Diccionario de términos asociados a la dermatitis atópica

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Diccionario de términos Asociados a la dermatitis atópica


Alergenos: Es una sustancia que puede provocar una reacción alérgica. En algunas personas, el sistema inmunitario considera a los alérgenos como “extraños” o “peligrosos”. Como resultado, el sistema inmunitario reacciona haciendo un anticuerpo llamado inmunoglobulina E (IgE) para defenderse en contra del alérgeno. Pueden desencadenar reacciones alérgicas y empeorar los síntomas de la dermatitis atópica. Barrera cutánea: Es una función esencial de la piel que actúa como una defensa natural para proteger el cuerpo contra factores externos dañinos, como microorganismos, alérgenos, irritantes químicos y la pérdida de humedad. Consiste en la capa superior de la piel, llamada epidermis, que tiene varias capas de células especializadas y se encuentra recubierta por una mezcla de lípidos (grasas) que forman una barrera lipídica. La función protectora de la piel se encuentra comprometida en las personas con dermatitis atópica. Costras: En pacientes con dermatitis atópica, las costras son acumulaciones secas y ásperas de piel o escamas que se forman como resultado de la inflamación y el rascado constante de la piel. Estas costras son una característica común de la dermatitis atópica y pueden variar en tamaño y apariencia. Suelen ser de color blanco, gris o amarillo claro. Dermatitis atópica: Es una enfermedad crónica de la piel que afecta a millones de personas en todo el mundo, caracterizada por la inflamación de la piel, picazón intensa, enrojecimiento y la formación de erupciones cutáneas. Esta condición afecta tanto a niños como a adultos y requiere un manejo a largo plazo que incluye el uso de cremas hidratantes, medicamentos y la identificación y evitación de factores que pueden desencadenar brotes. Eczema: Término a menudo utilizado de manera intercambiable con la dermatitis atópica debido a su similitud en los síntomas. Es un término que designa varios tipos distintos de hinchazón de la piel. También se llama dermatitis. La mayoría de los tipos causa sequedad y comezón en la piel, además de sarpullido en la cara, al interior de los codos y detrás de las rodillas; y en las manos y los pies. Rascarse la piel puede enrojecerse, aumentando la hinchazón y picazón. Factores desencadenantes: Elementos que pueden desencadenar o empeorar los brotes de dermatitis atópica, como alérgenos, estrés, sudoración excesiva, cambios climáticos, entre otros. Es importante que las personas con dermatitis atópica identifiquen sus propios factores desencadenantes específicos y trabajen en estrecha colaboración con un dermatólogo para desarrollar estrategias de manejo que les ayuden a evitar o mitigar estos factores para controlar mejor su afección. Genética: La predisposición genética juega un papel importante en la susceptibilidad a la dermatitis atópica. Si uno o ambos padres tienen dermatitis atópica, el riesgo de que sus hijos también la desarrollen aumenta considerablemente. La comprensión de la predisposición genética es importante para la identificación temprana y el manejo efectivo de la dermatitis atópica. Hidratación: Mantener la piel bien hidratada es fundamental para el manejo de la dermatitis atópica, ya que esta condición de la piel se caracteriza por la sequedad cutánea y una barrera cutánea comprometida. Inflamación: La reacción inflamatoria de la piel es un componente clave de la dermatitis atópica. La inflamación es una respuesta compleja que involucra la liberación de sustancias químicas inflamatorias en la piel. El objetivo del tratamiento es reducir esta inflamación, aliviar la picazón y mejorar la función de la barrera cutánea. Jabones suaves: El uso de jabones suaves es esencial para minimizar la irritación y mantener una piel saludable en personas con dermatitis atópica. Además del jabón, también es importante que utilicen productos de cuidado de la piel suaves y sin fragancias para mantener la hidratación y minimizar la irritación de la piel. Loción: Las lociones desempeñan un papel crucial en el manejo de la dermatitis atópica al mantener la piel bien hidratada, aliviar la picazón, fortalecer la barrera cutánea y prevenir brotes. Es importante elegir lociones suaves y sin fragancias específicamente diseñadas para pieles sensibles, y seguir un régimen de cuidado de la piel recomendado por un dermatólogo para obtener los mejores resultados.

