su superior. Sus manos le dolían y sus piernas estaban exhaustas. Llevaba 12 horas sin pararse de su silla y aún le faltaban dos horas más para terminar el día laboral. Ese día, su supervisor se acercó y comenzó a gritarle: “¡No estás cumpliendo con tu meta de producción!”. Tiró a Radhika al piso y la golpeó repetidas veces. La tomó de los brazos y la alzó, solo para volverla a dejar caer”.
Arkhod FOTO Karolina GrabowskaFOTOEste solo es un “pequeño” ejemplo de cómo es la situa ción. Pero tiene un trasfondo oscuro, va más allá del mal trato. Se sitúa en el acoso verbal, la violencia física, en la integridad, las amenazas, en el juzgar a alguien por ser o “muy viejo” o “muy joven”; como si la Avaricia les dijera que ante ese “poder” que creen tener no hay excep ciones. La humanidad se pierde y la situación de po breza en los países del tercer mundo solo son el chance para explotar el trabajo infantil, jornadas extensivas, los malos pagos y los altos riesgos a los que se enfren tan mujeres y niños en las plantas de cultivos.
Este es el punto, denunciar realmente el desinterés entre los medios de comunicación, ¿Dónde estuvieron los perio distas o los editores de moda cuando estas mujeres acu dieron por ayuda y se les fue ignorada? ¿no son los medios, la voz del pueblo? El problema no es saber sobre la situación, el problema aquí es ¿Qué se esta haciendo con la información?
Nuestras niñas están cre ciendo, viendo a una mujer débil, cosificada y dominada por un ente llamado “con sumo” que se esconde en la fachada de hombres arro gantes y déspotas que pisan la moral. Debemos tomar medidas. ¿Qué medidas?
Parece no ser "claro", pero una solución efectiva podría ser tomar el riesgo de abor dar estos temas dentro de las agencias publicitarias globales, el uso de publici dad en las calles, el crear cultura en el medio (Redes sociales) o crear iniciativas dentro de las organizacio nes que dicen “preocupar se” por la situación como lo es Global Labor Justice. Este tipo de organizaciones podrían crear campañas de: Protestas, reformas labora les, cuidado y salud o bien estar.
Es decir, creemos campa ñas en forma de protesta para denunciar el tema, de la cual, la estrategia estaría en unir gente dife rente a nuestras afecta das para que haya más fuerza en la palabra, no es lo mismo si in grupo de mujeres de la India o Ban gladesh se unen a protes tar qué si lo hacen las mismas mujeres con el apoyo de personas exter nas al problema pero que buscan la misma causa. Otro caso a proponer, es el hecho de poder hacer brigadas o voluntarios para atender las, ayudar les o suministrarles las cosas necesarias para su bienestar, una campaña que se preocupe por cuidar a las mujeres con feccionistas, o brigadas de educación para las niñas de estos países. ¡Se pueden hacer cosas! Po demos dedicarle tiempo a estas hermosas mujeres y niñas que están dando sus vidas para que tengamos la ropa puesta. Podemos dedicarles un poquito más de tiempo, atención y amor.
Es una situación que me debate el pecho, justo en lo que considero Justi cia y en cómo nos hemos sumergido tanto en un sistema capitalista, que nos absorbió tanto para pasar por alto estas situaciones, la gente podría decir que muchas veces no hay presupuestó para las alternativas pro puestas en el artículo… pero, sí se está alimentando el fast fashion con el único propósito de generar más dinero, ¿Realmente no hay presupuesto para ayudar? El cambio está en nosotros, del como con el tiempo vamos construyendo nuestra historia y nuestra cultura, del cómo a través de estos dos factores “tenemos la falda bien puesta” y comenzamos a cambiar nuestro entorno, alguien sabio una vez me dijo que “El error era crecer y pensar que “tenemos que ser parte de la sociedad”, nadie tiene que ser parte de algo… Realmente deberíamos ser “el cambio que nece sita la sociedad” “ser quienes transforman lo que ya está” es allí cuando empezamos a hacer las cosas diferentes”. Un viejo sabio, del cual ya olvidé su nombre (2019) Deberíamos tener la suficiente valentía y bondad en el corazón para ser la voz de todos aquellos que necesitan un abrazo, un apoyo, un reconocimiento, una voz.
Para todas esas mujercitas que necesitan una voz y un corazòn que las entienda