Un Desastre Carmesí

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Acontecimientos Conviviales El Perú es el lugar -creo, pues aún me falta conocer muchos países- en donde todo pasa, no donde todo puede suceder como dicen a veces, no; donde todo pasa, sucede, sí, sucede, ni si quiera te lo tienes que imaginar, el acontecimiento se adelanta a cualquier cosa que podrías si quiera haber pensado y/o imaginado, pues en medio de su gastronomía, su historia y bla, bla, bla, los acontecimientos son lo mejor que tiene el Perú. Siempre da que hablar, nosotros nos queremos olvidar un poco de él, pero los noticieros del día a día o nuestra propia experiencia con él nos lo hace recordar. A una parte de la gente le da un poco de risa, porque “es mejor reírse antes que llorar”, y porque felizmente “no me ha pasado a mi”; y ahí la gente se empieza a individualizar, pensar en colectivo es una gasto un poco inútil, “¡ay no que aburrido!” O “ay no esas cosas no me interesan” porque hay que seguir adelante con los tuyos, por los tuyos, y por lo tuyo, de los demás que se encargue … alguien pues; el Estado, ¡ahí está!que hagan algo, ¿por qué tendrías que amargarte la vida tu a ver? quizás, porque podrías asumir un problema que no es tuyo y de ahí ‘te fregaste’, y muchos más ‘porqués’ que seguro publicaré dentro de poco. Otro sector ha salido a las calles más de una vez, a llevado su voz de reclamo en alto, se ha “involucrado”, y desde que yo tengo vida, he visto marchas de todos los tipos y modelos, como para elegir a cuál ir, hemos marchado, gritado y reclamado por todo, hasta por lo que no deberíamos, por citar un ejemplo … educación. Solo sucede que ahora ya marchamos por secciones, con tu grupo, con tu gente, pintamos fachadas y rompemos cosas y para que quede más claro nos golpeamos … no logramos mucho la verdad pero, lo seguiremos haciendo, que quede claro.


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Un Desastre Carmesí by Beatrix Quintana Alcántara - Issuu