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Médico dermatólogo: Un médico dermatólogo es un profesional de la salud especializado en el diagnóstico y tratamiento de afecciones de la piel, incluida la dermatitis atópica. Los dermatólogos desempeñan un papel crucial en el manejo de esta enfermedad, ya que pueden proporcionar orientación, recetar medicamentos y desarrollar planes de tratamiento personalizados para ayudar a las personas con dermatitis atópica a controlar sus síntomas y mejorar la salud de su piel. Niños: La dermatitis atópica es común en la infancia, y muchos niños la superan a medida que crecen. En los niños, los síntomas suelen afectar la piel del interior de los codos, la parte posterior de las rodillas, los lados del cuello, la zona alrededor de la boca, y las muñecas, los tobillos y las manos. Prurito: El prurito es una sensación de picazón que provoca el deseo de rascar la piel. Se puede presentar sin una erupción o con lesiones en la piel. En ocasiones, el prurito se siente como dolor porque las señales de la picazón viajan a través de las mismas vías nerviosas. El rascado puede provocar arañazos en la piel, sangrado e infecciones. Roce: El roce en el contexto de la dermatitis atópica se refiere al contacto y la fricción de la piel afectada con objetos, tejidos o prendas de vestir. El roce puede ser un factor importante que agrava los síntomas de la dermatitis atópica. Síntomas: La dermatitis atópica (también conocida como eccema atópico) se caracteriza por una serie de síntomas que pueden variar en gravedad de una persona a otra. Incluyen enrojecimiento, inflamación, picazón, descamación y erupciones en la piel. Es importante tener en cuenta que los síntomas de la dermatitis atópica pueden aparecer y desaparecer con el tiempo y pueden variar en intensidad. Tratamiento: El tratamiento para la dermatitis atópica varía según la gravedad de la afección y las necesidades individuales de cada paciente. Por lo general, el tratamiento se centra en controlar los síntomas, aliviar la picazón, reducir la inflamación y mantener la piel en buen estado. Incluye la aplicación de cremas y ungüentos tópicos, medicamentos orales, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, terapia biológica. Urticaria: La urticaria y la dermatitis atópica son dos afecciones cutáneas diferentes, pero en ocasiones pueden estar relacionadas o coexistir en la misma persona. Es una afección de la piel que se caracteriza por la aparición súbita de ronchas elevadas y enrojecidas en la superficie de la piel. Estas ronchas suelen ser muy pruriginosas (con picazón) y pueden variar en tamaño y forma. Vesículas: Las vesículas son pequeñas ampollas o burbujas llenas de líquido que a veces pueden desarrollarse en la piel de personas con dermatitis atópica. Estas vesículas pueden ser parte de la presentación clínica de la enfermedad y se asocian con la inflamación e irritación de la piel. Web: En la actualidad, muchos pacientes y sus familias buscan recursos en la web para aprender más sobre la dermatitis atópica, encontrar consejos sobre el cuidado de la piel y estar al tanto de los últimos avances en tratamientos. Es importante asegurarse de que la información en línea provenga de fuentes confiables, como sitios web especializados en temas especializados de salud. Xerosis: La xerosis es un término médico que se refiere a la sequedad extrema de la piel, que es un síntoma común en las personas con dermatitis atópica. La xerosis puede causar descamación, picazón e irritación, y es un componente importante de la afección. Yodoformo: El yodoformo es un término que se utiliza en el campo de la medicina y está relacionado con la dermatitis atópica en el contexto de tratamientos y procedimientos médicos. El yodoformo es un antiséptico que a veces se utiliza para tratar infecciones secundarias en la piel de personas con dermatitis atópica. Zona de flexión: La zona de flexión es un término utilizado en el contexto de la dermatitis atópica para describir áreas específicas donde la piel se pliega o se flexiona, como las articulaciones (por ejemplo, codos, rodillas y muñecas). Son especialmente propensas a desarrollar síntomas de dermatitis atópica debido al roce constante y a la acumulación de humedad.

Fuentes: National Institutes of Health (NIH) / MedlinePlus / Stanford Medicine Children’s Health


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